A cincuenta 50 años de la Fundación Luis Roche

4
Interciencia Asociación Interciencia [email protected] ISSN (Versión impresa): 0378-1844 VENEZUELA 2002 Manuel Bemporad A CINCUENTA AÑOS DE LA FUNDACIÓN LUIS ROCHE Interciencia, diciembre, año/vol. 27, número 012 Asociación Interciencia Caracas, Venezuela pp. 653-655 Red de Revistas Científicas de América Latina y el Caribe, España y Portugal Universidad Autónoma del Estado de México

description

Artículo de Manuel Bemporad en Interciencia

Transcript of A cincuenta 50 años de la Fundación Luis Roche

Page 1: A cincuenta 50 años de la Fundación Luis Roche

IntercienciaAsociación [email protected] ISSN (Versión impresa): 0378-1844VENEZUELA

2002 Manuel Bemporad

A CINCUENTA AÑOS DE LA FUNDACIÓN LUIS ROCHE Interciencia, diciembre, año/vol. 27, número 012

Asociación Interciencia Caracas, Venezuela

pp. 653-655

Red de Revistas Científicas de América Latina y el Caribe, España y Portugal

Universidad Autónoma del Estado de México

Page 2: A cincuenta 50 años de la Fundación Luis Roche

EDITORIAL

653DEC 2002, VOL. 27 Nº 12 0378-1844/02/12/653-03 $ 3.00/0

ción, etc. que pusieron en marcha la maquinaria de lo quesería nuestra ciencia, aunque trajo como consecuencia la des-aparición de la institución. Puede decirse, tal vez algoteatralmente, que el nacimiento de la ciencia institucionaliza-da en el país fue a costas de la vida de la Fundación LuisRoche.

Medio siglo después, tenemos alrededor de 3000 investi-gadores activos, unas 15 mil publicaciones en revistas arbi-tradas e instituciones con centros de investigación en diver-sas partes del país; AsoVAC cuenta con alrededor de 4000miembros a nivel nacional; existe un mecanismo de incentivoal investigador (promovido hace años por AsoVAC), fuecreado un ministerio de Ciencia y Tecnología alrededor delCONICIT (institución esta que también fuera propuesta porAsoVAC) y una Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación. Sediría, con toda razón, que hemos progresado.

A pesar de esto puede constatarse en Venezuela una granpreocupación en la comunidad científica. Se tiene la impre-sión una vez más, aunque tal vez ahora con mayor intensi-dad porque se habían creado ciertas expectativas, que nues-tros gobernantes no entienden claramente por qué es de fun-damental importancia para nuestro futuro el desarrollo localde la ciencia. En una excelente intervención en el acto con-memorativo mencionado, el Profesor Michel Bergeron de laUniversidad de Montreal, ex Presidente de la Asociación In-terciencia, explicó, una vez más, con ejemplos y de maneraprístinamente clara para cualquier público, el por qué de esaimportancia. Realmente se hace difícil creer que en los albo-res del tercer milenio sea todavía necesario convencer deesto a alguien, en particular a las más altas autoridades na-cionales.

Por momentos se tiene la impresión de la necesidad acorto plazo, aunque a escala diferente, de una nueva Funda-ción Luis Roche capaz de preservar en y para Venezuela anuestros investigadores más valiosos, principalmente los jóve-nes, hasta tanto se creen otra vez las condiciones apropiadaspara retomar con ímpetu el desarrollo científico del país.

MANUEL BEMPORAD

Director Ejecutivo, AsoVAC

Recientemente se conmemoró un hecho que hubiera pa-sado desapercibido por su aparente insignificancia: la crea-ción en Caracas de una pequeña fundación bajo la direcciónde Marcel Roche, Director Fundador de Interciencia y Fran-cisco De Venanzi. Creada en 1952, sus actividades apenasduraron hasta 1958. Poco más de un lustro hace cinco déca-das. Dedicada básicamente a investigaciones médicas (deaquí su nombre completo: Instituto de Investigaciones Médi-cas, Fundación Luis Roche), constituyó un sitio acogedorpara los pocos investigadores de la época, en su mayor partemarginados, por diversas razones, de las instituciones oficia-les. La publicación de cerca de 80 trabajos de excelente ca-lidad durante su corta vida, es una clara indicación del am-biente creativo que allí existía, el cual, de paso, aseguró lapermanencia en el país de estos investigadores permitiendoque la Fundación jugara un papel de primordial importanciaen lo que sería el desarrollo de la ciencia institucionalizadaen Venezuela.

Hace medio siglo se dieron en Venezuela una serie dehechos y se crearon condiciones que permitieron iniciar taldesarrollo. En la década de los 50, entre otras cosas, secrean la Asociación Venezolana para el Avance de la Ciencia(AsoVAC) y la Fundación Venezolana para el Avance de laCiencia (FundaVAC), instituciones privadas al igual que laFundación Luis Roche. Se construye, por la dictadura dePérez Jiménez, el Instituto Venezolano de Neurología e In-vestigaciones Cerebrales (IVNIC) que luego sería la sede delInstituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC). Seinstaura un gobierno democrático, se reestructura la Univer-sidad Central y se crea en ella la Facultad de Ciencias. Seorganiza el IVIC, principal centro de investigación científicanacional.

Estas circunstancias fueron bien aprovechadas porque secontó con las personas apropiadas para ello, afortunadamentepuestas al servicio de Venezuela por esa pequeña fundaciónque en su momento las amparó. De allí salieron rectores, di-rectores del IVIC, organizadores de laboratorios de investiga-

A CINCUENTA AÑOSDE LA FUNDACIÓN LUIS ROCHE

Page 3: A cincuenta 50 años de la Fundación Luis Roche

EDITORIAL

654 DEC 2002, VOL. 27 Nº 12

started the machinery of what would become our science, al-though this brought as a consequence the disappearance of theinstitution. It can be said, perhaps somewhat theatrically, thatthe birth of institutionalized science in the country was at theexpense of the Luis Roche Foundation.

Half a century later, we have about 3000 active research-ers, close to 15 thousand publications in refereed journalsand institutions with research centers in different regions ofthe country; AsoVAC has about 4000 members at the na-tional level; there is a mechanism of incentives to researchers(promoted years ago by AsoVAC); a Ministery of Scienceand Technology was created around the National ResearchCouncil (CONICIT, an institution that was also proposed byAsoVAC), and there is a Law of Science, Technology andInnovation. It could be said that we have, undoubtedly, pro-gressed.

In spite of this, there is currently a great concern amongthe scientific community in Venezuela. Once again there isthe impression, though perhaps with more intensity now, ascertain expectations were created, that our government offi-cials do not understand why the local development of sci-ence is of fundamental importance for our future. In an ex-cellent presentation at the above mentioned commemorativeevent, Professor Michel Bergeron, from the University ofMontreal and Past President of Interciencia Association, ex-plained, once more, with examples and with pristine clarityfor any public, why it is so important. It becomes really dif-ficult to believe that, at the dawn of the third millennium, itis still necessary to convince anybody, particularly the high-est national authorities, about this.

At times there is the impression of the need, in the shortterm and in a different scale, of a new Luis Roche Founda-tion capable to preserve in and for Venezuela our most valu-able researchers, mainly the young ones, until the appropri-ate conditions are given to newly undertake with impetus thescientific development of the country.

MANUEL BEMPORAD

Director Ejecutivo, AsoVAC

A fact that could pass easily unnoticed due to its appar-ent lack of significance was recently commemorated: the cre-ation, in Caracas, of a small foundation under the directionof Marcel Roche, Founding Director of Interciencia, andFrancisco De Venanzi. Established in 1952, its activitiesbarely lasted until 1958. Slightly over a lustrum five decadesago. Dedicated primarily to medical research (hence its fullname: Instituto de Investigaciones Médicas, Fundación LuisRoche) it was a welcoming refuge for the few researchers ofthe time, most of them segregated, for different reasons,from official institutions. The publication of close to 80 pa-pers of excellent quality during its short life is a clear indi-cation of the creative environment existing therein which, bythe way, assured the permanence in the country of these re-searchers, allowing the Foundation to play a role of key im-portance in the development of institutionalized science inVenezuela.

Half a century ago a number of events took place inVenezuela setting the stage for the initiation of such develop-ment. In the decade of the 50’s, among other things, theVenezuelan Association for the Advancement of Science(AsoVAC) and the Venezuelan Foundation for the Advance-ment of Science (FundaVAC), private institutions as the LuisRoche Foundation, were established. During the dictatorshipof Pérez Jiménez the Instituto Venezolano de Neurología eInvestigaciones Cerebrales (IVNIC), which later became theheadquarters of the Instituto Venezolano de InvestigacionesCientíficas (IVIC), was built. Afterwards, a democratic gov-ernment is inaugurated, the Central University is restructuredand the Faculty of Science is created. IVIC, the main centerof national scientific research, is organized.

Good advantage was taken of these circumstances, as theright people to do it were available, fortunately placed at theservice of Venezuela by that small foundation that had previ-ously sheltered them. University chancellors, directors of IVIC,organizers of research laboratories, etc., emanated from it and

FIFTY YEARS AFTERTHE LUIS ROCHE FOUNDATION

Page 4: A cincuenta 50 años de la Fundación Luis Roche

EDITORIAL

655DEC 2002, VOL. 27 Nº 12

ção, etc. que puseram em funcionamento a maquinaria doque seria nossa ciência, embora trouxe-se como consequênciaa desaparição da instituição. Pode dizer-se, talvez algo tea-tralmente, que o nascimento da ciência institucionalizada nopaís foi a custas da vida da Fundação Luis Roche.

Meio século depois, temos ao redor de 3000 investigado-res ativos, umas 15 mil publicações em revistas arbitradas einstituições com centros de investigação em diversas partesdo país; AsoVAC conta com ao redor de 4000 membros anível nacional; existe um mecanismo de incentivo ao investi-gador (promovido faz anos por AsoVAC), foi criado um mi-nistério de Ciência e Tecnologia ao redor do CONICIT (ins-tituição esta que também fora proposta por AsoVAC) e umaLei de Ciência, Tecnologia e Inovação.. Se diria, com todarazão, que temos progredido.

Apesar disto pode-se constatar na Venezuela uma grandepreocupação na comunidade científica. Tem-se a impressãouma vez mais, embora talvez agora com maior intensidadeporque se havíam criado certas expectativas, que nossos go-vernantes não entendem claramente porque é de fundamentalimportância para nosso futuro, o desenvolvimento local daciência. Em uma excelente intervenção no acto comemorativomencionado, o Professor Michel Bergeron da Universidadede Montreal, ex-Presidente da Associação Interciencia, expli-cou, mais uma vez, com exemplos e de maneira pristinamen-te clara para qualquer público, o porque dessa importância.Realmente se faz difícil crer que nos alvores do terceiromilénio seja ainda necessário convencer disto a alguém, emparticular as mais altas autoridades nacionais.

Por momentos se tem a impressão da necessidade a curtoprazo, embora a escala diferente, de uma nova FundaçãoLuis Roche capaz de preservar em e para Venezuela a nossosinvestigadores mais valiosos, principalmente os jovens, hastatanto se criem outra vez as condições apropriadas para reto-mar com ímpeto o desenvolvimento científico do país.

MANUEL BEMPORAD

Diretor Executivo, AsoVAC

Recentemente comemorou-se um fato que houvera passa-do despercebido por sua aparente insignificância: a criaçãoem Caracas de uma pequena fundação sob a direção deMarcel Roche, Diretor Fundador de Interciencia e FranciscoDe Venanzi. Criada em 1952, suas atividades apenas duraramaté 1958. Pouco mais de um lustro, faz cinco décadas. Dedi-cada basicamente a investigações médicas (de aquí seu nomecompleto: Instituto de Investigações Médicas, Fundação LuisRoche), constituiu um lugar acolhedor para os poucos inves-tigadores da época, em sua maior parte marginalizados, pordiversas razões, das instituições oficiais. A publicação decerca de 80 trabalhos de excelente qualidade durante suacurta vida, é uma clara indicação do ambiente criativo que aíexistía, o qual, além disso, assegurou a permanência no paísdestes investigadores permitindo que a Fundação jogara umpapel de primordial importância no que seria o desenvolvi-mento da ciência institucionalizada na Venezuela.

Faz meio século deram-se na Venezuela uma série de fa-tos e se criaram condições que permitiram iniciar tal desen-volvimento. Na década dos 50, entre outras coisas, se crian aAssociação Venezuelana para o Avance da Ciência (AsoVAC)e a Fundação Venezuelana para o Avance da Ciência (Fun-daVAC), instituições particulares ao igual que a FundaçãoLuis Roche. Constroi-se, pela ditadura de Pérez Jiménez, oInstituto Venezuelano de Neurologia e Investigações Cere-brais (IVNIC) que logo seria a sede do Instituto Venezuelanode Investigações Científicas (IVIC). Instaura-se um governodemocrático, se reestructura a Universidade Central e cria-senela a Facultade de Ciências. Se organiza o IVIC, principalcentro de investigação científica nacional.

Estas circunstâncias foram bem aproveitadas porque secontou com as pessoas apropriadas para isso, afortunadamen-te colocadas ao serviço da Venezuela por essa pequena fun-dação que em seu momento as amparou. Daí saíram reitores,diretores do IVIC, organizadores de laboratórios de investiga-

A CINQÜENTA ANOSDA FUNDAÇÃO LUIS ROCHE