Mandala: Filosofias Underground

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MANDALA Filosofías Underground

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You say you want a revolution well, you know we all want to change the world you tell me that it's evolution well, you know we all want to change the world but when you talk about destruction don't you know that you can count me out don't you know it's gonna be all right all right, all right

Transcript of Mandala: Filosofias Underground

MANDALA

Filosofías Underground

Hoy en día hablar de revolución es algo muy complejo, primero que nada la palabra te remite inmediatamente a grandes personajes de la historia que lucharon con sangre, sudor y lágrimas por el más elemental y universal de los derechos: la libertad. Quizás ustedes, al igual que yo, se preguntarán: ¿Qué pensaban esos grandes personajes que son estudiados en los cursos de historia? ¿Qué hicieron diferente para transcender con el paso de los años? Las respuestas pueden remitirnos a diferentes escenarios, perspectivas, ideologías, creencias, convicciones, etc.

En un mundo en el que se privilegia en demasía la individualidad, la revolución parece algo lejano, una especie de sueño inalcanzable, imposible. Todos los días esos lazos de colectividad, elemento imprescindible para luchar por algo, se han perdido. No somos capaces de tolerar, de escuchar, de proponer, de actuar. El mundo en el que vivimos, lleno de malos políticos, de corrupción, de injusticias, de desigualdades, nos alerta, nos hace un llamado, nos grita con sed de venganza: WAKE UP. Parece una era de va-cío, de apatía, de ser, tal y como lo dice Bob Dylan, unas piedras rodantes.

Y más allá de una lucha armada, lo que la humanidad demanda es una lucha contra la conciencia misma. El medio en el que vivimos se ha convertido en meras banalidades, cosas sin importancia, sin trascendencia. Si bien la vida es corta y hay que disfrutarla, cada quien la disfruta como mejor la interpreta. No por nada el pasado fin de semana miles de personas salieron a abarrotar las tiendas para llenarse de objetos y sobre todo de deudas, en fin, su vida se los demandaba. Pero son objetos, creo yo, sin ma-yor trascendencia para la vida de las personas, más que el mero status personal.

El SUEÑO LLAMADO REVOLUCIÓN

¿Llegó la hora de despertar? ¿Cómo despertar? Leer un libro, ver una película, organizarse, escu-char una canción, escuchar a los demás. Elementos necesarios para no ser unas piedras rodantes sin rumbo, sin destino. Romper lo establecido, crear conciencia, una conciencia desapegada de la religión o la televisión, dejar de alimentar a la mediocridad. Acaso ustedes al igual que yo han pensado que sin armas la revolución no es posible, que un cambio profundo no es viable. Pero tal vez una tarde, una noche, un día la inspiración llegará, llena de odio y clamando justicia.

Llegó la hora de hacer sentir el poder de la gente, olvidarnos del primer mundo, ¡éste es nuestro primer mundo! Y ni siquiera podemos hacer algo por él. Quienes tenemos medios a nuestro al-cance no actuamos, existen fuerzas que nos impiden actuar: la pereza, la indiferencia, el egoísmo. Vivimos en una burbuja que puede estallar en cualquier momento, posiblemente el primero de diciembre cuando estrenemos presidente, tal vez cuando salgamos a pedir trabajo o en el peor de los casos ahora mismo. El país, el mundo imaginario que muchos viven o vivimos pronto estallará. Podrán decir que estoy soñando, que soy un pacheco de primera o que al escribir este artículo es-cucho música contestataria. Pues las tres son opciones viables (la segunda con mayor porcentaje de probabilidad), no sin antes considerar que todo lo anterior es simplemente la cruel realidad. Pareciera que estamos ante una cruda moral inmensa, la cual hay que “curarla”, es necesario. Li-bertad y justicia como estandartes de nuestras vidas, como razones para vivir, para luchar. Porque para hacer la revolución, más allá de la lucha armada, la revolución puede comenzar en nuestra vida diaria, como una forma de vida, como una forma sencillamente de sentirnos más humanos.

El SUEÑO LLAMADO REVOLUCIÓNViko del Real

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Alina de la Rosa

Alma Laura Lagarde

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FotodelicosMeli Vera

Karen Ouh

A Todas y todos los revolucionarios de pensamiento…

Las revoluciones se llevan a cabo todos los días, en todas partes, pero la principal y la mejor forma (aparte de la social) es la del pensamiento, y más cuando lleva consigo la responsabilidad de las acciones y la congruencia de lo que se expresa con lo que se piensa al igual que con lo que se hace, este triángulo debe perdurar y debe realizarse para po-der ser un revolucionario. Un revolucionario lleva consigo aprendizaje y vivencias con responsabilidades, en primer lugar consigo mismo, después con tu entorno, incluyendo a los seres humanos, es un estado donde no necesitas estar inmiscuido en el consumismo, en la egolatría, en la presunción, en la humillación hacia terceros. Es un estado de lucha y avance constante, un estado que te va acercando a la cultura, al arte, al análisis de todo tipo, a la lectura, al cambio total en todos los aspectos….

Esto es ser un revolucionario, por esta cuestión dime ¿cuántas veces escuchaste “Revo-lución Mexicana en estos días? Al gobierno opresor no le conviene tener revolucionarios, a un gobierno que se ha ensañado en sumir más a las clases bajas, en vender a las élites adineradas el petróleo; los medios masivos de comunicación, la fibra óptica, las conce-siones de empresas, de explotación de suelos entre otras más, al gobierno no le conviene tener revolucionarios porque la televisión dejaría de producir idiotas, los teatros se lle-narían, nos organizaríamos, el arte estaría en las calles, en las escuelas, habría librerías como hay “oxxos”…Una bella utopía para un país que vive de utopías…Donde pocos viven su revolución.

Un caso de revoluciones es el EZLN, quienes con sus manos partidas por el frio, por el hambre, por la injusticia desearon comenzar a soñar juntos para que hoy se vea la reali-dad de tener tierras independientes (los llamados caracoles) con gobiernos no corruptos y participativos, con sus propias leyes donde expulsan el vicio del alcohol, donde la edu-cación es primordial, un grano de arena dentro de una playa muerta…

Hoy ¿qué celebramos? Una revolución que se convirtió en una dictadura de más de 70 años, me refiero a la del PRI, una revolución llena de traiciones y ganas de poder…Hoy deberíamos de celebrar a Emiliano Zapata revolucionario incorruptible, que cumple con el triángulo que explicaba al principio, que su principal defensa siempre fue la tierra con-vertida en arte para él. Recordar a Doroteo Arango (Pancho Villa) y los grandes avances que vivió su estado durante su gobierno.

Hoy que existan muchos Panchos villas, que vivan miles de Zapatas, y que nazcan y se consumen millones de EZLN para una vida mejor de nuestro país y por supuesto de nuestra persona…

A Todas y todos los revolucionarios de pensamiento…

Julio Acosta

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J. Cracket

Julio Acosta

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ADOC

PALABRASOnironauta

Mascota

Te veo juntar los cristales rotos, buscas volver a armar la azucarera de porcelana.

Te miro a lo lejos buscando romperte más, que me liberes, que te asustes tanto que pidas

que me vaya.

Pero tú sólo gritas mi nombre, imploras que no me aleje y sea buena

¿Cómo podría amar a alguien que me ve como un juego? ¿Sin mi libertad? ¿Cómo un hu-

mano puede estar atado a otro sin poder romper sus cadenas?

Hago ruido para que ella baje y vea tu desorden, que sepa que no puedes hacerte cargo de

mí.

Espero a que el ser de la bicicleta venga y me lleve…

Veo hacia atrás y sólo estás sentada, sola, loca...

Abro los ojos con el nombre que me diste en la boca….

Yo no sé cómo funciona la suerteYo no sé cómo funciona la suerte,lo cierto es que a veces viene a mi encuentrome abraza, me besa, duerme conmigo,realiza proezas y les pone mi apellido.A veces sólo se presenta con tu cara,tu cuerpo, el sonido de tu voz embelesando mi oído.

A veces sólo te sueño pero a eso no le llamo suerte,eso es una frustración por no estar contigo.Entonces la suerte se esconde y la inspiración vieney toma mi mente, la lleva a su nidoy te escribo de todo porque en todo te miro.Luego entonces la suerte se va,pero siempre regresa, aunque no sea cuando se lo pido.

Catifas M.

Moisés Lozada

REVUELTAS

Todos los mexicanos, e incluso muchas personas extranjeras, tenemos en mente qué fue La Revolu-ción Mexicana. Todos sabemos que fue un conflicto armado para derrocar a Porfirio Díaz… ¿y luego? Cuando este humilde escritor estudiaba la primaria, entraba en conflicto cuando le trataban de explicar todo el suceso de la Revolución Mexicana, el autor como todo ser occidental tenia la manía de dividir cualquier cosa, sujeto o ente en dos, la dualidad del bien/mal, día/noche, fuego/agua, buenos/malos. Cuando estudiaba historia dividía en buenos y malos. Aztecas buenos/españoles malos(conquista). Mexicanos buenos/españoles malos (Independencia). Mexicanos buenos/franceses malos (Reforma) hasta aquí era fácil, pero con la Revolución entre en conflicto, ¿neta? ¿Mexicanos peleando entre mexicanos?, ¿quién va a perder?, ¿quién va a ganar? Cabe aclarar que a esa edad mi imaginación no me permitía clasificar a las personas por su status social o económico. Ya cuando entré a la preparatoria traté de entender ese fenómeno social, además de leer las típicas monografías de la papelería comencé a buscar información por otros lados y dos libros me ayudaron más o menos a clarificar mis ideas: La sombra del Caudillo de Martín Luis Guzmán y La revolucioncita mexicana de Rius. Cuando terminé de leer ambos librosllegué a la conclusión de que México seguía igual: tiendas de raya por patrones explotadores se convirtieron en Walmarts, la dictadura de Porfirio Díaz cayó, pero otra se alzó con el nombre de una revolución institucionalizada. Y aun con conclusiones me planteé más preguntas: que si Zapata gano, que si Pancho Villa era un Robin Hood hecho a la mexicana, que si los Hermanos Flores Magón, que si la revolución sigue en pie, que si Victoriano Huerta reencarnó en Felipe Calderón para seguir saqueando al país, que si “la bola” ahora se pone a ver la televisión todo el día, que si las adelitas ahora combaten desde una oficina, que si el tren ya se convirtió en metro y muchas más.

Ya después adentrándome en este tema me enteré de que la guerra contra las drogas, muy famosa en nuestros días, inicio en la época revolucionaria. Según el documental de History “La historia de la marihuana” los culpables de que dicha planta haya llegado a Estados Unidos de America fueron los mexicanos (¡A huevo!), ya que estos la usaban de manera cotidiana, algo así como echar un café en las tardes para relajarse después de la jornada laboral; el dicho “Si quiere un hijo fuerte y sano, pon-galo marihuano” no es de a gratis. Y mencionan que los trenes además de ir cargados de zapatistas o villistas, iban cargados igual de marihuana y que por azares del destino llegaron al límite entre EUA y México. o quizás para llevarle un encargo a las tropas de Pancho Villa, en donde también nació la famosa cancioncita mexicana “La Cucaracha” que hace mención a la planta. Los corridos que se escu-chaban para enaltecer a los héroes de la revolución o para preservar la historia han evolucionado y se les ha agregado el prefijo narco, sí, los famosos narcocorridos que ahora enaltecen a los grandes capos de la droga y sus acciones de cómo evadir a la policía federal. El mundo está en constante cambio, pero algunos símbolos siguen siendo los mismos.

Pero lo peor que nos dejó la revolución, fue la institucionalización que se hizo de ella, el nacimiento del partido político que la uso en su nombre y nos sigue chingando a todos. Y ahora pienso que la re-volución fue mala, por su culpa nació el PRI. Pinche Zapata, pinche Villa, pinches hermanos Flores Magón, la cagaron, pero como lo dijo el hippie mas grande de todos los tiempos: Perdónalos padre, no sabían lo que hacían

¿Y qué nos ha dejado la revolución?

Mowgli420

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Carlos Nzupa

Mowgli420

ALEHI Y EL DRAGÓNAdoxis y Alehi, se quedaron a orillas del río hablando de sus aventuras, de su hogar, de otros seres, sobre la naturaleza y los otros animales; rieron y se divirtieron mucho hasta que Alehi se dio cuenta de la posición del sol, le dijo a Adoxis –tus aventuras son impresionantes! al igual que tú, pero ya tengo que irme, el sol esta apunto de ocultarse y si no llego pronto, mi familia va a empezar a preocuparse y no quiero problemas –Adoxis miró hacia el cielo que pintaba de rosa el infinito y dijo -sí, está bien tienes razón yo también tengo que regresar a mi caverna; pero... ¿mañana podemos volver a vernos? -Alehi se levantó y mientras se estiraba le contestó –sí, claro nos volve-remos a ver aquí antes que el sol se ponga en el punto más alto, me gustaría llevarte a la pradera de la que te hable- entonces Adoxis y Alehi se despidieron y se fueron a sus casas muy felices y emocionados por haberse conocido.

Al día siguiente se volvieron a ver, Alehi lo llevó a los lugares que conocía y Adoxis también la llevó a conocer sus lugares favoritos, jugaron, platicaron y rieron juntos durante las si-guientes tres lunas llenas hasta crear sus propias aventuras. Adoxis estaba impresionado con Alehi por su capacidad de asombro, le enseñó a valorar y admirar las cosas pequeñas y sencillas que existían, a disfrutar y entender el susurro del viento, y a dejarse llevar por sus emociones. Cosa que Adoxis nunca había hecho y que le dio un sabor diferente a su vida, ya que ésta ya no era la misma. Adoxis le explicó muchas cosas que Alehi no lograba entender, a encontrar el porqué de la dualidad, del tiempo y de las esencias de las cosas. Un

sentimiento los llevo a otro, un pen-samiento los llevo a otro... hasta que llegaron al punto en el que se enamoraron.

El rumor se esparció por todo Siria, cuando se enteraron en sus aldeas del amor que existía entre ellos tra-taron de separarlos, explicándoles que sus sentimientos no podían ser posibles que era algo antinatu-ral tratándoles hacer entender que eran seres muy diferentes y que en-tre ellos no podía existir amor, pero cada uno defendió su amor con lá-grimas, argumentos y garras (en el caso de Adoxis). Pero era algo que en sus comunidades no iban a entender y que jamás iban a acep-tar ya que nadie se había atrevido a romper las barreras de las espe-cies, siempre se habían respetado pero siempre separadas, cada una

en su submundo. Su amor infinito no permitía que ellos siguieran en sus aldeas ya que sus amigos y habitantes los fueron poco a poco exiliando, negándolos, ya nadie los aceptaba, nadie platicaba con ellos, exiliándolos en el olvido.

A causa de este amor, las hadas y los dragones entraron en conflicto, empezaron a surgir discusiones y peleas ya que eso no era posible. No lo comprendían y entre los dragones y las hadas se echaban la culpa hasta que olvidaron por lo que estaban peleando.

Alehi y Adoxis estaban tan tristes de lo que habían ocasionado que trataron de buscar una solución, ya que ellos no querían separarse jamás, y lo único que anhelaban era vivir en paz, como siempre se ha vivido en la tierra de Siria.

Tristes, solos, sintiéndose culpables de semejante lucha, sin poder soportar ninguno de los dos tanta tristeza, demasiada impotencia y decepción. Alehi monto el lomo de Adoxis sin decir ninguna palabra se agarro fuerte de sus escamas y cuando el sol estaba en el punto mas alto del cielo, volaron juntos directamente hacia el sol; sus familias al percatarse in-tentaron detenerlos pero no lo lograron una explosión de repente se origino y cegó a Siria completa. La explosión en forma de una inmensa ola de luz se extendía acompañada de un silencio total que era cómplice de este acto de amor. En medio de la nada los dos desapare-cieron; sus familias, no podían comprender lo que habían hecho, las miradas se buscaban tratando de comprender lo que acababa de pasar ante sus ojos, la idea de que nunca iban a volver a verlos empezaba a brotar en sus cabeza, los inundó la tristeza ...cuando habían aceptado la idea, todos cabizbajos, una luz tornasol los invitóa alzar la vista y observaron caer lentamente una chispa del fuego de Adoxis, y polvos multicolores de las alas de Alehi estos caían como si acariciaran el aire, después en una danza en espiral girando entre si fueron uniéndose poco a poco mientras se acercaban más al suelo, hasta formar una es-fera de luz. La intensidad de esa pequeña esfera que se formaba cambiaba en destellos tornasoles... descendió, se depositó en un lirio a la orilla del río, la esfera dejó de brillar; todos miraban asombrados esta esfera, nunca se había escuchado tanto silencio en Siria, lentamente esta luz fue formando un pequeño ser que todos acordaron nombrar: libélula.

Alejandra Landa

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ADOC

Durruti y MagónCon estos dos dibujos quiero hacer un sin-cero homenaje a dos… no héroes, pues el anarquismo no admite el título de “héroe”, sino a dos valientes compañeros que vivie-ron y murieron por la causa anarquista: Ricardo Flores Magón y Buenaventura Du-rruti.

El primero, mexicano, el segundo español, desbordaron fronteras con sus ideas liber-tarias, al punto de no reconocerlas.

Flores Magón fue perseguido como un peli-groso criminal por sus ideas. ¡El ejército te-mía a su tinta y papel! Tanto, que buscaron silenciarlo.

Muerto Magón, Durruti dio nuevos alientos al anarcosindicalismo de México cuando lo visitó por un corto tiempo para financiar obras anarquistas. Fundó una escuela para los niños pobres de la postguerra mexica-na y después debió volver a España al ser perseguido por sus fantásticos métodos de financiación (léase: robó a un banco ladrón).

Casualmente, Buenaventura y Ricardo mu-rieron respectivamente en días 20 y 21 de noviembre, ambos asesinados por los regí-menes que les temían y que tan valiente-mente supieron combatir.

Quizás nunca se sepa quién disparó la bala que segó la vida de Durruti y permitió la en-trada de los fascistas en Madrid, igual que una eterna revuelta, ni objeto de qué tortu-ras fue Flores Magón en esa cárcel de Kan-sas que no pudo encerrar su lucha.

Quizás, tampoco se sepa por qué las perso-nas (y aquí incluyo a otros libertarios anó-nimos u olvidados) que animaron a innu-merables generaciones a no descansar en su lucha por una merecida dignidad, fueron traicionados permitiendo que fueran eleva-dos (o más bien, denigrados) a la categoría de “héroes de la patria”.

El pueblo ha vivido buscando la fuerza de un líder o un mesías que lo salve, siendo que tiene la fuerza de cada uno de sus miem-bros. Las voces libertarias están tan presen-tes y son tan actuales como hace cien años, no para encumbrarlas, sino para saber que tenemos que organizarnos y, como siempre, buscar la emancipación por nuestra cuenta (¡sin confiar nuestra libertad a los políticos!), basados en la solidaridad, unión, equidad y, sobre todo, la organización.

¡La Revolución de 1910 no ha sido ganada todavía!

Revolucion de pelicula

..

Qué tal mis queridos madalectores, pues ya que estamos en esto de la revolución, dedicaré este número a hablarles de un revolución que nadie ve, casi nadie pide pero que es muy im-portante realizarla ---y entre más pronto me-jor--- hablo de nada más y nada menos que de nuestro querido pero muy rezagado cine mexi-cano.

Es conocido por todos que la producción fílmi-ca nacional comenzó a decaer en calidad en la década de 1980. Si bien se seguía produciendo una cantidad importante de películas al año, su calidad generó el alejamiento del público y por ende la decadencia para la industria cinemato-gráfica. El espectador optó por las produccio-nes estadounidenses de Hollywood y los nue-vos complejos de salas múltiples comenzaron a sustituir a los viejos cines. Esta situación qui-so ser aprovechada por el Estado mexicano, el cual incorporó el cine en las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Nor-te (TLCAN), donde se le daría a esta industria un peso mayoritario para el entretenimiento.

Para lograr lo anterior, el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari envió una iniciativa para reformar la Ley de la Industria Cinemato-gráfica de 1952. Si bien esta legislación tenía 40 años en esos momentos, su redacción re-gulaba una industria con un enfoque más cul-tural, esto es, un bien de consumo de mayor alcance popular, mientras que la propuesta de reforma sólo adecuaba a la industria nacional como receptora y exhibidora del cine comercial norteamericano, situación que inconformó a diversos miembros de este rubro. El dictamen de la iniciativa presidencial fue aprobada en 15 minutos en la Cámara de Diputados.

Un grupo conformado por directores, actores, escritores y estudiantes de cine, entre otros, sostuvieron diversas reuniones para intercam-biar ideas con respecto a este sector y con-cluyeron que la legislación no contribuía a su activación, por lo que inició una serie de ac-ciones encaminadas a examinar las deficien-cias de la industria y realizar las propuestas pertinentes para su revitalización. Este grupo se autodenominó Comunidad Social Cinema-tográfica (CSC), cuyo objetivo inmediato fue buscar los canales necesarios para impulsar una nueva reforma a la nueva Ley Federal de Cinematografía (LFC).

En 1995 la CSC redactó el documento: Cru-zada nacional en defensa del cine mexicano como patrimonio cultural y salvaguarda de nuestra identidad. De esta forma comenzaron a realizar las acciones necesarias para que los diputados federales escucharan sus propues-tas: el planteamiento de una reforma a la LFC

Re-Pacheco

para que concibiese al filme como un bien cultural, y para lograrlo se plantaron tres pilares funda-mentales: el financiamiento público a las producciones mexicanas, un tiempo en pantalla reservado para éstas ---el cual ha ido desminuyendo año con año---, y el respeto a la integridad de las películas extranjeras (no cortes ni doblaje).

Desde cierto punto de vista, podría pensarse que los objetivos de la Comunidad Social Cinematográ-fica eran de sentido común, esto es, una propuesta que reactivaba a la industria nacional y ofrecía un mejor producto al público espectador. Sin embargo, los intereses económicos y lucrativos del sector se convirtieron en un férreo obstáculo, y los empresarios de la distribución y la exhibición, agremiados en la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (Canacine), comenzaron a utilizar los medios a su alcance para bloquear las propuestas.

En 1997, a punto de culminar la LVI Legislatura Federal y tras meses de pláticas y acercamientos con diputados del aún mayoritario Partido Revolucionario Institucional (PRI), la Comunidad Social Cine-matográfica se enfrentó al primer obstáculo: el representante del grupo de los legisladores priistas señaló que finalmente no avalarían su proyecto de iniciativa ciudadana para ser presentada en la Cámara. La razón, además de ingenua, fue una ofensa para los cineastas: no se encontraba en los supuestos del artículo 71 de la Constitución, esto es, que no existe (incluso a la fecha) a nivel federal el derecho de los ciudadanos a presentar iniciativas (iniciativas populares), los únicos facultados para ello son el presidente de la República, los diputados federales y los congresos locales de las entida-des federativas.

Detrás de ese argumento se observaba la nula voluntad política para crear mecanismos de acerca-miento con la sociedad civil. Tiempo después los dirigentes de la Comunidad Social Cinematográfica se enterarían que quien había dado la instrucción de no apoyar el proyecto, había sido el mismo presidente de la República, en ese entonces Ernesto Zedillo.

Desde entonces se han hecho algunas modificaciones a la LFC y a pesar de que las estadísticas seña-lan que existe un incremento de producciones mexicanas de calidad ---incluso algunas de ellas han sido premiadas en el extranjero en diversos festivales de cine--- la realidad es que no se han tocado los puntos importantes que nuestra LFC merece para poder realmente apoyar nuestras produccio-nes cinematográficas, sólo se han modificado ciertos incisos y aprobado reformas que a los empre-sarios y gobernantes les convienen ---no hace falta señalar el porqué--- es hora de que abramos los ojos y peleemos por lo que nos conviene a nosotros y no sólo a esos grupos de poder, es hora de levantarnos y hacernos escuchar; en verdad espero poder ver el día en que todos alcemos la voz al unísono para que nuestro cine sea tan grande como debería ser.

Re-Pacheco

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Adriana Saac

Adriana Saac

Yo Revolucionario

En una ocasión escuché a uno decir: “Con internet, los jóvenes pueden descargar lo que deseen, antes yo conseguía los libros marxistas como podía, porque en la universidad lo quitaron eso, y nadie, y nadie lo censura de la red”. Unas horas después también fui testigo de otro comentario al respecto: “Nadie los quita porque no pasa nada, además lo buscan como si fuera a darles una clave, una respuesta”.

Cuando pienso en revolución viene a mi mente un joven acercado a la escuela de Fráncfort, so-berbio por sus múltiples lecturas hechas más allá de las aulas, y como parte del 132, decidido a tomar las calles. Cuando recuerdo la revolución rememoro críticas acerca de mujeres feministas, quienes bajan la mirada en sus casas.

He leído muchas veces posiciones de cambio mal redactadas en blogs, en face, en revistas como ésta. Todas son una serie de quejas sin sentido, en realidad es sencillo escribir en word tres palabritas y esperar el feedback de los usuarios “fieles” a lo under, a lo contracultural que de-searán encontrar salidas a su sed de novedades diferentes en páginas electrónicas; sin embargo, ni ELLOS, ni YO, ni TÚ, hemos hecho nada más.

Yo ni me atrevo a pronunciarme en nombre de los revolucionarios porque sí sigo modas, si me gusta tomar café por el simple hecho de estar en un lugar cómodo, y me río con una peli ame-ricana barata.

A veces me entran mis gustos refinados y leo y ojeo sitios menos concurridos, pero todo es lo mismo. Me gustaría poder contar una anécdota sobre cómo me ha ayudado la teoría o la prácti-ca, o mis aficiones por lo no-comercial, hasta ahora no le h servido mi influencia a mi familia o a mis amigos, que es por donde se debiera empezar.

Sucede que la pereza obliga a ejercer presión, a llegar al hartazgo, y entonces sí, manifestarse sin importar si el conductor de X vehículo tiene trabajo pendiente o alguien va a llegar tarde por nuestra culpa. Pasa que nosotros mismos nos mensajeamos y somos egoístas y flojos para incluir a alguien más en nuestras actividades, por lo menos para tener una opción.

Yo veo mi futuro como una persona ocupada, llena de maravilloso trabajo que me satisfaga, sin embargo la constancia para compartir eso que nos hace sentir únicos y excluidos del resto de la gente no se da tan fáci.. Sería excelente que trascendiéramos como héroes o precursores de algo, pero, y si no. Y si sólo estamos echando choro en este vacío interminable, por mera diversión o aburrimiento, da lo mismo si destapo una coca y me voy a estrenar mi videojuego conseguido este buen fin.

ADOC

Omar Rodríguez Cerón

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Alma Laura Lagarde

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J Cracket

10 poemas para OfeliaCon las estrellas volar y no respirarTus labios besar y no voltearYo quiero decirte te quiero y no puedo ver Me dijiste hola y no pude responderEl sol tocar y de locura gritarMe sacaré el corazón y te lo haré entregar Ho dulce princesa, tu mente desprenderY a mi figura descenderTus manos yo besaréMi libido te entregaréHo dulce princesa te amo y lo gritaréTe quiero y no lo negaréY hasta el cielo llegaréY con locura te besaréNo me dejes solo aquíPensando solo en ti

Nunca veré otros ojos como los tuyos, pues esos ojos hacen que mi mente se vuelva un remolino. Jamás disfrutaré otra sonrisa como la tuyapues es como ver las estrellas chocarentre átomos de sabores y llegar en un segundo de la vida hacia el universo,me hace volar por el espacio sideral y aterrizarentre tus labios, resbalándome sobre el color rosado, como el rocío lo hace sobre los pétalos de las flores.¡Al flotar tu pelo con el viento¡ me siento un pira-ta; y quisiera tomar el aire para huir de la triste-za, puedo lograrlo si caminas hacia mí.Y tomar tus manos suaves y delgadaspara ponerlas sobre mi pecho,harían que mi mente y cuerpo se elevara, imagi-nando un torbellino de luces dulces.Cierro los ojos y jamás he podido imaginar¿qué es lo que sentiré? o ¿cómo lo viviré?Si algún día logro tener tu amor.Lo intento y el sudor de mi espalda baja por mi columna,mientras mi piel se enchina, al saber que tú te acercasy yo sin tener a donde huir.Tu mirada, no sé qué tienen tus ojospero hay algo que me hacen querer verlos todo el tiempo.

Corre y no te detengas Grita de la forma, agresiva retante, erótica, pervertida, seca, ofensivaCon la fuerza de tu sexo, de tus ojos, de aquellas ondas que crean tus manos De tus pensamientos, pánicos, surrealistas y áci-dosAquellas ideas de desorden, de caos, de amor, de tristeza.Aquellos postulados de guerra

Y admiro todo aquello que salió de formapasiva pero con un espeso transitar, inundando los pensamientos mojigatosLas creencias torpesY los discursos fascistas.

Muerte a la vida, dijeron en aquel rincónY otros tantos despreciaron a las palabrerías que se decían en los pódiums Muchos más se masturbaron mientras se habla-ba de DiosAlgunos poetas lloraron y se lamentaron que los escupieran

Y mientras tanto los sapos bailaban al compás de la sinfonía de las putas.Una pierna se abrió y el mundo sonrió.Los niños se alejaron a un lugar menos lubrica-do, a jugar con sus manos.La pantalla se iluminó y todos olvidaron.

Fue en ese momento cuando te recordé.Te apreté y me deje caer sobre el téQue estaba sobrecosido.Y derretida se fue mi alma.Fue en ese momento que me dijiste: Corre y no te detengasabrázame, bésame,y arráncame de estaincertidumbre Marín

PALABRAS REVUELTAS

Moisés Lozada

LA LUNA

La luna gira lentamente,

como un disco de acetato viejo

-algún día a Dios llamé-

en ese preciso momento

descolgado estaba el teléfono.

En la luna la silueta de aquel conejo

las nubes parecen escarcha de hielo,

es aquí cuando yo reconozco que siento celos.

En la luna mis sueños de cuando niño voy perdiendo

pasando los años la revolución perece,

perece sin dueño,

te abrazo pa’siempre en mi mente

te quiero aunque seas solamente

un muñón de tu cuerpo.

Con la luna se mueven las aguas,

las mareas del océano enfermo;

puedo fumar un cigarro

y el humo no llegará ni a tu cuello,

puedo volar unos metros

pero siempre regreso

por la nostalgia eterna que me produce el suelo.

Sentido irreconocibleAquellos ojos que reflejan nostalgia, una esperanza agonizante, la

mirada que se pierde en el horizonte, dejando en la ventanilla nada más que dolor...Mientras ella regresa con los suyos, piensa en su búsqueda fallida y aún así: vive o al menos sigue intentándolo… sin embargo sufre a

causa de la situación. ¿Qué situación? la que la ata a su pasado irre-mediable, a su pseudo libre presente, acatando órdenes, queriendo llegar al futuro y crecer, pero con las manos entorpecidas gracias a las cabezas imperialistas.

Se refugia en sus costumbres, en su apenas patrimonio y posterior agradecimiento que se convierte en suspiros conformistas... Y de pronto: Se esfuma, su mente divaga, su cuerpo inerte en aquel

abandonado asiento queda… ni el Estado, ni la Iglesia, ni la Globa-lización, ni sus Tradiciones Apocalípticas la salvan.Retumban en sus oídos: ruidos, bullicios, ideas, luchas, éxitos pero también fracasos. Todo en tan sólo unos minutos y en seguida: catarsis, sus oídos

quedan sordos y su mirada ahora es cegada por una incomprensible luz… Silencio, no hay nada más, desfallece, se consume, dando por senta-da su destrucción. ¿Espiritual? ¿Moralista?No, aquello jamás existió, sólo: su instinto y su esperanza, mueren.

PALABRAS REVUELTASSentido irreconocible

Aquellos ojos que reflejan nostalgia, una esperanza agonizante, la mirada que se pierde en el horizonte, dejando en la ventanilla nada más que dolor...

Mientras ella regresa con los suyos, piensa en su búsqueda fallida y aún así: vive o al menos sigue intentándolo… sin embargo sufre a

causa de la situación. ¿Qué situación? la que la ata a su pasado irre-mediable, a su pseudo libre presente, acatando órdenes, queriendo llegar al futuro y crecer, pero con las manos entorpecidas gracias a las cabezas imperialistas.

Se refugia en sus costumbres, en su apenas patrimonio y posterior agradecimiento que se convierte en suspiros conformistas... Y de pronto: Se esfuma, su mente divaga, su cuerpo inerte en aquel

abandonado asiento queda… ni el Estado, ni la Iglesia, ni la Globa-lización, ni sus Tradiciones Apocalípticas la salvan.Retumban en sus oídos: ruidos, bullicios, ideas, luchas, éxitos pero también fracasos. Todo en tan sólo unos minutos y en seguida: catarsis, sus oídos

quedan sordos y su mirada ahora es cegada por una incomprensible luz… Silencio, no hay nada más, desfallece, se consume, dando por senta-da su destrucción. ¿Espiritual? ¿Moralista?No, aquello jamás existió, sólo: su instinto y su esperanza, mueren.

Meli Vera

J. Cracket

Minutos de abeja

Y las manecillas jugaban bruscamente por ganar, mientras

deshacían portales de telarañas. La mejor opción fue haber

afilado la navaja.

Ignorando las preguntas de respuesta rápida; Preferíamos

reír de la encuestadora automática. Y pensamos que sólo

era cuestión de tiempo para que un refrigerador de Coca

Cola se vaciara y así encontrar la felicidad; pero los mo-

luscos que brotaban de nuestro cuerpo fueron suficientes

para calmar la caída.

Todo seguía con el mismo régimen del tiempo, él siempre

tan preciso y nosotros tan… Imprecisamente estaba dis-

traído cuando todo esto sucedió, pensé que era momento

de extender las alas y volar como simple abeja que soy;

aunque no siempre mis palabras buscan miel.

Tú tenias una pequeña balanza, la cual se encontraba en

tu bolsillo, es así como tú me pones y me quitas el nudo

de ahorcado, es así cuando tú me rasgas y me curas todas

mis heridas. ¿ Y es aquí donde me pregunto, si tendremos

distintos destinos? ¿ Si el polen es el mismo en cualquier

lugar? ¿ Tal vez estemos mal gobernados por esa sexy rei-

na? Mientras estos minutos pasan en la plaza siento que

soy una abeja.

A esta exposición fui casi accidentalmente porque no pensaba ir al Colegio de San Ildefonso, el caso es que decidí lanzarme para ver qué había y me encontré la expo-sición de Ron Mueck; y la verdad qué chingonería, sus esculturas muy reales, creo que si ese cabrón hiciera las figuras de distintas personalidades en los museos de cera en el mundo, le quedarían idénticas. Bueno yo me sorprendí con las esculturas de la señora que estaba en la cama, porque parecía que te estaba viendo, o el del navajazo, el bebe empotrado en la pared.

Pero hubo algo que me sacó de onda que a mí no se me hizo interesante, pero a varios sí, sino es que a muchos, el pollo colgado. Era como esos que cuelgan para burlarse de las águilas del América en el fútbol, pero nada más que en grandote, más bien un pollo gigante y hasta escuché varios comentarios así: “Pinche pollo está bien chingón”; pues lo vi pero a mí no se me hizo chingón ni interesante, y me quede pen-sando en algo: quizás todos los que se sorprendieron con el pollo nunca han visto un pollo desplumado en una pollería, o nunca han ido al mercado o si han ido, no se fijan en lo que hay, o todos compran en los supermercados donde el pollo ya está en par-tes, no lo sé. Quizás no se me hizo interesante porque en casa hemos tenido gallos, gallinas, guajolotes y son para consumo propio. Alejandro Jodorowsky dice “que las salchichonerías y demás centros comerciales son como museos porque acomodan las cosas en distintas formas para llamar la atención”. Y pues ese pollo sí llamó la atención, aunque a mí no me resultó de interés.

EL POLLO

Pablo Coyote

Pablo Coyote

Fotodelicos

Elizabeth Ramos Castillo

Fotodelicos

J. Cracket

Elizabeth Ramos Castillo

Fotodelicos

J. Cracket Itzel Alexis

Omar Rodríguez Cerón

Mowgli420