Papel Salmón oct. 31

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Separa que sale los domingos con el periódico LA PATRIA.

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creación y vida octubre 31 de 2010

E

D I C I ÓN

939

2Evocación de Dante Alighieri

73º Festival de Cortos de Manizales un espacio para destacar

44Como una novela

8Publicaciones

6Carlos F. Alvarado: cine para leer

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2octubre 31 de 2010

ENSAYO

El primer recuerdo que poseo de Dante me vuelve a mi ado-lescencia temprana, con trece

o catorce años de edad, en el colegio San Luis Gonzaga de Manizales, una mañana nublada en la que el padre Emilio Ramírez, profesor de filoso-fía, dijo una frase que me sorprendió porque no la comprendí: “La violencia colombiana tiene una simbología dan-tesca. Por eso hemos sido incapaces de exorcizarla”. Esa tarde pedí prestado en la biblioteca un ejemplar decimonó-nico de La Divina Comedia, empasta-do en cuero rojo, de gran formato, con las ilustraciones de Gustavo Doré, que me deslumbraron y aún me encantan.

La edición era bilingüe y la versión en español estaba en verso. No recuer-do su traductor. Comencé a leer con gran dificultad esos tercetos que no me decían nada y sólo continué porque de manera ingenua, o estúpida, pensaba que llegaría a una parte donde se me revelaría el secreto del porqué los co-lombianos nos odiábamos tanto entre sí. Aguanté los tres primeros Cantos del Infierno y entregué el libro como se devuelve una chaqueta regalada en navidad que nos quedó pequeña y cuyo color abominamos.

Algunos años después, en sexto de bachillerato, cayó en mis manos la obra completa de Jorge Luis Borges editada en un volumen. No sólo fue amor a pri-mera vista. Más bien locura de la ima-ginación y autoconciencia espiritual. La revelación epifánica de que la literatura

BIBLIotECA DEL DRAGóN

Evocación de Dante alighieriSe penetra en La Divina Comedia cuando ya hemos conocido los sótanos de la existencia humana. El primer círculo del infierno es un limbo para adultos paganos que sobresalieron por su amor y actos beneficiosos para la humanidad. Giovanni Papini mostró que Dante nunca venció sus fieras interiores de la lujuria, la ira y la soberbia. Cielo e infierno.Orlando Mejía Rivera* - Papel Salmón

podría llegar a ser la vía para salvarme de mí mismo y de esos inexplicables rugidos interiores que amenazaban con la destrucción total. Allí todavía no estaban sus Nueve ensayos dantescos, pero contaba Borges cómo aprendió a leer italiano en el autobús, con una edi-ción del poema en su lengua original dividido en tres tomos.

Eso mismo hice yo durante los si-guientes dos o tres años y puedo de-cir que leo el italiano gracias al méto-do borgiano. Sin embargo, la obra fue para mí en ese tiempo un texto que me enseñó a apreciar la belleza de la len-gua de Dante y a reconocer su maestría insuperable como poeta.

Siguieron arduos años de estudiar medicina, ejercer la medicina interna y aprender de la muerte cotidiana de los otros gracias a la tanatología clínica. A los treinta años comprendí, con las entrañas y el corazón, que sólo tenía el día de hoy. La expresión “Mi futuro” comenzó a reflejar sus auténticos sig-nificados: incertidumbre, inexistencia, vacío.

Entonces, descubrí la eternidad del ahora. El reino del instante, del tiem-po vertical y súbito del Kairos griego: el disfrute irrepetible de un sabor, de un beso, de un cuerpo, de una mira-da, de la relectura que se hace nueva con el cambio de la hora. El ángel te-rrible de Rilke, el castillo de los sueños de Quevedo, La caballería espiritual de Raimundo Lulio, el arte de la salud de Arnau de Vilanova, los koanes Zen de

Suzuki, las ráfagas flamígeras de los poemas de Ibn Arabi y, por supuesto, ese universo misterioso e inagotable de la Divina Comedia de Dante.

García Márquez, en Cien años de soledad, le hace decir al patriarca de los Buendía que para fundar un pueblo primero hay que tener un muerto. De igual manera, se penetra en La Divina Comedia cuando ya hemos conocido los sótanos de la existencia humana: la pérdida de los seres amados, el desen-gaño por los disfraces del éxito y de la derrota, la ilusión enfermiza de la po-sesión material, el hastío ante ese aque-larre banal de los sainetes sociales. La Divina Comedia y Dante Alighieri son un universo para recorrerlo, con pro-vecho, como empieza el canto primero

del infierno: “A la mitad del camino de nuestra vida”.

Es decir, para contextualizarlo en términos junguianos, cuando nuestro yo profundo, ese que huele las tumbas de los antepasados y escucha las pala-bras que brotan de la propia sangre, se prepara para cumplir su destino de ser irrepetible y único en esta tierra.

Dante Alighieri, con esas facciones de piedra que nos legó el retrato del Giotto, es el mismo Virgilio arquetípi-co que conduce a cada persona, cuan-do despierta, al viaje iniciático por los laberintos brumosos de su auténtica vida profunda. Pero con atrevimiento podría decir, ahora, que el sentido de la obra de Dante ha sido prefigurado en la máxima 11 del antiquísimo libro

Dante Alighieri nació en Florencia (Italia) en 1265 y falleció en Ravena en 1321. Este italiano es conocido como el “poeta supremo” y también se le llama el “padre del idioma” italiano.Fotos/Cortesía Orlando Mejía/Papel Salmón

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ENSAYO

PS

del místico egipcio Ptahhotep: “Sigue tu corazón durante el tiempo de tu existencia”.

Hace poco me sorprendí pensando que mi antiguo profesor de filosofía tenía razón: La violencia colombiana tiene una simbología dantesca. Por eso hemos sido incapaces de exorcizarla.

Dante y el primer círculo: La sucursal del paraíso en el infiernoAsí dijo y así me hizo entraral círculo primero, que abrazadaa aquella sima tiene. Allí escucharpude suspiros, pero no así llanto,que aquel eterno aire hacían temblar Canto IV, Infierno. 23-27

El primer círculo del infierno no tie-ne fuego ni hielo, ni torturas físicas, ni se escuchan llantos, ni gritos de los condenados. En realidad, es el sitio que Dante inventa a partir de una mención en el evangelio de Lucas e introduce, por primera vez, en la escatología cristiana: un limbo para adultos paganos, anterio-res al cristianismo, que no pecaron, sino que sobresalieron por su amor y sus actos beneficiosos para la humanidad. Se siente la tristeza de Dante por esos habitantes del “Castillo de la fama”, ex-presión repetida por Borges en su ensa-yo dantesco titulado El noble castillo del canto cuarto, quien ha recordado que allí viven los iguales del poeta: Homero, Lucano, ovidio, Horacio y su propio guía Virgilio quien, luego del viaje por el resto de los círculos infernales y los del purga-torio, regresará solo a este mismo lugar donde se escuchan susurros, suspiros y todos saben que el sutil y persistente castigo sicológico es sentir “un deseo sin esperanza”.

Al lado de ciertos héroes, griegos y romanos; de Saladino el gran cruzado musulmán; de tolomeo y de Euclides, como de los poetas admirados; están los filósofos que Dante respetaba más: Aristóteles, Sócrates, Platón, Empédo-cles, Heráclito, entre otros. Pero tam-bién identifica a cuatro médicos: Hi-pócrates, Galeno, Avicena y Averroes. Por último, Dioscórides, el mejor apo-tecario de la antigüedad, es nombrado en su condición de “buen recogedor” de hierbas medicinales. Borges llama la atención de que es el único círculo del infierno donde sus condenados no pronuncian palabras audibles a Dante, pues sólo escuchamos su diálogo con

Virgilio. Entonces, un experimentado creador de fantasmas oníricos como lo fue el padre de Las Ruinas circulares, insinúa que allí todavía Dante estaba soñando a sus criaturas, que ellas no se habían desprendido por completo de su mente.

Si la arquitectura de la Divina Co-media tiene la solidez de la objetividad aparente y la autonomía de sus mora-dores, la excepción es este primer cír-culo del infierno donde Borges también se entristece y recuerda al final que allí los poetas discutirán “interminable-mente de letras” porque les está pro-hibido escribir y “están en el infierno porque los olvida Beatriz”. Esta última frase me hizo pensar en que Borges, muy conmovido, recordó a su propia “Beatriz Portinari”, la escritora Estela Canto, y presintió que él terminaría siendo el otro poeta olvidado por su

verdadero amor y re-cordado por la huma-nidad abstracta en la prisión aséptica del “castillo de la fama”.

2Sin embargo, la ex-

traña singularidad de este lugar tiene, a mi modo de ver, implica-ciones más profun-das para el propio Dante. Cuando atra-viesa el septentrión del primer cielo (en el canto XXX del purgatorio), Virgilio desaparece sin des-pedirse y Beatriz lo recibe con un salu-do tenue y un re-gaño enérgico por sus faltas morales del pasado. En ese momento el poeta, emocionado, llora y suspira por pri-mera vez. Luego se le insinúa, en-tre velos eufemís-ticos, que ha sido perdonado por la gracia de la mis-ma Santísima Virgen y por los ruegos de Bea-

triz.El Paraíso lo recibe con música de

las esferas, cantatas de miríadas de serafines, querubines y ángeles, las voces sabias de los antiguos profe-tas bíblicos, la presencia majestuo-sa de San Agustín y Santo tomás, la contemplación de San Jerónimo, la lluvia creadora del Espíritu Santo, la luz deslumbrante e infinita de las partículas elementales del reino de Dios. En el canto XXXI del Paraíso se le muestra la “milicia santa de Cris-to” en forma de “cándida Rosa”. Pero también Beatriz desaparece y Dante suspira por segunda vez. Lo recibe San Bernardo, que según René Gué-non fundó la orden secreta de templa-rios y cátaros, quien lo conduce a las más lejanas alturas de los cielos.

En el último canto del Paraíso, el número XXXIII, versos 142 a l45, Dan-te confiesa que sus palabras son in-suficientes para evocar lo visto y que a su “alta fantasía le faltaron aquí las

La Divina Comedia, obra de Dante Alighieri.

fuerzas”, pero “ya giraban mi deseo y mi voluntad como rueda que igualmen-te es movida por el amor que mueve el sol y las demás estrellas”. El punto final del poema no es el silencio total. Me parece escuchar un tercer suspiro, más hondo que todos los demás, y tan prolongado que debió acompañarlo de vuelta a la tierra de Rávena donde el poeta despertó para poder concluir su descomunal obra y legarla así a los lec-tores de todas las épocas.

¿Volvió el difunto Dante Alighieri a las cúpulas luminosas del Paraíso? La gracia de la Virgen le permitió conocer y recordar en vida su misterioso viaje a los tres ultramundos, pero ella nun-ca dijo que se le había garantizado su estadía postmortem allí. Giovanni Pa-pini, en su Dante vivo, mostró muy a su pesar que Dante nunca venció sus fieras interiores de la lujuria, la ira y la soberbia. Su recorrido por la cartogra-fía del mundo de los muertos confirma a sus lectores que siguió siendo iracun-do como un jabalí y soberbio como un pavo real del jardín celestial. De hecho, en el canto XXI del Paraíso (versos 97 a 100) su amada Beatriz le dice: “cuando vuelvas al mundo mortal refiere esto, para que nadie presuma de llegar a tan alta meta. La mente que aquí brilla, en la tierra está nublada por el humo”.

Las palabras de Beatriz son claras y contundentes: al poeta se le ha per-mitido reunirse con ella y conocer los insondables misterios de las entrañas sagradas del reino de Dios, para que luego volviera a la tierra y lo escribie-ra. Su premio es la inmortalidad de la fama literaria y su paraíso es la sucur-sal del cielo en el infierno: el primer círculo donde lo aguardan los otros grandes poetas nombrados y un ciego políglota que habla el español con acen-to argentino. Ese limbo para paganos y para Borges y Dante, que cometieron el sacrilegio de idolatrar a la literatura por encima de la divinidad. Allí esta-rán ellos, suspirando por la ausencia de sus amadas Beatrices y hablando de poemas y sagas mitológicas, mientras caminan con estoica ataraxia por las praderas verdes de los alrededores del castillo de la fama y entre los riñones de sus cuerpos sutiles un cosquilleo constante reflejará su callado “deseo sin esperanza”

*Escritor, Profesor titular de la Universi-dad de Caldas. Departamento de Salud Pública.

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LIBROS

PS

Cayeron en mis manos las obras La Sala oscura y el mundo de las sombras y Laberintos

cinematográficos: estética de cine de autor, del Comunicador Social, Perio-dista y filósofo Carlos Fernando Alvara-do Duque, profesor de la Universidad de Manizales, en materias afines.

Las dos obras fueron publicadas, en pulcras ediciones, por el Centro de Co-municaciones de la mencionada Uni-versidad, en el año de 2010.

Al comienzo pensé que se trataba de textos de corte académico escritos para aplicados alumnos, en las asignaturas de sus profesores o, si mucho, para go-mosos de los cineclubes universitarios. Algo como para los comensales de Ciné-fagos de la Universidad de Manizales.

LoS AVANCES CoNCEPtUALES, ARtíStICoS y téCNICoS DEL CINE

CarloS F. alvaraDo:cine para leer

Las dos obras de Alvarado descubren las relaciones del cine con la estética, los modelos de representación mental y el lenguaje fílmico. Además de los, trazos cinematográficos de la historia, la literatura y el cine, el cine contemporáneo y los ima-ginarios urbanos. Conocimiento y disfrute.Octavio Hernández Jiménez* - Papel Salmón

En muchas ocasiones, textos aca-démicos han sido concebidos como auténticos ladrillos que producen aver-sión en los lectores rasos, por su len-guaje críptico, por su prosa farragosa, densa y oscura, en forma deliberada, buscando deslumbrar con visajes de profundidad.

No es el caso de las obras de Alva-rado Duque. Acierta en la selección de los temas, maneja con agilidad una bi-bliografía abundante y apropiada; los textos son claros, bien redactados, con lenguaje al alcance de muchos mortales que nos acercamos a esas páginas tra-tando de ver los avances conceptuales, artísticos y técnicos, en el mundo del cine, de entender lo que pasa con ese arte que, antes contaba, no solo con grandes directores y actores sino con guiones bien escritos, puntos de vista, trama, excelentes actuaciones, exqui-sita construcción de intriga y recursos que convertían, muchas de esas cintas, en obras de arte sobre las que cae con parsimonia el polvo del olvido.

Cumplen las obras de Alvarado Du-que con su propuesta de analizar varias facetas de este apasionante fenómeno audiovisual del siglo XX, pero avanza más al abrir otras puertas pues, detrás de las contradicciones de una anécdota que muchos catalogarían como temáti-ca, hay historias ocultas que provocan al espectador doblado de investigador por un laberinto de intrigas e intere-ses.

Por estos días tuve la oportunidad, además, de toparme con un reportaje concedido por Iván Acosta, director de la Asociación Nacional de Cineclubes La Iguana en el que comenta, hablando de los cineclubes, que son “los grandes formadores de la nueva sociedad, por-que un buen cine con una buena inves-

tigación, propuesta narrativa y estética, permite estudiar e investigar sobre ele-mentos y acontecimientos que, de otra manera, no podríamos ver. El cine nos acerca y es una invitación para crear nuevos hábitos como el de la lectura”.

Fueron muchos los asiduos asisten-tes a los cineclubes que hubo en Ma-nizales en las décadas de los setenta y ochenta. Pero, por desdicha, esa tem-porada pasó inexorablemente, dejando nostalgias y un tenue lampo de gloria.

Otras facetas del cineUniendo los puntos de vista de los

dos hombres de cine, comprobé que los libros de Alvarado Duque superan las expectativas de los cineclubes, ex-puestas por Acosta.

Las dos obras de Alvarado compen-dian una sucesión de textos que se leen de corrido, con agrado, descubriendo otras facetas del cine como sus rela-

ciones con la estética, los modelos de representación mental, el lenguaje fíl-mico, el cine de autor, la estética del filme de autor, trazos cinematográficos de la historia, de la ética de la memo-ria al cine bélico trágico, la literatura y el cine, imagen y simulación, el cine contemporáneo y los imaginarios urba-nos.

Habla de Martín Barbero en “Lo urbano como mediación cultural”, un bello ensayo que rebasa los límites preconcebidos. “En Latinoamérica lo urbano se reconoce vía relatos audio-visuales que poseen la lógica propia de la oralidad”.

Para el director y el crítico, “la cul-tura urbana se transforma radicalmen-te cuando la ciudad es vivida desde las mediaciones de los medios” (p.103). En capítulos como éste, el cine, como la ciu-dad, son metáforas de la sociedad.

obra fresca y actual. Alvarado Du-que vibra con temas que apasionan, en esta temporada, a directores como Kir-by Dick que abomina de Hollywood o como Juan Carlos tabío que conceptúa que la llamada meca del cine es “cada día, con contadísimas excepciones, más profundamente superficial”. El manizaleño cataloga a Hollywood como “territorio de la modernidad” y habla, igualmente, del vaivén de lo moderno y de Hollywood como un “engendro de la modernidad”.

En el capítulo dedicado a Casablan-ca coincide con Umberto Eco cuando dice que esta película desborda su pro-pia época por ser “una extraña orgía de arquetipos”. La entroniza como “mito-logía de la modernidad” y ubica este clásico en “el crepúsculo de los dioses”, título más acorde con esas aparatosas producciones que siguen derramando torrentes de fama y dinero en las arcas del cine.

En ciudades como Manizales, en donde muchas veces es mejor que-darse en casa que asistir a los escasos cinematógrafos que ofrecen no las me-jores cintas, un descanso formativo es alimentar el espíritu con textos como los de Carlos F. Alvarado Duque. El lec-tor descansa, se instruye y disfruta de una esmerada prosa. Es otra película bien narrada

*Escritor.

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7octubre 31 de 2010

CINE

PS

Parece que una de las carac-terísticas determinantes del cortometraje residiría en su

extensión, velando así otros compo-nentes que también son importantes y constituyen además la sustancia de la producción audiovisual o cinematográ-fica. Pero, si bien, esa propensión, se objetiva en su duración, por ejemplo, la tensión y la intensidad, al decir de Cortázar, cuando nos habla del cuento, son elementos representativos de ese género del filme, que, por las potencias que ofrecen las redes virtuales, tiende irremediablemente a propagarse.

En el cuento, lo que se denomina in-tensidad es un leve acercamiento que de manera progresiva nos lleva hacia los aspectos desencadenantes de una historia, para introducirnos definitiva-mente en una turbulencia de aconteci-mientos que nos hace estremecernos durante un espacio temporal y que ha-bita en nosotros como una latencia de contenido dormido pero que cabalga-ría en nuestra mente inconsciente. La tensión, así mismo, nos acerca por es-pacios al desenlace de una historia, ha-ciendo que nuestra atención se fije con adherencia suprema en las paredes ru-gosas de un relato que nos estremece con todas las energías posibles.

Pautas para el cortometraje

En el cine no hay temas buenos ni malos, no reifiquemos las cosas, pues lo que existe en todos ellos es simple-mente un conjunto de relaciones esta-

DeStaCarSon elementos representativos del corto su duración, la tensión y la intensidad. Ofrece la posibilidad de contar historias para espec-tadores poco pacientes pero que pueden encontrar algo valioso en la creación audiovisual. Llamado.Jorge Abel Carmona Morales* - Papel Salmón

blecidas por hombres y sólo por hom-bres. Lo que existe son temas mal o bien tratados, que algunos realizadores objetivan en la representación audiovi-sual para mostrarnos, para contarnos algo. En el cortometraje, es necesario captar desde el primer momento la atención del espectador, de atraparlo para que no tenga ocasión de respirar siquiera frente a un imbricado acon-tecer de circunstancias que de mayor o menor manera se empotran en cada uno de quienes lo observan.

Además de su contundencia, cada plano o cada secuencia, debe guardar el poder de síntesis sin por eso des-dibujar la esencialidad del relato. y si parodiamos un poco, las palabras de Cortázar, un corto gana por knock-out, y no por puntos como sucede en el lar-gometraje.

¿Pero qué ofrece el corto, que no es-taría en el largometraje y que lo conso-lidan como un género importante den-tro de la realización cinematográfica?

En primer lugar, las posibilidades de contar historias para espectadores poco pacientes pero que también pue-den encontrar algo valioso en la crea-ción audiovisual. también se pueden hallar, no exclusivamente en él, pero sí por su poca pretensión de convertirse en productos comerciales, propuestas experimentales de contenidos novedo-sos, en los que incluso se violen las “reglas” de creación cinematográfica y que, por tal motivo, tenga seguidores que anden en persecución de otras apuestas estéticas, usualmente no muy

país, a este tipo de producciones no se les ha dado la importancia necesaria, por lo que ni directores, ni productores tienen un realce en este universo parti-cular que tampoco cuenta con un públi-co preparado para solicitarlos. Parece que estuvieran destinados sólo a exhi-birse en los festivales cinematográficos como una excepcionalidad y no como la norma de una sociedad que pueda exigir películas de buena calidad y que se escape de los parámetros usuales de realización audiovisual.

Dicho Festival, viene a constituir una alternativa de difusión y presentación de propuestas distintas que agrupa a los realizadores que se expresan a tra-vés de la imagen visual, en abierta opo-sición a los parámetros del mercado, para cautivar a un público que está en constante búsqueda de opciones dis-tintas, para consolidar la creación au-diovisual y cinematográfica, que pueda ofrecer productos de buena calidad y de contenidos diversos para marginar-se de los esquemas propiciados y ex-tendidos para los usuales patrocinado-res de las películas en Colombia.

Recibimos, pues, con beneplácito el Festival, esperando que la asistencia de público sea la adecuada, especialmente entre los universitarios, que al parecer, se han olvidado que la conciencia cine-matográfica también hace parte de su formación como personas integrales,

ahora que tanto tecnicismo acadé-mico se impone, menospreciando las humanidades como necesarias para el crecimiento de un país, cuyo balance cinematográfico (ape-nas 10 películas por año) no alcan-za a direccionar un trabajo serio en ese sentido.

Felicitaciones a la Universidad Nacional y este sea el llamado a otros centros educativos como la Universidad de Caldas, precisa-mente, un Centro de Formación Superior, que cuenta con una Facultad de Artes y Humanida-des y otros de Ciencias Jurídi-cas y Sociales, que ya ni dentro de sus actividades culturales, cuenta con espacios de exhi-bición cinematográfica, qui-zás debido a sus políticas de ahorro excesivo en los que la estética no tiene un lugar de importancia

*[email protected]

abundantes en los largometrajes, a ex-cepción de algunas.

Por la utilización de recursos y per-sonal en la producción de un corto, su realización se torna menos onero-sa y más accesible a creadores que no cuentan con los fondos para presentar propuestas propias que no calan en las requisitorias del mercado fílmico.

y, es posible advertir que el cortome-traje, permite impulsar la creatividad de realizadores jóvenes que por la com-plejidad del largometraje no les permi-ten el acceso al mundo de la creación audiovisual y cinematográfica, por las dificultades que le ofrece la consecu-ción de recursos y el cierre de puertas en el campo que configura ese espacio de producción.

Grosso modo, estas ideas constitu-yen algunas pautas que conforman el cortometraje como un género suficien-temente consolidado dentro del mundo cinematográfico.

Una alternativaEsto, con el fin de resaltar la labor

de la Universidad Nacional, en cabeza del Programa de Gestión Cultural que ha impulsado el Festival de cortos de Manizales del 2010 que ya frisa su ter-cera versión y a presentarse entre el 8 y el 14 de noviembre del presente año.

Si bien, la realización de cortometra-jes es una actividad consolidada y valo-rada en otras geografías, en nuestro

3º FEStIVAL DE CoRtoS DE MANIZALES

Un espacio para

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8octubre 31 de 2010

Director: Nicolás Restrepo EscobarEditora: Gloria Luz Ángel EcheverriDiseño: Virgilio López ArceCircula con LA PATRIA todos los domingosCra 20 No.46-35. Tel 878 1700Impresión: Editorial LA PATRIA S.APortada: Mario Vargas Llosa, Premio Nobel Literatura 2010Foto/Archivo LA PATRIA/Papel Salmón

8octubre 31 de 2010

PUBLICACIONES

Luis E. García* - Papel Salmón

P R E C I S I Ó N C O N C E P T U A L

H e c h o s y l ó g i c a

convocatoria

Ambientada en Irak, The Hurt Loc-ker (Zona de miedo) es una intensa representación de soldados elite que tiene uno de los trabajos más peligro-sos del mundo: el desarme de bom-bas en el calor del combate. Cuando el sargento, William James (Jeremy Renner), se hace cargo de un equipo altamente capacitado en la desac-tivación de explosivos en medio de conflictos violentos, sorprende a sus dos subordinados, Saborn y Eldridge (Anthony Mackie y Brian Geraghty), con su comporta-miento desafiante e indiferente a la muerte.

en estantería DVD

Se convoca al 16 Premio Latinoamericano de Literatura Infantil y Juvenil Norma - Funda-lectura. Se concursará con una obra narrativa (cuentos o novela) destinada a niños lectores, de tema libre, con un mínimo de 50 y un máxi-mo de 100 páginas tamaño carta. Los trabajos se presentarán en 3 copias impresas, acompa-

Literatura infantil y juvenil

ñadas con una copia digital, en CD. Se con-cederá un premio único de trece mil dólares (cerca de 24 millones de pesos). Las obras pueden remitirse a Editorial Norma S.A., Avenida El Dorado N° 90-10, o Fundalectura, Diagonal 40 A Bis Nº 16-46, Bogotá. Informes en la página web www.fundalectura.org

Aunque la expresión “música clásica” ya transita por todo el mun-do, resulta un tanto imprecisa, porque contiene tres de las fallas de una definición: es muy amplia, por cuanto denota toda una historia de creación musical que abarca casi mil años; muy estrecha, pues aplica también a un periodo concreto de esa evolución; y es ambigua al designar dos situaciones o hechos diferentes. Intentemos aclararla, al menos para nosotros, pues los hábitos lingüísticos, en especial los incorrectos, son duros de erradicar.

todos los pueblos del planeta crean manifestaciones musicales propias, y las que perduran durante generaciones se convierten en parte integrante de su cultura; han de ser melodías sencillas, rítmi-cas y fáciles de aprender por cualquier habitante sea cual fuere su formación. tal es la MÚSICA PoPULAR, a la cual se ha contrapuesto -como complemento y no oposición- la llamada MÚSICA CLÁSICA, o “música seria” (como la define el Diccionario Harvard de la Música, que tampoco es la expresión apropiada).

El hecho es que en Europa se comenzó a desarrollar desde la Edad Media un sistema de notación musical -un auténtico lengua-je- que permitía precisar la altura de cada nota, el ritmo, rapidez y matices de la pieza musical, y lograr su exacta ejecución según las in-tenciones del compositor; además permitía escribir varias melodías simultáneas (polifonía o contrapunto) para uno o más instrumentos o diferentes voces, llegando a complejidades reservadas sólo para ta-lentosos compositores. El periodo grandioso de este proceso empezó con J. S. Bach y culminó Beethoven, y así la expresión “música clá-sica” apareció por primera vez hacia 1840 para enmarcar esta edad dorada de la música, y terminó englobando toda la historia.

Una posterior visión panorámica permitió distinguir algunas carac-terísticas distintivas durante este milenio musical, y de ahí resultaron varios períodos: MEDIEVAL (hasta 1400), canto gregoriano y nuevas armonías; RENACIMIENto (1400-1600), avances en polifonía e ins-trumentación; BARRoCo (1600-1750) complejidades en contrapun-to; CLÁSICo (1750-1815), menos complejo, más melódico y asimi-lable; RoMÁNtICo (1815-1910), expresión de la individualidad del compositor; y CoNtEMPoRÁNEo, donde hay de todo. y como esta música ha penetrado en todos los rincones del planeta, es ahora UNI-VERSAL… Aunque en muchos colegios de nuestra ciudad -donde ya tenemos poderosa orquesta sinfónica- la ignoran, a sabiendas que conocerla y apreciarla le abre a cualquier ser humano un universo de serenidad espiritual y deleite estético para toda la vida.

*[email protected]

Definiciones. ¿Música clásica o música universal? períodos

La dulce vidaAmapola (poppy en inglés) es una flor que

está presente casi en todo el mundo. Se asocia a la primavera, llena de colorido, esperanza y expectativa, pero además, a los efectos seda-tivos que produce entre los que la consumen en grandes cantidades. Es por eso, que así llaman cariñosamente a la protagonista de esta histo-ria, una mujer vibrante que embriaga con su vitalidad, vive la vida con felicidad, es profesora de primaria que en sus ratos libres se ejercita en un trampolín, toma clases de flamenco y de conducción. Happy-Go-Lucky es una cinta inspiradora que motiva al espec-tador a no perder tiempo con las perturbacio-nes citadinas. A lo largo de su metraje, Poppy interpretado por Sally Hawkins, es un manual abierto lleno de buena energía que fácilmente lo hace a uno reír por su dosis de espontaneidad o llorar no precisamente por sus acciones, sino por las que uno ha dejado escapar.

País, Reino Unido. Director, Mike Leigh. Reparto, Sally Hawkins, Alexis Zegerman, Andrea Risebo-rough, Samuel Roukin, Sinéad Matthews, Kate o’Flynn, Sarah Niles, Eddie Marsan, Sylvestra Le touzel, Nonso Anozie, Jack MacGeachin.

Celda 211Una película de Daniel Monzón, basada en

la novela de Francisco Pérez Gandul. Fue pre-candidata de la Academia de Arte y Ciencias Cinematográficas de España al óscar en la categoría mejor película de habla no inglesa.

Juan, funcionario de pri-siones se presenta en su nuevo trabajo un día antes de su incorporación oficial. Allí sufre un accidente mi-nutos antes que se desenca-dene un motín en el sector de los FIES, los presos más temidos y peligrosos. Sus compañeros no hacen nada más que velar por sus propias vidas y abandonan a su suerte el cuerpo desmayado de Juan en la Celda 211. Al despertar, Juan comprende la situación y se hace pasar por un preso más ante los amotina-dos. A partir de ese momento, el protagonista tendrá que jugársela a base de astucia, menti-ras y riesgo, sin saber todavía qué paradójica encerrona le ha preparado el destino.

País, España, Francia. Director, Daniel Monzón. Reparto, Luis tosar, Alberto Ammann, Antonio Resines, Marta Etura, Carlos Bardem, Manuel Morón, Luis Zahera, Vicente Romero, Fernando Soto y Manolo Solo.

Zona de miedo (The Hurt Locker)

Mientras los hombres se esfuerzan por controlar a su nuevo jefe frenéti-co, la ciudad estalla en caos, y el ver-dadero carácter de James se revela de tal forma que cada hombre cam-biará para siempre. Es dirigida por la visionaria cineasta Kathryn Bige-low, ex esposa del también director James Cámeron.

País, Estados Unidos. Directora, Kathryn Bigelow. Reparto, Jeremy Renner, An-thony Mackie, Brian Geraghty, Evangeline Lilly, Ralph Fiennes, David Morse y Guy Pearce.

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PS

4octubre 31 de 2010

5octubre 31 de 2010

HOMENAJE

Esta es una historia con comien-zo y final feliz.

En octubre de 1963 la edito-rial Seix-Barral publicó la primera novela de un escritor peruano de 26 años, Ma-rio Vargas Llosa. Ganadora por unanimi-dad de la sexta convocatoria del Premio Biblioteca Breve, a la sazón uno de los más exigentes del ámbito de la lengua, la historia de la Lima de los años cincuen-ta que tiene como centro a un heterogé-neo grupo de alumnos del colegio militar Leoncio Prado y a diversas formas de po-der, marginalidad y violencia, había pa-sado por varios títulos antes de llamarse La ciudad y los perros. Precedida por La muerte de Artemio Cruz de Carlos Fuentes y Rayuela de Julio Cortázar, y rápidamente traducida a una docena de idiomas, Premio de la Crítica Española en 1963 y finalista en el Prix Formentor, su autor se convirtió en el rostro más atractivo de “El Boom”, un fenómeno li-

Mario VarGaS LLoSa, PrEMio NoBEL LitEratura 2010

novelaComo una

A los 26 años escribió La ciudad y los perros, ganadora de varios pre-mios. La escritura de La casa verde lo llevó a afirmar que una novela era como un strip-tease. Provocar, es la máxima satisfacción que pue-de producirle una novela. Escribir es vivir.Octavio Escobar Giraldo* - Papel Salmón

terario que hizo que los lectores de todo el mundo conocieran y admiraran a una serie de escritores hispanoamericanos que renovaban las formas literarias tra-dicionales, sobre todo la novela, con sus narraciones llenas de color local, inten-ción política y virtuosismo literario, en un panorama variopinto al que se unió en 1967 Cien años de soledad de Ga-briel García Márquez.

El strip-tease del escritor

tan disciplinado como talentoso, Var-gas Llosa publica en marzo de 1966 La casa verde, en la que pretende totalizar a su país a través de historias que se desa-rrollan en dos de sus espacios físicos, la sierra y la selva. Sus personajes deambu-lan por Piura, ciudad del norte del Perú donde el autor pasó un período crucial de su infancia, y Santa María de Nieva, en la región amazónica.

técnicamente muy ambiciosa, su es-critura lo llevó a afirmar que una novela era como un strip-tease: “Pero, claro, hay diferencias. Lo que el novelista exhibe de sí mismo no son sus encantos secretos, como la desenvuelta muchacha, sino los demonios que lo atormentan y obsesio-nan, la parte más fea de sí mismo: sus nostalgias, sus culpas, sus rencores. otra diferencia es que en un strip-tease la muchacha al principio está vestida y al final desnuda. La trayectoria es la inver-sa en el caso de la novela: al comienzo el novelista está desnudo y al final vestido” (1). Su siguiente trabajo, Los cachorros (1967), confirma esta posibilidad de la literatura. relato largo de exquisita ela-boración, describe a un grupo de mucha-chos de la clase alta limeña, enfrentados al drama personal de uno de ellos, emas-culado por un perro en los baños del co-legio Champagnat, lo que condiciona su destino. Ese mismo año recibe de manos del octogenario rómulo Gallegos, el pre-mio que lleva su nombre, en esa primera oportunidad destinado a la mejor novela en lengua española de los últimos cinco años. también obtiene el Premio Nacio-nal en el Perú y el Premio de la Crítica en España. Celebridad mundial, alterna los viajes y las conferencias con la escritura de Conversación en la Catedral (1969), un proyecto que llegó a tener miles de pá-ginas y que reduce a costa de muchísimo esfuerzo para conseguir la que muchos consideran su mejor obra. Centrada en un tema político, la dictadura del general Manuel arturo odría (1948 a 1956), el título, que alude a un pobre bar obrero, ya es un indicio de que supo alejarse del discurso panfletario y las verdades unívo-cas para sumar un acierto más. En seis años, y a través de cuatro novelas, una de ellas muy corta, Mario Vargas Llosa se convierte en un nombre fundamental de la literatura hispanoamericana.

No tan memorablesPero, como en cualquier novela, no to-

das las páginas son memorables. En 1973 aparece Pantaleón y las visitadoras, un logro menor en tono sarcástico, precedi-do y sucedido por dos obras de reflexión muy importantes: García Márquez: his-toria de un deicidio (1971), un estudio de la narrativa del escritor de aracataca, por entonces su gran amigo, y La orgía perpetua. Flaubert y “Madame Bovary” (1975), un lúcido ensayo sobre el céle-bre autor francés y su obra fundamental. En este texto, profundamente amoroso, Vargas Llosa revela sus ideas fundamen-tales sobre el género que lo hizo famoso: “una novela ha sido más seductora para mí en la medida en que en ella aparecían, combinadas con pericia en una historia compacta, la rebeldía, la violencia, el me-lodrama y el sexo. En otras palabras, la máxima satisfacción que puede produ-

cirme una novela es provocar, a lo largo de la lectura, mi admiración por alguna inconformidad, mi cólera por alguna es-tupidez o injusticia, mi fascinación por esas situaciones de distorsionado dra-matismo, de excesiva emocionalidad que el romanticismo pareció inventar porque uso y abusó de ellas, pero que han existi-do siempre en la literatura” (2).

así mismo, como ya lo había hecho en otros textos, insiste en su gusto por las obras rigurosas, que abarcan un mun-do y no dejan cabos sueltos, que crean la ilusión de autosuficiencia y totalidad. Vargas Llosa termina la década con su novela más autobiográfica, La tía Julia y el escribidor (1977), que nos permite fisgonear en su pasado, pero también contemplar a Pedro Camacho, un hom-bre de cincuenta años que se desgasta

Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura 2010, estuvo en el Fondo Cultural del Café en 1999.

Antes de recibir el próximo 10 de diciembre el Premio Nobel de Literatura, Alfaguara publicará el último libro de Vargas Llosa, El sueño del celta, un relato sobre Roger Casement (1864-1916).Fotos/Archivo LA PATRIA/Papel Salmón

y enloquece en un proceso de escritura caricaturesco y brutal, que revela las di-ferencias, algunas muy sutiles, entre el artista verdadero y el trabajador simple-mente laborioso.

En los últimos tiemposLa Guerra del fin del mundo (1981)

y La fiesta del chivo (2000), son los dos hitos literarios de una carrera pública con muchos contrastes, que en los últi-mos treinta años, y con intermitencias, se inclinó más hacia el periodismo, la docencia y, en mayor medida, la políti-ca, con tentativa presidencial incluida. Centradas en grandes sucesos colectivos -una rebelión mesiánica en el siglo XiX en Brasil y el final de la dictadura de rafael Leónidas trujillo en república Domini-cana- comparten bibliografía con novelas

menores, alguna merecedora del discuti-ble, y por tanto innecesario, Premio Pla-neta (Lituma en los Andes, 1993), y con reconocimientos públicos de la categoría de la Legión de Honor francesa y los pre-mios Príncipe de asturias (1986) y Cer-vantes (1994).

Doctor Honoris Causa de universi-dades de todo el orbe, ciudadano del mundo -dos veces aceptó la invitación al Festival de teatro de Manizales-, la con-cesión del Premio Nobel de Literatura a Mario Vargas Llosa es el final feliz de una historia que comenzó con brillantez y año tras año se desarrolló con la serie-dad de las vocaciones verdaderas. Como en cualquier novela, hemos asistido a las altas y bajas de un personaje existencia-lista y quijotesco, que ha debatido con sus contemporáneos y sus circunstan-

cias, que cambió la militancia izquier-dista por la defensa del estado liberal de raíces más tradicionales; un ser humano que se dejó tentar por el poder y el mer-cado, y también luchó por causas perdi-das, que, siempre coherente, le apostó a sus fortalezas y creyó en sus debilidades con el ardor de un romántico y la lucidez de un racionalista; un enamorado de la realidad alterna que es la literatura, que asume el reconocimiento en Estocolmo como un homenaje a nuestra lengua y que nunca olvidó que “el escritor siente íntimamente que escribir es lo mejor que le ha pasado y puede pasarle, pues es-cribir significa para él la mejor manera posible de vivir, con prescindencia de las consecuencias sociales, políticas o eco-nómicas que puede lograr mediante lo que escribe” (3)

*Escritor. Docente de la universidad de Caldas.

Notas(1) Vargas Llosa, Mario. Historia secreta de una novela. tusquets Editor, Barcelo-na, 1971. Página 7.(2) Vargas Llosa, Mario. La orgía perpe-tua. Flaubert y “Madame Bovary”. Edito-rial Seix-Barral S.a., 1975. Página 20.(3) Vargas Llosa Mario. Cartas a un joven novelista. Editorial Planeta S.a., Bogotá, 1998. Página 9.

Mario Vargas Llosa, durante su visita a Manizales en 1999, en compañía del ex alcalde Mauri-cio Arias.