MANEJO DE LOS RECURSOS EN LOS ANDES ECUATORIANOS

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MANEJO DE LOS RECURSOS EN LOS ANDES ECUATORIANOS Revisión de literatura y evaluación del Proyecto Manejo del Uso Sostenible de Tierras Andinas (PROMUSTA) de CARE Centro Internacional de la Papa Paul Winters, Patricio Espinosa y Charles Crissman 1998

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MANEJO DE LOS RECURSOS EN LOS ANDES ECUATORIANOS

Revisión de literatura y evaluación del ProyectoManejo del Uso Sostenible de Tierras Andinas

(PROMUSTA) de CARE

Centro Internacional de la PapaPaul Winters, Patricio Espinosa y Charles Crissman

1998

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MANEJO DE LOS RECURSOS EN LOS ANDES ECUATORIANOSRevisión de literatura y evaluación del ProyectoManejo del Uso Sostenible de Tierras Andinas (PROMUSTA) de CAREPaul Winters, Patricio Espinosa y Charles Crissman

1a Edición1998 Ediciones Abya-Yala

Av. 12 de Octubre 14-30 y WilsonCasilla 17-12-719Telf: 562-633/506-217/506-251Fax: (593 2) 506255Quito, EcuadorE-mail: [email protected]ágina electrónica: http://www.abyayala.org

ISBN: 9978-04-446-9

Impresión Digital: DocutechU.P.S. / XEROXQuito-Ecuador

Impreso en Quito-Ecuador, 1998

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Presentación

En países como los de la ecorregión Andina, uno de los problemas más urgentes de resol-

ver es el de la erosión que día a día disminuye el potencial de los suelos agrícolas. Efectivamente,

debido a la complicada topografía que impone la Cordillera de los Andes, y a la necesidad de los

productores de expandir los terrenos de cultivo, las laderas de nuestras serranías están bajo una

amenaza permanente.

Si bien no existe entre la mayoría de la población de los países andinos una clara concien-

cia de esta amenaza, durante los últimos años se han realizado esfuerzos importantes de agentes

del Estado, agencia de desarrollo e instituciones privadas para llevar a cabo programas de conser-

vación encaminados a frenar la erosión de uno de los recursos cruciales para nuestra existencia:

los suelos productivos.

Precisamente, uno de los esfuerzos de mayor magnitud para la conservación del recurso

suelo ha sido el realizado en el Ecuador por CARE–Internacional a través del proyecto Manejo

del Uso Sostenible de Tierras Andinas (PROMUSTA), ejecutado gracias al financiamiento de la

Cooperación Holandesa. La publicación que ahora presentamos es una evaluación de tal progra-

ma, la que estuvo a cargo de expertos del Centro Internacional de la papa (CIP). La investigación

fue financiada con fondos del Consorcio para el Desarrollo Sostenible de la Ecorregión Andina

(CONDESAN), otorgados también por el Gobierno de Holanda con la finalidad de estimular las

investigaciones sobre manejo de recursos naturales y de fortalecer las actividades señaladas en el

Capítulo 13 de la Agenda 21.

CONDESAN se define como un conjunto diverso y dinámico de socios de los sectores pú-

blico y privado que realizan y facilitan acciones concertadas en investigación, capacitación, desa-

rrollo con el fin de contribuir a la equidad y bienestar de la población en la ecorregión andina.

CONDESAN es un esfuerzo colaborativo de investigación y desarrollo en el cual participan más

de noventa instituciones y agencias de desarrollo de Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Boli-

via.

Deseamos agradecer en primer lugar a CARE Ecuador por el apoyo brindado a nuestros

investigadores, y en especial al equipo de proyecto PROMUSTA. A Paul Winters, Patricio Espino-

sa y Charles Crissman, autores de este libro, tanto nuestras felicitaciones por haber cumplido una

meta, como nuestra gratitud por la calidad de la investigación realizada.

Joshua Posner

Coordinador de CONDESAN

Lima, Perú

Julio 1998

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AAggrraaddeecciimmiieennttooss

Esta investigación se condujo en estrecha colaboración con numerosos funcionarios de la

oficina de CARE en Ecuador y del Proyecto Manejo del Uso Sostenible de Tierras Andinas

(PROMUSTA).

En primer lugar nuestro agradecimiento a Eugenio Bayancela, quien fuera al momento de la

realización del estudio el Coordinador Nacional del Proyecto, por su inmediata aceptación a la

propuesta de investigación y su entusiasmo en el desarrollo del trabajo.

Gracias también a Washington Chalpabay de la Unidad Técnica por su colaboración en el de-

sarrollo y prueba de los formularios, selección de las comunidades y caracterización de las tecno-

logías.

Nuestro agradecimiento también a los responsables regionales: Rúsvel Ríos, Patricia Casares

y Oswaldo Encalada y a los responsables de área: Eduardo Cevallos, Hipatia Hinojosa, Edwin Ro-

bayo, Augusto Pinzón, Francisco Chávez, Agustín Patiño y Edy Zaldumbide, por su valiosa ayuda

principalmente en la selección de comunidades de la muestra y la conducción de las encuestas en

campo.

Adicionalmente deseamos expresar nuestro agradecimiento a los extensionistas de PRO-

MUSTA quienes con mucha dedicación actuaron como encuestadores en este estudio.

Nuestro agradecimiento a la señora Martha Rivadeneira por la digitación de los datos de las

encuestas; igualmente a la señorita Leticia Herrera, gracias por la digitación de datos y el levan-

tamiento del texto. Al señor Fabián Muñoz también nuestros agradecimientos por el apoyo con

la base de datos y mapas.

Finalmente nuestro agradecimiento a Betty Sadoulet por su apoyo con la econometría y a

Tom Walker y Josh Posner por sus valiosos comentarios.

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TTAABBLLAA DDEE CCOONNTTEENNIIDDOO

I. INTRODUCCIÓN ........................................................................................................................................... 7

II. CONCEPTOS DE RECURSOS NATURALES Y ADOPCIÓN DE INNOVACIONES AGRÍCOLAS......... 9

A. CARACTERÍSTICAS Y MANEJO DE LOS RECURSOS NATURALES POR LOS AGRICULTORES ...................................... 9

B. ANÁLISIS DE ADOPCIÓN DE MEDIDAS DE CONSERVACIÓN............................................................................. 10

C. LA ADOPCIÓN DE INNOVACIONES AGRÍCOLAS .............................................................................................. 11

III. DEGRADACIÓN DE TIERRAS Y UTILIZACIÓN DE MEDIDAS DE CONSERVACIÓN ....................... 13

A. FACTORES NATURALES .................................................................................................................................. 13

1. Dimensión del problema de erosión ................................................................................................... 14

2. Limitadas opciones en sistemas de cultivo.......................................................................................... 16

B. FACTORES INSTITUCIONALES ........................................................................................................................ 16

1: Estructura agraria .............................................................................................................................. 17

2: Inseguridad de tenencia...................................................................................................................... 17

3: Organización comunitaria ................................................................................................................. 18

4: Políticas ambientales, agrícolas, y de macroeconomía ....................................................................... 18

C. FACTORES HUMANOS ................................................................................................................................... 19

1: Presión poblacional............................................................................................................................. 19

2: Falta de empleo e ingreso familiar...................................................................................................... 20

3: Uso de la tierra ................................................................................................................................... 20

4: Aspectos de condiciones sociales, tradición y modernización ............................................................. 20

5: Modificaciones en la superficie de la tierra ........................................................................................ 21

D. FACTORES INDIVIDUALES .............................................................................................................................. 21

1: Edad y la tasa de descuento ................................................................................................................ 21

2: Experiencia, educación, y conocimientos de conservación ................................................................. 22

3. Actitud al riesgo .................................................................................................................................. 22

4: Rentabilidad de inversiones en conservación y uso de subsidios ........................................................ 22

IV. EVALUACIÓN DEL PROYECTO MANEJO DEL USO SOSTENIBLE DE TIERRAS ANDINAS

(PROMUSTA) DE CARE ................................................................................................................................. 25

A. EL PROYECTO PROMUSTA DE CARE ....................................................................................................... 25

B. DISEÑO DE LA ENCUESTA PARA ESTE ESTUDIO ............................................................................................... 26

C. LOS DATOS ................................................................................................................................................... 27

D. PERSPECTIVAS EN LA CONSERVACIÓN DE RECURSOS ....................................................................................... 32

E. MANEJO DE LOS RECURSOS A NIVEL DE PARCELA........................................................................................... 34

F. TOMA DE DECISIONES EN LA FINCA E INTENSIDAD DE LA ADOPCIÓN ............................................................. 43

G. IMPACTO...................................................................................................................................................... 46

H. CONCLUSIONES Y SUGERENCIAS PARA INVESTIGACIONES................................................................................ 48

REFERENCIAS: ....................................................................................................................................................... 50

ANEXO 1: DESCRIPCIÓN DE LAS TECNOLOGÍAS ....................................................................................... 54

ANEXO 2: ESPECIFICACIONES DE LA PRUEBA PROBIT EN LA DECISIÓN SORE TERRACEO............ 59

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La sierra de Ecuador es una zona geológicamen-te joven y ha sido el hogar de seres humanos por mi-lenios. Los procesos físicos naturales y agrícolas pro-ducen evidencias de procesos erosivos naturales y deorigen humano. Por su naturaleza, la agriculturaafecta drásticamente el medioambiente, en particu-lar las tierras. Por tanto, como grupo, los agriculto-res son los más importantes guardianes del me-dioambiente de la sierra ecuatoriana. Hay preocupa-ciones señaladas por políticos, expertos en desarro-llo e investigadores, en el sentido de que los procesosde degradación de los suelos estén en una fase deaceleración con la posibilidad de resultados adversosmúltiples. En los capítulos segundo y tercero se pre-tende revisar la situación de la degradación de suelosde la sierra así como el buscar sus explicaciones.

Obviamente, el agricultor juega un rol central enestos procesos y en las posibilidades de mejorar losresultados. La revisión de literatura de los tres pri-meros capítulos pretende también establecer las po-sibles hipótesis sobre el comportamiento del agri-cultor frente a un manejo sostenible de sus tierras.Se incluye una presentación de los factores que afec-tan el comportamiento del agricultor frente a laadopción de medidas de conservación de tierras yun análisis de esos factores. El comportamiento delagricultor típico de la sierra, entre otras cosas, estáafectado por las tecnologías disponibles y por laspolíticas de las diferentes organizaciones guberna-mentales y no gubernamentales. De hecho presta-mos atención en este documento a los justificativosy supuestos tras las políticas y tecnologías de uso ac-tual o potencial.

En los últimos años los problemas de erosión desuelos, particularmente en zonas montañosas hanrecibido mucha atención. Los gobiernos, agenciasde desarrollo y organizaciones no-gubernamentaleshan gastado importantes recursos en programas deconservación de suelos tendientes a reducir los pro-blemas asociados con la erosión. Se dice que las zo-nas montañosas tienen seis distintas características:inaccesibilidad, fragilidad, marginalidad cultural yeconómica, diversidad biológica y sociocultural, y lapresencia de nichos y adaptaciones humanas (Yadav,1991). Estas características variadas hacen que losprogramas de conservación de recursos sean parti-cularmente difíciles. Las montañas en Ecuador son

extremadamente heterogéneas mostrando una granvariabilidad en pequeñas distancias, dentro de unacercana proximidad se presentan distintos patronesde lluvia y ecozonas.

Dentro de los preceptos del ambiente natural,los arreglos espaciales de la agricultura ecuatorianaen los Andes es caracterizada por patrones de uso detierra que resultan de la redistribución de tierras porlas reformas agrarias de los años sesentas y setentas.En las estribaciones de los valles se ubican pequeñosproductores con cultivos agrícolas, mientras que enlos pisos de los valles se ubican productores másgrandes que se dedican mayoritariamente a la gana-dería. Estos arreglos potencian grandemente la ero-sión en vastas áreas de los valles interandinos dondetiene lugar la mayoría de la agricultura serrana. Ca-si toda discusión de la degradación ambiental en elEcuador incluye a la erosión entre los problemasprioritarios. Un estudio que ha tenido mucha in-fluencia ubica al 12% de la superficie del país en lacategoría de erosión activa o potencialmente activa,ubicándose mayoritariamente en la Sierra (De Noniy Trujillo, 1986). El Instituto Ecuatoriano de Electri-ficación (INECEL) considera a la erosión provenien-te de las tierras agrícolas actuales o abandonadas co-mo la principal fuente de sedimentación de sus re-presas hidroeléctricas, que proveen cerca del 70% dela energía eléctrica, en este país que crónicamente esdeficitario de este servicio (INECEL 1992, Southga-te and Macke 1989).

Sin embargo, existe poco entendimiento de lospatrones históricos de la erosión, existiendo una ten-dencia entre algunos observadores de culpar a losagricultores actuales y a sus padres de esta situación,que pudo haber resultado simplemente de procesosnaturales o de la actividad humana prehistórica. Noobstante la preocupación por los impactos de la ero-sión y su prevención han dominado mucho en elpensamiento sobre el desarrollo rural en Ecuador.Kaarhus (1993) define tres fases distintas. Primero,en los años sesentas se culpó a la presión demográfi-ca consecuentemente se justificaron políticas paracolonización e industrialización. Segundo, en losaños setentas las distorsiones en la tenencia de la tie-rra fueron identificadas como las culpables. Final-mente, se han identificado razones históricas y eco-lógicas como factores motrices. Esto incluye: el cam-

II.. IINNTTRROODDUUCCCCIIÓÓNN

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bio drástico de la tenencia de la tierra durante el pe-ríodo colonial, el abandono del concepto del pisoecológico de una agricultura para tierras irrigadasen el modelo hispano-morisco, la masiva imposi-ción de la cría de ovejas, el uso de mano de obra defuera de la finca, la imposición del mono-cultivo y ladivisión de la tierra durante la reforma agraria. Esen este contexto que el pensamiento actual acerca deagricultura sostenible está siendo implementado enlos proyectos de desarrollo en el país. En este estu-dio en el capítulo cuarto examinamos la experienciainnovativa de un proyecto de desarrollo rural a granescala orientado a una agricultura sostenible.

Los programas designados para detener la ero-sión de suelos a menudo se han enfocado en el usode incentivos para inducir a los agricultores a con-servar el suelo y el agua. La justificación para estosincentivos es la divergencia percibida entre los retor-nos privados y sociales de la conservación o las fallasen el mercado del crédito. Existe una evidencia cre-ciente que sugiere que estos programas no siempreobtienen los resultados esperados (De la Briere,1996; Obando y Montalván, 1994). En Ecuador CA-RE Internacional ha considerado una propuesta al-ternativa. En lugar de inducir la conservación a tra-vés de incentivos, el proyecto PROMUSTA promue-ve la intensificación agrícola y diversificación paraaumentar los beneficios a corto plazo de la conserva-ción. Al hacer esto, incrusta la conservación en elsistema agrícola. El propósito de este estudio es elevaluar la efectividad de este modelo en inducir laadopción de técnicas de conservación. Como ocu-rre con cualquier tecnología no se espera que las al-ternativas tecnológicos ofrecidas por CARE seráninmediatamente aceptadas. En la evaluación de las

tecnologías de CARE en este estudio se considerantambién los factores que influencian la adopción y laintensidad de la adopción.

En este estudio se realiza una amplia revisión deliteratura en los capítulos segundo y tercero enfati-zando experiencias del Ecuador. No es una revisióncompleta sino una selección enfocada a aspectos deadopción. Se incluye conceptos sobre recursos natu-rales y adopción de innovaciones agrícolas de tie-rras, así como la utilización de las medidas de con-servación.

En el capítulo cuarto se realiza una evaluacióndel proyecto Manejo de Uso Sostenible de TierrasAndinas PROMUSTA. En las diferentes secciones deesta evaluación se realiza también una revisión de li-teratura directamente relacionada con los temas queallí se están tratando.

La evaluación de PROMUSTA está dividida enocho secciones. La sección A da una breve historiadel Proyecto, sus objetivos y cómo éste opera. En lasección B describimos como se recolectaron los da-tos. La sección C provee información sobre las co-munidades muestreadas y las Unidades de Produc-ción Agrícola (UPAs). Se hace comparaciones entreparticipantes y no participantes del proyecto. Infor-mación básica sobre conservación de suelos y aguase presenta en la sección D. En la sección E exami-namos la adopción a nivel de parcelas y tratamos deexplicar los factores que influencian la decisión deadoptar. La perspectiva de la UPA y la intensidad deadopción de las prácticas agrícolas apropiadas sonexaminadas en la sección F. La sección G brevemen-te examina el impacto del proyecto PROMUSTA.Las conclusiones y recomendaciones de investiga-ción se presentan en la sección H.

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En este documento se trata la relación que man-tiene un agricultor con su tierra. La palabra tierra enel sentido de suelo, tierra firme, campo, parcela tienedocenas de significados. Watcher (1992) compilauna listado de conceptos de tierra que se relacionana nuestros intereses :m Espacio: La tierra se refiere aquí a la superficie

en que la vida existe y tiene implicaciones deubicación, acceso a mercados y otros aspectos.

m Naturaleza: En este sentido la tierra se refiere almedioambiente, condicionada por factores co-mo la luz, lluvia, viento, suelo y topografía.

m Propiedad: Este sentido asume dimensiones debienes raíces y tiene aspectos legales.

m Factor de producción: Aquí la tierra se refiere alsuelo, la matriz donde crecen la plantas, la quecon mano de obra y capital forman los factoresbásicos de la producción.

m Bien de consumo: En casos como parques y espa-cios de recreación, la tierra tiene un valor comoun bien de consumo.

m Bien de capital: Además de su valor como unfactor de producción, la tierra también puede serconsiderada como una clase de capital, especial-mente las tierras agrícolas en las que los agricul-tores han invertido en mejoras.Este juego de conceptos crea una situación, don-

de un espacio rural puede ser a la vez un bien deconsumo, para un residente urbano quien valorizaun paisaje bonito. Para un agricultor, una propiedaden este espacio rural es en cambio un bien de capitaly factor de producción. Quizás en algunos casos deindígenas de la sierra ecuatoriana, este espacio ruraltambién es naturaleza, como parte de su cosmovi-sión. En nuestro enfoque en el que se identificanfactores causales de la adopción de medidas de con-servación de suelos, definimos la tierra como un fac-tor de producción y un bien de capital. Este enfoqueno implica que los demás factores serán ignoradoscuando se consideren importantes.

Los recursos naturales pueden ser divididos endos categorías: recursos renovables y no renovables.El petróleo y los minerales regeneran tan lentamen-te que están considerados como no renovables,

mientras las especies biológicas pueden renovarserelativamente rápido por lo que son consideradasrenovables. La capa arable del suelo en teoría es re-novable aunque en algunos casos la tasa de extrac-ción sobrepasa el umbral donde no es renovable(Anderson y Jodha 1994). La intensificación en eluso de la tierra frecuentemente es la razón para esto.Una implicación al considerar la tierra como un re-curso no renovable, radica en el hecho de lo que hasido utilizado hoy ya no estará disponible en el futu-ro. Por lo tanto, esto impone una reducción en elflujo de beneficios del recurso. Esto representa uncosto para las generaciones futuras.

Wachter (1992) hace una introducción a la ramade economía que se preocupa del medioambiente.Esta rama de economía provee métodos analíticospara examinar el impacto de las acciones humanasen el medioambiente. El enfoque radica en la distri-bución de costos y beneficios de esas acciones y si loscostos o beneficios están sostenidos por el actor cau-sante o por otros. Cuando son sostenidos por otrosson llamados externalidades. Existen externalidadespositivas (un agricultor construye terrazas que redu-cen la sedimentación en el río donde pescan sus ve-cinos) y externalidades negativas (el agricultor usapesticidas que matan los peces en un río).

En la economía del medioambiente existen tresteorías que explican la degradación de los recursosnaturales, utilizando todas ellas el concepto de exter-nalidades. Esas teorías merecen atención, ya que sonla base para justificar la mayoría de políticas que tra-tan de afectar la degradación de la tierra y son la ba-se para explicar sus impactos.

La teoría de costos sociales plantea: si los actoreseconómicos no soportan todos los costos de sus ac-ciones (si existen externalidades), los factores deproducción no serán asignados óptimamente. Seasume que no existe un mercado para resolver elproblema, por ejemplo no existe un mecanismo através del cual los pescadores puedan pagar al agri-cultor para que éste no utilice pesticidas que matensus peces. Las políticas que salen de esta línea sondirigidas a internalizar las externalidades, eliminán-dolas a través de intervenciones directas como la zo-nificación del uso de tierras (p.ej. prohibir cultivosen el páramo) o crear impuestos para reducir la tasade extracción de un recurso (p.ej. altas tarifas para

AA.. CCaarraacctteerrííssttiiccaass yy mmaanneejjoo ddee llooss rreeccuurrssoossnnaattuurraalleess ppoorr llooss aaggrriiccuullttoorreess

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conceder permisos para talar bosques) o subsidiospara fomentar prácticas agrícolas beneficiosas (p.ej.préstamos con bajos intereses para construir terra-zas).

La teoría de bienes colectivos comparte con la teo-ría de costos sociales el concepto de externalidades.Un bien colectivo (como defensa nacional o aire no-contaminado) tiene tres características: 1. no-exclu-sión (no hay como excluir, todos pueden beneficiar-se), 2. no-rivalidad en el consumo (el consumo deuno no afecta al consumo de otro), y 3. externalida-des debido a la no-exclusión (si una fábrica limpiasus emisiones de chimenea, todos se benefician sinpagar).

La aproximación de derechos de propiedad com-parte con los anteriores el efecto de externalidades,pero el problema principal no son las externalidadessino los derechos de propiedad ausentes o mal defi-nidos. Por ejemplo la solución al sobrepastoreo enel páramo es el establecer derechos de uso entre losclientes. De esta línea de pensamiento salen los pro-gramas de titulación de tierras.

El análisis de adopción de medidas de conserva-ción tiene varias alternativas. Existen perspectivasexclusivamente económicas, ecológicas, antropoló-gicas, y una mezcla de éstas.

En su revisión de literatura socioeconómica so-bre degradación y conservación, Thampapillai yAnderson (1994) identifican tres categorías de análi-sis: 1) conservación de suelos como un insumo deproducción; 2) suelo como un recurso renovable ono renovable; 3) la degradación en el marco de losrecursos de propiedad.

Los Estados Unidos cuentan con más de mediosiglo de experiencia con programas de conservaciónde suelos. La perspectiva tradicional de análisis tienesu base en el derecho del agricultor en manejar sustierras como quiere (Batie 1986). Si quiere dejarlaserosionar tiene ese derecho. Esto sale de la institu-ción de derechos de propiedad. El agricultor estasiendo percibido como un agente económico conmetas de maximizar sus ganancias. Con esta pers-pectiva, el agricultor distribuye su presupuesto entrelos varios insumos –incluyendo prácticas de conser-vación– hasta que el ingreso marginal sea igual pa-ra todos. Con la conservación prevista como un in-sumo de la producción, igual que los fertilizantes,semilla etc., la mayoría de análisis encuentran que la

conservación no es rentable. La razón principal pa-ra este resultado es que los beneficios son normal-mente obtenidos en el futuro y casi cualquier tasa dedescuento hace de la inversión una pérdida. La tasade descuento utilizada por un individuo está afecta-da por una gran gama de factores, entre ellos el esta-tus económico y las condiciones generales de la eco-nomía como la inflación.

El análisis dentro de una perspectiva tradicionalestablece su enfoque en las variables que influyen loscostos y benéficos de la conservación, si esos costosy beneficios son correctamente reconocidos por elagricultor. Esta preocupación ha estimulado estu-dios sobre las perspectivas de los problemas de ero-sión, limitaciones de capital o tiempo, influencia delos ingresos fuera de la finca, tamaño de la finca, eingresos netos de la finca. La mayoría de estos estu-dios no encuentran relaciones causales entre esosfactores y la erosión.

Las implicaciones en políticas del análisis conperspectiva tradicional se traducen en programaspara elevar los beneficios y/o bajar los costos de con-servación. Esto implica que los programas debe in-cluir subsidios y asistencia técnica, reducir los costosde los préstamos, y realizar programas educativospara concientizar al agricultor sobre la problemá-tica.

El análisis tradicional ha sido sujeto a críticas yen reacción los analistas expandieron la perspectivapara incluir las características de los agricultores nomotivadas por la maximización de ganancias. Lascaracterísticas incluidas son: edad, educación, acti-tudes hacia el riesgo y el número de contactos conextensionistas.

Murray (1993) reconoce la poca aplicación delconcepto de “cultura” con la mayoría de analistaspreocupados con la adopción de innovaciones deconservación. Con el motivo de hacer llegar los con-ceptos no-económicos a los analistas, Murray sugie-re una perspectiva en base de una definición de “cul-tura” como un juego de comportamientos, objetos,creencias, y reglas que puedan ser utilizadas paradistinguir un grupo de otro. Entonces existen varia-bles culturales que no son variables económicas yque pueden afectar la adopción de innovaciones.Por tanto dos comunidades agrícolas con las mismascondiciones agroecológicas y económicas, pero conorientaciones culturales distintas pueden responderen forma diferente a la oferta de innovaciones demanejo de recursos naturales.

Con esa definición de cultura, Murray establecetres subsistemas: el tecnoeconómico, el organizacio-nal, y el idealista. El subsistema tecnoeconómico

BB.. AAnnáálliissiiss ddee AAddooppcciióónn ddee MMeeddiiddaass ddeeCCoonnsseerrvvaacciióónn

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consiste en las intervenciones o prácticas de conser-vación utilizadas por el agricultor. El subsistema or-ganizacional consiste en el sistema de tenencia, ob-tención de mano de obra, organizaciones comunita-rias, y los enlaces con organizaciones fuera de la co-munidad. El tercer subsistema consiste en los valo-res de la comunidad, percepciones y creencias sobreel estatus de los suelos y determinantes de su ero-sión, y sabiduría local de manejo de suelos y agua.

En el escenario de una agricultura sostenibleexisten otras perspectivas como las morales o ecolo-gistas. De allí salen preocupaciones sobre la equidadtransgeneracional o los deberes con la naturaleza(Graham-Tomasi 1991). Prescripciones de esas po-siciones son distintas de lo usual e incluyen esfuer-zos para crear una mentalidad conservacionista conrespecto a las generaciones futuras. En este docu-mento el enfoque es en su mayoría a percepciones yrecomendaciones económicas.

En la literatura económica, la adopción de nue-vas tecnologías esta considerada dentro del marco detoma de decisiones del adoptador. Este marco teóri-co crea un marco empírico de análisis con modelosde optimización. El adoptador decide adoptar o notales innovaciones si éstas mejoran en alguna medi-da sus utilidades. Por su facilidad de medición, lautilidad esta frecuentemente representada por losingresos económicos. El proceso de toma de las de-

cisiones en adopción de un individuo, tiene variospasos: conocimiento, evaluación, prueba, y final-mente adopción.

El momento en el tiempo para medir la adop-ción tiene que contemplar, ¿dónde está la poblaciónen su proceso de adopción? Varios de estos factoresestán ilustrados en las curvas de la Figura 1. Cadauna de ellas representa una clase de agricultor deacuerdo al tamaño de su finca. Para las distintas tec-nologías se dan tasas de adopción distintas. Se pue-de notar que no siempre los grandes agricultoresadoptan más rápidamente, en el caso de tecnologíasdivisibles en unidades menores, los pequeños agri-cultores muestran una mayor facilidad en reconocerlos beneficios y adoptar más rápidamente que suscolegas grandes.

En su influyente revisión de la literatura sobreadopción de innovaciones agrícolas, Feder, Just yZilberman, FJZ (1985) establecen algunos temas ge-nerales que deben ser contemplados en el presenteestudio. Primero, FJZ demuestra que la mayoría deinvestigaciones incluyen la respuesta de sí o no, a laadopción, cuando la pregunta más interesante es laintensidad de esa adopción.

Segundo, investigaciones empíricas sobre adop-ción deben reconocer que frecuentemente las inno-vaciones complementarias están siendo introduci-das simultáneamente o a secuencia seguida. El con-siderar la adopción de un solo factor sin considerarel impacto del otro, crea un sesgamiento en los esti-mativos.

Tercero, FJZ nota que los estudios no consideranel impacto que una adopción amplia puede tener en

CC.. LLaa AAddooppcciióónn ddee IInnnnoovvaacciioonneess AAggrrííccoollaass

Figura 1 Adopción de tecnologías de producción de arroz por agricultores pequeños, medianos y grandes.Fuente: Barker y Rose, 1985.

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los precios y en la distribución de los ingresos ensectores de la economía. También las políticas delgobierno no están en su mayoría incluidas en los es-tudios revisados, a pesar de su prevalencia.

Cuarto, entre los estudios revisados, se encuen-tra conclusiones conflictivas. FJZ considera que fre-cuentemente esto es consecuencia de la no inclusiónde factores culturales, sociales, o institucionales, opor no considerar el proceso secuencial (dinámica)de la adopción.

Finalmente, las diferencias en las tasas de adop-ción entre las clases económicas aparecen cuando elproceso está ya avanzado. Los que tienen más recur-sos económicos tienen una mayor tendencia deadopción frente a la mayoría. Si la adopción pro-duce ingresos extras, la adquisición de riqueza pue-de cambiar los patrones de adquisición de la tierrade los vecinos y el patrón de adopción en la comuni-dad. FJZ llama la atención especialmente a cambiosen patrones de tenencia de tierra y acumulación deriquezas.

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Las tierras frágiles son aquellas potencialmentesujetas a la degradación cuando son intervenidas. Lafragilidad esta conceptualizada en términos de siste-mas, intensidad y frecuencia de uso. Consecuente-mente las laderas no son naturalmente frágiles, loque las hace, es su uso en agricultura. El concepto defragilidad está relacionado con el de marginalidad,aunque no es lo mismo. En contraste del uso arri-ba indicado, tierras marginales son aquellas que pre-sentan restricciones significativas y requieren unmanejo especial y/o presentan baja productividad oaccesibilidad (Denevan 1989). Los suelos volcánicosendurecidos, la cangahua, son un ejemplo de tierrasmarginales.

La degradación de tierras tiene definiciones am-plias y numerosas de origen físico y ecológico; alpresente una definición desde el punto de vista delagricultor es quizás lo más apropiado. Con estaperspectiva, la degradación es únicamente la reduc-ción en la productividad actual y futura de la tierra(Pagiola 1993). La utilización de medidas de conser-vación de tierras por el agricultor, refleja su perspec-tiva dentro de las posibilidades de manipular la pro-ductividad con esas medidas. En la figura 2 se re-presenta la relación entre la productividad de tierrasen el tiempo, para dos clases de suelos La figura des-taca lo obvio, existe una variación inicial en la pro-ductividad de los suelos, así como en su fragilidad yposibilidad de recuperarse. Bunch y López (1995)subrayan esa perspectiva por sus experiencias conagricultores de centroamérica; existe una mayor po-sibilidad de adopción de medidas de conservaciónde suelos si éstas son combinadas con tecnologíasque mejoren los rendimientos o reduzcan costos.Desde la perspectiva del agricultor, las medidas deconservación no son un fin, sino medios de un fin.

Existen dos fuentes para la reducción en la pro-ductividad: la sobreexplotación y la subinversión.En una agricultura tradicional la sobreexplotaciónpuede ser, por ejemplo, el sobrepastoreo o una rota-ción demasiado corta. En una agricultura modernala sobreexplotación puede constituir el uso excesivode fertilizantes químicos. La subinversión incluye lafalta de mantenimiento de las mejoras ya estableci-das y el no hacer mejoras debido a la falta de incen-tivos (Wachter 1992). La manifestación más reco-nocida de la degradación es la reducción de la pro-

fundidad del suelo por erosión. Pero existen otrasmanifestaciones como la reducción de la materia or-gánica, compactación, agotamiento de la fertilidad,pérdida de la capacidad de retención de agua, y lixi-viación (Lal 1991, Harden 1991).

Figura 2 Cambios en la productividad de dos clases de suelosFuente: Thampapilla y Anderson, 1994.

Las causas de la degradación de tierras estánatribuidas a varias fuentes y casi todos los factoresestán ligados de una u otra manera como: ecosiste-mas frágiles; malas políticas agrícolas ambientales ode macroeconomía; falta de conocimientos del indi-viduo; crecimiento de la población rural; pobreza; yfactores culturales. El Cuadro 1 contiene una compi-lación de algunos factores propuestos por varios ob-servadores como causas de la degradación.

En Ecuador, la combinación de factores natura-les crea una ambiente donde, debido a la falta de es-taciones, los procesos diarios (diurnales) dominan yestablecen los famosos pisos ecológicos, constitu-yendo la característica de la agricultura tropical dealtura. La posición equinoccial, la presencia demontañas jóvenes con pendientes fuertes y sueloshistóricamente erosionados, y un clima con vientosfuertes y lluvias torrenciales, crean un ambientedonde el hombre puede cultivar en las alturas y susactividades pueden causar erosión.

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La erosión es un proceso físico que tiene sus mo-tores en las precipitaciones y vientos que actúan recí-procamente con la topografía, los suelos, y la cober-tura vegetal. Las actividades humanas que modificanel ambiente, especialmente las que reducen la cober-tura vegetal, pueden agravar los procesos erosivos.

1. Dimensión del problema de erosión

En cualquier lista de problemas ecológicos de lasierra de Ecuador, la erosión esta incluida. En unarevisión de estudios sobre erosión Byers (1990) notaque el país cuenta, más o menos, con una buena ba-se de estudios de corto y mediano plazo con distin-tos métodos. Los métodos incluyen ensayos conparcelas de escurrimiento, simulaciones con máqui-nas de lluvia, y aplicaciones de la ecuación universalde pérdida del suelo. Los tres métodos dan resulta-dos distintos. Ademas, entre la variabilidad de mé-todos, existe la variabilidad natural entre años y si-tios , que en combinación hace difícil presentar ci-fras representativas. En un estudio influyente, DeNoni y Trujillo (1986) clasifican la erosión como ac-tiva o potencialmente activa en más del 12% del paísy esos procesos están concentrados en la sierra. Ilus-trando la erosión se presenta el mapa de la figura 3,el mismo que ha sido reproducido en docenas depublicaciones. Las tendencias históricas de erosiónson poco entendidas; existen zonas altamente ero-sionadas donde la tentación entre algunos observa-dores es de culpar a los agricultores actuales o a susantepasados por las condiciones. Pero en realidadno se sabe si la erosión ocurrió por fuerzas natura-les, o actividades humanas prehistóricas, históricas orecientes (Byers 1990).

Para un área agrícola un factor determinante dela erosión es el clase de cultivo (Cuadro 2). Con téc-nicas de simulación de lluvia, Harden (1991) mos-tró, en dos cuencas ecuatorianas, que el uso de la tie-rra explica mejor la erosión que la clase de suelos .Los bosques y pastos son mucho menos erosivos quelos cultivos transitorios. En las laderas, las tierrasagrícolas abandonadas y las vías de acceso son con-tribuyentes importantes a los procesos erosivos(Harden, 1993).

Pero en una nota contradictoria a la priorizaciónde la erosión como problema, Lutz, Pagiola y Reiche(1994) resaltan algunas experiencias de proyectos deconservación de países centroamericanos y caribeños.Se establece que frecuentemente el problema de ero-sión está sobredimensionado. Reclaman que las pro-yecciones de las tasas de erosión son extrapoladas deensayos en parcelas que, dado a la heterogeneidad delas zonas estudiadas, tienen poca representatividad.

Cuadro 2. Estimaciones de pérdida del suelo, t/ha/año

(pendientes 20-25%)

Cebolla, monocultivo 150-200Maíz, monocultivo 100-150Trigo, cebada, monocultivo 100-150Eucalipto, monocultivo 10-100Fréjol, monocultivo 50-75Papas, monocultivo 30-50Bosque mezclado <20Áreas de asentamiento <20Pasto, páramo <10Caminos 750-1500

Fuente: INECEL 1993

Cuadro 1. Factores que afectan la degradación de tierras y la adopción

de tecnologías de conservación en Ecuador

Factores Naturales Factores Humanos

Limitaciones por altura Presión poblacionalTopografía accidentada, erosión Falta de empleo e ingreso familiarCondiciones hidrográficas adversas Uso de tierra, patrones de cultivosCondiciones latitudinales Aspectos de condiciones socialesSuelos pobres Tradición y modernización

Infraestructura de mejoras de tierras

Factores Institucionales Factores Individuales

Inseguridad de tenencia EdadAdversas políticas agrícolas Educación, experienciaEstructura agraria, minifundio Aversión al riesgoCrédito, subsidios Falta de rentabilidad de la conservación

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En el Ecuador por la heterogeneidad de condi-ciones, la interpretación de los resultados de ensayosde erosión también deben llevar a la misma conclu-sión. Los autores de estudios de erosión (de Noni yTrujillo 1986, Harden 1991, Dehn 1995) notan quela mayoría de las pérdidas de suelos ocurren en unoo dos eventos. Existen áreas donde sin duda los pro-cesos de erosión son activos y existe degradación desuelos. Pero se tiene otras áreas, por ejemplo, las zo-nas altas de Carchi que están incluidas en el 12% deárea del país considerada con procesos erosivos acti-vos o potencialmente activos. Se reconoce que existeallí el potencial pero es relativamente remoto. Enlos suelos negros andinos de Carchi, se necesita quesucedan dos cosas a la vez para causar erosión: llu-vias intensas y suelos expuestos. En estas zonas deCarchi se tienen lluvias suficientemente intensas pa-ra causar erosión quizás una vez al año. Debido a lafalta de estacionalidad, en un día dado, se encuentraen las distintas parcelas de los agricultores todos lasfases del crecimiento de los cultivos (Ducrot 1993).Si cayeré una lluvia intensa, existe poca área de sue-los expuestos. Entonces el cruzar la probabilidad delluvias intensas con la probabilidad de suelos ex-

puestos, da una probabilidad conjunta muy peque-ña.

La erosión tiene potencialmente dos clases decostos económicos, directos e indirectos. Primero lapérdida de la productividad de las parcelas erosiona-das constituye un costo directo sentido por el agri-cultor. Segundo, el impacto fuera de la finca, la ex-ternalidad de erosión, tiene una costo indirecto quepuede o no puede ser sentido por el agricultor. Loscostos indirectos pueden resultar en perjuicio contrael desarrollo de los recursos hídricos por la sedimen-tación y contaminación en obras de riego y represas(Rodríguez 1996, Southgate y Whitaker 1992). En lacuenca alta del Río Pastaza, INECEL (1993) estable-ció que casi el 29% del área de la cuenca esta so-breutilizada y con la aplicación de la ecuación uni-versal de pérdida de suelo, los procesos erosivos ac-tivos o potencialmente activos, causan pérdidas detierras en un promedio de 9.0 t/ha/año. El INECEL(1993) estima en US $8 el valor de una tonelada desedimentos evitados en la Represa del Agoyán. Deno contar con costos que ocurran fuera de la repre-sa, ocho dólares es un estimativo parcial del costo in-directo de la erosión.

Figura 3 Principales zonas erosionadas en el Ecuador según su grado de intensidadFuente: de Noni y Trujillo, 1986.

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2. Limitadas opciones en sistemas de cultivo

Los pisos ecológicos dan una imagen de la granvariabilidad disponible, pero a la vez, dentro un pisolimitan las posibilidades de alternativas de sistemasde cultivo. Por ejemplo en las zonas altas de ladera,el cultivo de la papa domina en el minifundio porrazones económicas. Las evaluaciones del uso de latierra tipo FAO (1983) hecho por MAG y ORSTOMdefinen como un uso apropiado de las laderas el te-ner algo con cobertura continua. En consecuencia elcultivo de papa genera –en la jerga de la disciplina–un conflicto en el uso de la tierra (CLIRSEN 1995).Frecuentemente la palabra “conflicto” es utilizadapara describir problemas legales o sociales sobre elacceso de la tierra. Aquí, los conflictos en uso de latierra constituyen una evaluación técnica, que com-bina un juego de factores biofísicos y tecnológicospara decir que los cultivos y prácticas causan una de-gradación de suelos. Grandes extensiones de la sie-rra tienen conflictos de uso.

Los cultivos tradicionales de la sierra, fréjol, pa-pa, maíz suave, trigo, y cebada son en su mayoríaproducidos por pequeños agricultores de laderas(Thurner 1989, Whitaker y Alzamora 1990) . Esoscultivos son importantes en la canasta nacional y nopuede ser reemplazados fácilmente. Por tanto polí-ticas ambientales dirigidas a cambiar el uso de la tie-rra tienen pocas posibilidades de éxito.

El efecto de la erosión en la productividad de lossuelos dependen de un complejo de característicasdel suelo y de los requerimientos del cultivo. Wal-ker (1982) desarrolló un modelo sencillo para cap-turar los efectos de la erosión y productividad usan-do la profundidad de la capa primaria como substi-tuto de conservación. Ilustrado en la Figura 4, elmodelo hipotetisa una relación entre el rendimientoy la profundidad de la capa primaria en función deldaño. En suelos con una profundidad mayor queOA la erosión no tiene efectos en la productividad.A pesar de los avances en métodos para medir el im-pacto (Pagiola 1992, Olson, Lal y Norton 1994), enEstados Unidos, por ejemplo, no se encuentra unaevidencia clara de que haya efectos en la productivi-dad de la finca debido a la erosión (Crosson y Stout1983, citado por Pagiola 1993). Cuesta (1993) mos-tró en una zona papera altamente erosiva de CostaRica, que los agricultores pueden substituir fertili-zantes por el suelo erosionado y no sufrir pérdidaseconómicas. El cambio en la función de daño es

capturada en la figura 4 con la curva OCD. En sue-los de profundidad OS el rendimiento sin fertilizan-tes es SE pero con fertilizantes es SC.

En la literatura de desarrollo, la palabra institu-ción tiene una significado distinto de su uso habi-tual. Una institución es una norma o costumbre co-múnmente aceptada que se utiliza para organizarnuestras actividades y relaciones. Una organizaciónes una agrupación de individuos dedicados a traba-jar juntos para lograr algunos fines (Bromley 1982).Utilizando este significado, las ferias periódicas o elsistema de titulación de tierras son institucionesmientras el Ministerio de Agricultura y Ganadería oun Centro Agrícola son organizaciones.

La relación entre la degradación de tierras y losfactores institucionales tiene su base en factores es-tructurales y de incentivos. Primero está la aproxi-mación de la estructura agraria. Aquí la preocupa-ción se enfoca a la concentración de las mejores tie-rras en las manos de los terratenientes, que empujana los agricultores pobres a parcelas pequeñas, lo quea su vez afecta el uso de tierra, los sistemas de culti-vo, y por tanto la degradación de las tierras. Segun-do está la aproximación por inseguridad de tenen-cia, que enfoca las influencias de la seguridad de

BB.. FFaaccttoorreess IInnssttiittuucciioonnaalleess

Figura 4 Función de daño a la productividad de sue-lo con y sin fertilización.FUENTE: Thampapilla y Anderson, 1994.

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propiedad, los incentivos para utilizar la tierra deuna manera sostenible o el hacer inversiones en con-servación del suelo. Finalmente, está la aproxima-ción de políticas, de tipo regulatorio y del tipo de in-centivos que crean prohibiciones o incentivan el usode los recursos.

1: Estructura agraria

La estructura agraria actual de Ecuador reflejalos ajustes modernos puestos sobre la estructuracreada por los españoles durante la época colonial.Lo esencial de esa estructura es la desigualdad en ladistribución de las tierras y la existencia de las explo-taciones relativamente grandes en las planicies de losvalles interandinos y del minifundio en las laderas.A pesar de los esfuerzos de las reformas agrarias ydel proceso de desarrollo de un mercado de tierras,la situación en Ecuador sigue siendo de polaridad.Siendo un tema politizado, hay debate sobre la natu-raleza de esa polaridad (Camacho 1993, Ramón1993).

En su revisión del mercado de tierras del Ecua-dor, COTECA (1995) sintetiza las transformacionesagrarias al presente en dos grandes procesos. Prime-ro, es el desplazamiento del eje productivo hacia laagroindustria y la exportación. Segundo, es la hete-rogeneidad social y diversificación ocupacional quecaracteriza actualmente al universo rural y agrario.Comentan que dentro de esos dos procesos hay unaheterogeneidad de agricultores de corte rentista yotros más modernos con una visión empresarial.

Con políticas sesgadas contra el sector agrícola yen particular hacia los cultivos no comercializadosen el exterior (de Janvry, Sadoulet, y Fargeix 1991,Scobie, Jardine, y Greene 1991), la productividad deesos cultivos ha quedado estancada y los rendimien-tos son menores a los promedios regionales (COTE-CA 1995, Whitaker y Alzamora 1990). La mayoríade los cultivos de la sierra son para el consumo do-méstico. Una implicación de la distribución desi-gual y la falta de mejoramiento en los rendimientoses que la población rural tiene que buscar alternati-vas fuera de la finca para generar ingresos.

2: Inseguridad de tenencia

Como fue definido antes, la tierra es un concep-to con varios aspectos. En agricultura tradicional ode subsistencia, la tierra es tratada como un recursonatural renovable. La esencia de un recurso renova-ble es su poder regenerativo. Las largas rotaciones

que caracterizan a las tecnologías tradicionales sonuna manifestación del aprovechamiento del aspectoregenerativo. En este caso, el sobreuso resulta de in-crementos en la demanda de flujos de servicios de latierra. En una agricultura más intensiva y comercial,la tierra es tratada más como un bien de capital; co-mo tal se puede manejar de una manera que asegu-re su productividad y mantenga o aumente su valor.Un requisito para obtener las ganancias de las inver-siones es el poder vender esa tierra en un mercadodonde se pueda valorizar esas inversiones.

La ley de la reforma agraria de 1974 creó proble-mas en la venta de tierras productivas al establecernumerosos pasos burocráticos (Shearer, Lastarria-Cornhiel y Mesbah 1989). Esas trabas impiden eldesarrollo de un mercado ágil. Pero a pesar de elloun mercado informal se desarrolló para facilitar elintercambio de tierras. La nueva Ley de DesarrolloAgropecuario de 1994 redujo drásticamente el roldel estado en el mercado de tierras. Los procesos detransición documentados por COTECA se puedenacelerar en este nuevo ambiente institucional.

El estudio de COTECA (1995) registra que losprocesos de compra/venta dominan los mecanismosde transferencia de tierra y el volumen de transac-ciones; la compra/venta dentro el sector minifundiodomina. El estudio reportó diferencias fuertes enprecios con relación directa a la disponibilidad deinfraestructura como riego, acceso al transporte ypresencia de características naturales como pendien-tes. En tanto se puede considerar que debido a laexistencia de un mercado de tierras que funcionacon compra/venta , los participantes en el mercadopueden considerar la tierra como un bien de capital.Este resultado esta reforzado por Lehmann (1986)en su estudio sobre clases de contratos de trabajo deaparcería en la sierra del Ecuador. El utilizó el aná-lisis para confirmar una orientación capitalista en eltrato de la tierra.

En la literatura de la economía del medioam-biente el paradigma de los derechos de propiedad dela tierra se señala que el hecho de establecer o forta-lecer los derechos de propiedad sobre la tierra creanen el usuario los incentivos para cuidar los recursosnaturales y utilizarles de una manera óptima. Enconsecuencia la inseguridad de tenencia es simple-mente la falta de derechos de propiedad claramenteestablecidos (Wachter 1992). El efecto de los dere-chos de propiedad claramente establecidos estánnormalmente vistos en términos de incentivos y ac-ceso al crédito. Los incentivos son aquellos que in-ducen a los agricultores a trabajar e invertir en laconservación de tierras. Los agricultores quienes no

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pueden estar seguros que recibirán los beneficios deesos esfuerzos tienen menos incentivos. Ervin(1986) demuestra que, en los Estados Unidos losarrendatarios no incluyen prácticas de conservaciónde suelos con la misma frecuencia que los dueños delas tierras.

Con la tenencia segura, la inversión en conserva-ción tiene dos clases de beneficios. Primero está elbeneficio de preservar el flujo de ingresos futurospor el uso de la tierra. Segundo, las inversiones tie-ne el efecto de preservar o mejorar el valor de la tie-rra como un bien de capital. Para obtener el segun-do beneficio, tiene que existir el derecho para venderla tierra como un bien.

Una posible excepción en la conceptualizaciónde tierras como un bien de capital viene de las mo-dalidades de acceso a la tierra dentro los pueblos in-dígenas, creados por actividades de la reforma agra-ria. Pacari (1993) destaca que en las comunidadesindígenas coexisten las propiedad comunal sobretierras como los páramos, colectiva sobre tierras decultivo común, y familiar-individual sobre casas yhuertos familiares. La propiedad familiar-individualtiene carácter de acceso-usufructo. El individuo nopuede vender o pasar como herencia.

Otro caso contradictorio en la relación inver-sión-tenencia surge de un estudio de Place y Hazell(1993) sobre las relaciones de tenencia en tres paí-ses africanos. El resultado destaca que la relación detenencia no da un poder explicativo en las inversio-nes en mejoras de la tierra, ni en el acceso al crédi-to y ni en la productividad de la finca. La implica-ción de este estudio es que existen factores más res-trictivos en la productividad agrícola que la relaciónde tenencia.

3: Organización comunitaria

Las culturas de los Andes tienen una larga tra-yectoria de organización en varios niveles para llegara algunas metas. Los Incas utilizaban mano de obratributaria para construir terrazas (Harden 1991).Las comunidades individuales tienen la costumbrede mingas para lograr metas de beneficio común.Murray (1993) destaca el rol de la organización de lacomunidad o de los agricultores en la adopción demedidas de conservación. Esas organizaciones sonfrecuentemente el filtro entre el agricultor indivi-dual y los agentes de cambio de afuera. Combinan-do con las actitudes de la comunidad, esas organiza-ciones pueden facilitar o impedir la adopción porparte de sus socios.

4: Políticas ambientales, agrícolas, y de macroeconomía

La relación entre las políticas y la degradación detierras tiene interrelaciones directas e indirectas.Existen dos grandes clases de políticas disponibles,las políticas regulatorias y las políticas de incentivos(Batie 1986). Típicamente las políticas agrícolas ymacroeconómicas que pretenden otros fines pue-den tener un efecto inesperado en la degradación desuelos. Las políticas ambientales pretenden tenerun efecto directo para frenar la degradación de sue-los. En su mayoría esas políticas tienen su base enla teoría de costos sociales, anteriormente discutida.El resultado de la aplicación de todo un juego depolíticas con señales a veces conflictivas es difícil deeludir. Citando la experiencia de los Estados Uni-dos, con más de 50 años de políticas de conserva-ción de suelos, en su revisión de la literatura Batie(1986) concluye que las políticas sectoriales de apo-yo a los ingresos agrícolas ha tenido un impacto ne-gativo en la degradación de tierras que sobrepasa elefecto positivo del juego de políticas conservacio-nistas. Como sus colegas del norte, los agricultoresde Ecuador han sido blancos de una larga historiade políticas.

Las políticas regulatorias actúan como prohibi-ciones o normas. Por ejemplo, en varios países exis-te prohibiciones contra piscinas de aguas servidasde criaderos de porcinos en suelos propensos a la li-xificación. Existen por otro lado prohibiciones paraimportar ciertas clases de pesticidas. Hay normas decalidad de agua que implican restricciones en el usode ciertos agroquímicos. Políticas regulatorias im-plican sistemas de vigilancia y multas por violacio-nes. En países como Ecuador, la falta de poder devigilancia hace poco útil clases enteras de regulacio-nes.

Las políticas tipo incentivo tiene como su metael cambiar la conducta por el cambio en los incenti-vos. Esta clase de política tiene una larga trayectoriaen Ecuador. Impuestos y subsidios para insumos yproductos tienen un impacto directo en la toma dedecisión del agricultor. Impuestos y subsidios dis-torsionan las señales del mercado sobre el verdaderovalor del bien afectado. Esas distorsiones puedencausar la sobreutilización del mismo item o puedencausar que otros insumos sean sobreutilizados. Porejemplo, los subsidios a pesticidas pueden causar susobreutilización en la producción con los efectosadversos bien conocidos. En igual manera, subsidiosa los precios de la papa pueden causar una mayor

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siembra en terrenos de ladera, causando una mayorerosión.

Como se indicó anteriormente en los estudiosde Janvry, Sadoulet y Fargeix (1991) y Scobie, Jardi-ne y Green (1991), el conjunto de políticas agrícolasy macroeconómicas en el caso de Ecuador han sidosesgadas contra el pequeño agricultor de la sierra.Los gobiernos sucesivos utilizaron tasas de cambiosobrevalorizadas, gastos deficitarios, controles enprecios, subsidios a sectores distintos, tarifas y barre-ras no-tarifas en un conjunto de políticas de protec-ción. Un resultado ha constituido la falta de desa-rrollo del sector y la permanencia de la pobreza.

Las políticas agrícolas, especialmente aquellasque distorsionan los precios de los insumos y pro-ductos, afectan la degradación de las tierras con suinfluencia en el uso de la misma. Un efecto del jue-go de políticas en Ecuador ha constituido una de-presión en los precios de los productos de la sierra.Algunos analistas concluyen que la depresión de losprecios agrícolas disminuye los incentivos para laconservación de las tierras (Wachter 1992). PeroLaFrance (1992) demuestra que un subsidio a losprecios de los productos puede tener el efectoopuesto. El resultado depende de la importancia re-lativa entre los efectos de conservación en la produc-tividad . Si los efectos de conservación dominan losefectos de producción, un incremento en preciospuede facilitar la conservación; si la conservación nocontribuye significativamente a la producción, unincremento en precios puede facilitar la degrada-ción.

Debido a la política de alimentos baratos para elsector urbano, el gobierno, en un intento de com-pensar al sector agrícola, ha subsidiado los preciosde los insumos. Por ejemplo, Lee y Espinosa (1998)calculan en un 17% el subsidio implícito a los agro-químicos. Con esas distorsiones, la tendencia delagricultor es la de sobreutilizar esos insumos. Porejemplo, el uso de fertilizantes compensa la pérdidade fertilidad natural de los suelos y los fertilizantesbaratos disminuyen el valor de una inversión en me-didas de conservación.

La falta de inversión en la base científica de in-vestigación y extensión también tiene una influenciaen la degradación de las tierras, al contribuir a la ne-cesidad de expandir el área cultivada en vez de incre-mentar la producción, por aumentos en los rendi-mientos (Southgate y Whitaker 1992). La expansióndel área cultivada por los pequeños agricultores hasido hacia los terrenos cada vez más marginales einapropiados.

1: Presión poblacional

La relación entre crecimiento de la población yla degradación es complejo y tiene relaciones con lacapacidad de carga (“carrying capacity”) del ecosis-tema. El criterio compartido por la mayoría de ana-listas es que el crecimiento poblacional implica unapartición de tierras que a su turno implica un usomás intensivo de las tierras ya cultivadas y la apertu-ra de áreas más marginales. Groetzbach (1988) de-fine las características de sobrepoblación que se apli-ca a la sierra de Ecuador. El potencial agrícola estácompletamente explotado, típicamente con unaagricultura mixta de cultivos y ganadería existe unsobreuso de la tierra y erosión. Se presenta una mi-gración temporal y permanente para obtener otrasalternativas de ingresos familiares. Southgate yWhitaker (1992) notan que la tasa de crecimiento dela población del Ecuador registrada en los últimoscensos fue más de 2.3%, pero en las áreas rurales dela sierra esta tasa fue 0.6% por año, durante el perío-do 1974-1990. Las principales corrientes migrato-rias interprovinciales son dominadas por las migra-ciones desde las provincias de la sierra hacia las pro-vincias de Pichincha (a Quito) y Guayas (a Guaya-quil). En el último censo, esas corrientes explicanmás del 27% de la migración interprovincial total enel país (Sosa 1994). Como se mencionó antes, cier-tas políticas del gobierno de Ecuador han sido moti-vadas para aliviar presiones poblacionales. Aún nopropuestas en la sierra de Ecuador, existen políticasde reasentamiento forzado. Esas propuestas sonnormalmente desarrolladas dentro de un contextodistinto a la conservación de tierras, como proyec-tos hidroeléctricos o forestación de una cuenca confines de reducción de la sedimentación.

Tiffen, Mortimore y Gichuki (1994) proveen unejemplo de cambios institucionales frente al creci-miento poblacional y la intensificación del uso de latierra en Kenia, donde se paró el deterioro y se obtu-vo recuperación. En una zona que estaba ambien-talmente deteriorada en los años 30s, a pesar de uncrecimiento poblacional de cinco veces, la zona fuerehabilitada y el valor per cápita de producción agrí-cola ha crecido tres veces en los años 90’s. Esto ocu-rre con un aumento en el tiempo fuera de la fincapor parte de los agricultores, con una intensificacióndel cultivo y con un movimiento hacia zonas aún

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Paul Winters, Patricio Espinosa, Charles Crissman2200

más marginales. Los autores asignan crédito en esteproceso de transformación a las innovaciones en eluso de la tierra (amplio uso de agroforestería y terra-zas), desarrollo de instituciones locales, buenos cami-nos, acceso al mercado de Nairobi y acceso al capitalpara inversiones en mejoras conservacionistas. El de-sarrollo del manejo adecuado de la tierra esta íntima-mente ligado a los procesos generales de desarrollo.

2: Falta de empleo e ingreso familiar

La falta de empleo e ingreso familiar están liga-dos con la pobreza y la minifundización. Dos ocu-paciones tradicionales en las zonas de montañaconstituyen la artesanía y el transporte. Con el desa-rrollo de mercados para productos de producciónmasiva y mejoras en las redes viales, estas ocupacio-nes tradicionales han desaparecido (Groetzbach1988). En su estudio de empleo rural en Ecuador,Luzuriaga y Salas (1993) enfatizan el rol clave de laagricultura con más del 63% como fuente de em-pleo. Puestos en industrias, comercio y serviciosconstituyen las alternativas más viables en el sectorrural. Miembros de la familia rural siguen con nece-sidades de generar ingresos fuera de la finca; contransporte barato es factible trabajar fuera de la zo-na. En un estudio que explica la erosión de suelo enuna cuenca en la zona de Cochabamba, Bolivia, Zim-merer (1993a) destaca tres resultados. Primero, elempleo fuera de la finca ha creado escasez de manode obra en la utilización de la tierra, empeorando laerosión. Segundo, esta escasez de mano de obra hacausado cambios en la aplicación de tecnologías quetambién empeoraron la erosión. Las tecnologías tra-dicionales de conservación, intensivas en el uso demano de obra, son las primeras prácticas en serabandonadas. Tercero, la percepción de los agricul-tores es que la naturaleza de la tierra y no el manejode la misma, es el factor fundamental en la erosión.

En un estudio en Honduras, Childress (1993)muestra que el trabajo fuera de la finca y el tamañode la familia están negativamente relacionados conla inversiones en medidas de conservación. El pos-tula que el tamaño de la familia esta relacionado conlas posibilidades de enviar miembros de la mismapara trabajos fuera de la finca y estos ingresos subs-tituyen a los ingresos provenientes de inversiones enmedidas de conservación.

3: Uso de la tierra

Desde hace 20 años la FAO (1983) ha promovi-do la aplicación de un sistema de evaluación de tie-

rras. Este sistema incluye una terminología amplia-mente utilizada. Primero la frase, uso de la tierra, sedefine como la combinación de cultivos o sistema decultivos con un nivel de tecnología especificada ydentro un marco socio-económico.

En Ecuador las necesidades del pequeño agricul-tor de la sierra, combinadas con las limitaciones delpiso ecológico en alternativas al sistema de cultivosactual, implica que grandes extensiones de las lade-ras tienen conflictos de uso de tierra. En consecuen-cia, la búsqueda de una agricultura sostenible sinconflictos de uso de tierra, incluye soluciones decambio de tecnología en el sistema de cultivos ocambios al sistema.

4: Aspectos de condiciones sociales, tradición y modernización

En los sistemas de cultivo tradicionales se desa-rrollaron mecanismos y conocimientos para acomo-dar las limitaciones puestas por el medioambiente.Existen también instituciones y organizaciones in-formales a nivel local que regulan el uso de los recur-sos. Pero, en las zonas montañosas, lo fundamentalen esos sistemas es la baja intensidad en el uso de latierra; con un incremento en la intensidad de uso, lavalidez de los sistemas es cuestionable. Anderson yJodha (1994) documentan esto para el caso de losHimalayas. Bebbington (1993) presenta observa-ciones parecidas para Ecuador; la tecnología nativa,romantizada casi como panacea por algunos obser-vadores, no necesariamente es suficiente para lossistemas agrícolas sostenibles en el entorno andinoactual.

Las condiciones sociales y culturales tienen unimpacto en el uso de los recursos naturales por par-te del residente rural. Las percepciones de los mis-mos campesinos de su ambiente natural trae infor-mación útil. Zimmerer (1994) y Stadel (1989) docu-mentan las percepciones de los campesinos en Boli-via y Ecuador. Ambos demuestran que los residen-tes no contemplan ciertos fenómenos dentro su al-cance. Por ejemplo reportan que la erosión estaconsiderada como un fenómeno natural, o voluntadde Dios. Estos resultados resaltan la utilidad de pro-gramas de educación en el manejo de los recursosnaturales.

En otro aspecto de su estudio en Cochabamba,Zimmerer (1993b) nota diferencias en las percepcio-nes dentro la comunidad campesina en relación aldeterioro. Un segmento de la comunidad se hecha aellos mismos la culpa, mientras que los adultos jóve-nes reconocen que existe un impacto de las políticas

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sobre las acciones de los campesinos. Un resultadoha constituido la incorporación de esta perspectivaen la agenda política de los sindicatos rurales de co-mercio.

Bebbington (1993) destaca varios estudios sobrelos intereses y aspiraciones de los campesinos, enfa-tizando su interés en aumentar y diversificar lasfuentes locales de ingresos.

En Ecuador, se encuentran comunidades conpoca habilidad de hacer ajustes. La falta de habilida-des se deben a varios factores: limitaciones institu-cionales, limitaciones de conocimientos y tambiénlimitaciones de objetivos culturales. La lucha por latierra en algunas comunidades se encuentra comoun factor primordial en la vida de la comunidad(Forester 1989). Una interpretación de esa orienta-ción es una visión de la comunidad sobre la tierracomo eje principal en la reproducción de la familia.Esto implica una visión estrecha de sus posibilidadesy poca habilidad de ajuste a nuevos desequilibrios.Una reacción del gobierno de Ecuador a esta luchaha constituido el aliviar las presiones para abrir es-pacios del páramo al uso de derecho privado. Loque en el sistema nativo fue un recurso común conusos sostenibles, ahora se encuentra explotado parafines individuales. Las comunidades no se han ajus-tado a esos cambios con el desarrollo adecuado y haydegeneración de ese recurso (Forester 1989).

5: Modificaciones en la superficie de la tierra

En Ecuador existen evidencias de modificacio-nes en la superficie de la tierra desde tiempos prehis-tóricos. Knapp (1991) documenta la presencia desistemas de riego, semi-terrazas (mojones), terrazas,drenaje, y camellones en la sierra. En tiempos mo-dernos existe inversiones de los sectores público yprivado en sistemas de riego en la sierra. Southgate(1992) reporta que en 1987 había 330.000 ha de tie-rras agrícolas bajo sistemas privados de riego, la ma-yoría en la sierra. En el mismo año había como88.000 ha bajo riego en sistemas públicos. Los culti-vos de ladera son beneficiarios del riego. Los datosde 1993 del SEAN muestra que 36% del área de maízen choclo y 24% del área de papa –ambos cultivos deladera– estaban bajo riego (SEAN 1994).

La construcción de varias clases de terrazas tam-bién ha sido incluido en varios proyectos guberna-mentales y no-gubernamentales (PROMUSTA 1993,Ramón 1993). En su mayoría esas son semi-terrazas(mojones), que tradicionalmente han sido utilizadocomo marcadores de los límites de las parcelas.

Posner y McPherson (1981 citado en Nations 1985)opinan que debido a su característica como terrazasde formación lenta, probablemente esos mojones yel uso de cerramientos vivos constituyen la modifi-cación de la superficie de la tierra más extensa y másimportante en términos de conservación de suelosen la sierra. Knapp (1991) nota que existe poca evi-dencia pre-histórica o histórica de terrazas con mu-ros de piedra en Ecuador.

Los factores individuales abarcan las percepcio-nes del individuo y las influencias en la toma de de-cisiones. Las percepciones del individuo de su en-torno y de lo que constituye un problema son in-fluenciados por varios factores descritos a continua-ción. Un supuesto importante en el análisis deadopción es que el agricultor está actuando para op-timizar el manejo de la finca para algún fin, sea paraaumentar sus ingresos económicos o para una u otramedida de bienestar de su familia.

1: Edad y la tasa de descuento

Una característica de la degradación de suelos esel efecto acumulativo. Actividades de un ciclo decultivo pueden tener efectos mínimos que no pue-den ser detectados por el agricultor, dada la varia-bilidad de producción o por compensación con eluso de otros insumos. Pero a través del tiempo, laacumulación da resultados percibibles. El efectoacumulativo incorpora el factor tiempo en cual-quier análisis.

La edad está hipotetizada en tener una influen-cia en como los individuos descuentan costos y be-neficios futuros (preferencia de tiempo). Esto tieneimplicaciones alrededor de la toma de decisiones so-bre inversiones y la adopción de tecnologías, espe-cialmente aquellas de conservación de suelos. Lapreferencia de tiempo cambia durante el ciclo de vi-da. Los adultos jóvenes frecuentemente tienen tasasaltas, los mayores tienen tasas bajas y los de la terce-ra edad de nuevo tienen tasas altas. La pobreza e in-certidumbre también influyen sobre la tasa de des-cuento, o sea las necesidades de consumo de hoy tie-nen mucho más peso que el consumo de mañana.

Inversiones en medidas de conservación fre-cuentemente tienen gastos considerables en estable-cer la obra, produciendo los mismos rendimientosalgunos años después. Una alta tasa de descuento

DD.. FFaaccttoorreess IInnddiivviidduuaalleess

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Paul Winters, Patricio Espinosa, Charles Crissman2222

hace menos valiosos los ingresos futuros y menosviable la inversión. En un estudio del Banco Mun-dial, Cuesta, Carlson y Lutz (1995) estiman tasas dedescuento para pequeños agricultores en Costa Rica.La tasa normalmente utilizada por el Banco paraevaluar sus proyectos es de 10%; este estudio de-muestra que los agricultores aplican tasas de des-cuento entre 16 y 19%.

2: Experiencia, educación, y conocimientos de conservación

La falta de sabiduría está frecuentemente ligadaa la degradación de tierras (Wachter 1990). Recípro-camente, varios investigadores han encontrado unarelación positiva entre la educación y la conserva-ción de tierras en los Estados Unidos (Thampapillaiy Anderson 1994). Ervin y Ervin (1982) hipotetiza-ron que la adopción alrededor de la conservación detierras sigue un proceso en tres etapas: percepciónde la erosión como un problema, la decisión deadoptar y la implementación del cambio. En un es-tudio con agricultores en los Estados Unidos, seencontró que la educación fue importante en cadaetapa.

Los teorizadores de la difusión de informaciónpostulan que la falla en la adopción puede ser expli-cada parcialmente por la falta de acceso a informa-ción (Swanson, Camboni y Napier 1986). Esta hipó-tesis es la base de los programas de educación y con-cientización. Stadel (1989) estudió las percepcionesde campesinos de la sierra central de Ecuador, don-de, por ejemplo, la erosión está percibida como unacausa natural o voluntad de Dios y su control estáfuera del alcance del agricultor. En otros estudioscomo el de Zimmerer (1994), donde se demuestrauna amplia gama de sabiduría local en el manejo delos recursos naturales, entre los agricultores de lasierra de Bolivia.

Swanson, Camboni y Napier (1986) revisan va-rios estudios en los Estados Unidos donde encuen-tran agricultores con actitudes favorables a la con-servación y con conocimientos sobre las técnicas deconservación aunque no las aplican. Contrario a losresultados resumidos Thampapillai y Anderson(1994), concluyeron que la educación y concientiza-ción no son factores suficientes para promover laadopción y que la rentabilidad de la inversión enconservación así como otros factores estructurales,limitan las posibilidades.

Schultz (1975, 1978) enfatiza el valor de la habi-lidad del individuo para hacer ajustes en situacionesde desequilibrio. Sistemas nativos de tecnología han

sido desarrollados a través de largos tiempos y nu-merosos observadores notan que esos sistemas estánen un equilibrio con su ambiente; entonces son sos-tenibles. En esas situaciones la experiencia tiene ma-yor importancia. Pero en situaciones de cambiosfrecuentes asociados con una agricultura en proce-sos de modernización, la educación implícitamente,la formación de habilidades para procesar informa-ción, juega un rol más importante En situaciones decambios relativamente rápidos el retraso del ajusteimplica un potencial para la degradación de tierras.

3. Actitud al riesgo

Existe una amplia evidencia de que los agriculto-res son adversos al riesgo. Las implicaciones teóricasy los análisis empíricos dan resultados mezclados so-bre si la aversión al riesgo facilita o impide la adop-ción de medidas de conservación. Las creencias delos agricultores sobre los ingresos de corto y media-no plazo por cambios, influyen la toma de decisiónsobre el adoptar o no medidas de conservación detierras. Por un lado, las medidas de conservación re-ducen los riesgos del suelo como un recurso de pro-ducción, pero implican cambios en las tecnologíasde manejo de los cultivos, lo que causa la creaciónde nuevas incertidumbres sobre los ingresos netosde esas actividades. Por el otro lado, existen eviden-cias de que los agricultores adversos al riesgo siguencon prácticas de manejo de cultivos asociados conmayores ingresos y mayores tasas de erosión. Tham-papillai y Anderson (1994) especulan que actitudeshacia el riesgo están asociados con otros factores co-mo riqueza, educación y seguridad de tenencia yesas correlaciones crean dificultades en la medicióny en la estimación empírica con datos transversales.

4: Rentabilidad de inversiones en conservación y uso de subsidios

Lutz, Pagiola y Reiche (1992) en un resumen deanálisis costo beneficio de proyectos de conserva-ción de suelos en Centro América y el Caribe mues-tran que la toma de decisión de los agricultores esracional, en cuanto a decisiones de invertir en medi-das de conservación. Lo esencial del análisis costo-beneficio es la incorporación de costos y beneficiosindirectos al cálculo de los beneficios netos, descon-tando los costos y beneficios futuros. Los estudios decasos documentan una alta correlación entre laadopción de medidas de conservación y los benefi-cios directos de la inversión, cuando la inversión esrentable desde del punto de vista del agricultor.

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Segundo, se muestran que las inversiones en me-didas de conservación son rentables en algunos, pe-ro no en todos los casos. También se muestra que,en general, estructuras como terrazas no son renta-bles en la perspectiva del agricultor pero si son ren-tables en las perspectivas de la sociedad. Entonces,existe un rol para el sector público en apoyo de la in-vestigación para mejorar las tecnologías de conser-vación. Existe también un rol para eliminar restric-ciones institucionales para la adopción como es latenencia de la tierra.

El uso de subsidios para fomentar la adopciónde medidas de conservación tiene una larga historiay cuenta con simpatizantes y detractores (Lutz, Pa-giola y Rieche 1993). La lógica tras el uso de subsi-dios para incentivar la adopción de medidas de con-servación tiene su base en la teoría de los costos so-ciales. Como fue discutido en secciones anteriores,la erosión tiene efectos dentro y fuera de la finca.Cuando los efectos afuera de la finca son considera-bles como la sedimentación de una represa, existe unbeneficio para la sociedad al reducir la sedimenta-ción, pero el costo de la reducción cae en los agricul-tores cuyas fincas tienen que ser manejadas adecua-damente. En consecuencia, desde el punto de vistade la sociedad es justificable utilizar impuestos y ge-nerar fondos para subsidiar agricultores en medidasde conservación.

Existe una amplia evidencia de que los agriculto-res adoptan medidas de conservación cuando haybeneficios privados. Argumentos en contra del usode los subsidios tiene su base en las experiencias deproyectos que utilizando subsidios cayeron en elmomento que terminaron los mismos. Se ha llega-do hasta extremos donde los agricultores han des-truido obras ya hechas por su percepción de que laobra reduce el flujo de ingresos en la parcela (Pagio-la 1993). Esto ha ocurrido en la provincia de Chim-borazo, en casos de terrazas en pendientes, donde losmuros de las terrazas ocupan un porcentaje conside-rable de la parcela (F. Merino, com. personal).

Rist y San Martin (1993) demuestran el impactovariable de los subsidios en la adopción de dos cla-ses de terrazas en la sierra de Bolivia. La adopciónde terrazas de formación lenta y de absorción encuatro comunidades fue monitoreada, incluyendo ladisponibilidad de apoyo de una ONG trabajando enel sector. Las cuatro comunidades se encuentran enagroecosistemas distintos y en consecuencia existendiferencias marcadas en la adopción, con y sin apo-yo de la ONG. En su mayoría, la adopción sin apo-yo ocurre en casos donde los agricultores puedenobtener beneficios directos de la intervención.

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El proyecto PROMUSTA lo inició CARE en 1988en convenio con el Ministerio de Agricultura y Ga-nadería del Ecuador y otras entidades estatales, sec-cionales y locales. Al inicio del proyecto se plantea-ron acciones de conservación de suelos con criterionetamente conservacionista; en los años subsiguien-tes se aplicó una propuesta más global en término demanejo de los recursos naturales. Últimamente y deacuerdo a como el proyecto progresaba se desarrollauna concepción holística de actividades en términosde la integralidad en el manejo de los recursos natu-rales a través del fortalecimiento socio-organizativo,capacitación y extensión, agricultura conservacio-nista, pastos y ganadería, forestería y agroforestería ymanejo de agua. El menú de opciones tecnológicasdesarrollado por PROMUSTA ofrece un portafoliodiverso de posibilidades para el agricultor. Las tec-nologías fueron adaptadas por los extensionistas ylos propios agricultores para encalzar con las condi-ciones locales. El objetivo del proyecto es fomentarla autogestión del campesino minifundista de la sie-rra ecuatoriana a través de la adopción y adaptaciónde prácticas del uso sostenible de la tierra con la fi-nalidad de mejorar el nivel de vida de los campesi-nos en el corto y largo plazo.

El ejecutar este proyecto requiere la selección decomunidades en cada región. Aunque el proyectoplaneó trabajar en ocho provincias de los Andesecuatorianos el trabajo comenzó lentamente en cadauna. Consecuentemente no todas las comunidadesentraron al proyecto de una sola. Unidades admi-nistrativas fueron organizadas por provincias y lascondiciones locales a menudo dictaron el enfoquede la región. La fase inicial de desarrollo en cada re-gión incluye un estudio de pre-diagnóstico diseñadopara obtener información general acerca del poten-cial de las comunidades. Una vez que se seleccionalos sitios posibles de trabajo, las comunidades sonescogidas en base a los siguientes criterios:1. Interés y compromiso de hombres y mujeres de

la comunidad.2. Migración limitada (no superior al 60%).

3. Base económica, agrícola, forestal y pecuaria.4. Ubicación en una cuenca hidrográfica.5. Ausencia de instituciones similares trabajando

en la zona.6. Pertenencia a organizaciones de segundo gra-

do1.Los puntos en el mapa de la figura 5 identifican

la ubicación general de las 193 comunidades quehan trabajado o trabajan con PROMUSTA. Estascomunidades están localizadas de norte a sur en losAndes ecuatorianos y representan una variedad cli-mática, topográfica y de condiciones culturales yeconómicas.

Después de que las comunidades son identifica-das en la fase 1 de selección, el diagnóstico de la co-munidad y las acciones de planificación se realizanen la fase 2. En esta fase 2 los representativos dePROMUSTA y los miembros de la comunidad dis-cuten las necesidades e intereses de la comunidadcon respecto a la conservación de los recursos. Enlas discusiones se establecen las responsabilidades ycontribuciones de PROMUSTA y los participantesde la comunidad. En cada comunidad son seleccio-nados promotores campesinos para promover lasactividades del proyecto. Estos promotores jueganun rol importante facilitando las actividades entrePROMUSTA y la comunidad. Al final de esta fase sedispone de un plan de acciones para la comunidad.

En esta fase se hacen los diagnósticos comunita-rios, pero es la propia comunidad que analiza la rea-lidad, necesidades e intereses; se hacen además pla-nificaciones participativas y se firman convenios en-tre la comunidad y el proyecto. En este documentode convenio se establece claramente los compromi-sos, responsabilidades y aportes del proyecto y la co-munidad.

En la fase 3 de ejecución-capacitación se ejecutalo planificado en la fase 2 y se capacita integralmen-te a la familia campesina y a la comunidad. La capa-citación es hecha a través de días de campo, talleres,discusiones de grupo, parcelas demostrativas, y girasa parcelas de otros agricultores. El proyecto usa una

AA.. EEll PPrrooyyeeccttoo PPRROOMMUUSSTTAA ddee CCAARREE

IIVV..EEVVAALLUUAACCIIÓÓNN DDEELL PPRROOYYEECCTTOO MMAANNEEJJOO DDEELL UUSSOO SSOOSSTTEENNIIBBLLEE DDEE TTIIEERRRRAASS AANNDDIINNAASS ((PPRROOMMUUSSTTAA)) DDEE CCAARREE

1 Una organización de segundo grado consiste de una confe-deración de organizaciones de base.

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estrategia participativa la que promueve discusionesde las experiencias y análisis de las acciones toma-das. Durante esta fase los promotores campesinosfacilitan las actividades y estimulan la participaciónen prácticas de conservación; a menudo usan suspropias parcelas como lotes demostrativos.

Después de la fase de ejecución-capacitación lacomunidad entra a una fase de desarrollo, definidacomo consolidación y adopción (fase 4). En esta fa-se los miembros de la comunidad y los promotoresentran en un auténtico proceso de activa participa-ción. Se afirman las acciones en aspectos producti-vos agropecuarios, manteniendo y mejorando elmanejo de los recursos naturales. Una adopción ex-tensiva de las nuevas tecnologías que mejoran el ma-nejo de los recursos es esperada en esta fase. Adicio-nalmente se espera un significativo incremento en elconocimiento sobre el manejo de los recursos natu-rales por parte de todos los miembros de la comuni-dad, incluyendo hombres, mujeres y niños. Se conti-núan en esta fase actividades participativas, planifi-cación y evaluación por lo que los extensionistas vi-sitan regularmente la comunidad.

Finalmente, una vez que la comunidad ha alcan-zado un nivel de madurez y sabe como continuar

con la planificación y ejecución de la conservación,sin asistencia externa, la comunidad se gradúa delproyecto (fase 5). Esta decisión es hecha en consul-ta con los participantes de la comunidad.

Estas fases representan los estados ideales de de-sarrollo para una comunidad. En algunas circuns-tancias las comunidades, por falta de interés o pro-blemas con la organización, no realizan progresossuficientes. En estos casos el proyecto sale de la co-munidad. Por esto, el fin de la interacción entre lacomunidad y PROMUSTA puede deberse a buenasrazones (graduación) o malas razones (retiro).

Diseñamos la encuesta tomando en cuenta la re-visión de literatura anterior sobre los aspectos quemás afectan la adopción de tecnología sobre prácti-cas de manejo de suelo y agua, así como las hipóte-sis informales formuladas por los técnicos de PRO-MUSTA. La ejecución de la encuesta a nivel de fin-ca estuvo a cargo del CIP y se realizó de junio a sep-

BB.. DDiisseeññoo ddee llaa eennccuueessttaa ppaarraa eessttee eessttuuddiioo

Figura 5. Ubicación de las comunidades

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Manejo de los recursos en los Andes ecuatorianos 2277

tiembre de 1996. Los encuestadores fueron los ex-tensionistas de PROMUSTA, no actuando como ta-les en el caso de la comunidad considerada fueraaquella en la que ellos trabajan. La selección de lamuestra requirió primero seleccionar la comunidady luego los individuos dentro de ella. Se entrevistótanto a participantes como a los no participantes enel proyecto.

Para la selección de las comunidades se utilizóun muestreo dirigido. A través de esto se quiso ase-gurar que las comunidades de la muestra represen-ten importantes diferencias dentro del proyectoPROMUSTA. Los criterios utilizados fueron exóge-nos e incluyeron:1. Localización en el área (norte, sur, este, oeste).2. Fase en el proyecto (consolidación, graduación,

retiro).3. Cercanía o lejanía a centros urbanos.4. Altitud.5. Calidad de suelo (su potencial para la agricultu-

ra).6. Presencia de páramo.

El azar determinó la selección de la comunidaduna vez que se había identificado los grupos repre-sentativos de diferencias importantes.

Los criterios antes indicados variaron de acuer-do con el área considerada y su inclusión fue discu-tida con los representantes de PROMUSTA en cadauna de ellas. El área corresponde a una provincia yconstituye una unidad administrativa para PRO-MUSTA. En el Cuadro No. 3 se indica el número to-tal de comunidades en la provincia, el número decomunidades seleccionadas y el criterio usado en ca-da área. Fueron seleccionadas un total de 44 comu-nidades dentro de las 193.

En cada comunidad se realizaron entrevistastanto a agricultores participantes en el proyecto co-mo a los no participantes. Se usaron listas de todoslos miembros de la comunidad con su categoría res-pecto a la participación, para seleccionar al azar laspersonas a entrevistarse. Cuando un agricultor noestaba disponible para la encuesta, por ejemplo porausencia de la comunidad, se procedió a entrevistaral agricultor más cercano ubicado en la misma cate-goría que el ausente. En las 44 comunidades se hi-cieron entrevistas en 530 Unidades de ProducciónAgropecuaria (UPA).

Reconociendo la importancia de los factores re-lativos a la comunidad en la adopción de las alterna-tivas tecnológicas de PROMUSTA también conduji-mos encuestas a nivel de la misma. Obtuvimos la in-formación de los extensionistas, responsable de áreade PROMUSTA e informantes claves en la comuni-dad.

Como se indicó antes, las comunidades en lamuestra fueron seleccionados para representar la di-versidad de comunidades dentro del proyecto PRO-MUSTA. Las comunidades tienen importancia en laregión Andina. Esta es la más baja unidad de orga-nización. El Cuadro No. 4 muestra algunas caracte-rísticas de las 44 comunidades en la muestra. CAREinició trabajos en algunas comunidades tan tempra-no como 1985 como parte de un proyecto más pe-queño que fue el preámbulo de PROMUSTA, el queoficialmente inicia en 1998. Cuatro de las 44 comu-nidades de la muestra (9%) iniciaron actividades eseaño. En 1992 se realizó una evaluación externa dePROMUSTA la que condujo a cambios en el énfasisdel proyecto y la expansión de las áreas de acción.Cerca de la mitad de las comunidades seleccionadas(43%) fueron parte de PROMUSTA antes de estaevaluación y las restantes (57%) iniciaron trabajosdespués de la evaluación.

La mayoría de estas comunidades entraron en elproyecto en 1993 ó 1994. Cada una de las comuni-dades puede ser clasificada en una de las siguientesfases: 1. Capacitación y ejecución; 2. Consolidacióny adopción; 3. Graduación; y, 4. Retiro. Como seindicó en la sección 2, retiro se debe a malas razonescomo problemas en la participación de la comuni-dad y graduación se debe a buenas razones, usual-mente la comunidad ha alcanzado un grado de ma-durez que le permite seguir sola. La mayoría de lascomunidades en la muestra (56.8%) están en el esta-do de consolidación y adopción. De las comunida-des que ya no están más con el proyecto, 22.7% al-canzaron la graduación y 15.9% el retiro. La parti-cipación con PROMUSTA es voluntaria y solo encinco comunidades (11.4%), todos los miembrosparticipan. En promedio alrededor de la mitad delos miembros de la comunidad (52.2%) participan,con un rango de 7.5% a 100%.

El mandato de CARE es trabajar con los más po-bres. Estimaciones de pobreza nacional muestranque el 35% de la población total está por debajo dela línea de pobreza al igual que el 47% de la pobla-ción rural (Banco Mundial, 1997). PROMUSTA tra-baja en las estribaciones de los Andes, donde tiendea concentrarse la pobreza, consecuentemente se con-sidera que la mayoría de estos agricultores tienen in-gresos por debajo de la línea de pobreza. Aunque losagricultores pueden ser clasificados como pobres,dentro de las comunidades de PROMUSTA existe

CC.. LLooss ddaattooss

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una variación significativa en un número de caracte-rísticas. La propiedad de la tierra en las comunidadeses tan baja como 0.8 ha. y tan alta como 6.3 ha. El ni-vel de pobreza de cada comunidad en una escala de 1a 10 (1 = muy pobre) fue calificado por los extensio-nistas y responsables de áreas. Mientras a 57% de lascomunidades se les dio escores de 4 ó 5, 20% estuvie-ron bajo 4 y 23% sobre 5. Los años promedios deeducación son 4, pero en algunas comunidades el ni-vel promedio de educación es tan bajo como 1.8 añosy en algunos tan alto como 7.4 años. El ingreso extra-finca representa en el límite inferior un 7% de los in-gresos de la finca y en el límite superior un 64.3%.

La conservación de suelos depende en gran me-dida de las características del suelo, disponibilidadde agua y la capacidad de tenencia en términos dedisponibilidad de tierra. A los extensionistas y res-ponsables de área se les solicitó que calificaran a lascomunidades en términos de la humedad de suelo(1 = humedad deficiente) y del potencial del suelo (1= bajo potencial). La escala va de 1 a 10. Los nive-les estimados de humedad de suelo variaron de 2 a 7con un 31% calificados con 4. El 22% está bajo 4 yaproximadamente el 15% en 5, 6 y 7 individualmen-te. El potencial de suelos tiende a ser más alto conun 27% calificado como 6. De todas maneras un

27% fueron calificados tan bajo como 2 y 3. Aunqueinterpretar estos números es difícil dada su natura-leza cualitativa, las cifras sugieren que el potencialpara la conservación de suelos puede variar entrecomunidades. PROMUSTA no dispone de pluvió-metros en cada comunidad, ni existen estacionespluviométricas referenciales. Por esta razón se soli-citó a los extensionistas y representantes de área es-timar la precipitación anual. De acuerdo con estosdatos la precipitación promedio es de 629 mm/año.La comunidad más seca recibió 280 mm/año y lamás húmeda 1200 mm/año. Aproximadamente untercio de las comunidades reciben 500 mm/año omenos de lluvia, un tercio recibe entre 500 y 750mm/año y un tercio sobre los 750 mm/año. La pre-sión de la población definida como el número deUnidades Productivas Agrícolas (UPA) por hectáreaen la comunidad también varía grandemente, desde0,03 UPAs por hectáreas en la comunidad hasta 5UPAs. Solo dos comunidades (4.5%) tienen más dedos UPAs por hectárea y solo ocho comunidades(18.2%) tienen más de una UPA por hectárea.

La adopción de prácticas de conservación desuelos dentro de una comunidad puede depender dela estructura institucional. La información sobreconservación puede fluir más fácilmente en comu-

Cuadro 3. Diseño de la encuesta

Comunidades Comunidades Criterios UPAsProvincia PROMUSTA seleccionadas selección entrevistadas

Norte Imbabura 15 4 Ubicación, calidad de suelo 61

⇓ Cotopaxi 33 6 Ubicación, distancia a la 63ciudad, fase en PROMUSTA

⇓ Tungurahua 34 8 Ubicación, calidad de suelo, 112altitud, fase en PROMUSTA

⇓ Chimborazo 28 6 Ubicación, calidad de suelo, 88presencia de páramo, fase en PROMUSTA

⇓ Cañar 35 6 Ubicación, distancia a la ciudad, 68fase en PROMUSTA

⇓ Azuay 21 8 Ubicación, calidad de suelo 83

Sur Loja 27 6 Ubicación, calidad de suelo, altitud, 55fase en PROMUSTA

Total 193 44 Ubicación, calidad de suelo, altitud, 530distancia a la ciudad, presencia de páramo, fase en PROMUSTA

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nidades organizadas u homogéneas. Los agentes deextensión pueden también encontrar más fácil tra-bajar en comunidades bien organizadas. La mem-bresía individual en organizaciones varía, desde unpromedio por comunidad de 0.4 afiliaciones hastados afiliaciones, con un promedio de membresía de1.3. Se solicitó a los extensionistas evaluar el nivel deorganización de las comunidades en una escala de 1a 5, donde 1 es muy bien organizada y 5 mala orga-nización. El 52% de las comunidades fueron descri-tas como muy bien organizadas, mientras que el41% fueron consideradas promedio en organiza-ción, solo el 7% fueron consideradas mal organiza-das. La predominancia de comunidades bien orga-nizadas fue esperada ya que este constituye un crite-rio de PROMUSTA para seleccionar comunidades.La presencia de comunidades mal organizadas pue-de deberse a fallas en el diagnóstico durante la selec-ción de comunidades o el deterioro de la organiza-ción después del enrolamiento con PROMUSTA. La

mitad de las comunidades son étnicamente homo-géneas con un 32% enteramente indígena y 18% so-lo mestiza. Las restantes constituyen una mezcla,con un promedio de 54.2% de población indígena.Como se indicó antes las alternativas tecnológicas dePROMUSTA incluyen la intensificación y diversifi-cación de la agricultura. La habilidad de intensificaro diversificar la agricultura depende en parte de ladisponibilidad de infraestructura y el acceso al mer-cado. El Cuadro No. 4 presenta algunas variables deinfraestructura por comunidad. En promedio enuna comunidad 13.6% de los agricultores tienen rie-go. Sin embargo, 25 comunidades (57%) no tienenacceso a este recurso de producción. En las comuni-dades que tienen riego solo el 32% de agricultorestienen acceso a este recurso. La distancia a las ferias,distancia a caminos pavimentados, distancia a hos-pitales y distancia a ciudades de más de 50.000 habi-tantes son medidas del acceso a los mercados y desa-rrollo (menos infraestructura generalmente implica

Cuadro 4. Características de las comunidadesNúmero de comunidades = 44

Desviación

Media Estándar Mínimo Máximo

CARE PROMUSTAAño en que comenzó PROMUSTA 1991.4 3.0 1985 1996Fase 1: Entrenamiento-ejecución (%) 4.5 – – –Fase 2: Consolidación y adopción (%) 56.8 – – –Fase 3: Graduación (%) 22.7 – – –Fase 4: Retiro (%) 15.9 – – –Participación PROMUSTA (promedio %) 52.2 29.1 7.5 100.0

Ingreso/bienesTierra en propiedad (promedio ha) 1.1 1.7 0.8 6.3Valor animales grandes (promedio (US$) 1627.0 979.0 574.0 4572.0Pobreza (1-10, 1 = muy pobre) 4.6 1.4 2 8Educación (promedio años) 4.0 1.3 1.8 7.4Ingreso extrafinca (promedio %) 32.0 16.0 7.0 64.3

InstitucionesOrganización (promedio membresía) 1.3 0.4 0.4 2.0Índice de organización (1-5, 1 = muy organizado) 2.5 0.8 1 4Indígenas (promedio %) 54.2 41.3 0.0 100.0

Características del sueloHumedad (1-10, 1 = humedad deficiente) 4.6 1.4 2 7Potencial del suelo (1-10, 1 = bajo potencial) 4.9 1.7 2 9Densidad de la población (familias/ha) 0.70 0.97 0.03 5.00Tierra comunal (promedio %) 29.2 34.3 0.0 92.3Lluvia (mm/año) 629 193 280 1200

Acceso a la infraestructuraAgricultores con riego (promedio %) 13.6 20.8 0.0 90.0Distancia a feria: mayor (km) 17.6 13.5 3.0 70.0Distancia a carretera pavimentada: (km) 18.5 20.4 0.5 115.0Distancia a hospital: (km) 10.8 17.1 0.0 80.0Distancia a la ciudad: > 50.000 habitantes (km) 51.2 36.4 4.0 155.0

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Paul Winters, Patricio Espinosa, Charles Crissman3300

menos desarrollo). Estas variables varían amplia-mente entre comunidades.

En resumen, el Cuadro No. 4 indica que existeuna significativa variabilidad entre comunidades enla muestra. Esto no es una sorpresa por dos razones:primero, como se indicó en la sección 3 las comuni-dades en el estudio fueron escogidas para reflejar ca-racterísticas particulares; segundo, los Andes soncultural, geográfica y económicamente diversos.PROMUSTA, trabajando de norte a sur en los An-des, tiene que enfrentar tremendas diferencias en co-munidades lo que hace la presentación de alternati-vas tecnológicas difícil.

El Cuadro No. 5 en su primera columna reportainformación de las 530 Unidades Productivas Agrí-colas (UPA) muestreadas. El tamaño promedio de laUPA es de 5.1 miembros. Un miembro de una fincase define como cualquier persona que viva allí sinimportar su parentesco. Por consiguiente puede in-cluir abuelos, primos, tíos, tías y otros miembros queno sean familia. La mano de obra en la UPA puedeser importante para la conservación de suelos dadoque las medidas de conservación a menudo requie-ren un gasto significativo de mano de obra. Se con-sidera mano de obra a cualquier miembro de la UPAsobre la edad de 14 años. Distinguimos entre la ma-no de obra masculina y femenina ya que a menudoson utilizadas en diferentes actividades agrícolas.Dividimos la mano de obra por área de tierra opera-tiva para determinar su disponibilidad por unidadde tierra. En promedio cada UPA dispone de 8.2unidades de mano de obra masculina por hectárea y8.6 unidades de mano de obra femenina. El núme-ro mayor de mujeres puede ser explicado por la per-manente migración de los hombres. La edad del ca-beza de familia, generalmente el hombre mayor, re-presenta los estados del ciclo de vida y la experienciaprimaria en la toma de decisiones. El promedio deedad del cabeza de familia es de 42.7 años. Las des-trezas son medidas por los años de educación y en-contramos que en promedio los miembros de laUPA tienen 3.6 años de educación.

Un tercio del ingreso de la UPA viene de fuera dela misma. Esto está aparente en el porcentaje repor-tado de ingreso extra-finca (32.4%). El promedio demeses por año en los que el jefe de familia trabajafuera de la finca es de cuatro. Esto sugiere que paraperíodos extensivos en el año, mucha de la mano deobra de la UPA no es disponible para trabajos en lamisma. Los agricultores en promedio poseen 1.0 hade tierra y manejan un poco más (1.1 ha) a través demecanismos como renta o siembras al partir. El 7%de los agricultores entrevistados no poseen tierras y

el 79% posee una hectárea o menos. Solo el 5% deagricultores posee cuatro o más hectáreas. Se hizoun seguimiento a las parcelas que los agricultores dela muestra, manejan dentro de la comunidad. Enpromedio el número de parcelas manejadas por unagricultor es de 1.5. El 62% de los agricultores tra-baja solo una parcela, 27% trabaja dos parcelas y elrestante 11% trabaja entre tres y seis parcelas. El ga-nado, principalmente vacunos, caballos, burros,porcinos, ovinos, caprinos y llamas pueden ser unafuente de ahorro y producción para la finca. Estima-mos con precios de octubre de 1997 de una feriaprovincial el valor de los semovientes. En promedioel valor del ganado de las fincas es de US$ 1.548. Detodas maneras cerca de la mitad de agricultores po-see un valor inferior a US$ 1.000.

Como se indicó antes, aspectos institucionalespueden facilitar la información y la adopción denuevas tecnologías. Las UPAs en las comunidadesde PROMUSTA son bien organizadas con agriculto-res que reportan en promedio pertenecer a 1.3 orga-nizaciones, 51.6% de los cuales fueron alguna vez oson directivos de alguna organización.2 Nuevamen-te, este grado de participación era esperado, ya quePROMUSTA incluye como criterio de selección decomunidades un superior grado de organización.De las UPAs muestreadas el 62% es indígena.

En la muestra se incluyeron tanto a participantescomo a no participantes en el proyecto. La segunday tercera columnas del Cuadro No. 5 presentan in-formación sobre estos dos grupos. Los agricultorespor sí mismos escogen participar o no en el proyec-to. Cuando se evalúa un proyecto siempre existe elpotencial para un sesgamiento en la selectividad.Aquellas UPAs que participan en el proyecto PRO-MUSTA pueden haber estado más dispuestas aadoptar alternativas tecnológicas de conservación,aunque el proyecto no se hubiera implementado.Los beneficios del proyecto son medidos por laadopción que ha ocurrido, más allá de lo que hubie-ra ocurrido si el proyecto no hubiera sido imple-mentado. El separar los efectos del proyecto y la au-toselección de participantes puede resultar difícil.Una manera para determinar este sesgamiento deselectividad es mirar si existe una diferencia sistemá-tica entre participantes y no participantes. Pruebasde diferencia entre participantes o no, usando prue-bas de t para promedios y chi cuadrado para varia-bles discretas se reporta en la columna cuatro.

2 El término organización se refiere a afiliaciones perma-nentes, como las asociaciones de agricultores. PROMUSTAno es considerado como organización por su temporalidad.

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Manejo de los recursos en los Andes ecuatorianos 3311

Del Cuadro No. 5 se desprende que las UPAs conmás miembros (4.6 vs 5.2) tuvieron más probabili-dad de participar. Esto se pudo deber a la disponi-bilidad de mano de obra; aunque los participantestienden a tener más mano de obra por hectárea, nose encontró significancia para la mano de obra porhectárea masculina ni para la mano de obra femeni-na. Agricultores con más ingreso extra-finca (38.1%vs 30.8%) tienen la tendencia a no participar. Agri-cultores con menos trabajadores en la finca pareceque tienen menos tiempo o recursos de mano deobra para participar. Los participantes tienden a te-ner ligeramente más parcelas (1.4 vs 1.5), tienen te-rrenos con más pendiente (23.7% vs 27.7%), másvalor de ganado (US$ 1309 vs US$ 1615) y máscobayos “cuyes” (14.5 vs 18.5). Los participantes tie-nen también más probabilidad de pertenecer a unaorganización (0.9 vs 1.4) y ser directivo de las mis-mas (23.1% vs 59.7%).

Mientras los números indican algunas diferen-cias entre participantes y no participantes es difícil

determinar cuales de ellos son endógenas (resultadode la participación) o una fuente de causa. Por ejem-plo el proyecto PROMUSTA ha apoyado la cría decuyes y por lo tanto no es una sorpresa que los par-ticipantes posean un mayor número de estos anima-les. Un mejor método para examinar la participa-ción es el uso de la prueba probit. Esta prueba esti-ma la probabilidad de participación en el proyectoPROMUSTA dado las características de la UPA. Esimportante escoger los determinantes de participa-ción basados en un análisis ex-ante de las creenciasdel por qué las UPAs participan.

El Cuadro No. 6 reporta los resultados de laprueba probit en participación. Solo el valor de losanimales más grandes, operación en parcelas conmayor pendiente y las variables institucionales sonsignificativas. Los efectos marginales de cada varia-ble se reportan para un agricultor promedio, esto esel agricultor que tiene las características promedio.Los resultados indican que los agricultores con máspendiente en sus parcelas tienen más probabilidad

Cuadro 5. Unidades de Producción (UPAs) participantes vs no participantes

Total No particip. Participan. Prueba

Número de observaciones 530 117 413 –% del total de obs. 100.0 22.1 77.9 –

VARIABLES DE LA UPA

Capital humanoMiembros de la familia 5.1 4.6 5.2 –2.76 ***Mano de obra masculina/ha 8.2 7.8 8.3 –0.26Mano de obra femenina/ha 8.6 7.9 8.8 –0.44Edad del cabeza de familia 42.7 41.8 42.9 –0.74Nivel de educación (promedio familia) 3.6 3.4 3.6 –0.73

Fuentes de ingresoMeses trabajo fuera de finca (cabeza) 4.0 4.6 3.9 1.45Ingreso extra-finca (%) 32.4 38.1 30.8 2.31 **

Bienes físicosTierra en propiedad (ha) 1.0 0.9 1.1 –0.37Tierra manejada (ha) 1.1 1.0 1.1 –0.40Número de parcelas 1.5 1.4 1.5 –2.39 **Gradiente de la mayor pendiente † 26.8 23.7 27.7 –2.05 **Altitud del lote más alto 3090 3013 3097 –0.88Valor animales grandes (US$) ++ 1548 1309 1615 –1.73 *Aves en propiedad 6.5 6.7 6.4 0.27Cuyes en propiedad 17.6 14.5 18.5 –1.89 *Conejos en propiedad 1.5 1.2 1.6 –0.57

Bienes institucionalesPertenencia a organizaciones (Nº) 1.3 0.9 1.4 –6.84 ***Es o era directivo de la organización 51.6 23.1 59.7 48.89 ***Indígenas (%) 62.0 65.8 60.9 0.94

Puebas de diferencia entre UPAs participantes y no participantes – Pruebas de t y chi-cuadrado* = significante al 90%, ** = significante al 95%, *** = significante al 99%† = datos pendientes perdidos para 4 UPAs, ++ = vacas, caballos, mulas, cerdos, ovejas, cabras y llamas

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Paul Winters, Patricio Espinosa, Charles Crissman3322

de participar en el proyecto; específicamente paraun agricultor promedio, un 10% de incremento enla pendiente lleva a un 2.9% de incremento en laprobabilidad de participar. La pertenencia a una or-ganización incrementa la probabilidad de participaren un 15%. El haber sido o ser un directivo de unaorganización incrementa la probabilidad de partici-par de un agricultor promedio en un 18%. Si la fa-milia es indígena existe un 10% menos de probabili-dad de participar. En resumen estos resultados indi-can que la diferencia entre participantes y no-parti-cipantes es que los primeros tienden a tener un ma-yor valor en animales, campos más susceptibles a laerosión (medido por la pendiente), están interesa-dos y más receptivos a la organización campesina yes menos probable que sean indígenas. Estos resul-tados indican, además del pobre poder de predic-ción de las pruebas probit, que las UPAs participan-tes y no-participantes no son dramáticamente dife-rentes. Esto indica que las tecnologías adoptadaspor las UPAs participantes pueden ser igualmenteútiles para los no-participantes.

El análisis de la degradación de recursos y laconservación pueden ser examinados desde la pers-pectiva de la finca o desde la perspectiva social (Lutz,Pagiola and Reiche, 1994). Ya sea que se defina a lasociedad como al país entero, una región o unacuenca, desde el punto de vista social todos los cos-tos de la degradación y los beneficios de la conserva-ción requieren ser incluidos. Esto incluye todo, des-de la reducción de la productividad agrícola hasta lasedimentación de ríos y represas causada por el mo-vimiento del suelo. La evaluación de los costos y be-neficios debería hacerse usando los precios socialesantes que los precios de mercado, dado que estos úl-timos pueden estar distorsionados. El nivel óptimode conservación refleja los objetivos de la sociedad.La perspectiva de la finca representa los costos y be-neficios de la degradación y conservación en la fin-ca, sin el concernimiento de los efectos fuera de ellay tomando los precios de mercado según se van dan-do. Las medidas de conservación son tomadas enbase a los costos a corto plazo y los beneficios (des-

DD.. PPeerrssppeeccttiivvaass eenn llaa ccoonnsseerrvvaacciióónn ddee rreeccuurrssooss

Cuadro 6. Probabilidades de participación en PROMUSTA (Probit)

Efectos

Marginales Estadísticos.

Capital humanoMano de obra masculina/ha –0.0003 –0.19Mano de obra femenina/ha 0.0017 1.07Edad del cabeza de familia 0.0002 0.13Nivel de educación –0.0066 –0.71Ingreso extra-finca –0.0004 –0.62

Bienes físicosTierra en propiedad –0.0078 –1.50Valor de animales 0.00002 1.66 *Gradiente de la mayor pendiente 0.0029 2.88 ***Altitud de la parcela más alta 0.000100 1.02

Bienes institucionalesAfiliación a organización (Nº) 0.1481 4.88 ***Es o era directivo de la organización 1/ 0.1817 4.64 ***Indígenas 1/ –0.1001 –2.34 **Constante – 0.51

1/ Para variables artificiales, el efecto marginal es un cambio discreto de 0 a 1.* = significante al 90%, ** = significante al 95%, *** = significante al 99%Cinco variables fueron quitadas por datos perdidos

Participantespronosticados

Participantes actualesNo participantes actuales

38794

2222

Porcentaje correctoTotal porcentaje correcto

80.5%77.9%

50.0%

No-participantespronosticados

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Manejo de los recursos en los Andes ecuatorianos 3333

contados) a largo plazo. Se está apelando examinarla conservación a nivel de finca ya que la agriculturatiende a ser la fuente de mucha degradación y sonlos agricultores por sí mismos quienes deben escogerel adoptar o no las medidas de conservación. En es-te estudio enfocamos enteramente la conservación anivel de finca.

Otro aspecto a considerar es la conceptualiza-ción de la degradación y conservación en el análisiseconómico. Como lo ha señalado Thampapillai yAnderson (1994), la adopción de las prácticas deconservación está directamente relacionada con losefectos de ésta en producción, productividad e in-greso. Presumiblemente la adopción solo ocurrirásiempre y cuando los beneficios netos sean positivos.Conservación es un insumo en producción y caedentro de esta primera categoría. A través de nues-tro análisis mantendremos esta perspectiva.

Con un enfoque en la UPA y examinando laadopción de medidas de conservación estamos im-plícitamente asumiendo que la degradación de re-cursos es un problema y que los beneficios socialesson lo suficientemente altos para justificar una in-tervención de afuera. Se asume que la adopción delas recomendaciones de PROMUSTA es apropiada.Nuestro propósito no es evaluar los beneficios netosen la UPA o los beneficios netos del proyecto. Noso-tros examinamos los determinantes de la adopción anivel de la UPA y de la parcela, con la esperanza queesto dé luz sobre los factores que contribuyen a laadopción.

La adopción de tecnología puede ser examinadaa un nivel individual o agregado. Para un individuoadopción es un proceso mental; un individuo prime-ro oye sobre una innovación hasta que la adopta (Ro-gers, 1962). A nivel agregado adopción es un procesoen el cual la tecnología se difunde a través de la co-munidad, región o país. Aunque el nivel agregado delas tecnologías de PROMUSTA son de interés, noso-tros primariamente nos enfocaremos en la adopciónindividual, examinándola en cada parcela. La inten-sidad de la adopción se considera a nivel de la UPA.

Cuando se analiza adopción es crítico considerarla UPA en adición a la parcela, si lo que se busca esuna evaluación apropiada de la decisión de adop-ción. Mientras las características de las parcelas co-mo pendiente, tipo de suelo, distribución de lluviasy acceso a riego pueden ser importantes en la deci-sión de adopción, la UPA es la entidad en la toma dedecisiones. Las decisiones de adoptar dependen delas oportunidades de ingreso familiar, riesgo en elingreso, aversión al riesgo, disponibilidad de manode obra, acceso a crédito, posesión de bienes, tama-

ño de la UPA, tenencia de la tierra y capital humano.La variedad de limitantes y la presencia de fallas enel mercado incapacitan en la UPA la separación dedecisiones de producción, consumo y justifican unenfoque a nivel de UPA (Singh, Squire y Strauss,1986). Más adelante evaluaremos la adopción a ni-vel de parcela para examinar la adopción de ciertastecnologías, pero usamos la UPA como unidad deanálisis para determinar los factores que influyen laadopción en su conjunto.

Aunque las tecnologías de PROMUSTA contie-nen un número de componentes, la conservación desuelo es claramente el enfoque del proyecto. Laadopción de medidas de conservación están relacio-nadas con la percepción del agricultor sobre la ero-sión. Preguntas sobre erosión se hicieron a los agri-cultores en la encuesta. Dado que las preguntas fue-ron hechas después de que el proyecto PROMUSTAfue iniciado, es difícil determinar si la percepción delos agricultores ha sido grandemente alterada con laintervención de los extensionistas del proyecto.Constituiría una sorpresa si ese no fuera el caso. Es-to se debe tomar en cuenta cuando se examina lapercepción de los agricultores, sobre la erosión desuelos en el Cuadro No. 7. La erosión es consideradacomo un problema para el 80.2% de los agricultorescon una mayor participación de los participantesque los no-participantes. La erosión puede ser cau-sada por varios factores: agua, manejo, viento, pen-diente, actividades humanas y causas naturales. Losparticipantes en PROMUSTA tienen más probabili-dad de atribuir la pérdida de suelo, al agua, manejo,pendiente y actividades humanas. Los no-partici-pantes tienen más probabilidad de atribuir la pérdi-da de suelos, en general, a causas naturales. Estos su-giere que los participantes tienen un mejor entendi-miento de las causas de la erosión.

Al momento de la encuesta se consultó a los par-ticipantes si ellos habían tomado acciones para con-trolar la pérdida de suelo antes de entrar en PRO-MUSTA. El 18% de ellos contestó sí haber tomadoalguna acción. A los no-participantes se les pregun-tó si había tomado alguna acción antes de realizarsela encuesta y el 44.4% reportó que sí. La encuesta noincluyó preguntas de antes y después a los no-par-ticipantes. Asumiendo que participantes y no-parti-cipantes poseían un nivel similar de conocimientosobre prácticas de conservación de suelos antes dePROMUSTA, existe una amplia evidencia del des-plazamiento de los efectos de PROMUSTA a los no-participantes. Esto es, los no-participantes que to-man acciones para controlar la pérdida de suelo seincrementó del 18 al 44%.

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El objetivo de un proyecto de conservación esinducir a los agricultores un manejo de sus parcelasen una manera que se limite la degradación de la tie-rra. Defensores de la conservación de suelos a me-nudo argumentan que sin la presencia de incentivosexternos los agricultores no invierten en conserva-ción o por lo menos un número insuficiente de agri-cultores invertirá. La motivación primaria para losincentivos es que los beneficios de la conservaciónno se acumularán solamente para los agricultores(los beneficios netos sociales exceden los beneficiosnetos privados) y para alcanzar un producto socialdeseable es necesario subsidiar las actividades deconservación. Otra racionalidad para los incentivoses que los mercados de crédito no funcionan apro-piadamente para la conservación de suelo. Esta amenudo requiere de altos costos inmediatos y losbeneficios futuros son difícil de garantizar. En estecontexto las fallas en la adopción de medidas de con-servación no significa que los agricultores no perci-ben los beneficios de la conservación, sino que ellostienen limitantes de liquidez que no les permite in-vertir. Teóricamente los incentivos son diseñadospara superar los problemas de divergencia entre losbeneficios privados y sociales o las limitantes en cré-dito. Los incentivos externos incluyen la provisiónde crédito para incentivar la inversión en medidas deconservación e incluyen varias formas de subsidios,como insumos gratuitos, pago de la mano de obrausada para obras de conservación y hasta la cons-trucción directa de la estructura conservacionista.La lógica de estos programas de incentivos es que re-duciendo los costos de corto plazo de la conserva-

ción, se induce a los agricultores a conservar, para asíobtener beneficios al largo plazo.

El problema con los programas que ofrecen in-centivos es que los planes de conservación que ellospromueven a menudo no se mantienen. En su aná-lisis sobre la conservación y mantenimiento del Pro-grama de Conservación “Plan Sierra” de la Repúbli-ca Dominicana, de la Briere (1996) hace notar quede 190 participantes entrevistados, el 91% adoptóalguna práctica de conservación cuando estuvo elproyecto. Al tiempo de la encuesta, sin embargo,27% de los adoptadores habían abandonado lasprácticas de conservación. De la Breire muestra quela terminación de los subsidios conduce de inmedia-to al incremento en el abandono de las prácticas deconservación. Algunos agricultores participan en unprograma solo para recibir incentivos. En otro estu-dio en la República Dominicana, Carrasco and Wit-ter (1991), citado por Hernández (1994) reporta unatasa de adopción de prácticas de conservación del90% en el programa MARENA, mientras los subsi-dios todavía eran ofrecidos. Cinco años después deque terminaron los subsidios, sólo el 53% de losagricultores adoptadores mantenían sus prácticas.Obando y Montalván (1994) hace notar un fenóme-no similar en la región del lago Xolotlan en Nicara-gua. En esa región las obras de conservación fueronconstruidas sin costo para los agricultores para limi-tar las inundaciones en Managua. Muchas de estasestructuras fueron después abandonadas o destrui-das ya que interferían con las prácticas agrícolas co-munes. El abandono puede ser motivado por el he-cho de que los costos de mantenimiento de estas es-tructuras exceden los beneficios de la conservación olos beneficios de la conservación no existen o sonmuy pequeños. Otra razón que parece ocurrió en elcaso anterior en Nicaragua, es el hecho que la con-

EE.. MMaanneejjoo ddee llooss rreeccuurrssooss aa nniivveell ddee ppaarrcceellaa

Cuadro 7. Percepción de los agricultores sobre la conservación de suelo

Total Non-Part. Participant Prueba

Número de observaciones 530 117 413 -% del total de observaciones 100.0% 22.1% 77.9% -

Problemas con pérdidas de suelo (% que percibe) 80.2% 74.4% 81.9% 3.26 *Causas de la pérdida de suelo percibidas

Agua 71.6% 60.9% 74.6% 8.72 ***Manejo 67.4% 53.9% 71.3% 12.59 ***Viento 44.6% 39.3% 46.1% 1.71Pendiente 29.4% 17.1% 32.9% 10.90 ***Actividades humanas 23.4% 16.2% 25.4% 4.24 **Causas naturales 14.1% 17.1% 13.3% 0.09No conoce 4.3% 7.7% 3.4% 4.09 **

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servación interfiere con las prácticas agrícolas nor-males y disminuyen la producción y utilidades agrí-colas a corto plazo. Por ejemplo las terrazas dismi-nuyen la superficie disponible para la siembra y ha-cen más difícil el uso del tractor y los bueyes. Esto esparticularmente un problema, cuando la ubicaciónde las terrazas son determinadas por un experto deafuera y no por los agricultores. Oficiales de entida-des públicas o de organizaciones no-gubernamenta-les pueden erigir terrazas donde ellas mejor conser-van el suelo y el agua, pero no donde ellas favorecenmás la producción. Las decisiones de conservaciónconsecuentemente llegar a ser no solo inherentes a lacomparación de los costos de las medidas de conser-vación y los futuros beneficios por la reducción de ladegradación, sino también incluyen en los efectos dela producción agrícola actual. Esta interacción entreconservación y la producción actual es destacadapor Murray (1994) cuando escribe: “El entusiasmopara la conservación es alto, cuando los incrementosen productividad que probablemente vienen de lasnuevas prácticas, suben de cierto umbral. La conser-vación de suelo por sí misma raramente crea o sos-tiene tales incrementos. Preferentemente la conser-vación de suelos es generalmente adoptada en con-junto con y en respuesta a otros desplazamientostecnológicos o económicos. Los agricultores estánmás abiertos a las medidas de conservación de sue-los cuando estas medidas no son presentadas comoel elemento principal en el proyecto, sino preferente-mente como elementos complementarios secunda-rios en un menú de innovaciones, con un potencialde generación de ingreso a corto plazo”.

En forma similar Barbier (1990) en su estudio deconservación de suelo en Java hace notar que undesplazamiento desde maíz o yuca hacia productosde más alto valor incrementó los retornos del terra-ceo y consecuentemente incrementó la adopción deterrazas.

Para entender la conservación de suelos necesi-tamos entender los costos de las inversiones en me-didas de conservación, los beneficios de largo plazoal reducir las pérdidas de suelos y los efectos de laconservación en las prácticas agrícolas. Todo lo an-terior influencia la decisión de adoptar. Una consi-deración importante es la relación entre conserva-ción y las prácticas agrícolas. Si la conservación escomplementaria a la producción agrícola –porejemplo, aumenta la rentabilidad de la agricultura—entonces la posibilidad de adopción es mucho ma-yor. Si la conservación es un sustituto para la agri-cultura –por ejemplo, la tierra agrícola es disminui-da por las obras de conservación—entonces la adop-

ción es menos probable. Como Murray hace notar,los agricultores están más abiertos a la conservaciónsi esta es parte de un menú de innovaciones. Si esemenú presenta opciones que promuevan la comple-mentariedad entre agricultura y conservación, en-tonces la adopción es más probable. En esto preci-samente consiste el modelo de PROMUSTA. Este noes simplemente un proyecto de conservación de sue-los sino un programa completo de manejo de recur-sos que ofrece conservación como un componentepara un cambio general en la producción agrícola.Los incentivos se limitan a la provisión de semillas,plantas y algunos insumos pero no se considera unpago directo por conservación. Uno de los objetivosde nuestro análisis de datos es probar si este modeloes efectivo.

1. Adopción a nivel de parcela

Para iniciar este análisis consideramos los datosde adopción a nivel de parcela. Recordemos que enpromedio la UPA posee 1.5 parcelas. Como pode-mos apreciar en el Cuadro No. 8, las 530 UPAs en laencuesta operan 774 parcelas. De éstas en 528(68.2%) alguna tecnología nueva ha sido adoptada.Nótese en el Cuadro No. 8 que adopción se conside-ra si en una parcela se ha adoptado alguna tecnolo-gía, es decir una intensidad más grande que cero, nonecesariamente significa una adopción total. Enpromedio, los agricultores han operado sus parcelaspor 15.7 años. Aunque los campos de los agriculto-res están en promedio 517 metros distantes de suscasas, el 60% está apenas a 30 m de ellas. Solo en el20% de las fincas se operan parcelas que están másde 100 metros distantes de las casas. Las parcelas enlas cuales existe adopción tienden a estar más cercade las casas, aunque no existe diferencia significati-va. Sorprendentemente solo el 91.2% de los adopta-dores es propietario de la tierra comparado con el95.2% de los no-adoptadores. Aun cuando compa-ramos agricultores con y sin papeles de propiedadencontramos que aquellos con títulos de propiedadtienen ligeramente menos probabilidad de adoptartecnología (no significativo). Esto está en contra delconocimiento convencional de que es menos proba-ble que ocurra adopción de medidas de conserva-ción en parcelas que no son propias. Una explica-ción puede ser que la muestra de agricultores consi-deran que la tenencia aún sin papeles es segura,principalmente si tienen el respaldo de toda la orga-nización campesina, consecuentemente inversionesa largo plazo son justificables. La agencia en Ecuadorque se encarga de la titulación de las tierras estima

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Paul Winters, Patricio Espinosa, Charles Crissman3366

que el 40% de la tierra en las provincias de la sierraque vienen de la reforma agraria de los años 60s y70s no tiene títulos (El Comercio 1998). Los agricul-tores han establecido derecho “de facto” y no se con-sideran amenazados en su propiedad. Otra posibili-dad es que los beneficios de corto plazo por la adop-ción en las parcelas son lo suficientemente altos y ex-ceden las preocupaciones por la situación de tenen-cia. El tamaño de la parcela está positivamente rela-cionado con la adopción aunque no se presenta sig-nificancia. La adopción es menos probable en par-celas pequeñas. Mientras la tasa de adopción paratodas las parcelas es 68.2%, en las parcelas de menosde 500 m2 es de 61.8%, 51.9% en las parcelas de me-nos de 250 m2 y 30% en las parcelas de menos de100 m2. En las parcelas que están a más altitud y conpendientes mayores existe más probabilidad quetengan algún nivel de adopción. En promedio lasparcelas con alguna adopción tienden a estar 50 me-tros más altas y tienen una pendiente de 2-3% másque los no-adoptadores. La capa arable de las parce-las con medidas de conservación tiende a ser másprofunda. Considerando que la encuesta se realizódespués que la adopción ocurrió no se sabe si esto esun resultado o una causa para la adopción. En la re-gión se identificaron siete categorías mayores de sue-los: franco arcilloso, franco arenoso, arcillo limoso,

arenoso, franco, franco limoso y arcilloso. La mayo-ría de suelos pertenecen a la categoría de franco ar-cilloso. Aunque en algunos tipos de suelos se mues-tra una mayor o menor adopción, esto aparece comouna correlación falsa y se relaciona con el hecho deque ciertas comunidades con un tipo de suelo preva-lente tiende a adoptar más que otras.

2. Perspectiva de los agricultores sobreadopción

Se consultó al agricultor sobre la conservación ysus efectos cuando una mejora fue adoptada en unaparcela (528 parcelas). Las respuestas a esas pregun-tas constan en el Cuadro No. 9. La mayoría de agri-cultores está todavía en el proceso de implementarlas medidas de conservación adoptadas. Sólo el 14%ha completado el trabajo. Casi todos (93.8%) reco-nocen estar realizando el mantenimiento de lasmejoras hechas en el pasado. Los agricultores(72.6%) han introducido con la conservación nue-vos cultivos (frutales, hortalizas, pastos). De aquellosque no introdujeron nuevos cultivos 47.6% introdu-jo nuevas rotaciones. En total el 85.7% de los agri-cultores, en alguna manera cambiaron sus prácticasagrícolas, cuando ellos adoptaron medidas de con-servación. No constituyó una sorpresa que este nú-

Cuadro 8. Características de las parcelas

Total Sin adopción Adopción Prueba

Número de parcelas 774 246 528 -% del total 100.0% 31.8% 68.2% -

Años de uso 15.7 16.3 15.4 0.97Distancia a la casa (m) 517 586 485 1.08En propiedad 92.5% 95.2% 91.2% 3.56 **Propiedad con papeles 60.2% 61.8% 59.5% 0.38Area (ha) 0.76 0.71 0.78 -0.35Altitud (m) 3085 3048 3099 -1.76 **Pendiente (%)) 24.1 22.5 24.9 -1.73 **Condición del suelo arable+

Profundo 30.2% 22.8% 33.6% 14.95 ***Medio 53.2% 54.4% 52.6%Superficial 16.7% 22.8% 13.8%

Tipo de sueloFranco Arcilloso 53.3% 50.0% 54.9% 1.61Franco Arenoso 15.4% 17.6% 14.4% 1.37Arcilloso Limoso 8.8% 5.2% 10.5% 5.86 **Arenoso 1.3% 0.8% 1.5% 0.65Franco 5.0% 0.8% 6.9% 13.47 ***Franco Limoso 3.7% 6.0% 2.6% 5.51 **Arcilloso 10.2% 15.2% 7.8% 10.11 ***Otro 1.5% 2.0% 1.3% 0.54

+ prueba para significancia conjunta

Page 37: MANEJO DE LOS RECURSOS EN LOS ANDES ECUATORIANOS

Manejo de los recursos en los Andes ecuatorianos 3377

Cuadro 9. Adopción de medidas de mejoramiento de la parcela

Total No partic. Particip. Prueba

Número de parcelas 528 25 503 -% del total 100.0% 4.7% 95.3% -

Preguntas hechas a los agricultoresSituación

Año en que comenzó la conservación 1992.3 1990.6 1992.4 -2.67 ***El trabajo está completo 14.0% 28.0% 13.3% 4.28 **Si hace mantenimiento 93.8% 96.0% 93.7% 0.21Introdujo nuevos cultivos con la conservación 72.6% 56.0% 73.4% 3.62 *

Si no, introdujo nueva rotación 47.6% 9.1% 50.7% 7.07 ***Si cambió las prácticas agrícolas 85.7% 60.0% 86.9% 14.00 ***

Crédito e incentivosObtuvo crédito para conservación 6.9% 4.0% 7.1% 0.35Incentivos recibidos para conservación 51.9% 32.0% 52.8% 4.15 ***

Semilla 31.5% 8.0% 32.7% 6.73 ***Plantas 25.4% 20.0% 25.6% 0.40Otros insumos 8.8% 8.0% 8.8% 0.02

Calidad del sueloAntes+ Bueno 14.7% 24.0% 14.3% 3.93

Regular 48.1% 56.0% 47.8%Pobre 37.1% 20.0% 38.0%

Ahora+ Bueno 68.2% 64.0% 68.5% 1.03Regular 29.4% 36.0% 29.2%Pobre 2.2% 0.0% 2.4%

Diferencia+ Mejor 70.0% 52.0% 70.8% 5.50 *Igual 28.0% 48.0% 27.0%Peor 2.1% 0.0% 2.2%

Humedad del sueloAntes+ Bueno 17.2% 12.0% 17.4% 7.79 **

Regular 40.4% 68.0% 40.0%Pobre 41.4% 20.0% 42.4%

Ahora+ Bueno 65.5% 64.0% 65.6% 0.65Regular 32.7% 32.0% 32.7%Pobre 1.9% 4.0% 1.8%

Diferencia+ Mejor 67.5% 56.0% 68.1% 3.08Igual 29.7% 44.0% 28.3%Peor 2.8% 0.0% 2.9%

Erosión del sueloAntes+ Muy seria 51.5% 32.0% 52.5% 5.37 *

Seria 33.8% 40.0% 33.5%No muy seria 14.7% 28.0% 14.1%

Ahora+ Muy seria 3.9% 0.0% 4.1% 1.15Seria 25.4% 24.0% 25.4%No muy seria 70.7% 76.0% 70.4%

Diferencia+ Más seria 2.6% 0.0% 2.7% 7.58 **Igual 22.2% 44.0% 21.1%Menos seria 75.2% 56.0% 76.1%

Impacto totalEfecto de las medidas de conservación y del cambio de prácticas en el valor de la producción+

Aumentó 82.7% 72.0% 83.2% 6.50 *No cambio 8.7% 20.0% 8.2%Más bajo 1.1% 4.0% 1.0%No conoce 7.5% 4.0% 7.6%

Perspectiva sobre los cambios adoptados+Valió la pena 93.4% 84.0% 93.9% 9.22 ***No valió la pena 2.2% 0.0% 2.4%No conoce 4.3% 16.0% 3.7%

Observaciones de los extensionistasCalificación de las mejoras+

Muy apropiado 58.4% 36.0% 59.5% 7.41 **Medianamente apropiado 38.6% 64.0% 37.4%No apropiado 3.0% 0.0% 3.1%

Porcentaje de la parcela adecuadamente manejada 59.9% 44.2% 60.6% -2.59 ***+ prueba para la significancia conjunta

Page 38: MANEJO DE LOS RECURSOS EN LOS ANDES ECUATORIANOS

Paul Winters, Patricio Espinosa, Charles Crissman3388

mero fue significativamente más alto para los parti-cipantes que los no-participantes en PROMUSTA(86.9% vs 60%). Solo el 6.9% de los agricultores ob-tuvieron crédito para invertir en conservación. Seotorgó otra forma de incentivos como semillas,plantas y algunos insumos (51.9%). Los no partici-pantes inclusive recibieron incentivos, probablemen-te de otros proyectos de conservación. El tipo máscomún de incentivo recibido fue plantas y semillas.Incentivos en efectivo o pagos directos (efectivo o co-mida) para la mano de obra no fueron ofrecidos.

Se solicitó a los agricultores evaluar la calidad desuelo, la humedad y la erosión en las parcelas antesde realizar obras de conservación. Los resultados in-dican que una gran mayoría de agricultores, inclu-yendo participantes y no-participantes, consideranque la conservación mejora la calidad de suelo y suhumedad y reduce la erosión. El 70% de los agricul-tores dijo que la calidad de suelos fue mejor, el67.5% que la humedad fue mejor y el 70.7% consi-deró que la erosión fue menos problema. Por lo ge-neral los participantes dieron evaluaciones más fa-vorables a la conservación. Esto se pudo deber a quelas prácticas que ellos usaron fueron más apropia-das, mejor manejadas, o porque ellos entendieronmejor el proceso y consecuentemente fueron capa-ces de evaluar los beneficios de la conservación deuna manera diferente. Como una respuesta extre-madamente positiva para el proyecto, con implica-ciones para la sostenibilidad de las mejores en lasparcelas con medidas de conservación, el 82.7% delos agricultores notó que la conservación y los cam-bios en los cultivos incrementó el valor de la produc-ción. El 93.4% de los agricultores pensó que loscambios efectuados valieron el esfuerzo.

Se solicitó a los extensionistas de PROMUSTAevaluar las mejoras hechas en las parcelas, con ex-cepción de aquellas en las que cada uno trabaja di-rectamente. En un 58% de los casos las mejoras conlas parcelas fueron consideradas muy apropiadas yun 39% se consideró medianamente apropiadas.Los extensionistas notaron que el 60% de las parce-las fueron adecuadamente manejadas.

3. Las tecnologías de PROMUSTA

Como se indicó antes el proyecto PROMUSTAofrece un amplio rango de tecnologías de las cualesel agricultor, en consulta con los extensionistas, pue-de escoger. Las tecnologías adoptadas pueden seragrupadas en 10 tipos de mejoras y más ampliamen-te en dos grupos: 1) conservación de recursos y 2)intensificación y diversificación agrícola. Se descri-

be con más detalle las tecnologías en el anexo 1. Losgrupos y las mejoras se categorizan como siguen:

Conservación de recursos

1. Control de la erosión del agua (zanjas de desvia-ción, hileras en contorno, curvas de nivel).

2. Mejoramiento del manejo del agua (reservorios,canales de riego).

3. Terrazas de formación lenta.4. Terrazas de banco.

Intensificación y diversificación agrícola

1. Barreras vivas.2. Agroforestería (viveros, plantación de árboles).3. Mejoramiento de la calidad de suelo (lombricul-

tura, fertilización, materia orgánica).4. Diversificación agrícola (huertos familiares,

siembra de hortalizas, siembra de frutales, inver-naderos).

5. Mejoramiento agrícola (nuevas rotaciones, nue-vas asociaciones, mejora de cultivos, mejor ma-nejo).

6. Mejoramiento de manejo de los animales (ma-nejo de especies menores, piscicultura).

Sólo consideramos las parcelas de los partici-pantes, dado que las tecnologías anteriores fueronsolo explícitamente ofrecidas a ellos. De las 616 par-celas propiedad de los participantes de PROMUSTA,503 (81.7%) mostraron alguna forma de mejora-miento. A cada familia se le solicitó que identifica-ran una lista de las tecnologías adoptadas para cadaparcela. El Cuadro No. 10 provee esta información.Los números indican que la mayoría de parcelasmuestran mejoras múltiples (ver primera fila, totalde parcelas). Un 69.0% muestra adopción de por lomenos una medida de conservación y 66.1% concambios en la producción agrícola. Las acciones máscomunes adoptadas tienen relación con medidas decontrol de la erosión del agua (42.2%), terrazas debanco (33.4%) y agroforestería (36.5%). Dado quelas terrazas también controlan la erosión del agua,las prácticas de control de erosión son las mayorescontribuciones de PROMUSTA. Las barreras vivasfueron adoptadas en un 23.5% de las parcelas y amenudo incluyen la plantación de árboles. Si las ba-rreras vivas y la agroforestería son considerados, laplantación de árboles es también uno de los mayo-res impactos del proyecto.

La diversidad de acciones que se reporta es im-portante y muestra la riqueza del proyecto. En elCuadro No. 10 examinamos las interacciones entretecnologías. Para cada mejora adoptada analizamos

Page 39: MANEJO DE LOS RECURSOS EN LOS ANDES ECUATORIANOS

Manejo de los recursos en los Andes ecuatorianos 3399

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Paul Winters, Patricio Espinosa, Charles Crissman4400

otras mejoras también adoptadas. Esto también lohacemos en general para la conservación de recursosy los cambios agrícolas. Por ejemplo el 77.6% de lasparcelas que incluyen tecnologías de conservaciónde recursos también han incorporado algunos cam-bios en las prácticas agrícolas. Podemos compararusando una prueba de chi-cuadrado, esto es signifi-cativamente diferente considerando las parcelas engeneral (66.1% adopción). Con un nivel de confi-dencia de 99% podemos decir que las parcelas contecnologías de conservación de suelos tienen másprobabilidad de incorporar cambios en las prácticasagrícolas. En forma similar, el 82.1% de parcelas concambios agrícolas también incorporan medidas deconservación de recursos.

Como resultado de la comparación de las tecno-logías adoptadas unos pocos patrones claros emer-gen. Los agricultores típicamente no adoptan tecno-logías en paquetes sino componentes seleccionados,paso a paso. Los extensionistas de PROMUSTA soncapacitados para presentar un rango de tecnologíascomo un menú de posibilidades. La falta de patronessugiere que el menú de tecnologías adoptadas sonexcepcionalmente específicas para las fincas y parce-las. De todas maneras, mirando las tecnologías indi-viduales, unas pocas generalidades se puede notar.Más del 17% de las parcelas en las que se controla elagua que causa erosión también han incorporadotecnologías mejoradas para el manejo de este recur-so. El 59.0% de parcelas con manejo mejorado delagua controlan la erosión que causa ésta. Las parce-las con terrazas de banco también han incorporadotecnologías para controlar la erosión que causa elagua. Parcelas de formación lenta significativamen-te tienen menor probabilidad de tener en la mismaparcela terrazas de banco. De una manera corres-pondiente, parcelas con terrazas de banco significa-tivamente tienen menos probabilidad de tener terra-zas de formación lenta. Esto no es una sorpresa yaque estos dos tipos de terrazas son generalmenteconsiderados sustituto. Las barreras vivas muy pro-bablemente son implementadas con medidas decontrol del agua que causa la erosión y con las terra-zas. Los extensionistas de PROMUSTA recomien-dan la estabilización de las terrazas y caminos deagua con barreras vivas y árboles. No es una sorpre-sa que las barreras vivas son complementarias a laconservación de recursos. Los agricultores que to-man acciones en sus parcelas para mejorar la calidaddel suelo, estuvieron dispuestos a hacerlo en conjun-ción con la diversificación agrícola y el mejoramien-to de las prácticas agrícolas. Muchos agricultoresconsideran que una mejor calidad de suelo se debe

complementar con la diversificación de cultivos y elcambio en los patrones agrícolas.

Es más probable que ciertas tecnologías seanadoptadas en un subgrupo de parcelas con caracte-rísticas particulares. En el Cuadro No. 11 compara-mos la adopción de cada tecnología a través de dife-rentes características de las parcelas. En relación conla pendiente de la parcela, se espera que la degrada-ción de los recursos sea más grande donde existenmayores pendientes y consecuentemente es másprobable la incorporación de medidas de conserva-ción. En general la adopción de medidas de conser-vación se incrementa conforme aumenta la pen-diente, particularmente de parcelas casi planas aparcelas con pendientes medias. Esta diferencia esmás estricta para terrazas de banco. Solo el 22.2% delos agricultores instalan terrazas de banco en parce-las con pendiente de 0-12%, mientras que más deldoble del porcentaje (46.3%) instala estas terrazasen parcelas con pendiente de 25-36%. Este númerocae a 35.4% en pendientes mayores (>36%). Esto sepuede deber a la dificultad de terracear a esas pen-dientes. La pendiente no aparece fuertemente rela-cionada con cambios en las prácticas agrícolas. Lasparcelas con más pendiente tienen más probabilidadde incorporar agroforestería que las parcelas planasy estas últimas tienen más probabilidad de incorpo-rar mejoras de la calidad del suelo y diversificaciónagrícola.

La altitud de las parcelas también muestra unarespuesta variable a la adopción de medidas de con-servación. En general observamos que la adopciónes mayor cuando la altitud se incrementa hacia y so-bre los 3000 msnm. Las medidas de conservaciónson más probable que ocurran en altitudes mayores.En todos los casos los niveles más altos de adopciónestán en altitudes entre 3100 y 3500 msnm. La adop-ción tiende a disminuir en altitudes sobre los 3500msnm. En general las medidas para intensificar y di-versificar la agricultura tienden a ser uniformes através de las altitudes. La agroforestería es mayor enaltitudes medidas. Las mejoras en la calidad del sue-lo en cambio son mayores en altitudes menores. Laexplicación de la caída en la adopción sobre los 3500msnm puede venir de dos fuentes potenciales. Comose indicó en la introducción, los Andes ecuatorianosse caracterizan por los pisos ecológicos dispuestospor altitud. La temperatura, lluvia y riesgo de hela-das son factores determinantes para la distribuciónde cultivos. En general la lluvia y el riesgo de heladasse incrementa con la altitud. El páramo comienza enaltitudes entre 3400 y 3500 m.s.n.m. marcando el lí-mite superior para la agricultura. Debido a las bajas

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Manejo de los recursos en los Andes ecuatorianos 4411

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17.5

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.4%

7.8%

Page 42: MANEJO DE LOS RECURSOS EN LOS ANDES ECUATORIANOS

Paul Winters, Patricio Espinosa, Charles Crissman4422

temperaturas y riesgo de heladas, la agricultura esuna proposición marginal en el páramo, el cual fuevisto tradicionalmente como tierra comunal duran-te la reforma agrícola y así se ha mantenido. Una in-vasión progresiva del páramo se ha presentado parapropósitos agrícolas por parte de las comunidadesque tienen límites con él, pese a que se ha hecho in-tentos legales para desalentar esta invasión. La agri-cultura en el páramo es vista típicamente como pu-ramente explotativa; los agricultores limpian el pas-to natural y toman ventaja de la fertilidad naturalpara bajar los costos de establecimiento del cultivo.Una posible pérdida por algunos años y ocurre elabandono del campo. Consecuentemente las tierrasaltas son legal y agrícolamente marginales, reducien-do los incentivos para invertir en conservación.

Si una tecnología exhibe economías de escala esmás probable que sea usada en las parcelas másgrandes. Si ésta requiere un uso intensivo de manode obra esta puede ser utilizada en parcelas peque-ñas. Examinando el tamaño de las parcelas observa-mos que las medidas de conservación es más proba-ble que ocurran en lotes de 0.25 ha o más. El con-trol de la erosión por agua se incrementa general-mente con el tamaño de la parcela y es más probableque ocurra en lotes entre 0.5 y 1.0 ha. Las terrazasde formación lenta es más probable que se imple-menten en parcelas más grandes posiblemente por-que necesitan menos mano de obra. Las terrazas debanco, es más probable que se implementen en lotesde tamaño medio ya que son más intensivos en eluso de mano de obra. Así como en la conservaciónde recursos, los cambios en las prácticas agrícolastienden a ser adoptadas en parcelas de más de 0.25ha. Este resultado se debe primordialmente a la másalta adopción de agroforestería en las parcelas másgrandes.

No se dispone de datos de lluvia a nivel de par-cela, solo datos estimados a nivel de comunidad. Elusar esta información hace correr el riesgo de atri-buir un efecto comunidad a los patrones de lluvia.Existen claras tendencias en los patrones de adop-ción que podrían ser explicados por diferencias enlluvias. Con la excepción notable de las terrazas deformación lenta la adopción de cada tecnología de-crece con la lluvia. Las terrazas profundizan el sueloy mejoran la capacidad de retención del agua. Con-secuentemente estos beneficios del terraceo son másclaramente percibidas en las zonas más secas. Estosugiere que la conservación puede ser un métodopara usar más efectivamente el recurso agua que pa-ra la conservación del suelo. Las tendencias en la in-tensificación agrícola y diversificación tienden a ser

ambiguas y no emergen patrones claros, excepto pa-ra diversificación agrícola.

4. Conservación de los recursos y cambiosagrícolas

Anteriormente hicimos notar que los programasde conservación en los países en desarrollo constitu-yen una mezcla de éxitos y fracasos. Los programasque usan incentivos para inducir la adopción a me-nudo resultan en abandonos cuando estos incenti-vos terminan. El modelo de PROMUSTA es diferen-te y en lugar de ofrecer incentivos para mejorar losretornos de la conservación a corto plazo ofrece unmenú tecnológico que incluye tanto medidas deconservación y cambios en la producción agrícola.Los cambios en la producción permite retornos a laadopción a corto plazo y a menudo son un comple-mento a la conservación, induciendo que ésta se de-sarrolle a largo plazo. Dos clases de resultados al ni-vel de parcela destacan el éxito de este modelo. Pri-mero, desde la perspectiva del agricultor una mayo-ría de participantes adopta no solo medidas de con-servación sino cambia sus prácticas agrícolas. Másde los dos tercios de los adoptadores notaron que laadopción de las prácticas mejoró la calidad del sue-lo, mejoró la humedad del suelo y disminuyó la ero-sión. Más del 80% de los adoptadores notó que es-tas innovaciones mejoraron el valor de la produc-ción. Los agricultores perciben ganancias en las uti-lidades a corto plazo y ganancias a largo plazo por lareducción de la erosión. En adición a las percepcio-nes de los agricultores, las acciones de ellos destacanel éxito del modelo. En general más del 80% hanadoptado algunas prácticas, con la mayoría de adop-ción relativa a la conservación de recursos y cambiosen la producción agrícola. Los agricultores no adop-tarán, a menos que hacer esto sea beneficioso. La ex-trema variabilidad de las tecnologías adoptadas su-giere que los agricultores escogieron los componen-tes que fueron más aplicables a su propia situación.

Estos resultados ampliamente sugieren la com-plementariedad de la conservación de recursos y loscambios en la producción agrícola, pero ellos se que-dan cortos en la prueba directa de esta hipótesis.Una prueba como ésta es difícil dada la complejidaddel proyecto PROMUSTA. Por esta razón hemos es-cogido enfocar solo en la adopción de terrazas (tan-to de formación lenta como de banco). La preguntaque queremos contestar es que si es más probableque ocurra la adopción de terrazas si ocurren cam-bios complementarios en el sistema de producciónagrícola; específicamente nos referimos a la diversi-

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Manejo de los recursos en los Andes ecuatorianos 4433

ficación agrícola y la adopción de barreras vivas.Dado que la decisión de hacer terrazas es discretauna prueba probit puede ser usada para determinarlos factores que influencian el terraceo. Se asumeque la presencia de diversificación agrícola o barre-ras vivas entran en la decisión de terraceo exógena-mente.

Esta asunción es cuestionable dado que estas de-cisiones pueden ser vistas como simultáneas y con-secuentemente relacionadas. Una prueba para en-dogenicidad puede ser realizada y nosotros presen-tamos los resultados de esta prueba en el anexo 2. Laprueba muestra que es aceptable tratar las variablescomo exógenas. Los resultados de la prueba probiten la decisión de terraceo se presenta en el CuadroNo. 12. De las 616 parcelas propiedad de los partici-pantes de PROMUSTA, 45.7% adoptaron terrazas,20.2% diversificación agrícola y 23.5% plantaronbarreras vivas. No es una sorpresa que agricultorescon parcelas de mayores pendientes estén más dis-puestos a adoptar terrazas. Por cada 10% de incre-mento en la pendiente se incrementa la probabilidadde adopción en un 4%. Las UPAs con mayor dispo-nibilidad de mano de obra masculina por hectáreatienen más probabilidad de adoptar las terrazas queaquellas con más mano de obra femenina. Esto pro-bablemente se debe a los más altos requerimientosde mano de obra para el terraceo y el mayor esfuer-zo físico. Los agricultores nos hicieron notar en con-servaciones informales que el terraceo es “trabajopara hombres”. Las UPAs con mayor nivel de educa-ción tienen más probabilidad de adoptar las terrazasposiblemente porque ellos son más capaces de pro-cesar la información sobre estas tecnologías presen-tada por los extensionistas. El terraceo es más proba-ble que ocurra después de un tiempo de participaren el proyecto PROMUSTA. Esto es demostrado porun coeficiente positivo de la variable “años de la co-munidad colaborando con PROMUSTA”. La adop-ción de las terrazas puede ser desacelerada por el he-cho de que ellos requieren mano de obra significati-va. Adicionalmente, antes de la adopción, los agri-cultores pueden necesitar obtener información delos beneficios del terraceo fruto de la experiencia desus vecinos o de su propia experiencia y puede de-morar la adopción en todas o en algunas de sus par-celas. En promedio cada año la probabilidad deadopción de terrazas se incrementa en 5%. Se en-contró que la distancia a la ciudad tiene un impactonegativo en la decisión del terraceo, lo que sugiereque aquellas más cercanas a las ciudades tienen másprobabilidad de hacer terrazas. En general, los mer-cados de la tierra se piensa funcionan mejor cerca de

las ciudades y los valores de la tierra son a menudomás altos. La tasa más alta de adopción puede refle-jar un más alto valor de la tierra y un más alto retor-no a la inversión en tierra. Se encontró que la pre-sión poblacional tiene una influencia positiva en ladecisión de terracear. Los agricultores pueden serempujados a tomar acciones cuando la tierra es es-casa. Se encontró también que la precipitación tieneun impacto positivo y significativo en la probabili-dad del terraceo. Por cada incremento en 100 mm enla precipitación la probabilidad de terraceo se incre-menta en 10%. Tanto la diversificación agrícola y lasbarreras vivas son complementarias al terraceo yfuertemente inducen su adopción. La presencia de ladiversificación agrícola incrementa la probabilidadde adopción en un 15.9% y la presencia de barrerasbiológicas en un 16.3%. La adopción de terrazaspuede ser menor sin un paquete complementario detecnologías. Finalmente se encontró que algunas re-giones tienen diferentes tasas de adopción que elárea de Tungurahua. Las diferencias pueden deber-se en el énfasis entre áreas o a diferencias en factoresfísico o socioeconómicos.

El examinar la adopción a nivel de UPA requie-re entender los objetivos de la misma los cuales va-rían de acuerdo con características como: educa-ción, edad, disponibilidad de bienes y puede estar li-mitada por restricciones de mercado, tecnología yrecursos. La variabilidad de la adopción entre UPAsconsecuentemente resulta de diferencias entre las ca-racterísticas de las mismas y sus limitantes. Just yZilberman (1985) en su revisión de literatura sobreadopción tecnológica citan algunos factores que in-fluencian la decisión de adopción como:3

1. La probabilidad de la adopción se incrementacon el volumen de información presentada, porejemplo por los extensionistas (Hiebert, 1974).

2. Cuando mejor es el ambiente físico (en términosde calidad de suelo, acceso a riego, etc.) mayor esla disposición para la adopción.

3. La adopción de tecnología depende si ésta au-menta o disminuye el riesgo y si la aversión alriesgo se incrementa o disminuye con el ingreso(Just y Zilberman, 1983).

FF.. TToommaa ddee ddeecciissiioonneess eenn llaa ffiinnccaa ee iinntteennssii--ddaadd ddee llaa aaddooppcciióónn

3 Las citas son de Feder, Just y Zilberman (1985).

Page 44: MANEJO DE LOS RECURSOS EN LOS ANDES ECUATORIANOS

Paul Winters, Patricio Espinosa, Charles Crissman4444

4. Una relación positiva entre tamaño de finca yadopción puede deberse a los costos fijos detransacción asociados con la adquisición de nue-va información. Esto puede llevar a límites infe-riores de tamaño de las fincas que adoptan (Just,Zilberman y Rauser, 1980 y O’Mara, 1981).

5. La adopción de tecnologías demandantes de ma-no de obra puede ser desalentada por la escasezde mano de obra en el mercado. Adicionalmen-te bajo ciertas asumciones (como la demandaelástica del producto) la probabilidad de adop-ción de una tecnología ahorradora de mano deobra es más alta si hay incertidumbre en el mer-cado laboral (Zilberman y Just, 1984).

6. Dentro de un paquete de tecnologías, un com-ponente (que no incurra en costos fijos de adop-ción) puede ser adoptado por todos los agricul-

tores, mientras que innovaciones desproporcio-nadas pueden ser adoptadas por fincas más gran-des que determinados tamaños (Feder, 1982).

7. El tiempo transcurrido entre el conocimiento deuna tecnología y su adopción es negativamenteasociado con la utilidad promedio y positiva-mente asociada con la variante de la misma(Linder et al, 1979).

8. Si se asume que los pequeños agricultores tienenuna mayor aversión al riesgo, el retraso en el tiem-po de adopción puede ser más corto para el pe-queño agricultor, si una innovación de más altoriesgo no está bien relacionada con la vieja tecno-logía. La razón es que esta innovación ofrece di-versificación de riesgo (Just y Zilberman, 1983).

9. Los agricultores con más educación tienden a serlos primeros adoptadores de nuevas tecnologías,mejor que aquellos con menos educación, pre-sumiblemente porque ellos tienen un costo deoportunidad más alto de sus recursos y más efi-ciencia en la adquisición del conocimiento téc-nico.

10. Restricciones en la oferta de los insumos com-plementarios inhiben la adopción dado que elloreduce el retorno de la adopción.

Feder, Just y Zilberman también presentan unnúmero de temas que son de interés para este estu-dio. En primer lugar ellos hacen notar que muchade la literatura sobre adopción considera la deci-sión discreta de si adoptar o no una innovación.Ellos ignoran la intensidad de la adopción, defini-da como el porcentaje de la finca en la cual la inno-vación ha sido implementada. Las innovacionestecnológicas pueden ser difundidas como divisi-bles e indivisibles.

Para una innovación indivisible un plantea-miento razonable es el examinar la decisión deadopción discreta. Las innovaciones divisibles detodas maneras pueden ser usadas solo en parte dela finca. El examinar la adopción de las innovacio-nes divisibles como una decisión discreta incluyetanto agricultores de 1 ó 100% de adopción y noprovee información sobre la distinción entre nive-les altos o bajos de adopción. En nuestro estudiolas UPAs pueden y usualmente lo hacen, adoptarsolo en parte de sus tierras. Nosotros por lo tantoexaminamos la intensidad de la adopción y nos en-focamos en como los patrones de adopción varíanentre UPAs. Una posible explicación sobre la adop-ción gradual es la falta de información sobre unanueva tecnología o sobre un grupo de tecnologías.A menudo se cita al flujo de información comouna de las razones para un patrón en forma de S dela adopción agregada. Estos patrones sugieren que

Cuadro 12: Pruebas probit del terraceo

EfectoMarginal prueba t

Características de la parcelaTamaño de la parcela 0.002 0.20Pendiente 0.004 3.06 ***Altitud -0.00003 -0.33 *

Bienes de capital humanoMano de obra masculina/ha 0.005 1.94 *Mano de obra femenina/ha -0.005 -1.90 *Edad del cabeza del hogar -0.001 -0.49Nivel de educación 0.020 1.65 *Ingresos extra-finca 0.0009 1.14

Bienes físicosValor animales -0.00002 0.11

Características de la comunidadAños de la comunidad con CARE 0.054 5.44 ***Distancia a la ciudad (>50.000 hab.) -0.002 -1.82 *Densidad poblacional 0.083 2.74 ***Precipitación 0.001 5.37 ***

Acciones complementariasDiversificación agrícola 0.159 2.82 ***Barreras vivas 0.163 3.12 ***

RegionesAzuay -0.007 -0.07Cañar -0.485 -6.13 ***Chimborazo -0.147 -1.90*Cotopaxi 0.225 2.25 **Imbabura -0.360 -3.73 ***Loja -0.454 -5.05 ***

constante - -2.53 ***

*= significante al 90%, **= significante al 95%, ***=significante al 99%.El efecto marginal es calculado del promedio de la muestra

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Manejo de los recursos en los Andes ecuatorianos 4455

la adopción comienza con pocos adoptadores (tem-praneros), quienes son seguidos por la mayoría de lapoblación (seguidores) y finalmente los que se tar-dan (rezagados) (Rogers, 1962). El flujo de la infor-mación sobre el uso y la utilidad de la nueva tecno-logía explica los patrones de difusión. La comunica-ción sobre una innovación por parte de los extensio-nistas u otras fuentes lleva hacia la adopción inicialde una tecnología. Una vez que el proceso de difu-sión ha comenzado y algunos innovadores han acep-tado la tecnología otros agricultores pueden decidiradoptarla, basados en la información ganada porobservaciones de las acciones de sus vecinos; un pro-ceso referido como “aprendiendo de otros” (Foster yRosenzweig, 1995). El proceso de difusión se aceleracon la expansión del conocimiento general relacio-nado con la tecnología. Las variaciones en la curvaen forma de S, inclusive para la misma tecnología, sedebe a diferencias en la rentabilidad entre regiones

La adopción parcial de una innovación divisiblepuede estar motivada por restricciones similares deinformación. Besley y Case (1994) argumenta que laincertidumbre de la rentabilidad de una innovaciónlleva a una adopción parcial. Los agricultores actua-lizan sus expectativas acerca de la rentabilidad actualde una tecnología usando información obtenida desu propia experiencia o de la experiencia de sus ve-cinos. Al respecto Foster y Rosenzweig (1995) argu-menta que la información sobre el mejor uso de losinsumos de una tecnología es desconocido y estocás-tico. La experimentación o el aprendizaje de las ac-ciones de los vecinos lleva al entendimiento en elmejor uso de los insumos. En cualquier caso, la limi-tada información probablemente lleva a los agricul-tores a que inicialmente incorporen solo parte de sutierra con la nueva tecnología. Según como la infor-mación acerca de la tecnología se incrementa, elagricultor ajusta la distribución de su tierra apropia-damente. La disponibilidad de mano de obra es otravariable que afecta la intensidad de adopción de unanueva tecnología. La tecnología por sí sola puede re-querir más (demandante) o menos (ahorradora)mano de obra que la tecnología anterior de produc-ción. La adopción consecuentemente es influencia-da en como el mercado laboral funciona. Si existeuna tendencia a escasez de mano de obra duranteciertos períodos pico de demanda y es en estos tiem-pos que la nueva tecnología requiere mano de obra,entonces se produce una inhibición en la adopción.En el caso de medidas de conservación de recursos,particularmente estructuras físicas que tienden a re-querir una gran cantidad inicial de inversión en ma-no de obra, estas inversiones pueden ser inhibidaspor la disponibilidad de mano de obra. Cuando la

nueva tecnología de producción no es intensiva en eluso de mano de obra, la inversión se realiza. La in-tensidad de adopción puede estar relacionada con ladisponibilidad y valor de la mano de obra. Los agri-cultores pueden invertir más rápidamente cuando lamano de obra es abundante y de bajo costo, que siexistiera una oferta limitada de mano de obra y éstaes costosa. Cuando se pregunta a los agricultores,ellos regularmente hacen notar que la disponibilidadde mano de obra inhibe la velocidad de la adopcióndentro de la UPA. Dado que las medidas de conser-vación y los cambios en producción deben ocurrirantes de la estación de crecimiento, la disponibilidadde mano de obra en esa época es importante. Losagricultores, durante este período fuera de estación,ubican la mano de obra de tal forma que el flujo des-contado de beneficios netos futuros de la conserva-ción igualen al costo de oportunidad de la mano deobra en el período presente. Mientras más alto es elcosto de oportunidad de la mano de obra menor se-rá la inversión en conservación. La inversión y la in-tensidad de adopción debería entonces estar relacio-nada con el costo de oportunidad de la mano deobra. Los agricultores con la habilidad de obteneringreso por mano de obra fuera de la finca, comojornaleros por día o migración temporal, tienen me-nos probabilidad de adoptar. Considerando que laconservación tiende a requerir mano de obra másfuerte es generalmente de dominio de los hombres.El número de hombres en la familia por unidad detierra puede consecuentemente influir en la habili-dad de adoptar.

1. Intensidad de adopción

En este estudio, para examinar la intensidad dela adopción, recopilamos información del porcenta-je de la superficie “manejada apropiadamente” encada finca. Esto se hizo evaluando las prácticas demanejo de recursos en cada parcela operada por ca-da agricultor, determinando el área de tierra que fuemanejada de una manera apropiada (en base al cri-terio de CARE). Se calculó una intensidad de adop-ción sumando toda la tierra operada por la UPA.Los datos son rangeados entre 0% y 100% donde 0%significa que no ha ocurrido ninguna adopción y100% significa adopción total. De las 525 fincas in-cluidas en el análisis4, el 26% no adoptó ningunapráctica y consecuentemente existe un 0% en la in-tensidad de adopción, el 10% adoptó tecnologíasapropiadas en toda su tierra y el 64% está en una po-

4 Cinco observaciones no fueron incluidas en el análisis porpérdida de datos.

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Paul Winters, Patricio Espinosa, Charles Crissman4466

sición entre las dos anteriores. En aquellos con unnivel intermedio, el porcentaje promedio de adop-ción fue del 46%.

Con el fin de examinar la importancia de la ma-no de obra y las limitantes de información, realiza-mos una regresión relacionando la intensidad de laadopción con un número de variables relevantes in-cluida aquellas discutidas antes. Considerando quela variable dependiente (intensidad de adopción) esrangeada en ambos lados de la distribución, consi-deramos que un modelo de regresión doblementerangeado es apropiado. En la regresión nosotros qui-simos examinar la importancia de la participaciónen PROMUSTA en la intensidad de adopción. Estosignifica que se requiere incluir variables “dummy”(valor de uno para participantes y cero para no-par-ticipantes) lo que presumiblemente mide la influen-cia de la membresía en la adopción. El problema conesta especificación es que puede darse el caso de quelos miembros de PROMUSTA hubieran adoptado lanueva tecnología aun si PROMUSTA no hubiera in-tervenido. El coeficiente de la variable dummy en-tonces no está midiendo los efectos de PROMUSTA,sino que aquellos que deciden juntarse a PROMUS-TA son probablemente adoptadores. Para evitar es-te sesgamiento de autoselección se han desarrolladotécnicas econométricas.5 Esto involucra el uso de re-siduales de la probabilidad de la participación conPROMUSTA (Cuadro 6) para crear una correcciónselectiva para la regresión. Esto es lo que hicimos eneste estudio.

Información sobre la intensidad de adopciónidealmente debería ser recopilada en más de un pe-ríodo de tiempo. Los datos que disponemos son cru-zados seccionales y nosotros consecuentemente de-bemos controlar el tiempo desde la introducción deuna nueva tecnología. La información sobre una tec-nología es presumiblemente mejor sobre el tiempodado que la información se mejora según los agri-cultores experimentan con la nueva tecnología. Co-mo se indicó antes, el tiempo es importante en laadopción de tecnología. Si la mano de obra es unfactor limitante en la adopción y es asignada anual-mente entre estaciones de adopción, entonces cadaaño la asignación de mano de obra incrementa laadopción. En ambos casos se espera que la intensi-dad de adopción esté positivamente relacionada conel número de años en que la tecnología ha sido dis-ponible. Otras características de la finca, familia ycomunidad puede también influir la adopción y es-tán incluidas en la regresión.

El Cuadro No. 13 provee los resultados de la re-gresión en la intensidad de adopción. Como discuti-mos antes, la cantidad de mano de obra masculina

por hectárea positiva y significativamente afecta laintensidad de adopción. La mano de obra femeninaafecta negativamente la intensidad de adopción. Es-to sugiere que la familia necesita de mano de obrapara invertir en recursos de conservación y las fami-lias dotadas con cantidades grandes de mano deobra femenina es menos probable que inviertan o lohagan de una manera más lenta en conservación. Laedad del cabeza de familia está negativamente rela-cionada con la intensidad de adopción. Presumible-mente, el cabeza de familia generalmente el hombrede más edad es la principal persona en la toma dedecisiones. Los resultados sugieren que cabezas defamilia más jóvenes están más dispuestos a adoptary es más probable que lo hagan más rápidamente.La educación está positiva y significativamente rela-cionada con la intensidad de adopción. Como se su-girió antes, familias con miembros con más años deeducación tienen más probabilidad de ser más re-ceptivos a nueva información. No se encontró dife-rencia significativa con el ingreso extra-finca. Enforma conjunta estos resultados indican que limi-tantes de mano de obra masculina e información in-completa son determinantes importantes con la in-tensidad de adopción.

No se encontró efecto significativo en la adop-ción para la disponibilidad de los bienes físicos, queson medidos por el total de tierra y el valor de losanimales de propiedad. Ni la pendiente del lote másinclinado, ni la altitud del lote más alto influenciansignificativamente la intensidad de adopción. El de-terminante individual más importante en la adop-ción es la participación en PROMUSTA. Dado losrangos, la intensidad de adopción de los participan-tes fue 32.1% más alto que los no-participantes.Mucho de esto se debe principalmente al hecho quelos no-participantes no adoptan del todo. Esto su-giere que la adopción de estas tecnologías hubieransido sustancialmente más bajas si PROMUSTA nohubiera estado involucrada.

Los años que PROMUSTA ha trabajado en la co-munidad afecta positivamente la intensidad deadopción. Esto significa que las familias en el tiem-po están manejando más tierra de una manera con-sistente con el proyecto PROMUSTA. La distancia aciudades grandes mide el acceso a mercados y los va-lores de la tierra correspondiente. Mientras más cer-cana es la finca a la ciudad más alta es la intensidadde adopción. Esto también puede suceder, ya que elacceso a los mercados permite un retorno más alto alos cambios en la producción agrícola. Esto también

5 Ver Green (1997) capítulo 20, sección 20.4 para la discusiónen la selección de problemas.

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Manejo de los recursos en los Andes ecuatorianos 4477

puede ser ya que los mercados de la tierra funcionanmejor cerca de las ciudades y consecuentemente losagricultores son más capaces de capturar los retor-nos a la inversión en conservación. No se encontróque la densidad de población y la precipitación in-fluencie la adopción. Se encontró que existen dife-rencias significativas entre áreas. En particular Ca-ñar y Loja tienen significativamente menor intensi-dad de adopción. Las razones para que esto ocurradeberían ser exploradas.

Los objetivos de PROMUSTA son el estimular laagricultura sostenible a través de la conservación derecursos y la diversificación e intensificación agríco-la. Usando los datos de la encuesta, somos capacesde afrontar parcialmente el cuán bien PROMUSTAha alcanzado estos objetivos. Se considera que la se-

lección de comunidades pa-ra esta encuesta no fue es-trictamente hablando, total-mente al azar; el criterio pa-ra seleccionar las comunida-des fue diseñado para identi-ficar representaciones en elgrupo de comunidades quecolaboran con PROMUSTA.Los individuos dentro deesas comunidades fueron se-leccionados totalmente alazar. Suponiendo que la en-cuesta captura una muestrano sesgada de los participan-tes de PROMUSTA, unasimple extrapolación de losresultados indican algunosbeneficios de PROMUSTA.

PROMUSTA ha trabaja-do con alrededor de 10.000familias en 193 comunida-des. Los beneficios para losagricultores radican en unincremento del valor actualde la producción y un mayorvalor de la producción futu-ra debido al manejo sosteni-ble de los recursos. El deter-minar un valor numéricopara los beneficios es difícil yno posible con los datos dis-ponibles. Sin embargo exa-minamos las acciones que

las UPAs han tomado y la percepción de los agricul-tores sobre el valor de la producción. De las 9333UPAs participantes en PROMUSTA se entrevistarona 413. Nueve de cada diez de estas UPAs adoptaronpor lo menos una parte de las alternativas tecnológi-cas de PROMUSTA, sugiriendo que un total de 8384agricultores ecuatorianos en alguna forma cambia-ron su sistema agrícola. Asumiendo que la adopciónsolo ocurre cuando se anticipan beneficios, esto su-giere que más de 8.000 agricultores están mejor.Tres cuartos de las UPAs encuestadas reportan quemejoraron su ingreso como resultado de participaren el proyecto. Esto implica que más de 7.000 UPAspercibieron en el corto plazo una mejora en el ingre-so. El 60% de los agricultores notó mejoras en elsuelo lo que denota que ellos perciben beneficios alargo plazo de la adopción. El 85% de las UPAs par-ticipantes (95 de las cuales adoptaron alguna prácti-ca) notaron que las actividades llevadas a cabo valie-

GG.. IImmppaaccttoo

Cuadro 13: Intensidad de adopción

EfectoCoef. marginal prueba t

Bienes de capital humanoMano de obra masculina/ha 0.33 0.17 1.91 *Mano de obra femenina/ha -0.28 -0.15 -1.77 *Edad del cabeza del hogar -0.25 -0.13 -1.76 *Nivel de educación 2.08 1.10 2.06 **Ingresos extra-finca -0.01 -0.005 -0.14

Bienes físicos

Tierra en propiedad -0.59 -0.31 -0.92Valor animales 0.0001 0.00007 0.10

Características de la parcelaGradiente de la mayor pendiente 0.02 0.01 0.18Altitud de la parcela más alta 0.01 0.005 1.05

CARE-PROMUSTAParticipación en el proyecto 99.86 32.10 7.73 ***

Características de la comunidadAños de trabajo con CARE 3.17 1.68 4.12 ***Distancia a la ciudad (>50,000 hab.) -0.16 -0.09 -1.98 **Densidad poblacional 2.52 1.33 1.09Precipitación 0.014 0.008 0.93

RegionesAzuay -11.42 -6.04 -1.40Cañar -25.04 -13.25 -2.99 ***Chimborazo 10.51 5.56 1.57Cotopaxi -10.51 -5.56 -1.31Imbabura -1.45 -0.77 -0.16Loja -17.98 -9.51 -1.84 *

Tasa inversa de Mill’s -12.97 - -1.69 *constante -81.27 - -2.58 ***

*= significante al 90%, **= significante al 95%, ***=significante al 99%.El efecto marginal es el impacto de la variable en adopción dados los rangos

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Paul Winters, Patricio Espinosa, Charles Crissman4488

ron el esfuerzo. Consecuentemente alrededor de8.000 UPAs de las 9333 participantes en el proyectoPROMUSTA la encontraron valioso. Cuadro 14.

Las 413 UPAs participantes que fueron entrevis-tadas operan 480 ha. de tierra. Asumiendo un nivelsimilar de operación, las UPAs participantes en totaloperan 10.852 ha de tierra. Usando el criterio de losextensionistas de CARE, el 42.1% de la tierra opera-da por los participantes se realiza de manera muyapropiada. Esto sugiere que 4572 ha son ahora ma-nejadas de una manera sostenible.6 Los beneficiosdiscutidos aquí deberían ser considerados estima-ciones conservadoras por dos razones. Primero, só-lo se analiza los beneficios de las UPAs participantes.Presumiblemente las UPAs no participantes adopta-ron algunas de las prácticas promovidas por PRO-MUSTA y también recibirán beneficios. Segundo,como se hizo notar tanto en las pruebas probit delterraceo (Cuadro No. 12) y en la regresión sobre laintensidad de la adopción (Cuadro No. 13) la adop-ción de las tecnologías sobre conservación toma sutiempo. Según como las UPAs continúan adoptan-do esas prácticas, más tierra llegará a ser manejadaen una manera apropiada. Los beneficios están to-davía por ser capturados pero los resultados indicanque ellos probablemente llegarán.

Los datos recolectados de los agricultores en 44comunidades de PROMUSTA indican que este pro-yecto ha sido exitoso en mejorar el manejo de los re-cursos. Los agricultores notaron mejoras en el sue-lo, expresadas como calidad de suelo, la humedaddel mismo y la erosión, así como también mejorasen el valor de la producción en sus parcelas, inclu-yendo prácticas de conservación y nuevas prácticasagrícolas. En conjunto la intensidad de la adopciónen las comunidades ha sido alta especialmente entre

participantes. Cada uno de estos factores apuntanhacia el éxito del proyecto.

Existen algunas razones para el éxito del proyec-to. Primero, el menú de innovaciones tecnológicasofrecidas a cada finca es extremadamente diversa.Esto permite a los agricultores escoger un set de op-ciones que encajan con sus necesidades particulares.Segundo, el menú incluye tanto medidas de conser-vación como cambios complementarios en agricul-tura. Mediante la alteración del sistema agrícola en-tero la conservación de recursos ha llegado a encajarcon la tecnología de producción. Aunque se dieronincentivos para la adopción, estos usualmente vinie-ron en forma de semillas, plantas o en pocos insu-mos de producción y no constituyeron pagos direc-tos por las medidas de conservación. Pagos directospodrían llevar a una conservación inapropiada.

Las implicaciones de este enfoque consisten enque es más probable que las mejoras en el manejo delos recursos sean sostenibles cuando se usan con unplanteamiento de manejo integrado de recursos. Es-to, porque es más probable que la conservación seaadoptada y mantenida cuando se la integra en el sis-tema agrícola. Como un programa se requiere unsistema agrícola de alternativas viables. Los resulta-dos indican que esto puede ser más fácil hacerlo cer-ca de una fuente de mercado como una ciudad.

Es extremadamente importante el identificarsistemas alternativos agrícolas sostenibles y dirigiresos sistemas a áreas apropiadas. Esto requiere unsistema de extensión bien organizado y agentes conconocimientos. Es importante tener informaciónsobre el potencial agrícola de un área, así como lascaracterísticas y limitaciones de las UPAs. Como he-mos visto, la disponibilidad de mano de obra mas-culina, la educación en la UPA y la edad del cabezade familia pueden impactar en los escogitamientos

HH.. CCoonncclluussiioonneess yy ssuuggeerreenncciiaass ppaarraa iinnvveessttiiggaacciioonneess

Cuadro 14: Impacto de PROMUSTA

UPAs UPAs Totalparticipantes Participantes UPAs

Valor económico (muestra) Porcentaje Participantes

No. de UPAs 413 100.0% 9333Adopción de algunas prácticas 371 89.8% 8384Mejoras ingreso 312 75.5% 7051Mejoramiento de la calidad del suelo 248 60% 5604Actividades valieron el esfuerzo 353 85.5% 7977

6 Estamos asumiendo que antes de la intervención de CARElos agricultores no manejaban sus tierras de una manerasostenible.

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Manejo de los recursos en los Andes ecuatorianos 4499

tecnológicos para la UPA. El reconocer esas condi-ciones puede facilitar una adopción apropiada.

Los resultados que presentamos aquí señalan eléxito del proyecto PROMUSTA, sin embargo inves-tigaciones adicionales ayudarían a confirmar estaconclusión y a determinar las partes del proyectoque han sido más valiosas. Los agricultores adopta-dores notaron un incremento en el valor de la pro-ducción. Este estudio no examina los costos y bene-ficios asociados con la adopción tanto para un agri-cultor en particular como para la sociedad como untodo. Investigaciones futuras podrían estimar losbeneficios netos (públicos y privados) de la adop-ción. Proyectos como PROMUSTA son caros y enépocas de austeridad en los presupuestos y competi-ción por los fondos, la demostración de los benefi-cios de la inversión puede ayudar a dirigir los esca-sos recursos hacia usos productivos como en el casoque examinamos aquí.

Un estudio sobre los beneficios netos de la adop-ción podría también examinar en más detalle los be-neficios a corto y largo plazo de la adopción y los be-neficios de tecnologías individuales. Nosotros he-mos discutido que los beneficios a corto plazo indu-cen la adopción para la conservación de recursos sitales acciones son complementarias. El entender larelación entre las medidas de conservación y loscambios en el sistema de producción agrícola permi-tiría desarrollar un programa que usa esta relaciónpara mejorar la conservación de recursos. Compa-rando el valor de la producción con y sin medidas deconservación, ceteris paribus, aclararía los beneficiosa corto plazo de la conservación y determinaría cuálsistema de producción agrícola es más complemen-tario a la conservación. Adicionalmente, la diversi-dad de tecnologías adoptadas por los participantesde PROMUSTA indican que el valor de las tecnolo-gías para cada agricultor varía. Es posible identificarlos factores que influencian los beneficios de una

tecnología dada, examinando los beneficios de esatecnología individual a través de las UPAs. Los fac-tores físicos, climáticos y socioeconómicos puedenser sustanciales.

Como se indicó una línea de la investigación po-dría examinar los beneficios públicos de la adop-ción. Los beneficios extra-finca de la adopción enconservación depende grandemente del tipo de ac-ciones realizadas a nivel de finca. La investigaciónpodría determinar qué tecnologías producen losefectos más grandes fuera de la finca y bajo qué con-diciones estas tecnologías serán adoptadas.

Finalmente, este estudio ha usado datos cruza-dos seccionales en un punto en el tiempo. Por las ac-ciones de los agricultores parece que este proyecto essostenible y los agricultores mantendrán las prácti-cas que ellos han adoptado. De todas maneras, co-mo ha ocurrido con otros proyectos, es posible queuna vez que PROMUSTA salga completamente delas comunidades, la adopción puede retrasarse y losagricultores pueden inclusive abandonar ciertasprácticas. Consecuentemente un estudio de segui-miento con encuestas a algunos de los mismos agri-cultores viendo sus programas a través del tiempopuede ser un ejercicio útil. En este mismo estudio laadopción espontánea de los agricultores no-partici-pantes puede ser también examinada. La combina-ción de estos dos podría determinar la sostenibilidadde la adopción y la difusión de las tecnologías.

La agenda de investigación sugiere la posibilidadde un estudio enfocado a pocas comunidades y unamuestra más pequeña de agricultores. Datos más de-tallados podrían obtenerse para entender los cam-bios en los sistemas de finca y las medidas de conser-vación adoptadas. Un análisis costo-beneficio deta-llado podría hacerse. Enfocándose solo en pocascuencas los efectos extra-finca podrían ser analiza-dos.

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Hileras en contorno (franjas de ladera)Es una fila de árboles y/o arbustos cuya ubicación

corta la pendiente de los terrenos dejando espacios llama-dos fajas o cuarteles utilizados para pastar o cultivar, deesta manera también sirven para guiar la labranza(Fig. 1).

Figura 1

Obras físicasSon tratamientos o trabajos que se realizan en el sue-

lo en forma manual o mecanizada con el objeto de mejo-rar las condiciones topográficas, minimizando la erosióny facilitando el laboreo.

Surcos en contornoSon surcos a nivel o desnivel que cortan la escorren-

tía y favorecen la infiltración; sirven para el mejor aprove-chamiento del agua, facilitan el laboreo y reducen la ero-sión. Estos sirven además como guía para la labranza ysiembra del cultivo (Fig. 2).

Figura 2

Zanjas de desviaciónSe conocen también como zanjas de ladera, infiltra-

ción o evacuación de agua. Son efectivas en pendientesdesde 10 hasta el 100%. Son la obra física más adecuadaen este rango de pendiente y aprovechan mejor los suelos.La zanja tiene la finalidad de cortar la escorrentía, favore-cer la infiltración, evacuar el exceso de agua, cosechar se-

dimentos y contribuir a la formación de la terraza lentacuando tenga vegetación permanente (Fig. 3).

Figura 3

Protección de taludesConsiste en fijar grama y pasto, preferiblemente pe-

renne, sobre la superficie del talud. El mantenimiento omanejo de pastos es sencillo pero muy importante paraque funcione bien y su producción sea alta. Después de lasiembra del pasto hay que resembrar en los lugares que seobservan vacíos para que se mantenga cubierta toda elárea. Cuando el pasto se ha desarrollado y ha alcanzadouna altura de 0.75 a 1.00 m debe ser cortado. Se forma uncultivo más denso y más efectivo para el control de la es-correntía, la retención de sedimentos y una producciónmás alta (Fig. 4 y 5).

Figura 4

Figura 5

AANNEEXXOO 11.. DDEESSCCRRIIPPCCIIÓÓNN DDEE LLAASS TTEECCNNOOLLOOGGÍÍAASS

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Curvas a nivelSon similares a los surcos en contorno. No tienen

ningún desnivel y se utilizan en zona de baja precipita-ción.

Canales de riegoSu construcción varía según el tipo de suelo. Se reco-

mienda hacerlo en forma parabólica pues se asemeja mása los canales naturales y por consiguiente tienen menosproblemas de mantenimiento. Su diseño consiste con unfondo semicircular (parabólico) cuyas dimensiones va-rían según los objetivos, requerimientos técnicos y dispo-nibilidad de recursos. Si su pendiente es mayor del 20%es necesario revestir con piedras o cemento, si es menor al20% la grama y pasto proveen suficiente protección. Ade-más del revestimiento es necesario construir cajas disper-soras cada vez que haya un cambio de dirección o pen-diente (Fig 6).

Figura 6

ReservoriosSon estanques de terrocemento (4 carretillas de tierra

cernida más un saco de cemento), concreto, piedra o tie-rra, construidos de acuerdo con las necesidades y condi-ciones físicas de los suelos. Su propósito es almacenaragua para poder regar los cultivos principalmente en laépoca de sequía. Por lo general la estructura de suelo enlas comunidades es cangahuosa, lo que permite la cons-trucción de reservorios hundidos y no tanques de altura oelevadas. La construcción es realizada por la familia cam-pesina o con el apoyo de la comunidad, “minga”.

Terrazas de formación lentaSon terraplanes o bancos alternados construidos

transversalmente a la pendiente con taludes protegidos devegetación. Tienen el objetivo de detener el arrastre de lossuelos, guardar la humedad y aprovechar mejor la tierra.Las terrazas se van formando en un período de tres a cin-co años. La distancia entre las terrazas varía de acuerdocon el grado de la pendiente, tipo de suelo, precipitacióny clase de cultivos.

Este tipo de terraza también se conoce con el nombrede terraza de formación sucesiva, la sección transversalestá constituida por un borde en el cual no se siembra, si-no que debe protegerse con una vegetación permanente(Fig. 7).

Figura 7

Terrazas de bancoSon bancos escalonados o terraplanes construidos

transversalmente a la pendiente de un terreno; requierende la renovación de tierra para su formación. El anchodel banco varía con la pendiente, la profundidad y el tipode suelo; tiene la función primordial de modificar la pen-diente (Fig 8).

Figura 8

LombriculturaEs la crianza intensiva de lombrices en cautiverio ca-

paces de transformar los desechos vegetales y animales enhumus rico en microorganismos. Se utilizó la lombriz ro-ja californiana (Eisenia foetida).

Fertilización materia orgánicaEs cualquier planta devuelta a la tierra, la misma que

debe estar cerca a su madurez fisiológica. Usualmente seusan plantas leguminosas y gramíneas por su alto conte-nido de nitrógeno y descomposición rápida. Mejora laestructura y textura del suelo (Fig. 9).

Figura 9

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AbonadurasEs la materia orgánica constituida por los residuos de

las plantas y los animales; ésta debe estar descompuestapara que al ser incorporada al suelo los nutrientes esténdisponibles para las plantas (Fig. 10).

Figura 10

Mejoramiento de pastosIncluye básicamente la asociación de gramíneas y le-

guminosas, cortes de igualación, dispersión de heces, fer-tilización y riego cuando es disponible.

LinderosSon árboles y/o arbustos sembrados siguiendo el

margen del lote o propiedad, de esta manera se evita pro-blemas de límites y daños causados por los animales. Sepuede utilizar especies como la mora que ofrece más pro-tección (Fig. 11).

Figura 11

Barreras vivasEs una faja densa (dos o más hileras) con plantas de

preferencia perennes, con raíces bien desarrolladas, alturamedia, buena ramificación y tallos fuertes para reducir laerosión y formar terrazas lentas. Pueden plantarse parafortalecer la acción de las obras físicas (Fig. 12).

Figura 12

BosquetesSon pequeñas plantaciones forestales, es decir en un

área que no permite ubicar una cantidad mayor de 250árboles. Estos árboles deben ser plantados a la distanciamás apropiada para la especie (Fig. 13).

Figura 13

Plantación de árboles (agroforestación)Son plantaciones de árboles o arbustos combinados

con cultivos para obtener beneficios múltiples. El mane-jo incluye podas de ramas y raíces, raleos, limpiezas con lafinalidad de mejorar el sistema (Fig. 14).

Figura 14

Siembra de plantasConsidera la acción de plantar los frutales para fines

de bosquetes, agroforestería o barreras vivas.

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ViverosEs el arte de producir plántulas forestales de frutales

o pastos con una tecnología moderada a nivel comunalcon fines de realizar actividades forestales y/o agrofores-tales en las comunidades (Fig. 15).

Figura 15

Huertos familiares (siembra de hortalizas)Es un lote de terreno de pequeñas dimensiones cerca-

no al sitio de vivienda del agricultor donde se producenhortalizas, frutales, plantas medicinales u ornamentalespara autoconsumo principalmente o comercialización. Elhuerto contiene una multitud de especies o cultivos desucesión y aporte simbiótico (Fig. 16).

Figura 16

Siembra de frutalesNo solo incluye la acción de sembrar un frutal sino

generalmente la construcción de terrazas de huerto. Estasterrazas son construidas exclusivamente para la forma-ción de huertos frutales con pendientes de hasta 60%.Son terrazas angostas donde siempre su bancal es de 2.00m de ancho.

InvernaderosSon construidos con madera de eucalipto revestidas

con plástico. El techo hace ángulo y tienen un máximo de20 m de largo y un cuerpo de hasta 5 m de ancho. Se pue-de incorporar el número de cuerpos que se quiera. Prin-

cipalmente se usan para cultivar tomate riñón y babaco.Crean un mejor ambiente (temperatura), evitan la conta-minación ambiental y reducen el ciclo vegetativo.

Mejorar cultivosSon actividades productivas complementarias a las

obras físicas y prácticas agronómicas que comprendendesde la preparación del suelo hasta la cosecha, propen-diendo al buen desarrollo del cultivo y mejorando la pro-ducción y productividad.

Selección y desinfección de semillaConsiste en seleccionar una semilla libre de plagas,

enfermedades, daños mecánicos y mal formados; que po-sea las condiciones óptimas de maduración y garantía deuna buena producción, así como asegurar la pureza de lassemillas. Luego de este proceso es necesario eliminarcualquier vestigio de enfermedad por medio de la aplica-ción de sustancias químicas y/o naturales que elimineneste peligro (Fig. 17).

Figura 17

Rotación de cultivosEs la siembra alterna de cultivos en espacio y tiempo

para mantener la fertilidad del suelo y evitar la incidenciade plagas y enfermedades (Fig. 18).

Figura 18

Asociación de cultivosConsiste en la asociación de dos o más cultivos pu-

diendo ser estos una leguminosa con una gramínea ytambién un cultivo denso con un cultivo de escarda. En

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este sistema se logra detener la erosión, mantener la ferti-lidad del suelo y variar la dieta alimenticia del agricultor(Fig. 19).

Figura 19

Control de plagasSon prácticas recomendadas para el control de plagas

y/o enfermedades de acuerdo con el agente causal y a laforma de ataque del patógeno, para lo cual se utiliza unproducto natural y/o químico tratando de no contaminarel ambiente y mantener al mínimo los costos. Es conside-rado como plaga una población de insectos cuando exce-de el nivel tolerado por el cultivo, así mismo cuando da-ña los productos durante la cosecha, procesamiento o al-macenamiento (Fig. 20 y 21).

Figura 20

Figura 21

Manejo de especies menoresEs un proceso que se realiza para obtener una mejor

producción de carne, piel, estiércol. Incluye cuyes, cone-jos o aves.

CuyeraExplotación de cuyes ya sea para pies de cría o para

carne. Se construye fosas de cría de 1m x 1m con una al-tura de 0.60 m. Estas hospedan a 10 hembras y 1 macho.Las fosas pueden ser de paredes de tabla o cemento y pisode cemento o tierras. Las fosas están dentro de un galpón.

PisciculturaExplotación de peces mediante la construcción de

piscinas hasta ahora solo de tierra. Experiencias solo contrucha y en el austro con tilapia.

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La prueba probit en la decisión de si poner o no terrazas (Cuadro No. 12) incluye dos variables depen-dientes que pueden ser consideradas endógenas. Las decisiones de adoptar barreras vivas y nuevos culti-vos que diversifiquen la agricultura pueden ser tomados simultáneamente con la decisión de adoptar terra-zas. Si las decisiones son simultáneas, no puede esperarse que esas variables varíen independientemente deotras variables en la regresión. Para probar si las variables dependientes en cuestión varían independien-temente se puede usar una prueba sugerida por Hausman (ver Greene 1997). El modelo especificado co-mo sigue:

Decisión en terraceo:

d = 1 si d* > 0,d = 0 si d* < 0.

Donde: X = variables exógenasB = presencia de barreras vivasD = presencia de diversificación agrícola

La prueba de endogenidad involucra la regresión entre las variables potencialmente endógenas, B y D,

en un grupo de variables explicativas (instrumentales) para obtener valores pronosticados de esas varia-

bles, y .

Los vectores de los residuales B = B – y D = D – son calculados e incluidos en la decisión de

adoptar terrazas como sigue:

d = 1 si d* > 0,

d = 0 si d* < 0.

Si la hipótesis nula, que si los coeficientes de los residuales son iguales a cero no puede ser re-chazada (prueba estándar de significancia), entonces el propósito de nuestra regresión, las varia-bles B y D pueden ser consideradas exógenas. Si ninguna de las hipótesis nulas puede ser recha-zada entonces la variable no puede ser considerada exógena. Los coeficientes indican que la hi-pótesis nula no puede ser rechazada y el modelo es correctamente especificado en el CuadroNo. 12.

( )d X B D NB B B D D D

* ' $ $ , ~ ,= + + + + +β α γ µ α γ µ ε ε σε

0 2

D̂µ̂B̂µ̂

D̂B̂

d X B D NB D* ' , ~ ( , )= + + +β α α ε ε σε0 2

AANNEEXXOO 22..EESSPPEECCIIFFIICCAACCIIOONNEESS DDEE LLAA PPRRUUEEBBAA PPRROOBBIITT EENN LLAA DDEECCIISSIIÓÓNN SSOOBBRREE TTEERRRRAACCEEOO

µ̂ µ̂

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Cuadro 15 Pruebas de Endogenicidad

Coeficiente Prueba

Características de las ParcelasTamaño de las parcelas 0.007 -0.27Pendiente 0.003 2.84 ***Altitud -0.0008 -1.01

Bienes de Capital humanoMano de obra masculina/ha. 0.012 1.76 *Mano de obra femenina/ha. -0.012 -1.83 *Edad del cabeza de familia -0.006 -1.14Nivel de educación 0.077 1.92 *Ingreso extra finca (%) 0.003 1.08

Bienes físicosValor de los animales (US$) -0.00007 -0.08

Características de la comunidadAños con CARE 0.114 2.27 **Distancia a la ciudad (pob>50000) -0.007 -1.26Densidad de población 0.231 2.86 ***Lluvia 0.002 2.3 **

Acciones complementariasDiversificación agrícola -3.061 -1.22Residuales para diversificación agr. 3.487 1.38Barreras vivas 0.963 0.22Residuales para barreras vivas -0.612 -0.14

RegionesAzuay 0.225 0.17Cañar -1.29 -1.16Chimborazo -0.434 -0.36Cotopaxi 0.954 1.41Imbabura -1.446 -1.49Loja -0.873 1.04

Constante -0.413 -0.26

*=significante al 90%,**=significante al 95%,***=significante al 99%