Lflacso Bustamante Pubcom

85
Detrás de la cortina de humo Dinámicas sociales y petróleo en el Ecuador

description

va

Transcript of Lflacso Bustamante Pubcom

  • Detrs de la cortina de humoDinmicas sociales

    y petrleo en el Ecuador

  • Teodoro Bustamante, editor

    Detrs de la cortina de humoDinmicas sociales

    y petrleo en el Ecuador

  • ndice

    Presentacin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7

    PrlogoLa cortina de humo en torno a la actividad petrolera:algunas aproximaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9Teodoro Bustamante P.

    El inicio de la explotacin petrolera y tres variables estadsticas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13Teodoro Bustamante P.

    Indicadores sociales y petrleo en la Amazona . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21Teodoro Bustamante y Cristina Jarrn

    Caractersticas de los contratos petroleros . . . . . . . . . . . . . . . . . 93Teodoro Bsutamante y Oscar Zapata

    De la presente edicin:

    FLACSO, Sede EcuadorLa Pradera E7-174 y Diego de AlmagroQuito - EcuadorTelf.: (593-2) 3238888Fax: (593-2) 3237960www.flacso.org.ec

    ISBN 978-9978-67-127-6:Diseo de portada e interiores: Antonio MenaImprenta: RispergrafQuito, Ecuador, 20071. edicin: marzo, 2007

  • En cualquier discusin sobre los problemas ambientales del Ecuador, elde ms alta visibilidad, casi como el emblema de la conflictividad, es eltema de la explotacin petrolera. La importancia de ste se relaciona conla existencia de fuertes movimientos que toman posiciones, tanto en elpas como en el extranjero.

    A pesar de ello, la reflexin acadmica sobre la dinmica del conjuntode procesos sociales y ambientales asociados a la explotacin petrolera hasido, en general, limitada. Flacso Ecuador ha venido desarrollando unesfuerzo permanente para colmar este vaco. Se ha trabajado sobre ladinmica de los conflictos socio-ambientales en las zonas en que operaPetroecuador y luego, de manera ms general, en toda la zona de activi-dad petrolera.

    La presente publicacin recoge tres trabajos que apuntan a comple-mentar las perspectivas de estudios de caso con un esfuerzo para dimen-sionar, de manera ms global, el impacto de la actividad petrolera. El pri-mero, a cargo de Teodoro Bustamante, es una reflexin sobre tres varia-bles (analfabetismo, mortalidad infantil y el PIB) de la sociedad ecuato-riana. El segundo, trabajado en conjunto por Cristina Jarrn y TeodoroBustamante, es el producto de una reflexin sistemtica sobre los sistemasde informacin social aplicados a la Amazona ecuatoriana. En este traba-jo se cont adems con la colaboracin en tareas cartogrficas de CarlaGavilanes. El ltimo texto surge de una iniciativa conjunta con laFundacin Ambiente y Sociedad que buscaba entender mejor el tema delas rentas petroleras. La participacin directa de la Fundacin no pudomantenerse de manera permanente, pero su colaboracin fue muy valio-sa en la revisin y el afinamiento de la versin final. Como resultado final

    7

    Presentacin

  • 9El haber realizado por varias dcadas un seguimiento de los problemasambientales y sociales de la Amazona nos han llevado a una sensacin deque el debate sobre las relaciones entre petrleo, ambiente y sociedadtiene, a pesar de un volumen no despreciable de publicaciones, -muchasde las cuales brillan por su intensa grandielocuencia- una enorme capa-cidad para eludir y velar lo que realmente sucede.

    El discurso inicial que la sociedad ecuatoriana formul sobre el petr-leo se concretiz en la ceremonia que en 1972 se efectu en el Templetede los Hroes del Colegio Militar. Un barril de petrleo fue ingresado casicomo un hroe ms. Luego se distribuy otro a cada una de las provin-cias del Ecuador. Estos son smbolos de una expectativa de riqueza, perotambin es una ceremonia en la cual la familia ecuatoriana representa-da en las provincias, se reuna a compartir la riqueza y abundancia. Elpetrleo apareca como la salvacin de la patria.

    Y frente a ese discurso que se convirti en prctica y en retrica domi-nante durante mucho tiempo, surgen afirmaciones en las que el petrleoes visto ms bien como el desastre ecolgico y humano ms grave que lepuede suceder a un territorio. Parece que su nica utilidad es la satisfac-cin de la codicia de unos pocos. Sus efectos se evidenciaran en la des-truccin del ambiente y en la degradacin de las sociedades amaznicas.

    Esta dicotoma sigue presente. Hoy da la estrategia de ampliacin dela actividad hidrocarburfera es parte de los objetivos de todos los gobier-nos. Esto, al mismo tiempo que en otros mbitos se demoniza a esta acti-vidad, la misma que aparece como la portadora de un sinnmero demales. Ya en otra ocasin (Bustamante 2003), comenzamos a analizar laestructura de estos discursos contrapuestos.

    PrlogoLa cortina de humo en torno a la actividad petrolera: algunas aproximaciones

    de este trabajo, Oscar Zapata y Teodoro Bustamante nos presentan unaestimacin y una reflexin sobre la renta petrolera y tambin sobre los fac-tores que determinan la distribucin de estos recursos.

    La relacin de cooperacin que el Programa de EstudiosSocioambientales de FLACSO Ecuador ha mantenido con Petroecuadorha continuado con varios eventos y, en ese contexto, la empresa petroleraestatal ha contribuido tambin financieramente para que este libro, quebusca fundamentalmente aportar materiales para un debate, pueda serpublicado.

    Adrin BonillaDirector

    FLACSO - Ecuador

    Presentacin

  • 9El haber realizado por varias dcadas un seguimiento de los problemasambientales y sociales de la Amazona nos han llevado a una sensacin deque el debate sobre las relaciones entre petrleo, ambiente y sociedadtiene, a pesar de un volumen no despreciable de publicaciones, -muchasde las cuales brillan por su intensa grandielocuencia- una enorme capa-cidad para eludir y velar lo que realmente sucede.

    El discurso inicial que la sociedad ecuatoriana formul sobre el petr-leo se concretiz en la ceremonia que en 1972 se efectu en el Templetede los Hroes del Colegio Militar. Un barril de petrleo fue ingresado casicomo un hroe ms. Luego se distribuy otro a cada una de las provin-cias del Ecuador. Estos son smbolos de una expectativa de riqueza, perotambin es una ceremonia en la cual la familia ecuatoriana representa-da en las provincias, se reuna a compartir la riqueza y abundancia. Elpetrleo apareca como la salvacin de la patria.

    Y frente a ese discurso que se convirti en prctica y en retrica domi-nante durante mucho tiempo, surgen afirmaciones en las que el petrleoes visto ms bien como el desastre ecolgico y humano ms grave que lepuede suceder a un territorio. Parece que su nica utilidad es la satisfac-cin de la codicia de unos pocos. Sus efectos se evidenciaran en la des-truccin del ambiente y en la degradacin de las sociedades amaznicas.

    Esta dicotoma sigue presente. Hoy da la estrategia de ampliacin dela actividad hidrocarburfera es parte de los objetivos de todos los gobier-nos. Esto, al mismo tiempo que en otros mbitos se demoniza a esta acti-vidad, la misma que aparece como la portadora de un sinnmero demales. Ya en otra ocasin (Bustamante 2003), comenzamos a analizar laestructura de estos discursos contrapuestos.

    PrlogoLa cortina de humo en torno a la actividad petrolera: algunas aproximaciones

    de este trabajo, Oscar Zapata y Teodoro Bustamante nos presentan unaestimacin y una reflexin sobre la renta petrolera y tambin sobre los fac-tores que determinan la distribucin de estos recursos.

    La relacin de cooperacin que el Programa de EstudiosSocioambientales de FLACSO Ecuador ha mantenido con Petroecuadorha continuado con varios eventos y, en ese contexto, la empresa petroleraestatal ha contribuido tambin financieramente para que este libro, quebusca fundamentalmente aportar materiales para un debate, pueda serpublicado.

    Adrin BonillaDirector

    FLACSO - Ecuador

    Presentacin

  • debate no es un accidente, no es siquiera el producto de insuficientesesfuerzos de investigacin, sino ms bien la consecuencia de activos y efi-cientes esfuerzos para generar confusin, para evitar la discusin demo-crtica de estos problemas. En definitiva es parte de toda una estructurade dominacin anti-democrtica. Una verdadera cortina de humo sobreel tema. Esta intuicin es un motivo ms para intentar este paso inicial ytodava muy simple, en el esfuerzo de proponer un debate documentado.

    En esta publicacin abordamos dos temas: por una parte, cules sonlas repercusiones a nivel de indicadores sociales de la actividad petrolera.Se trata de asumir y contrastar el supuesto de que la actividad petroleraproduce o bien riqueza, o bien deterioro social. Hemos tratado de anali-zar que nos dicen los datos socioeconmicos respecto de esta disyuntiva.

    Un segundo tema, parte de la conviccin de que el impacto de la acti-vidad petrolera slo podr ser comprendido a partir de la dinmica de larenta petrolera. Un primer esfuerzo, para abordar este tema es analizarcmo se genera y se distribuye esa renta en los diferentes contratos queestn vigentes en el pas. Este trabajo ha sido elaborado durante dos deba-tes pblicos; por una parte, el debate sobre la terminacin del contratocon la compaa Oxy, y por otra, la reforma de la ley de hidrocarburosque modific radicalmente la distribucin de los recursos en cuestin.

    La fuente fundamental para la realizacin de este trabajo ha sido elinforme titulado: Evaluacin de cada uno de los contratos de participa-cin, prestacin de servicios y la participacin del Estado en la produc-cin de los campos marginales de la unidad de administracin de contra-tos petroleros de Petroecuador del 26 de agosto de 2004 y la publicacinde Henry Llanes titulada Oxy Contratos Petroleros: inequidad en la dis-tribucin de la produccin (Llanes 2006).

    De esta manera los documentos que presentamos son:

    Una breve visin de la evolucin de tres indicadores antes y durante laactividad petrolera por Teodoro Bustamante. Se trata de una lecturasobre qu significan las fuertes modificaciones en el PIB, la mortali-dad infantil y el analfabetismo, luego del inicio de la extraccin dehidrocarburos en el Oriente.

    1110

    La cortina de humo en torno a la actividad petrolera: una aproximacinTeodoro Bustamante P.

    La fuerza y el simplismo con los cuales estas dos perspectivas se enfren-tan, tienden a llevarnos a oposiciones maniqueas que pueden colorearsede distintas maneras. Pueden ser unos perversos intereses monopolsticose imperialistas que se oponen a las valientes voces del discurso alternati-vo, o al contrario desubicadas voces de extremistas que conspiran para fre-nar el desarrollo del pas. Estamos convencidos que tales dicotomas nomuestran sino que esconden la compleja realidad de los procesos socialesinvolucrados. Los discursos estereotipados a los que hemos hecho alusinpueden mantenerse y multiplicarse fcilmente en terrenos en los cuales noexiste informacin de base clara y confiable.

    En el trabajo por elaborarla y difundirla, surgen un conjunto de sorpre-sas. La primera de ellas es que el esfuerzo por entender la dinmica socio-ambiental petrolera ha dejado sin usar un conjunto amplio de informacinde uso pblico. Los datos de los censos, de los sistemas estadsticos nacio-nales han sido poco utilizados para entender estos pro b l e m a s .

    En el caso de la informacin especficamente petrolera, nos encontramostanto con ciertos niveles de sub-utilizacin de datos, como con el hecho deque mucha de la informacin aparece primero circulando en muy re d u c i d o smbitos, y en segundo trmino envuelta en un conjunto de tecnicismos, quep a receran demostrar la imposibilidad de que el ciudadano comn ycorriente pueda interesarse y entender estos problemas. Creemos que entodo caso, el ciudadano comn y corriente es el detentor de derechos sobreel petrleo y en una sociedad democrtica es importante hacer todos lose s f u e rzos que sean necesarios para ofrecerle materiales para que tenga elm a yor entendimiento posible sobre estos asuntos que le conciernen.

    Es necesario tambin tener en cuenta que todo este debate se encuen-tra grandemente determinado por el uso que se ha hecho de los temasamaznicos en el exterior. Hay una demanda en los pases del norte, porun discurso sobre los problemas ambientales que tiene justamente estascaractersticas, dicotomas radicales, actores estereotipados, identificacinde culpables. Esta demanda ha sustentado el desarrollo de una literaturasobre la Amazona en la cual encontramos a muchos autores extranjeros,que alimenta y le da un cierto barniz y legitimidad internacional a un dis-curso que no es ms que la repeticin de estereotipos.

    Cuando vemos este panorama en la discusin petrolera surge unaduda, y una hiptesis y sta es, que tal nivel de confusin y pobreza en el

  • Ante la exacerbada contraposicin entre quienes hablan del petrleocomo salvacin y los que hablan de una maldicin petrolera uno puedesentirse perdido. Es incluso difcil creer que tanto los panegiristas comolos detractores estn hablando de la misma realidad. Lo lgico ante taldicotoma nos parece que es examinar los datos que estn disponibles,para comprobar cmo cambian las cosas cuando hay y cuando no hayactividad de explotacin de petrleo. Para realizar esta comparacin esposible usar comparaciones espaciales (comparar los sitios en los cualeshay explotacin con aquellos en los cuales no hay) (ver segundo artculode este tomo) y tambin hay la alternativa de usar comparaciones tempo-rales. Ver cul es la realidad antes, y despus de que se inicia la actividadde explotacin del petrleo. Es tambin posible usar diferentes escalas: sepuede trabajar a nivel de comunidades, de cantones o de pas. Este peque-o artculo toma esta ltima opcin.

    Para ofrecer una visin de contexto a los trabajos que siguen ms ade-lante, quisiramos presentar algunas reflexiones sobre cierta informacinsimple que est disponible para todos.

    Si queremos formarnos una idea de cmo ha repercutido en el pas laexplotacin petrolera, una interrogante lgica sera indagar cmo se hancomportado algunas variables relevantes antes y despus del inicio de laextraccin petrolera. Un primer nivel de este anlisis es el nivel del pas ensu conjunto.

    Para ello podemos buscar alguna variable que tenga relacin con lacalidad de la vida de las personas. Pero aqu nos topamos con un proble-

    13

    Una evaluacin de los aspectos cuantitativos sobre indicadores delnivel de vida de la poblacin de las zonas petroleras. Ya en el ao 2005presentamos un adelanto (Bustamante, Jarrn, 2005). Dado que estetrabajo se sustenta en una aproximacin de comparacin geogrfica,en l reencuentran tambin informaciones sobre la distribucin de lasvariables sociales en el espacio nacional.

    Un anlisis sobre la estructura de la renta en la produccin petrolera.

    Teodoro Bustamante P.

    12

    El inicio de la explotacin petrolera y tres variables estadsticas

    Teodoro Bustamante P.1

    1 Profesor Investigador de Flacso sede Ecuador.

  • Ante la exacerbada contraposicin entre quienes hablan del petrleocomo salvacin y los que hablan de una maldicin petrolera uno puedesentirse perdido. Es incluso difcil creer que tanto los panegiristas comolos detractores estn hablando de la misma realidad. Lo lgico ante taldicotoma nos parece que es examinar los datos que estn disponibles,para comprobar cmo cambian las cosas cuando hay y cuando no hayactividad de explotacin de petrleo. Para realizar esta comparacin esposible usar comparaciones espaciales (comparar los sitios en los cualeshay explotacin con aquellos en los cuales no hay) (ver segundo artculode este tomo) y tambin hay la alternativa de usar comparaciones tempo-rales. Ver cul es la realidad antes, y despus de que se inicia la actividadde explotacin del petrleo. Es tambin posible usar diferentes escalas: sepuede trabajar a nivel de comunidades, de cantones o de pas. Este peque-o artculo toma esta ltima opcin.

    Para ofrecer una visin de contexto a los trabajos que siguen ms ade-lante, quisiramos presentar algunas reflexiones sobre cierta informacinsimple que est disponible para todos.

    Si queremos formarnos una idea de cmo ha repercutido en el pas laexplotacin petrolera, una interrogante lgica sera indagar cmo se hancomportado algunas variables relevantes antes y despus del inicio de laextraccin petrolera. Un primer nivel de este anlisis es el nivel del pas ensu conjunto.

    Para ello podemos buscar alguna variable que tenga relacin con lacalidad de la vida de las personas. Pero aqu nos topamos con un proble-

    13

    Una evaluacin de los aspectos cuantitativos sobre indicadores delnivel de vida de la poblacin de las zonas petroleras. Ya en el ao 2005presentamos un adelanto (Bustamante, Jarrn, 2005). Dado que estetrabajo se sustenta en una aproximacin de comparacin geogrfica,en l reencuentran tambin informaciones sobre la distribucin de lasvariables sociales en el espacio nacional.

    Un anlisis sobre la estructura de la renta en la produccin petrolera.

    Teodoro Bustamante P.

    12

    El inicio de la explotacin petrolera y tres variables estadsticas

    Teodoro Bustamante P.1

    1 Profesor Investigador de Flacso sede Ecuador.

  • El inicio de la explotacin petrolera y tres variables estadsticas

    15

    Teodoro Bustamante P.

    14

    ma, todos los indicadores tienen limitaciones, no hay una variable quepermita identificar de manera indiscutible la calidad de vida de unapoblacin. Por otra parte, los esfuerzos que en las ltimas dcadas se hanrealizado para elaborar ndices compuestos que reflejen la calidad de vida,exigen una batera de datos, muchos de los cuales no estn disponiblespara los perodos anteriores al inicio de la actividad petrolera con lo cualno se puede evaluar el impacto de esta actividad.

    Pero de todas maneras, s existen algunos indicadores que nos puedenpermitir una primera aproximacin. La primera variable que queremosproponer es la tasa de analfabetismo. A pesar de que tiene un cierto con-tenido etnocntrico, pues en ciertas condiciones especiales personas queno han accedido a la lecto-escritura pueden tener una vida de muy buenacalidad, aparece a estas alturas, claro que para vivir en una sociedad cadavez ms globalizada, sta es una destreza muy importante. Veamos puesuna graficacin de la evolucin del analfabetismo en el Ecuador.2

    2 El mtodo de extrapolacin que hemos utilizado es bastante simple, se limita a aplicar la tasa his-trica, para calcular exponencialmente los valores esperados (esto tanto para el analfabetismo,como para la mortalidad infantil).

    Grfico No. 1Evolucin del analfabetismo en el Ecuador

    Fuente: INEC: Censos Nacionales 1950,1962,1974,1980,1990,2001

    En este grfico observamos tres lneas. La lnea amarrilla corresponde a laevolucin histrica del analfabetismo tal cual nos la presenta la informa-cin censal, en la cual se observa con claridad un punto de inflexin en elao 1974. En este momento, la velocidad a la cual vena disminuyendoel analfabetismo, cambia, se hace mucho ms rpida. Si se hubiera man-tenido la tendencia previa, lo que hubiera sucedido con esta variable es loque nos muestra la lnea azul, es decir, que el analfabetismo habra sidoen el ao 1990 cerca de un 50 % ms alto de lo que fue.

    Esto nos indica que, parece haber existido una asociacin positiva,entre el inicio de la extraccin de hidrocarburos en la Amazona y la dis-minucin del analfabetismo.

    Sin embargo, si analizamos con detenimiento el grfico, veremos quehay una tercera lnea que a partir del ao 1982 se diferencia de la lneaazul; la lnea roja, que representa lo que hubiera sido la tasa de analfabe-tismo, si la tendencia de disminucin de esta variable que se registr entreel ao 1974 y 1982, se hubiera mantenido en el futuro. Este valor es sus-tancialmente menor que el registrado histricamente.

    Esto nos estara indicando que el efecto positivo que la explotacinpetrolera habra tenido para el pas sobre la disminucin del analfabetis-mo, perdi fuerza. Esto significara que la actividad petrolera ha tenido encierto momento un fuerte impacto en una variable como el analfabetis-mo, pero luego esto disminuye. Parecera ser que los ingresos generadoscon el mismo petrleo, es posible usarlos de maneras distintas, se trataradel mismo recurso en dos modelos de desarrollo o de acumulacin dife-rentes.

    Una segunda variable, que es generalmente aceptada sin discusincomo un indicador de la calidad de vida de una poblacin, es la mortali-dad infantil. Veamos qu es lo que ella nos dice:

  • Nos parece que este es uno de los ejes que debera ser el centro de an-lisis y cuestionamientos, es decir, nos referimos a la dinmica que ha exis-tido en el pas para perder la capacidad de mejoramiento de algunosaspectos centrales para nuestro bienestar.

    Lgicamente, estas son solamente dos variables de las muchas quepodran ser analizadas y en este pequeo artculo no pretendemos hacerun trabajo sistemtico, pero creemos que sera conveniente complemen-tar este punto de vista con una visin sobre un indicador econmico.Proponemos un anlisis de la evolucin del producto interno bruto percpita.

    A pesar de que la idoneidad del producto interno bruto como indica-dor de logros econmicos puede ser discutida, es de todas maneras unavariable que se relaciona con la capacidad productiva del pas. La elabo-racin que presentamos tiene una particularidad respecto a las formasusuales de presentar esta variable, se trata del periodo que hemos utiliza-do y de la unidad de medida. En efecto, el siguiente grfico nos muestrala evolucin del PIB desde que se comienzan a elaborar estas cuentas, esdecir, desde 1927. Como producto de ello ha sido tambin necesario uti-lizar una unidad de medida especial, el dlar de 1927.

    El inicio de la explotacin petrolera y tres variables estadsticas

    17

    En color amarillo observamos la tendencia pre-petrolera, que podemossuponer correspondera a lo que hubiera sucedido si no se hubieran dadociertas modificaciones socioeconmicas importantes asociadas al petrleo.Los ndices de mortalidad infantil habran disminuido, pero no en ladimensin que posteriormente se muestra con las modificaciones incor-poradas por la actividad petrolera, graficada en color azul. Estas modifi-caciones post-petroleras evidencian una sustancial disminucin de lamortalidad infantil a nivel nacional.

    Pero sucede algo sorprendente, y es que vemos que a pesar de que enun inicio parecera que el impacto de un aumento en los ingresos a travsdel petrleo en esta variable era muy positivo, pronto vemos que el efec-to se pierde. La lnea azul comienza a acercarse nuevamente a la amarilla,y nos muestra que la tendencia es que volvamos a la tendencia histricaanterior. Se puede estimar que si la tendencia positiva que se constat enlos primeros ocho aos de actividad petrolera se hubiera mantenido, lamortalidad infantil hoy sera cerca de la mitad de lo que es actualmente3

    Teodoro Bustamante P.

    16

    Grfico No. 2Evolucin de la mortalidad infantil en el Ecuador

    Fuente: Anuarios de estadsticas vitales perodo 1962-2001

    3 Esto significa que alrededor de 16.000 jvenes entre 17 y 27 aos de hoy estn vivos por inve r-siones y cambios generados de manera asociada a la actividad petrolera. En contrapartida se puede

    estimar que un nmero similar de muertes infantiles se estn produciendo hoy por la incapacidadde nuestra sociedad para mantener el esfuerzo en reduccin de la mortalidad infantil.

    Grfico No. 3PIB per cpita. Dlares de 1927

    Fuente: Banco Central del Ecuador, Setenta aos de Informacin Estadstica 1927-1996

  • ellos se identifican importantes costos no reconocidos en el precio delpetrleo, bsicamente los costos de la contaminacin y la deforestacininducida por la actividad petrolera. Estos valores ascenderan a 924 millo-nes de dlares para un perodo de 27 aos, lo que significara 34 millonesde dlares anuales.

    Tales cifras son evidentemente preliminares, pues es necesario ser msexhaustivos en el anlisis de todas las externalidades. Entre las negativassera muy importante agregar las relativas a contaminacin, pero paratener una perspectiva rigurosa sera necesario indagar tambin los posiblesefectos positivos, En esa perspectiva sera necesario tratar de cuantificar elvalor generado por la agricultura de los colonos. Por otra parte, es nece-sario tener presente que toda valoracin econmica de los daos ambien-tales es una aproximacin imperfecta y que es necesario desarrollar par-metros y criterios que puedan reflejar especficamente lo ambiental.

    Bibliografa

    Banco Central del Ecuador (1997). Setenta aos de In f o r m a c i nEstadstica 1927-1996, Quito.

    Bustamante, Teodoro (2003). Las perspectivas de discusin de los temassocioambientales vinculados a la explotacin petrolera en el Ecuadoren, Fontaine Guillaume (edit.) Petrleo y desarrollo sostenible enEcuador. 1. Las reglas del juego. Quito: FLACSO.

    Bustamante, Teodoro; Jarrn, Mara Cristina (2005). Impactos socialesde las actividades petroleras en el Ecuador: un anlisis de los indicado-res en, Iconos No. 21, Quito, enero.

    Falcon, Fander (2002). Economa y desarrollo sostenible: matrimonio felizo divorcio anunciado? El caso del Ecuador. Quito: FLACSO, Quito.

    Kimberling, Judith (1993). Crudo amaznico. Quito: FCUNAE, Abya-Yala.

    El inicio de la explotacin petrolera y tres variables estadsticas

    19

    Teodoro Bustamante P.

    18

    La lnea azul representa lo que ha sido el comportamiento real del PIB,mientras que la lnea en morado representa la tendencia histrica hasta1972, y la extrapolacin de la tendencia en el largo plazo (la tasa entre1927 y 1972), que nos estara mostrando lo que hubiera sucedido si esque el Ecuador hubiera mantenido la misma tendencia sin las modifica-ciones que podemos atribuir a la actividad petrolera4

    La primera caracterstica sorprendente de este grfico es cmo el ini-cio de la actividad petrolera coincide totalmente con una ruptura de latendencia histrica y se produce un incremento radical de esta variableeconmica. Es lo que hemos tratado de expresar con la flecha amarilla. Laexplicacin de este inusual incremento debe recoger diversas componen-tes que deben incluir tambin los procesos de construccin de infraestruc-tura petrolera y el endeudamiento que esta actividad permiti, lo cual nocambia el hecho de un sorprendente incremento de la actividad.

    Pe ro tan llamativo como este incremento, es que poco tiempo despus,la evolucin de esta variable re g resa y se acerca nuevamente a la tendenciahistrica previa al petrleo. Es lo que expresamos con la flecha roja.

    Estos datos nos demuestran realidades complejas y sorprendentes, porun lado el potencial de crecimiento que la actividad petrolera de laAmazona ha generado, pero tambin que la situacin actual no es mejora la que podramos haber previsto sin petrleo. La enorme capacidad delpetrleo para producir ingresos que repercutan en beneficios sociales se hadiluido.

    Tal vez en algn momento, el dinero del petrleo sirvi para invertiry disminuir la mortalidad infantil, pero luego las condiciones se revierten,y el mecanismo de reinversin desaparece. La pregunta que surge esentonces, qu es lo que ha hecho que el potencial del petrleo para pro-ducir beneficios sociales haya sido perdido?

    La evaluacin del impacto de la actividad petrolera obviamenterequiere abordar muchas otras dimensiones. Una de las ms importantes,sin lugar a dudas es la que se refiere a los impactos ambientales. Esto hasido tratado en otros trabajos (Kimberling 1992; Falcon 2002, etc.) En

    4 En la elaboracin de este grfico, exploramos otras posibilidades, por ejemplo usar cifras desucres constantes, lo cual hubiera reflejado mejor la capacidad adquisitiva. La unidad que hemosescogido expresa la capacidad de adquirir bienes en el mercado mundial, no el acceso a bienes yservicios en el Ecuador.

  • 21

    Indicadores sociales y petrleo en la Amazona

    Teodoro Bustamante1

    y Cristina Jarrn2

    Introduccin

    El presente anlisis surge como resultado de una experiencia de trabajosobre las condiciones socioambientales en zonas de explotacin de hidro-carburos en el Ecuador. Un avance de este trabajo ha sido ya presentadoen la revista Iconos No. 21, publicada por FLACSO Ecuador.

    En este artculo retomamos los diversos elementos de esa publicacin,pero adems hemos efectuado una nueva revisin de todas las cifras,incorporando algunos datos adicionales y desarrollando adems algunostemas colaterales.

    Para retomar nuestra lnea de reflexin, las preguntas centrales son:En qu medida la presencia de actividad petrolera determina la estructu-ra social de las zonas en donde esta actividad se desarrolla? y Cules sonestas determinaciones? Esto nos lleva a abordar adems otros aspectos,que incluyen desde temas metodolgicos sobre el uso de fuentes estads-ticas, algunas preguntas sobre cmo entender la estructura social en laszonas petroleras, y lgicamente cules son las respuestas posibles quenuestra sociedad puede elaborar frente a los problemas y particularidadesque la actividad petrolera pueda generar.

    Una importante limitacin de este trabajo es que no permite (por suescala), diferenciar si estos indicadores estaran mayormente relacionadoscon la empresa estatal o privada.

    1 Profesor Investigador de la Flacso sede Ecuador.2 Estudiante del Programa de Maestra de Flacso en Ciencias Sociales con mencin en estudios

    socio-ambientales. Asistente de investigacin.

  • Problemas metodolgicos previos

    Una parte importante de este trabajo ha consistido en analizar la informa-cin estadstica que est disponible sobre los temas sociales en el Ecuador.

    En la actualidad, el monto de esta informacin es bastante apreciabley en ocasiones, nos vemos ante el problema inverso del que se present enel pasado, es decir, existe un exceso de informacin y no toda con igualgrado de confiabilidad. Es por ello, que un primer paso en este procesofue el de efectuar una evaluacin de la consistencia de la informacin queutilizaramos.

    Las principales fuentes sobre variables sociales ecuatorianas son losCensos nacionales, el Sistema de encuestas de condiciones de vida, y losmecanismos administrativos de generacin de informacin por parte dela propia administracin. En base a estas fuentes primarias se construyenlos sistemas de indicadores, representados fundamentalmente por elSIISE y el INFOPLAN.

    Cada una de estas fuentes y los niveles de elaboracin que incluye cadasistema presenta sus propias ventajas y limitaciones. La informacin deri-vada de la gestin de los Sistemas Nacionales de Educacin y Salud, pre-senta sus propias limitaciones: no siempre tienen un ptimo nivel de cali-dad, aunque en general permiten los ms altos grados de desagregacin.Esta informacin cubre los servicios prestados por los sistemas de serviciosocial del Estado (nios matriculados, pacientes atendidos, etc.)4

    Un segundo grupo de informacin es el proveniente de la encuestas.Estos tienen la ventaja de ser actualizados sobre una base bianual, y ade-ms son los nicos instrumentos estadsticos que abordan el tema de lapobreza, al menos en cuanto a ingresos se refiere. Sin embargo, todos ellosse basan en muestras que han sido diseadas para ser representativas anivel de grandes agregados, como Quito y Guayaquil y zonas urbanas yrurales por regiones.

    Por ltimo, la informacin censal tiene como caracterstica el de serbastante detallada, con posibilidades de desagregaciones a nivel de parro-quia, pero tiene como limitacin el hecho de que esa informacin se pro-

    Indicadores sociales y petrleo en la Amazona

    23

    Teodoro Bustamante y Cristina Jarrn

    22

    Las discusiones sobre el impacto de la actividad petrolera en laA m a zona han destacado las dimensiones ambientales (Kimberling1993), nos referimos bsicamente a la cuantificacin de los derrames, delas aguas de formacin vertidas al ambiente, de la superficie deforestada yde los gases quemados.

    Desde la perspectiva social, existe una tendencia a partir del presu-puesto de que los impactos sociales de la actividad petrolera son negati-vos y masivos (Varea 1995; Accin Ecolgica 2003; Kimberling 1993),conocindose numerosas denuncias de perjuicios. En este sentido, elObservatorio Socio-ambiental de FLACSO Sede Ecuador ha impulsadoel trabajo sobre conflictos, donde se han sistematizado y analizado diver-sa informacin referente a conflictos socioambientales (Arteaga 2003;Fontaine 2003; Andrade 2004). Existe, adems levantamiento de infor-macin sobre datos epidemiolgicos (San Sebastin 2000).

    Todos estos puntos de vista contrastan con la perspectiva de la indus-tria petrolera que afirma realizar aportes positivos para las comunidadesdonde se desarrolla (Lathrop, et al. 1999). Para el caso del bloque 10.Todas las compaas tienen un mensaje en el cual se destaca los impactosbeneficiosos de su actividad.

    La metodologa aqu utilizada no parte especficamente de ninguno deestos puntos de vista, pues examinaremos los datos y estos podran mos-trarnos que en las zonas petroleras, los indicadores no siempre respondena estos supuestos. Por otra parte, debemos tener presente que una aproxi-macin estadstica como sta, no demuestra relaciones de causalidad, porlo que para llegar a hiptesis y propuestas de explicacin deberemos recu-rrir a aproximaciones complementarias3.

    En consecuencia, para el desarrollo de este anlisis utilizaremos lamayor cantidad de informacin estadstica sobre las zonas en las cuales sedesarrolla la actividad de extraccin de petrleo, y a travs de las compa-raciones con otras zonas determinaremos qu es lo que particulariza a laszonas petroleras.

    3 Las tcnicas de anlisis utilizadas en el siguiente trabajo, son de carcter descriptivo, por lo queno permiten establecer con precisin relaciones de causalidad.

    4 Un caso tpico de las deficiencias de los sistemas administrativos son los re l a t i vos a mort a l i d a dinfantil, que dado el hecho de que muchos nios no son inscritos en su primer ao de vida, la infor-macin generada por el sistema de estadsticas vitales tiene un nivel de omisiones sistemtico.

  • Indicadores sociales y petrleo en la Amazona

    25

    duce con grandes intervalos y adems no incluye algunos indicadoresvaliosos, como es el caso de la pobreza por ejemplo.

    Los sistemas del SIISE y del INFOPLAN enfrentan estas dificultadesa travs de la elaboracin de modelos, que permiten combinar la desagre-gacin poltica del censo, las informaciones sobre tendencias de los siste-mas de encuestas, para producir datos muy desagregados a nivel parro-quial sobre una muy grande gama de variables. Es sin embargo importan-te tener en cuenta que estos valores calculados, son en realidad estimacio-nes, no datos medidos.

    Con estos antecedentes hemos optado por privilegiar la informacincensal y utilizaremos la informacin administrativa cuando ella est dis-ponible.

    Un segundo rubro de problemas es aquel que se refiere a la estabilidadde las unidades administrativas (cantones y parroquias), respecto a lascuales se presenta la informacin. Esto es especialmente relevante cuandose intenta trabajar en perspectivas diacrnicas.

    Si consideramos que la amazona es la regin del pas en la cual haexistido el ms rpido proceso de creacin de parroquias cantones y pro-vincias, este problema adquiere una relevancia especial.

    Para enfrentarlo se ha procedido a reconstruir el proceso de sucesivasdesagregaciones territoriales, lo que ha hecho posible que las comparacio-nes se efecten siempre entre el mismo tipo de unidades polticas. (AnexoNo. 1)

    Desde la perspectiva nacional

    Comparaciones regionales

    En una perspectiva de aproximarnos por etapas a nuestro tema de anli-sis, podemos establecer un primer nivel al preguntarnos Cmo se com-paran las zonas petroleras con el resto del pas?, para lo cual es necesarioque contextualicemos cul es la situacin general de la Amazona respec-to a las otras regiones ecuatorianas, para lo que hemos utilizado los datosdel SIISE versin 3.5 y del INFOPLAN versin 2.0.

    Teodoro Bustamante y Cristina Jarrn

    24

    Con esta informacin hemos elaborado cuatro indicadores sintticos5

    cuya descripcin detallada se encuentra en el Anexo No.26. Los resultadosnos permiten sealar que la regin amaznica, muestra respecto a los pro-medios nacionales las siguientes caractersticas: por un lado, refleja unaimportante desventaja en niveles de infraestructura y calidad de la vivien-da; una desventaja menor pero no por ello despreciable en cuanto a edu-cacin; en salud la situacin se acerca ms a la media nacional y, unasituacin que es prcticamente igual al promedio nacional en lo que serefiere a los indicadores de pobreza.

    Esto se puede observar en el grfico siguiente, tomando en considera-cin que la unidad (1) representa el promedio nacional, por lo que valo-res superiores a sta, estaran indicando una mejor situacin de la reginrespecto al promedio pas. Aclaramos adems que en el caso del indicadorde pobreza, un valor alto significa menor pobreza.

    5 Estos indicadores recogen el promedio de variables que han sido convertidas en ndices, dondeel promedio nacional es igual a 1 y el valor de cada regin se expresa como la razn entre el valorde esa zona y el promedio nacional.

    6 Una comparacin entre todas las regiones se encuentra en Bustamante; Jarrn (2005).

    Grfico No. 1Comparacin de los ndices compuestos por indicador respecto a la medida nacional

    Fuente: Infoplan 2.0, SIISE 3.5Elaboracin: T. Bustamante, C. Jarrn

  • Para mostrar los resultados de esta comparacin hemos elaborado losmismos indicadores sintticos que los utilizados para las comparacionesregionales con los promedios nacionales. En este caso hemos comparadolos promedios de cada provincia con el promedio de la regin amaznica.stos se reflejan en los Grficos No. 2 y No. 3.

    Estos resultados presentan varios aspectos interesantes: en primer lugar eninfraestructura y vivienda, y en menor medida en salud; las provinciasdenominadas petroleras muestran inferiores condiciones de vida respectoal resto de las provincias amaznicas. En el caso de Orellana, esta realidades especialmente aguda. Tanto es as que esta provincia muestra los indi-cadores ms bajos del pas en cuatro de los nueve indicadores analizadossobre vivienda e infraestructura.7

    Es necesario indicar que en materia de salud, hay resultados algodivergentes. En lo que respecta a indicadores de cobertura y servicios en

    Indicadores sociales y petrleo en la Amazona

    27

    Lo que estos resultados nos indican es bsicamente que la Amazona tieneel perfil tpico de las zonas de colonizacin, es decir, un nivel de acceso adinero, con promedios cercanos y ligeramente superiores al promedionacional, pero grandes deficiencias en lo que se refiere a servicios bsicosy formacin de capital humano.

    Un segundo nivel de anlisis est en diferenciar lo que sucede a unamayor desagregacin, es decir, a nivel provincial.

    Comparaciones provinciales

    La comparacin de las variables socioeconmicas a nivel de provincias nospermite analizar en qu aspectos se diferencian las provincias considera-das petroleras de aquellas que no lo son al interior de la misma Amazona.Para este fin consideraremos como provincias petroleras a Sucumbos yOrellana, pues estas dos circunscripciones territoriales concentran el95,30% de los pozos de la regin amaznica.

    Teodoro Bustamante y Cristina Jarrn

    26

    Grfico No. 2ndice compuesto de indicadores de infraestructura y vivienda

    Fuente: Infoplan 2.0, SIISE 3.5Elaboracin: T. Bustamante, C. Jarrn

    Grfico No. 3ndice compuesto de indicadores desalud

    Fuente: Infoplan 2.0, SIISE 3.5Elaboracin: T. Bustamante, C. Jarrn

    7 Los indicadores son: cobertura de servicio higinico, ndice compuesto de calidad de vivienda,ndice de infraestructura y cobertura del servicio elctrico. Por otra parte cabe sealar, que losindicadores para esta comparacin no son exactamente los mismos que para el anlisis a nivelregional (ver el listado en el anexo dos).

  • rro privado). En los otros campos, la situacin parece semejarse a la delresto de la Amazona.

    El anlisis provincial permite, adems, un nivel de trabajo con dos varia-bles que podran estar reflejando la calidad de vida de la poblacin deestas provincias.

    Las variables que mencionamos, provienen de los anuarios de estads-ticas vitales, a travs de su clasificacin de las causas de las defunciones,donde encontramos informacin sobre las muertes provocadas utilizandola violencia, es decir, aquellas ocurridas por homicidios y suicidios. Lasegunda variable a la que nos referimos es el porcentaje de muertes rela-cionadas con tumores o procesos cancergenos, ya que uno de los factorescausales de diferentes tipos de cncer ha sido directamente relacionado alcontacto permanente con sustancias de alto grado de toxicidad.

    Proponemos que estos datos reflejaran indirectamente la calidad devida, los estados de salud mental de la poblacin, as como la calidad toxi-colgica del ambiente. Los datos analizados corresponden al ao 2001.

    El primero de estos indicadores, que ha sido re p resentado en el Ma p aNo. 1, nos muestra con claridad, el hecho de que las provincias petro l e r a ss muestran una situacin de desventaja y en realidad preocupante en lo

    Indicadores sociales y petrleo en la Amazona

    29

    salud, los promedios amaznicos s son inferiores al promedio pas, y conmayor nfasis precisamente en las provincias petroleras, sin embargo, losdatos de mortalidad infantil y desnutricin reflejan condiciones similaresal promedio nacional.

    En el caso de la provincia de Pastaza la fuerte concentracin hospita-laria le otorga mejores ndices. (Respecto a la mortalidad infantil, ver dis-cusin ms adelante).

    Respecto a los indicadores de educacin, no se percibe una importantediferenciacin de las provincias petroleras, tanto respecto a la medianacional, como entre ellas. En lo relativo a la pobreza, estas provinciasmuestras situaciones diferentes. Sucumbos se asemeja a las provincias delsur, mientras que Orellana, con indicadores ms bajos tiene un parecidocon la provincia del Napo.

    En resumen, encontramos que el perfil de desventaja de las provinciaspetroleras se refiere a ciertos mbitos especficos. Por el momento parecenmostrarse como elementos claves los relativos a la infraestructura (un ser-vicio estatal), la cobertura de servicios de salud (otro servicio pblico) yla calidad de la vivienda (que corresponde fundamentalmente a un aho-

    Teodoro Bustamante y Cristina Jarrn

    28

    Grfico No. 4ndice compuesto de indicadores de educacin

    Fuente: Infoplan 2.0, SIISE 3.5Elaboracin: T. Bustamante, C. Jarrn

    Fuente: Infoplan 2.0, SIISE 3.5Elaboracin: T. Bustamante, C. Jarrn

    Grfico No.5ndice compuesto de indicadores de pobreza

  • que se re f i e re a violencia. Podra aventurarse, por lo tanto la hiptesis deque las dinmicas creadas en zonas donde se produce petrleo tienden aagudizar de manera grave condiciones de violencia. Sin embargo, estas afirmaciones deben confrontarse con otras caractersti-cas del patrn general de distribucin de esta variable. El primer aspecto adestacar es que las provincias petroleras no son las nicas que muestran estep e rfil. En efecto, encontramos que la provincia de Esmeraldas presenta unf u e rte componente de violencia, similar al de las provincias petroleras.

    En este caso tenemos una circunscripcin territorial en la cual no seproduce petrleo, pero s existe infraestructura petrolera. Podramoscorregir entonces nuestra hiptesis anterior, indicando que no slo seestaran desencadenando situaciones violentas all donde se producepetrleo, sino tambin donde existen dinmicas fuertemente relacionadascon actividades hidrocarburferas. Por esta razn no consideramos a lasprovincias del Guayas y Pichincha como parte de esta dinmica, ya que sibien existe presencia de cierta actividad petrolera en ellas, la influenciaque sta ejerce no tiene mayor peso relativo.

    No queremos agotar el tema en este momento, pero parecen existirotras variables que son tambin determinantes en el comportamiento de

    Indicadores sociales y petrleo en la Amazona

    31

    Teodoro Bustamante y Cristina Jarrn

    30

    Mapa No. 1 Porcentaje de muerte violenta

    Fuente: INEC. Anuario Estadsticas Vitales 2001Elaboracin: Observatorio Socioambiental Flacsol, 2004

    Grfico No. 6Porcentaje de muertes causadas por homicidios. Ao 2001

    Fuente: Anuario de Estadsticas Vitales 2001Elaboracin: T. Bustamante, C. Jarrn

  • Indicadores sociales y petrleo en la Amazona

    33

    Teodoro Bustamante y Cristina Jarrn

    32

    este indicador. Por ejemplo, en la siguiente graficacin observamos algoque nos parece revelador: si ordenamos los valores de las provincias porregin y al interior de stas, en orden decreciente, tenemos que por unaparte las tres regiones del pas muestran un comportamiento diferencia-do. En segundo lugar vemos que al interior de cada una de ellas, conexcepcin de la Sierra, la provincia con mayor porcentaje de homicidioses siempre una provincia fronteriza con Colombia.

    En el caso de la Sierra, el mayor ndice de homicidios en el referidoao (2001) est en Pichincha, en donde el carcter urbano de la capitalpuede explicar en parte esta dinmica. En todo caso, la segunda provin-cia es El Carchi, que es fronteriza. Esto parecera indicarnos que la violen-cia presente en Colombia tiene un cierto efecto de filtracin hacia el terri-torio ecuatoriano.

    Ntese por otra parte que este indicador de violencia es de todasmaneras, muy diferente en las tres provincias fronterizas, esto indica quela situacin fronteriza tiene que ver con el resultado, pero en ningn casoes el factor nico.

    La segunda variable a analizar es el porcentaje de defunciones produ-cidas por tumores o enfermedades de tipo cancergeno. Los resultadosconstan en el Mapa No. 2 y son claramente sorprendentes, pues corres-ponde exactamente a lo inverso que nuestra hiptesis predeca. Si toma-mos en consideracin los datos ofrecidos por el Anuario de EstadsticasVitales, las provincias petroleras son las que tuvieron en el ao 2001, lamenor incidencia relativa de muertes causadas por cnceres.8

    En realidad, estos datos no solamente contradicen nuestra hiptesissino que adems van en contra en de lo que se ha planteado en otros casospara los anlisis de la relacin entre contaminacin petrolera y cncer. Enefecto, en varios documentos (Accin Ecolgica 2003; San Sebastin et al,2000), sealan una directa causalidad entre contaminacin petrolera ydiversos tipos de patologas, entre los cuales se incluye de manera desta-cada el cncer. Ante esta contradiccin es necesario buscar causas quepuedan explicar estas conclusiones aparentemente tan diferentes.

    8 A fin de controlar los errores que se puedan deber a un nmero bajo de casos en un ao, hemosprocedido a efectuar el mismo anlisis para el ao 2000 y para los aos 1994 y 1995. Los resul-tados son totalmente consistentes con los del 2001.

    Mapa No. 2 Porcentaje de defunciones causadas por tumores

    Fuente: Anuario de Estadsticas Vitales, 2001Elaboracin: Observatorio Socioambiental Flacsol, 2004

  • monto de subregistro de enfermedades de diagnstico difcil. Sin embar-go, esta realidad es tambin aplicable a otras zonas con carencias de servi-cios como es el resto de la regin amaznica.10

    Otro nivel de anlisis es discutir si los resultados que nosotros hemosencontrado tienen alguna lgica. Es decir, si pueden ser explicados poralguna otra hiptesis consistente11.

    Si tratamos de buscar alguna explicacin a la distribucin de este indi-cador, creemos que es posible combinar dos elementos: por una parte, elgrado de urbanizacin y en segundo lugar, el grado de modernidad en laagricultura que estara probablemente asociado al uso de plaguicidas.

    Es as como encontramos que las zonas con mayor incidencia de estavariable son aquellas que o tienen una agricultura de exportacin, o bien,agricultura fruti-hortcola, o el caso especial del Carchi, conocido por suconsumo masivo de plaguicidas en el cultivo de papa.

    Es decir, a pesar de los problemas que la explotacin petrolera podraocasionar a la poblacin y aparentemente de manera especial a aquellasque estn viviendo de manera ms cercana a los pozos, sta no ha marca-do a nivel masivo (en las provincias petroleras) un aumento de casos decncer, y al contrario, parece ser que otros aspectos tales como menordensidad demogrfica, menor uso de plaguicidas, hace que los riesgos a lasalud generados por la contaminacin no sean mayores a los del prome-dio nacional.12

    Indicadores sociales y petrleo en la Amazona

    35

    Teodoro Bustamante y Cristina Jarrn

    34

    Sealemos en primer lugar que el mtodo, y por lo tanto aquello queestas dos aproximaciones miden es sustancialmente diferente ya que estosestudios se refieren a una poblacin mucho menor (1.520 personas parael estudio de Accin Ecolgica y 663 para el de San Sebastin) frente a lasdinmicas estadsticas que se refieren a ms de 200.000 personas).

    Por otra parte, los Anuarios de Estadsticas Vitales establecen cortesanuales que se diferencian de las historias reproductivas y de historias vita-les de los otros dos estudios. Cabe agregar que entre ellos hay tambinimportantes diferencias, pues el estudio de San Sebastin expone unaestrategia del diseo de muestra mediante la conformacin de grupos tes-tigos y de formas de verificacin de la informacin, mientras que la publi-cacin de Accin Ecolgica no incluye estos aspectos.9

    De estas diferencias se desprenden ciertas consecuencias. El trabajobasado en las estadsticas vitales hace referencia a un gran agregado demo-grfico, mientras que los dos estudios que hemos mencionado abordan ungrupo ms particular. Esto implica que puede ser perfectamente ciertoque la poblacin en general en esas provincias padezca menos cncer, peroque en los sectores ms acotados y expuestos a la contaminacin queviven cerca de los pozos la realidad sea la inversa.

    Tambin debemos anotar que en universos demogrficos como losanotados, las variaciones de un solo caso pueden llevar a ndices o tasasmuy diferentes por tratarse de poblaciones pequeas. Esto determina queun solo caso de cncer puede representar una tasa anormalmente alta.

    De todas maneras es tambin pertinente sealar que los datos quehemos utilizado, es decir los que provienen del Sistema EstadsticoNacional pueden ser cuestionados sealando con seguridad que en unazona con precariedad en la cobertura de servicios de salud, debe existir un

    9 Indudablemente el estudio de San Sebastin es el que ms aporta a la discusin del problema.Sin embargo, de su lectura surgen dos dudas: a) a qu se debe el comportamiento inverso entrehombres y mujeres respecto al cncer? Si el agente causal es la contaminacin en la zona de resi-dencia, cabra esperar un perfil comn? La fuerte diferenciacin de gnero en los perfiles epide-miolgicos apunta a agentes causales ligados a las diferencias de roles, actividades y exposicin,por lo tanto sugeriran riesgos ligados al trabajo. Por otra parte, el estudio de riesgos de abortopodra estar midiendo otros aspectos ligados a la modernidad, dadas las diferencias de residen-cia y de perfil socio-econmico de los dos grupos: la mayor incidencia de abortos puede deber-se tanto a la presencia de los pozos como a diferentes pautas de vida de secotres ms cecanos alas vas.

    10 Una variable que podra orientarnos sobre el monto de este subregistro podra ser el porcentajede muertes con certificacin mdica. Este valor es bajo en las provincias anotadas, pero no msbajo que en el resto de la Amazona.

    11 Sobre todo, tomando en consideracin que como ya se mencion anteriormente, las tcnicas deanlisis utilizadas son bsicamente descriptivas, por lo que no podra precisarse relaciones de cau-salidad.

    12 Esto no quiere decir que no sea urgente la eliminacin de los niveles de contaminacin. Al con-trario, el perfil que encontramos nos muestra que la remediacin y control de las emisiones pun-tuales es una tarea urgente. Creemos que estudios epidemiolgicos ms sistemticos son tambinnecesarios.

  • Indicadores sociales y petrleo en la Amazona

    37

    Agrupacin en dendogramas

    El anlisis a nivel provincial nos permite efectuar otro procedimiento adi-cional, y este es el de elaboracin de agrupaciones y dendogramas13 a tra-vs de los cuales podemos respondernos a la pregunta de a qu provin-cias se parecen ms las provincias donde se desarrolla la actividad petrole-ra? y cunto difieren las provincias petroleras en un conjunto determina-do de variables respecto a las dems provincias del pas?14

    En este como en otros anlisis es de gran importancia la seleccin delas variables utilizadas. Hemos realizado diversas combinaciones y cree-mos que el Dendograma No.115 expresa adecuadamente estas relaciones.

    Este grfico nos muestra que la actividad petrolera marca a las provin-cias donde esta actividad se asienta (Orellana y Sucumbos), es por elloque esas dos provincias estn muy cerca en esta graficacin.

    Teodoro Bustamante y Cristina Jarrn

    36

    1 Azuay2 Bolvar3 Caar4 Carchi5 Chimborazo6 Cotopaxi7 El Oro8 Esmeraldas9 Galpagos10 Guayas11 Imbabura12 Loja13 Los Ros14 Manab15 Morona Santiago16 Napo17 Orellana18 Pastaza19 Pichincha20 Sucumbos21 Tungurahua22 Zamora

    Chinchipe

    Dendograma No. 1

    Una expectativa lgica sera pensar que las provincias petroleras estn cer-canas a las dems provincias amaznicas. Pero los datos nos muestran algoligeramente diferente a lo esperado. En efecto, las dems provincias ama-znicas se parecen ms a las provincias costeas del norte que a las pro-vincias petroleras.

    La actividad petrolera diferencia la estructura socioeconmica, antratndose de condiciones climatolgicas similares. Sin embargo, estadeterminacin no llega a imponerse sobre las caractersticas ecolgicasque diferencian a las provincias de clima clido de las andinas. Sin embar-go, la determinacin geogrfica ecolgica es tambin menor que la dua-lidad bsica que hay entre los diversos espacios socioeconmicos del pas,es decir, la diferencia entre los ejes econmicos ms dinmicos como sonEl Oro-Galpagos-Guayas y Pichincha y el resto del pas.

    Estas agrupaciones pueden representarse tambin espacialmente,como lo demostramos en el Mapa No.3, el mismo que permite ver lasituacin de los indicadores socio-econmicos distribuidos espacialmentey cmo el espacio constituye un factor diferenciador de esta realidad.16

    Pero desde nuestro punto de vista, lo importante es sealar que la presen-cia del petrleo est asociada a una forma especfica de presentacin de lasvariables socio-econmicas.

    13 El dendograma es un sistema de graficacin que sintetiza un proceso de agrupaciones sucesivas.Su expresin es un rbol, con ramas con progresivas bifurcaciones.

    14 Para ello hemos utilizado el programa SSPS, se han elaborado dendogramas de aglomeracin uti-lizando el mtodo de Ward, con la tcnica de la distancia Eucldea, con valores estandarizadosde 0 a 1.

    15 Las variables utilizadas incluyen cobertura de servicios a la vivienda, variables educativas, salud,variables de pobreza, causas de muerte, poblacin indgena, crecimiento demogrfico y ramas deactividad. Para mayor detalle ver el Anexo No. 2.

    16 Los aspectos que nos parecen ms interesantes son el rol estructurador de la oposicin entreQuito-Guayaquil-El Oro Galpagos y el resto del pas y la diferenciacin interna de la Sierra,en la cual la presencia indgena est asociada inversamente al desarrollo comercial entre otros.

  • Indicadores sociales y petrleo en la Amazona

    39

    Teodoro Bustamante y Cristina Jarrn

    38

    Mapa No. 3Dendograma de aglomeracin jerrquica

    En el proceso de anlisis se elaboraron dendogramas y croquis de distri-bucin, escogiendo un conjunto diferente de variables, pero los resulta-dos fueron sorprendentemente similares, las nicas variaciones que nosparece pertinente comentar son las siguientes:

    Las variables valorativas17, es decir las que se refieren a las condicionesde vida, muestran a la regin petrolera en condiciones ms parecidas alresto de la costa y Amazona que las estructurales18. Estas tienden a mos-trar un perfil ocupacional ms fuertemente diferenciado en las zonaspetroleras.

    Las variables de calidad de vida, cuando son tomadas sin considerar alas de estructura productiva, producen algunas diferencias en las aglome-raciones, bsicamente acercan a las provincias petroleras a dos provinciascosteas con actividad de agro exportacin (Esmeraldas y Los Ros) quese diferencian de Manab, que al contrario, tiende a semejarse ms a lasotras provincias orientales. La provincia de Imbabura se asemeja ms a lasque hemos llamado provincias indgenas de la Sierra (Cotopaxi, Bolvar,Chimborazo y Caar).

    Anlisis a nivel cantonal

    La regin petrolera

    Un siguiente nivel de anlisis es el cantonal. En la anterior publicacin yamencionada, expusimos los datos que muestran la enorme concentracinde pozos petroleros en muy pocos cantones, as como la posibilidad deusar diversos criterios para delimitar una zona petrolera. Ms adelantecombinaremos varios de ellos, pero en una primera aproximacin aborda-remos el estudio de cules son las particularidades de los cuatro cantonesque concentran el 83,7% de los pozos petroleros.

    17 Denominamos variables valorativas a aquellas asociadas a una escala de valor como por ejemplomortalidad infantil, aos de escolaridad, etc.

    18 Por variables estructurales entendemos a aquellas que describen una realidad por ejemplo, ramasde actividad y respecto a las cuales no es posible decir cul de ellas es mejor o peor.

    Fuente: Anuario de Estadsticas Vitales, 2001Elaboracin: Observatorio Socioambienta Flacsol, 2004

  • Indicadores sociales y petrleo en la Amazona

    41

    Comparacin de los cantones petroleros con la Amazona y el pas

    Si analizamos el conjunto de variables sociales y comparamos los valoresobtenidos para los cuatro cantones que tienen alta actividad petrolera,con el conjunto de la Amazona por una parte, y el total del pas por otra,obtenemos resultados que muestran hasta un 30% de desventaja en loscantones petroleros respecto al pas en indicadores de infraestructura yeducacin, en cambio, respecto a la Amazona, la desventaja es algomenor (distancias menores al 20%).

    En los temas de salud y pobreza obtenemos que la comparacin conel pas arroja reducidas desventajas (menores al 10 %). La comparacincon la Amazona muestra en cambio valores muy similares.

    Anlisis comparativo con la situacin nacional

    Podemos dar otro paso ms si analizamos cada indicador individualmen-te. Esto produce dos cuadros que nos parecen significativos. Veamos enprimer lugar lo que sucede si la comparacin la realizamos con respectoal conjunto del pas:

    Teodoro Bustamante y Cristina Jarrn

    40

    Grfico No. 7Situacin comparativa de los cantones petroleros con la medidanacional y la medida amaznica

    Fuente: Infoplan 2.0, SIISE 3.5Elaboracin: T. Bustamante, C. Jarrn

    Grfico No. 8Cantones petroleros comparados con la media nacional

    Fuente: Infoplan 2.0, SIISE 3.5Elaboracin: T. Bustamante, C. Jarrn* Corresponde al porcentaje de nios menores de 5 aos que NO tienen pro-blemas de desnutricin (1-desnutricin crnica)** Este valor es (=100 - tasa de mortalidad infantil).*** Todos estos valores son inversos aditivos, es decir (= 1 Variables de pobre-za). Por lo tanto, mientras ms alto es el valor, menos grave es la pobreza.

  • Por ltimo tenemos un indicador relativo a la pobreza. Es el inverso ala incidencia de la pobreza, que al ser inferior a la media nacional en un25% nos muestra que en las zonas petroleras hay mayor incidencia depobreza. Este dato, sin embargo, no corresponde ni al ndice compuestoque hemos elaborado anteriormente, ni es consistente con el comporta-miento de los dems indicadores de pobreza e indigencia.

    En efecto, todos los dems indicadores sobre pobreza e indigencia seubican casi en el exacto valor del promedio nacional. En todo caso, estosdatos lo que nos indicaran es que en la zonas petroleras hay un porcen-taje mayor de pobreza que en el promedio del pas, pero estos pobres noson ms pobres que el promedio nacional.

    Esto podra deberse al el hecho de que las zonas petroleras se consti-tuyen en ncleos de atraccin de la poblacin pobre en busca de oportu-nidades, pero esta poblacin no est sometida a condiciones ms preca-rias (expresadas en las brechas y la severidad de pobreza y en los indica-dores de la indigencia). Las zonas petroleras no parecen estar generandocondiciones de miseria aguda, aunque s atraen condiciones de pobreza.20

    En el siguiente grupo se ubican aquellas variables en las cuales los valo-res de los cantones petroleros van entre un 90% y un 102% de los pro-medios nacionales. A este intervalo corresponden nuevamente ocho indi-cadores: dos de educacin, uno relativo a vivienda y cinco relativos a lapobreza.

    Los indicadores de pobreza reiteraran el hecho de que las zonas deexplotacin petroleras ejercen atraccin para la poblacin pobre en buscade mejores oportunidades, con lo cual se llega a situaciones similares alpromedio nacional. Respecto a la educacin, en este grupo encontramosun indicador referente a la educacin bsica

    Por ltimo, observamos tres indicadores en los cuales podemos iden-tificar que las zonas petroleras estn mejor que el promedio nacional,entre estos se encuentra la supervivencia infantil (108%) y nutricininfantil (144%). Una situacin nutricional que representa un 44% deventaja sobre el promedio nacional, es una situacin extraordinariamentepositiva.

    Indicadores sociales y petrleo en la Amazona

    43

    Teodoro Bustamante y Cristina Jarrn

    42

    Podemos clasificar a estas variables en cinco grupos. Mencionemos en pri-mer lugar aquellos en los cuales los cantones petroleros no llegan ni a lamitad del valor promedio nacional. Se trata de variables relativas a la cali-dad y los servicios de la vivienda, una variable de servicios de salud y laasistencia a la educacin superior.

    Esto reitera la precariedad de los asentamientos humanos, tanto anivel de la inversin particular que se refleja en los materiales de lavivienda-, como de la inversin colectiva -los servicios a los cuales staaccede-. Tambin nos plantea una fuerte debilidad en los servicios desalud.

    El indicador de la asistencia a educacin superior, que es mucho msbajo que la escolaridad de la poblacin promedio, nos muestra que en laszonas petroleras pueden trabajar o vivir personas con ciertos grados decapacitacin, pero no se forman all, por lo que la inversin en capitalhumano in situ es muy baja.

    Esta misma reflexin se puede aplicar al siguiente grupo de variables:aquellas en que los valores van entre el 50% y el 70% de los valores pro-medios nacionales. En este grupo tenemos cuatro variables, de las cualestres se refieren a infraestructura y una al acceso a la educacin superior.

    En el siguiente rango, en el cual los valores estn entre el 70% y el90% del promedio nacional, encontramos un total de ocho variables.stas incluyen tres indicadores sobre educacin, tres sobre infraestructu-ra y vivienda, uno de salud y uno de pobreza.

    Los que se refieren a infraestructura y vivienda, nos reiteran la ya ano-tada deficiencia en este campo, aunque ahora nos indican aspectos en loscuales el dficit es menos agudo: se trata del servicio elctrico y los indi-cadores sintticos19 sobre infraestructura y vivienda, que al incluir algunosaspectos en los cuales la zona petrolera muestra menores desventajas, nosdan como resultado un valor ms cercano a la media nacional.

    Encontramos tres indicadores educativos que muestran una desventa-ja relativamente menor en los niveles primario y secundario. Hay tambinun indicador sinttico de salud que nos muestra un resultado intermedioque promedia bajas coberturas con situaciones nutricionales relativamen-te buenas. Sobre el tema de salud regresaremos ms adelante.

    19 Los indicadores sintticos estn construidos como promedios ponderados de otros indicadores.20 Estos datos por otra parte no son medidos, sino estimados. Esto desde nuestro punto de vista

    obliga a tomarlos con precaucin.

  • Indicadores sociales y petrleo en la Amazona

    45

    Para tratar de explicar estos resultados, podemos buscar varias perspec-tivas. Una de ellas es que en general la situacin nutricional en la reginamaznica, es mejor que el promedio del pas. La poblacin y por lo tantolos nios, tienen acceso a suficientes caloras y la disponibilidad de frutasy carnes no es menor que el promedio nacional. Podra plantearse, queesta realidad unida al hecho de que la actividad petrolera ofrece usual-mente como parte de los programas de relacionamiento comunitarioatencin mdica primaria, nos llevara a aceptar estas cifras.

    Sin embargo, hay varias razones que generan dudas al respecto. En pri-mer lugar, si nos referimos al indicador de supervivencia infantil, lo lgi-co sera que este estuviera determinado por dos componentes; por unaparte el elemento nutricional que ya hemos anotado, y por otra, por algnindicador de una cobertura adecuada de los servicios de salud.

    Veamos entonces cules son los indicadores que podemos obtenersobre esa cobertura. Hay dos momentos en la vida de toda persona en loscuales la atencin mdica es altamente deseable, stos son los momentosde su nacimiento y de su muerte. Un servicio de salud ideal debera sercapaz de atender a las personas cuando nacen y cuando mueren. Si es queexiste una mejor atencin a los nios, lo lgico sera esperar que estosindicadores sean tambin mejores en la zona petrolera.

    Segn el Anuario de Estadsticas Vitales para el ao 2001, en la pro-vincia de Sucumbos el 44% de los nacimientos se efectuaron con aten-cin mdica. En Orellana este porcentaje es del 30%. Estos valores com-parados con el 72% del promedio nacional, nos dan ndices del 0,603, y0,417 respectivamente.

    En cuanto a las defunciones, los datos para el mismo ao nos dicenque en Sucumbos las defunciones con certificacin mdica representanel 68%, mientras que en Orellana el 50,6%. Estas cifras tambin sonapreciablemente menores al promedio nacional de 88,7%.

    Si observamos que adems estas provincias tienen un alto porcentajede inscripciones tardas, encontramos una razn por la cual la estimacinde la mortalidad infantil puede estar alterada.

    Por ltimo, sealemos que los datos estadsticos de estas variables -elcaso de la mortalidad infantil por ejemplo- derivados de las estadsticasvitales que tienen errores sistemticos de subregistros, originan valorespoco consistentes. En el caso de la desnutricin se trata de una estimacin

    Teodoro Bustamante y Cristina Jarrn

    44

    que se basa en una encuesta que no incluy a la Amazona en la muestra,y que por lo tanto, los datos que este mecanismo arroja se basan en esti-maciones de la regin costera. Por lo mismo se trata de estimaciones, node medidas.

    En todo caso, es difcil aceptar que los nios tienen una situacin deventaja, cuando es claro que la cobertura mdica es ms precaria que enel promedio del pas. Por esta razn, creemos que la conclusin es que esteanlisis nos muestra ms sobre la debilidad de estos indicadores que sobrela realidad de las zonas petroleras.21

    Comparacin con el resto de la Amazona

    Si efectuamos esta misma comparacin con el conjunto de la regin ama-znica, obtenemos el grfico de la pgina 46.

    Respecto a ste grfico caben varios comentarios. En primer lugar, losdficits son mucho menores. El valor ms bajo corresponde a un 50% delpromedio regional, en lugar del 26% que tuvimos en la comparacin conlas medias nacionales.

    Por otra parte, la situacin de la tasa de asistencia a la educacin supe-rior cambia, ya no es la variable con mayor dficit. Los valores ms bajoscomprendidos entre el 50% y el 70% son dos variables relativas a la cali-dad de la vivienda y los servicios a sta.

    Luego tenemos un grupo de cinco variables con valores muy cercanosal 72% de la media amaznica. Este grupo incluye dos aspectos relativosa infraestructura y vivienda, una variable sobre servicios de salud y dosrelativas al acceso a la educacin superior.

    Hay un total de 20 variables comprendidas entre un 15% menos y un5% ms de los promedios regionales, lo cual nos muestra que hay un con-junto importante de aspectos en los cuales las zonas petroleras no se dife-rencian del conjunto regional. La nutricin infantil aparece nuevamentecon un valor sustancialmente superior a la media regional, pero ya hemosanotado las razones por las cuales tal cifra no nos parece confiable.

    El contraste entre estos dos cuadros, demuestra que las zonas petrole-

    21 Por ejemplo, en datos tomados al azar en un centro mdico de la zona encontramos registros dedesnutricin en poblaciones de menores de un ao superiores al 70 %.

  • ras tienen varias desventajas con respecto al pas, pero que en gran medi-da stas son compartidas por toda la regin amaznica. Sin embargo, enel tema de la infraestructura y vivienda el dficit general de la regin, esmarcadamente ms agudo en las zonas petroleras.

    En educacin, la desventaja es mayor en los niveles ms altos de edu-cacin y menor en los ms bsicos.

    Respecto a la pobreza, las zonas petroleras tienen todos los indicado-res extremadamente cercanos al promedio regional (entre 95 % y 101%).

    Anlisis de las correlaciones

    Hasta el momento hemos trabajado con los promedios de los cantonespetroleros. Esto nos muestra tendencias, pero no nos permite trabajarsobre otras preguntas como qu correspondencia hay entre la presenciade pozos petroleros y cada una de las variables?

    Para ello hemos elaborado una matriz, de 99 variables, stas provienendel INFOPLAN versin 2.0, a las que se han agregado: el nmero depozos petroleros por cantn, el logaritmo natural del nmero de pozos, laproduccin de petrleo por cantn; y como variables dicotmicas: la pre-sencia o no de pozos, y la presencia o no de infraestructura petrolera.Adems se han incorporado: las tasas de crecimiento demogrfico de losdiversos perodos ntercensales, la informacin de la estructura porcentualde distribucin de la PEA segn el censo del ao 2001, la distribucin dela poblacin por niveles educativos alcanzados segn el censo del ao2001 y los datos sobre pobreza, indigencia y desnutricin crnica delSIISE versin 3.5.

    Los resultados se reflejan en el Anexo No. 3, en el cual, los valores sehan ordenado de acuerdo a los valores absolutos de los coeficientes decorrelacin para identificar y ordenar tanto las correlaciones negativascomo las positivas que son igualmente significativas. Estos datos nos per-miten observar un nmero muy grande de variables, escasamente asocia-das a la presencia de actividad petrolera. De hecho, 58 variables muestranuna correlacin (positiva o negativa) inferior al 0.2. Encontramos 13variables con coeficientes de correlacin que van entre el 0.2 y el 0.3,catorce entre el 0.3 y el 0.4, diez entre el 0.4 y 0.5 y slo cuatro de las

    Indicadores sociales y petrleo en la Amazona

    47

    Teodoro Bustamante y Cristina Jarrn

    46

    Grfico No. 9Cantones petroleros comparados con la media amaznica

    Fuente: Infoplan 2.0, SIISE 3.5Elaboracin: T. Bustamante, C. Jarrn* Corresponde al porcentaje de nios menores de 5 aos que NO tienen pro-

    blemas de desnutricin (1-desnutricin crnica)** Este valor es (=100 - tasa de mortalidad infantil).*** Todos estos valores son inversos aditivos, es decir (= 1 Variables de pobre-za). Por lo tanto, mientras ms alto es el valor, menos grave es la pobreza.

  • y trabajador nuevo en la distribucin de la PEA, ya sea por ramas deactividad, categoras de ocupacin o grupo de ocupacin. Los valores son:para el grupo no declarado 0,490 y para el de trabajador nuevo 0,452.(Ver Anexo No. 3). Estas categoras corresponden o bien a situaciones dedesempleo o a formas de trabajo precario, y nos estaran sealando que elmencionado crecimiento poblacional estara vinculado a sectores margi-nalizados de la sociedad.

    Otro indicador asociado a esta idea, aunque con una correlacin sus-tancialmente menor, es el de trabajadores no asalariados del sector tercia-rio, que presenta una correlacin positiva de 0,2489.

    Existe otra variable relativa a la estructura ocupacional, que tambines bastante significativa, esta es la presencia de operadores de maquinarias,con una correlacin de 0,409; lo que indica que la zona petrolera es unazona de fuerte ocupacin de este tipo de personal e intenso trabajo enobras de infraestructura.

    Analizando el Anexo No. 3 constatamos, que en el sector terciario hayuna significativa asociacin con los servicios a la produccin (asociacionescomprendidas entre el 0,30 y el 0,40), lo que contrasta con el hecho deque el sector terciario dedicado a la atencin a las personas muestra encambio, correlaciones negativas y algunas ellas menores al -0,30. Es decir,una primaca de los servicios a la produccin por sobre los servicios a lapoblacin.

    Desde el punto de vista de la estructura ocupacional tambin merecedestacarse una incidencia alta del empleo privado, y baja del empleo enorganismos seccionales, (que contrasta con una asociacin con el empleoen los organismos del gobierno central). Hay tambin una asociacinnegativa con el trabajo por cuenta propia, con el trabajo en la agriculturay con la participacin femenina en la PEA.

    Al siguiente grupo de variables pertenecen aquellas que tienen que ve rcon la infraestructura. En este grupo encontramos varias corre l a c i o n e sn e g a t i vas (lo que podra significar que en las zonas petroleras tiende a habermenos acceso a servicios, a infraestructura y aspectos re l a t i vos a la calidadde la vivienda). La correlacin negativa ms alta se re f i e re a la del abasteci-miento de agua por tubera (-0,387). Esta es de todas las variables la quep resenta la mayor correlacin negativa, pero hay una serie de otros cincoi n d i c a d o res de este tipo que tienen tambin esta alta asociacin negativa .

    Indicadores sociales y petrleo en la Amazona

    49

    Teodoro Bustamante y Cristina Jarrn

    48

    noventa y nueve variables muestran una correlacin superior al 0.5%.Hemos utilizado como indicador de la actividad petrolera al logarit-

    mo natural del nmero de pozos presentes en cada cantn. Usar el loga-ritmo en vez del nmero absoluto, permite tomar en cuenta que los cam-bios generados por la adicin de un pozo ms en un cantn que ya tienepozos son menores a los que implica la perforacin del primero pozo.

    Lgicamente las variables ms asociadas son aquellas que constituyenotra manera de describir la presencia de la actividad petrolera como son:la produccin de crudo (0,760), la variable dicotmica de si un cantncuenta o no con presencia de pozos (0,689), la presencia o no de infraes-tructura petrolera (0,598). Se podra esperar que la categora censal detrabajadores de la rama de actividad dedicada a la explotacin de minasy canteras est asociada a la presencia de pozos, pero esto no se cumple,pues su asociacin es de slo 19,6% Esto se debe sin dudas a que la acti-vidad minera ms importante en cuanto a mano de obra son las canteraso la minera artesanal. La produccin de petrleo genera poco empleodirecto.

    Entre las variables no petroleras, las ms asociadas a la presencia depozos, seran las relativas a las tasas de crecimiento demogrfico, y demanera muy especial la tasa correspondiente al perodo 1974-1982,(0,692). Ntese que esta tasa de crecimiento demogrfico es la segundavariable ms asociada a la presencia de pozos. Tambin tienen altas corre-laciones las TCD 1974-2001 (0,479) y la del perodo 1990-2001 (0,476).En cambio, llama la atencin el hecho de que la tasa de crecimiento delperodo 1982-1990 est escasamente asociada, con un coeficiente de slo0,109, lo que plantea interrogantes sobre los diferentes momentos de laactividad petrolera y cmo stos han repercutido en su atraccin demo-grfica.22 De todas maneras, una primera aproximacin podra ser que elprimer y fundamental cambio que la actividad petrolera ha trado a estaszonas ha sido el de multiplicar el crecimiento de la poblacin.

    Un segundo grupo de variables fuertemente asociado a la presencia depozos es aquel que se refiere a las categoras ocupacionales no declarado

    22 Debe anotarse que el nmero de pozos no ha sido ajustado temporalmente. Es decir no se tratani del nmero de pozos perforados en ese perodo, ni los existentes en esos intervalos. Este mane-jo de las cifras nos habla de una correspondencia general. De todas maneras es importante des-tacar que son estas las correlaciones ms altas.

  • Exploracin en base a dendogramas

    Otra aproximacin al tema puede hacerse a travs de la utilizacin de an-lisis multivariable y de conglomerados, para examinar si es que los canto-nes en los cuales tenemos infraestructura petrolera presentan un compor-

    Indicadores sociales y petrleo en la Amazona

    51

    A pesar de que el acceso al servicio de agua potable es la variable conmayor asociacin negativa a la presencia de pozos, lo contrario no es cier-to, es decir existen numerosas otras variables que estn ms asociadas a laausencia de este servicio. Las ms asociadas son en general las variables depobreza (asociaciones de hasta el 0,85)

    En cuanto a las variables educativas, los resultados nos indican que elnivel educativo ms asociado a la presencia de pozos es el de 1 a 3 aosde educacin secundaria (0,24). Esto indica que la poblacin de las zonaspetroleras no tiene una desventaja respecto al resto de la Amazona encuanto a educacin.23 A pesar de ello es significativa, pero negativamentela relacin con la cobertura de la educacin primaria (-0,28). Es decir, seestn acumulando a futuro desventajas en el campo educativo. Estocorresponde a lo afirmado sobre la menor inversin en capital humano.

    En lo que respecta a la gestin municipal, hay una correlacin positi-va de 0,231 entre la presencia de pozos y la participacin porcentual delos ingresos propios en la gestin municipal. (Esto es bastante lgico enel sentido de que la capacidad de cobros de tasas e impuestos predialescrece con la actividad econmica ligada al petrleo.) Casi podramos decirque lo sorprendente es que tal valor no sea mayor.

    Las otras variables asociadas a la gestin municipal muestran nivelesde asociacin menores al 0,1; indicando que la presencia de petrleo noparece ser un factor que modifique fuertemente la dinmica de la gestincantonal.

    En relacin a los temas de pobreza, la correlacin ms alta se da conla incidencia de la pobreza con un 0,227 positivo, lo cual indica que enlas zonas de actividad petrolera ha tendido a concentrarse cierto nivel depobreza. Las dems variables vinculadas a la pobreza tienen asociacionesentre 0,193, y 0,15. No se trata de asociaciones muy altas, pero tampocodespreciables.

    Teodoro Bustamante y Cristina Jarrn

    50

    Dendograma No. 2

    1 Aguarico2 Arajuno3 Archidona4 C. J. Arosemena5 Cascales6 Centinela o el Condor7 Chinchipe8 Cuyabeno9 El Chaco10 El Pangui11 Gonzalo Pizarro12 Gualaquiza13 Huamboya14 La Joya de los Sachas15 Lago Agrio16 Limn-Indanza17 Logroo18 Loreto19 Mera20 Morona21 Nangaritza22 Orellana23 Palanda24 Palora25 Pastaza26 Putumayo27 Quijos28 San Juan Bosco29 Santa Clara30 Santiago31 Shushufindi32 Suca33 Sucumbs34 Taisha35 Tena36 Yacuambi37 Yanzatza38 Zamora23 Esto se confirma por la baja asociacin de los cantones petroleros con el nivel de escolaridad

    alcanzada (-0,002).

  • mos, no es una tautologa respecto a estas variables, sino que corre s p o n d eo b j e t i vamente a una especificidad en el conjunto de indicadores sociales.

    Indicadores sociales y petrleo en la Amazona

    53

    tamiento parecido respecto al conjunto de variables estadsticas relativas asu realidad social. El procedimiento matemtico del anlisis de conglome-rados permite cuantificar el grado de similitud en un listado de variablesrespecto a ciertas unidades de anlisis (en este caso cantones) y procederluego agrupar a esas unidades en grupos parecidos, y progresivamenteagrupar a su vez los ms parecidos entre ellos.

    El mtodo de agrupacin utilizado ha sido el mtodo de Ward y ladefinicin de distancia ha sido la distancia euclidiana al cuadrado. Lasvariables fueron estandarizadas de 0 a 1, y el instrumental de clculo fueel programa SPSS.

    Los resultados de este anlisis constan en el Dendograma No. 2 ymuestran como primera caracterstica, el hecho de que los cantones petro-l e ros tienen un alto grado de asociacin, indicndonos con ello que la pre-sencia de la actividad petrolera estara dando un carcter especial y difere n-ciado a muchas dimensiones socioeconmicas. Podemos agregar que loscantones que ms se asemejan a los petro l e ros prototpicos son Cu y a b e n oy Cascales que tambin tienen alguna actividad hidro c a r b u r f e r a .

    Este anlisis y su representacin grfica, no slo nos permiten identi-ficar a las zonas petroleras con perfil socioeconmico especfico en laAmazona, sino que tambin nos permiten ver cules son los otros tipos.Esto est graficado en el Mapa No. 4:

    En l observamos que los cantones petroleros (nivel 1, representadoscon el color verde claro) se asemejan a un grupo de cantones de la llanu-ra amaznica, que van desde Taisha a Aguarico y Putumayo, pasando porArajuno (nivel 2 en verde oscuro). En cambio, se diferencian de los otrostipos opuestos; por una parte los cantones conectados al sistema vialnacional (nivel 5, representados en color anaranjado), los mismos quecorresponden a las ms antiguas cabeceras provinciales (Zamora, Morona,Pastaza Tena) o los cantones por los cuales entran carreteras a la reginamaznica (Mera, y Quijos) y dos cantones muy articulados a sus respec-tivas capitales provinciales (Yantzaza, y Suca). Encontramos adems ensegundo trmino a los que llamaremos cantones poco articulados (azul yvioleta, niveles 3 y 4).

    Esta distribucin en el espacio casi no vara si omitimos las va r i a b l e sque se re f i e ren a la presencia de la actividad petrolera, o las variables re l a-t i vas a las tasas de cre c i m i e n t o. Esto nos indica que la tipologa que anota-

    Teodoro Bustamante y Cristina Jarrn

    52

    Mapa No. 4Regin Amaznica. Dendograma de aglomeracin jerrquica a nivel cantonal entre variables petroleras - tasa de crecimiento -educacin - salud - PEA - infraestructura

    Fuente: Censo 2001, INFOP-AN 2.0, SIISE 3.5Elaboracin: Observatorio Socioambiental FLACSO, 2005

  • Indicadores sociales y petrleo en la Amazona

    55

    Teodoro Bustamante y Cristina Jarrn

    54

    Respecto a esta distribucin es necesario considerar que la re p re s e n t a-cin grfica nos dara una impresin bastante diferente si es que tomamosen cuenta que el cantn Pastaza, el ms grande del territorio nacional, estcompuesto por dos zonas muy diferenciadas: por una parte tenemos a lazona de Pu yo, capital provincial y la ciudad ms consolidada de laA m a zona, y por otra una extensa zona rural, muy poco poblada, sin acce-sos, que muestra ndices de educacin y otras variables muy marginalizadas.Quisiramos proponer una hiptesis de distribucin espacial de las va r i a b l e sque mostrara esta diferencia. Esta hiptesis se refleja en el Mapa No. 5.2 4

    Esta representacin merece algunos comentarios, pues nos muestraque existe un tipo de realidad social que ocupa un espacio continuo en labaja llanura amaznica, y que los cantones con tipologa petrolera consti-tuyen una mancha al interior de esta otra realidad.

    Para entender esta distribucin en el espacio es necesario tener encuenta que esta zona de llanura amaznica que hemos representado conel color verde oscuro, es la zona que presenta peores indicadores en lamayor parte de aspectos sociales (los ms altos ndices de analfabetismo,bajos niveles de educacin, de salud, de vivienda e infraestructura).

    Un segundo comentario tiene que ver con la correspondencia entreesta zona marginalizada y la presencia de poblacin indgena. La asocia-cin del porcentaje de poblacin indgena con niveles de pobreza, caren-cia de servicios y marginalidad es alta. Esto replantea las viejas discusio-nes del indigenismo sobre la integracin y las denuncias sobre la discrimi-nacin a la poblacin indgena.

    Quisiramos en esta ocasin llamar la atencin en que los indicadoresdel sistema estadstico formal parten de una concepcin que presuponevalores de la vida occidental. En otras palabras, la asociacin de la pobla-cin indgena con las variables de pobreza y marginalidad puede corres-ponder en realidad a una diferencia en las formas de vida. Esto nos plan-tea la conveniencia de buscar indicadores de condiciones de vida que ten-gan menor sesgo etnocntrico.

    Si agrupamos los cantones segn indicadores temticos, encontramosciertas variaciones en los resultados.

    24 En este mapa hemos utilizado las divisiones parroquiales al interior del cantn Pastaza.

    Mapa No. 5Regin Amaznica. Dendograma de aglomeracin jerrquica a nivel cantonal entre variables petroleras - tasa de crecimiento -educacin - salud - PEA - infraestructura

    Fuente: Censo 2001, INFOP-AN 2.0, SIISE 3.5Elaboracin: Observatorio Socioambiental FLACSO, 2005

  • estn agrupados en una categora que se caracteriza por tener poca cober-tura de servicios a excepcin del servicio elctrico y malas condicionesde vivienda. Sin embargo, hay pocos hogares hacinados y situacionesintermedias en cuanto a acceso a servicio higinico.

    La Joya de los Sachas se diferencia de los anteriores y se parece a unconjunto de cantones con apreciables carencias de servicios. El nicoindicador relativamente positivo es la baja incidencia del hacinamiento.

    Pobreza

    La situacin de pobreza de los cantones petroleros no presenta un perfilmuy especfico. En efecto, la aglomeracin a la cual pertenecen incluye 16cantones, es decir, el 42% de todos los cantones amaznicos. Las caracte-rsticas de este grupo incluye ndices de indigencia bajos, pero problemascon la incidencia de la pobreza y una tendencia a ciertos ndices altos ennecesidades bsicas insatisfechas. Contrastan con esta realidad mayorita-ria los otros dos extremos: por una parte, cantones que tienen alta inci-dencia de todas las variables relacionadas a la pobreza, como los cantonesen que predomina la poblacin indgena. Con niveles menos agudosestn algunos cantones poco comunicados de la ceja de montaa. Engeneral, los cantones con mejores indicadores en todas las variables sonaquellos que presentan una mayor articulacin al espacio nacional.

    Tasas de crecimiento demogrfico

    En cuanto al comportamiento del crecimiento demogrfico, los cantonespetroleros s representan un tipo particular y diferenciado que se caracte-riza por tasas de crecimiento claramente superiores a la media durantetodo el periodo de registro. Otros cantones que tienen tambin una per-sistente tendencia al crecimiento demogrfico (aunque no tan alta comolos aqu denominados petroleros), son una parte de los que hemos llama-do cantones indgenas.

    Creemos que los resultados similares son generados por dos lgicasdistintas. Por una parte, la lgica migratoria en los cantones petroleros yla alta natalidad en el segundo caso.

    Alrededor de la zona petrolera existen algunos cantones que han mos-

    Indicadores sociales y petrleo en la Amazona

    57

    Educacin

    Analizando los indicadores de educacin, se pueden identificar cuatrograndes tipologas en la Amazona, con dos extremos. El que correspon-de a situaciones aventajadas y comprende los cantones Quijos, Tena,Mera, Pastaza, Morona, Zamora y Yantzaza, (ver Mapa No. 6), y un tipomarginalizado que coincide fuertemente con los cantones con predomi-nio de poblacin indgena, entre ellos Taisha, Arajuno y Archidona.

    Los cantones petroleros exceptuando La Joya de los Sachas, se ubicanen un grupo caracterizado por un nivel educativo medio, donde buenaparte de la poblacin ha llegado a los primeros aos de secundaria y lastasas de analfabetismo son bajas. Sin embargo, encontramos que hay dfi-cits de asistencia primaria y superior, y un bajo porcentaje de poblacindedicada a la enseanza. La situacin de la Joya de los Sachas difiere de laanterior porque pertenece a un grupo en el cual es mucho ms represen-tativo el nmero de personas que slo lleg a la educacin primaria, locual corresponde a un bajo nivel de calificacin de la mano de obra.

    En resumen, el nivel educativo de la poblacin de los cantones petro-leros no es especialmente bajo (a excepcin de La Joya de los Sachas), peroes insuficiente la inversin actual en educacin, al igual que las tasas deasistencia escolar.

    Salud

    En materia de salud, la situacin de los cantones petroleros es nuevamen-te intermedia. Encontramos que presentan mejores condiciones que elconjunto de cantones de escasa accesibilidad, y con fuerte pobl