El Individuo en El Sistema (Stierlin Helm) Cap 6
-
Upload
herling-sanhueza-yanez -
Category
Documents
-
view
240 -
download
4
Transcript of El Individuo en El Sistema (Stierlin Helm) Cap 6
-
8/12/2019 El Individuo en El Sistema (Stierlin Helm) Cap 6
1/27
Stierlin Helm. El individuo en el sistema. Herder. Barcelona. 1994.
6
EL YO-MISMO DESDE
DIVERSAS PERSPECTIVAS
MILTON ERICKSON
Erickson muri hace ms o menos quince aos.
Desde entonces, en muchas partes lo glorifican como una
leyenda. Hoy en da hay pocos autores del mbito de la
psicologa y psiquiatra de los y sobre los que se public
y se sigue publicando tanto como en su caso. Tal vez es la
figura clave ms importante de la psicoterapia
posmodema.
Esto nos sugiere una comparacin entre Freud y
Erickson, que permite ver elementos comunes pero
tambin diferencias. Los dos consiguieron que el
establishment de la medicina y la psiquiatra se
escandalizara sobre ellos. (Erickson, por ejemplo, estuvo
amenazado durante algn tiempo de ser excluido de la
Asociacin Mdica de Norteamrica.) Sin embargo, a
ambas figuras las glorifica un nmero creciente de
discpulos y seguidores. Los dos comenzaron por seguir
la tradicin de la hipnosis mdica, aunque sta se hallaba
en una posicin marginal, y coincidieron en tomar como
pauta lo que se puede describir como la dinmica
inconsciente de las motivaciones y conflictos de sus
clientes. Tambin se parecen en su disciplina e intensidad
de trabajo. Freud sola terminar el trabajo con sus
pacientes a las diez de la noche para despachar a
continuacin su inmensa correspondencia. De Erickson
leemos en la descripcin de Jay Haley: Tena dos campos
de actividad: la hipnosis y la terapia. El hombre trabajaba
diez horas diarias como terapeuta durante seis o siete das
-
8/12/2019 El Individuo en El Sistema (Stierlin Helm) Cap 6
2/27
semanales. Comenzaba a las siete de la maana y
terminaba a las once de la noche. Todos los fines de
semana vea a pacientes o bien viajaba para ensear.(1)
Y en palabras de Jeffrey Zeig, el actual presidente de la
Fundacin Milton-H. Erickson: Siempre estaba
trabajando. Siempre era el autntico Milton Erickson.
Esto quiere decir que se entregaba a la experiencia ms
profunda posible con la persona que estaba atendiendo en
cada caso. En este sentido era continuamente
hipnotizador, continuamente terapeuta, continuamente
maestro.(2) Y ambos, Freud y Erickson, podran haber
dicho de s mismos: La capacidad moral se entiende por
s misma, es decir, los dos impresionaban a personas
ajenas como personalidades que se sostenan serenamente
en s mismos, que estaban profundamente convencidos de
s mismos y que tenan concepciones claras de valores.
Pero aqu terminan los elementos comunes y
comienzan las diferencias. Mientras que Freud abandon
el tratamiento hipntico, que haba practicado
inicialmente, para sustituirlo por el psicoanlisis,
Erickson modific y refin su procedimiento hipntico
hasta el final de su vida. Mientras que Freud tenda ms
bien a valorar el inconsciente como negativo -es decir,
como el lugar de las necesidades pulsionales
desenfrenadas y potencialmente destructivas-, Erickson
vea el inconsciente ms bien como positivo, como fuente
de energas constructivas, de recursos, creatividad y
posibilidades de solucin de problemas pendientes.
Donde Freud persegua la curacin por medio de la
comprensin y el hacer conscientes los problemas (como
dice su conocida afirmacin: Donde el Ello era, yo debe
advenir). Erickson quera conseguir la curacin ms
bien por medio de la exclusin de la conciencia y la
racionalidad (por ejemplo, por medio de tcnicas de
confusin, que dejaban a la conciencia y la racionalidad
en estados de sorpresa y sobresalto). Mientras que para
Freud, pero todava ms para sus discpulos, se iba
consolidando la idea de que el psicoanlisis era un
procedimiento regularizado que se poda ensear y
-
8/12/2019 El Individuo en El Sistema (Stierlin Helm) Cap 6
3/27
aprender, en Erickson y tampoco en sus discpulos no se
puede constatar nada parecido. Si Freud, y ms an sus
discpulos, mostraron la tendencia de aumentar el nmero
de sesiones teraputicas que se consideraba necesario, en
Erickson y sus discpulos, en cambio, se observa una
tendencia ms bien contraria. En casos determinados,
Erickson poda dedicar, ciertamente, muchas horas o a
veces incluso das a un paciente cuando lo consideraba
necesario. Pero si nos guiamos por el libro publicado por
W. H. O'Hanlon y A. L. Hexum,(3) que ofrece resmenes
de todos los 316 casos que Erickson relat por escrito u
oralmente, en conjunto se muestra una tendencia a
relativamente pocas sesiones -a menudo menos de cinco-,
y esto incluso con clientes con perturbaciones graves y
continuas.
En el presente hay una serie de escuelas teraputicas
que reivindican a Erickson como gur, como por ejemplo
losjungianos, los programadores neurolingsticos, los
terapeutas conductistas y tambin los terapeutas
sistmicos y familiares.
Concretamente estos ltimos pueden alegar
razones para ello: Erickson mantuvo contactos desde
tiempos muy tempranos con, el grupo de Palo Alto. En el
primer nmero de la revista Family Prcess -la primera y
seguramente hasta hoy ms importante revista para
investigacin y terapia de familia a nivel mundial-,
aparecido en 1962, Erickson ya colabor con un artculo
sobre The Identification of a Secure Reality(4) Influy
en Bateson, pero an ms en Jay Haley, quien tuvo
muchas entrevistas con Erickson, que fueron transcritas
por Haley y luego tambin publicadas. Erickson nos
interesa aqu en primer lugar como un terapeuta inspirado
por la teora sistmica y tambin inspirador de sta, y
que, sin embargo, trabajaba preponderantemente como
terapeuta individual. En este ejercicio, Erickson destaca
no tanto como terico, sino ms bien por su prctica, en
la que saba encontrar siempre nuevos accesos a la
-
8/12/2019 El Individuo en El Sistema (Stierlin Helm) Cap 6
4/27
persona a la que se dedicaba. Posteriormente, muchos de
sus alumnos trataron de llenar el vaco terico -real o
aparente- que Erickson dej.
En su tarea de armonizar con las peculiaridades de
sus clientes, parece que Erickson se sirvi de sus propias
minusvalas, que eran considerables: haba sufrido
repetidas parlisis por poliomielitis que le llevaron
incluso al borde de la muerte. Se dice que de joven
escuch al mdico que le trataba cuando ste afirm a su
madre que ya no vea posibilidades de sobrevivir para el
muchacho. Esto habra llevado a Erickson a desarrollar
antenas extremadamente finas para la dinmica
motivacional de sus clientes. Tambin sufra de un
daltonismo casi total -slo perciba el color lila- y apenas
poda distinguir tonos musicales.
Una caracterstica de Erickson fue que individualiz
el procedimiento teraputico como casi nadie lo haba
hecho antes de l. Cada caso le pareca requerir un acceso
diferente. Esto lo llegu a captar, por ejemplo, durante un
seminario con estudiantes, cuyo texto de base fue el ya
mencionado Uncommon Casebook. La funcin del
seminario deba ser elaborar las lneas directrices del
procedimiento de Erickson a partir de los 316 casos
publicados. Pero este propsito result ser dificil e
incluso casi imposible de resolver, precisamente porque
Erickson pareca haber actuado de manera distinta en
cada uno de los casos.
A la luz de una tal individualizacin de la terapia
tambin se puede comprender que Erickson poda
prescindir en muchos casos del mtodo hipntico o de la
induccin del trance, y que all donde lo hiciera aplicara
estos procedimientos de manera cada vez distinta.
Tambin se poda observar que Erickson ya no ofreca ni
mucho menos la imagen, muy extendida, de un
hipnotizador que se presentaba con el aura de chamn,
sino que deshechiz y democratiz la hipnosis. Entre l y
-
8/12/2019 El Individuo en El Sistema (Stierlin Helm) Cap 6
5/27
sus clientes sta se introdujo de manera discreta, casi de
puntillas.
Aunque resulta difcil averiguar en Erickson una
teora que guiara su procedimiento, podemos, en mi
opinin, hacer una aproximacin a esa teora. En el centro
de ella veo un modelo del yo-mismo inspirado en la
teora sistmica, o ms precisamente, veo las definiciones
no slo de uno sino de mltiples modelos del yo-mismo.
A continuacin voy a esbozar estas definiciones en
funcin de algunas de sus implicaciones para la
psicoterapia y la consulta, tal como se ha precisado
tambin en el trabajo de nuestro equipo de Heidelberg.
En concreto, se trata de seis tipos del yo-mismo, a los que
quiero denominar como sigue:
1. El yo-mismo que garantiza la identidad,
2. el yo-mismo como sujeto y objeto de historias,
3. el yo-mismo como descubridor e iniciador de
opciones de supervivencia,
4. el yo-mismo entendido como parlamento interior,
5. el yo-mismo de los recursos,
6. el yo-mismo de la familia y la comunidad.
Como deca, se trata de modelos, perspectivas o
constructos, que enfocan en cada caso aspectos diferentes
pero relevantes para la prctica psicoteraputica.
-
8/12/2019 El Individuo en El Sistema (Stierlin Helm) Cap 6
6/27
1.El yo-mismo que garantiza la identidad
A este yo-mismo ya lo conocimos como una
instancia que cambia sus fronteras (psquicas) y que se
puede hinchar y encoger.
Es este yo-mismo el que significa un desafo para
nuestra comprensin, porque para sentimos resguardados
de manera segura y constante en una o en nuestra
identidad, tenemos que construir es yo-mismo olvidando
en cierto modo el contexto.
Se trata aqu de un sentimiento del yo-mismo o un
sentido de la propia identidad. Este sentido de la
identidad se presenta como expresin y consecuencia de
una construccin permanente de un yo-mismo, que slo
parece posible al precio de una omisin constante de
contextos situacionales y temporales. Como constructor
permanente de un yo-mismo -de mi propio yo-mismo-
tengo, por ejemplo, la edad de sesenta y siete aos. Hace
poco encontr a un compaero que estudi conmigo en
Heidelberg al que no haba vuelto a ver desde entonces.
l no me reconoci. En aquel entonces yo no llevaba
gafas y no tena el pelo blanco ni arrugas en la cara. Sin
embargo, me sent -o tambin me constru- prcticamente
como el mismo que haba sido hace cuarenta y cinco
aos, aunque las molculas que constituyen la sustancia
de mi cuerpo se renuevan totalmente ms o menos cada
cinco aos. Consegu comportarme as por hacer en
buena medida lo que hizo aquel hombre que deambulaba
por una gran ciudad dando palmadas. Cuando un
transente le pregunt por qu daba palmadas sin parar,
el hombre contest: Para ahuyentar a los elefantes
salvajes. Y cuando el transente le replic: Pero,
hombre, si aqu no hay elefantes salvajes, el hombre
dijo: Claro, precisamente por eso.(5)
En otras palabras, yo tambin actu como un omisor
del contexto que se reafirma recursivamente a s mismo y
-
8/12/2019 El Individuo en El Sistema (Stierlin Helm) Cap 6
7/27
cuyas operaciones estaban destinadas a percibir y dar
continuidad slo a aquello que me confirmaba como
individuo o yo-mismo independiente de los respectivos
contextos temporales y espaciales.
Se podra decir que yo practicaba el olvido del
contexto para poder sobrevivir como individuo. Pero
sera igualmente correcto decir: para poder sobrevivir
como individuo tena que sensibilizarme una y otra vez lo
bastante para los contextos como para captar en ellos las
diferencias que significaban una diferencia para mi
supervivencia.
As nos vemos condenados a una especie de
andadura sobre el filo de la navaja, o, si se quiere, a una
tarea de reconciliacin que puede fracasar bajo signos
diferentes. Por un lado podemos exagerar nuestra
autoconfirmacin recursiva. Entonces se puede producir
eventualmente lo que los psiquiatras denominan un
sistema paranoico: nos movemos en un cosmos de
percepcin y explicacin cerrado, en el que nos
protegemos contra cualquier perturbacin. (Esto vale en
cierto modo para todos los que se instalan y defienden
dentro de un cosmos de explicacin como el del
psicoanlisis, del marxismo o de la filosofia de
Heidegger.)
Por otro lado, tambin podemos quedamos cortos en
nuestra autoafirmacin recursiva. Entonces el sentimiento
de nuestro yo-mismo est en peligro de deshacerse por las
costuras. En estos casos hablamos -segn el uso
terminolgico psicoanaltico o psiquitrico- de difusin
de la identidad, de un yo-mismo escindido, de
personalidad mltiple, de fragmentacin esquizofrnica y
otras cosas ms.
Se trata aqu de una contradiccin (o tambin de
una dialctica) entre la necesaria autoafirmacin y el
igualmente necesario autodesarrollo. El psiquiatra
Hinderk Enirich(6) describi cmo de ello puede (o
-
8/12/2019 El Individuo en El Sistema (Stierlin Helm) Cap 6
8/27
incluso tiene que) resultar una especie de dilema
existencial. Lo ilustr con el fenmeno de la promesa.
Para poder dar y mantener una promesa, es decir, para
poder mostrarse en la relacin con otros como alguien
que inspira confianza y ofrece apoyo, hay que definirse y
mostrarse como constante y previsible en cuanto a las
propias suposiciones bsicas, valores bsicos y la
conducta resultante de stos. Pero si quiero desarrollar mi
personalidad, tambin debo estar dispuesto y en
condiciones para cuestionar una y otra vez estas
suposiciones bsicas, valores y modos de conducta.
Este dilema (existencial) se muestra, entre otras
cosas, tambin como fuente de conflictos que hace buscar
a las parejas el camino hacia el terapeuta de pareja, como
por ejemplo, el conflicto entre la fidelidad a la pareja y
la fidelidad a s mismo. La fidelidad a la pareja (Karl
Jaspers habla de una fidelidad que determina la vida)
prohibe, por ejemplo, relaciones ntimas con otras
personas. La fidelidad a si mismo, en cambio, puede
justificarlas como momentos de un desarrollo necesario
del yo-mismo. Goethe dice: El ser humano slo se
reconoce en otro ser humano; slo la vida ensea a cada
uno lo que es. En el contexto presente, esto podra
significar que tambin el yo-mismo slo se reconoce y
realiza sus potenciales en el otro, lo que tambin puede
implicar: en un otro al que se reconoce en una relacin
ntima.
2. El yo-mismo como sujeto y objeto de historias
Los significados diversos e incluso contradictorios
que puede tener una palabra como fidelidad, remiten al
poder que corresponde al lenguaje en la descripcin,
explicacin y valoracin del yo-mismo. Este poder del
lenguaje se muestra en historias o relatos que son capaces
de hacer conscientes y de radicalizar las contradicciones
existenciales y que (de manera aparente o real) tambin
pueden resolverlas.
-
8/12/2019 El Individuo en El Sistema (Stierlin Helm) Cap 6
9/27
Las historias son construcciones lingsticas que
domean, ordenan y conservan las experiencias vitales,
creando sentidos y orientando la conducta a la luz de
estos sentidos. Son una materia -o tal vez la materia- que
permite a un yo-mismo asegurarse de manera duradera de
su identidad y, al mismo tiempo, poner en cuestin esta
identidad por medio de nuevas experiencias, de cambiarla
y enriquecerla. Desde que existe una historia de la
humanidad, tambin existen las historias, sea en forma de
mitos, fbulas, leyendas, cuentos o relatos. A menudo se
los narraba y escuchaba en el seno de la familia para
transmitirlos a las generaciones futuras.
La manera de construir, narrar, escuchar y
transmitir estas historias y las posibilidades de hacerlo
han ido variando segn la poca histrica, la cultura y
tambin la situacin de la familia. Tambin cambi el
inters cientfico con el que se estudiaba estas historias.
Cuando se despert este inters, generalmente se
preguntaba ms bien por aquello que determinadas
historias tenan en comn y menos por los elementos que
las distinguan. Se preguntaba, por ejemplo, si haba
estructuras comparables, si se podan extraer verdades
semejantes y si se poda averiguar un sentido que
subyaca en esas historias por encima de las pocas y las
culturas.
Los terapeutas de familia se plantearon preguntas
parecidas cuando miraron ms de cerca diferentes
historias que se encontraban, inventaban, narraban y
transmitan en las familias. El inters principal se
centraba inicialmente en los llamados mitos familiares.
Yo mismo les dediqu un estudio hace ms o menos
veinte aos, en el que intent aislar estructuras y
contenidos tpicos en esos Mitos.(7)
Durante la ltima dcada, el inters por las historias
se intensific entre los terapeutas sistmicos y de familia.
Pero este inters iba en una direccin nueva y ya no se
centraba en primer lugar en los mitos familiares. Palabras
-
8/12/2019 El Individuo en El Sistema (Stierlin Helm) Cap 6
10/27
como historias (stories) o tambin narraciones
(narratives) adquiran ahora el significado de
descripciones, explicaciones y valoraciones relevantes
para la historia de la vida. Es decir, por medio de historias
o narraciones los individuos o las familias se construyen
algo que pueden tomar como verdadero, que tiene un
sentido para ellos, que puede orientar su conducta a partir
de este sentido, que les proporciona un trozo de suelo
firme y un apoyo -para volver a recurrir a Hegel- en el
curso de la vida cambiante y de los tiempos en
transformacin, y que les proporciona una biografa que
justifica y asegura su identidad.
Los terapeutas sistmicos tenan que preguntarse
ahora: cules son las suposiciones bsicas y
diferenciaciones que se reflejan en estas historias, que
determinan su consistencia interna o contradictoriedad, su
cierre o abertura frente a lo nuevo? Qu vivencias se
seleccionaron y se consolidaron en la conciencia para
convertirse en temas dominantes, y cules quedaron
desvalorizadas y omitidas? Cmo se acentan los
desarrollos de acontecimientos y se construyen las
relaciones causales? Cmo se asignan en cada caso las
intenciones o responsabilidades? A quin se carga la
culpa y a quin se descarga de ella?
En los casos particulares se muestran diferencias
enormes en cuanto a la riqueza, al realismo, la
consistencia interna, la variedad y la complejidad de estas
historias. Recordemos, por ejemplo, una de las obras
maestras de la literatura moderna, el Ulises de James
Joyce. En ella se trata de las vivencias de tres
protagonistas -Stephen Daedalus, Leopold Bluin y su
mujer Molly- a lo largo de un solo da. Estas vivencias se
manifiestan en monlogos interiores, en conversaciones y
en un fluir de la conciencia que cambia constantemente
de direccin, que se interrumpe repentinamente, que se
disuelve en una especie de torbellino, para continuar
luego en un momento inesperado. Con ello se transmite al
lector la riqueza, la complejidad y los enredos de la vida
-
8/12/2019 El Individuo en El Sistema (Stierlin Helm) Cap 6
11/27
que se vive, pero tambin hasta qu punto esta vida se
allana y estrecha en las historias que componemos
habitualmente bajo la coaccin del lenguaje cotidiano y
las convenciones, una coaccin a la que un James Joyce
poda sustraerse mejor que otros mortales.
Historias de problemas
Cuando se trata de sufrimientos, de conductas
sintomticas y de problemas graves que reducen
fuertemente el despliegue de la vida, las historias giran
con preferencia en tomo a estos problemas, de modo que
se puede hablar de Historias de problemas.
Las historias de problemas muchas veces
desnaturalizan, hacen unilateral y acortan la vida an ms
de lo que ya sucede en las historias que tratan de asuntos
corrientes de la vida cotidiana. Las historias de problemas
establecen continuidades como a golpes de palanca y
construyen las causalidades ms simples y lineales:
Puesto que despus del nacimiento de Ana su madre
tuvo una relacin con un norteamericano (o se puso
enferma, o se agotaba en el cuidado de su propia madre
anciana, o trataba de satisfacer una necesidad de
recuperar experiencias juveniles tempestuosas, etc.), Ana
ahora tiene problemas de contacto, no puede terminar sus
estudios, tiene a menudo depresiones. 0 bien: Puesto
que el padre de Ernesto era un "workaholic " (adicto al
trabajo), que no apoyaba a la madre en fases crticas de la
vida y que prefera pasar el tiempo en la taberna con sus
compaeros en lugar de ir con su hijo al campo de ftbol,
Ernesto ahora muestra un rendimiento bajo, se rene con
otros jvenes holgazanes que se automarginan, no tiene
relaciones con chicas, etc..
En historias de este tipo apenas hay lugar para
entrarnados, cadenas de efectos y variables, para la
multicausalidad o la causalidad circular (recursiva). Ms
bien se delata en ellas un pensamiento causal simple y
unidireccional con atribuciones o descargas lineales de
-
8/12/2019 El Individuo en El Sistema (Stierlin Helm) Cap 6
12/27
culpa. En este contexto es ilustrativo que atTa (aita)
significa al mismo tiempo causa y culpa. Es decir: puesto
que la madre de Ana tuvo entonces un ligue, tambin
tiene la culpa de que Ana ahora se comporte como una
persona tmida, sin atractivos y depresiva. 0 tambin:
puesto que el padre de Ernesto estaba ms casado con su
empresa que con su familia, tiene la culpa de que Emesto
se deje llevar por los ambientes de los automarginados,
etc.
Se puede decir que los individuos o los colectivos
se apropian de historias de problemas, o tambin que las
historias de problemas dominan a los individuos y los
colectivos. A menudo se puede observar una competicin
entre historias de problemas por el dominio sobre
individuos y colectivos, que termina con la victoria de
una historia determinada.
El tiempo y las circunstancias de la apropiacin de
una historia remiten muchas veces a la infancia. Es el
perodo de la vida en el que los acontecimientos, que nos
proporcionan materiales para historias, estimulan
nuestros sentidos y nos afectan como nunca ms en la
vida. Esto motiv a Marcel Proust a emprender su
bsqueda interminable del tiempo perdido, es decir, del
tiempo de su infancia con todas las vivencias de colores,
olores, sonidos y cualidades de relacin que se asocian
con esta edad.
La infancia, sin embargo, no es slo el tiempo en
que recibirnos impresiones ms duraderas, sino que
tambin es el tiempo, como ya observ Lichtenberg, en el
que nuestro entendimiento es todava inmaduro y tiene
las facultades crticas an poco desarrolladas. Para
decirlo de una manera algo distinta a la luz de los
conocimientos de la moderna psicologa cognitiva y de
adquisicin del lenguaje: la infancia es el tiempo en el
que todava somos esclavos de una lgica, que mete las
historias nolens volens en un rgido cors de esquemas.
Pese a ello o precisamente a causa de ello, estas historias
-
8/12/2019 El Individuo en El Sistema (Stierlin Helm) Cap 6
13/27
se conservan con una pretensin de verdad muy
prioritaria y su realidad desplaza a cualquier verdad
alternativa.
Estas historias que ya quedaron fijadas en la
infancia y que desplazaron verdades alternativas, se
convierten con frecuencia en guiones. Los guiones son
historias condensadas que sirven para facilitar las
decisiones y orientar la manera de actuar. El guin de una
mujer puede ser, por ejemplo: Despus de que me
decepcionaron mi padre y mi madre, no dejar que nadie
ms me decepcione, sobre todo ningn hombre. El
matrimonio queda descartado para m. 0 bien: Para
conseguir que alguien me ame o tan slo me preste
atencin, debo ser o realizar algo importante, de otro
modo soy un fracasado, un nadie. Un guin de un
hombre podra ser tambin: Todos se empean en
mostrarme su superioridad. En la vida slo importa el
poder y el control. En todo caso luchar, si hace falta
hasta las ltimas consecuencias.
Las historias que se consolidan en las familias
constituyen en cierto modo el fondo del que se sirven los
distintos miembros para construir su historia o historias
individuales y tambin sus historias de problemas. Estas
historias se transmiten con frecuencia a travs de varias
generaciones y en ellas se reflejan y se transfieren las
delegaciones y expectativas vinculadas, por ejemplo, con
la diferencia de los sexos y la posicin fraterna. El
escritor Christian Graf von Krockow,(8) por ejemplo, nos
proporciona historias de la poca de la Segunda Guerra
Mundial, en las que las mujeres se muestran, en general,
fuertes y humanas, mientras que los hombres aparecen
dbiles, a pesar o a causa de su dureza exterior, e
inhumanos (en su apropiacin incondicional de la
ideologa nazi). Otras historias familiares sugieren que
siempre son los hombres que, pase lo que pase, tendrn
un final fatal. Acaban por fracasar en su profesin,
fracasan en el mantenimiento de sus familias, se vuelven
alcohlicos o se suicidan. Otras historias ponen el nfasis
-
8/12/2019 El Individuo en El Sistema (Stierlin Helm) Cap 6
14/27
en la diferencia de las posiciones y destinos entre
hermanos: unos son brillantes -probablemente los
mayores- y tienen xito, los otros llevan una vida
insignificante o fracasan. Esto se refleja en los
genogramas que nos permiten observar varias
generaciones. En cierto modo, los genogramas
proporcionan versiones abreviadas de historias familiares.
Las historias problemticas que predominan en las
familias versan a menudo sobre determinados temas
repetitivos, por ejemplo, sobre el alcoholismo o las
psicosis manaco-depresivas, que se manifiestan a travs
de generaciones en algn que otro miembro de los
sucesivos conjuntos familiares; o tambin divorcios o
accidentes trgicos, que reaparecen en generaciones
consecutivas. Cuando miramos ms en detalle estas
historias, tambin podemos observar en ellas unaseleccin y condensacin de determinados sucesos.
Adems se suele olvidar que de hecho se trata de
construcciones, es decir, de historias. Los afectados se
sienten como bajo la fuerza inevitable o incluso la
maldicin de los hechos. Podramos decir que se trata de
historias especialmente cargadas de hechos pasados y
patologas, que vuelven a crear una y otra vez
determinados sucesos que, a modo de una profeca que se
cumple a s misma, confirman estas historias. As se
puede producir, segn las circunstancias, lo que se ha
llamado tambin una compulsin de repeticin en la
familia.
Los psicoterapeutas y psiquiatras pueden contribuir a las
historias problemticas
No slo las familias colaboran en la construccin de
historias problemticas, tambin los psicoterapeutas y los
psiquiatras aportan su parte a ellas. En Alemania, en elambiente actual de estas profesiones, ciertos miembros de
diversas escuelas e instituciones se presentan como
narradores, proveedores o editores de historias. Como
-
8/12/2019 El Individuo en El Sistema (Stierlin Helm) Cap 6
15/27
ejemplos se pueden mencionar psicoanalistas,
psicoterapeutas de orientacin psicoanaltica y tambin
psiquiatras que se identifican prioritariamente como
psicopatlogos.
Muchos psicoanalistas, por ejemplo, se orientan
(todava) por los modelos que Freud aport para las
historias. En cierto modo ofreci el marco y la temtica
normalizados -como por ejemplo, los de acontecimientos
conflictivos preedpicos y edpicos-, por los que tenan
que orientarse los posteriores narradores de historias. En
ello vemos a Freud como un autor que saba narrar
historias en un lenguaje claro y de manera tan atractiva
que crea tener que disculparse cuando sus historias de
casos se parecan ms a novelas que a comunicaciones
cientficas.
En la actualidad, en cambio, al menos en Alemania,
muchos de los seguidores de Freud parecen estar bajo la
presin de editar o de reescribir las historias
proporcionadas por sus pacientes de tal manera que
satisfacen fines precisos, por ejemplo, el de la solicitud de
cobertura de los gastos por parte del seguro de
enfermedad, o el de ser aceptado por parte de los gremios
de la Asociacin Psicoanaltica que autoriza el ejercicio
profesional. Con independencia de la manera particular
de la redaccin de estas historias, siempre se muestran
muy cargadas de hechos pasados y de patologas, por lo
que se prestan para suscitar la idea de que se trata de un
grave peso de problemas que requiere una gran
dedicacin de trabajo y tiempo para poderlo superar.
Es caracterstico que las actas de enfermos de las
clnicas psiquitricas estn llenas de historias de
problemas inspiradas en la psicopatologa. An ms que
muchas historias psicoanalticas, parecen redactadas bajo
la presin de la falta de tiempo, tienen un estilofuncionalizado, se sirven de un lenguaje mdico o casi
mdico y carecen de ambiciones narrativas. No se trata
tanto de la explicacin de destinos de vida y biografas
-
8/12/2019 El Individuo en El Sistema (Stierlin Helm) Cap 6
16/27
que de la presentacin de casos y procesos -por ejemplo,
casos de esquizofrenia, de psicosis manaco-depresivas,
de alcoholismo o drogadiccin, de predisposiciones
hereditarias etc.-, en las que a los afectados les resulta
muy difcil reconocerse.
Esto se debe en buena medida a un estilo de
redaccin y narracin que resulta de una concepcin
mdica de la psiquiatra. En la medicina, por ejemplo, el
diagnstico debe preceder a la terapia. Por ello el redactor
o narrador de las historias selecciona y se concentra en
aquello que impresiona o se considera respectivamente
como causa y, por tanto, corno patologa o defecto, es
decir, como algo que no funciona bien. Por ello estas
historias tienen la tendencia de poner el peso en el pasado
y en las patologas. En comparacin con las narraciones
psicoanalticas, parecen tratar an menos de personasvivientes y de sus destinos, lo que a menudo no impide
que determinen profundamente los destinos de personas y
familias. Esto ocurre en buena parte porque en pocas de
rpidos cambios sociales se percibe a los expertos,
especialmente a los mdicos, como aquellas personas
que, ante tales cambios, prometen ofrecer todava un
poco de suelo firme y un cierto apoyo, es decir,
cientficamente probado.
3. El yo-mismo como descubridor e iniciador de
opciones de supervivencia
Tambin este yo-mismo es un constructo que pone
en perspectiva determinadas cosas mientras que omite
otras. Ahora bien, estas cosas parecen sustraerse ms
de lo comn a un uso cientfico (o considerado como
cientfico) del lenguaje. A ello se debe en parte que el
constructo de este yo-mismo haya dado lugar a
interminables intentos de diferenciacin y controversias
entre psiclogos, psicoanalistas y tambin terapeutassistmicos. Lo que ocurre es que no se trata de
caractersticas que se puedan describir con relativa
facilidad o de interacciones de fenmenos ms o menos
-
8/12/2019 El Individuo en El Sistema (Stierlin Helm) Cap 6
17/27
fcilmente identificables, sino, corno ya he sealado, de
las intenciones, sentimientos, aspiraciones, esperanzas y
expectativas de un sujeto o yo-mismo. Decimos, por
ejemplo, que este sujeto o yo-mismo se siente como
fuente de energa, como iniciador de acciones, como
autor de historias, como vctima o autor de un acto, como
ser viviente con necesidades, deseos, impulsos y
motivaciones. Para hacer justicia a esta subjetividad e
intencionalidad, sobre todo algunos autores
psicoanalticos prefieren hablar de fenmenos del yo y no
de fenmenos del yo-mismo, o sea, por ejemplo, de
funciones del yo, necesidades del yo, cualidades del yo,
etc.
En el lenguaje de la teora sistmica, influenciada
sobre todo por Niklas Luhmann, el yo-mismo del que se
trata aqu se caracterizara por su contingencia. Porcontingencia se entiende -desde la ptica de un
observador externo- la posibilidad especficamente
humana de actuar y reaccionar de manera imprevisible,
sorprendente, variable y abierta. Los espacios de
contingencia, caractersticos de la posmodernidad,
aumentan en la medida en que las normas, tradiciones,
coacciones sociales y expectativas hasta ahora no
interrogadas comienzan a ser cuestionables. De un
constructo como el yo-mismo se podra esperar entonces
que al menos conceptualmente sea capaz de domesticar la
contingencia.
Sin embargo, por problemtico, difcil de captar y
simplificador que pueda parecer este constructo llamado
yo-mismo o tambin yo, en la prctica
psicoteraputica resulta imprescindible. En este yo-
mismo se concentra la dinmica motivacional humana,
cuya complejidad tambin se convierte en expresin y
consecuencia del aumento de los espacios de
contingencia. Y en la prctica psicoteraputica, en ltimotrmino, siempre se trata de captar esta dinmica, de
sintonizar con ella y de influenciar en ella de una u otra
manera.
-
8/12/2019 El Individuo en El Sistema (Stierlin Helm) Cap 6
18/27
Para caracterizar lo que le es esencial desde el punto
de vista psicoteraputico, se ofrece, por ejemplo, una
diferenciacin utilizada por Milton Erickson entre
motivaciones intrnsecas y extrnsecas. Las motivaciones
intrnsecas (intrinsic motivations) se alimentan en cierto
modo de su propia dinmica. Las motivaciones
extrnsecas (extrinsec motivations), en cambio, requieren
un empuje adicional y constante o intensificado desde
fuera. Para decirlo de otra manera: las motivaciones
intrnsecas se muestran como autoalimentadoras y
autosintnicas, lo que les da una fuerza que influye en loscontextos o sistemas. Las motivaciones extrnsecas, en
cambio, se muestran ms bien dependientes y marcadas
por el sistema.
Podemos decir ahora que Erickson individualiz lapsicoterapia por su capacidad de sintonizar con una
sensibilidad extraordinaria con la dinmica motivacional
intrnseca de sus clientes, por lo que modificaba su
procedimiento una y otra vez incluso en cuadros
sintomticos parecidos. Pese a toda esta individualizacin
se pueden definir, sin embargo, tres principales mbitos
motivacionales intrnsecos, a los que l siempre trat de
apelar: primero, la curiosidad; segundo, la persecucin
del xito y de la competencia y la experiencia relacionada
con ellos, y finalmente, en tercer lugar, el esfuerzo por ser
aceptado y valorado por las personas de referencia
importantes. Podemos afirmar entonces que Erickson
trat de activar una y otra vez estos tres mbitos
motivacionales.
En estrecha relacin con esta dinmica motivacional
intrnseca estn en el individuo la capacidad y disposicin
de tomar decisiones y de influir en su historia y biografa,
en su conducta, pero tambin en sus sentimientos y, en
ltimo trmino, en sus sntomas.
Esta disposicin y capacidad de ejercer influencia
se debe entender, sin embargo, en un sentido dialctico.
-
8/12/2019 El Individuo en El Sistema (Stierlin Helm) Cap 6
19/27
Tambin como seres humanos que actan
conscientemente dependemos de incontables hechos
dados, si se quiere, de sistemas y estructuras, en las que
no podemos influir en absoluto, o slo de manera
indirecta o limitada y sin Poder Prever las consecuencias.
Dependemos, por ejemplo, de incontables Procesos que
se regulan mutuamente dentro de nuestro organismo (en
cada una de las millones de clulas se producen
simultneamente cerca de dos mil reacciones qumicas), o
de un ecosistema que funcione correctamente y que nos
proporcione una alimentacin sana y aire limpio, o de un
Estado regido democrticamente por un sistema dederecho, que posibilita y protege, siempre dentro de unos
lmites, la libertad de accin. De este modo, la capacidad
y disposicin de ejercer influencia, tal como la esbozo
aqu, incluye el reconocimiento y la capacidad de
aceptacin de los numerosos factores de los quedependemos.
Precisamente con respecto a la conducta
sintomtica, nuestro equipo de Heidelberg observ que
los clientes que vimos tendan a enredarse en un fatal
exclusivismo del o esto o aquello, o bien se es
autnomo, se depende de algo, o bien se es vctima (de
una enfermedad, de una psicosis, de una biografa
terrible, de malos tratos, negligencias, de un ello que
acta inconscientemente, o lo que sea), o se es autor sin
restricciones, totalmente influenciado o ejerciendo
influencia de manera absoluta.
Nuestras observaciones clnicas, lo mismo que losestudios en los que analizamos los procesos de clientes
tratados por nosotros,(9) nos mostraron que stos se
experimentaron a s mismos inicialmente sobre todo
como incapaces de ejercer influencia, es decir, como
vctimas, y que tambin sus parientes ms prximos losvean as. Una mejora clnica siempre se produca
simultneamente con un cambio de esta visin. Para los
clientes y sus familiares se produca en cierto modo un
-
8/12/2019 El Individuo en El Sistema (Stierlin Helm) Cap 6
20/27
giro completo de la perspectiva en cuanto a las
posibilidades de ejercer influencia.
Por eso, en nuestra terapia sistmica optamos ms y
ms por apelar y reforzar sobre todo al yo-mismo
influyente, es decir, por actuar en contra de la
consolidacin antidialctica de la posicin de la vctima
sin capacidad de ejercer influencia, y lo hicimos
introduciendo diferencias significativas para la
organizacin de la vida y de las relaciones, y para las
esperanzas y temores de las personas. Para decirlo en
otras palabras: al abrir nuevas opciones, ampliamos laautonoma del individuo, pero junto con esta autonoma
tambin su responsabilidad por la conducta mostrada. Y
esto puede significar tambin la responsabilidad por una
conducta psictica, de adiccin o, en general, definida
como perturbada, que hasta entonces se haba atribuido auna enfermedad en la que no se poda influir, sea una
psicosis, una falta de motivacin, un ello, etc.
Las implicaciones teraputicas de esta
autodescripcin resultan an ms claras, cuando nos
fijamos en otro yo-mismo o constructo del yo-mismo:
aquel yo-mismo que se podra describir en primer lugar
como analoga de una democracia o dictadura interior.
4. El yo-mismo entendido como parlamento interior
El yo-mismo del que hemos hablado hasta ahora
estaba descrito como si estuviera en s mismo coherente y
cerrado. En esta forma cerrada se mostraba como fuerte,
ambicioso y dispuesto a tomar decisiones. Pero esteconstructo del yo-inismo tiene sus lmites, como se
observa tambin en la prctica psicoteraputica. Cuanto
ms diferenciadamente se trabajaba en esta prctica, tanto
ms Problemtico resultaba el comprender y describir el
yo-mismo como unidad psquica o como mnadapsquica indivisible. Al contrario, se descubrieron
infrasistemas psquicos o, si se quiere, suby-mismos,
entre los que se establecen relaciones complejas, que
-
8/12/2019 El Individuo en El Sistema (Stierlin Helm) Cap 6
21/27
constituyen contextos los unos para los otros, de modo
que requieren del observador una especial sensibilizacin
para los contextos (centrada en los individuos).
Se podra pensar aqu en la evolucin de la fsica.
Durante mucho tiempo se supona que el tomo era una
unidad ltima e indivisible. Esto cambi con el desarrollode la moderna fsica atmica o de partculas. Se descubri
dentro del ncleo atmico un panorama complejo en el
que hasta ahora se han identificado varios centenares de
partculas, a las que se han dado nombres a menudo
exticos. Pero muchas de estas partculas parecendesaparecer con la misma rapidez con que surgen. Dnde
y cmo se las percibe y cmo se las describe depende en
buena medida de la disposicin de los experimentos y de
las posiciones del observador.
Parece sugerente usar la imagen de la fsica de
partculas tambin en la psicologa que se interesa por
aquello que garantiza la cohesin interior del individuo (o
tambin que la rompe). En lugar de partculas, se puede
hablar aqu ms bien de partes, es decir, de partes de la
personalidad o del yo-mismo, que puede comportarse en
constelaciones cambiantes de manera cooperativa o
tambin antagonstica. Nos las tendramos que ver con
una psicologa de partes que recibe sus estmulos de
concepciones y experiencias sistmicas y de la terapiafamiliar. Se puede considerar a Erickson, al lado de otros,
como iniciador de esta psicologa de partes.
Cmo podemos describir de la manera ms
acertada -tambin en funcin de las exigencias de unaprctica sistmica- las partes de nuestro yo-mismo, sus
caractersticas esenciales y las relaciones entre ellas?
Creo que la imagen que mejor se presta aqu es la de un
sistema gubernamental o parlamento intrapsquico. Esta
imagen, de la que me servir repetidas veces, se la debo ami amigo y colaborador Gunther Schmidt, al que quiero
expresar aqu mi agradecimiento.
-
8/12/2019 El Individuo en El Sistema (Stierlin Helm) Cap 6
22/27
En este parlamento hay distintas fracciones que
luchan por el poder, el reconocimiento y la realizacin de
sus necesidades. Entre estas fracciones hay una
comunicacin abierta o secreta. Hacen alianzas de
duracin breve o larga y establecen mayoras ms o
menos cambiantes o duraderas. El trato entre ellas hace
surgir patrones y reglas, y dentro del yo-mismo hayjugadores, juegos y reglas de juego. Algunas fracciones
(o portavoces) consiguen dominar temporalmente de
manera casi demaggica el escenario. Entonces las
aspiraciones y voces de las otras permanecen anuladas,
disociadas, en la oscuridad y excluidas del discursointrapsquico.
El sujeto experimenta los conflictos inevitables en
el parlamento interior como ambivalencia o incluso
polivalencia. Si el sistema de gobierno interior se muestrams bien democrtico, se puede esperar que se tolera una
considerable tensin interior de conflictos, que la
polivalencia acaba por equilibrarse y que finalmente se
produzcan compromisos que permiten un gobierno eficaz,
la definicin de prioridades y tambin una representacin
exterior eficiente. En cambio, si gana una forma
dictatorial de gobierno interno, las distintas fracciones
(llammoslas partes, pulsiones, intereses, necesidades)
sern empujadas a la clandestinidad y pierden su derecho
parlamentario, de modo que, segn las circunstancias,slo pueden hacerse valer por medio del terror desde
abajo, de formaciones de sntomas y finalmente por actos
de sabotaje autodestructivos.
Una psicologa de partes inspirada en la teorasistmica, que se sirve de la imagen de un parlamento
interior, parece tener elementos en comn con las
concepciones psicoanalticas. Porque tambin en stas se
trata de relaciones entre (ms o menos conscientes) partes
intrapsquicas (que aqu se llaman pulsiones, instancias,introyecciones u objetos interiores) y de conflictos
intrapsquicos. Estos elementos comunes existen
indudablemente. Sin embargo, quiero subrayai aqu las
-
8/12/2019 El Individuo en El Sistema (Stierlin Helm) Cap 6
23/27
diferencias que son importantes para la prctica
teraputica
Una psicologa de partes de inspiracin sistmica no
slo nos sensibiliza para los procesos recursivos que se
producen entre el individuo y los miembros de su sistema
problemtico, sino tambin para los procesos recursivos oautorreferenciales que transcurren en el aqu y ahora
dentro de su parlamento interior, tanto en el sentido de un
deviation amplifying feedback como en el de un
,deviation reducing feedback. Al mismo tiempo
centramos la mirada en las reglas, por as decirlo,intraparlamentarias y formas de la divisin de poderes,
que facilitan, dificultan o impiden un gobiernar eficiente,
un equilibrio de los contrastes internos y una
representacin extema eficiente.
Con respecto a la prctica clnica se puede pensar,
Por ejemplo, en pacientes anorxicas o bulmicas, en las
que aparece un conflicto permanente entre necesidades y
partes contrarias, como, por ejemplo, la de mimarse a s
mismas de manera regresiva y la de ser autnomas. No se
produce un compromiso o una compensacin que fuera
compatible con el bienestar subjetivo, ya que las distintas
partes o fracciones se combaten despiadadarnente,
aspiran a una dictadura o a un control unilateral y actan
segn esquemas cada vez ms rgidos, a los que entoncestambin apoyan los automatismos fsicos, que son
difciles de modificar.
Tambin se puede pensar en un psictico, en el que
una fraccin, que domina demaggicamente el escenariointraparlameltario, se deja llevar por fantasas o visiones
infernales, como en un cine domstico, por las que queda
totalmente fascinado, mientras que a las otras fracciones
o voces, entre ellas la de la razn, les manda callar a
gritos. En este caso tambin se podra hablar de unaautohipnosis que se intensifica recursivamente como un
movimiento de columpio.
-
8/12/2019 El Individuo en El Sistema (Stierlin Helm) Cap 6
24/27
5. El yo-mismo de los recursos
Al describir esta vertiente del yo-mismo
concebimos los distintos yo-mismos interiores no tanto
como fracciones en el sentido de participantes en
conflictos o cooperaciones, sino ms biela como
portadores de recursos. Como ningn otro, MiltonErickson ense a agudizar la mirada tambin para este
yo-mismo, que contiene muchos recursos sin utilizarlos.
Aqu se trata de ver en la oferta de Problemas del o de la
cliente al mismo tiempo tambin las ofertas y
posibilidades de soluciones. En esta perspectiva,especialmente el concepto de resistencia resulta superado
e inservible. Porque lo que resalta en un contexto
psicoanaltico como resistencia, se muestra ahora como
oferta de cooperacin. Stephen Gilligan, (10) Steve de
Shazer, (1)1 Brian Cade y William O'Hanlon, (12) al ladodel mismo Erickson, proporcionan en sus textos muchos
ejemplos de cmo se pueden aprovechar
teraputicamente los sntomas, las ofertas de problemas y
tambin las llamadas resistencias.
Desde la ptica del yo-mismo de los recursos,
tambin el llamado inconsciente aparece bajo otra luz que
en Freud: se lo puede definir antes como un tesoro
personal inexplorado que como un lugar habitado portendencias pulsionales prohibidas, peligrosas y que, por
eso, se tienen que reprimir.
Muchas de las intervenciones teraputicas de
Erickson -en primer lugar la hipnosis y la induccin deltrance, luego tambin las tcnicas de confundir, que
tienen la finalidad de excluir brevemente el estado mental
consciente y la racionalidad- parecen previstas para abrir
el tesoro del inconsciente y para hacer disponibles al
individuo sus recursos y ofertas de soluciones deproblemas. Pero, adems, desde la ptica del yo-mismo
de los recursos, comenzamos a ser realmente sensibles
para la cuestionabilidad de conceptos, descripciones y
-
8/12/2019 El Individuo en El Sistema (Stierlin Helm) Cap 6
25/27
tambin historias cargadas de problemas y patologas,
que son usuales en nuestro campo. As, los conceptos dedepresin, esquizofrenia, trastornos de tipo borderline,
trastornos preedpicos narcisistas, etc., crean ya en el
primer contacto con los clientes un horizonte de
expectativas sombras y sugieren ideas de defectos
profundos y, relacionados con ellos, sentimientos deculpa y fracaso. En comparacin con esto, las distintas
formas de terapia breve que surgieron -tambin en buena
parte bajo la influencia de Erickson- en las ltimas
dcadas, se centran sobre todo en el yo-mismo de los
recursos y por eso ayudan a despertar esperanzas y aorientar a los clientes hacia el futuro y no hacia un pasado
que ya no se puede modificar. Sin embargo, hay una serie
de especialistas en terapia breve que suscitan la pregunta
de si una orientacin exclusivamente hacia el futuro no
descuida demasiado las necesidades de los otros yo-mismos que he descrito. Sobre ello seguir hablando ms
adelante.
6. El yo-mismo de la familia y la comunidad
Si centramos la atencin en este yo-mismo,
podemos preguntar finalmente: cmo se desarrollan,
reafirman y reconcilian los yo-mismos antes descritos en
el contexto de las relaciones posmodernas, por ejemplo,
en el de determinadas relaciones entre padres e hijos,relaciones de pareja, familiares o teraputicas? 0 sea,
cmo se desarrolla, reafirma y reconcilia en estas
relaciones un yo-mismo y sus partes de tal modo que, por
encima de los avatares de la vida, pueda estar seguro de
su identidad y aprender, sin embargo, siempre cosasnuevas, que pueda dejarse estimular o perturbar siempre
de nuevo, que pueda transformarse, evolucionar y
realizarse? Cul es la relacin entre la administracin -
buena o mala- de conflictos interiores y la administracin
-buena o mala- de conflictos exteriores? Hasta qu puntoun individuo puede recurrir a un as llamado yo-mismo
nuclear o yo profundo para encontrar en s mismo lo que
le proporciona en ltima instancia su autoaprecio, valor
-
8/12/2019 El Individuo en El Sistema (Stierlin Helm) Cap 6
26/27
propio, conciencia de s mismo, sentido de la vida y
voluntad de vivir? 0 hasta qu punto precisamente esteyo-mismo nuclear o profundo est marcado por
influencias externas (como sea que se las llame) y
depende de manera permanente de ellas?
Teniendo presentes estas preguntas, vuelvo acambiar ahora otra vez la perspectiva para tratar de
mostrar lo que he llamado la individuacin conexa.
NOTAS
1. Citado segn Erickson way. A profile of Milton
Erickson, En: R, Simon, One in one. Conversations
with the shapers or family therapy, The Family Therapy
Networker, Washington, 1992, p.38
2. Ibid., p, 38.
3. W. H. O'Hanlon / A. L. Hexum, An Uncommon
Casebook The Complete Clinical Work of Milton H.
Erickson, W. W. Norton, M. D. Nueva York, 1990.
4. M. H. Erickson, The Identification of a Secure
Identity, en: Family Process, 1 (1962), pp. 294-303.
5. Esta simptica broma la agradezo a Fritz Simon,
quien a su vez la adapt de Paul Watzlawick.
6. H. M. Enirich, Das Selbstbild des Menschen:
Der Kons~vismus und seine Kritik; ponencia ofrecida
-
8/12/2019 El Individuo en El Sistema (Stierlin Helm) Cap 6
27/27
en las Jornadas Die Wirklichkeit als Kons~vismus,
Heidelberg, 16 de octubre de 1992.
7. H. Stierlin, Group Fantasies and Family Myths
- some Theoretical and Practical Approaches, en:
Family Process, 12 (1973), pp. 111-125.
8. Chr. Graf v. Krockow, Die Stunde der Frauen,
DVA, Stuttgart, 1988.
9. A. Retzer, Familie und Psychose, G. Fischer,
Stuttgart, 1994
10. S. Gilligan, Therapeutische Trance. Das Prinzip
Kooperation in der Ericksonschen Hypnotherapie, Carl-
Aucr-Systeme, Heidelberg, 1991 (versin original inglesa
1987).
11. S. de Shazer, Der Dreh. Oberraschende
Wndungen und Usungen in der Kurztherapie, Carl-
Auer-System, Heidelberg (versin original inglesa 1989).
12. W. H. O'Hanlon / M. Weiner-Davis, In search
ofSolutions: A new Direction in Psychotherapy, W.W.
Norton, Nueva York 1989.