Vine a Colima a encontrar Comala

17
MUSICA: RONDALLA DE LA UNIVERSIDAD DE COLIMA

description

Vine a Colima porque me dijeron que aquí encontraría Comala, la de Juan Rulfo. En realidad, vine a Colima para confirmar que la Comala de Rulfo sólo se encuentra en su novela Pedro Páramo, o si acaso, en el umbral del Infierno...

Transcript of Vine a Colima a encontrar Comala

Page 1: Vine a Colima a encontrar Comala

MUSICA: RONDALLA DE LA UNIVERSIDAD DE COLIMA

Page 2: Vine a Colima a encontrar Comala

Vine a Colima porque me dijeron que aquí encontraría Comala, la de Juan Rulfo. En realidad, vine a Colima para confirmar que la

Comala de Rulfo sólo se encuentra en su novela Pedro Páramo, o si acaso, en el umbral del Infierno;

Page 3: Vine a Colima a encontrar Comala

la Comala de Colima es otra cosa, aunque se festeje como mítico páramo de Rulfo, aunque tenga en su plaza una banca donde está

sentado por los siglos de los siglos Juan Rulfo en bronce y aunque cada empedrado de sus encantadoras calles parezcan párrafos de

un pueblo soñado.

Page 4: Vine a Colima a encontrar Comala

Mejor corrijo: vine a Colima para hablar de novelas, acercarme al final de una vigésima lectura del Quijote de Cervantes y

llevarme varias sorpresas.

Page 5: Vine a Colima a encontrar Comala

Nunca había estado en una ciudad cuyos jardines y plazas cuentan con red inalámbrica de internet. Entre frondosas

palmeras, groseras bugambilias, descaradas jacarandas y flores de casi todos los colores, Colima puede presumir de cientos de jóvenes, computadoras en ristre, conectados al mundo desde la

abierta intimidad de una banca anónima en un parque.

Page 6: Vine a Colima a encontrar Comala

También es de presumirse que en Colima queda subrayada y patente la amabilidad y cortesía de las personas,

precisamente por la grosería vegetal con la que parecen abrumarnos todos los sabores de sus raras frutas y todos los

colores de sus casas parejas.

Page 7: Vine a Colima a encontrar Comala

Aquí no hay edificios pretenciosos ni parece haber vanidosas intenciones de atrofiar el paisaje urbano con estructuras

horribles; al contrario, valga un paseo por la Pinacoteca para confirmar el buen sentido arquitectónico de acondicionar

viejas casonas en beneficio del estar.

Page 8: Vine a Colima a encontrar Comala

De la Pinacoteca de Colima sólo me concentro en celebrar el descubrimiento de Alfonso

Michel, un pintor que Octavio Paz definió como "Un

verdadero solitario… todavía en espera de ser reconocido. Nos

dejó algunas naturalezas muertas que rivalizan con las de Tamayo. Aunque encontremos en ellas huellas de Cèzanne y

Deraine, nos damos cuenta que no podían haber sido pintadas

sino por él.

Page 9: Vine a Colima a encontrar Comala

Así la cita, como otro verdadero solitario, me dejé hipnotizar

por todos los paisajes de Colima y

cumpliendo un fervor ya muy parecido a una deuda viajé a

Cuyutlán, para ver el mar mal llamado

Pacífico.

Page 10: Vine a Colima a encontrar Comala

Así como sólo Michel pudo haber pintado el sabor de la yaca o el enigma de un vaso de tierra líquida llamada tejuino, así alguien debería congelar en un frasco a la estación de trenes de Cuyutlán, que parece de Aracataca y, por ende, de sueño. Luego, alguien debería vender en formato de bolsillo el encanto descascarado, las calladas paredes y el olor a felicidad que transpiran las palapas a la vera del mar.

Page 11: Vine a Colima a encontrar Comala

Vine a Colima para hablar de novelas y me parece que todos los días, con sus ardientes atardeceres, no fueron más que un compendio de páginas

para leerse a paso lento. Me sorprende el elevado nivel académico y las envidiables instalaciones de la

Universidad de Colima

Page 12: Vine a Colima a encontrar Comala

Durante todo el mes de abril se honra en Colima al libro y a la lectura como, creo, no se hace en ningún otro

estado de México: voluntarios de sonrisa abierta ofrecen en los semáforos de todas las ciudades el regalo de unas calcomanías que cubren el cristal trasero de los coches

con citas y poemas de escritores célebres

Page 13: Vine a Colima a encontrar Comala

y se montan espectáculos teatrales, de danza, de libros y de lecturas, además del maravilloso ejercicio de recorrer todas las

plazas con cuentacuentos que, una vez contagiada la imaginación de su público infantil, pasan a ofrecerles pinturas y pinceles para

la elaboración de murales

Page 14: Vine a Colima a encontrar Comala

Vine a Colima para estar cerca de un volcán en intensa actividad y pasar hipnotizado por la llamada Zona Mágica, un imán invisible que causa el trampantojo de aparentar que los vehículos, coches apagados o carretas sin caballo suben una pendiente sin impulso de ningún tipo.

Page 15: Vine a Colima a encontrar Comala

Vine a Colima para confirmar que la Antigua Hacienda de Nogueras es en realidad un sueño ya imaginado, un solaz anhelado, rodeado de filas interminables de tamarindos, limones y caballos de envidiable vanidad

en sus crines. Vine para oír silencio, compartir murmullos, exprimir todo el tiempo en el mismo

tiempo que pasa desapercibido entre las prisas de la Ciudad de México

Page 16: Vine a Colima a encontrar Comala

que las novelas son placeres compartidos, que lo que importa en la vida del

escritor es el difícil milagro de escribir,

escribir incluso cuando no se escribe; escribir al

contagiarse de la sonrisa ajena, al probar colores insólitos y pasear plazas pajareadas, calles al óleo,

piedras milenarias; escribir ante el espectáculo de unos

perros que parecen estar bailando

Page 17: Vine a Colima a encontrar Comala

Vine a Colima y encontré más que Comala, la Ola Verde que viene de Oriente, el

sabor de cinco frutas condensadas en la pegajosa piel de la yaca, la sonrisa grupal de quienes leen y

escriben no por obligación sino por placer. Vine a

Colima para confirmar que habiéndome ido, en realidad

sigo allí.