Antología de Motivos Poéticos (1928)

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LÍRICOS HISPANOAMERICANOS ~ ~

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ANTOLOGÍA

DE

MOTIVOS POÉTICOS SELECCIONADA Y ANOTADA

POR

TIRSO LORENZO

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CABAUT y Cía, Editores 17, rue de Lille, 17.

1928

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OBJETO Y PLAN DE ESTA OBRA

A los Maestros y Estudiantes,

El propósito de esta Antología de Motivos Poéticos es facilitar a la iurentud estudiosa, y a todos los aficionados a las bellas letras en general, un conjunto de composiciones líricas de poetas hispanoamericanos, seleccionadas y recopiladas en forma que haga posible conocer muchas de las más bellas concepciones poéticas que sobre un motiro determinado se deben a la inspiración de los más famosos rates del habla castellana, poniendo esta selecci6n al serricio de un interés circunstancial o simplemente ilustratiro .

Las Antologías .publicadas hasta ahora han sido, y son comúnmente, selecciones de autores, países o épocas preparadas con criterio rario y con más o menos extensión. Ninguna se conoce con el carácter particular, específico y original de la presentada en este rolumen; y si alguna rez se ha intentado el género, ha sido en tan limitadas proporciones, que no podrá confundirse con el carácter de este ensayo(*), en cuyo plan se comprende rma amplia y rariada colección de motivos rela-

(*) Decimos ensayo, porque debemos anunciar que este po/umen es un compendio de una obra más completa, y de extensión mucho mayor, que tenemos en preparación .

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VID OBJETO Y PLAN DE ESTA OBRA

cionados a un sistema ideológico comprensiro de los más gene

ralizados conceptos que suelen morer la inspiración objetira de los faroritos de las musas.

Hemos diridido la presente obrita en las secciones siguientes:

La Naturaleza, - El s~r, humano (algunas de sus parti

cularidades físicas), - Estados del alma, - Motiros metafísicos, - Motiros sociales,·- El año.

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Esta dirisión responde al hecho de estar comprobado que

en tales conceptos generales se encuentran comprendidos los

temas ideológicos y los resortes sentimentales que con más regular y coincidente profusión han proristo hasta ahora las

fuentes de inspiración objetira y emotira .al estro de poetas y rimadores de todas las épocas. Como es también seguro que

en el acerro de tal catalogación se hallan no pocos de los motiros

que más comúnmente puedan interesar a los lectores que se

limiten a buscar en el caudal poético de esta obra un oportuno tema o motiro ilustratiro.

Por así requerirlo la naturaleza de esta obrita, ningún cri

terio que no sea el puramente acnmulatiro dentro de un amplio y libre eclecticismo, ha presidido la laboriosa selección que

ofrecemos, y en la cual, sin embargo, hemos cuidado el sentido ·de cultura estética que forzosamente ha de presidir toda

concepción artística.

· A fin de que esta selección pueda ser útil a la jurentud estudiosa de todas las edades, hemos incluído un buen nú

mero de composiciones de interés escolar; y finalmente, para que tenga eficacia ilustratira y docente, hacemos notar en cada

capítulo las distintas épocas y escuelas que informan sobre la erolución del sentimiento lírico, intercalando asimismo en

el texto, en cada capítulo, algunas notas que contribuirán a

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OBJETO Y PLAN DE ESTA OBRA IX

facilitar al inrestigador y estudioso el análisis y . za interpretación de cada poesía.

No pretendemos haber realizado con esta obrita otra cosa

que un nuero y original aporte al género complejo de las antologías, dando quizás un rumbo inicial a una labor más per

fecta y completa. Si tal hemos conseguido, y si con ello logramos

que en el nuera método de esta selección de « motiros n halle el lector un fácil caudal de lectura útil y sugerente, habremos

realizado el ideal forjado en la modestia de nuestros espiritu.ales anhelos y de nuestros honestos propósitos.

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PROEMIO

Es absurdo pretender que el sentimiento lírico decae en estos tiempos en que el racionalismo informa el mundo de las ideas y un materialismo desenfrenado va transformando la ética de nuestras costumbres.

Sin necesidad de llegar a la afirmación becqueriana que halla la Poesía en reales y numerosas manifestaciones de la vida, es dable soste:r;ier que si la Poesía, como expresión de Belleza y delectación espiritual, no existiese en las efusiones de la Naturaleza, en los mirajes del alma y en los hondos dramas de la vida, sería necesario crearla. Es decir, que si no fuese una realidad palpitante, como el romántico poeta descubre en los ritmos de la Vida y del Sentimiento, se haría indispensable como ficción .

¿Y por qué? Pues, porque el sentimiento poético es un ansia instintiva de Belleza y de recreación espiritual que surge espontánea en el alma, como reactivo contra las asperezas y las realidades groseras del mundo; es algo así como el consuelo en las horas de tribulación, la música soñada, inmaterial, tanto más bella y grata, cuando nos arrulla en las horas de mayor depresión moral y física.

Responde el sentimiento lírico, en su desenvolvimiento a través de las distintas épocas de la cultura

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XII PROEMIO

espiritual de los pueblos, a un fenómeno de compensación que el alma anhela y busca incesantemente. De ahí que los países y las razas tenidas por más positivistas sean las que han dado los poetas más hondos, y nunca haya habido mayor plétora de escritores apolonidas que en estos tiempos que se consideran huérfanos de idealismo.

Sin necesidad de entrar a analizarlas, bastan estas comprobaciones para enaltecer y consagrar la Poesía entre las gracias favoritas y privilegiadas dei genio humano, como expresión de Arte y de Belleza.

La exaltación lírica contribuye, como ningún otro elemento de expresión, a levantar y dignificar el espíritu, e incita a amar la Vida y la Naturaleza. Y es por ello que siempre será obra enaltecedora de los m8estros, guías espirituales de la juventud, familirizar a ésta con el sentimiento lírico de todas las épocas, haciéndole conocer su desenvolvimiento a través de las diversas ideologías, y fomentar, cultivar en ella sus amores por la Poesía, que es el arte noble por excelencia,_ pues. se nutre de ideales desinteresados y puros, y está ungido por la gracia divina.

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PRIMERA PARTE

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La Naturaleza.

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LA NATURALEZA

La Naturaleza.

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¡Santa naturaleza ! yo, que un día, prefiriendo mi daño a mi ventura, dejé estos campos de feraz verdura, por la ciudad donde el placer hastía.

Vuelvo a ti arrepentido, amada mía, como quien de los brazos de la impura vil publicana se desprende y jura seguir del bien por la desierta vía.

¿Qué vale cuanto adorna y· finge el arte, si árboles, flores, pájaros y fuentes en ti la eterna juventud reparte,

y son tus pechos los alzados montes; tu embalsamado aliento los ambientes y tus ojos los anchos horizontes?

ANTONIO Ros DE ÜLANO.

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4 ANTOLOGÍA DE MOTIVOS POÉTICOS

El gran libro.

Para elevar a Dios el pensamiento y admirar su poder e_n los espacios;

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no es necesario un mar siempre violento, ni un sol que vierta lumbre de topacios.

Basta un valle alejado de rumores al que se llegue por oculta vía, que embalsame el ambiente con sus flores y que temple el ardor del mediodía.

Basta fijar la vista en el lucero pálido y triste que en las noches arde, y escuchar el quejido lastimero del ave errante al expirar la tarde.

Basta el rocío que en las hojas brilla y que el rayo del sol pronto evapora; basta del río en la desierta orilla· mirar el sauce que se inclina y llora.

Basta la sombra con la luz mezclada, basta el insecto que en el aire zumba, basta la flor que nace abandonada y se marchita al borde de una tumba.

Basta la hierba en el vergel nacida, basta un arroyo que fecunde el suelo, una espiga de trigo bendecida, un pedazo de selva, otro de cielo.

La Natura es el libro en que se admira la grandeza de Dios, do se halla escrito ·ese poema que al mortal inspira el himno arrobador al infinito.

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PRIMERA PARTE. - LA NATURALEZA 5

Su página más íntima y obscura un rayo celestial de Dios refleja ... Todo en el mundo tiene su hermosura, menos aquél que de su amor se aleja.

Así, al manto flotante de los cielos que Dios tendiera con su excelsa mano, se refleja, sin límites ni velos, en una gota como en un océano.

MARTÍN GARCÍA MÉROU.

. ., La Naturaleza ha sido en todo tiempo la más rica y abundante fuente

de inspiración poética. El estro de los clásicos buscó en ella los más puros motipos de exaltación mística; y a partir del período romántico, se afirmó en la Naturaleza la escuela del impresionismo artístico que informa las tendencias modernas.

Es de notar que poetas de diferentes épocas y distintos países han cantado a la Naturaleza en Persos endecasílabos, coincidencia curiosa que confirmaría que el endecasílabo es el ritmo de conformación expresiPa más apropiado para las expansiones líricas de la exaltación serena y contemplatiM.

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MOTIVOS DE LA NAT'URALEZA

Bl agua. <1>

El agua.

Bajo el azul purísimo del cielo donde sonríe el sol de la mañana, del flanco herido de una roca emana el agua pura en transparente velo;

en lecho de verdor tiéndese al suelo, cual en los tiernos brazos de una hermana, y allí, mientras sus églogas hilvana, beben las aves refrenando el vuelo.

Oculto entre la fronda, atento miro seguir su curso en apacible giro junto a la tapia de oloroso huerto

hasta perderse en el breñal lejano; el rumbo intento adivinar en vano ... ¡quién sabe vaya a mi soñado puerto l

CARLOS F. GRANADO GUARNIZO.

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Voz del agua.

Era pura nieve y los soles me hicieron cristal.

« Bebe, niña, bebe la clara pureza de mi manantial. )i

Canté ·.entre los pinos, , al bajar desde el blanco nevero;

crucé los c11minos, di armonía y frescura al sendero.

No temas que, aleve, finja engaños mi voz de cristal .

e< Bebe, niña, bebe la clara pureza de mi 'manantial. n

Allá, cuando el frío, mi blancura las cumbres entoca;

luego, en el estío voy cantando a morir en tu boca.

Tan sólo soy nieve; no me enturbian ponzoña ni mal.

ce Bebe, niña, bebe la clara pureza de mi manantial. )>

El "aire y -el agua. <2>

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ENRIQUE DE MESA ..

Él vuela en el valle ameno con solicitud extraña, ella al pie de la montaña tiende su raudal sereno.

Él, trémulo, se desliza moviendo las ramas graves, ella en círculos suaves sus dóciles ondas riza.

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Ambos se encuentran, en suma, rivales en pompa y galas : Él, perfumadas las alas; Ella, cubierta de espuma.

II

El aire al verla se engríe, llega, la besa y suspira; ella avergonzada gira, tiembla toda, y se sonríe.

- Yo soy, - el agua murmura agitando su corriente, -la hija q-ltüm del torrente que salta en la peña dura.

Alzando polvo en la tierra ufano el aire la dijo : - Yo soy más; yo soy el hijo del rudo huracán que aterra.

III

Suspensa el agua lo mira, tiende con gracioso encanto la pompa azul de su manto, y esLas palabras suspira :

- Mucho en tu origen reparas, pero es mayor mi tesoro; yo sobre arenas Jo oro derramo mis onda.s claras.

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- Si tu valor no es escaso, bien tu orgullo lo levanta : mas no hay flor, raino ni planta, que· no se incline a mi paso.

- Nacen las flores más bellas donde van mis ondas frías. - Ya se sabe que las crías para que yo duerma en ellas.

IV

Callóse el agua oportuna por esquiva o por modesta, esperó el aire respuesta, pero no obtuvo ninguna.

Siguió muda la corriente, voló inquieto el aire ufano, esperó respuesta en vano y al fin prorrumpió impaciente

- Desdén te inspiran los celos. Y ella dijo : - Mucho subes.

En mí se mecen las nubes. - Y en mí se miran los cielos.

V

Callaron : el agua grave gimió con dulce interés; alzó el vuelo el viento suave, y es cosa que nadie sabe adónde marchó después.

JOSÉ SELGAS.

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(1) El "Agua" sugiere siempre emociones suaves, puras, tiernísimris . Este motivo, como otros particulares y concretos de la Naturaleza, no se encuentran tratados sino en los poetas modernos, simbolistas e impresionistas. Los clásicos anteriores al período del romanticismo cantaban a la Naturaleza en conjunto, y encendían la emoción subjetiva de sus inspiraciones en la grandeza estática de sus panoramas.

(2) Incluímos aquí este apólogo de Selgas, como primer ejemplo de la forma singular en que este poeta del siglo pasado, de rima fácil y expresión un .tanto can~lorosa, se adelantó a los modernistas, poniendo su alma en la Naturaleza y humanizando en forma sensible las emociones en ella reco-

gidas.

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12 ANTOLOGÍA DE MOTIVOS POÉTICO$

Los Animales. ci

El perro amigo.

Trágicamente has muerto, perro .amigo, compañero de tantas correrías desde la infancia ·ae lejanos días, y en nuestra vida familiar testigo.

Viviste largos años. al abrigo del viejo hogar, en donde compartías de todas las tristezas y alegrías que la inconstante vida trae consigo.

Viste partir al padre y a la hermana, por siempre ... y sólo te faltó la humana virtud de hablar para expresar tu pena ...

¡Cómo no recordarte con cariño, si al evocar mi vida desde niño te encuentro en toda familiar escena!

JuAN BuRGHL

~~~~* Entre perros.c2

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Un pachón salamanquino salvó a. un sabueso de Cieza, que se cayó de cabeza a la balsa de un molino. Al emprender el camino, al través de un bosque espeso, juntos pachón y sabueso

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PRIMERA PARTE, - LA NATURA!,EZA 13

en excelente amistad, puso la casualidad ante sus ojos un hueso. Por él, debajo de un pino, lucharon en la maleza. Triunfó el sabueso de Cieza, y el perro salamanquino, ensangrentado y mohino, dedujo en su soledad esta penosa verdad, como lección del suceso : en donde se encuentra un hueso se concluye la amistad.

CHRISTIÁN RoEBER

A. mi caballo. <3>

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Amigo de mis horas de tristeza, ven, alíviame, ven. Por las llanuras desalado, arrebátame, y perdido en .1a velocidad de tu carrc:..ra, olvide yo mi desventura fiera.

Huyeron de mi amor las ilusiones para nunca volver, de paz y dicha llevando tras de sí las esperanzas. Corrióse el velo : desengaño impío el fin señala del delirio mío.

.............................

¡Caballo! ¡Fiel amigo! Yo te imploro. Volemos, ¡ay! Quebrante la fatiga mi cuerpo débil; y quizá benigno sobre la árida frente de tu dueño sus desmayadas alas tienda el sueño.

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Débate yo tan dulce refrigerio ... Mas otra vez avergonzarme hiciste de mi insana crueldad, y mi delirio al contemplar mis pies ensangrentados, y tus ijares, ¡ay!, despedazados.

Perdona mi furor : el llanto mira que se agolpa a mis párpados ... Amigo, cuando mis gritos resonar escuches, no aguardes, no, la devorante espuela, la crin sacude, alza la frente y vuela.

JosÉ MARÍA DE HEREDIA.

~~-j~~~ Caballito criollo. <4>

Caballito criollo del galope corto, del aliento largo y el instinto fiel, caballito criollo que fué como un asta para la bandera que anduvo sobre· él.

Caballito criollo que de puro heroico se marchó una tarde de bajo su ombú y ansioso de extraños afanes de gloria se trepó a los Andes y se fué al Perú ...

Se alzará algún día, caballito criollo, sobre una eminencia un overo en pie, y estará tallada su figura en bronce, caballito criollo que pasó y se fué.

BELISARIO RoLDÁN.

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PRJMERA PARTE. - LA NATURALEZA 15 >

Las ovejas.

Sinfonizando el aire con sus balidos como orfeón de lloros, ayes y quejas, vienen los recentales estremecidos entre el móvil rebaño de las ovejas.

Lanzados en carreras y en saltos ciegos y haciendo al tropezarse gracias distintas, deslían los qvillos de sus mil juegos como quien tira al aire flotantes cintas.

Meciendo a un lado y otro sus blandas colae, van las madres robustas de fibras sanas, rebujados loJ> cuellos como entre golas

º· y la monjil cabeza ceñida en lanas.

Van así las sociables, nobles ovejas, para madres nacidas, madres clementes, de lengua que es un dulce panal de abeja~ y de senos fecundos como dos fuentes.

Familiares y tiernas van conduciendo por París asombrado sus libres crías ' que entrañables a veces las van lamiendo, agotando en peinarlas sus energías.

Dobladas las rodillas los recentales, de las madres se cuelgan eii ocasiones y chupan codiciosos los manantiales dando bruscas trompadas en los pezones.

Y las madres se paran para q'ue beban de sus ubres divinas el tibio riego, y a sus hijos transmiten todo el que llevan en las nobles entrañas, sublime fuego .

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Y mientras que absorbiendo savia encendida mezclan las degluciones y las cabriofa-"~ al gozo con que sienten beber la vida titilan de entusiasmo sus raudas colas.

Un clamor de mil voces llena los vientos, recentales y ovejas dan sus gemidos, las ternuras se enlazan con los lamentos, y los lloros se funden con los balidos.

Y París, que contempla las maravillas, del ardor de las madres dando sus quejas, casi quiere en el suelo dar de rodillas y aprender amor santo de las ovejas.

León cautivo.

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SALVADOR RUEDA.

Grave en la decadencia de su prez soberana, sobrelleva la aleve clausura dt- las rejas, y en el ocio reumático de sus garras ya viejas la ignominia de un sordo lumbago lo amilana.

Pero a veces, el ímpetu de su sa~re africana, repliega un fJ-rrogante fruncimiento de cejas, y entre el huracanado tumulto de guedejas ennoblece su rostro la vertical humana.

Es la hora en que hacia el vado, con nerviosas cautelas desciende el azorado trote de las gacelas, bajo la tiranía de atávicos misterios.

La fiera siente un lúgubre influjo de destino, y en el oro nictálope de su ojo mortecino se hastía una magnánima desilusión d1o imperios.

LEOPOLDO LUGONES.

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Los bueyes.

Los bueyes ... Hay que verlos al declinar el día, hendir con lento paso los húmedos terrales, magníficos, solemnes, casi sacerdotales; ajenos a la pena y a la humana alegría.

Llenos de su soberbia, sin inútil alarde, soportan el aullido gutural del aldeano, le miran y perdonan al comprenderle hermano, y ebrios de sol recogen en sus ojos la tarde.

. Prosiguen la tarea que interrumpe la' sombra, y cuando desuncidos el buen gañán los nombra, se echan indifere:µtes a la voz del boyero.

' Sobre sus ojos, rojos de sol y de fatiga,

deja caer la noche corno piadosa amiga, la misericordiosa claridad de un lucero.

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· Los bueyes. (5

Pasan por el camino unos bueyes cansados

JOSÉ GAL VEZ.

moviendo lentamente la cabeza con ritmo acompasado. En sus cuernos abiertos y curvos como brazos, diríase que llevan con maternal cuidado

, a la Meditación, y la van acunando ...

EMILIO FRUGONJ.

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Vacas. <6>

El gato.

De pronto, en el silencio de la noche, se alzó un rumor lejano y temeroso y el camino que corre frente a casa sonó de viento y se encrespó de ola.

Era una larga tropa de ganado, cientos de vacas las testuces bajas, desgarrando las sombras con los cuernos, midriáticas de espanto las pupilas, deshechas con la helada las pezuñas, dolientes de mugidos maternales.

Era una larga tropa de ganado, flanqueada de fantásticos jinetes, apretada a pechazos en la huella, erizada de gritos primitivos,

• toda alada de ponchos.

Y se perdió el rumor camino abajo.

Mañana un homhre desde un carricoche en el local sonoro de la feria al enérgico golpe de un martillo que hace al sol un relámpago de plata, indiferente os venderá, vaquitas, y resignadas partiréis de nuevo

tal vez hacia la mnerte.

FERNÁNDEZ MORENO.

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Se atedia en la penumbra campesina el gato de pupila reluciente, y un pálido reflejo del poniente retoca el lustre de su felpa endrina.

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El sapo.


El húmedo cristal de su retina, con la virtud mirífica de un lente, recoge en miniatura el falleciente paisaje de la tarde que declina.

El vago mar de la tiniebla aciaga se desborda en pausado torbellino; la última luz crepuscular naufraga ...

Mas el suave poema vespertino perdura, microscópico, en la maga pupila coruscante del felino.

G. ARANA GoNZÁLEz.

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Piedra con vida, que al saltar sin tino del negro monte por el seco tajo, vas a caer en el obscuro y bajo charco, - espejo de todo lo mezquino.

¡Qué pequeño y qué torpe es tu destino 1 ¡qué torpe y qué pequeño es tu trabajo! sólo sirves, así como estropajo, para limpiar el lodo del camino ...

¡Oh bufón de los campos! Si te irritas, - como un puño apretado - en la maleza muestras al cielo tu joroba y gritas.

Hundir debieras la aplastada frente; que, así chato, pareces la cabeza rebanada de golpe a una serpiente.

JOSÉ SANTOS CHOCANO.

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Cuento. <7>

J untáronse los ratones para librarse del gato, y después de largo rato de disputas y opiniones, dijeron que acertarían en ponerle un cascabel, que andando el gato con él, guardarse mejor podrían.

Salió un ratón barbicano, colilargo, ociquirromo, y encrespando el grueso lomo, dijo al senado romano, después de hablar culto un rato - ¿Quién de todos ha de ser el que se atreva a poner ese cascabel al gato?

LOPE DE VEGA.

( 1) Pocos son los poetas modernos que no han encontrado en los animales moti9os de inspiración, particularmente en aquellos más ligados al hombre en las nobles recreaciones de la vida doméstica o en las faenas acti9as de la lucha por la 9ida. También los animales de la sel9a han sugerido páginas tan bellas como la titulada "León cautivo'', de Leopoldo Lugones, que se incluye como modelo de poesía impresionista, en este grupo de composiciones donde, como en el capítulo de las aves y los pájaros, se ha procurado comprender, con preferencia, alguna• de las especies más relacionadas con nuestras costumbres domésticas, nuestra fauna y nuestra sensibilidad arttstica.

(2) La originalidad de esta fábula en que se ad9ierte la clásica amenidad de las mejores del género, est.á en presentar al perro, que siempre fué símbolo de pasiones nobles, defeccionando de sus mejores instintos, por el interés, como un vulgar ser humano.

(3) Para los poetas, el caballo es y ha sido, desde todo punto de 9ista, buen amigo del hombre. Al compartir sus penas con el "noble amigo", el romántico poeta cubano da en e.o<a poesía una muestra de su delicada sensibilidad

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(<) Del drama:" El Puñal de los Troveros."

(5) Los bueyes han sugerido siempre, invariablemente, la idea de resignación, serenidad, sometimiento. En esta poesía, breve como una pincelada, el moderno y ~igoroso poeta uruguayo pone una nota de bella y exquisita originalidad, en esa sugerente metáfora de los ültimos versos.

(6) Nótese que la omisión de la rima no disminuye el encanto de esta poesía; lejos de ello parece permitir mayor vuelo a la fantasía descriptiva. Es una encantadora nota de ambiente en que el autor, maestro en el sencillo decir y en el arte de poetizar las cosas más simples, matiza el rnotivo con algunas imágenes audaces, tales : "sonó de viento" ... "encrespó de ola" ... , que parecen una ligera concesión a la nueva modalidad de expresión de los modernistas.

(7) Los animales solían, interesar a los clásicos, no como tema objeti1>0 que 'les inspirase emoción, sino para personalizar en ellos la trama de ingeniosas ficciones o fábulas, a cuya condición no escapó ni el" Fénix de los poetas españoles".

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El Árbol.<1 El árbol.

El árbol es un alma que se ha cristalizado. Espectador. inmóvil de silencio poblado,

mira pasar las cosas y tiene el mundo dentro y es síntesis de todo y al mismo tiempo el centro.

El árbol es un alma que se ha puesto a pensar en la actitud de un hombre absorto frente al mar.

Mira pasar la vida con la prisa de un viaje en las reencarnaciones perpetuas del paisaje,

y él en su filosófico pensamiento se abisma en tanto que la vida va huyendo de sí misma.

Tal como el peregrino detenido un momento para decir : ¡adiós!, es todo pensamiento

y es un afán de altura ... De la tierra a la nube con el romanticismo de sus penachos suhe,

y más fuerte que el hombre ha cumplido el anhelo de ser hijo del lodo y conquistar el cielo.

Inclinase a la racha que desgaja las frondas, con la fuerte conciencia de sus raíces hondas;

ya que aun cuando ceda, siempre triunfa de todo quien tiene la firmeza del que es suave en el modo.

Es bueno. Cuando el viento discretea en su oído la palabra afectuosa, le responde un sonido

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PRIMERA PARTE. - LA NATIJRALEZA 23:

que se marcha de viaje como góndola suave. Su escuela de armonía nutre el alma del ave.

El árbol es un gesto de la naturaleza; una mano tendida en la pía belleza

de imponer bendiciones con actitud monjil. Si no existiera el árbol fuera la tierra hostil.

En la fisonomía adusta del erial un solo árbol, alzándose, ya la torna corrial.

Todo el bien de la madre, único hijo, encierra. La sangre de ~s venas es sangre de la tierra.

Pero él no sabe nada de todas estas cosas; se gasta en flores y hojas, en frutas olorosas

y hospitalario fresco prodiga en los estíos a las aves alegres y a los hombres sombríos.

Nunca interroga a nadie por su patria o su nombre; ayer su sombra daba sobre el hacha y el hombre;

y bien sabemos todos que un hacha sobre un hombro es el pensamiento seguro del escombro ...

Hoy el árbol dió música, pues Huracán, que brama, al pasar arrancóle torpemen:~e una rama,

y él canta,· canta siempre ... Cuando no canta es flor, hoja, fruta, perfume, sombra, forma y color.

El árbol es el alma de la tierra, que un día en artístico esfuerzo concretó su armonía.

C. CóRnovA lTuRBURU.

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.. 24 ANTOLO.GÍA DE MOTIVOS POÉTICOS

Himno al Árbol. <2>

Árbol hermano, que clavado por garfios pardos en el suelo, la clara frente has elevado en una intensa sed de cielo :

Hazme piadoso hacia la escoria de cuyos limos me mantengo, sin que.se duerma la memoria del país azul de donde vengo.

Árbol que anuncias al viandante. la suavidad de tu presencia con tu amplia sombra refrescante y con el nimbo de tu esencia :

haz que revele mi presencia, en las pr'aderas de la vida, mi suave y cálida influencia sobre las almas ejercida.

Árbol diez veces productor : el de la poma sonrosada, el del madero constructor, el de la brisa perfumada, el del follaje amparadór;

el de las gomas suavizantes y las resinas milagrosas, pleno de tirsos agobiantes y de gargantas melodiosas

hazme en el dar un opulento. ¡Para igualarte en lo fecundo, el corazón y el pensamiento se me hagan vastos como el mundo

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PRIMERA !!ARTE. - LA NATURALEZA 25

Y todas las actividades no lleguen nunca a fatigarme : ¡las magnas prodigalidades salgan de mí sin agotarme!

Árbol donde es tan sosegada la pulsación del existir, y ves mis fuerzas la agitada fiebre del siglo consumir :

hazme sereno, hazme sereno, de la viril serenidad que dió a los mármoles helenos su soplo de divinidad.

Árbol que no eres otra cosa que dulce entraña de mujer, pues cada rama mece airosa en cada leve nido un ser :

dame un follaje vasto y denso, tanto como han de precisar los que en el bosque humano - inmenco ¡ rama no hallaron para hogar!

Árbol que donde quiera aliente tu cuerpo lleno de vigor, asumes invariablemente el mismo gesto amparador :

¡haz que a través de todo estado - niñez, vejez, placer, dolor asuma mi alma un inv:,iriado y universal gesto de amor!

GABRIELA MISTRAL.

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Plantando el 'Irbol.

Abramos la dulce tierra con amor, con mucho amor; es éste un acto que encierra, de misterios el mayor.

Cantemos mientras el tallo toca el seno maternal. Bautismo de luz da un rayo al cono piramidal.

Le entregaremos ahora a la buena Agua y a vos, noble Sol; a vos, señora Tierra y al buen Padre Dios.

El Señor le hará tan bueno como un buen hombre o mejor en la tempestad sereno, y en toda hora, amparador.

Te dejo en pie. Ya eres mío, y te juro protección, contra el hacha, contra el frío y el insecto, y el turbión.

A tu vida -me consagro; descansarás en mi amor. ¿ Qué haré que valga el milagro de tu fruto y de tu flor?

GABRIELA MISTRAL.

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Sombra de Árbol. <3>

Gractas, sombra sagrada de los árboles. Ahora te derramas en mis brazos, sombra, y siento un humor cómo de aurora sobre la hierba nueva de los prados.

¡Amigo de los pájaros! : tú eres como la casa mía por lo manso y por esa humildad de fortaleza que hay en tus ramas bellas como brazos.

He parado mi planta en el camino, y una serenidad grave de lago pones sobre el asombro de mis ojos ...

Para el fin de la vida y del trabajo, como un sudario todo de armonía, tenga tu gran serenidad, hermano.

ENRIQUE BANCHS.

(1) Nada que se haya escrito hasta ahora sobre el "árbol", ha podido superar en síntesis, rique;;a y novedad de pensamiento a esta poesía. Siendo toda ella una metáfora, la composición se desarrolla sin artificio, macizo de ideas, ligadas con serena elegancia. Las mismas ligeras imperfeccione.s que pudieran señalarse pasan inadvertidas bajo la emoción arrolladora de los conceptos.

(2) No podían faltar en esta antología estas dos composiciones sobre el "Arbol ", de la poetisa chilena que tan bellamente sabe despertar en el alma de los niños el respeto y amor por la Naturaleza,

(3) En ésta como en otras poesías del mismo autor comprendidas en esta antología, podrá admirarse la dicción purísima, clara, diáfana, y el pensamiento sereno, eglógico, que recuerda a Fray Luis rle León. Con apartarse del precepto clásico sobre la consonancia de la rima, este soneto, desbordante de unción, cautiva por su forma, por su pensamiento y por su clásica armonía de conjunto.

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La aurora.

Raya, dorado sol, orna y colora, del alto monte la lozana cumbre, sigue con agradable mansedumbre el rojo paso de la blanca aurora;

suelta las riendas de. Favonio y Flora, y usando, al esparcir tu nueva lumbre, tu generoso oficio y real costumbre, el mar argenta y las campiñas dora.

Para que desta vega el campo raso bordes, saliendo Flérida, de flores; mas si no hubiere de salir acaso,

ni el monte rayes, ornes ni colores, ni sigas de la aurora el rojo paso, ni el mar argentes, ni los campos dores.

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Luis DE GóNGORA.

Blando céfiro mueve sus alas empapadas en fresco rocío ... De la noche el alcázar sombrío dulce alondra se atreve a turbar ... Las estrellas cual sueño, se borran ... Sólo brilla magnífica una ... ¡Es el astro del alba! La luna ya desciende, durmiéndose, al mar. Amanece : la raya del cielo luce trémula cinta de plata,

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PRIMERA PARTE. -·LA NATURALEZA 29·

que, trocada en fulgente escarlata, esclarece la bóveda azul; y montañas y selvas y ríos; y del campo la mágica alfombra roto el negro capuz de la sombra muestran nieblas de cándido azul. ¡ Es el día! Los pájaros todos lo saludan con arpa sonora, y arboledas y cúspides dora el intenso lejano arrebol. El orient.e se incendia en colores .. Los colores en 'vívida lumbre ... ¡Y por cima del áspera cumbre sale el disco inflamado del sol!

PEDRO ANTONIO DE ALARCÓN.

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Humean en la vieja cocina hospitalaria los rústicos candiles ... Madrugadora leña infunde una sabrosa fragancia lugareña, y el desayuno mima la vocación agraria ...

Rebota en los collados la grita rutinaria del boyero que a ratos deja la yunta y sueña ... Filis prepara el huso. Tetis, mientras ordeña, ofrece a Dios la leche blanca de su plegaria.

Acongojado el valle con sus beatos nocturnos, salen de los establos, lentos y taciturnos, los ganados. La joven brisa se despereza ...

Y como una pastora, en piadoso desvelo, con sus ojos de bruma, de una dulce pereza, el alba mira en éxtasis las estrellas del cielo.

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30 ANTOLOGÍA 'DE MOTIVOS POÉTICOS

Alba. La gran ciudad ahora es

una ciudad recién nacida. Al caminar suenan mis pies el cristal do la amanecida.

Por donde el día está viniendo es un celaje rosa y malva. Y ya el cielo se va tiñendo con los claros tonos del alba.

Ebrio de noche y de belleza, lento el,,andar, voy por el puerto. Y el lucero del alba empieza a titilar débil e incierto.

Ya hay brisa y luz de amanecer. ¡Y a están despiertas las goletas! Y el nuevo sol viene a encender su luz de oro en las veletas (4).

PEDRO-HERREROS.

**1~ El amanecer.

Revelación de la naturaleza. Nacimiento del mundo que sale poco a poco del profundo már de la sombra. Empieza a palpitar, entre los curvos brazos del horizonte que se despereza de un estiramiento indefinido, del corazón del día. Picotazos madrugadores del naciente ruido al silencio rural. Luego, aletazos en la granja, en el nido ... (5)

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Clava el clarín del gallo su estridente nota en la morbidez de la mañana como en acuoso fruto, ávido diente. Y se tiñe el Oriente con el carmín que de ese fruto mana. ¡Alegría, alegría! En el umbral del mundo se alza el día. ~ Y viene con las manos florecidas de dones. Mueve en lo azul su planta, y un himno de la tierra se levanta ¡Arriba, corazones!

EMILIO FRUGONI.

(1) Por sus sugerencias luminosas, singularmente propicias a la emoción, la Aurora es uno de los fenómenos de la Naturaleza en que más se han inspirado los poetas. Sin llegar a la obscuridad y rebuscada afectación que caracterizó el "culteranismo", el fundador de tal escuela ofrece una sugerente muestra de su última modalidad en este delicadísimo soneto en que bella e ingeniosamente rinde, en honor de Flérida, su homenaje poético asociado al de la soñada aurora.

(2) Ni por la forma ni por las imágenes ofrece mayor noredad esta composición que incluímos aquí como un ejemplo de la pureza con que cultiraba la poesía romántica un escritor que alcanzó en su época singular renombre como novelista.

(!'l) La extraordin~ria fantasía del poeta uruguayo encuentra en el Alba un precioso motivo de exaltación pagana. Compárese su manera imaginativa con la de los poetas que fo preceden en este motivo.

{4) Nótese el extraño interés que el rerso endecasílabo le da a esta poesía ica en emoción y sugestión poética.

{5) Impresionismo subyugante. Ricos brochazos; imágenes de singular noredad sin caer en el retor.cimiento y en el desaliño de los Panguardistas.

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A ves y Pájaros. Las aves.

¡Cuántas aves que anidan sin recelo en un árbol, que es luego cruz o nave, tienden por fuerza misteriosa y grave, como el árbol también, al mar o al cielo!

El ave es ambición que huye del suelo y es alerta estentóreo o trino suave; que el canto más glorioso es el del ave y la línea más pura es la del vuelo.

No importa - ya que el sol rasga las brumas -que el mal persiga al bien y el buitre altivo a la paloma, hecho un Satán con plumas;

que, mientras alas tengan y garganta, serán las aves el emblema vivo de todo lo que vuela y lo que canta!

El águila.

JosÉ SANTOS CHoCANO.

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Cual el ave de J ove que, saliendo inexperta del nido, en la vacía región desplegar osa las alas voladoras, no sabiendo la fuerza que la guía : y ora vaga atrevida, ora medrosa, ora más orgullosa sobre las altas cimas se levanta;

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Blasón.


tronar siente a sus pies la m1Lo obscura; y el rayo abrasador ya no le espanta, al cielo remontándose segura : entonce el pecho generoso, herido, de miedo y de alborozo, ufano late; riza su cuello el viento, que en cambiante de luz brilla encendido; el ojo audaz combate derecho el claro sol, le mira atento; y en su heroico ardimiento la vista vuelve al contemplarse, para la baja tierra; y con acentos graves su triunfo engrandeciendo, se declara reina del vago viento y de las aves.

MELÉNDEZ VALDÍcii.

**~~ El olímpico cisne de nieve

con el ágata rosa del pico lustra el ala eucarística y breve que abre al sol como un casto abanic1 •

En la forma de un brazo de lira y del asa de un ánfora griega es su cándido cuello que inspira como prora ideal que navega.

Es el cisne, de estirpe sagrada, cuyo beso, por campos de seda, ascendió hasta la cima rosada de las dulces colinas de Leda.

Blanco rey de la fuente Castalia, su victoria ilumina el Danubio; Vinci fué su barón en Italia; Lohengrín es su príncipe rubio.

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Su blancura es hermana del lino, del botón de los blancos rosales, y del albo toisón diamantino de los tiernos corderos pascuales.

Rimador de ideal florilegio, es de armiño su lírico manto, y es el mágico pájaro regio que al morir rima el alma en un canto.

El alado aristócrata muestra Iises albos en campo de azur, y ha sentido en sus plumas la diestra de la amable y gentil Pompadour.

Boga y boga en el lago sonoro donde el sueño a los tristes, espera, donde aguarda una góndola de oro a la novia de Luis de Baviera.

Dad, Condesa, a los cisnes cariño, dioses son de un país halagüeño, y hechos son de perfume, de armiño, de luz alba, de seda y de sueño.

RuBÉN DARÍO.

*~~~~ El cóndor .

Cual si recia catapulta lo lanzara de los suelos, sube y sube en anchos círculos sobre montes Y' paisajes; balancín son sus dos alas dividiendo los celajes que se encumbran y se encumbran a romper más altos velos.

Como un arco de sí mismo, lo disparan sus dos -vuelos con la furia zumbadora de sus combos varillajes, · y aun más alto va rasgando los azules cortinajes hasta alzarse a la rotonda deslumbrante de los cielos.

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PRIMERA PARTE. - .LA NA'fURALEZA 35

Allí lanza un grito heroico como canto de victoria; y otra vez aún sube tras lograr la altiva gloria de mirar lo que en el fondo de los astros hay escrito;

A estrellarse en Dios va recto por innúmeras escalas, pero entonces Dios lo coge por la punta de las alas y lo cuelga cual milagro del azul del infinito.

SALVADOR RUEDA.

*** El nido de cóndores (Fragmento).

En la negra tiniebla se destaca, como un brazo extendido hacia el vacío para imponer silencio a sus rumores1

un peñasco sombrío.

Blanca venda de nieve lo circunda; de nieve que gotea, como la negra sangre de una herida abierta en la pelea.

¡Todo es silencio en torno! Pero hay algr· en el peñasco mismo que se mueve y palpita, cual si fuera el corazón enfermo del abismo .

Es un nido de cóndores, colgado de su cuello gigante, que el viento de las cumbres balancea como un pendón flotante.

Aquella negra masa se estremece con inquietud extraña : ¡ Es que sueña con algo que lo agita el viejo morador de la montaña!

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No sueña con el valle, ni la sierra de encantadoras galas, ni menos con la espuma del torrente

- que humedeció sus alas. ·

No sueña con la nube voladora que pasó en la mañana, arrastrando en los campos del espacio su túnica de grana.

Es algo más querido lo que causa su agitación extraña 0 :

¡un recuerdo que bulle en la cabeza del viejo morador de la montaña!

Una mañana, ¡inolvidable día! -ya iba a soltar el vuelo soberano para surcar la inmensidad sombría

y descender al llano, a celebrar con ansia convulsiva su sangriento festín de carne viva, cuando sintió un rumor nunca escuchado en las hondas gargantas de occidente, el rumor del torrente desatado,

la cólera mugiente del volcán que, en horrible paroxismo, se revuelca en el fondo del abismo.

Chispas de armas y cánticos de guerra resonaron después. Relincho agudo lanzó el corcel de la argentina tierra

desde el peñasco mudo; y vibraron los bélicos clarines del Ande gigantesco en los confines .

Los loros.

PRIMERA PARTE. - LA NATURALEZA 37 ,

Crecida muchedumbre se agolpaba cual las hondas del mar en sus linderos. Infantes y jinetes avanzaban

desnudos los aceros; y atónita al sentirlos, la montaña bajó la frente y desgarró su entraña.

El cóndor los miró, voló del Ande a la cresta más alta, repitiendo con estridente grito : ce Éste es el grande. >i

Y San Martín, oyendo, cual si fuera el presagio de la historia, dij o a su vez : <e ¡Mirad ! t Ésa es mi gloria l ~

ÜLEGARIO v. ANDRADE.

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Quo queo, la ]orada viene quién sabe de dónde. Queo queo, le responde el eco de la quebrada.

Llegan al rayar el día de las remotas llanuras, cantando por las alturas su férvida letanía.

Y piden en su esperanto al sol que les mueve el ala : - ¡ Dános hoy frutas de tala ! ¡ Queo queo, Santo, Santo!

El decano de la grey adelante el rumbo marca, pues -conoce la comarca desde los tiempos del rey.

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38 ANTOLOGÍA DE ~!OTIVOS POÉTICOS

Sobre la loma amarilla, queo, queo, queo, queo, con afanoso aleteo cruza la verde pandilla.

Y en el vértigo del vuelo, caen tras la curva falda, corno ramos de esmeralda de las florestas del cielo.

A una golondrina.

JUAN CARLOS DAVALOS.

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A la pendiente cuna vuelves, al que fiaste nido estrecho, ¡oh huéspeda importuna!, de las retamas frágiles de un techo, que arboleda celosa aun no le fía de cuanta le concede luz el día.

¡Oh tú, de las parleras aves, la menos dulce y más quejosa t ¿Por qué el silencio alteras de la paz, muda sí pero dichosa, que en tu nido presuma que miente voz la envidia y vista pluma?

Magníficas orejas ofendan en alcázares dorados tus repetidas quejas, mientras yo entre esos sauces levantados aplauso al ruiseñor le niego breve sobre la yerba que este cristal bebe.

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¿Cuál, di, bárbara arena, de sierpes, has dejado engendradora, por turbar la serena · dulce tranquilidad que en éste mora tan grato como pobre albergue, donde sellado el labio, la quietud se esconde?

Aquí, pues, al cuidado niego estos quicios, niego la cultura de ese breve cercado, cuyo líquido soto plata es pura de arroyo tan oblicuo, que no deja la fragancia salir, entrar la abeja .

Lurs DE GóNGORA.

**~~ Las golondrinas.

El ruiseñor.

¡ Son ellas!, son las vi aj eras que despiertan con su vuelo la luz, el aire y el cielo de todas las primaveras. ¡Son ellas!, las mensajeras del amor desconocido, que van buscando el oído de la virgen soñadora, para cantarle a la aurora, las dulces noches del nido.

MARTÍN CORONADO.

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Yo soy el ruiseñor, el pajarillo que, despreciando el haya y la palmera, fabrica entre las ramas del tintillo dulce lecho a su amante compañera.

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Yo soy el ruiseñor, arpa del día, que suena de la nóche hasta en la bruma : la música a mi voz dió su armonía y su sombra el crepúsculo a mi pluma.

Yo soy el ruiseñor, y luto y gala por la pluma y la voz al par indico : soy de duelo abanico si abro el ala, soy bandolín alegre si abro el pico.

Los que escuchan mis trinos seductores · no advierten si, de júbilo o congojas,

celebro el nacimiento de las .flores o lloro la caída de las hojas.

Que, símbolo mi voz de· melodía, al brotar de mi seno puede tanto, que ya exprese el dolor, ya la alegría, nadie logra entender si lloro o canto.

Yo soy el ruiseñor, yo soy el ave cuya lengua parlera y argentina del mirlo remedar el canto sabe y la voz ·de la errante golondrina.

Cuando anuncio las albas matinales se alegran a mi voz hasta Jos riscos, y abandonan sus lechos los zagales y dejan los rebaños sus apriscos.

Y al ver el sol en la mitad del cielo, busco la sombra que el follaje presta, y en cualquier rama descansando vuelo, yo mismo arrullo mi tranquila siesta.

Y cuando el sol en el ocaso arde y está el oriente ya descolorido, rompo a cantar el himno de la tarde y torno en busca de mi caro nido.

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PRIMERA PARTE;. - LA NATURALEZA 41

Así paso la vida hora por hora en libertad feliz, cantando a una, amenas alboradas a la aurora y plácidos nocturnos a la luna.

Yo soy el ruiseñor, y mientras tanto que, en libertad feliz, las alas vibre, en el espacio vibrará mi canto del mismo modo que mis alas, libre.

El zorzal.

MANUEL PADILLA DÁVILA.

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Al pie de un árbol gigante me estuve oyendo a un zorzal. Trino más lindo a otra ave

·no oí en la vida jamás.

La copa oscura del árbol se aclaraba a su cantar y entre las ramas brillaba la divina inmensidad .

Cuando me alejé del árbol a la luz crepuscular lo vi todo florecido del canto de aquel zorzal.

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EDMUNDO MONTAGNE.

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La canción del Hornero.

- "Así se hace una casa, bien podrías saberlo; ¿ quién no sabe estas cosas aun antes de ser viejo? "

(Apoyado en la azada, detuve el pensamiento, sorprendido en la angustia de mi propio silencio.)

"Así se hace una casa, bien podrías saberlo." ¿ Cómo acertó en mi pena perenne aquel hornero ?

Era un casal inquieto de trinos y aleteos, un consorcio de dicha, de labor y tosiego.

Mirábales dudando, oíales incrédulo : "¿ Quién no sabe estas cosas aun antes de ser viejo? "

Y con el mismo tono siguió hablando el hornero : - "Elegirás un árbol probado por los vientos."

"Prepararás el barro contra el rigor del tiempo, en la tierra empapada con agua de los cielos."

"Trabajarás cantando como un dichoso obrero, sabiendo que realizas con fervor tu deseo."

"Levantarás tu obra con amor y a sol pleno, como se hacen las cosas más grandes, sin misterio."

"El sol pondrá en tu obra el calor de su esfuerzo , y la luna amorosa vigilará tu sueño."

"Cuando azote tu casa la tempestad de Enero, resistirán los murOfl como un bloque de hierro."

"Cuando asalten tu casa los gorriones aviesos, defenderás tu casa con valor de guerrero."

"Y en la estación, propicia, cuando florece el huerto y las parejas jóvenes ríen por Jos send3ros."

"En la paz de tu casa oirás un canto eterno, como el canto ferviente de amor de los horneros."

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* * * "Así se hace una casa, bien podría saberlo", repetí9.me a solas,

- ¡Pájaro amigo! tarde me llega tu consejo; ¡ están secas mis manos y en sombras mi cerebro!

y proseguí carpiendo.

"Trabajarás cantando con amor y a sol pleno", ¡decíame en la angustia de mi remordimiento!

¡Pájaro amigo! ¡Déjame· los escombros que tengo! ¡Es tarde, es ya muy tarde, para construir de nuevo 1

El ehingolo. .§~.§4,.§~ ¡t)\ ¡t)\ ¡1)\

MARIO BRAVO.

Cuando el campo está más solo y la casa, en paz, abierta, aparece por la puerta, muy sí señor, el chingolo.

Viene en busca de una miga o una paja de la escoba, que, ciertamente, no roba,_ porque la gente es su amiga.

Salta, confiado, al umf>ral, y solicita permiso, con un gritito conciso como pizca de cristal.

El sol, con larga escobada, lo desfloca en áureo estambre, y en un transparente alambre trueca su pata delgada.

Otro salto, y ya está adentro. Y en el haz de sol avanza, pues no excluye su confianza la idea de nn mal encuentro.

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Su ropita pastoril la agracia un lindo cop&te. (Si el cardenal es cadete, él es conscripto gentil.)

Capa gris con caperuza; camisa y corbata blancas; chaleco café que en francas negligencias se descruza.

Aunque trasluce su forro, bien le sienta aquel modelo, y un vivo de terciopelo le orilla de negro el gorro.

Pálida espina de sol pule su pico de cuerno, y le brilla, ufano y tierno, el ojillo de charol.

En la ladera de cuarzo del camino que se ahonda, bajo una mata redonda anida de agosto a marzo.

Su cesto de cerda y paja coloca al lado del Norte, a fin de que así soporte viento y lluvia con ventaja.

Y despistando al gandul con artill!Jios sencillos, pone sus tres huevecillos crispidos en fondo azul.

En la honda siesta de llama, o en el crepúsculo frío, su Curi ... wri qui quío ... alegra la áspera rama.

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ANTOLOGfA


Y todavía a deshora, cuando ]as noches son bellas, al amor de las estrellas sueña cantando la aurora.

Bajo Ja estación más cruel que las campiñas abruma, de su bolita de pluma brota un trino humilde y fiel.

Ya no abandona el contorno de la casa solariega donde como un chico juega sobre el mortero y el horno.

Y como es tan poco esquivo, en Ja misma troje acampa, o el afrecho de la trampa va a escarbar intempestivo.

O en el pajizo capuz del adormilado alero, se disfraza de jilguero con el oro de Ja luz.

O con valeroso alarde su postrer gorjeo empina ~obre la espléndida mina del palacio de la tarde.

En el primer desperezo primaveral, ¡con qué gracia RU flor anuncia a la acacia, pinta su guinda al cerezo l

Y, amable chisgarabís que a la doncella acongoja, pía detrás de cada hoja como diciendo : Luis, Luis ...

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!,,6 ANTOLOGÍA DE MOTIVOS POÉTICOS

. Ya de afrecho se atiborra, rondando a la molendera, con lo que, de esta manera, le ayuda a hacer mazamorra.

Ya entre los pollos pulula, ya escudriña los cacharros, y es vecino de los carros donde le hace pan la mula.

En el silencio y lá paz de una estudiosa mañana, se asoma a la escuela aldeana como anunciado solaz.

Cnrí ... cnri... Y desde el seto que trenza su verde cinta, trae, en fragancias de quinta, la tentación del asueto.

O en el patio de la escuela, su saltito impertinente, parece que eternamente va jugando a la rayuela.

Y ahí, donde ustedes lo ven, cortés, mas nunca vasallo, erizado como un gallo traba su riña también.

Chingolito de mi vida, que fuiste mi compañero en el tiempo placentero de la inocencia florida.

Quién me diera, sin retardo, volver a aquella delicia, como en la estación propicia le vuelve la flor al cardo.

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Yo sufro mucho de amor, y cuando estoy triste y solo, quisiera oír al chingolo para calmar mi dolor.

LEOPOLDO LuGONES.

En la imposibilidacÍ de abarcar lo mucho y bello que sobre pájaros y aves en general se ha escrito en verso, nos limitamos a incluir en esta sección algunas composiciones de vates de distintas épocas y escuelas, relacionadas con las especies aladas que más comúnmente han provisto el acervo poético. Santos Chocan.o canta a las aves en general con ese fresco e impetuoso vuelo lírico que le caracteriza en todas las evoluciones experimentadas por voluble estro; el "aguila'', ave alegórica y mítica, .tiene su apoteosis en la musa sobria y académica de Meléndez Valdés, el clasicista más sobresaliente del siglo XVIII. "Blasón", en que se canta con inspiración versallesca y maravillosa exalta<Jión pagana al "cisne", símbolo alado de la poesía y del amor, es una de las más hermosas páginas del mago de la rima, el gran parnasiano, Rubén Darío, que revolucionó la lírica castellana, descubriendo al ritmo nuevos secretos, y nuevas bellezas al idioma.

La fantasía frondosa de Rueda y el genio descriptivo y profundo de Andrade, enouelf!en en la magia de sus rimas al "cóndor", el ave soberana de los cielos andinos.

En su poesía "A una golondrina'', pone G6ngora toda la afectación de su particular rebuscamiento lírico; es un modelo de ese estilo que, en su tiempo, pareció deplorable audacia y que hoy, familiarizados con los progresos del idioma y los juegos retóricos de la expresión, nos permite conceptuar al gran lírico cordobés, como precursor del refinado y culto modernismo imperante.

Ji¡an Carlos Dáralos, Padilla Dávila y Edmundo llfontagne se inspiran con oario -estilo en aves y pájaros ricos en sugerencias.

Inspirada bajo la sugestión de un pájaro tan curioso como el "hornero", la poesía de Mario Braf!O, plácida y reflexiva, tiene la oirtud alegórica de la parábola. Y finalmente, el "chingo/o", lo simpática y pizpireta aoecilla campesina, tiene su bellísima página descripUra en la fresca genial y retozona musa de Leopoldo Lugones, desarrollada en una rima octosilábica perfecta, por la cual el gran vate argentino guarda· oivísima predilección.

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El campo y sus faenas.

La vida tranquila.<1>

¡Qué descansada vida la del que huye el mundanal ruido, y sigue la escondida senda por donde han ido los pocos sabios que en el mundo han sido!..,

Que no le enturbia el pecho do los soberbios grandes del estado, ni del dorado techo se admira fabricado del sabio moro, en jaspes sustentado.

No .cura si la fama carita con voz, su n:im!Jre, prezonera; ni cura si encarama la: lengua lisonjera lo que condena la verdad sin0era,

¿ Quó p~0esta a mi contento, si sqy, del vano dedo, señalado; si, en busca de este viento, ando desalentado con ansias vivas, con mortal cuidado?

¡Oh campo, oh monte, oh río! ¡Oh secreto seguro deleitoso! Roto casi ei navío, a vuestro aLno reposo huyo de aqueste' mar tempestuoso.

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Un no rompido sueño, un día puro, alegre, libre quiero; no quiero ver el ceño vanamente severo de a quien la sangre ensalza o el dinero.

Despiértenme las aves. con su cant'ar sabroso no aprendido, no los cuidados graves de que es siempre seguido el que al aj9no arbitrio está atenido.

Vivir quiero conmigo; gozar quiero del bien que debo al cielo, a solas, sin testigo, lib.re de amor, ,de celo, de odios, ele esperanzas, ele recelo.

Del monte en la ladera, por mi mano plantado tengo un lmerto que, con la primavl'ra, de J¡e]]a flor cubierto, ya muestra, en esperanza, el fruto cierto.

Y com.o codiciosa por ver y acrecentar la su hermosura, desde la cumbre airosa una fontana pura, hasta llegar, corriendo se apresura;

y luego sosegada, el paso entre los árholrs torciendo, el suelo, de pasada de verdura vistiendo, y con diversas flores va esparciendo.

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50 ANTOLOGÍA. DE MOTIVOS POÉTICOS

El aire el huerto orea, y ofrece mil olores al sentido, los árholes menea con un manso ruido, que del oro y del cetro pone olvido.

Ténganse su tesoro los que de un falso leño se confían; no es mío ver el lloro de los que desconfían cuando el cierzo y el ábrego porfían.

La combq.tida antena crrje, y en ciega noche el claro día se torll'l, al cielo su en '.l confusa vocería, y la mar enriquecen a porfí i.

A mí, una pobrccilla mesa de amable paz Licn aliastada me baste; y la vajilla de fino oro labrada sea de quien la mar no tema airada.

Y mientras miserable-mente se están los otros abrasando con sed insaciable del no dur11lJle mando, tendido yo a la sombra, esté cantando

a la sombra tendido, de yedra y lauro eterno coronado, puesto el atento oído al son dulce, acordado del plectro sabiamente meneado!

FRAY Lurn DE LEóN.

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¡Oh, silencio de campos l ...

¡Oh, silencio de campos victoriosos de luna! (EI tren muerde los rieles con sus monstruosos dientes.) ¡Oh, silencio de campos donde una estrella y una emoción se confunden como dos penitentes!

Sólo en la calma mística horda su serenata Ja guzla del insecto. [nsomne miro y pienso; el espíritu se recoge, se dilata y religiosamente queda luego en suspenso.

(Suave, pálidamente, tras un manso reproche, el silencio y mi alma se besan en la noche.)

Vense, como en películas, aldeas y molinos, aldeas y molinos y represas cambiantes; el oro de los trigos, el cobre de los linos, la agua mar de los verdes maizales arrogantes.

¡ Meditaeión inmensa de la tierra y del cielo ! Soledad y silencio sin alegría alguna, y el espíritu que alza sobre el campo su vuelo ... ¡Oh, silencio de campos victorioso de luna!

El arado.

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BARTOLOMÉ GALINDEZ.

Dejad que goce en amistoso trato del verde eampo y del verano austero más que la lid de Napoleón prefiero 1a deliciosa paz de Cincinato.

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Ajeno al banal ruido y al boato, sin huir de la paz seré un guerrero; y, en el arado, blandiré ese acero que ·es súplica de amor y no mandato ...

Abre el arado fecundante herida, en que germina la gloriosa suerte de la campiña plácida y serena;·

porque ese acero es libertad y es vida, en vez de aquel que es tiranía .y muerte, ¡ taJO en la espada y nudo en la cadena l

JosÉ SANTOS CHoCANO.

~~~~~~ La siembra. <2>

En el tala un murmurio cristalino y de prisa : son los tordos, << curitas )) que están « diciendo misa J>.

El sembrador derrama su trigo. Es ademán tan hondo como ancho este del creador del p.an.

Es el gesto más puro con que se honra una mane; cualquier brillo de gloria al lado de éste es vano.

En el surco la reja brilla al sol con la honrada iimpieza que no tiene ni la más noble espada.

Digo que es como un gesto de amor el delque siembra que la tierra es de cierto como una sacra hembra. ·

El sol se ocupa de ella, sublime jornalero; el sol más laborioso que el fuego del herrero.

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Sea benigno este año para la tierra amiga, y cien granos por uno devolverá en la espiga.

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En el tala un murmurio cristalino y de prisa : son los negros curitas que están aún en misa ...

Los púj_aros no siembran ni tie:i.en alfolí. Mas de ellos cuida el cielo. Pueden cantar así.

LUIS L. FRANCO.

( 1) ¿Qué decir de esta bellísima poesía del inmortal agustino que no haya sido repetido en todas las antologías y tratados de preceptipa donde la cadenciosa silPa es presentada como modelo, por la pureza de dicción y la elePadisima inspiración eglógica de su pensamiento fundamental? Leyéndola con efusión, el alma se siente invadida de paz y de santa serenidad y plenamente congraciada con la plácida solemnidad de la Pida de campo.

(2) Nótese en e1¡ta composición el estilo sintético y hondamente descriptiPo, cualidad característica de este poeta moderno que combina en un juego lírico muy personal los matices de una rica paleta con los chispazos de su geniali· dad interpretatiPa.

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5t,. ANTOLOGÍA DE MOTIVOS POÉTICOS

El Día y el Cre.púsculo.

A la mañana. <1>

Ven,. ceñida de rayos y de flores la rósea frente, ¡oh plácida mañana! V en, ven, y ahuyenta coh tu faz galana la perezosa noche y sus horrores;

ven y vuelve a los cielos sus ardores, su frescura a la tierra y su temprana gloria a mi pecho en Clori soberana; en Clori, mi delicia y mis amores.

Ven, ven; que si piadosa me escuchares, yo te alzaré un altar sobre el florido suelo, que honrare, Clori, con su planta;

y en él después te ofrecerá a millares las víctimas, mi pecho agradecido, y los devotos himnos mi garganta .

Día claro.

GAsPAR MELCHOR DE JovELLANos.

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En la gloria del sol palpita el mundo, y alzan su arquitectónica armonía blancas nubes en que, de azul profundo, sus bellas torres embandera el día. ·

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PRIMERA PARTE. - LA NATURALEZA. 55

Celebra el gallo con viril porfía aquel oro solar que arde en su gola, y en su cántico excelso se gloría empenachado por la verde cola.

Ciñe cada guijarro una aureola. Oloroso calor exhala el heno; remueve el bosque un grave azul de ola. El día es como el pan, sencillo y bueno .

Canción matinal.

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LEOPOLDO LuGoNES.

Ampárame un techo de hojas y racimos en sazón. Fulguran como rubíes las uvas rojas, al sol; deja escuchar el canario la armonía de su voz, y más allá, Junto al cerco, cant~ el agua en el pilón.

: Mañanita grata como una bendición de Dios t

La hermana borda, en silencio - en la falda el bastidor y la aguja entre los dedos -y yo leo a mi Platón; y, a pesar del techo de hojas, brillan monedas de sol en las páginas del libro y en el amplio bastidor.

¡Mañanita alegre como una bendición de Dios!

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Vespertina. (2)

Albea en el jazminero del país humilde flor; como un coágulo de sangre luce el clavel un botón; agítanse las achiras ' y va el rosal trepador escalando los lad1 illos rojizos del paredón.

¡Mañana olorosa como una bendición de Dios!

Cierro los ojos y sueño, sueño y recuerdo, y estoy, cual hierática figura, en· un mundo de abstracción, en el patio alegre como una bendición de Dios.

EUGENIO JULIO IGLESIAS.

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¡Amigo, ven; mira qué tarde! Siente y confúndete en la Naturaleza; no hay nada más hermoso. Sé creyente de este divino culto. fortaleza de la Vida.

Y el campo es complacientP. a la invasión. La sombra, en la maleza. va tendiendo crespones; una fuente canta en la obscuridad una _terneza. La llanura es un mar negro y silente; mas lo que sobre el llano se endereza - el bosque, la montaña y el torrentr; -alumbra y emp,enacha su cabeza con el oro que flota en el ambiente.

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PRIMERA PARTE. - LA NATURÁLEZA 57

Y arriba ... (ven; mira qué tarde; siente y confúndete en la Naturaleza). ... Limpio el cielo, profundo, transparente, es como un alma que medita y reza.

Se empapa en claridad, roja y caliente, la cumbre blanca, de ideal pureza; el reventar de un astro se presiente en la penumbra azul, y donde empieza a diluirse la luz, viva y ardiente, lleno de melancólica grandeza) con un lampo de sol brilla el poniente, tal como brilla, a instantes, una frente, con un gran pensamiento de tristeza ...

¡Amigo, ven; mira qué tarde! Siente el .alma universal; que. la pereza abandone tu espíritu indolente ... Sé como el ciclo tú; medita y reza.

rJ1arde del trópico. ,,:¡~¿¡~_&¡:! ¡ti¡ ¡ti:\ ¡t~

G!J'!'lFJJ\J\EZ N AJ Ef\A.

Es la tarde gris y triste. Viste el mar de terciopelo, y el cielo profundo viste

de duelo.

Del abismo se levanta la queja amarga y sonora. La onda, cuando el viento canta,

llora.

Los violines de la hruma saludan al sol que muere .. S'lJmodia la blanca espuma

miserere.

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58 ANTOLOGÍA DE MO'cIVOS POÉTICOS

La armonía el cielo inunda y la brisa va a llevar la canci0n triste y profunda

del mar.

Del clarín del horizonte brota sinfonía rara, corno si la voz del monte

vibrara.

Cual si fuese lo invisible ... cual si fuese el rudo son que diese al viento un terrible

león.

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RuBÉN D.rnío.

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Este rojo crepúsculo.

Este rojo crepúsculo de invierno me llena de tristeza,

más que por el dolor que me presagia __ _ por el viej > placer que me recuerda.

Crepúsculos dE invierno, rojJs, húmedos ... Parece que la tierra

asesinada, en esta hora, al cielo sangre caliente humea ...

¿Dónde están los recuerdos de otros díae; dónde las viejas sendas

en cuyas charcas rojas del crepúsculo miró su faz risueña,

igual que entre las llamas de un incendio a veces fulgurar se ve una estrella?

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PRIMERA PARTE, - LA NATURALEZA [19

En mi carne, en mi alma, todo es cárdeno ... ¡Hay tanta herida abierta,

que parece que al cielo, en esta hora, vapor de sangre elevan ...

¡Y a veces son blasfemias las plegarias y a veces son plegarias las blasfemias!

FRANCISGO VILLAESPESA.

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La canción del bello atardecer.

Campo : • eres -grande y callado como mi pena. Mi pupila se alarga para abarcarte. ~1i alma bate sus alas para cruzarte, y en loco aturdimiento de liberación, vuela de un lado a otro recogiendo bellezas para volcarlas en mi corazón.

Aquel jirón de cielo es como la bandera de mi quimera. La luz de aquella eE<trella que brilla temblorosa ante el sol moribundo, es fanal en mi mundo. Los pájaros que tornan

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60 ANTOLOGÍA DE MOTIVOS POÉTIC03

al nido tibio y blando sus correrías · están cantando ... ¡Y quisiéra correr [ ¡Y no sé dónde ir[ ¡Y siento un amia loca de vivir ... de vivir!. .. ¡De reír! .. . ¡Do dejar de sufrir [

¡Oh, vida ... V.ida ... ,vida!. .. ¡Penetras triunfalmente en mi alma dolorida! ¡Sacudes mi tristeza, y es mi voz un clarín que vibra en una diana a la Naturaleza!

¡Oh, vida ... vida ... vida!. .. .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . En un árbol del monte,· grabaré un corazón. Será como una ofrenda de mi' emoción, a este dulce momento que te debo y en el alma me llevo!

RAQUEL SÁENZ.

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(1) Es de comparar la inspiración fría y puramente retórica de Jooellanos, que fué de los poetas que en el siglo X V 111 se embanderaron en el clasicismo rígido y hermético, con ~l estilo robusto y exp.insioo de Lugones que canta al" Día claro" con un subyugante derroche 'de inspiración obje-

iioa y colorista. · (2) Como la Aurora, también el Crepúsculo oespertino sugiere emociones

intensas, generalmente de melancolía y decaimiento de ánimos y siempre

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PR!l)iERA PARTE. - LA NATURALEZA 61

de 4dmiración estática. Gutiérrez Nájera, hondamente contemplatioo en "Vespertina", conmueve y seduce por su· atild:zda finura. La inoariable sonoridad de la rima es un estudiado recurso artístico, de eficacia now1:ia, para sugerir en dicha poesía el momento de éxtasis y de meditación. En "La Canción del Atardecer", Raquel Sáenz sorprende por las emociones regocijan/es que registra en su paisaie interior. Es una nueoa y original perspectioa lírica en cuya elegante incoherencia participan el desaliño y

la irregularidad del ritmo.

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Las Estaciones.

Las estaciones.

Vierte alegre la copa en que atesora bienes la primavera; da colores al campo y esperanza a los pastores del premio de su fe, la bella Flora;

pasa ligero el sol adonde mora el cancro abrasador, que en sus ardores destruye campos y marchita flores, y el orbe de su lustre descolora;

sigue el húmedo otoño, cuya puerta adornar Baco de sus dones quiere; luego el invierno en su rigor se extrema.

¡Oh variedad común, mudanza cierta! ¿ quién habrá que en sus males no te espere? ¿ quién habrá que en sus bienes no te tema?

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JUAN DE ARGUIJO (l).

Primavera. <2> ... JJ~JJ~~~ j1l:¡ ¡11:¡ j1J:¡

A los soplos del céfiro templado, amanece sereno el claro día, y desterrada ya la estación fría de esmeralda se viste el verde prado .

De los tiernos pimpollos coronado se ve el chopo en la selva más sombría, y el abierto botón con alegría deja el suelo de grana matizado.

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Sale Nise al jardín y coge rosas, di.;fruta el cazador el campo bello, deliciosos amores canta Fabio,

y recostado en hierbas olorosas el rústico zagal levanta el cuello y a la dulce zampoña aplica el labio.

Primavera.

FRANCISCO GREGORIO DE SALA<;.

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Sobre el jarrón de cristal hay flores nuevas. Anoche hubo una lluvia de besos. Despertó un fauno bicorne tras un alma sensitiva. Dieron su olor muchas flores. En la pasional siringa brotaron las siete voces que en siete carrizos puso Pan. ¡Divina estación! ¡Divina estación! Sonríe el alba más dulcemente. La cola del pavo real exalta su prestigio. El sol aumenta su íntima influencia y el arpa de los nervios vibra sola.

¡Oh, Primavera sagrada! ¡Oh, gozo del don sagrado de la vida! ¡Oh bePa palma sobre nuestras f entes! ¡Cuello del cisne! ¡Paloma blanca! ¡Rosa blanca! ¡Palio azul!

RuBÉN DARÍo .

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Doña Primavera.

Doña Primavera viste que es primor de blanco, tal como ' limonero en flor.

Lleva por sandalias unas anchas hojas, y por caravanas, unas fuscias rojas.

Salid a encontrarla por esos cammos. ¡Va loca de soles y loca de trinos!

Doña Primavera, de aliento fecundo, se ríe de todas las penas del mundo ...

No cree al que le hable de las vidas ruines. ¿Cómo va a entenderlas entre sus jazmines ?

.¡,. Primavera.

¿Cómo va a entenderlas junto de las fuentes de espejos dorados y cantos ardientes?

De la tierra enferma en las hondas grietas, enciende rosales de rojas piruetas.

Pone sus encajes, prende sus verduras, en la piedra triste de las sepulturas ...

Doña Primavera de manos gloriosas, haz que por la vida derramemos rosas :

Rosas de alegría, rosas de perdón, rosas de cariño y de abnegación.

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GABRIELA MISTRAL.

Se engalana otra vez Natura'eza con rico traje de vistosas flores; resucitan la luz y los colores y el árbol vieio .. a retoñar empieza.

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La juventud entusiasmada reza • ante el altar del Dios de los Amores

y cánticos se escuchan seductores en el Templo inmortal de la Belleza.

¡Primavera adorable!... En tu camino no te puede seguir la vida humana que, presa del dolor y de la duda,

mira cómo, cumpliendo su destino, e alma de las cosas se engalana y el alma de los hombres se desnuda.

Al:i!,.ol!:i!,.1.!:i!, ¡t¡,¡ ¡i!\ 111\

Primavera, se agradece ...

ANTONIO PALOMERO

A Primavera trasciende el aire de esta mañana. El sol caprichoso enciende los vidrios de mi ventana.

Deleite de los sentidos la hue La, el campo, la casa; cercos y tiestos floridos. Todo pasa ... todo pasa ...

Llorando desolación las ramas ayer desnudas daban con mi corazón notas sombrías y rudas.

¡Hoy cuánta alegre dulzma al sosiego nos alienta! hl árbol que al fin murmura y el musgo suave que tienta,

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66 ANTOLOGÍA DE MOTIVOS POÉ'f.!COS

Verano.

¡ Delicia del aire fino que entra en el alma y la JI ma ! ¡Gloria del mágico trino que dulcifica una pena!

Belleza, mi canto mece y apaga mi voz dolida. Primavera, se agradece que así nos llenes la vida ...

MARÍA LUISA CARNELLI.

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Verano, verano rey, obrero de mano ardiente, sé para los segadores, ¡dueño de hornos!, más clemente.

Inclinados sobre el oro áspero de sus espigas, desfallecen. ¡Manda un viento de frescas alas amigas!

Verano, la tierra abrasa ¡llama tu sol allá arriba; llama tu granada abierta; llama el labio, llama viva!

La vid está fatigada del producir abundoso. El río se fuga, lánguido, de tu castigo ardoroso.

Echa un pañuelo de nube, de clara nube extendida, sobre la vendimiadora de la mejilla encendida.

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Soberbio verano rey, el de los hornos ardientes, no te sorbas la frescura en los labios de las fuentes ...

Gracias por la fronda ardida el fruto en los naranjales, y gracias por la amapola que te incendia los trigales.

GABRIELA MISTRAL.

~~~~~~

Nuestro padre el Sol.

Viene el verano; llega el Sol que es nuestro padre y señor; el Sol que a nadie falta; el que todo embellece y todo exalta, padre amoroso, único maestro.

El Sol que da la espiga y hace el grano, el que domina el cielo, el que di.rige todo el sistema planetario y rige el universo como un buen anciano.

El Sol que es nuestra carne y nuestro hueso el que pone en las ánimas el beso, substancial de su luz inextinguida;

el que transforma todo ser inerte y el qúe puede sacar de cada muerte una resurrección de nuestra vida.

Luis MARÍA JORDÁN.

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Verano.

Se agostan los cafetos y la's flores, en los prados se apaga la verdura, y el agua del torrente que murmura se evapora del sol a los calores.

· No cantan los alados .trovadores y buscan el frescor de la espesura; perdieron los pensiles la hermosura que ornó la primavera de colores.

Recoge sus cosechas el labriego que en la abundancia le brindó la tierra, bien pagado sintiéndose y ufano.

Y, del sol esmaltado por el fuego, resaltan los. perfiles de la sierra bajo el palio brillante del verano.

RosA DE CHAVARRÍA.

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Canción estival.

Así cantan las espigas : - Fuimos verdes;

con verdores transparentes de esmeralda; la esmeralda se ha trocado en áureo tinte; somos rubias cual las trenzas de las hadas, de las hadas de ojos verdes que en la fuente rumorosa noche y día sollozando tristes cantan ...

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Así cantan los labriegos : - Los trigales

sazonados y maduros nos aguardan; brille el sol en nuestras hoces, que refulgen cual relámpagos de plata; rompa el trillo las espigas, ruede el grano por las eras como perlas desprendidas de una sarta.

Así canta el molinero : - Venga el grano;

ya la piedra estremecida por las aguas, hacer quiere con el oro de los trigos níveos copos de blancura inmaculada; níveos copos que amasados han de ser el pan sabroso que pedimos murmurando una plegaria.

M. R. DLANCO BELMONTE.

~~~~~~ Paisaje de otoño.

... Media noche ... como un beso, como un soplo, como un ala, teje el viento entre las hojas sus breves notas de plata; la campiña está desierta, y os cada nube que pasa un cisne que cruza el cielo vestido en brumas de nácar; sueña entre el juncal dormido, como un jardín de esmeralda. La misteriosa laguna, donde los astros desatan como un diluvio de espejos

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Otoño.

sus resplandores de llama; no hay una flor en las lomas, ni hay un nido entre las ramas : parece eí monte un sepulcro, y es la tapera lejana lóbrega ermita desierta donde la luna derrama como el canto de un recuerdo que se enciende en lontananza, su tul de ópalos brillantes en forma de azul guirnalda.

PEDRO J. NAóN

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Es Otoño ... La tarde sin sol; y hay niebla; y nieblas de penas

en mi corazón.

Por la calle, que brilla mojada, pasan unos niños;

gravemente triste, pasa una enlutada; después pasa un viejo ...

Se encienden las luces; cierro los postigos, ¡y quedo sumido en hondo silencio! ...

¡Otoño : dolor!. .. Es de noche, llueve . ... ¡Silenciosamente

sangran las heridas de mi corazón!

c. DELGADO FITO.

Otcño.


Tonos claros, mañanita nueva, mañanita celeste y sencilla, escolar deliciosa que llev:a bajo el brazo la vieja cartilla.

Aire blando, tardecita grave, tardecita del dorado modo, escolar malicioso que sabe el secreto que lo dice todo.

Sombra pura, nochecita escasa. Es en ti que el secreto repasa los abecedarios del sol,

pues están en tu sombra olorosa las alas de la mariposa y los cuernos del caracol.

AUGUSTO GoNZÁLEZ CASTRO.

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Al invierno. (3)

Hórrido invierno, que la luz serena y agradable color del puro cielo cubres de obscura sombra y turbio velo con la mojada faz, de nieblas llena,

vuelve a la fría gruta y la cadena del nevoso aquilón, y entre aquel hielo que oprime con rigor el duro suelo, las furias de tu ímpetu refrena;

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que en tanto que en tu ira embravecido, asaltas el divino hispalio río, que corre al sacro seno de occidente,

yo triste, en nube eterna del olvido (culpa tuya), apartado del sol mío, no me enciendo en los rayos de su frente.

FERNANDO DE HERRERA •

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Sol de invierno.

Es mediodía.· Un parque-' Invierno. Blancas sendas. Simétricos montículos y ramas esqueléticas.

Bajo el invernadero, naranjos en maceta, y en su tonel, pintado de verde, la palmera.

Un viejecillo dice para su capa vieja : "El sol, esta hermosura de sol..." Los niños juegan.

El agua de la fuente resbala, corre y sueña, lamiendo, casi muda, la verdinosa piedra.

ANTONIO MACHADO.

~i~i~~ Invierno .

Hacía mucho que las golondrinas habíanme dejado solo. El viento flagelaba con ímpetu cruento la arquitectura del boscaje en ruinas.

Se helaban las estatuas. Las vecinas campanas despertaron al convento de su bruma claustral. El sufrimiento se hundía en mi abría como un haz de espinas.


¿ Dónde estabas? Mis penas te llamaron ... Los sauces, fraternales, se inclinaron con la piedad. de un íntimo saludo.

Y en. el mármol glacial del sueño mío sollozaba un amor, todo desnudo, cual un niño muriéndose de frío ...

rrarde de invierno.

Inunda la lluvia los campos inmensos y llena el desagüe con largo cloqueo.

ERNESTO MARIO BARREDA.

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La ráfaga alegre, de súbito abriendo, salpica abalorios de efímeros hielos.

Las puertas cerradas, el aula en silencio,

Inunda la lluvia los campos inmensos ...

los párvulos tristes y triste el maestro.

Cuento de invierno.

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GERMÁN BERDIALES.

Habla el pastor : "Aquella condenada noche de lobos" ... (En el terciopelo del claroscuro, aduérmese el abuelo; otros <>scuchan sin entender nada.)

"¡Famosa. noche, amigos! No podría olvidarla en cien años que viviera" ... (El viento ulula, inconsolable, afuera, con le~anos aullidos de jauría.)

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7fi ANTOLOGÍA DE MOTIVOS POÉTICOS

"Y yo en la soledad de la montaña, negra y sonora" ... (El sueño es una araña que va hilando sutil trampa invi~ible.)

"negra" ... •'sonora" ... (Se hace imperceptible la voz potente, cual la voz de raso cuando se duerme el niño en el regazo ... )

RAFAEL ALBERTO ARRIETA •

(1) Este escritor del siglo X VI se caracterizó por la perfección y galanura un tanto arcoica con que cultivó d soneto. Fué de lris poetas que con los Argensola y Cervantes, después de Garcilaso y Boscán, con mayor eficacia contribuyeron a imponer en la lírica espa(1ola el resistido petrar· quismo.

(2) Con el solo concepto del Amor se han hecho e:ctensas antologías poéti~as. También podrí.an hacerse con la Prima<'era. No hay poeta. que no hflya cantado a la más sugerente y bella de las estaciones del año, vertiendo todos su emoción estática en Pariadas proyecciones: quién con la ingenuidad "glógica, de F. Gregario de Salas; quién con la eleg-inte fantasía pagana de Rubén.

(3) Libres de las mallas restrictivas del academismo, despojados de las ficciones subjeti»as del romanticismo, y después de haber pasado el idioma por la prueba eficiente de la reacción introducirla por Rubén y sus secuaces, son los modernistas quienes con más original inspiración, mayor variedad de estilo y novedad de concepto cantan las estaciones. 1 ncluímos en este grupo de poesías el clásico sonew de Herrera" Al Invierno" que, entre la musa frondosa y ecléctica de los contemporáneos, se destaca por el atildamiento y pureza de dicción, que eran gala del" Divino" en aquella época en que el idioma no había llegado a la plenitud de su desarrollo.

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Las Flores.


Las Flores .

Las silvestres que abrileñas abren sus hojas pequeñas al sol, la lluvia y las brisas, son los guiños y sonrisas de los montes y las breñas.

Las que en la estación lozana, primavera, las florestas cubren de azul, oro y grana, son el vestido de fiesta con que el campo se engalana.

Las que en plena floración ostentan sin par belleza, son la primera oblación que hace la naturaleza al que hizo la creación.

Dios y el pueblo aman las flores; Dios las tiene en sus altares, y de aquél son los mejores atavíos y primores de sus fiestas populares.

Todos los humanos seres las aceptan con cariño en los duelos y placeres las lleva a la tumba el niño y a los saraos las mujeres.

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A lUla flor.

Son del amor el lenguaje, de las bodas el mensaje,' del matrimonio la prenda, de la gratitud la ofrenda, de la gloria el homenaje.

Quien no guste de las flores ¿a qué tendrá aspiración? Quien no admite sus colores y se arroba en sus olores ... ¿ qué tendrá en el corazón ?

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JOSÉ ZoRRILLA.

¿Cuando tu broche apenas se entreabría para aspirar la dicha y el contento, te' doblas ya y cansada y sin aliento, te entregas al dolor y a la agonía?

¿No ves, acaso, que esa sombra impía que ennegrece el azul del firmamento nube es tan sólo que al soplar el viento, te dejará de nuevo ver el día?

¡Resucita y levántate! Aun no llega la hora de que en el fondo de tu broche des cabida al pesar que te doblega.

Injusto para el sol es tu reproche, que esa sombra que pasa y que te ciega, es una sombra, pero aun no es la noche.

MANUEL ACUÑA.

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PRIMERA PARTE. - LA NATURALEZA 7?

A la rosa.

Pura, encendida rosa, Émula de la llama, que sale con el día, ¿ cómo naces tan llena de alegría, si sabes que la edad que te da el cielo os apenas un breve y veloz vuelo? y no valdrán las puntas de tu rama,· ni tu púrpura hermosa, a detener un punto la ejecución del hado presurosa. El mismo cerco alado que estoy viendo riente, ya temo amortiguado, presto despojo de la llama ardiente. Para las hojas de tu crespo seno te dió Amor de sus alas blandas plumas, y oro de su cabello dió a tu frente. ¡Oh fiel imagen suya peregrina! Dañóte en su color sangro divina de la deidad que dieron las espumas ¿Y esto, purpúrea flor, esto no pudo hacer menos violento el rayo agudo? Róhate en una hora, róbate licencioso su ardimiento el color y el aliento; tiendes aún 'no las alas abrasadas, y ya vuelan al suelo desmayadas. Tan cerca, .tan unida está al morir tu vida, que dudo si en sus lágrimas la aurora mustia tu nacimiento o muerte llora.

FRANCISCO DE RIOJA.

ANTOLOGfA. 4

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Vida de rosa.

Ayer naciste, ¡y monras mañana l Para tan b:eve ser, ¿quién te dió vida? ¡Para vivir tan poco, estas lucida; y, para no ser nada, estás lozana l

Si te engañó tu hermosura vana, bien pronto la verás desvanecida porque, en esa hermosura, está escondida la ocasión de morir muerte temprana.

Cuando te corte la robusta mano, - ley de la agricultura permitida, grosero aliento acabará tu suerte.

No salgas, que te aguarda algún tirano; dilata tu nacer, para tu vida, que anticipas tu ser para tu muerte.

Luis DE GóNGORA.

~~~~~~ Letrilla lírica.

Rosal, menos presunción donde están las clavellinas, pues serán mañana espinas las que agora rosas son.

¿De qué sirve presumi?, rosal de buen parecer, si aun no acabas de nacer cuando empiezas a morir? Hace llorar y reír, vivo y muerto tu arrebol en un día o en un sol.

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Desde el Oriente al Ocaso va tu hermosura en un paso, y en menos tu perfección : Rosal, menos presunciór. donde están las clavellinas, pues serán mañana espinas las que agora rosas son.

No es muy grande la ventaja que tu calidad mejora : si es tus mantillas la aurora, es la noche tu mortaja.

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caballera de un terrón : No hay florecilla tan baja que no te alcance de días; y de tus caballerías, por descendiente de la Alba, se está riyendo la malva,

Rosal, menos presunción donde están las clavellinas, pues serán mañanas espinas las que agora rosas son.

A unas rosas.

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FRANCISCO DE QUEVEDO.

Éstas, que fueron pompa y alegría, despertando al albor de la mañana, a la tarde serán lástima vana, durmiendo en brazos de la noch~ fría;

Este matiz, que al cielo desafía, iris listado de oro, nieve y grana, será escarmiento de la vida humana : ¡tanto se aprende en término de un día!

A florecer las rosas madrugaron, y para envejecerse florecieron; cuna y sepulcro en un botón hallaron;

tales los hombres sus fortunas vieron en un día nacieron y expiraron; que pasados los siglos, horas fueron.

A una rosa.

CALDERÓN DE LA BARCA.

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Fresca, lozana, pura y olorosa, gala y adorno del pensil florido, gallarda, puesta sobre el ramo erguido, fragancia esparce la naciente rosa;

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8Ú ANTOLOGÍA DE MOTIVOS POÉTICOS

,mas si el ardiente sol lumbre enojosa vibra del can en llamas encendido, el dulce aroma y el color perdido, sus hojas lleva el aura presurosa.

Así brilló un momento mi ventura en alas del amor, y hermosa nube fingí tal vez de gloria y de alegría;

mas ¡ay! que el bien trocó se en amargura, y deshojada por los aires sube la dulce flor de la esperanza mia.

JosÉ DE EsPRONCEDA.

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Las rosas.

Nacieron las rosas, nacieron galanas : ternura de cielo con lumbre de sol, y fué en el auspicio de dulces mañanas. Nacieron las rosas, nacieron· galanas :

¡Amor, siempre amor!

Crepúsculos de oro. Triunfaron 1as rosas, palpita borracha de luz la creación ... ¡Bebed de su néctar, bebed, mariposas! Sus vinos sagrados ofrecen las rosas :


El polen dorado surgió en los estambres y fué· en los pistilos una bendición ... ¡Qué zumbe la vida como los enjambres! El polen dorado brotó en los estambres,

¡Amor,· siempre amor!

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Claveles.


Estío, el rey de oro, tendió ya sus alas; un hierro candente semeja el buen sol. Y lloran las rosas ma:rchitas sus galas ... Estío, el rey de oro, tendió ya sus alas :


Cayeron las rosas; cayeron muy lentos los breves despojos de tanta pasión. Así los vi un día, rodando muy lentos ... ............................. ·-· ... Y aun en la fronda cantaban los vientos :

¡Amor, siempre amor

LEOPOLDO MARECIIAL.

~~~~~~

En su carro de fúlgidos corceles la diosa de la luz viene riendo, y ante sus pies se va desenvolviendo una brillante alfombra de claveles.

Hoza, al pasar, la diosa sus pinceles en las corolas que .se van tendiendo, y de matices váse revistiendo el florido rodar de sus tropeles.

Con nota viva el de carmín entona, con púrpura diseña el de corona, viste el pajizo de color dorado,

baña al de fuego con ardiente tinta, y sacudiendo los pinceles, pinta el profuso clavel disciplinado.

SALVADOR RUEDA.

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Bouquet. Mar garitas .

Verde está la pradera, toda verde, de un verde reverdecido donde risueña a trechos ha florecido en toques de oro y nieve la Primavera.

Rosas.

Color del oro pálido, , rosas como la carne,

blancas como la nieve, rojas como la sangre.

Son hermanas y no se asemejan; algunas tienen un encanto suave y otras destilan un hechizo de seno fresco y palpitante.

Todas son femeninas, todas son codiciables, todas son tentadoras

y ellas, coquetas, bien lo saben.

JESÚS GARCÍA DE Dr1wo.

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La encina y el rosal.

- Mezquina es tu existencia -a un humilde rosal dijo una encina, - pues arrastras, al par de mi opulencia, tu existencia mezquina.

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·t PRIMERA PARTE. - LA NATURALEZA 83

De una santa en las fiestas placenteras bajaron a coger unos pastores ramaje de la encina para hogueras y del rosal, para la imagen, flores.

Ornó el rosal la imagen peregrina y entonces me presumo que, mirando en la hoguera arder la encina, exclamó al darle el humo :

- No afrentes al humilde con tu fausto que el día de la prueba, en acto innoble, con ignonimia doble tal vez sirvas de incienso al holocausto.

RAMÓN DE CAMPOAMOR.

Decir /lores es decir poesía. No hay ser humano predispuesto a las exaltaciones líricas que no se sienta cautivado por el misterio concentrado en el organismo de una flor. De todas ellas es la "rosa'', reina de las flores, la que ha tenido y tiene el homenaje lírico más ferviente e incondicional. Por eso hemos preferido formar este ramillete con poesías inspiradas en la "rosa". Francisco de Rioja la canw en la silva más bella e inspirada que ha salido de su ¡;luma. Góngora analiza la" Vida de la Rosa" en un soneto de una preclara y espontánea sencillez que sugiere un estilo intermedio entre las extremosidades opuestas de su inquieta modalidad lírica. El soneto de Calderón es una inspiradísima elegía que se recuerda siempre ante los pétalos desprendidos de la primorosa reina de los jardines. Circunstancia digna de observarse es la invariable coincidencia de los poetas de todos los tiempos y escuelas en cantar de las ros.is su vida efímera y el contraste alucinante de su belleza cautivadora con el riesgo de sus acechantes espinas.

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84 ANTOLOGÍA DE - MOTIVOS POÉTICOS

El Fuego. JJl Fuego.

. Espíritu inmortal. ¡Fuego divino! sdplo alado de génesis eternos; fragua, lumbre y calor dt· los infiernos donde forja los mundo~ del Destino.

Claridad, atracción, ala y camino de planetas y soles sempiternos, y del ser, en los átomos internos, vida y conciencia individual y sino.

De amor y genio, inextinguible llama; de ira y sublimes arrebatos, tea; ascua que el hierro del dolor aplica.

Vívido aliento volador que inflama, incendia, alumbra. resplandece, crea, y devora, consume y purifica.

CÉSAR BoRJ A.

En _este magistral soneto de estructura clásica y de moderna concepción ideológica, el ¡011en poeta ecuatoriano, César Borja, hace una bella síntesis Lírica. sobre el ponderable elemento de la naturaleza, como atributo de belleza y fuente de emoción en el concierto de los motivos líricos.

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PRIMERA PARTE. -" LA NATURALEZA 85

Los J nsectos.

La mariposa. <1J

¿ De dónde alegre vienes ün suelta y tan festiva, 1 os valles alegrando, veloz mariposilla? ¿ Por qué en sus lindas flores no paras, y tranquila de su púrpura gozas, sus aromas aspiras? Mírote yo, ¡mi pecho sabe con cuánta envidia. De una en otra saltando más presta que la vista. Mírote que en mil vuelos las rondas y acaricias; llegas, las tocas, pasas, huyes, vuelves, las libas. De tus alas entonces la delicada y rica librea se desplega, y al sol opuesta brilla : Tus plumas se dilatan, tu cuello ufano se hincha; tus cuernos y penachos se tienden y se rizan. ¡Qué vivos y colores! ¡Qué púrpura tan iina ! ¡Qué nácar, azul y oro te adornan y matizan! El sol, cuyos cambiantes te esmaltan y te animan,

contigo se complace y alegre en ti se mira. Los céfiros te halagan; las rosas a porfía sus tiernas hojas abren, y amantes te convidan. Tú empero bulliciosa, tan libre como esquiva, sus ámbares desdeñas, su seno desestimas. Con todas te complaces, y suelta y atrevida, feliz de todas gozas, ninguna te cautiva. Ya un lirio hermoso besas; ya inquieta solicitas la coronilla, huyendo tras un jazmín perdida. El fresco alhelí meces a la azucena quitas el oro puro; y saltas sobre una clavellina. Vas luego al arroyuelo, y en sus plácidas linfas, posada sobro un ramo te complaces y admiras. Mas el viento te burla, y el ramillo retira, o salpica tus alas si hacia el agua lo inclina.

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Así huyendo medrosa tr tiendes .divertida lo largo de los valles que abril de flores pinta. Ahora el vuelo abates, ahora en torno giras, ahora entre las hojas te pierdes fugitiva.

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¡ Felice mariposa! Tú bebes de la risa del Alba, y cada instante placeres mil varía·s. Tú adornas el verano; tú a la vega florida llevas con tu inconstancia el gozo y las delicias.

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MELÉNDEZ VALDÉS.

Allá van, allá van las festivas, las que ríen en fúlgida ronda sobre el cáliz azul de los lirios, sobre el blanco matiz de las rosas.

Allá van, allá van las festivas, las que surcan el aire y se posan en las níveas campánulas frescas, en el borde sutil de las hojas.

Son joyeles de oro y rubíes, son bandadas de piedras preciosas, son destellos vivaces que ondulan al sonoro reír de lc.\S frondas.

En un pétalo frágil dormitan, y al surgir en Oriente la aurora se levantan las niñas inquietas como un haz pintoresco de notas.

Saltan unas cual rosas de nieve, como besos de lumbre las otras, como rimas espléndidas muchas, y cual vivos relámpagos todas.

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"'/..Mariposa.


En fantástico enjambre llamean, respirando exquisitos aromas, esas lindas viajeras del aire que se llaman ¡oh luz! mariposas.

Y un momento no más se columpian y en los tiernos capullos retozan, y en polvillo de oro se truecan de improviso las vírgenes locas.

Así pasan ¡Dios mío! las blancas ilusiones que el alma se forja, y el placer, y el deleite, y la dicha, y la lumbre fugaz de la gloria.

Allá van, allá van las risueñas, allá van en fantástica ronda las que brillan tan sólo un instante, las que viven tan sólo una aurora.

¡Oh inefables visiones de un día, oh esperanzas que el viento deshoja, oh quimeras ardientes del alma, mariposas de luz sois vosotras!

GONZALO PICÓN FEDRES.

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En tu aposento tienes, en urna frágil,

cielos de tarde, o brillos opalinos de alas süaves; clavadas mariposas

que, si brillante rayo de sol las toca parecen nácares o pedazos de cielo

y alli están las azules hijas del aire fijas ya para siempre, las alas ágiles,

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las alas peregrinas de ignotos valles que como los deseos . de tu alma amante a la aurora parecen

resucitarse, cuando de tus ventanas las hojas abres y da el sol en tus ojos y en los cristales.

JosÉ ASUNCIÓN SILVA.

~~~~~~ La mariposa. <3J

Vuela, vuela, vuela, mariposa loca; párate en las floi-es, párate en las hojas.

Por el golfo de oro de la ardiente atmósfera resbala trazando figuras ilógicas.

Hélices del viento son tus alas prontas, que reman en mares de lirios y rosas.

Polvo de colores tu túnica entolda, y el sol con sus hilos la teje y la borda.

Párate en las flores párate en las hojas; vuela, vuela, vuela, mariposa loca.

De la pasionaria bella y dolorosa, pósate en los clavos que el cáliz adornan.

Salta a los martillos poblados de aljófar que hay de la azucena en la blanca copa.

Vuela a los jazmines que en la reja asoman, y sobre ellos tiende tus alas sedosas.

De la campanilla entra en su corola, y en su azul columpio mécete gozosa.

Pasa resbalando por las zarzamoras, salva las espinas y besa las hojas.

Tiembla en los claveles, titila en las rosas, palpita en las juncias y en los lirios flota.

Gira, corre, pasa por las flores todas, vuela, vuela, vuela, mariposa loca.

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PRIMERA PARTE. - .LA NATURALEZA

Cuida que en sus hilos las arañas toscas no enreden tus alas de piedras preciosas.

Cuida que las manos que a prenderte corran, no toquen el polvo que tu cuerpo dora.

Gira siempre rauda, cruza siempre airosa, vuela, vuela, vuela, mariposa loca.

De la luz prodigio, tus alas vistosas se mueven y giran, se alejan y tornan.

En tu cuerpo llevas nn himno de notas

doradas y azules, moradas y rojas.

Si las alas juntas,, espíritu toda; nada en el espacio ocupa tu forma.

La luz te ha tejido de sedas hermosas, y la fantasía tiene en ti su gloria.

Arto por el arte, tu tendencia sola o3 sor bella y pura, es sor mariposa.

Girá, corre, pasa por las flores todas; anda, vuela, vuela, mariposa loca.

SALVADOR RUEDA.

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La cigarra. < 1>

¿No sabes la historia de esa calumniada por tantas odiosas lenguas enemigas? ... Mientras liba y canta de luz embriagada, le muerden las alas voraces hormigas ...

Le muerden las bellas alas temblorosas, le roban la savia que liba cantando; hasta que, hostigada por las envidiosas, la frágil cantora se aleja volando ...

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Tal es su destino ... , vagar, perseguida, por las altas ramas y cantar a solas, mientras el estío renueva la vida, y céfiro mueve las tiernas corolas.

¡Lírica cigarra! ¡Fugaz armonía, vibración alada de dichas y penas t ¡Tu canto es tu propio pan de cada día; carne de tu carne, sangre de tus venas!

Las cigarras.

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JUAN CARLOS DÁVALOS.

Con la aurora estival rompe su coro. La seda azul del sueño hacen harnero. Cascabeles del sol cuyo pandero las despilfarra en cáscaras de oro.

Asolando las mentas y las malvas, el creciente calor flagra su dardo, y cada una, así' herida, es un petardo con que gasta el amor pólvorá en salvas.

Bajo la paz del campo que se dora como el pan, al rescoldo de la siesta, parece que el estío en ellas tuesta sus gárrulas castañas a deshora.

Dando al clásico ripio el "vano alarde" de habernos aturdido todo el día, en su ya fatigado son chirría la lejana carreta de la tarde.

Cuando en quietud de especular laguna el plenilunio cálido alucina, · entorchan su bordón de plata fina para el laúd ebúrneo de la luna.

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Y todavía, en obstinado roce, la más ronca y urgente del enjambre, finge con su timbal cascado alambre de péndola que está por dar las doce.

II

Ya el tordo ministril canta en las vides; pulsan en el estanque claras glotis, y las dulces pupilas de miosotis dicen con su celeste "no me olvides".

La blonda madurez de la algarroba peina bucles de sol; se almizcla el chivo; y como joven cabra, en su aire esquivo, seduce la ,que fué zagala boba.

El almíbar frutal bulle en la paila; guiña mil ojos el racimo negro; y al ritmo de su más inflado alegro, borracho el Carnaval insulta y baila.

Todo eso está en el coro paladino que con ardor viril al sol saluda (porque madama la cigarra es muda a pesar de su sexo femenino).

Así el buen cigarrón templa su solo - feliz marido, como dice Lo pe -con él acendra el mosto y el arrope, y aspira a una hoja del laurel de Apolo.

Por esto en la guirnalda que les trenza, confunde el arte eclógico sus ramos : Anacreonte da· rosas de Samos, y Mistral mejorana de Provenza.

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III

Fútil cantora, sonora cigarra, en la alegría de tu aire pueril, crispa su prima sutil mi guitarra, bate su parche mi azul tamboril.

LEOPOLDO LuGONES.

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El grillo.

Música porque sí, música vana como la vana música del grillo, mi corazón eclógico y sencillo se ha despertado grillo esta mañana.

¿ Es este cielo azul de porcelana? ¿ Es una copa de oro el espinillo? ¿O es que en mi nueva condición de grillo veo todo a lo grillo esta mañana ?

¡Qué bien suena la flauta de la rana!. .. Pero no es son de flauta : es un platillo de vibrante cristal de a do desgrana

gotas de agua sonora. ¡Qué sencillo es a quien tiene corazón de grillo interpretar la vida esta mañana!

CoNRADo NALÉ RoxLo.

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La danza de las moscas.

PRIMERA MOSCA

Zum ... , zum, zum, zum. Yo soy la mosca azul.

¿Queréis que vuele, queréis que salte? Mis alas son de tul, y mi cuerpo de esmalte.

SEGUNDA MOSCA

Zum ... , zum, zum, zum. Mi cuerpo es un tésoro,

mi vestidura brillante y rica ¡yo soy la mosca de oro, que zumba y que pica!

TERCERA MOSCA

Z um ... , zum, zum, zum. Aunque no soy hermosa,

todo me agrada, todo me alegra. Vuelo del fango hasta la rosa. Y me llamo la mosca negra.

LAS TRES MOSCAS.

Zum ... , zum, zum, zum . Tenemos bruñida la fúlgida veste,

venimos zumbando con alas de seda. Y como nosotras llevamos la peste, por donde pasamos la muerte se queda .

¡ Las alas de seda! ¡La fúlgida veste!

Zum .. ., zum, zum, zum, m ni m.

ERNESTO MARIO BARREDA.

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9~ ANTOLOGÍA DE ll!OTIVOS POÉTICOS

Las hormigas. <5J

¡Procesión de hormigas junto al caserío, procesión de hormigas en el bosque umbrío, procesión de hormigas por el sembradío ...

llegan hasta el río! Idas y venidas de los hormigueros. - Señoras hormigas, ¿por qué tanto afán?

- Hermano romero, ganamos el pan :

llevamos granitos a nuestro granero. Haz como nosotras, de tu pan hodierno, ¡que es muy triste y duro, sin pan, el invierno!

J. LANCHARES REY.

~~~~~~ La Abeja.

Miniatura del bosque soberano y consentida del vergel y el viento, los campos cruza en busca de sustento sin perder nunca el colmenar lejano.

De aquí a la cumbre, de la cumbre al llano siempre en ágil, continuo movimiento, va y torna, como lo hace el pensamiento, de la colmena del cerebro humano.

Lo que saca del cáliz de las flores, lo conduce a su celda reducida, y sigue sin descanso sus labores.

Sin saber, ¡ah!, que en su vaivén incierto lleva la miel para fa amarga vida, y el blanco cirio para el pobre muerto.

ENRIQUE ÁLVAREZ HE:\'IAO.

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Pr.IMERA PARTE. - LA NATURALEZA 95,

Las arañas y los gusanos de seda.

- "¿Cuántos son tus hijos?" - Dios dijo a la araña. - "¿Cuántos son mis hijos? Míralos aquí..." - \

y mientras huían por leves alambres, contó, uno, diez, veinte, treinta, ciento, mil.

Por los luminosos alambres rientes que leves brillaban heridos del sol, cual titiriteras se iban deslizando las locas arañas como una visión.

- "A hilar, hijas mías, a hilar presurosas ... " y de alambre a alambre del vivo metal, empezó el gran baile de raudas madejas a tender los hilos del amplio telar.

Los husos veloces hilaron la randa, las ruecas bailaron su danza veloz, y atóse una hebra, y atórn otra hebra, y ataronse miles y atóse un millón .

- "Muy bien, hijas mías : habéis fabricado con suma presteza Ja red del tapiz." Por todos los hilos corrieron cien iris latiendo y temblando con largo·. reír ...

Mas cruzó una ráfaga furiosa de viento y agitó los cables con tal confusión, que arrolló la ardiente madeja del toldo y en grandes jirones sus fibras rompió.

- "Se ha roto, hijas mías, la esplrmdida hamaca, a vestir con otra la red de metal : " -los husos movibles bailaron de nuevo, las ruecas volvieron de nuevo a bailar.

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Y poI" los sutiles, alambres rientes, el tropel diabólico de arañas cornó, y quedó la hamaca de nuevo prendida cual toldo temblante de líneas de sol.

Paseó la brisa su manto invisible, sacudió violenta su libre cendal, y las mil amarras del velo prismado volvieron, heridas, de pronto a saltar.

Y tornó la nueva tarea incesante, y vuelta a romperse las hebras del tul, y tornó la danza veloz de la,s ruecas, y volvió a rasgarse la hamaca de luz.

* * * Detrás condujeron en lechos de cañas

los bellos gusanos de seda, el telar, y,con tardo ritmo movieron los hilos para hacer la trama lujosa de un chal.

Vibró el compás lento, corrió el tiempo tardo, y al cabo tejieron el haz del mantón; sacudiólo el viento con rabia imponente · y ni un hilo solo del chal se rompió.

E igual que un milagro de tela bordada brilló el deslumbrante cendal de tisú, y cayeron risas de Dios en sus hebras por las que corrieron en olas de luz.

SALVADOR RUEDA.

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PRIMERA PARTE. - J;,A NATURALEZA 9;7

_Origen de las pulgas.

Reverberaba el sol esa mañana y Cristo con San Pedro de bracero, sin miedo a la terrible resolana iban por el otero, charlando mano a mano, tú por tú, sobre el modo más certero de hacer la dicha del lfnaje humano.

·A la sombra de un árbol corpulento muellemente tendida, viendo volar las moscas ciento a ciento, estaba una mujer, moza lucida, de labios de coral, cutis de nieve, de ésas que en punto a edad, sin miramiento a que mentir es cosa inoportuna, plántanse en veintinueve como el buen jugador de treinta y una, De mujeres poblado se halla el mundo que al treinta tienen un horror profundo~

San Pedro se detuvo, y campechano la dijo : - Di, mujer, ¿qué haces ociosa? ¿Qué? ¿No sabes hilar? - Poquita cosa. Cuando arrecia el verano prefiero estarme mano a mano. Ruede, ruede la bola, y siga yo tumbada a la bartola.

El Divino Maestro, de Dios hijo, miróla sonriente. - De lo malo y vicioso - la dijo -madre es la ociosidad. Te haré un regalo

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que te ocupe y distraiga humildemente . La pereza sacude ... ¡ea! entretente. Ráscate si te pica do te pique. Sigamos Pedro, y basta de palique.

* * * Y Dios creó las pulgas ese- día,

microscópicos seres, en cuya cacería han sido y son tan diestras las mujeres.

RICARDO PALMA.

(1) El espíritu, más subjetivo que analítico, de los poetas clásicos sólo hallaba inspiración en los insectos alados, como las mariposas, cuya belleza efímera ha servido para sugerir pensamientos hermosos sobre flaqunas y desencantos de la rida humana. Obsé,rvese la fina 1J sutil espiritualidad con que Menéndez Valdés describe en esta endecha la actividad gracil e inquieta de la m:iriposa .

(2) En la ronda ondulante de las mariposas, el poeta venezolano re la imagen de las ilusiones que invaden el alma y la desesperanza desvanece.

(3) El _metro exasílabo, ágil y breve, sirve a Rueda para describir con singular acierto la inquietud versátil de la mariposa.

(4) Este insecto ocioso, pero de extraña condición lírica, tiene apasionados cantores. Dávalos dedícale unas estrofas de hondo y sentido pensamiento. La canción de Lugones es de otra índole, descriptiva, musical; es una bella página anacreóntica llena, sin embargo, de modernidad.

(5) Des.de que la entomología ha· llegado a comprobar la maravillosa conformación orgánica de ciertas especies y su utilidad positiva en la armonía del mundo, también las hormigas, las abejas, las arañas han encontrado cantores en los poetas de culturl!t moderna que saben exprimir belleza y emoción en todos los resortes de la rida integral.

Al Mar:


El Mar.

Apacible, tranquilo, nada augura fiereza y dolor en ti; todo qonvida, como los brazos de mujer querida, a gozar de tu plácida hermosura.

La playa lejos, la traición segura, te alzas hasta abatir la nave erguida, la besas, nuevo Judas, en la herida y niegas a los muertos sepultura.

Tus ondas fingen el celeste manto y secan las campiñas más hermosas y de la sed hostigan el quebranto.

Amargas son tus ondas procelosas ... ¿No lo han de ser si tu alimento es llanto de náufragos, de madres y de esposas?

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CARWS CoELLO.

Canción de la orilla del mar.

Sí. Me gusta entre espumas de plata ver la ola deshecha saltar. Y la sombra de cinc que dilata la nube viajera en el mar.

Y ese vuelo en que va la gaviota tras las barcas con sesgo volar. Y la ola que baña y azota las peñas a _orillas del mar.

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Al Mar.

Y tenerla muy cerca de mi alma. Y poderla querer y amparar. Y tener en el alma esa calma de este arroyo que muere en el mar.

¡Ah, como este raudal que desagua, yo quisiera mi vida entregar a la fiesta del aire y del agua, a los sueños del cielo y del marl...

ARTURO CAPDEVILA.

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Te admiro ¡oh mar J si la movible arena besas rendido al pie de tu muralla, o si bramas furioso cuando estalla la ronca tempestad que el mundo atruena.

¡Cuán majestuosa y grande, si serena! j Cuán terrible si agitas en batalla pugnando por romper tu errante valla, con cólera de esclavo tu cadena!

Tienes, mar, como el cielo, tempestades; de mundos escondidos prodigiosa suma infinita que tu mole oprime;

Y son tu abismo y vastas soledades, como imagen de Dios, la más grandiosa; como hechura de Dios, la más sublime.

R. M.ª BARALT.

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l(Al viento y al mar .

Poco 'sé decir, poco sé pensar : al viento y al mar les voy a pedir mi nuevo cantar. ¡Al viento y al mar!

Al agua y al viento fío el pensamiento de mis· nuevas rimas,

(¡oh mar, cuéntame un cuen· o!) A Ja onda enorme y a la racha informe, a cimas y a simas.

¡Oh viento, compad e de mi veleidad ! ¡Oh gran onda, madr J

de la humanidad! Quiero, viento y onda, vuestra poesía ...

(¡Viento, cuéntame un cuento!)

¡Oh mar, dame un.ritmo de belleza rara, dame tu sal para mi desabrimiento

y un rumor que arrulle mi melancolía!

Noche de Mar.

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AMADO ,NERVO.

¡Cuántas noches a cantar desciendo hasta la ribera, donde un recuerdo me espera como saliendo del mar!...

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¡Amo el vaivén del oleaje; la bruma de tristes galas : el golpe de ignotas alas entre el espumoso encaje;

el rugido que apostrofa; el cielo gris; y el fanal, que es como el punto final de toda la enorme estrofa!

Amo el lucero prendido al manto real de la noche : · recuerdo que entreabre el broche en las fauces del olvido.

Cada estrella es un recuerdo que el sol a la noche envía : por eso hoy, que en la sombría mansión del dolor me pierdo,

¡ hoy que voy loco y sin calma buscando mi propia huella, si un recuerdo es cada estrella una vía láctea es mi alma!

Cuando se pierde una gloria, el alma, vuelta al ayer, debe también aprender a soñar con la memoria;

que así visto el pensamiento . más bello y límpido es, cual si pasara a través de una gran luna de aumento.

Por eso bajo a soñar de noche hasta la ribera, donde un recuerdo me espera como saliendo del mar ...

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Es ella la que el acorde puso en mis versos de amor. Yo fuí el vaso; ella el licor, ¡y el licor llegó hasta el borde!

Afinada nota a nota su alma estaba con la mía : d amor es harmonía : el desdén es cuerda rota.

Un día huyó. La vi huir hacia su país lejano : ¡alguno, yo o el océano, no debería existir!

Esa noche, en esta playa, entre el lóbrego capuz, vi a lo lejos una luz trazando una inmensa raya ...

Era la nave traidora en la que mi amada huía un lucero parecía que iba en pos de alguna aurora.

¡Oh noche de negro espanto! Era como ésta; lo mismo el fanal en el abismo como una gota de llanto.

¡Ahí está r y aunque arrancar pudiera yo en mi dolor la ancha página del mar, ¡nunca podría enjugar esa lágrima de amor!

JOSÉ SANTOS CHOCANO.

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Al Mar.

El mar tan juguetón y tan sereno, parece un niño bueno. En la orilla nos brinda su sonrisa más grata, . y brinda al peine de oro del Sol, rizos de plata, de entre las olas saltan ágiles pececillos del color del acero, afilados cuchillos con los que el mar alegra sus ocios singulares haciendo barajadas y juegos malabares.

EMILIO FRUGONI.

El mar ha inspirado muchos y magníficos poemas. Ningún panorama de la Naturale::;a más propicio al éxtasis contemplativo en sus múltiples y complejos aspectos; de ahí que hayan vibrado en su homenaje las más diversas cuerdas de la inspiración lírica. Todos los vates que cantan al mar lo hacen bajo emociones hondas y personales; todos, sin embargo, coinciden en el sentido admirativo y en reconocer la rolubilidad y perfidia del grande y misterioso elemento.

Omitimos incluir muchos de los famosos poemas inspirados por el mar, porque ellos solos formarían un volumen.

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PRIMERA PARTE. - LA NATURALEZ'A 105

La Noche, la Luna y las Estretlas.

Noche Serena.11)

Cuando contemplo el cielo de innumerables luces adornado, y miro hacia el suelo de noche rodeado, · en sueño y en olvido sepultado;

El amor y la pena despiertan en mi pecho una ansia ardiente; despiden larga vena los ojos hechos fuente; la lengua dice al fin con voz doliente ·

Morada de grandeza, templo de claridad y de hermosura, mi alma, que a tu alteza nació, ¿qué desventura la tiene en esta cárcel baja, obscura?

¿Qué mortal desati,no de la verdad aleja así el sentido, que de tu bien divino olvidado, perdido, sigue la vana sombra, el bien fingido?

El hombre está entregado al sueño, de su suerte no cuidando (2

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y con paso callado, el cielo vueltas da~do, las horas del vivir le va hurtando.

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106 . ANTOLOGÍA DE MOTIVOS PO~TICOS

¡Ay! despertad, mortales; mirad con atención en vuestro daño; ¿las almas inmortales hechas a bien tamaño podrán vivir de sombra, y sólo engaño?

¡Ay i levantad los ojos a aquesta celestial eterna esfera, burlaréis los antojos de aquesa lisonjera vida, con cuanto teme y cuanto espera.

¿ Es más que un breve punto el bajo y torpe suelo, comparado a aqueste gran traspunto, do vive mejorado lo que es, lo que será, lo que ha pasado?

Quien mira el gran concierto de aquestos resplandores eternales, su movimiento cierto, sus pasos desiguales, y en proporción concorde tan iguales.

La luna como mueve la plateada rueda, y va en pos de ella la luz do el saber llueve, y la graciosa estrella de amor le sigue reluciente y bella .

Y como otro camino prosigue el sanguinoso Marte airado, y el Júpiter benino de bienes mil cercado serena el cielo con su rayo amado :

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Rodéase en la cumbre Saturno, padre de los siglos de oro, tras él la muchedumbre del reluciente coro su luz va repartiendo y su tesoro.

¿ Quién es el que esto mira, y precia la bajeza de la tierra, y no gime y suspira por romper lo que encierra el alma, y de estos bienes la destierra?

Aquí vive el contento, Aquí reina la paz; aquí asentado en rico y alto asiento está el amor sagrado

. de la honra y deleites rodeado.

Inmensa hermosura aquí se muestra toda; y resplandece clarísima luz pura, que jamás anochece; eterna primavera aquí florece.

¡Oh campos verdaderos! ¡Oh prados con verdad frescos y amenos! ¡ Riquísimos mineros! ¡Oh deleitosos senos! ¡ Repuestos valles de mil bienes llenos!

FRAY Lurs DE LEóN.

~~~~~~ Noche pura.

No che celeste y clara, noche de terciopelo polar. Fino silencio la soledad inunda. Sobre el blanco tesoro de la noche profunda tiembla la inmensa mano de zafiro del cielo.

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1_08 ANTOLOGÍA DE MOTIVOS POÉTICOS

Suéñase que la luna magnífica se ha roto en mil ópalos sobre la ciudad transparenk. Como un ala de esquiva libélula se siente el céfiro. Las rosas dan un perfume ignoto.

El dolor es apenas aletargada ausencia. La paz que alivia al mundo cuando el hombre reposa

. está de noche de Octubre, cálida y luminosa, el corazón embriaga de tímida inocencia.

¡Oh santidad lejana de la sombra extendida piadosamente, bajo los astros virginales! De esas pestañas místicas lágrimas inmortales caen sobre la trémula ciudad adormecida.

Noche de Luna.

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ARTURO VÁZQUEZ CEY

Cuando el destello de esa luz tranquila baña las sombras de la noche en calma,

· perdida en los espacios mi pupila, hermana de la mía busca otra alma.

Me remonto, soñando, a otro hemisferio, a buscar otros seres que he perdido; yo sé dónde están, y es un misterio el lazo que en el mundo nos ha unido.

¡Qué hermosa estás, oh luna transparente, vertiendo con tu luz melancolía! Esos rayos que lanzas a mi frente hieren con un recuerdo el alma mía.

No hay más que un solo amor, eterno, santo,' puro como esa luz, como ese cielo ... ¡Madre!, ¡yo te perdí!, mas te amo tanto que sólo es tu recuerdo mi consuelo.

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Cuando veo esa luna cómo gira y su suave· fulgor en mí destella, yo creo que es mi madre que me mira, y en éxtasis de amor hablo con ella.

LUIS RODRÍGUEZ VELÁZQUEZ;

Oración a la Luna.

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Dios te bendiga luna ... Dios bendiga tu frente más blanca que las clámides blanquísimas de Oriente.

Dios te llene de gracia; madrina de mis penas que por el cielo flotas en las noches serenas,

durmiéndote al encanto de parques y jardines llenos de blancas rosas, de nardos, de jazmines ...

¡Oh novicia romántica de mis sueños mortales; por ti cantan los pájaros en las noches vernales l

Por ti llevan las aguas fantásticos tesoros, y lloran las corrientes con arpegios sonoros.

Por ti dejan las rosas purísimas y leves sus fragantes aromas ... Por ti las blancas nieves

son más blancas y puras ... Por ti flotan leyendas en los viejos alcázares, y las floridas sendas

se cubren de impalpables visiones encantadas donde viven las muertas ilusiones amadas ...

¡Oh luna geritilísima! Blanca luna de seda que en la noche te cubres con el manto de Leda

y contemplas tu faz en la muerta laguna ... ¡Oh luna misteriosa! ¡Oh fantástica luna!

ANTOLOGÍA 5

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yo te canto mis dulces madrigales en flor, y ante ti soy el blondo romero del amor

que soñando venturas, te cuento los dolores que nacen en mis trágicos jardines interiores.

En honor a tus gracias gentiles y divinas vienen las ilusiones como las golondrinas,

y levantan sus alas en magnífico vuelo para besar tu "frente bajo el azul del cielo.

Bella luna romántica que tiendes los fluidos jirones de tu manto por los valles floridos,

los montes y los mare~ ... Alba luna que mueves floraciones de luz sobre las blancas nieves,

y llenas con los besos de tu melancolía los tristes cementerios y la sierra bravía.

Yo adoro tu sonrisa gentil y seductora; extasiado contemplo tu semblante que llora,

y al evocar la dulce primavera perdida entona mi tristeza la canción de mi vida.

¡Luna blanca y fantástica! Ostia de comunión en cuyo altar de ensueño pongo mi corazón.

Sólo pido que escuches los amargos cantares que son - bajo tu encanto - la voz de mis pesares;

y cuando ya no sientas la triste serenata, ¡que llores en mi tumba con tu llanto de plata!

ANTONIO PÉREZ VALIENTE.

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Canción de la luna aldeana. <3J

Luna, cándida hermana, magnolia celestial, en la noche aldeana nirvana pradial.

Luna : azucena, Luna : candor, María Magdalena del dolor.

Blanqueas de sosiego los rosales en flor, mientras duerme el labriego su sueño solariego de fatiga y de amor.

Luna : cándida hermana, magnolia celestial, en la noche aldeana, nirvana pradial,

Es el arca, tu espejo de toda salvación, del pobre un melgarejo, del tímido un consejo, del hambre, requesón.

Luna : azucena; luna : candor; María Magdalena del dolor.

Luna, tambor de plata para la serenata (lel doncel. Y si no hay estrellas aguardan las doncellas que te vuelvas de miel.

Luna: cándida hermana, magnolia celestial, en la noche aldeana nirvana pradial.

Luna : azucena; luna : candor; María Magdalena del dolor.

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La luna" de miel .

En la luz que reverbera la hechicera de los cielos, ven el sol de su quimera los corazones gemelos.

Vibra Ensueño en el fulgor del noctámbulo joyel, y, en sus destellos, Amor liba dulzuras de miel.

Y en el delirio absorbente que las almas encadena, un trágico interrogante

perturba el afán creciente : ¿ Por qué toda dicha plena tiene su fatal menguante? ...

TIRSO LORENZO.

**~~ Las estrellas.

Estrellas que entre lo sombrío de lo ignOTado y de lo inmenso, asemejáis en el vacío jirones pálidos de incienso; nebulosas que ardéis tan lejos en el infinito que aterra, que sólo alcanzan los reflejos de vuestra luz hasta la tierra; astros que en abismos ignotos derramáis resplandores vagos, constelaciones que en remotos

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tiempos adoraron los magos; millones de mundos lejanos, flores de fantástico broche, islas claras en los oceanos sin fin ni fondo de la noche : ¡estrellas, luces pensativas!, ¡estrellas, pupilas inciertas!; ¿ Por qué os calláis si estáis vivas, y por qué, alumbráis si estáis muertas?

JosÉ AsuNc1óN SILVA. ~¡!MM

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Promesa a las estrellas.

Ojitos de las estrellas, abiertos en un oscuro terciopelo; desde lo alto,

¿me veis puro ?

Ojitos de las estrellas, prendidos en el sereno cielo, decid : desde arriba,

¿me halláis bueno?

Ojitos de las estrellas, de pestañita dorada, os diré : ¡tenéis muy suave

la mirada!

Ojitos de las estrellas, de pestañitas inquietas, ¿por qué sois azules, rojos

y violetas?

Ojitos de la pupila curiosa y trasnochadora, ¿por qué os borra con sus rosas

la aurora?

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11~ ANTOLOGÍA DE MOTIVOS POÉTICOS

Ojitos, salpicaduras de lágrimas o rocío, cuando tembláis allá arriba,

¿es de frío?

Ojitos de las estrellas, postrado en la tierra, os juro que me h~béis de mirar siempre,

siempre puro.

GXBRIELA MISTRAL.

(1) En esta canción, Fray Luis de León nos hace gozar de nuera el deleite de su musa plácida y serena. Humana emoción contemplatira, que bordea el éxtasis dirino, suaremente, sin extrariarse en las raguedade9 de un misticismo lírico.

(2) La asonancia de las dos rimas, que se adrierte en esta estrofa es una incorrección en que cayó con frecuencia el sabio agustino, defecto tanto más de extrañar dada l·z admirable perfección constructira y rítmica de sus composiciones.

(3) El estilo esencialmente metafórico de esta composición, y su ritmo brere, relampagueante, que le imprime bella originalidad, coloca a Mta poesía en el capítulo de las audacias imaginatiras, sin caer por ello P,n el género de ciertos retorcimientos enfermizos que pretenden incorporarse a las escuelas del arte moderno.

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Al Sol.


El Sol.

Puro y luciente Sol, ¡oh qué consuelo al alma mía en tu presencia ofreces, cuando con rostro cándido esclareces la oscura sombra del nocturno velo l

¡Oh cómo animas el marchito suelo con benéfica llama, y cómo creces inmenso y luminoso, que pareces llenar la tierra, el mar, el aire, el cielo!

¡Oh Sol! Entra en la espléndida carrera, que el dedo te señala omnipotente al asomar por las eternas cumbres;

Y tu increado Autor piadoso quiera que desde oriente a ocaso eternamente pueblos felices en tu curso alumbres.

DroNrsro SoLÍs.

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Yo misma soy el Sol.

¡Divino Sol!... ¡Divino Sol l. .. Penetras en mi alma y en mi carne ... A tu llamada, me cubro de corolas como humano rosal... Y brotan, de mis labios, canciones y sonrisas; y es clara, como tuya, la luz de mis pupilas; y es dulce, como tuya, esta alma mía primaveral...

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¡ Divino Sol!. .. ¡ Divino Sol!. .. Y o quiero derramarme en los campos, y jugar con las frondas y madurar la mies ... Yo soy un sol humano que se derrama en cantos, y calientan las almas mis melódicos rayos. Y o misma soy el Sol, que, sobre el grande y negro panorama del alma, abre la luz en corolas, en cantos y esperanzas : ¡su sed inextinguible de Amor y de Piedad! ¡Extiendo mis dos manos, abiertas sobre el mundo, y de ellas br. ta en haces toda la luz solar! ...

¡Divino Sol!. .. ¡Divino Sol!. .. Hermano : súbeme a ti, ¡y contigo demos, a toda vida, su gracia primordial!. ..

LUISA LUISI.

~~~~~~ Sol de la tarde.

Sol de la tarde, hermoso patriarca del cielo, que la cima del monte besas como un abuelo que va a morir. La tarde, bella Samaritana, te unge de aromas para resucitar mañana; y a la sonrisa de la brisa, un laurel rosa da como una oración su rosa más hermosa.

Sol de la tarde, augusto sembrador que el tesoro de la luz nos envías como un trigo de oro a la tierra, que tiembla bajo el sagrado vuelo de la ·vital simiente que aventas desde el cielo con tu brazo solemne que el infinito abarca, ¡augusto Sembrador! ¡hermoso Patriarca!

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Sol de la tarde, buen amigo de los viejos aldeanos, que dan a los mozos consejos, y dirimen contiendas de riegos y forales, sentados en los poyos que hay bajo los parrales, como jueces de un tiempo en que jueces no había y era la tradición toda sabiduría.

Sol de la tarde, que ponías el refle; o de tu lumbre lejana, como un reír de viejo, en la torre de aquella casa, nido de hidalgos con aroma de mosto en el zaguán, y galgos atados en Ja puerta. La casa que fué mía de donde peregrino y pobre salí un día .

RAMÓN DEL VALLE lNCLÁN.

El Sol ha inspirado particularmente a los poetas románticos. Recordamos a tal respecto, como modelo, el "Himno al Sol" de Espronceda, extensa composición que figura en la edición de su~ Poesías Completas. Bajo su faz objetiPa y material sólo lo cantan los modernos, quienes, sin embargo, para ello, ante la majestad del esplendoroso padre de la Naturaleza, terminan también sintiéndose románticos.

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EL SER HUMANO

El Hombre~

El cántaro y el alfarero.

Y el Señor hizo al hombre como un cántaro para guardar el agua de la Vida, el puro soplo descansó en el barro y tuvo el infinito su medida.

Según la voluntad del alfarero el destino del cántaro se labra, anima el polvo misterioso acento y produce el "vacío" su palabra.

Pero a veces quebrada es la vasija, de modo que inexhausta en su bondad, vaya vertiendo el agua de la vida, gota a gota, en amor y caridad.

¡Vaso de sombra y luz, cáliz nocturno; melancólica forma que precisa el signo obscuro del dolor del mundo, y rebosa de llanto y de ceniza!. ..

Hasta que al fin el mágico alfarero, apiadado de su obra, triste y bella, colma en rocío, el cántaro, de cielo, y en el agua de amor pone su estrella.

FERNÁN FÉLIX DE AMADOR,

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122 ANTOLOGÍA DE MOTIV03 POÉTICOS

Semejanza.

Cual vista y luz el cocuyo lleva en su raro organismo luz y vista, a un tiempo mismo, el hombre lleva en el suyo.

Claridad de doble esencia guía su paso en el orbe : la que su pupila absorbe y la que da su conciencia.

Si la luz que el ojo baña suele engañar a la mente, jamás la conciencia miente ni a la conciencia se engaña ...

Y si alguna de las dos vacila al dar un consejo, la conciencia ... es el espejo del pensamiento de Dios.

J OSE ANTONIO SOFFÍA.

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Saludo al Hombre.

Con mayúscula escribo tu nombre y te saludo, Hombre, mientras depongo mi femenino escudo en sencilla y valiente confesión de derrota.

Omnívoro : naciste para llevar la cota y yo el sexo, pesado como carro de acero, y humilde (se delata en función de granero) brindo por tu adiestrada libertad, la soltura con que te sientes hijo claro de la natura,

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SEGUNDA PARTE. - EL SER HUMANO 123

y lec~or aplicado de aquel su abecedario que enseña el solo verbo que es interplanetario.

Mas, no con gesto humilde, instintivo, anhelante, tu pecho se deforma en boca del lactante.

No se ajusta a tu carne pasajera belleza que se acrece con artes que lo son de pereza :

Tu juventud, más alta, se hace de pensamientos (de una categoría mejor que la de ungüentos).

¿No eres el Desligado, Sire, por excelencia? ¡Salud! En versos te hago mi fina reverencia.

ALFONSINA STORNI.

El hombre raramente se ha cantado a sí mismo. ¿Acredita esto su condición moral? No interesa aquí examinarlo, sino consignar el hecho únicamente, a los efectos de analizar el desarrollo del sentimiento poético a su respecto. La mu¡er, por su parte, ya por excusable Panidad, o bien en la persuasión, que el hombre ha fomentado, de que es ella el único ser humano poetizable, tampoco se ha excedido en cantar a su compaí'foro, complemento de la especie. Por eso inclúyese en este capítulo, con dos composiciones de sentido alegórico sobre el Hombre, la poesía "Saludo al Hombre", que puede considerarse como una joya, por la Palentía y nopedad del motiPo, aparte de su forma interesante y del desenfado y espontaneidad que son gala de la inspirada poetisa argentina.

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12(.; =-~NTOLOGÍA DE MOTIVOS POÉTICOS

La Mujer.

Soneto.(1)

Es la mujer del hombre lo más bueno, es la mujer del hombre lo más malo; su vida suele ser y su regalo, su muerte suele ser y su veneno.

Cielo a los ojos cándido y sereno que muchas veces al infierno igualo, por raro al mundo su valor señalo, por falsa al hombre su rigor condeno.

Ella nos da su sangre, ella nos cría. No ha hecho el cielo cosa más ingrata: es un ángel y a veces una arpía.

Quiere, aborrece, trata bien, maltrata y es la mujer, al fin, como sangría : que a veces da salud y a veces mata.

Redondillas.

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LüPE DE VEGA.

Hombres necios, que acusáis a la mujer sin razón, sin ver que sois la ocasión de lo mismo que culpáis;

Si con ansia sin igual solicitáis su desdén, ¿por qué queréis que obren bien si las incitáis al mal?

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SE.GUNDA PARTE;.- EL SER HUMANO 125

Combatís su resistencia, y luego con gravedad decís que fué liviandad lo que hizo la diligencia.

Queréis con presunción necia hallar a la que buscáis, para pretendida Táis, y en la posesión Lucrecia.

¿Qué humor puede ser más raro que el que, falto de consejo, él mismo empaña el espejo y siente que no esté claro?

Con el favor y el desdén tenéis condición igual, quejándoos si os tratan mal, burlándoos si os quieren bien.

Opinión ninguna gana, pues la que más se recata, si no os admite, es ingrata,· y si os admite, es liviana.

Siempre tan necios andáis, que con desigual nivel, a una culpáis por cruel, de fácil a otra culpáis.

Pues ¿cómo ha de estar templada la que vuestro amor pretende, si la que es ingrata ofende, y la que es fácil enfada ?

Mas entre el enfado y pena que vuestro gusto refiere, ¡bien haya la que no os quiere! y quejaos enhorabuena.

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126' ANTOLOGÍA DE MOTIVOS POÉTICOS

Dan vuestras amantes penas a sus libertades alas; y después de hacerlas malas, las queréis hallar muy buenas.

¿Cuál mayor culpa ha tenido en una pasión errada? ¿ La que cae de rogada o el que ruega de c~ído ?

O ¿cuál es más de culpar, aunque cualquiera mai haga, la que peca por la paga o el que paga por pecar?

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Pues ¿para qué os espantáis de la culpa que tenéis? Queredlas cual las hacéis, o hacedlas cual las buscáis.

Dejad de solicitar, y después con más razón acusaréis la afición de la que os fuere a rogar.

Bien con muchas armas fundo que lidia vuestra arrogancia, pues en promesa e instancia, juntáis diablo, carne y mundo.

SoR JuANA INÉS DE LA CRuz.

~~~~~~

'J SEGUNDA PARTE. - EL SER HUMANO 127

La Mujer.

Luchamos en la vida con la fortuna ciega, con ambiciones locas, con vicios y flaquezas; pero entre los conflictos de tan terrible guerra, la mujer es el ángel

En la inocente cuna,

que junto al hombre vel~.

al dolor ya condena naturaleza al hombre que a la existencia llega. ¿Quién secará su llanto con sin igual terneza ? La madre, que es el ángel que junto al niño vela.

Cabeza y corazón. ~t,\,~~&f,1

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JUAN MARÍA GuTIÉRREZ.

Un Ángel y el Demonio, a Eva un día contemplan con amor.

- Y ¿ qué opináis, decid, de esa obra mía? -les preguntó el Señor.

Mirando de Eva la gentil cabeza, dij o el Demonio así :

- ¡La mujer, a pesar de su belleza, es inferior a mí!

¡Sentir sin comprender 1 ¡Perpetua ilusa que goza en delirar!

¡Que tiene sin razón, la ciencia infusa del arte de engañar 1

Uniendo la inconstancia a la hermosura, (el Demonio añadió),

creed, Señor, vuestra mejor hechura vale menos que yo. -

- La mujer, - siguió el Ángel, - de tal modo desafía al dolor,

que, aunque débil su fe, se atreve a todo por servir al amor.

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De la santa piedad hija querida, ni siente ni hace malt

y, próvida, trasmite .con la vida la sed de lo ideal.

La mujer es tan buena (enardecido -el Ángel concluyó),

· que, aunque soy en el cielo un elegido, ella es mejor que yo.

Tú, dotada de espíritu sublime y de gran corazón.

Blanca, entre el Ángel y el Demonio, dime : ¿ quién tiene más razón?

Mujer.

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La mujer, pérfida o buena, es la constante obsesión que nuestra existencia llena y manda en el corazón.

Y es que nunca en la partida abandona nuestro ser; mujer, y hermosa, es la Vida, y hasta la Muerte es mujer.

Trnso LORENZO.

(1) El sentido paradójico de este soneto ha sido empleado por otros portaliras con el mismo motiPo, lo cual no obsta para que el soneto del Fénix de los póetas espa11oles haya quedado como modelo del género por lo sintético e ingenioso.

(2) No podrían omitirse en este capítulo de la Mujer las famosas Redondillas de la espiritual monja mejicana; diatriba ingeniosa de factura exguisita que siempre se mencionará como modelo clásico.


Belleza física.

X La belleza es flor de un día.

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En tanto que de rosa y azucena se muestra la color en vuestro gesto, y que vuestro mirar ardiente, honesto, enciende el corazón y lo refrena;

y en tanto que el cabello,' que en la vena del oro se escogió, con vuelo presto· por el hermoso cuello blanco, enhiesto, el viento mueve, esparce y desordena,

coged de vuestra alegre primavera el dulce fruto, antes que el tiempo airado cubra de nieve la fermosa cumbre.

Marchitará la rosa el viento helado, todo lo mudará la edad ligera, para no hacer mudanza en su costumbre.

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La belleza es flor de W1 día.

GARCILASO DE LA VEGA

La mocedad del año, la ambiciosa vergüenza del jardín, el encarnado oloroso rubí. Tiro abreviado, también del año presunción hermosa;

la ostentación lozana de la rosa, deidad del 'campo, estrella del cercado; el almendro, en su propia flor nevado, que anticiparse a los calores osa,

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rl reprehensiones son, ¡ oh Flora!, mu das,

de la hermosura y la soberbia humana, que a las leyes de flor está sujeta.

Tu edad se pasará mientras lo dudas; de ayer te habrás de arrepentir mañana, y tarde y con do:or serás discreta.

FRANCISCO DE QUEVEDO V _,,l¡~,,&~.ll~

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La belleza es flor de un día.

No e3peres, no, perpetuar en tu alba frente, ¡oh, Aglaya !, lisa tez; ni que tu boca, que al más helado a blando amor provoca, bañe siempre la rosa dulcemente.

¿Ves el Sol, que nació resplandeciente, cual con luz desvanece tibia y poca? Y tú, sorda a mis ruegos como roca estás, en quien se rompe alta corriente.

Goza la nieve y rosa que los años te ofrecen; mira, Aglaya, que los días llevan tras sí la flor y la belleza;

que cuando de la edad sientas los daños has de envidiar el lustre que tenías y has de llorar en vano tu dureza.

FRANCISCO DE RIOJA.

Es de notar la coincidencia de los conceptos, desarrollados con distintas. imágenes y diferentes recursos retóricos, por poetas clásicos de distantes épocas.

SEGUNDA PARTE. - EL SER HUMANO 1:J1

La boca y los labios. -<1>

La boca de Lisaura.

No hay pastor que no alabe la hermosura, dulce Lisaura, de tu boca breve, que en ella pone amor el arco aleve do el tiro de sus flechas asegura.

Quién compara su aliento al alba pura, quién sus dientes al ampo de la nieve, quién a la copa que ministra Hebe de su blando reír la donosura.

¡Ay, simplecillos ! Su mayor encanto que a delicias sinfín plácido guía, Cupido os cubre con espeso manto.

Yo lo callo y lo sé; que desde el día en que apacible serenó mi llanto, candado fué su boca de la mía.

Cancioncilla.

BRETÓN DE LOS HERREROS.

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Cuando mi labio te bese, aldeanita, ciérreme el labio tu mano olorosa que huele al camino y a la margarita y al nido con cría y a savia briosa.

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Ciérrame el labio, el labio fino, el labio loco, el labio en flor; ciérrame el labio, que traigo un divino beso más frágil que rosa de olor.

Cuando tu mano recoge la falda que en Pascua te d'era tu padre y señor, dicen que viene la falda Mafalda segando los trinos del gay ruiseñor.

Niña blanca, blanca aldeana, blanca aldeana más blanca que el Sol, recoge la falda, que está la· Mañana poniendo abejucas en el girasol.

Se tornaron rosas.

Se tornaron ro8as de amor, las sonrisas, y cuando su boca se acercó a la mía, temblaron las hojas.

Sus áureas pupilas cerrándose fueron como estremecidas,

ENRIQUE BANCHS.

*~~~~

y entre sus pestafías la luz de la tarde se quedó dormida.

Un éxtasis largo nos hizo cautivos, y sobre sus labios de besos floridos, las últimas hojas se llevó un suspiro.

GusTAVO A. Rmz.

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Dueña de la Negra Toca ...

Tus labios son un rubí (2)

partido por gala en dos ... Le arrancaron para ti de la corona de un dios.

J osÉ ZoRRILLA.

~~~~~~

Soneto a unos labios rojos.

Tu fresca boca semeja una encendida amapola, en cuya dulce corola quisiera yo ser abeja.

Es una gota bermeja sobre un fondo de escayola; es un clave :de manola, que un sensual aroma deja .

Es un escorzo sangriento que impera en mi pensamiento como obsesión indomable.

Y vivo esperando el día en que haré esa boca mía en un beso interminable.

ENRIQUE MÉNDEZ CALZADA.

(1) Todas las {acciones del rostro humano han sido cantadas; pero en particular la boca y los ojos han promOPido mayor. exaltación poética. La nariz, sin embargo, únicamente ha sido comentada en versos festivos; tan sólo recordamos una breve aclamación a la nariz perfecta en una estrofa del Cantar de los Cantares del poeta argentino Almafuerte.

(2) Esta redondilla de tan inspirada exaltación, que es frecuente y equivocadamente atribuida a Espronceda, pertenece a la poesía "Oriental" : "Dueña de la negra toca", de José Zorrilla.

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Caso.

El Corazón.

A un cruzado caballero. garrido y noble garzón, en el palenque guerrero le clavaron un acero tan cerca del corazón, que el físico al contemplarle, tras verle y examinarle, dijo : - "Quedará sin vida si se pretende sacade el venablo de la herida."

Por el dolor congojado, triste, débil, desangrado, después que tanto sufrió, con el acero clavado el caballero murió. :Pues el físico decía : que en dicho caso, quien una herida tal tenía, con el venablo moría; sin el venablo, también.

¿No comprendes, Asunción, la historia que te he contado, la del garrido garzón con el acero clavado muy cerca del corazón? Pues el caso es verdadero ¡ yo soy el herido, ingrata, y tu amor es el acero : si me lo quitas, me muero; si me lo dejas, me mata!

Ru.BÉN DARÍo.


Ofertorio romántico.

Un día quiso mi piedad cristiana darle mi corazón al Hombre aleve; y dije al colocarlo en mi ventana : - Que el primero que pase se lo lleve.

" Si algo mejor tuviera, lo daría - agregué emocionado y satisfecho. Y por saber a quién favorecía tras la ventana me quedé en acecho.

- Ceder el corazón no es desvarío si ante el altar de la Piedad lo inmolo ... Y yo ofrendaba aquel amor, tan mío, porque era mucho amor para uno solo.

Las gentes que pasaban lo advertían; con asombro curioso lo miraban : - ¡No es más que un corazón!. .. - se repetían. Y dcsdeñosamente se alejaban ...

Quedó la noble ofrenda en la ventana, bajo las inclemencias del olvido. Y al ir a recogerla una mañana, sobre mi corazón había un nido ...

Enigma.

EDUARDO o. ZAPIOLA

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¿Por qué bajo el velo de los desaliño de almitas exentas de penas y agobios. es un instintivo placer de los niños

jugar a los novios?

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Extraño desvío de infantil candor ... ¿Será por las mismas razones obscuras que siempre los novios que .ofusca el amor

parecen criaturas?

En vano de tales pueriles desvíos remueva el secreto la ajena impaciencia; para los del alma, locos desvaríos, nunca hallaron clave ciencia ni experiencia.

Hay un raro enigmá en tales empeños que nunca el ingenio logró descifrar. ¿Por qué así trastruecan grandes y pequeños los graves papeles del juego de amar?

¡Oh la fascinante ingenua obsesión que edades complica y almas compromete! ¿Será que en la vida no es más que un juguete

nuestro corazón?

Corazón de Mujer.

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Un corazón de mujer es algo tan misterioso

Trnso LoRENzo.

que no hay mago prodigioso que lo pueda conocer. Es en vano pretender su gran secreto robar, puesto que sabe ocultar de su pasión hasta el nombre. ¡Sólo el corazón del hombre se le puede comparar!

LUIS ECHÁVARRI.

El corazón, la Píscera donde la ficci6n poética coloca el centro dinámico de las pasiones, ha inspirado siempre fantasías de singular belleza poética. Estos temas líricos son interpretados con mayor fondo artístico por los poetas modernos, más analíticos, más cerebrales, que los clasicistas y los románticos.

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...¡_ Encantos femeninos.

Serranilla.· <1>

Moza tan fermosa non vi en la frontera, como una vaquera De la Finojosa.

Faciendo la vía del Calatraveño a Santa María, vencido del sueño por tierra fragosa perdí la carrera, do vi la vaquera De la Finojosa.

En un verde prado de rosas e flores, guardando ganado con otros pastores, la vi tan graciosa que apenas creyera que fuese vaquera De la Finojosa.

Non creo las rosas de la Primavera

sean tan fermosas · nin de tal manera,

fablando sin glosa, si antes sopiera d'aquella vaquera De la Finojosa.

Non tanto mirara su mucha beldat, porque me dexara en mi libertat. Mas dixe : "Donosa (por saber quien era) ¿dónde es la vaquera De la Finojosa? ...

Bierí como riendo, Dixo: "Bien vengades; que ya bien entiendo lo que demandades : non es desseosa de amar, nin lo espera, aquessa vaquera De la Finojosa."

EL MARQUÉS DE SANTILLANA.

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138 ANTOLOGÍA DE ~!OTIVOS POÉTICOS

Soneto.

Bella es mi ninfa, si los lazos de oro al apacible viento desordena : bella, si de sus ojos enajena el altivo desdén que siempre lloro :

bella, si con la luz que sola adoro la tempestad del viento y mar serena : bella, si a la dureza de mi pena vuelve las gracias del celeste coro :

bella, si mansa : bolla si terrible : bella, si cruda : bella esquiva : y bella,

. si vuelve grave aquella luz del cielo :

cuya beldad humana y apacible, ni se puede saber lo que es sii?J\lella, ni vista, entenderá lo que es el _suelo.

FnANCISCo DE LA TORRE.

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Ni es cielo ni es azul.

Yo os quiero confesar, don Juan, primero : que ese bello carmín de doña Elvira no tiene della más, si bien se mira, que el haberle costado su dinero.

Pero también, que confeséis vos, quiero, que es tanta la beldad de su mentira, que en vano a competir con ella aspira belleza igual en rostro verdadero.

1


Mas, ¿ qué mucho que yo perdido ande por engaño tal, si es que sabemos que nos engaña así Naturaleza? ...

Pues ese· cielo azul, que todos vemos, ni es cielo, ni es azul. .. ¡Lástima grande que no sea verdad tanta belleza! (2)

LEONARDO DE ARGENSOLA

~~~~~~

Los hoyuelos de Lesbia.

Cruzaba el hijo de la ciprea diosa solo y sin venda la florida umbría, cuando al pit> de un rosal vió que dormía al blando son del mar, mi Lesbia hermosa :

y al ver, pasmado, que su faz graciosa los reflejos del alba repetía, tanto se deslumbró, que no sabía si aquella era mejilla o era rosa.

Alargó el dedo el niño entre las flores y en ambos lados le aplicó a la bella, formando los hoyuelos seductores ...

¡Ay, que al verla reír, la dulce huella del dedo del Amor mata de amores! ¡Feliz el que su boca estampe en ella!

JUAN NICASIO GALLEGO.

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1~0 ÁNTOLO~ÍA DE MOTIVOS POÉTICOS

Rimas.

Cruza callada, y son sus movimientos silenciosa armonía;

suenan sus pasos, y al sonar recuerdan del himno alado, la cadencia rítmica.

Los ojos entreabre, aquellos ojos tan claros como el día;

y la tierra, y el cielo, cuanto abarcan, arden con nueva luz en sus pupilas.

Ríe, y su carcajada tiene notas del agua fugitiva;

llora, y es cada lágrima vn poema de ternura infinita.

Ella tiene la luz, tiene el perfume, el color y la línea,

la forma, engendradora de deseos, la expresión, fuente eterna de poesía.

GusTAVO AnoLFO BÉCQUER.

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Los encantos de' Cloris. (3)

A Flora afrenta .de tus labios rojos la dulzura y color, mieles y grana, y tu aliento, que huele a mejorana, al aura dale en la pradera enojos.

Deslumbra a Febo el brillo de tus ojos con ser su luz la luz de la mañana, y ya de sus espigas no se ufana Ceres, pues de tus trenzas son. despojos.

1


Si ojos y aliento, y labios, y cabellos jamás Naturaleza hizo más bellos, ¿qué mucho que si a nadie así decora

te envidien, a la par que las mujeres, tu aliento el Aura; tus cabellos, Ceres; Febo, tus ojos, y tus labios, Flora?

JOAQUÍN D. CASASÚS.

Ánfora. ~€P~~~

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Alzados a tu pelo en que el sol juega tus brazos como arcadas primorosas, semejan las dos asas luminosas que vuelven tu figura ánfora griega.

Tu talle, de que armónica despliega una lira sus curvas anchurosas, aun más convierte en ánfora de rosas tu cuerpo en flor que de esplendores ciega.

Mujer en fresa y nieve modelada : no alzó a los aíres Grecia consagrada un ánfora rival de tu escultura.

Grecia les modeló vac'o el seno, mientras el tuyo, ¡oh diosa!, se alza lleno de amor, de sentimiento y de ternura.

SALVADOR RUEDA.

(1) Esta forma de composición poética representa una de las primeras manifestaciones de la poesía castellana. El :Marqués de Santillana cultivó el género con elegancia admirable si se considera la pobreza de los recursos idiomáticos de su época; véase sino la espiritualidad y gracejo de esta composición que se presenta como modelo del género.

(2) Frase que el célebre soneto de Argensola dejó consagrada clásica para deplorar la mentida consistencia de la belleza artificiosa.

(3) Este soneto del poeta mejicano Casasús, es de una estructura delicada y primorosa en el lenguaje que recuerda el estilo insuperable de Herrera.

ANTOLOGÍA. 6

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, 142 ;'ANTOLOGÍA DE MOTIVOS POÉTICOS

Los Ojos. <1>

Sepultura en tus ojos.

Hermosos ojos, serenos; serenos ojos, hermosos de dulzura y de amor llenos, lisonjeros y engañosos :

quien no os ve, pierde la vida; y el que os ve, halla su muerte; mas quien muere de esta suerte, cobra la vida perdida.

Cuando veros merecí, tan contento me hallé con el gozo que sentí, que todo el mundo olvidé;

y viendo tanta belleza, fué tan grande mi placer que vivo ya sin más ver, con extremo de tristeza;

porque no consiente Amor que viva sin sus enojos : que es hacer flaco el dolor que nace de vos, mis ojos.

Soberbio es el pensamiento de estar en vuestra memoria, sólo me acaba la gloria de penar en tal tormento;

1 SEGUNDA PARTE. - EL SER HUMANO 143

y con tan alta locura consigo de mi pasión, por favor de m ventura, lo que no cabe en razón.

Cuando me a lige el deseo, desfallezco en mi tormento; mas por una hora, que os veo, mil años vivo contento.

Torno siempre <le mi pena al descanso de miraros, y alabo mi suerte buena porque también supe amaros;

pero despuós que os miró vi un mal que nunca sentí, y troquó el hien que perdí por los males que gané.

¡Ojos, en cuya blancura nos hace el amor la guerra, y en dichosa sepultura, a cuantos os miran, cierra!

¿ Por qué en mi pecho semb "áis tan dulce y ciego furor, que no os viendo sin dolor, sin respeto me tratáis?

Poco o nada me debéis en querer yo mis enojos; es fuerza que me hacéis cuando me miran mis ojos.

Adonde quiera que os veo, todos mis males olvidQ, y en vuestra luz encendido lleváis, cual hado, el deseo.

~-~--~-."-------··

FERNANDO DE HERRERA.

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Madrigal. <2>

Ojos claros, serenos, si de un dulce mirar sois alabados, ¿por qué si me miráis, miráis airados? Si cuando más piadosos, más bellos parecéis a aquel que os mira, no me miréis con ira, . porque no parezcáis menos hermosos. ¡.Ay, tormentos rabiosos! o;os claros, serenos, ya que así mé miráis, miradme al menos.

GUTIÉRRE DE CETINA.

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El elogio de los ojos.

Y a los ojos sean azules cristales, verdes, o de intensa sombra desleída, ellos son los puros, sacros ventanales, donde asoma el alma para ver la vida.

Los azules dicen cielos, lagos, monteJ, flotante humareda de los incensarios; los azules ojos llenos de horizontes, dan pureza al alma como dos sagrarios.

Son los ojos negros dos incendios rojos cuyas llamas vibran como dos estelas, en las dos pupilas de los negros ojos se calienta el alma como en dos candelas.

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Son de los castaños el mirar sereno los de las gacelas entre los apriscos; sobre el alabastro del altar de un seno doble misa dicen sus sublimes discos.

Son los ojos verdes dos fascinaciones, dos fuentes que manan líricos arpegios, son dos pesadillas, son dos obsesiones, son dos magnetismos, son dos sortilegios.

SALVADOR RUEDA.

i~~~~~ I1os ojos negros.

Somos como un ardiente paisaje al mediodía; somos como una idea fatídica y obscura, fríos como una noche de invierno y de amargura, o alegres como un rayo del sol de .Andalucía.

Somos diamantes negros, que enciende ,en fantasía de amor y de ilusiones la juvenil locura : besos de primavera si miran con ternura, diabólicos puñales en la pasión bravía.

Hechos para las noches dé amor, bajo las parras, · en uno de esos rústicos patios españoles donde hablan los claveles y lloran las guitarras.

Somos los ojos negros, los ojos fascinantes que Goya pinta en gráciles majas, como soles, y lucen las morenas gitanas de Cervantes.

JOSÉ DE MATURANA.

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Tus ojos.

Tus pupilas, que aletean como en la magia de un ritmo bajo tus blondas pestañas de tornasol fugitivo, semejan dos mariposas cuyas alas de zafiro refulgen sobre una hoguera que vibra en grácil corimbo; dos picaflores que rizan las blondas de un abanico; dos mioso:is que fluctúan sobre un iris de rocío; dos astros que, en la diadema de su esplendor apolíneo, por su elíptica de sueños van buscando el infinito.

PEDRO J. NAóN .

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El hada verde.

¡En tus abismos, negros y rojos, fiebre implacable, mi alma se pierde : y en tus abismos miro los ojos los verdes ojos del hada verde 1

Es nuestra musa glauca y sombría la copa rompe, la lira quiebra, y a nuestro cuello se enrosca impía

¡como culebra 1

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Esfinge.


Llega y nos dice : - Soy el Olvido; yo tus dolores aliviaré; - ¡,;.!

¡y entre sus brazos, siempre dormido, yace Musset !

¡Oh musa verde! ¡Tú la que flotas en nuestras venas enardecidas, tú la que absorbes, tú la que agotas

almas y vidas!

¡En las pupilas concupiscencia; juego en la mesa donde se pierde, con el dinero, vida y conciencia, en nuestras copas, eres demencia ...

¡oh musa verde!

¡Son ojos verdes los que buscamos, verde el tapete donde jugué, verdes absintos los que apuramos, y verde el sauce que colocamos en tu sepulcro, pobre Musset !

GuTIÉRREZ NAJERA.

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¡Ojos de noche, de imposibles mundos, de terciopelo ultravioleta!. .. Nada como esa tenebrosa llamarada en éxtasis de cráteres profundos.

Tus cejas son los arcos iracundos del Destino : elemento, mujer, Hada!. .. El arco de Cupido es tu mirada : deja los corazones moribundos.

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1;48 ANTOLOGfA DE MOTIVOS POÉTICOS

Son lámparas eternas, con estíos eternos y con vértigos sombríos ... No alumbran, extravían corazones;

transforman en cobardes a los fuertes; ¡ojos que dan las luminosas muertes de las centellas y las erupciones!...

JULIO HERRERA y REISSIG.

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Azul como tus ojos.

Lohengrin, en amante desvarío, pasar te ha visto entre flotantes tules, sobre su cisne blanco, por el río; y ha visto que halagando sus antojos ¡no son tus ojos como el cielo azules, sino el cielo es azul como tus ojos l

JOSÉ SANTOS CHOCAN O.

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Ojos verdes.

Ojos que nunca me veis por recelo o por decoro; ojos de esmeralda y oro, filerza es que me contempléis; quiero que me consoléis, hermosos ojos que adoro, estoy triste y os imploro, puesta en tierra la rodilla, piedad para el que se humilla, ¡ojos de esmeralda y oro!

Ojos en que reverbera la estrella crepuscular, ojos verdes como el mar, como el mar, por la ribera ... ¡Ojos de lumbre hechicera que ignoráis lo que es llorar, glorificad mi penar! ¡ No me deso.léis así! ¡Tened compasión de mí, ojos verdes como el mar!


Ojos cuyo amor anhelo porque alegra cuanto alcanza, ojos color de esperanza con lejanías de cielo, ojos que a través del velo radian bienaventuranza, mi alma a vosotros se la1:za en alas de la embriaguez; ¡miradme una sola vez, ojos color de esperanza!

Cese ya vuestro desvío, ojo¡; que me dais congojas, ojos con aspecto de hojas empapadas de rocío. Húmedo esplendor de río que por esquivo me enojas, luz que la del Sol sonrojas y cuyos toques son besos, ¡ derrámate en mí por esos ojos con aspecto de hojas!

SALVADOR DÍAZ MIRóN.

(1) En los ojos hallaron siempre los poetas la expresión anímica que más ha cautipado su emoción. Clásicos y románticos cantaron con igual ardor lírico a los ojos de la mujer de su ideal, y es de adPertir poca Pariedad en las sugestiones cosechadas, como no sea en las fórmas de expresión y en las imágenes más o menos académicas o audaces, pues hasta los poetas modernos, más objetiPos y realistas, suelen sucumbir a la magia de los ojos centelleantes o de los ojos que acarician.

(2) Primoroso madrigal que bastó por sí solo para inmortalizar el nombre de su autor. Tiene además la Pirtud de haber marcado normas a esta clásica forma poética.

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ESTADOS DEL ALMA

La Alegría y la Risa" <1>

La fuente de la alegría.

Tú me dirás, después, quizá, algún día, ante esta singular sonrisa mía : "¿ Estás contenta? ... Te creía triste ... " Y mi voz te dirá, serena y pía : "La dulce pena eterna que me diste, esa ha sido mi fuente de alegria."

RosA GARCÍA CosTA.

~i~~~~ Dos veces no pasa.

Era una mañana, y Abril sonreía. Frente al horizonte dorado, moría la Luna muy blanca y opaca; tras ella, cual tenue ligera quimera, corría la nube que apenas enturbia una estrella ...

Como sonreía la rosa mañana, al Sol del oriente abrí mi ventana y, en mi triste alcoba, penetró el oriente, en canto de alondras, en risa de fuente, y en suave perfume de flora temprana.

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Fué una clara tarde de melancolía. Abril sonreía. Yo abrí las ventanas de mi casa, al viento. El viento traía perfume de rosas, doblar de campanas ... , doblar de campanas lejanas, llorosas, süave de rosas aromado aliento ...

¿Dónde están los huertos fl01idos de rosas? ¿Qué dicen las dulces campanas al viento? Pregunté a la tarde de Abril, que moría : - "¿Al fin, la alegría, se acerca a mi casa? La tarde de Abril sonrió : - "La alegría pasó por tu puerta"; y luego, sombría :

La risa.

"Pasó por tu puerta. Dos veces no pasa ... "

ANTONIO MACHADO.

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Rasgó el Oriente su cn.spón sombrío, bañóse el cielo con la luz primera, y se vis1 ió la alegre primavera su túnica de gotas de rocío.

Lanzó de sí con pertinaz desvío sus legiones de sombras la ladera, cruzó cantando el aura pasajera, templó su lira de cristal el río.

Rodó en su carro el alba seductora, sus ejes do oro reprimió indecisa, y alzó la alondra su canción sonora.

El Sol subió como ligera brisa, y al rojo beso que le dió la aurora, batió las alas y nació la risa.

SALVADOR RllEDA

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TERCERA PARTE. - ESTADOS DEL ALMA 155

Las risas. <2>

Francisco Rabelais ría ruidosamente con los puños cerrados sobre el hígado, como ríen las mesoneras. Pero, ¡cuán sutilmente corta de Maquiavelo su fino labio acromo !

La sonrisa de Hugo fué familiar y tierna: algo de madre joven y q.lgo de Carlomagno. Y era la de León Trece - tan infantil y eterna -de viejito sin dientes al pie de un roble magno.

Desde el lucero suave, que apenas es sonrisa fugitiva en la angélica boca de Monna Lisa, hasta la de Edgard Poe, risa de calavera,

el alma que se asoma al jardín de las frases como un volatinero, cambia tantos disfraces, que siendo siempre virgen, a veces es ramera.

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A una risa de mujer.

Risa bulliciosa, bulliciosa risa ...

ENRIQUE BANCHS.

Grácil, como el vuelo de una mariposa; suave, como arrullo de incipiente brisa.

Risa no igualada por la más alegre, fresca carcajada;

por sonrisa alguna, aun siendo sonrisa

que reprodujera, con rara fortuna, la de Monna Lisa,

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Risa que es rapsodia; trino de jilguero que, en arpegios ricos, su canto deslíe, sin que en él descubra, ni el juez más severo, si es risa que canta o es canto que ríe.

Balada envidiable, canción saludable

del agua del monte, del agua risueña, que baja brincando

llena de ilusiones entre peña y peña; que también el agua, ¡ ay!, de cuando en cuando

parece que sueña ... Encanto supremo de viejos y niños, que sus vibraciones saben de memoria; ilusión de mozos, fuente de cariños,

perdición de sabios ... La risa en tus labios

deja de ser risa ... y empieza a ser gloria.

GUILLERMO FERNÁNDEZ SHAW.

(1) Poca disposición han mostrado los poetas de todos los tiempos para cantar a la Alegría, propiamente dicha, como saludable estado de ánimo. Cual si fuese condición indispensable a la poesía lírica la graoedad o el pesimismo, se echa de menos en su aceroo ese motioo que representa una de las modalidades del espíritu más dignas de emulación. Solamente la "risa" como sugerente fenómeno físico es comentada con inspiraciones felices. Se ha cantado mucho al dolor; a la tristeza, a la melancolía; pero escasamente a la "alegría" en sí, ingenua, saludable, comunicatioa.

(2) Este soneto del más perfecto y castizo de los poetas argentinos, une a la belleza de su forma, la culta sutileza de la exposición analítica que compendia.

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TERCERA PARTE. - ESTADOS DEL ALMA 15)

El Amor. <1>

Dominio del amor. <2>

El amor fas'sotil al orne que es rudo, fásele fabrar fermoso al que antes era mudo. Al ornen que es cobarde, fásalo muy atrevudo, al peresoso face ser presto et agudo.

Al man9ebo mantiene mucho en mangebés, e al yiejo' fas'perder mucho la vejés. Fase blanco e fermoso del negro como pes, lo que non vale una nu,es, ,amor Je da grand prés.

El que es enamorado, por muy feo que sea, otrosí su amiga magüer que sea muy fea, el uno et el otro non ha cosa que vea que tan bien le paresca, nin que tanto desea.

El babieca, el torpe, el negio e el pobre a su amiga bueno paresge et rico orne; más noble que los otros, por ende todo cubre, como un amor pierde, luego otro cobre. ...................................... •,• ..

ARCIPRESTE DE HITA.

~~~~* Habla el Amor.

Y o pongo y quito esperanza, yo pongo y quito cadena, yo doy gloria, yo doy pena sin holganza; yo firmeza, yo mudanza,

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yo deleites, yo tristuras y amarguras, sospechas, celos, recelos; yo, consuelo y desconsuelos, yo ventura y desventuras.

Doy dichosa y triste suerte, doy trabajo y doy descanso, yo soy fiero y yo rny manso, yo soy fuerte; yo doy vida, yo doy muerte, y cebo los corazones de pasiones, de suspiros y cuidados; yo sostengo los penados, esperando galardones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Hago de dos voluntades una mesma voluntad; renuevo con novedad las edades, y ajeno las libertades; si quiero, pongo en concordia y en discordia; mando fo bueno y lo malo; yo tengo el mando y el palo, crueldad y misericordia. .. . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . .

JuAN DEL ENCINA.

lg~v~~~~ I .. enio pinta el Amor.

Un vano descuidado pensamiento, una loca altanera fantasía, un no sé qué que la memoria cría, sin ser, sin calidad, sin fundamento;


Una esperanza que se lleva el viento, un dolor con renombre de alegría, una noche confusa do no hay día, un ciego error de nuestro entendimiento;

son las raíces propias de do nace esta quimera antigua celebrada, que Amor tiene por nombre en todo el suelo,

y el alma, que en amor tal se complace, merece ser del suelo desterrada, y que no la recojan en el cielo.

MIGUEL DE CERVANTES.

~~~~~~ El amor mariposa.

Viendo el Amor un día que mil lindas zagalas huían dél medrosas por mirarle con armas, dicen que de picado les juró la venganza, y una burla les hizo, como suya, extremada. Tornóse mariposa, los bracitos n alas, y los pies ternezuelos en patitas doradas .

¡Oh, qué bien que parece! ¡Oh, qué suelto que vaga y ante el sol hace alarde de su púrpura y nácar! Ya en el valle se pierde; ya en una flor se para; ya otra besa festivo, y otra rinde y halaga.

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Las zagalas al verle, por sus vuelos y gracia mariposa le juzgan, y en seguirle no tardan.

Una a cogerle llega, y él la burla y escapa; otra en pos va corriendo y otra simple le llama.

Ya que juntas las mira, en un punto mudada la forma, Amor se muestra, y a todas las abraza.

Mas las alas ligeras en los hombros por gala se guardó el fementido, y así a todas alcanza.

También la mariposa le quedó fa. mconstancia; llega, hiere, y de un pecho a herir otro se pasa.

'f.. Un eslabón y otro.

JUAN MELÉNDEZ VAI.DÉS.

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En el cristal de tu divina mano, de amor, bebí el dulcísimo veneno : néctar ardiente que me abrasa el seno, y templar, con la ausencia, pensé en vano.

Tal, Claudia bella, del rapaz tirano es, arpón de oro, tu mirar sereno que, cuanto más ausente dél, más peno, de sus golpes, el pecho menos sano.


Tus cadenas al pie, lloro, al ruido de un eslabón y otro, mi destierro más desviado, pero más perdido.

Cuándo será aquel día que, por yerro, ¡oh, serafín! desates, bien nacido, con manos de cristal, nudos de hierro ?

Sáficos.

.J!4,.J!~.J¡~ j11:¡ j11:¡ ¡IJ:¡

Luis DE GóNGonA.

_ Dulce vecino de la verde selva, huésped eterno del abril florido, vital aliento de la madre Venus,

céfiro blando.

Si de mis ansias el amor supiste, tú, que las quejas- de mi voz Hevasto, oye, no temas, y a mi ninfa dile,

dile que muero.

Filis un tiempó mi dolor sabía, Filis un tiempo mi dolor lloraba; quísome un tiempo, mas agora temo,

temo sus iras .

Así los dioses, con amor paterno, así los cielos, con amor benigno, niegan al tiempo que feliz volaros,

nieve a la tierra. '

Jamás el peso de la nube pardt', cuando amanece la elevada cumbre, toque tus hombros, ni su mal granizo

hiera tus alas.

ESTEBAN MANUEL DE VILLEGAS,

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Las burlas del Amor.

Pues los hombres todos a tu ley se humillan, Amor, no con burlas de sus males rías.

Presos de un cabello algunos suspiran, cual náufrago triste que el moro cautiva; quién un lunar breve cual su estrella mira;

quién de unas pestañas ve prender su vida ... sólo yo, dios ciego, resistí a tus iras; pues sólo alcanzaron rendirme a Dorila los leves hoyuelos de su mano linda, de su hermoso brazo, de su blanca risa.

MARTÍNEZ DE LA RosA.

~~~~~~ Amor.

Para aliviar a aquellos quo destierra y darles la esperanza y el consuelo, puso Dios las mujeres en la tierra y derramó los astros en el cielo.

Dió luz al valle y a los bosques bruma, nieve a los montes y a los soles llama; a la entreabierta flor, dijo : ¡perfuma! y al corazón de las mujeres : ¡ amal

MANUEL GuTIÉRREZ NÁJERA.

~~~~~~


El eterno poema.

¿Por qué d bíblico pecado lególe al mundo ulterior siempre al demonio asociado el concepto del amor?

Esta humana condición que eternamente renueva flaquezas del corazón en la triste herencia de Eva ...

¿ Es un peligroso bien? ¿Es un codiciable mal? ... ¿Hace del mundo un edén o una región infernal?

Realidad no desmentida la del mundano dilema; Eva sigue por la vida glosando el eterno poema;

Pues de la golosa fruta tentada perpetuamente, y vencida por la astuta sugestión de la serpiente,

del mundo en el giro ameno, aun duda la especie humana si es néctar o si es veneno el jugo de la manzana.

Tmso LoRENzo.

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164. ANTOLOGÍA DE MOTIVOS POÉTICOS

Amor.

El amor es la vida, y la vida es amor; engendra la locura y abre paso al delirio; purgatorio de goces y cielo de martirio; su dolor es tan fuerte, que su dicha es dolor.

Va abriendo paraísos y cerrando ataúdes; con puñales y flores hace ramos dorados ... Es el mayor pecado de todos los pecados, y la virtud más grande de todas las virtudes.

El amor es perfume, y es néctar, y es veneno; es camino de rosas y es camino de cieno; es un rayo de luna besando un corazón ...

Es débil como un niño, como un Hércules fuerte : el amor es la flecha que nos causa la muerte, y tiene el privilegio de la resurrección.

J?AQUÍN DICENTA (hijo).

~~~~~~ Canción de amor.

Canción de amor, canción que dice en su romántico clamor el secreto de Berenice, la dulce gracia de Leonor.

Canción do amor, nota infinita que hay en la pena de vivir, canción que encanta a Margarita y que en Ofelia ha de morir.


Canción de amor, suave esperanza sus hondos ritmos siempre dan; (canta Sigfrido en lontananza), canción de J solda y de Tristán.

Canción de amor, la primavera canta en la orquesta celestial, canta su coro en la pradera el sol, la espiga y el zorzal.

Canción de amor, canta en el verso lo que hay de humano en la ilusión. Pasa agitando el Universo, es la que va en alas del verso de corazón en corazón.

MARIO BRl\.VO.

{1) Ningún estado del alma ha sido tratado con la profusión y con la variedad de concepto y forma que el" Amor". En la imposibilidad de comprender la extensa evolución estética desarrollada sobre este fecundo motivo a través de todos los tiempos y escuelas, incluimos, sin embargo, un conjunto de poesías seleccionadas en épocas diversas que permitirán, al menos, apreciar la concepción poética del "Amor" a través de distintas formas de expresión, desde la locución árida pero pintoresca y conceptuosa de los tiempos del Arcipreste de JI ita, hasta el verbo analítico, flúido y elegante de Bravo, uno de los poetas más vigorosos y originales de nuestros días.

{2) Del "Libro de Buen Amor".

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El Dolor y el Llanto.

Al silencio de sus quejas.

De los tormentos de amor que hacen desesperar, el que tengo por mayor es no poderse quejar el hombre de su dolor.

Cualquier mal es duro y fuerte, y tiene su furor loco; mas el mío es de tal suerte, que consume poco a poco, hasta llegar a la muerte.

No hay mal que con publicallo no se acabe, aunque sea fiero; mas yo, cuitado que callo, ¿ cómo es posible pasallo si de entrambas cosas muero?

Dime, Filis : ~.Quién mt, ha vueltr , que tal me ha puesto contigo? O es demonio que anda suelto o venganza de enemigo que anda en amistad envuelto. .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Y pues en todo recibo agravio con daño cierto, hagan bien a este cautivo, que está, de medroso, muerto, de desesperado, vivo.

DIEGO HURTADO DE M!!.NDOZA * .


Al dolor. I

Tu nos recoges al nacer, y en vano es luchar contra ti. Nunca vencido, la vida universal siempre ha gemido sujeta al férreo yugo de tu mano.

¡Ay! si en la inmensidad tu soberano poder, sobreponiéndose al olvido, el llanto condensase que ha vertido desde su origen el linaje humano;

si la lóbrega nube reventara y bajo su espantosa pesadumbre en lluvia torrencial se desatara,

tocando el mundo en su postrero día, el diluvio de lágrimas, la cumbre de los más altos montes, cubriría.

II

¿Quién escapa de ti? ¿Quién tu castigo evita? ¿ Quién se esconde a tu mirada? Desde que el hombre emprende su jornada de la cuna al sepulcro, va contigo .

Mas no con torpe lengua te maldigo ¡oh DDlor ! cuya fuerza incontrastada, como Dios sacó un mundo de la nada, sacas del mal la luz que adoro y sigo.

Fuerte artista que labras tu escultura, el bloque humRnO sin piedad golpeas y el bien arrancas de su entraña dura.

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A solas.

Chispas de tu cincel son las ideas con que iluminas nuestra noche obscura cuando tus obras inmortales creas.

GASPAR NúÑEZ DE ARCE.

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¿Por qué el dolor nos oprime y la duda nos espanta? ¿Por qué, cuando el ave canta, la fuente solloza y gime?

¿ Quién dió al viento sus rumores en la tormenta o la calma, y puso la fe en el alma como el perfume en las flores?

¡Oh, Dios l Mi pecho se expande cuando '.'e abisma en tu seno, concibiéndote más bueno al concebirte más grande.

Te ve doquiera. Te siente con entusiasmo profundo en el astro moribundo como en la estrella naciente.

De la cuna al ataúd pide, al cruzar la existencia, como ur• báculo la ciencia, como un fanal la virtud.

MARTÍN GAHCÍA MERO U.

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Reto al dolor.

Dolor: Mi boca se ha habituado a tu f'labor y de tanto gustarte ya no te siento. No me causas asombro, · ni de ti me lamento, ¿es que te habré vencido? ... ¿O, es que no hay en mi alma un átm11'' que ya no hayas herido? ...

Como siempre te espero, no me infundes espanto. Y ya no te tributo ni inquietudes, ni llanto.

Dolor: ¡Si has de volver a mí, clava tu garra sin compasión! ¡ Clávala hondo ... hondo ... muy hondo ... Hasta que deje de latir mi corazón!

HAQUEL SAENZ.

~~~~~~ El llanto.

¡Llanto feliz que enjuga nuestra mano, cuando animarse vomos en la escena la sublime ficción con que encadena a los lwmbres artista soberano!

¡Llanto fecundo, honor del ser humano, que se desborda de nuestra alma llena, cuando aliviamos la desdicha ajena y en ol caído vemos un hermano !


¡Tierno llanto de júbilo que inunda la paterna mansión, do el hijo vuelvo tras larga ausencia, tras vagar dudoso !

¡Llanto! ¡Gran voz de la emoción profunda! ¡Manto en que el alma su ternura envuelve! ¡Cuántas veces llorar es ser dichoso!

J,ágrimas.

DOMINGO ARTEAGA ALEMPAR'l'E.

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Son de néctar las lágrimas del niño, cuando llorando está.

En un cáliz el ángel del cariño las recoge y se va ...

Son de lava las lágrimas que el hombre derrama en su aflicción :

al saltar de los ojos, no te asombre, queman el corazón.

Son miel de amor que liban los dichosos tus lágrimas, mujer :

¡feliz el que con labios temblorosos las vaya a recoger!

¡Feliz quien llegue, enamorado y ciego, tus ojos a besar,

y pueda, entre tus lágrimas de fuego, su corazón quemar!

Todo lo que florece en este suelo va de lo eterno en pos :

Al polvo, la materia; el llanto, al cielO . el pensamiento, a Dios.

JuAN DE Drns PEzA.


De color de llanto.

Ella vino a mi jardín una mañana de Mayo : las flores la recibieron, todas, abiertas de blanco.

Traía su corazón en el nido de las manos : su corazón era roca; sus blancas manos, de nardo.

Nunca una fuente dió seda ni cinta como sus brazos; sus pechos latían como dos corazones nevados,

y la luz triste y celeste de sus grandes ojos claros era lunaria, con vuelos de ruiseñores románticos.

¿Sonreía? ... Yo no sé qué es lo que tuvo en sus labios, que, aunque estaban sonri ndo, estaban también llorando ...

Nunca me dijo su nombre; pero, por su aroma blanco, soñé que se llamaría · con blancos nombre de Mayo ...

Abriera sus labios rosas; el jardín se abrió cantando. ¡ Qué música de e2peranzas la música de sus labios!

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1'72 ANTOLOGÍA DE MOTIVOS POÉTICOS

Hizo de hermana menor de todas las rosas; cuando lloraba, todas las rosas eran de color de llanto ...

JuAN RAMÓN JrnÉNEz.

(*) Este poeta del siglo X VI se caracterizó por su musa ligera y satírica; de ahí que aun cayendo en la obsesión lírica de cantar al dolor, en el tormento de sus propias penas amorosas, lo haga sin arrebatos trágicos, y sólo de una manera muy humana poniendo en juego los resortes habituales de su ingenio.

TERCERA PARTE. - ESTADOS DEL ALMA 1/3

La Envidia.

En la cárcel donde estuvo preso.)(*)

Aquí la envidia y menlira me tuvieron encerrado. Dichoso el humilde estado del sabio que se retira de aqueste mundo malvado, y con pobre mesa y casa en el campo deleitoso con solo Dios se compasa, y a solas su vida pasa, ni envidiado, ni envidioso.

FRAY Lurs DE LEÓN.

La envidia. )Jiá M !1¡;1_ ¡1~~~~.ir-

Dulce es a la codicia cuando alcanza doblar el oro inútil, que ha escondido;

.dulce al amor, feliz o desvalido, meditar ya el placer, ya la esperanza.

Dulce es también a la feroz venganza, que no obedece al tiempo ni al olvido, los sedientos rencores que ha sufrido apagar entre el fuego y la matanza.

A un bien aspira todo vicio humano; teñida en sangre, la ambición impía sueña en el mando y el laurel gracioso.

ANTOLOGIA '7

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17{¡ ANTOLOGÍA DE MOTIVOS POÉTICOS

Sólo tú, envidia horrenda, monstruo insano, ni conoces ni esperas la alegría; que, ¿dónde irás que no haya un venturoso?

ALBERTO LISTA.

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El envidioso.

Es de cera su cara y su mirada aviesa : sardónica la risa que su impotencia oculta; a nadie, ni a sí mismo, lo que siente confiesa, y por orgullo a nadie lo que piensa consulta.

A todo lo que brilla cordial odio profesa; los pecados ajenos con regocijo abulta, y sin quererlo acaso, hasta en tu propia mesa, cubriéndote de flores, hipócrita te insulta.

No puede remediarlo: como la ;rosa, espina; corr;i.o la vaca, tisis; como el reptil, veneno, trasuda insinuaciones mordaces y felinas ...

Sufre con el talento, sufre con la riqueza, con todo lo que es grande con tal de ser ajeno, y hasta su propia dicha le causaría tristeza.

EMILIO BüB¡\DILLA.

' ( *) Esta famosa décima, escrita e1' la pared de la celda do1'de el poeta

estuvo algu,.os años recluido con motivo del conocido proceso de que le hizo víctima la Inquisición, confirma la extraordinaria condición apacible y sereria de su espíri1u. No se conoce ingenio humano en que, como en Fray Luis de León, su obra literaria esté más en armonía con su espíritu y guarde en conjunto tan absoluta y completa uniformidad.


La Esperanza.

A la Esperanza.

Alivia sus fatigas el labrador cansado cuando su yerta barba escarcha cubre, pensando en las espigas del agosto abrasado y en los lagares ricos del octubre; la hoz se le descubre cuando el arado apaña, y con dulces memorias le acompaña.

Carga de hierro duro sus miembros, y se obliga el joven al trabajo de la guerra. Huye el ocio seguro, trueca por la enem:ga su dulce, natural y amiga tierra; mas cuando se destierra o al asalto acomete, mil triunfos y mil glorias se promete.

La vida al mar confía, y a dos tablas delgadas, el otro, que del oro está sediento. Escóndesele el día, y las olas hinchadas suben a combatir el firmamento; él quita el pensamiento de la muerta vecina, y en el oro le pone y en la mina.

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Premio y cierto fin tiene cualquier trabajo humano, y el uno llama al otro sin mudanza; el invierno entretier e la opinión del verano, y im tiempo sirve a otro de templanza. El bien de la esperanza sólo quedó en el suelo, cuando todos huyeron para el cielo.

LUPERCIO LEONARDO DE ARGENSOLA.

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A la Esperanza.

Dulce esperanza que futuros goces siempre prometes al amante triste, ¿ por qué no asiste tu ilusión a mi alma

y la conforta? · ·

Llámote amiga, mas cual hada leve, si quiero asirte, por burlar mi anhelo huyes, y en duelo sin piedad me dejas

abandonado.

Tú calmas de otros los pesares duros : así el cautivo que corrió a tus brazos, aunque entre lazos, de ilusoria dicha

llena su mente.

A los amantes que en terribles penas pasan las horas de un ingrato día, la noche umbría les presenta en sueños

finos amores. ·

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Tal el ausente que deshecha en llanto dejó a su amada, resignado espera que él plazo muera de la ausencia dura,

que los divide.

Sólo a mí niegas el risueño halago de un bien futuro, y a tenaces penas j ay! me condenas, esperando eterno

llanto y dolores.

Términos tienen los ajenos males; imitan todos el volar pausado del tiempo alado, que aunque tarde pasa

para el que pena.

Al fin conmuta su dolor y gozo, y tras un día de enemiga suerte, otro se advierte de ventura y dichas

que lo subroga.

Yo no más sufro tu aversión constante; y ya que nunca te veré sensible a mi terrible desventura, muero

desesperado.

Espera .•.

Espera ...

GABIUEL REAL DE AzúA.

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No detengas el vuelo del ave pasajera. 1

La golondrina errante que ha enjaulado tu mano muere, si es en invierno, soñando en el verano.

Tu mal radica en tu ansiedad o inquietud; . precipitas la vida sin madurar su seno. Pon al torrencial río que hay en tu juventud el dique de tu espíritu reflexivo y sereno.

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La visión que te atrae no es la mano sincera que te conduce palmo a palmo por la vida. Espera, espera, espera; llegarás, no atraerás_ la tierra Prometida.

BARTOLOMÉ GALÍNDEZ.

La más humana de las afecciones del alma, la más instintiva de las afirmaciones del espíritu, ha sido comentada por los_ poetas en distintas formas y conceptos que se· confunden en su esencia. La tradición moral llama "esperanza" a lo que el extensivo concepto ideológico llevadd a la expresión poética, llama también "optimismo", "ilusión", etc.

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La Fe.

TERCERA PARTE.- - ESTADOS DEL ALMA 179

La Fe y la Duda.

Y o soy amor y del amor camino; soy blanca nave del sagrado puerto; por mí postrado en el peñón desierto canta el asceta su triunfal destino.

Soy consuelo del triste peregrino que cruza el mundo de pesares yerto; soy árbol santo del eterno huerto; rosa bendita del rosal divino.

Sin mí la pena se desgarra y llora; sin mí el dolor sus amarguras vierte; , sin mí el sepulcro con furor devora.

Aspirando mi luz, el alma es fuerte; la pena se hace amor; la noche aurora; la tumba claridad; faro la muerte.

BERNARDO LóPE:t, GARCÍA.

J,a rosa de la fe. ~~~~~~

Nació de una mirada de Dios. Es pura y triste, color de tardecita y de silencio. Su aroma tiene el encanto amargo de lo que ya no existe ... En su corola blanca se muere una paloma.

¡Rosa única! hermana del plumón de las aves, estrella perfumada que por los. siglos rueda ... La carne dolorida de sus pétalos suaves, gracias al santo anhelo, se ha transformado en seda.

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180 ANTOLOGÍA DE MOTIVOS-POÉTICOS

Fué color de los siglos para el torvo Bautista, en la diestra de Pablo era una flor de oro; en el pecho de Pfldro una tierna amatista, y en la frente de Juan un extraño meteoro.

Ante ella, rosa bíblica de substancia divina : cae toda muralla, el mar es separado, extínguese el incendio, reverdece la ruina, y desanda la muerte los pasos que ya ha dado.

Es el vocablo puro, incorruptible, intacto, la semilla de Dios que vida eterna entraña, y por el solo imperio de su sutil contacto el alma, como Atlante, transporta su montaña.

FERNÁN FÉLIX DE AMADüR.

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Mi oración a la fe.

¡Fe! Báculo del viajero que marcha entre las zarzas del camino al azar del Destino.

Estrella rutilante que al náufrago iluminas hasta el postrer instante.

Si eres, santo y -seña del que cree, si pones en la mente del que va a la conquista : ¡Venceré!. .. Si estás simbolizada por el leño de Cristo; si hace 1 creer en lo arcano como en lo que se ha visto ...


Si eres, escudo de la Suerte, consuelo de la Muerte.

Faro que guía, y abismo, donde escruta y escruta el escepticismo ...

¡Sé mi lazo de amor! ¡Mitiga mi dolor, y planta tu bandera en. la cumbre más alta de mi Quimera!

De la ilusión a la duda.

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De la ilusión a la duda la vida es como un camino y no hay triste:Ta mayor que el haberlo recorrido, sin gustar de la dulzura de los paisajes habidos.

RAQUÉL SÁENZ.

Siempre en marcha frente al Sol, implacable como un ídolo; siempre en marcha entre la Noche, leprosa de sudor frío; con el ansia de llegar llevada hasta el paroxismo.

Sordo y ciego a todo encanto . olvidado de sí mismo,

y azotado de terrores con visiones de castigo, ¡que hasta una senda errada para enlutar un destino!

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¡Aunque cruenta la jornada quién nos tornara al principio; que no hay tristeza mayor que al finar un mal camino, encontrarse en la llanura malditamente perdido.

¡Sin gustar de la dulzura de los paisajes habidos!

La canción de la. duda .

TOMÁS ALLENDE IRAGORRI.

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¡ No creer ... no creer!. .. No orar por ver inútil la eficacia del ruego. ¡No creer!... Ser el alma como un pájaro ciego que ambiciona volar ... Y que no sabe el sitio donde se ha de posar.

¡ No creer... no creer !. .. ¡Dudar!. .. ¡Tener miedo de amar! de vivir!. .. ¡ Sólo morir desear!. ..

¡No creer en la vida, y cruzarse de brazos, y flagelar las carnes, y ahogar el corazón, y matar la ilusión!

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¡ Estarse de rodillas sin saber si mirar al cielo o a la tierra, y callar ... y matar todas las ambiciones! ¡Y no anhelar por temer no alcanzar!

¡ No creer... no creer !. .. ¡Es ver! ¡ Es luz que hace más negro el padecer!

¡Oh, mis ojos que han visto!

Con la 'antorcha del alma alumbré los caminos pletórica de fe ... ¡Y apóstata torné! ¡Amores... alegría!. .. ¡No os detengáis ante la vida mía! ¡No creeré!

No es culpa mía ...

¡No creeré!

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Si alternan la fe y la duda como la noche y el día

RAQUÉL SÁENZ.

en mi alma yerma y desnuda, ¡no es culpa mía!

Culpa es del siglo, que forja sistemas a discreción y que no trae en su alforja ni una afirmación .

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Culpa es de la obscuridad, de la esquiva lobreguez, del no dar con la verdad ni una vez;

del duro insomnio, que acecha en la esquiva cerrazón, el relámpago, la brecha de luz una convicción;

del silencio que responde a nuestro ansioso porqué; del vano preguntar : ¡dónde I para que digan : ¡no sé I

................ •, .. .,, ....... . Si alternan la fe 3 la duda

como la noche y el día en mi alma yerma y desnuda, ¡no es culpa mía!

... Sin embargo, allá, en el fondo del obscuro laberinto, muy hondo, mucho, muy hondo, habla un instinto.

Es como un si que confirma mi raro sí de ere.yente y que, cuando niego, afirma tímidamente.

Es ... yo no sé qué simpática insinuación oportuna y discreta; es, como una voz enigmática ...

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Como vago cuchicheo que surge apenas de los abismos de mi deseo y que murmura¡: "yo creo en Dios".' ..

AMADO NERVO.

La oirtud de la fe, la proclaman todos, aun los poetas más dioorciados del prejuicio dogmático, con una efusión que transciende a unción cristiana, y entre la F'e y la Duda ni los más escépticos oacilan en señalar los rumbos que guían a las sendas iluminadas o a las tenebrosas de la Vida.

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La Felicidad.

La Felicidad. "Vagamente dibujada

la encuentra el alma indecisa en el bien de una sonrisa, en la luz de una mirada, en toda dicha esperada, en la que pasó importuna, en la gloria, en la fortuna, en lo cierto, en lo imposible, en todas partes visible y no se alcanza en ninguna.

Nube azul, blanca y ligera que los sentidos engaña, y tras de cada montaña parece que nos espera. En impetuosa carrera el hombre a cogerla va, llega ... se fué ... síguela ... piensa asirla a cada instante; la nube siempre delante, pero siempre más allá."

El arte de ser feliz.

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JOSÉ SELGAS.

No acierto, Enriqueta hermosa, cómo has llegado a pensar que yo te ,puedo enseñar el arte de)er dichosa.


¡Ay! Es en vano que acudas a mi cátedra a aprender. Mi saber llega a saber que dudo ... hasta de mis dudas.

Sólo al hablar de ilusión me asalta desde el vacío una ráfaga de hastío que hiela mi corazón.

El que duda siempre está en una angustia suprema resolviendo este problema : "¿ Si será? ¿.Si no será? ... "

II

En cambio, el que no cree en nada, lleva, exento de ilusión, dentro de su corazón la conciencia emparedada.

Y a ratos, afortunado, vive en el mundo sin pena, comiendo la fruta ajena con cercado o sin cercado.

Sabe por su buena suerte el hombre que es descreído, que es un bálsamo el olvido y un gran descanso la muerte.

Por eso cuando afanada quieras encontrar reposo, ten presente que el dichoso lo cree todo ... o no cree nada.

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III

Y ya que por}u virtud eres una gran creyente que sabe llevar de frente la alegría y la salud,

· imita la fe de aquellas que, a través de un santo velo, jamás advierten que el cielo, tiene más nubes que estrellas.

Cree mucho, y obra de modo que, haciendo santo el dolor, aceptes hasta el amor con retóricas y todo.

Con fe o sin fe, tú reniega de mi incertidumbre odiosa, y si quieres ser dichosa. no dudes : afirma o niega.


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Canción de la posible felicidad.

Oye, que yo 1o digo, yo que un día canto amargo canté.

Pensemos bien del mundo y en su fiesta tengamos fe.

A fiesta fuimos una vez llamados, y a delicia y a vino y a manjar, y a música y a baile por la tierra, y a empavesadas naves por el mar.

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Al fin se vió que el mundo es solamente cañizo y armazón;

cuatro cañas clavadas en la arena y en las cañas abierto un pabellón.

Al fin se vió que estas someras cañas la desnuda verdad del mundo son, y esos locos colores de la vida tienda que puso la Imaginación.

Los cielos mismos, los divinos cielos, soñados son,

y tienen arrebol o tempestades según las tintas de tu corazón.

Vamos felices por caminos claros; que nuestra luz les presta claridad. ¡Es sólo magia, solamente magia del alma buena la felicidad! ...

Cásos comunes.

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ARTURO CAPDEVILA.

Juan envidia de Bruno la nobleza y Bruno a Juan envidia la riqueza; ambos envidian a Luis la calma, y éste envidia a los dos con toda el alma honores y fortuna ;,. ¡qué simpleza!

Bruno con lo de Juan feliz sería, Juan sería feliz con lo de Bruno, · lo de Luis a los dos contentaría, y a Luis feliz lo de los dos haría; ¡y con lo propio no es feliz ninguno!

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Podemos deducir de estos extremos, que, de la vida atados en el potro, felicidad es lo que no tenemos. Tal vez mejor diremos : felicidad es lo que tiene el otro.

JOAQUÍN M. BARTRINA.

La Felicidad es una quimera, un concepto relatíPo que vipe en la imagi· nación más que en las satisfacciones positivas. Así lo han convenido, sin discrepancia, filósofos y poetas; sin embargo, vease por las poesías conte· nidas en esta sección la interesante variedad de concepto y forma en que vigorosos ingenios líricos han tratado el interesante motivo.


La Ilusión y el Ensueño.

)(Humo y ceniza.

Fumaba yo, tendido en mi butaca, cuando, al sopor de plácido mareo, mis sueños de oro realizarse veo del humo denso entre la niebla opaca.

Mas ni la gloria ni ambición a.Placa, ni nada calma mi febril deseo hasta que, envuelta por el aire, creo verte mecida en vaporosa hamaca .

Corro hacia ti; mi corazón te evoca; y, cuando el fuego de tu amor me hechiza y van mis labios a sellar tu boca,

de ellos ¡ay! el cigarro se desliza y sólo queda, de ilusión tan loca, humo en el aire y, a mis pies ... ceniza.

La Ilusión.

PEDRO A. DE ALARCÓN.

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Soñé que la fortuna en lo eminente del más brillante trono me ofrecía el imperio del orbe, y que ceñía con diadema inmortal mi augusta frente.

Soñé que hasta el Ocaso desde Oriente mi formidable nombre discurría, y que del Septentrión al Mediodía mi poder se adoraba humildemente.

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1•92 ANTOLOGÍA DE MOTIVOS. POÉTICOS

De triunfantes despojos revestido, soñé quFJ de mi carro rubicundo tiraba César con Pompeyo uncido.

Despertóme el estruendo furibundo, solté la risa y dij e en mi sentido : "Así pasan las glorias de este mundo."

Tragedia.

MANUEL DE ZEQUÉIRA y ARANGO.

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La luna gibosa untaba su luz sobre los narterres y el estanque nacaraba. , Un gato maullaba, maullaha con muchas erres.

(¿No es cosa muy oportuna en versos funambulescos pintar con trazos grotescos a los gatos y a la luna ?)

Surgían cantando en corro las fuentes, hervor de plata, y era cada leve chorro bajo su erizado gorro, flautín de una serenata.

La rotonda de Carrara se asomaba a la extensión del estanque, como para copiar en el agua clara su ágil gracia de Trianón.

Y en los boscajes inciertoR en que temblaban los nidos,

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Ilusión.


Jos dioses de mármol, yertos, aunque con ojos abierto;, 1 ha un siglo estaban dormidos!

*** Cité a mi Ilusión, allí,

porque aquella mise en •cene Luis XV cuadraba bien, muy bien al ensueño, y

la locuela celestial me envió a decir con la luna : "No puedo ir, estoy mal ': un ángel me ha roto una de mis afas de cristal."

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AMADO NERVO

¡Adiós, dulce ilusión, rica en colores! ¡Adiós, sueños hermosos de mi vida! ¡Adiós por siempre! Y vayan de partida con vosotros mi bien y mis amores

Deja tal vez el céfiro a las flores un suspiro por tierna despedida, cuando pasando la estación florida lleva al cielo sus últimos olores.

El céfiro suave de esperanza que <lió a mi corazón vida y frescura, ¡ay de mí! ya pasó ... ¡Triste mudan2".a! . '

¡Qué sólo me dejó de su dulzura éste, qué triste y amoroso lanza mi corazón, suspiro de ternura!

MIGUJ>L DE LOS SA.NTOS ÁI.VAREZ.

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194 ANTOLOGfA DE MOTIVOS POÉTICOS

Un vaso más de ensueño ...

Un vaso más de ensueño, monseñor Sentimiento; beber la eucaristía de las rosas primeras sin llorar un instante ni sufrir un momento, es dormirse en la cuna de violáceas ojeras.

Tener el alma triste y el corazón amargo es ir por una senda severamente trunca, o por la polvareda de un caminito largo hacia el plácido oasis que· no se encuentra nunca.

Dejemos el espíritu entre las manos francas d.e la misericordia y eclipsemos las penas con la melancolía de las princesas blancas y la tristeza ambigua de las reinas mprenas.

Ábrete, corazón, como se abren las hojas ante las cimitarras intangibles del viento. Bebamos el licor, borremos las congojas : un vaso más de ensueño, monseñor Sentimiento.

BAR'I'OLOMÉ GALÍNDEZ.

~t~t~t Donde vive ella.

Por más que yo la llamo, no responde ... ¿Nos separa tal vez, el ancho mar? ¡Por descubrir el sitio en que se esconde, recorrería el mundo sin cMar !... ¿ Por qué no vienes, hada misteriosa, a irradiarme de luz, paz y armonía? ¿ Por qué no vienes, bella y vaporosa, como te miro yo en mi fantasía?

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Por ella pregunté a los ruiseñores, al árbol secular y al manso río; interrogué a las fuentes y a las flores ... ¡Nadie me dió razón del amor mío!. .. Solamente la brisa, en tono grave cual quejido fugaz de un moribundo, dijo en mi oído, murmurando suave : "¡Nunca la encontrarás en este mundo!" Después, a mi conciencia he preguntado, y ella me dice, con su voz potente : "Esa hermosa mujer que tú has buscado, no existe en otro sitio que en tu mente!. .. " ¡Todo fué una ilusión! ¡ Fué fantasía, una ficción no más, plácida y bella l Tiene razón esta conciencia mía :

A veces.

¡Sólo en mi mente es dónde vive ella!

_g¡1 M )(¡! ¡¡if~if~if

A veces en la niebla se abre un hueco de luz, y es un pozo profundo que va hasta el cielo azul.

Otras veces, de noche,

JOSÉ CABRERA.

se abre un hueco de sombra, y en el fondo es muy blanca la estrella luminosa.

Duran poco; la niebla su cortina de gasa corre prudentemente, y la ilusión acaba.

Dulcemente, se muere, sin dolor, la Esperanza.

MARGARITA ABELLA CAPRILE.


Soñar.

¡Soñar, soñar! Divino privilegio del alma. La tempestad abajo y en el cielo la calma, y esa maravillosa escala del ensueño a la cual todo obstáculo de ascensión es pequeño, y esa música maga del corazón sonoro que acompaña en el vuelo como triunfante coro.

Lurs EcHÁVARRI.

Es fácil colegir por el fondo de las pierns poéticas dedicadas a las dos facultades del espíritu: la .llusión y el Ensueño, que los poetas románticos, que son quienes PiPen de la ficción y la quimera, se sienten elegíacos y siempre cantan a la ilusión perdida; y son en cambio los espíritus modernos, foriados en los trances del positivismo absorbente, los que aclaman los privilegios del Ensueíio como Señor de la Pida y árbitro del sentimiento.

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El Recuerdo y el Olvido

El recuerdo.(*)

Antes, sin conocer la delicada felicidad de mi dolor, decía : ¡Dios quiera que se acerque pronto el día

. que esté de olvido el alma traspasada!

Hoy, pensando en aquella fantasía, me parece que fué una desdichada blasfemia, pues jamás, nunca, por nada, decir adiós a mi pasión querría.

' Porque ella fué mi juventud y siento

que la viví por ella, . ¡la juventud que se ha llevado el viento!

Pero que yo recuerdo cada día, como quien por haber visto una estrella, recuerda al firmamento en que lucía.

Canción del recuerdo.

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" Cantinero, llena la copa de vino

ENRIQUE BANCHS.

que al recordarla me muero ... "

... Brotaron los sauces viejos, hoy tienen otros reflejos

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las aguas del manantial. La vida nace y revienta y una canción turbulenta dice en la fronda el zorzal.

En una tarde, así hermosa, me dió su primera rosa. ¡Oh, cálido atardecer! Ella era un mundo de hechizos el sol doraba sus rizos ... ¡Si parece que fué ayer!

- Amo al sauce, y tú ¿le amas? pregunté - bajo sus ramas caminábamos los dos; y respondióme la inquieta : - ¿ Cómo no amarlos, poeta, si son lágrimas de Dios?

¡Cantinero, llena la copa de vino que al recordarla me muero!..

... ¡Qué follaje tan sombrío tiene tu vid ! En estío sus frutos sazonarán y a las uvas perfumadas los gorriones, en bandadas, dichosos acudirán.

¡Ah, los parrales de antaño! Nunca vi como aquel año tanta fruta. A la sazón era el mes de los amores : en los cercos muchas flores, y en los labios la canción.

TERCERA PARTE. - ES.TADOS DEL ALMA 199

Al verlos, en mí, despierta la memoria de su huerta con aquel viejo parral, y ella, la luz que perdimos, brindando dulces racimos en su claro delantal...

Cantinero, llena la copa de vino que al recordarla me muero ...

Pero ¿ a qué recuerdos tales?

Cantinero, tus rosales se inclinan con tanta flor; ya vendrán las mariposas y sobre el haz de tus rosas ¡qué festín embriagador!

Aquel invierno sombrío su rosal, desnudo y frío, se agostaba en el jardín, y mirándolo decía :

¡Cuánta tristeza, alma mía! en un lamento sin fin.

Y volviendo a su quimera : - Y a vendrá la primavera, deja los días correr. -Volvió la diosa galana, dió el rosa flores de grana y ella no las pudo ver ...

Cantinero, llena la copa de vino que al recordarla me muero.

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-200 ANTOLOGÍA DE MOTIVOS POÉTICOS

Mas, en vano; todo en vano su recuerdo es soberano y, alondra, anida en mi ser; alondra que a veces muerta parece que se despierta cantando angustias de ayer.

"¡ C1mtinero, deja la copa sin vino 1 ¿ Para qué ? Y a no lo quiero."

~~** El olvido.

A ve sin nido, boca sin beso, mundo sin ruido, tinieblas : eso ... es el olvido.

LEOPOLDO MARECHA L.

Temo el olvido porque separa, más que las tierras que el hombre ara, más que las razas, más que el arcano, más que las guerras, más que las olas del oceano.

Tomo el olvido porque es la muerte de Jo vivido, mundo perdido, ya sin historia, que en un sollozo se queda inerte.

Temo el olvido porque es la nada, cuerda callada tras el sonido,

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tumba sin flores, luz apagada, negación misma de lo que ha sido.

Temo el olvido ... Y, sin embargo, ¡qué bien nos mece su mano leve, cuando caemos, con un suspiro, bajo el letargo, bajo el letargo de su piadoso manto de nieve!

ROBERTO LEDESMA.

(*) La perfección constructilia de este soneto, cualidad que ya se habrá admirado en otros del mismo autor, nos obliga a una referencia especial. Los maestros proclamaron siempre la gran dificultad de esta forma poética introducida a la literatura castellana, del "modo itálico'', y que sólo han lleDado a la perfección los ingenios priDilegiados. En la poesí.a castellana contemporánea, Banchs representa dignamenJe la tradición iniciada en Garcilaso y mantenida por los más esclarecidos clásicos.

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La Tristeza y la Melancolía.

Soy tu tierra natural. <1J

Tristeza : pues yo soy tuyo, tú no dejes de ser mía; mira bien que me destruya sólo en ver que el alegría presume de hacerme suyo.

¡Oh, tristeza! que, apartarme de contigo, es la más alta crueza que puedes usar conmigo.

No huyas ni seas tal que me apartes de tu pena; sqy tu tierra natural, no me dejes por la ajena do quizá te querrán mal.

Pero, di : ya que estó en tu compañía, ¿ cómo gozaré· de ti, que no goce de alegría?

Que el placer de verte en mí, no hay remedio para echallo, ¿quién jamás estuvo así? que, de ver que en ti me hallo, me hallo que así estoy sin ti.

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TERCERA PARTE. - ESTADOS DEL ALMA.

¡Oh, ventura! ¡Oh, amor, que tú hiciste que el placer de mi tristura me quitase de ser triste!

Pues me das, por mi dolor, el placer que en ti no tienes, porque te sienta mayor, no vengas, que si no vienes, entonces vendrás mejor.

Pues me places, vete ya, que en tu ausencia sentiré yo, lo que haces, mucho más que en tu presencia.

JuAN BoscÁN.

~~~~~~ Lo triste es así. <2)

Dos lánguidos camellos de elásticas cervices, de verdes ojos claros, y piel sedosa y rubia, los cuellos recogidos, hinchadas las narices, a grandes pasos miden un arenal de Nubia.

Alzaron la cabeza para orientarse, y luego el soñoliento avance de sus vellosas piernas, bajo el rojizo dombo de aquel cenit de fuego, pararon silenciosos, al pié de las cisternas ...

Un lustro apenas cargan bajo el azul magnífico y ya sus ojos quema la fiebre del tormento : ¡tal vez leyeron, sabios, borroso jeroglífico perdido entre las ruinas de infausto monumento!

Vagando taciturnos por la dormida alfombra, cuando cierra los ojos el moribundo día, bajo la virgen negra que los llevó en la sombra copiaron el desfile de la Melancolía ...

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20li ANTOLOGÍA DE MOTIVOS POÉTICOS

Son hijos del desierto. ¡ Prestóles la palmera un largo cuello móvil que sus vaivenes finge, y en sus marchitos rostros que esculpe la Quimera, sopló cansancio eterno la boca del Esfinge!

Dijeron las Pirámides que el viejo sol rescalda : "Amamos fa fatiga con inquietud secreta ... " Y vieron desde entonces correr sobre una espalda tallada en carne, viva, su triangular silueta.

Los átomos de oro que el torbellino esparce quisieron, en sus giros, ser grácil vestidura y unidos en colleras por invisible engarce vistieron del giboso la escuálida figura.

Todo el fastidio, toda la fiebre, toda el hambre, la sed sin agua, el yermo sin hembras, los despojos de caravanas ... huesos én blanquecino enjambre, ... todo en el cerco bulle de sus dolientes ojos.

Ni las sutiles mirras, ni las leonadas pieles, ni las volubles palmas que riegan sombra amiga, ni el ruido aparatoso de claros cascabeles, alegran las miradas al Rey de la Fatiga.

¡Bebed dolor en ellas, flautistas de Bizancio, que amáis pulir el dáctilo al son de las cadenas : sólo esos ojos pueden deciros el cansancio de un mundo que agon;za sin sangre entr, las venas!. ..

Yo buscaré dos ojos que he visto, fuente pura hoy a mi lado exhausta, y aguardaré paciente hasta que, suelta en hilos de mística dulzura, refresque las entrañas del lírico doliente.

Y si a mi lado cruza la sorda muchedumbre, mientras el vago fondo de esas pupilas miro, dirá que vió un camello con honda pesadumbre, mirando silencioso dos fuentes de zafiro.

GUILLERMO VALENCIA.

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TERCERA PARTE. - ESTADOS DEL ALMA.

Oración.

Tristeza, belleza,

Es triste la vida.' .. Es Ja dolorida ansia del que quiere contener la herida

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205

alma de las cosas, corazón del mundo. Un dolor profundo perfuma las rosas.

por la cual se muere ...

¡La Naturaleza es toda tristeza! ... Todo cuanto e:J<:iste es un alma triste que al Misterio reza ...

Pupila de ciego que se alza a la altura y desciende luego llena de amargura,

vidriosa, impregnada de esa inmóvil pena profunda y serena del que no ve nada.

Mejillas llorosas ... Crepúsculos tristes ... En todo tú existes. Tristeza, belleza, alma de las cosas, corazón del mundo.

Tu encanto profundo tan sólo tranquilas verán las pupilas que el dolor supieron ...

Ojos que de tanto llorar aprendieron a llorar sin nanto.

FRANCISCO VrLLAESPESA.

~~~~~~ Melancolía.

Me siento a veces triste como una tarde del Otoño viejo, de saudades sin nombre, de penas melancólicas tan lleno ...

ANTOLOGÍA., 8

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206 ANTOLOGÍA DE MOTIVOS POÉTIVOS

i' if Mi pensamiento entonces I;~' vaga junto a las tumbas de los muertos, '!:,. y en torno a los cipreses y a los sauces J que abatidos se i.nclinan ... Y me acuerdo ¡. de historias tristes sin poesía ... Historias 1 ,, que tienen casi blancos mis cabellos.

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MANUEL MACHADO •

La muchacha que siempre anda triste.

Así anda la pobre, desde la fecha en que, tan bruscamente, como es sabido, aquel mozo que fuera su prometido la abandonó con toda la ropa hecha.

Si bien muchos lo achacan a una locura, del novio que oponía sobrados peros ... todavía se ignoran los verdaderos motivos admisibles de la ruptura.

Sin embargo, en los chismes, casi obligados, de los pocos momentos desocupados, una de las que cosen en el taller

dice, - y esto la afirma la propia abuela, -que desde que ella estuvo con la viruela él, ni una vez siquiera, la ha vuelto a ver.

-EvARisTo CARRIEGO.

(1 l Tiene esta poesía la particularidad de ser de las pocas que se eonocen de Bo,cán, e:rtrw!as a su género predilecto que, como se sabe, era el soneto. Boscán fué de los poetas del Renacimiento que con Garcilaso adaptaran al

castellano el estilo petrarquista. (~) La escuela simbolista de la que el poeta colombiano fu.é uno de los

más refinados cultores tiene en esta poesía un bellísimo ejemplo de suge· rente y descriptira fantasía.

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CUARTA PARTE

Motivos metafísicos y motivos sociales

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A Dios.

MOTIVOS METAFÍSICOS

Dios.

No pretendo comprenderte ni llegar a definir·te; tan sólo aspiro a sentirte, a admirarte y a quererte : quien vaya a ti de otra suerte luchará con la impotencia : te busca la inteligencia de lo infinito en el fondo, cuando estás en lo más hondo y oculto de la conciencia.

Sin ternura y sin amor, la mente desatentada te busca en lo que anonada, en lo que infunde terror : en el rayo asolador, en la batalla crüenta, en el volcán que revienta, en el aquilón que brama, en el nublado, en la llama, en la noche, en la tormenta.


Y el corazón te va a hallar en donde ve sonreír, y hay que amar, y bendecir; y lágrimas que enjugar : y te mira palpitar, prestando vida y calor, en cuanto respira amor : en el iris, en la bruma, en el aroma, en la espuma, en el nido y en la flor.

Como en el yermo la palma, corno el astro eq el vacío, pones en la flor rocío y sentimiento en el alma : truecas la tormenta en calma y en dulce sonrisa el lloro, y llevando tu tesoro adonde el hombre el estrago, con flores de jaramago .el erial bordas de oro.

Tú, Dios, formaste, al crear del Universo el palacio, con un suspiro el espacio, con una lágrima el mar; y queriéndonos probar que quien te adora te alcanza, como señal de bonanza has dibujado en el cielo la aurora, que es el consuelo, y el iris, que es la esperanza.

Tu purísimo esplendor el Universo colora, corno el beso de la aurora los pétalos de la flor; y si tu soplo creador

Tú.

CUARTA PARTE, - MOTIVOS METAFÍSICOS 211

en el caos se derrama, el mismo caos se inflama, y entre nubes y arreboles brotan estrellas y soles corno chispas de la llama.

Así, cuando nada era, a tu voz, jamás oída, tomó movimiento y vida la N"aturaleza entera; surcó el río la pradera, dió la flor fragancia suma, la luz disipó la bruma, y tu aliento soberano la ola hinchó del Oceano y la coronó de espuma.

Mas con ser la suma eirnncia es tu arrogancia humildad, tu riqueza caridad y tu justicia clemencia; pues quiso tu omnipotencia las flores por incensario, el monte por santüario, por águilas golondrinas, por toda corona espinas, por todo trono el calvario.

JOSÉ P. VELARDE.

~~~~~~

Señor, Señor, Tú antes, Tú después, Tú en la inmensa hondura del vacío y en la hondura interior; Tú en la aurora que canta y en la noche que piensa; Tú en la flor de los cardos y en los cardos sin flor.


Tú en el cenit a un tiempo y en el nadir; Tú en todas las transfiguraciones y en todo el padecer : Tú en la capilla fúnebre, Tú en la noche de bodas; ¡Tú en el beso primero, Tú en el beso postrer!

Tú en los ojos azules y en los ojos obscuros; Tú en la frivolidad quinceañera, y también en las grandes ternezas de los años maduros; Tú en la más negra sima, Tú en el más alto edén.

Si la ciencia engreída no te ve, yo te veo; si sus labios te niegan, yo te proclamaré. Por cada hombre que duda, mi alma grita : "Yo creo", ¡y con cada' fe muerta, se agiganta mi fe!

AMADO NERVO.

~~~~~~.

Loa a la Divinidad.

Bendigamos a Dios, Alabemos a Dios porque Él en su bondad nos dió bien a los dos.

¡Y que alabada sea cualquier ~lma que crea!

Ensalcemos a Dios, Alabemos a Dios por los días felices y de paz y por los

mismos amargos días de largas horas frías.

Y que sea Alabado y que Loado sea por todo lo que rige que es todo lo que crea.

Y que sea bendita el alma que se agita llena de fe y medita en su Gracia Infinita.

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CUARTA PARTE. - MOTIVOS METAFÍSICOS 213

Alabemos a Dios, Bendigamos a Dios porque en su misma savia nos nutriera a los dos.

¡Y que ensalzado sea por cuanto el Amor crea!

MARÍA LUISA CARNELLI ••

La contemplación de la Naturaleza y las efusiones de la rída inspiran un sentimiento panteísta de maiestuosas proyecciones estéticas a los poetas qzte han tratado el tema de la deidad suprema sin dejarse arrebatar por las extremosidades de un misticismo dogmático.

21~ ANToLoGiA DE MOTIVOS POÉTICOS

La Muerte.

A la muerte.

Imagen espantosa de la muerte, sueño cruel, no turbes más mi pecho, mostrándome cortado el nudo estrecho, consuelo sólo de mi adversa suerte.

Busca de algún tirano el muro fuerte, de jaspe las paredes, de oro el techo, o el rico avaro en el angosto lecho haz que temblando con sudor despierte.

El uno vea el popular tumulto romper con furia las herradas puertas, o al sobornado siervo el hierro oculto;

el otro, sus riquezas descubiertas con llave falsa o con violento insulto, y déjale al amor sus glorias ciertas.

LUPERCIO LEONARDO DE ARGENSOLA.

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La muerte, nuestra señor.a ...

La muerte, nuestra Señora, está llena de respuestas : de respuestas para todos los porqués de la existencia.

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A la muerte.


Silencio de los silencios tal vez llamarla debieran; mas, quien sabe interrogarla, quien tiene fina la oreja, escucha cosas muy hondas en medio de las tinieblas ...

Es una dama muy pálida la Muerte; ¡mas tan seréna.! ¡Con unos ojos inmensos que miran de una manera!...

Sobre sus hombros de mármol, en que los besos se hielan, cae en negros gajos fúnebres la majestad de las trenzas ... ¡Qué afiladas son sus manos! ¡Qué seguras y qué expertas 1 f Cogen nuestra alma al morirnos con una delicadeza!. •.

¡Qué maternal su regazo 1 ¡Y qué benigna y qué tierna su boca, que nos dará, en voz baja, las respuestas a los porques angustiosos que torturan la existencia 1

AMADO NERVO.

~~~~*

Yo te saludo, oh Muerte redentora, y en tu esperanza mi dolor mitigo, obra de Dios perfecta; no castigo, sino don de su mano bienhechora.

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216 ANTOLOGfA DE MOTIVOS ,POÉTICOS

¡Oh!, de un día mejor celeste aurora, que al alma ofreces perdurable abrigo, yo tu rayo benéfico· bendigo, y lo aguardo impaciente, de hora en hora.

¡Ante las plagas del linaje humano, cuando toda virtud se rinde inerte, cuando todo rencor fermenta. insano,

cuando al débil oprime inicuo el fuerte, horroriza pensar, Dios soberano, lo que fuera la vida sin la muerte!

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Una ganancia es morir.

FEDERICO BALART·

¡Ay, la vida! ¿Qué es la vida? Chispa oculta entre pavesa, relámpago que atraviesa tempestad enfurecida.

¡Ay, la vida! Es mal que cura la muerte; negra cárcel que, al morir, logra el prisionero abrir : de tal suerte que una ganancia es morir.

Dejar espinas y abrojos para ceñirse de estrellas, secar del llant-0 las huellas y fijar en Dios los ojos.

¡Ay l los ojos que han visto el mundo funesto, esa es ~dicha que el que muere

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CUARTA PARTE, - MOTIVOS METAFÍSICOS 2ií

a gloria y cetro prefiere; y es por esto que gana mucho el que muere.

¿ Qué son los placeres ? Humo, ¿ Qué es la hermosura ? Ceniza que en el sepulcro se pisa cuanto en la tierra hay de sumo.

¡Todo es humo, plata y seda, todo, todo L .. de manera que se gana muriendo en edad temprana; de tal modo

. que sólo el que, muere gana.

¿ Por qué tan ruda ansiedad, tanto afán, tanta locura, en ir tras lo que no dura, en buscar la vanidad?

¡Vanidad! que duelos mil atesora. Sólo el necio su ganancia busca en la tierra con ansia porque ignora que es la muerte una ganancia.

Vivanios pues a manera del cautivo en calabozo, que, ajeno de risa y gozo, libertad cercana esper.a.

De manera, que pongamos todo anhelo en la gloria de morir, sin cansarnos de decir viendo el Cielo : nuestra ganancia es morir,

Juuo MATOVELLE.

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Problemas.

Todos ·tenemos un problema, nadie lo sabe resolver. ¿ Quién me resuelve este problema? ¿Quién me lo puede resolver?

Todos tenemos un problema. (¡Quién no conoce una mujer!) Todos tenemos un problema, nadie lo sabe resolver.

Amiga, amiga, la Muerte, tú sí lo sabes resolver.

NICOLÁS CORONADO.

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Recuerdo del muerto.

¡Así es el mundo!..; La vida, a terrible ley sujeta, cesa cuando la secreta hora marca la partida.

En vano nos afanamos, grata ilusión al sentir, tras el bello porvenir que delirante soñamos.

En Ja mundanal balumba el hombre, en su desvarío, no ve que es aire, el vacío, y su mañana, una tumba.

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CUARTA ·PARTE. - MOTIVOS METAFÍSICOS 219

Nuestro marcado sendero por doquier muestra su huella; nuestro fin va impreso en ella con espantoso letrero :

Nacer y Morir ... tal es, en la tierra, nuestro objeto; lo demás, es un secreto que Dios nos dirá después ...

ENRIQUE R. MORERA.

La muerte la han tratado, generalmente con desesperación retórica, los clásicos, y resignadamente los románticos. Para los modernos, de un lirismo más sociable, no es tema halagador. Es un fenómeno estético que no pretendemos ni sabríamos justificar.

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, El Tiempo y las Horas.

Coplas.<1>

Recuerde el alma dormida, avive el seso y despierte contemplando 1

cómo se pasa la vida, cómo se viene la muerte tan callando; cuán presto se va el placer, cómo después de. acordado da dolor; cómo a nuestro parecer cualquiera tiempo pasado fué mejor.

Y pues vemos lo presente cómo en un punto es ido y acabado, si juzgamos sabiamente,l daremos lo no venido · por pasado.

No se engañe nadie, no, pensando que ha de durar lo que espera más que duró lo que vió, porque todo ha de pasar por tal manera.

Nuestras vidas son los ríos que van a dar en la mar, que es el morir; . allí van los señoríos derechos a se acabar y consumir; allí los ríos caudales, allí los otros medianos y más chicos; allegados, son iguales, los que viven por sus manos y los ricos.

JORGE MANRIQUE. ¿¡11,.¿¡1¿11,. VI\ vi? vl:\

Sobre el poder del tiempo.

Todo lo muda el tiempo, Filis mía; todo cede al rumor de sus guadañas; ya transforma los valles en montañas, ya pone campo donde mar había.

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Él muda en noche opaca al claro día, en fábulas pueriles, las hazañas, alcázares soberbios en cabañas, y el .juvenil ardor en vejez fría.

Doma el tiempo al caballo desbocado, detiene el mar y viento enfurecido, postra al león y rinde al bravo toro.

Sólo una cosa al tiempo denodado ni cederá, ni cede ni lia cedido, y es el constante amor con que te adoro.

JosÉ CADALso<2>.

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Su majestad el tiempo.

El viejo Patriarca, que todo lo abarca, se riza la barba de príncipe asirio; su nívea cabeza parece un gran lirio, parece un gran lirio la nívea cabeza del viejo Patriarca.

Su pálida frente es un mapa confuso : la abultan montañas de hueso, que forman lo raro, lo inmenso, lo espeso de todos los siglos del tiempo difuso.

Su frente de viejo ermitaño parece el desierto de todo lo antaño : en ella han carpido la hora y el año, lo siempre empezado, lo siempre concluso. Lo vago, lo ignoto, lo iluso, lo extraño, lo extraño y lci iluso ...

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Su pálida frente es un mapa confuso : la cruzan arrugas, eternas arrugas, que son cual los ríos del vago país de lo abstruso cuyas olas, los años, se escapan en rápidas fugas.

¡Oh, las viejas, eternas arrugas! ¡Oh, los surcos obscuros! ¡Pensamientos en formas de orugas de donde saldrán los magníficos siglos futuros!

~ El reloj de la alcoba .

JULIO HERRERA y REISSIG.

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En la vieja pared de la alcoba vetusta, sin otra compañía que la de un relicario, el reloj somnoliento del hogar solitario dice el paso del Tiempo, que a no pocos asusta.

Él ha visto impasible las fantasmagorías de los genios nocturnos y sus muecas macabras ... Y lo mismo a esas horas que durante los días sus latidos isócronos suenan como palabras ...

En esta funambulesca tragicomedia humana, con la monotonía de sus ritmos veloces, el reloj marca lágrimas y también marca goces sin pensar en la novia ni tampoco en la hermana.

Y como un viejo sabio que experiencia atesora, él sabe que algo pierde al desfilar cada hora ...

LUIS TORO CABAÑAS.

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Cómo se va la vida.

¡Cómo se va la vida! ¡ Con qué enorme tristeza, al mirarme al espejo, busco cada mañana el hilo inevitable de la primera cana y el surco prematuro que ajará mi belleza!

¡Cómo pasan las horas! Yo las siento, una a una, desfilar por mi lado, lentas y silenciosas, deshojando mis sueños, como pálidas rosas bajo la misteriosa sonrisa de la luna.

Juventud, que te alejas con tus tiernos capullos, tus suspiros ardientes y tus dulces arrullos, tus quimeras doradas y tu loca embriaguez :

hoy, que dejas en mi alma tu caricia postrera - vacilante y llorosa - ¡yo no sé lo que diera por sentirte en mis venas y apretarte otra vez!

Las horas.

ROSARIO SANSORES.

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¡ Para qué contar las horas de la vida que se fué, de lo porvenir que ignoras! ¡Para qué contar las horas!

¡Para qué!

¿Cabe en la justa medida aquel instante de amor, que pérdura y no se olvida, cabe en laºjusta medida

del dolor?

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¿Vivimos del propio modo en las sombras del dormir, y desligados de todo, que soñ'ando, único modo

de vivir?

Al que enfermo desespera, qué importa el cierzo invernal, o el soplo de primavera al que enfermo desespera

de su mal.

¡ Para qué contar las horas ! No volverá lo que fué y lo que ha de ser ignoras. ¡Para qué contar las horas!

¡Para qué!

/

FRANCISCO A. DE lcAZA.

(1) De la elegía a la muerte del Maestre d<; Santiago, don Rodrigo Manrique, padre del poeta. Estas coplas han inmortalizado el nombre de su autor. Menéndez y' Pelayo repútalas corno los más bellos persos del Parnaso castellano de la Edad Media.

(2) Clasicista y atildado, este poeta del siglo X V 111 contribuy6 a salPar la poesía de la corrupción de aquellos tiempos. Compárese su manera lírica en la interpretación del "tiempo", con la extraña y fantasíaca del desorbitado parnasiano uruguayo,.Herrera y Reissig, un siglo más tarde.

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CUARTA PARTE. - MOTIVOS METAFÍSICO$ 225

La Vida.

J,a vida es sueño(*). (Monólogo de Segí,smundo ).

Es verdad. Pues reprimamos esta fiera condición, esta furia, esta ambición, por si alguna vez soñamos; y sí haremos, pues estamos en mundo tan singular, que el vivir sólo es soñar, y la experiencia me enseña que el hombre que vive sueña lo que es, hasta despertar.

Sueña el rey que es rey, y vivo con este engaño mandando, disponiendo y gobernando, y este aplauso que recibe prestado, en el viento escribe; y en cenizas le convierte la muerte. ¡Desdicha fuerte 1 ¿Que hay quien intente reinar viendo que ha de despertar en el sueño de la muerte?

Sueña el rico en su riqueza que más cuidados le ofrece; sueña el pobre que padece su miseria y su pobreza; sueña el que a medrar empieza;

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2~6 ANTOLOGÍA DE MOTIVOS POÉTICOS

sueña el que afana y pretende; sueña el que agravia y ofende; y en el mundo, en conclusión, todos sueñan lo que son, aunque ninguno lo entiende.

Y o sueño que estoy aquí de estas prisiones cargado, y soñé que en otro estado· más lisonjero me vi. ¿Qué es la vida? Un frenesí, ¿Qué es la vida? Una ilusión, µna sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño y los sueños sueños son.

CALDERÓN DE LA BARCA.

~~~~~~ Sin moverse, vuela.

Vivir es caminar breve jornada, y muerte viva es, Licio, nuestra vida : ayer, el frágil cuerpo amanecida; cada instante, en el cuerpo, sepultada.

Nada, que siendo, es poco y será nada en poco tiempo, que ambiciosa olvida : pues de la vanidad, mal persuadida, anhela, duración, tierra animada.

Llevada de engañoso pensamiento y de esperanza burladora y ciega, trop<;izará en el mismo monumento :

como el que, divertido, el mar navega y, sin moverse, vuela con el viento y, antes que piensa en acercarse, llega.

FRANCISCO DE QUEVEDO.

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CUARTA PARTE, - MOTIVOS METAFÍSICOS 227

En una noche para amar creada.

En una noche para amar creada, una mujer para el amor nacida me reveló el secreto de la vida en el rayo de luz de una mirada.

Vivir es renunciar. No existe nada que merezca un esfuerzo. Apercibida como un áspid está siempre escondida, tras el deseo, la ilusión frustrada.

Humo es la gloria y humo la grandeza; humo la vanidad de la riqueza y la ciencia difusa de los sabios.

Toda la excelsitud del U,niverso no vale el ritmo musical de un verso y el perfume exquisito de unos labios.

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Uno viene, otro va.

Por un misterio profundo, que vedado al hombre está, en la sucesión del mundo uno viene, y otro va.

PEDRO MATA

Los que van, los que vrnreron sienten la misma aflicción los muertos por lo que fueron; los vivos, por lo que son.

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228 ANTOLOGÍA DE MOTIVOS POÉT1c;os

Y sólo, en vivir, resuelven los hombres todo su afán; y los que se van, no vuelven; y los que vienen, se van.

·Ambos a la vez suspiran en ansias de opuesto bien : los vivos, por lo que miran; lo muertos, por lo que ven.

Oscuro arcano contiene la vida que el mundo da : viene llorando, el que viene; va muy triste, el que se va.

Por razón, o por manía que no alcanza mi razón, causa el que nace, alegría; causa el que muere, aflicción.

Siempre, de esta vida amarga, distintas cuentas se harán; para los que vienen, larga; corta, para los que van.

¡Qué tristes esfuerzos hacen! ¡Qué pena debe:q sentir los que nacen, cuando nacen; los que mueren, al morir l

Hondo secreto pr9fundo que al hombre vedado está; desde el principio del mundo, uno viene, y otro va.

JOSÉ SELGAS.

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Rien haya la vida.

Entre el amor que se me va y el amor nuevo que hoy asoma, mi corazón, suspenso ya, como el sepulcro de Mahoma, entre dos imanes está. •

Bien haya la Vida, que si tanto el mar se lleva, nos da en cambio una fe nueva por cada fe perdida.

Adiós, rubia, que me ofreciste lo más precioso que tenías, y tú, morena, que viniste esta mañana, ¡buenos días!

Bien haya la Vida, que si tanto el mar se lleva, ¡nos da en éambio una fe nueva por cada fe perdida!

AMADO NERVO.

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Conformidad.

Más que pesada carga me parece la vida , , oloroso manojo de ramls florecidas.

Entre las ramas frescas hay algunas espinas pero son ya tan viejas que al herir acarician.

Si una lágrima cae sobre las hojas finas, las desvanece el viento que en la tarde suspira.

Un pájaro celeste en el manojo anida, tiene las alas grises y la voz cristalina.


Cuando su canto muera entre las ramas frías, y ya no queden hojas que oculten las espinas,

encenderé las ramas con unas viejas chispas y será tibia y clara la tarde de la vida.

CoNRADO NALÉ RoxLo.

~~~~~~ ¿La vida?

¿En dónde está la fuente de la Vida? ¿Dónde el puñal certero de la Muerte? ¿Por qué, implacable, la voluble Suerte que ayer nos festejaba, hoy nos olvida?

De la sombra en los pliegues escondida, aleve mano, por traidora, fuerte, de un pomo de veneno el jugo vierte en los sangrientos bordes de la herida.

Nuestra voz de protesta nadie escucha. ¡No tenemos rival para la lucha!

· ¿A qué empeñarnos, pues, en sostenerla?

Si la Vida nos pesa, ¿ a qué guardarla? ¡Tan necio es el afán de c_onservarla, cuan miserable el miedo de perderla!

AQUILEo J. EcHEVERHÍA.

~~~~~~ J.Ja vida.

Misterio que me anula o me conforta, mentira verdadera que me embarga; la miro a ratos fastidiosa y larga, la creo a veces divertida y corta.

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Dudo si la soporto a me soporta, si es leve peso o excesiva carga, y hoy me parece dulce y luego amarga, y es mi única pasión y no me importa.

Ciego la ensalzo y loco la maldigo; cuanto la trato más menos la entiendo ... Y así afanosamente la persigo,

si no voy de ella, con horror, huyendo ... Sé que a la postre acabará conmigo, mas, a pesar de todo ... ¡la defiendo!

ANTONIO p ALOMERO .

(*) Del drama de Calderón" La Vida es Sueño''. El misterio de la vida ha hecho filosofar vagamente a los poetas que de ella se han ocupado. En ningún poema ha llegado, sin embargo, al admirable análisis lírico y vuelo relárico del drama calderoniano, uno de los monumentos más sólidos del art11 lírico castellano.

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MOTIVOS SOCIALES

La Guerra y la Paz.

)\Van a la guerra los soldados.

Van a la guerra los soldados; se oye el estrépito marcial y están los niños fascinados ante un desfile tan triunfal.

¡Van a la guerra! ¡Qué valientes!, claman· con gran admiración, y se apretujan, impacientes, tras el brillante batallón.

Marchan las novias orgullosas junto a los novios que se van y en sus guerreras ponen rosas que paga en besos el galán.

Y los patriotas tumultuosos que viejos son par'A servir.lanzando vivas estruendosos, los héroes van a despedir.

Marchan altivos los guerreros con su preciosa juventud; ¡llevan sus ímpetus más fieros -y un ideal que es todo luz!


Pero las madres mientras tanto lloran los hijos que se van. En medio del bélico canto ¿por qué las madres llorarán?

Es que la guerra es bella cosa para el muchacho soñador, para la novia que orgullosa del novio admira el gran valor,

para el patriota enardecido que al extranjero odia cerval, para el soldado persuadido de que defiende un ideal.

Pero las madres ¡más serenas! la realidad tan sólo ven : ¡luchar sus hijos como hienas por ver quién da la muerte a quién!

Luis EcHÁVARRI.

~~~~~~ La fiera eterna.

No cometáis el crimen de maldecir a ése, de maldecir a este otro, de maldecir a aquél... ¡La infamia no es de uno, que si de uno fuese, le ahogaran en torrentes de acíbar y de hiel!

¡La guerra es un delito del ente universal en cuya entraña rugen rugidos de Caín : la guerra es la estulticia del bípedo ancestral que piafa de entusiasmo al oír el clarín l

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CUARTA PARTE. - MOTIVOS SOCIALES 235

No existiera el Derecho, ni, el Límite, ni el Mapa, si la guerra no hubiese legalizado el plan ... ¡No hay sino sangre vil en la postrera napa del fondo del obscuro descendiente de Adán!

No cometáis el crimen de maldecir a ése, de maldecir a este otro, de maldecir a aquél... ¡La infamia es de la estirpe, bestial como si fuese cosa de un vientre malo o cosa de Luzbel!

Paz.

BELISARIO RoLDÁN

~~~~~~

¡Qué harto estoy de luchar! .. Tirar a un lado el puñal y el revólver y la espada, y el mentir y las uñas aceradas, y la sonrisa falsa, y el veneno ... ¡Y ser un día bueno, bueno, bueno!

Y reír de alegría, y llorar de dolor, ¡y amar al agua clara sin sabor ni color! ¡'Y la sencilla paz de los días iguales! Y las amables sutilezas de una creencia antigu.a en cosas inmortales, que nos permita un inocente "yo sé ".

MANUEL MACHADO.

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Canción de la paz.

Duermen los niños en sus cunas, las buenas madres velando están; "Duermen los niños':, "Sueñan los niños":

Ésa es la paz . . ,

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Cantan los niños en la escuela, vuela en los aires coro jovial, "Cantan los niños", "Juegan los niños"

Ésa es la paz.

El sol fecunda las campiñas, los sembradores sembrando van; grandes cosechas colman el mundo :

Ésa es la paz.

A la distancia en la llanura se eleva el humo del dulce hogar; vuelan en torno las golondrinas

Ésa es la paz.

En los jardines florecidos desgrana perlas el fontanal; hay un idilio junto a la fuente :

Ésa es la paz. ·

Diez mil navíos en las dársenas, diez mil navíos van a zarpar; por el mar vienen diez mil navíos :

Ésa es la paz. •

Por los senderos en tumulto los campesinos vienen y van; pasan cantando los campesinos :

Ésa es la paz.

Vibra la vida en las metrópolis, destruye y crea sin descansar; "Vibra la vida", "Triunfa la vida"

Ésa es la paz.

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CUARTA PARTE, - MOTIVOS SOCIALES 237

Y en las aldeas y ciudades, y en las montañas y en las campañas ninguno falta, todos están : están los viejos y los jóvenes, están los hijos y están las madres

Ésa es la paz. MARIO BRAVO.

Los cantos destinados a glorificar acciones bélicas determinadas, aparte de su Paior retórico, tienen un interés relativo y circunscripto. El genio lírico no se ha inspirado en la guerra, en su concepto general, sino para denostarla con los apóstrofes violentos adecuados a lo que representa un formidable mal social.

Esta orientación del sentimiento poético ha servido, sin embargo, para que el motivo de la Paz, antídoto de aquel disolvente concepto, haya inspirado páginas bellas y sentidas de tanto valor ético como artístico.

ANTOWQÍA. 9

238 ANTOLOGiA DE MOTIVOS POÉTICOS

La Patria .

. La Patria.

Limpia te ansío, y sin raigambre muerta; no vinculada en apariencia de ídolos; vivificante más que viva, y libre, Patria, de trabas.

No organizada en defensivo gesto, toda recelos y anatemas toda; desdeña el plomo, atravesando eximias nubes, el águila.

Patria, que estás sobre corona y gladio, la zarpa encoge, al desplegar las alas; toda estás hecha para el vuelo ... ¡ \'uela, Patria aquilina!

Nadie se atreva a tu virtud, ni nadie, blasfemo, quiera vincularla entera : no te sepulto en un altar, te esgrimo como una espada.

No, en el arrimo de las torres viejas, ídolo estéril, tu estandarte enclavo; digo: "Asid de él y sin temor, patricios, dadlo a los aires.

"Servicio hacedle en plenitud, no rito; en toda activa operación, movedlo; del paño suyo recortad gloriosas velas de naves."


Límite, Patria, no me pongas; senda abre a mi ojos, como tú, infinita; y adonde vaya, mi camino alumbra, lágrima eterna.

No con la cuerda de opresivas leyes, la espalda azotes de tus propios hijos; Patria, en perpetuo advenimiento, sigue siempre· tu marcha.

Patria, depón, en tu salud, recelos, que eres virtud y no te alcanza herida; Patria, en las manos de tus hijos todos, va tu estandarte.

Tiende las alas, aquilina, y vuela, y si las nubes atraviesa el rayo y tu plumaje las tormentas rizan vuela serena.

Que, por volar inalterable el águila, sola y caudal en la tormenta esquiva, Patria, en las garras, a su arbitrio augusto lleva los rayos.

no caballeros.

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EDUARDO MARQUINA.

La patria es una dama a quien amamos con frenéticos celos pasionales, tributo a los primores virginales que brinda a la virtud que nos forjamos.

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2~0 ANTOLOGÍA DE MOTIVOS POÉTICOS

Es la patria la madre que adoramos, madre austera que envuelve en los cendales de su amor, los augustos pedestales en que, frente al tlestino, nos alzamos.

Como es mujer, no hay lance que no cuadre al desvarío en que el amor se inflama por la que es nuestra dama o nuestra madre.

Pues es el galardón más lisonjero romper lanzas de amor por una dama, para el que es bien nacido y caballero.

La patria.

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Trnso LonENzo.

¡De pie para cantarla! que es la pabia, la patria bendecida, siempre en pos de sublimes ideales, el pueblo joven que arrulló en la cuna el rumor de los himnos inmortales. Y que hoy llama al festín de su opulencia a cuantos rinden culto a la sagrada libertad, hermana del arte, del progreso y de la ciencia. ¡La patria! que ensanchó sus horizontes rompiendo las barreras que en otrora su espíritu aterraron y a cuyo paso en los nevados montes del Génesis los ecos despertaron! ¡La patria! que olvidada de la civil querella, arrojó lejos el fratricida acero y que lleva orgullosa la corona de espigas en la 'frente, menos pesada que el laurel guerrero.


¡La patria! - en ella cabe cuanto de grande el pensamiento alcanza; en ella el sol de redención se enciende, ella al encuentro del furor avanza, y su mano, del Plata desbordante la inmensa copa a las naciones tiende!

J,a Patria.

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ÜLEGARIO v. ANDRADE.

No pises en el campo del combate con el trofeo horrible de las armas, y en vez de abrir la carne de los hombres, cierra la herida que los otros abran.

Sonríe a aquél que te llamó cobarde, porque no derramaste sangre humana como el divino Salvador del mundo que expiró en el patíbulo de infamia.

¡Ay! el risueño porvenir del mundo se rompe en cada palmo de batalla, como las ondas del torrente inmenso que por las rocas del abis'mo saltan.

El que descuella entre los hombres sólo por la sangrienta punta de su lanza, con cada golpe que asestó en la vida allá en el porvenir su tumba cava.

Patria es palabra de ambición y guerra : si te oyes preguntar : ¿Cuál es tu patria? ¡ Dirige al cielo tu inocente mano y la infinii'a bóveda señala!

HrcARDO GwrrÉ RREZ


Patria.

Brota la planta, y del. fecundo suelo ser, impulso y vigor tierna recibe, y en la sonrisa del nativo cielo acariciada del ambiente vive; y aunque la tierra que la nutre, el vuelo de su suave existencia circunscribe, gallarda crece, y recibiendo amores, espléndida se cubre en fruto y flores.

Así al hombre tamhién, cuando aparece en esta de la vida infausta escena, celosa, la región do nace y crece con poderosos lazos encadena : ella a su vista hermosa resplandece, ella su alma de perfumes llena, y pidiéndole culto, amor, radiosa se alza ante él con majestad de diosa.

¡Sacro nombre de Patria l En él fulgura cuanto de grande y dulce el mundo encierra : del casto hogar la íntima ventura, la gloria conquistada en santa guerra, fe y costumbres, artística hermosura, la ley severa que al malvado aterra, el monte, el río, el ave en libre vuelo, el campo inmenso, el resplandor del cielo.

¿¡~¿¡~¿¡~ J1ll i:'ll ¡n:¡

CALIXTO ÜYUELA.

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CUARTA PARTE. - MOTIVOS SOCIALES 2,3

Dios, patria y libertad.

El amor a la patria es lo primero, y el don de libertad es sin segundo; Dios le dió patria y libertad al mundo; y en Dios a patria y libertad venero.

Es patria y libertad cada lucero; y en cada estrella del azul profundo, el Dios refulge del amor fecundo, patria de luz del universo entero.

El astro Tierra que en el libre espacio, como un globo de nácar y topacio, marcha hacia el norte en cadencioso vuelo,

es ¡oh, crueldades de la guerra insana l la patria libre de la especie humana, en la armoniosa libertad del cielo l

CÉSAR l30RJA.

Se entiende la "p.1tria" en el sentido abstracto, gencrico, independienwmenle del concepto local y circunscripto; en el sentido que sugiere el anhelo de una "patria" ideal, engranr:lecida por las Pirtudes de la paz, del progreso y del amor, tal como únicamente la puede concebir la quimera y presentir el corazón de los líricos.

244 ANTOLOGiA DE MOTIVOS POÉTICOS

El Trabajo.

Dice el trabajo :

En el principio era la Nada, de donde salió toda cosa; más tarde fué la nebulosa condensada, petrificada.

Luego, vino el vivir errante del antropoide primieval, con el hacha de pedernal sobre el cráneo del semejante.

Nómade, zahareño y bravío, el hombre, con el hombre en guerra, nada hallaba sobre la tierra : ¡nada más que. el hambre y el frío!

Y todo fué trabajo luego : trabajo fué cavar la cueva; trabajo trabajar la gleba; trabajo descubrir el fuego.

Trabajo fué amasar el barro; trabajo modelar la arcilla; trabajo cocer la escudilla; y trabajo inventar el carro.

Trabajo fué cazar la fiera; trabajo fué curtir la piel; trabajo fué filtrar la miel y trabajo prensar la cera.

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CUARTA .PARTE. - MOTIVOS SOCIALES 245

Trabajo levantar la cabaña; trabajo edificar el palacio; trabajo vencer al espacio nivelando valle y montaña.

Trabajo son música y verso y trabajo todo.

De modo que, comienzo y final de Todo, soy el alma del Universo.

ENRIQUE MÉNDEZ CALZADA.

~~~~~~ Trabaja.

Trabaja, joven, sin cesar trabaja : la frente honrada que en sudor se moja, jamás ante otra frente se sonroja, ni se rinde servil a quien la ultraja.

Tarde la nieve de los años cuaja sobre quien lejos la indolencia arroja; su cuerpo al roble, por lo fuerte, enoja; su alma del mundo al lodazal no baja.

El pan que da el trabajo es más sabroso que la escondida miel que con empeño liba la abeja en el rosal frondoso;

si comes ese pan serás su dueño, mas si del ocio ruedas al abismo, todos serlo podrán, menos tú mismo.

Er ÍAs CALIXTO POMPA.


Trabajar es orar.

La vida es ansia eterna : necesita dilatarse en los mundos de la idea, como águila caudal que en la infinita región de clara lumbre se recrea.

Breve es la dicha y el dolor es largo : lentas fatigas y afanoso empeño, en ímproba labor y tedio amargo, muestran que no es la vida alegre sueño.

¡Vivir es batallar! Batalla ruda contra el mal, la ignorancia, el fanatismo, y ese negro fantasma de la duda que hace del alma poderoso abismo.

La de mármol pentélico, orgullosa escultura de Júpiter preciada, fué en su origen humilde y silenciosa tosca piedra en olvido sepultada.

Fidias la toma; con su genio imprime en el mármol la vida gigantea, y surge palpitante obra sublime : que el genio es como Dios, por cuanto crea

Todo se informa y desenvuelve bajo la eterna ordenación que rige al mundo; la ley de la materia es el trabajo : la del alma es el bien noble y fecundo.

¡Al trabajo con fe! La inteligencia, mariposa que viste regias galas, sólo a la luz que irradia de la ciencia puede tender sus misteriosas alas.

CUARTA PARTE. - MOTiVOS SOCIALES 247

Halle la vuestra en el estudio grave consolador aliento que os abone. ¡ Lo porvenir! Lo porvenir, ¡ quién sabe!, de triunfos y de aplausos os corone.

Es el Progreso símbolo que encierra la ley surgiendo del informe· caos : si alta misión lleváis sobre la tierra, ¡obreros del trabajo, levantaos!

L. R. PEÑA.

En la vida moderna se ha concedido al Traba/o, ley de la vida, un alto valor social, considerándolo no como un castigo o una pena que pesa sohr:e el destino de l:L humanidad, sino como una virtud y un factor de dicha y progreso. Tal es la interpretación noble que la musa moderna, de acuerdo con la evolución de la ética, le da a tal concepto.

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EL AÑO

Año Nuevo.

Año Nuevo.

Remanso blanco que nos dan las horas, rosal del tiempo que traerá renuevo : ¡ cúbreme c.on tus alas protectoras, oh fiesta maternal del Año Nuevo l

Cambia el usado rumbo a mi fortuna y hazme este corazón bien infantico, tú, que tienes olor de villancico y que te anuncias con vaivén de cuna.

Con estas manos tuyas maternales adóbame y renueva mi semblanza; tú, que alburas nos traes, como pafiales, ¡ aníñamc en el alma la esperanza l

Y toda lucha. en ti quede dormida; y en ti, todo deseo renaciente; sé, en mi camino, la esperada fuente en cuyas aguas limpiaré mi vida . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

¡Oh, madre mía, con disfraz de fiesta! ¡Oh, no me culpes, si con paso lento llego a tus brazos, que el andar me cuesta con esta carga del remordimiento l .....................................

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¡Oh, en tu regazo dejaré mi carga y, dando saltos, me echaré al camino! Tú, en tanto, rompe la corteza amarga y haz, de mi carga, harina en tu molino.

Y que tus manos sobre mí derramen su absolución perennemente viva; y que, humilde, mi espíritu reciba esta renovación como un dictamen.

Año Nuevo.

EDUARDO MARQUINA.

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A las doce de la noche por las puertas de la gloria y el fulgor de perla y oro de una luz extraterrestre, sale en hombros de cuatro ángeles, y en su silla gestatoria,

San Silvestre.

Más hermoso que un rey mago, lleva puesta la tiara, de que son bellos diamantes Sirio, Arturo y Orión; y el anillo de su diestra, hecho cual si fuera para

Salomón.

Sus pies cubren los joyeles de la Osa adamantina, y su capa raras piedras de una ilustre Visapur; y colgada sobre el pecho respl¡¡_ndece la divina

Cruz del Sur.

Va el pontífice hacia Oriente ¿va encontrar el áureo barco, donde al brillo de la aurora viene en triunfo el rey Enero? Ya la aljaba de Diciembre se fuó toda por el arco

del Arquero.

QUINTA PARTE. - EL AÑO 253

A la orilla del abismo misterioso de lo Eterno el inmenso Sagitario no se cansa de flechar; le sustenta el frío Polo, lo corona el blanco Invierno, y le cubren los riñones el vellón azul del mar. Cada flecha que dispara, cada flecha es una hora; doce aljabas, cada año; para él trae el rey Enero; en la sombra se destaca la figura vencedora

del Arquero.

Al redor de la figura del gigante se oye el vuelo misterioso y fugitivo de las almas que se van. Y el ruido con que pasa por la bóveda del cielo con sus alas membranosas el murciélago Satán. San Silvestre bajo el palio de un zodiaco de virtudes, del celeste Vaticano se detiene en los umbrales mientras himnos y motetes canta un coro de laudes

inmortales.

Reza el santo y pontiflca; y al mirar que viene el barco donde en triunfo llega Enero, ante Dios bendice al mundo : y su brazo abarca el arco

y el Arquero.

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La canción de año nuevo.

RunÉN DAnío ..

Es el canto ruidoso de alegres ruiscifores festejando una aurora de nacicnLcs amores. Es el himno del Tiempo a las pródigas mudanzas que encienden ilusiones, fecundan es1wranzas, e inspiran el delirio de vírgenes ensucüos despertando ansias vivas sobre muertos empeüos.

La noche del fastidio sus fantasmas aleja y la nueva alborada nuevas dichas refleja,

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254 ANTOLOGÍA 1

DE MOTIVOS 1POÉTICOS

como frescos retoños que aun fecundan los años sobre el tronco marchito de viejos d-esengaños. Brote de amor, reparo de fe, luz bienhechora; luciente reverbero de una mágica aurora; limpio albor de mañana que en las almas florece restaurando el ensueño que la vida embellece ...

En las sombras las horas combinan su relevo; expira el año viejo, despierta el año nuevo; hay plantos funerarios que cierran una historia y una vida que surge con clamores de gloria ... Una luz que se apaga y otra luz que se enciende ... De los muertos despojos un foco se desprende que lleva en sus pupilas preñadas de ventura los gérmenes secretos de la dicha futura.

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Es la tregua en que el tiempo sus auroras fecunda; la luz de la esperanza de las almas inunda. Es un canto de gloria a los férvidos empeños que renuevan la vida en cadena de ensueños.

Trnso LORENZO.

Existen en el curso del año otras muchas conmemoraciones que tienen su acervo poético, tales como : la noche de San Juan, el día de los muertos, etc ... Nos hemos limitado, sin embargo, a incluir aquellas de mayor signi

ficaci6n socitil y que juzgamos de mayor interés escolar. El moti>·o "Las estaciones del afro", va incluído en la secci6n "La Naturaleza ".

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Reyes Magos.

")(Reyes Magos :

Esta noche de Reyes saturada de divina emoción,

la luna llena sube por el cielo como un pálido Sol.

Fluctúa en el ambiente perfumado un hálito infantil,

son los niños que sueñan, que sonríen al engaño feliz.

Son los niños que sueñan con los Magos que deben de llegar;

al despertar, su ofrenda misteriosa confiados hallarán.

Ha mucho tiempo ya que formalmente espero yo también,

y ha mucho tiempo ya que no responden al grito de mi fe.

Ha mucho tiempo ya que a mi ventana acudo con fervor,

y ha mucho tiempo ya que nada encuentra mi doliente ilusión.

Y esta noche serena yo he sentido todo el hondo pesar,

el pesar de los buenos Reyes Magos que nunca volverán.


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1 !fl: :_ . 1 ¡ 256 ANTOLOGÍA DE MOTIVOS POÉTICOS

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J,os tres Reyes Magos.

- Y o soy Gas par. Aquí traigo el incienso. Vengo a decir : La vida es pura y bella. Existe Dios. El amor es inmenso. ¡Todo lo sé por la divina Estrella!

- Yo soy Melchor. Mi mirra aroma todo. Existe Dios. Él es la luz del día. La blanca flor tiene sus pies en lodo. ¡Y en el placer hay la melancolía!

- Y o soy Baltas ar. Traigo el oro. Aseguro que existe Dios. Él es el grande y fuerte. Todo lo sé por el lucero puro que brilla en la diadema de la Muerte.

- Gaspar, Melchor y Baltasar, callaos. Triunfa el amor y a su fiesta os convida. Cristo resurge, hace la luz del caos y tiene la corona de la Vida.

RunÉN DAnio.

A Noel. ~~~~~~

¡ Noel, el de la noche del prodigio, Noel de barbas caudalosas, N oel de las sorpresas delicadas y las sandalias sigilosas!

Esta noche te dejo mi calzado colgando en los balcones : antes que hayas pasado frente a ellos, no viertas tus bolsones.

Noel, Noel, te vas a encontrar húmedas mis medias de rocío, mirando con ojitos que te atisban · las barbazas de río ...

QUINTA PARTE. ~ EL AÑO 257

Sacude el llanto, y deja cada una perfumada y llenita, con el anillo de la Cenicienta y el lobo de Caperucita ...

Y no olvides a Marta. También deja su zapatito abierto. Es mi vecina, y yo la quiero, desde que su mamita ha muerto.

¡ Noel, dulce Noel, de las manazas florecidas de dones, de los ojitos pícaros y azules y la barba en vellones!. ..

~~~~~~ Día de Reyes.

GABRIELA MISTRAL

Llegarán los tres reyes nuevamente, ¡cuántos juguetes hallaré mañana!. .. Solíamos decir cándidamente dejando una botita en la ventana.

Más tarde : (dulces horas que pasaron de ingenuidades, que la vida trunca) Sabemos que los reyes no llegaron ¡y comprendemos que no llegan nunca!

No obstante, al despertar esta mañana, me asomé como otrora a la ventana donde hallaba el juguete preferido.

Y en este seis de enero, de repente, me· he puesto a sollozar ingenuamente porque los Reyes Magos no han venido ...

EDUARDO o. ZAPIOLA.

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El Carnaval. El carnaval.

Siempre galante, impávido y risueño, viejo raro que nunca se envejece, solicita al amor que le enloquece y que le incita dislocado empeño.

Carnaval luce, con alegre ceño; apurando la dicha que apetece, algo así como un sol que se estremece en los ojos azules del Ensueño.

Él, que es en la ciudad un estirado bailarín, rompe aquí reglas tiranas, danzando libre sobre el verde prado.

Ríndese y duerme al fin; y al fin, sin ganas, despierta hecho un Don Juan, desencajado, de hondas ojeras y de verdes canas.

Canción de Carnaval.

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JOSÉ SANTOS CuocANO.

Musa, la máscara apresta, ensaya un aire jovial y goza y ríe en la fiesta

del Carnaval.

Ríe en la danza que gira, muestra la pierna rosada, y suene, como una lira,

tu ~carcajada.

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Para volar más ligera ponte dos hojas de rosa como hace tu compañera

la mariposa.

Y que en tu boca risueña que se une al alegre coro deje la abeja porteña

su miel de oro.

únete a la mascarada, y mientras muequea un clown, con la faz pintarrajeada

como Frank Brown;

mientras Arlequín revela que al prisma sus tinteS' roba y aparece Pulchinela

con su joroba.

Di a Colombina la bella lo que de ella pienso yo, y descorcha una botella

para Pierrot.

Que él te cuente cómo rima sus amores con la luna y te haga un poema en una

pantomima.

Da al aire la serenata, toca el áureo bandolín, lleva un látigo de plata

para el s pleen.

Sé lírica y s~ bizarra; con la cítara .sé griega; o gaucha, con la guitarra

de Santos Vega.

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Mueve tu espléndido torso por las calles pintorescas y juega y adorna el corso

con rosas frescas.

De perlas riega un tesoro de Andrade en el regio nido y en la hopalanda de Guido

polvos de oro.

Penas y duelos olvida, canta deleites y amores; busca la flor de las flores

por Florida.·

Con la armonía te encantas de las rimas de cristal, y deshojas a sus plantas,

un madrigal.

Piruetea, baila, inspira versos locos y joviales; celebre la alegre lira

los carnavales.

Sus gritos y sus canciones, sus pomparsas y sus trajes, sus perlas, tintes y encajes

y pompones.

¡Y lleve la rauda brisa, wnora, argentina, fresca, la victoria de tu risa

funambulesca !

RuBÉN DAnío.

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Nocturno de Carnaval.

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¡Carnaval!. .. ¡Carnaval! ... ¡ Quieró una careta para el corazón! ¡Mi espíritu escéptico, siente el acicate· de la Tentación! ¡Carnaval!... ¡Carnaval! ... ¡Dame una careta para el corazón.!

De ese turbamulta, que grita estridente bajo mi balcón, ¡ róhame alegria y en su algarabía, apaga las luces de mi reflexión! ¡ Dame una careta para el corazón !

' Mi alma nunca supo ponerse antifaz. ¡Hoy, quiere ser máscara! ¡ Préstale un disfraz! ¡Haz porque abandone su eterno dolor! ¡Porque eche en olvido a quien fué traidor! (¡Máscara fué Amor l)

Y si Amor fué máscara, ¿por qué yo he de estar con los ojos ciegos de tanto llorar? ... ¿ Por qué si Alegría me viene a llamar no la he de gustar? ...

¡Siento el acicate de la '.fentación ! Carnaval : presta una careta a mi corazón 1

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II

¡Carnaval! ... ¡Carnaval!. .. . En tu algarabía salvaje, brutal, Se agranda mi mal! ¡Calle tu estridencia! ¡ No la quiero oír! ............................ ¡Alma mía : es inútil! ¡No sabes fingir!

~~~~~~

Canción de la serpentina.

RAQUÉL SÁENZ.

Soy algo alado ... Soy mariposa para las manos de raso y rosa que, tras mi vuelo, me harán caer. Soy la que a veces - tal es mi empelio -abro el camino de algún ensuelio desde los dedos de una mujer.

Mi imperio dura sólo un momento : cuando en el mundo vibra el contento Se van las farsas y. me voy yo ... llevando en mi alma de serpentina la indiferencia de Colombina y la tristeza del buen Pierrot.

Mal me rotulan con la Alegría, que entre la burla y algarabía al distenderme suelo llorar ... Callo mi cuita que es vj~ja y buena; tengo una pena ... tengo una pena ... ¡y nadie sabe de mi penar!

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QUINTA PARTB. - EL AÑO 263

Cuando la fiesta ríe en la noche, oh! cuántas veces, de coche a coche,

soy la cadena de una ilusión. Y cuántas veces caigo muy leve sobre un divino seno de nieve, cerca, muy cerca del corazón.

Soy algo alado ... Soy mariposa entre las ma:nos de raso y rosa que me aprisionan para mi mal. Y cuando Momo se va en su caja, soy el olvido ... ¡Soy la mortaja del Carnaval!

lsMAEL E. Dozo

2M. ANTOLOGÍA DE MOTI'VOS POÉTICOS

Semana Santa.

Viernes Santo.

Hoy el Sol ha ocultado su dorada alegría entre un cielo plomizo de dolor y quebranto; el silencio que aguza su monótono canto es la inmensa plegaria de la tarde sombría.

Al borde de las nubes que oscurecen el día la lluvia ha detenido las gotas de su llanto, el trueno ha enmudecido de tristeza y de espanto al trágico recuerdo de la enorme Agonía.

El Angelus piadoso, perfume de la hora, ambién ha silenciado su emoción bienhechora

en este Viernes Santo severo y sepulcral.

Hoy en mi pobre alma que solloza de pena, no hay lágrimas tampoco, ni campanita buena quo alivien la inclemencia de su angustia mortal.

MARGARITA AnELLA CAPRILE.

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El Santo Sepulcro (Procesión).

Bamboleándose cándido y suave va el Señor con sin par gentileza, como encima del ala de un ave; y la chusma, fanática y grave, en coreada oración zumba y re~a.


A una cruz que enlutada camina, en altar que entre inciensos se esfuma y que cruje y retiembla y se empina, el ya muerto Señor se avecina, sobre un lecho cuajado de espuma.

Se deslizan dos largas hileras; y rodeando al Señor como adorno de rojizas y extrañas lumbreras, 'rnn del lecho clavadas en torno temblorosas las pálidas ceras.

Un runrún infinito, que atruena los oídos, palpita y estalla en la gran procesión nazarena : allá lejos, al fin .. ., triste suena destemplado clarín de batalla.

. Larga tropa de fríos soldados acompaña los santos dolores : mal seguros y mal enfllados, los clarines al par dcsLemplados, destemplados al par los tambores.

Casi en medio, J esú~, ya rendido por el peso de un árbol crue asombra, pues no tiene una lH?ja ni un nido, va de túnica obscura vestido como pálida y trémula sombra.

El buen cura, entre cien feligreses, con un místico orgullo se entona, para alzar sus católicas preces; un rayito de luz cae a veces en la tersa y rapada corona ...

., 26 i ANTOLOGÍA DE MOTIVOS POÉTICOS

Todos llevan los ojos clavados en el Dios de los grandes martirios, por la fe de ese Dios arrastrados ... Y jazmines y rosas y lirios a sus pies van cayendo mezclados ...

¡Sopla el viento, y apagan los cirios.

J osÉ S. CuocANO.

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A Jesús, muel'to.

¿Y eres Tú el que, velando la excelsa majestad, en nube ardiente fulminaste en Sinaí? ¿Y el impío bando, que eleva contra ti la osada frente, es el que oyó, medroso, de tu rayo el estruendo fragoroso? Mas, ora abandonado, ¡ay!, pendes sobre el Gólgota, y al ciclo alzas, gimiendo, el rostro lastimado; e ubre tus bellos ojos mortal velo y, su luz extinguida, en amargo suspiro das la vida. Así el amor lo ordena; amor, más poderoso que la muerte; por él, de la maldad sufre la pena el Dios de las virtudes; y, león fuerte, se ofrece al golpe fiero bajo el vellón de cándido cordero. ¡Oh víctima preciosa, ante siglos de siglos degollada! Aun no ahuyentó la noche pavorosa por vez primera el alba nacarada, y, hostia del amor tierno, moriste en los decretos del Eterno.

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¡Ay, quién podrá mirarte, ¡oh paz!, ¡oh gloria!, del culpado mundo! ¿Qué pecho empedernido no se parte, al golpe acerbo del dolor profundo, viendo que, en la delicia del gran Jehová, descarga su justicia? ¿ Quién abrió los raudales de esas sangrientas llagas, amor mío? ¿ Quiém cubrió tus mejillas celestiales de horror y palidez? ¿Cuál brazo impío a tu frente divina, ciñó corona de punzante espina?

. ................................ .

Ya de la muerte la tiniebla vaga por el semblante de Jesús doliente, y su triste gemido oye el dios de las iras complacido. Ven, ángel de la muerte; esgrime, esgrime la fulmínea espada; y el último suspiro del Dios fuerte, que )a humana maldad deja expiada, suba al solio sagrado, do vuela, en Padre tierno, al indignado. Rasga tu seno, ¡oh tierra! Rompe, ¡oh templo!, tu velo. Moribundo yace el Creador; mas la maldad aterra, y un grito de furor lanza el profundo : ¡Muere!... ¡Gemid, humanos! ¡Todos en Él pusisteis vuestras manos!

ALBERTO LISTA.

1~*1~

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268 ANTOLOGÍA DE n!OTIVOS POÉTICOS

No me mueve mi Dios, para quererte .....

No me mueve, mi Dios, para quererte, el cielo que me tienes prometido. Ni me mueve el infierno tan temido para dejar por eso de ofenderte.

Tú me mueves, Señor; muéveme el verte clavado en una cruz y escarnecido; muéveme ver tu cuerpo tan herido¡ muévemne tus afrentas y tu muerte;

Muévenme, al fin, tu amor, y en tal manera, que, aunque no hubiera cielo, yo te amara, y aunque no hubiera infierno, te temiera.

No me tienes que dar porque te quiera, pues aunque lo que espero no esperara, lo mismo que te quiero te quisiera.

Jesús.

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Genio del Amor; Profeta¡ hijo de la luz y del martirio bajo tu frente pálida de lirio yo adivino tu alma de poeta ...

Anónimo (*).

Tú cantaste, Señor, el gran poema de la tristeza eterna y gemebunda y no hay verba más trágica y profunda que aquella de tus labios : "¡Anatema!"

La nota del dolor, la nota sacra, la que nació en tu fúnebre odisea, la que inunda tu frente y la sombrea; la que vaga en tu rostro y lo demacra,

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QUINTA PARTE. ~ EL AÑO 269

la que imprimió a tus párpados caídos yo no sé qué evangélica videncia, qué fulgor, qué misterio, qué presciencia, qué himno mudo de líricos gemidos;

la nota, en fin, suprema del dolor, del dolor que depura y que redime, halló en tu cruz su diapasón sublime y su estrofa magnífica de amor ...

Y aquella de la olímpica bravura, la de Aquiles vencido y vencedor, tú la diste más nítida, Señor, exhalando raudales de ternura,

en la noche del Gólgota sombría, cuando víctima excelsa del Destino, morías perdonando a tu asesino tras la noche sin fin de la agonía ...

Y o te canto en el verso del amante ¡oh genio eterno de los mundos que amo! Yo te canto en mi verso y te proclamo poeta excelso y trovador errante ...

BELISARIO RoLDÁN.

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Rosas de pasión. " Stabat mater " •.•

La madre estaba llorosa, junto a la cruz afrentosa de donde su Hijo pendía ...

Yo, al ver tu eterno reposo, también me sentí lloroso,

¡madre mía! ...

ÁNTOLO(lfA. 10

270 ANTOLOGÍA DE MOTIVOS POÉTICOS,

La Madre besó angustiada la augusta Faz, empapada del sudor de la agonía ...

Y o, de tu faz amorosa besé la pálida rosa,

¡madre mía! ...

La Madre, ante el cuerpo inerte del Hijo, .lloró su muerte; y, en Él viviendo, moría ...

Desde que tu voz no entiendo, también yo vivo muriendo,

¡madre mía! ...

La Madre, en las horas crueles del pesar, gustó las hieles de aquel cáliz de agonía ...

Yo he bebido, hasta la hartura, todo un cáliz de amargura,

¡madre mía!. ..

La Madre, en el Lienzo Santo, pudo recoger el llanto que su Corazón vertía ...

¿ Dónde hallaré yo d tesoro de las lágrimas que lloro,

madre mía? ...

La Madre tuvo el consuelo de ver a su Hijo en el Cielo, ¡y así acabó su agonía! ...

Mas yo, en la hora de la muerte, ¿ tendré el consuelo de verte,

madre mía? ...

CARLOS MIRANDA.

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Pascua de Resurrección.

Mirad : el arco de la vida traza el iris sobre el campo que verdea. Buscad vuestros amores, doncellitas, donde brota la fuente de la piedra. En donde el agua ríe y sueña y pasa, allí el romance del amor se cuenta. ¿No han de mirar un día, en vuestros brazos, atónitos, el Sol de primavera, ojos que vienen a la luz cerrados, y que, al partirse de la vida, ciegan? ¿No beberán un día en vuestros senos los que mañana labrarán la ti!lrra? ¡Oh, celebrad este domingo claro, madrecitas en flor, vuestras entrañas nuevas! Gozad esta sonrisa de vuestra ruda madre. Ya sus hermosos nidos habitan las cigüeñas, y escriben en las torres sus blancos garabatos. Como esmeraldas lucen los musgos de las peñas. Entre los robles muerden · los negros toros la menuda hierba, y el pastor que apacienta los merinos su pardo sayo en la montaña deja.

ANTONIO MACHADO.

(*) Los críticos no han podido establecer la legítima pertenencia de esta poesía que está co¡isiderada como uno de los más perfectos sonetos escritos en castellano. Por la elevación y pureza de su sentido místico parece de Santa Teresa de Jesús; pero por estar escrito en endecasílabo, metro que la santa

· no usaba, y por la admirable perfección de su forma, que no era la mayor ~ala del estilo de la gran mística, se le atribuyó también a San Juan de la Cruz. Se llegó asimismo a sostener que sea de San Francisco Javier, por haberse hallado el texto del soneto, sin firma, entre los papeles autógrafos del santo, después de su muerte.

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2.72 . ANTOLOGÍA DE MpTIVOS POÉTICOS

Nochebuena.

El portal de Belén.

Repastaban sus ganados a las espaldas de un monte de la torre de Belén los soñolientos pastores alrededor de los troncos de unos encendidos robles, que restallando a. los aires daban claridad al bosque,

.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . cuando las obscuras nubes de sol coronado rompe un capitán celestial de sus ejércitos nobles. Atónitos se derriban de sí mismo los pastores; y por la lumbre, las manos sobre los ojos se ponen. Los perros alzan las frentes y las ovejuelas corren, unas por otras turbadas, con balidos desconformes, cuando el nuncio Soberano las. plumas de oro descoge, y enamorando los aíres les dice tales razones :

"Gloria a DÍos en las alturas, paz en la tierra a los hombres;

QUINTA PARTE. - EL-0

AÑO 273

Dios ha nacido en~Belén en esta dichosa nÓche. Nació de una pura virgen : buscadle, pues sabéis dónde, que en sus brazos le hallaréis envuelto en mantillas pobres.'· Dijo, y las celestes aves, en un aplauso conformes, acompañando su vuelo dieron al aire colores. Los pastores, convocando con dulc.es y alegres sones toda la sierra, derriban palmas y laureles nobles. Ramos en las manos llevan, y coronados de· flores, por la nieve forman sendas cantando alegres canciones . Llegan al portal dichoso, y aunque juntos le coronen racimos de serafines, quieren que laurel le adorne. La pura y hermosa Virgen hallan diciéndole amores al Niño recién nacido, que Hombre y Dios tiene por nombre. El Santo Viejo los lleva adonde los pies le adoren, que por las cortas mantillas los mostraba el Niño entonces. Todos lloran de placer; pero ¿ qué mucho que lloren lágrimas de gloria y pena, si llora el Sol por dos Soles? El Santo Niño los mira, y para que se enamoren, se ríe en medio dei llanto.


y ellos le ofrecen sus dones. Alma, ofrecedle los vuestros, y porque el Niño los tome, sabed que se envuelve bien en telas de corazones.

~g,.~g,.~~ ¡11'¡ ¡11'¡ ¡11'¡

LOPE DE VEGA

Nochebuena.

/

Trae la lana, trae el heno, el portal déjalo aquí... la mula, el buey, así; así, ya está bueno, ya está bueno.

Acuesta al niño. ¡Dios mío!, tan desnudo me enternece; ponle plumón, que parece que se nos muere de frío.

Pon. en lo alto la estrellita, la escarcha aquí nos completa, trae sol, y luna y cometa y el rebaño y la casita.

Aquí resalta mejor esta cascada ... , aquí un pino; haz con piedrá.s el camino; sienta aquí arriba un pastor.

Junto al monte q'ue vacila, forme laguna este plato; aquí dejamos a Bato, aquí a su pastora Gila.

Junto a este árbol que se eleva con pompa porque es frutal, va el pecado original, quiero decir, Adán y Eva.


Tiñendo en rojo los prados colocar de frente puedo a Herodes, ¡ Jesús, qué miedo!, con cien niños degollados.

Aquí se quedó Moisés con sus tablas ... , ¡qué bonito!, y enfrente del portalito : los Reyes Magos, ¡los tres!

Y entre montes y cañadas y casitas y ahuehuetes irán todos los Juguetes de las. noches de Posadas.

Ya está todo y está bueno, más zagales, más doncellas, aquí nos faltan estrellas y más escarcha en el heno.

Junto al niño están de pie, con faz dulce y amorosa, el casto esposo y la esposa : la Virgen y San José.

Ahora sí, ya se acabó, vengan, y con gran cariño canten : a la rorró niño, todos : a la rorrorró.

Y se agrupan los chicuelos que cual ángeles se ven, y ante el portal de. Belén cantan al Rey de los Cielos.

¡Qué entusiasmo! ¡ Qué alegría! ¡ Qué fiesta sana y amena! Falta lo mejor : la cena; ¡la gran cena de este día 1

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276 ANTOLOGfA DE MOTIVOS POÉTICO;

De la mesa en derredor, donde todo se concilia. está toda la familia llena de dicha y amor.

El niño, el joven, el viejo, doncella, madre y abuela, tanto el que asiste a la escuela como el que asiste al Consejo.

De nuevas dichas en pos con inefable contento celebran el nacimiento de Jesús, el Niño Dios.

El anciano se embelesa viendo, después que ha cenado, cómo el nieto se ha quedado dormido sobre la mesa.

Y al mirarlo siente ya en sus ojos llanto ardiente, ¡piensa que al año siguiente acaso oo lo verá 1

Todos gozosos se ven unos a otros con cariño; el viejo contempla al niño y éste al Niño de Belén.

¡Oh delicias de esta cena! ¡Oh familia venturosa! ¡Noche alegre! ¡Noche hermosa! ¡Noche santa! ¡Noche buena!

Eres venero sin par de recuerdos de ventura, eres la noche má3 pura de todas las del hogar.

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QUINTA PARTE, - EL AÑO 277

El imán de los cariños, la cuna de afectos sanos, el llanto de los ancianos y la risa de los niños.

¿ Por qué tan rauda te vas ? Con tus placeres extraños vendrás cual hoy otros años y no nos encontrarás.

El hogar estará frío como el fondo de la huesa, y hallarás en nuestra mesa más de un asiento vacío.

Cantando tus atractivos otros gozarán despiertos; ¿ quién se acuerda de los muertos en el festín de los vivos?

Mas no hay que amargarse en pos del olvido y de la pena, que esta noche es Nochebuena y ha nacido el Niño Dios.

¡Nada, a gozar y a reír, el que muera morirá, y el que viva ya verá lo que esconde el porvenir!

JUAN DE DIOS PEZA

~~~~~~

278 ANTOLOGfA DE MOTIVOS POÉTJCOS

La balada de Nochebuena.

¡ Hosanna! En los cielos una voz se siente. ¡Cristo vino al mundo dentro del pesebre!

Pastores cantando del monte descienden, y al hijo del hombre leche y miel le ofrecen.

Y a la luz de plata de una estrella vienen en sus dromedarios tres reyes de Oriente ...

¡Pobre hogar sin lumbre, sin ';amores! ¡Tienes tan :honda tristeza que' al mirarte mu ere""' la risa en los trémulos labios más alegres!

Un sueño de gloria los mundos conmueve. Todo vibra en cánticos ... Tan sólo tú tienes silencio de olvido, soledad de muerte ...

Para ti el humano Redentor no viene ... ¡Pobre hogar!. .. Un viejo sepulcro pareces ...

¡Hosanna!, en el cielo una voz se siente. ¡Truenan panderetas, vibran los rabeles; y sobre la dicha del mundo, desciende lento y silencioso un sueño de nieve!. ..

FRANCISCO VILLAESPESA.

~~~~~~ Árbol de Navidad.

Ambiente de encanto. Navidad. Los niños rodean el árbol vestido de fiesta, 'el árbol que adornan las luces y una y otra brilladora estrella.

Mientras los contemplo les pido a los niños (bullicio, alegría, risas, inocencia), mientras los contemplo les pido : "¿Quién quiere traerme una estrella? "

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·~ ,,. __ ,·;~~~. QUINTA PARTE.~ EL AÑO 2?9

Absortos viviendo su ilusión, los niños no escuchan mi ruego que es casi una queja, nada me responden, nada coro.o siempre que pido una estrella .•.

Nochebuena.


¿g,,¿~¿g,, ¡ti:¡ ¡t~ ¡ti:¡

Una voz, una guitarra, silencio y obscuridad. La guitarra es como un llanto, la voz como un suspirar ... "La Nochebuena se viene, la Nochebuena se va, y nosotros nos iremos y no volveremos más." Y todo habrá sido un poco reír y un mucho llorar.

Abrir la puerta cantando con el alba, y esperar inútilmente. Cerrarla por la noche, y consolar la propia pena diciendo : - El nuevo sol la traerá. Y todo habrá sido un poco vivir y un mucho soñar.

Al borde de toda senda detenerse sin andar por ninguna, no sabiendo por qué camino se va. Y todo habrá sido un poco hacer y un mucho dudar.

280 ANTOLOGÍA DE MOTIVOS POÉTIºCOS

Cantar en todos los coros, todas las rondas danzar, sin haber hallado nunca nuestro ritmo en los demás. Y todo habrá sido un mucho beber y la sed dejar.

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La guitarra es como un llanto, la voz como un suspirar. " ... y nosotros nos iremos · y no volveremos más." Y todo habrá sido un poco reír y un mucho~llorar.

CoNRADO NALÉ RoxLO.

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ÍNDICE GENERAL

PILginn.s

Objeto y plan de esta obra................................... VII

Proemio .. . . • . . . . . . . . • . . . . . . . . • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • • • . • . . . x1

PRIMERA PARTE. - LA NATURALEZA

La Naturaleza, por Antonio Ros de Olano ...........•.. ,........ 3 El gran libro, por Martín Gr;ircía Mérou. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4

MOTIVOS DE LA NATURALEZA

El Agua: El agua, por Carlos F. Granado Guarnizo ...........•..... , 7 Voz del agua, por Enrique de Mesa....................... 8 El aire y el agua, por José Selgas.,....................... 8

J,os Animales : El perro amigo, por Juan Burghi......................... 12 Entre perros, por Christián Roeber ....... ,................ 12 A mi caballo, por José María de Heredia................... 13 Caballito criollo, por Belisario Roldán. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14 Las ovejas, por SalPador Rueda. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15 León cautivo, por Leopoldo Lugones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16 Los bueyes, por José GálPez........... .. .. .. .. . .. .. .. .. . 17 Los bueyes, por Emilio Frugoni . ........................ , 17 Vacas, por Fernández Moreno ..•. , , ............... : ... «.. 18 El gato, por C. Arana González., ....................... ,. 18 El sapo, por José Santos Chocano..... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19 Cuento, por Lope de Vega................................. 20

El Árbol: El árbol, por C. C6rdoba Iturburu......................... 22 Himno al árbol, por Gabriela M(stral...................... 24 Plantando el árbol, por Gabriela Mistral.................... 26 Sombra de árbol, por Enrique Banchs. . . . . . . . . . . . . . . • . . . . • 2 7

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" 282 ÍNDICE GENERAL

La Aurora: La aurora, por Luis de Góngora..... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . 28 La aurora, por Pedro Antonio de Alarcón... . . . . . . • • . • . . . . . . 28 El alba, por Julio Herrera y Reissig....................... 29 Alba, por Pedro Herreros.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . • • . . . • . . • 30 El amanecer, por Emilio Frugoni......................... 30

Aves y Pájaros : Las aves, por José Santos Chocano........................ 32 El águila, por Meléndez Valdés................. .. .. . .. . 32 Blasón, por Rubén Darío................................. 33 El cóndor, por SalPador Rueda ................ .'........... 34 El nido de cóndores, por Olegario V. Andrade................ 35 Los loros, por Juan Carlos DáPalos........................ 37 A una golondrina, por Luis de Góngora.................... 38 Las golondrinas, por Martín Coronado..................... 39 El ruiseñor, por Manuel Padilla Dávila......... . . . . . . . . . . . 39 El zorzal, por Edmundo Montagne................. . . . . 41 La canción del hornPro, por Maria BraPo.................. 42 El chingolo, por Leopoldo Lugones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43

El Campo y sus Faenas : La vida tranquila, por Fray Luis de León . .......... : . . . . . . 48 ¡Oh, silencio de campos!, por Bartolomé Galíndez........... 51 El arado, por José Santos Chocano............. . . . . . . . . . 51 La siembra, por Luis L. Franco.................... . . . . . 52

El Dia y El Crepúsculo : A la mañana, por Gaspar Mclchor de Jopellanos............. SI< Día claro, por Leopoldo Lugones........................... 5t. Canción matinal, por Eugenio Julio Iglesias............... 55 Vespertina, por Gutiérrez N ájera. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56 Tarde del trópico, por Rubén Daría...................... 57 Este rojo crepúsculo, por Francisco Villaespesa............ 58 La canción del bello atardecer, por R. Sáen~................. 59

Las Estaciones : Las estaciones, por Juan de Arguijo...................... 62 Primavera, por Francisco Gregario de Salas................ 62 Primavera, por Rubén Daría . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63 Doña Primavera, por Gabriela Mistrtll.,.................. · 6t. Primavera, por Antonio Palomero......................... 6t. Primavera, se agradece, por María L. Carnelli.............. 65 Verano, por Gabriela Mistral............................ 66 Nuestro padre el Sol, por Luis María Jordán............... 67 Verano, por Rosa de_Chaparría........................... 68

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ÍNDICE GENERAL 283

Canción estival, por M. R. Blanco Belmunte................. 68 Paisaje de Otoño, por Pedro J. Naón...................... 69 Otoño, por C. Delgado Fito.............................. 70 Otoño, por Augusto González Castro....................... 71 Al Invierno, por Fernando de Herrera..................... 71 Sol de Invierno, por Antonio Ma()/iado..................... 72 Invierno, por Ernesw Mario Barreda...................... 72 Tarde dé Invierno, por Germán Berdiales.................. 73 Cuento de Invierno, por Rafael Alberto Arrieta............. ?3

Las Flores : Las flores, por José Zorrilla.. . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . . . . . . . . ? 5 A una flor, por Manuel Acuña........................... 76 A la rosa, por Francisco de Rioja.......................... í7 Vida de rosa, por Luis de Góngora........................ 78 Letrilla lírica, por Francisco de Quepedo .. ................. ; 78 A unas rosas, por Calderón de la Barca..................... 79 A una rosa, por José de Espronceda....................... 79 Las rosas, por Leopoldo Marechal.......................... 80 Claveles, por Sa/pador Rueda. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81 Bouquet, por Jesús García de Diego....................... 82 La encina y el rosal, por Ramón de Campoamor............. 82

El Fuego: El fuego, por César Borja ............ .,.................. 81,

Los Insectos : La mariposa, por Meléndoz Val1és......................... 85 Mariposas, po11 Gonzalo Picón Febres...................... 86 Maripo~a, por José Asunción SilM........................ 87 La mariposa, por Salpador Rueda.......................... 88 La cigarra, por Juan Carlos DáPalos....................... 89 Las cigarras, por Leopoldo Lugones........................ 90 El grillo, por C. Nalé Roxlo.............................. 92 La danza de las moscas, por E. Mario Barreda.............. 93 Las hormigas, por J. Lanchares Rey....................... 91, La abeja, por Enrique ÁlParez Henao....................... 94 Las arañas y los gusanos de seda, por S. Rueda............. 95 Origen de las pulgas, por Ricardo Palma.................. 97

El Mar: Al mar, por Carlos Coello................ . . . . . . . . . . . . • . . 99 Canción de la orilla del mar, por A. CapdePila .... ,......... 99 Al mar, por R. M. Baralt................................ 100 Al viento y al mar; por Amado Ner~o..................... 101 Noche de mar, por José Santos Chocano................... 101 Al mar, por Emilio Frugoni............................. 101,

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...

281í ÍNDICE GENERAL

La Noche, la Luna y las Estrellas : Noche serena, por Fray Luis de León..................... 105 Noche pura, por Arturo Vázque~ Cey...................... 107 Noche de Luna, por Luis Rodríguez Velázquez.............. 108 Oración a la Luna, por A. Pérez Valiente.................. 109 Canción de la mna aldeana, por Mario BraPo............... 111 La luna de miel, por Tirso Lorenzo........................ 112 Las estrellas; por José Asunción Silva..................... 112 Promesa a las estrellas, por Gabriela Mistral... . . . . • . . . . • . . 113

El Sol: Al sol, por Dionisio Solís .••....•.• ,..................... 115 Yo misma soy el sol, por Luisa Luisi...................... 115 Sol de la tarde, por Ramón del Valle lnclán. . . . . . . . . . . • . • . . . . 116

SEGUNDA PARTE. - EL SER RUMANO

El Hombre El cántaro y el alfarero, por F. F. de Amador............... 121 Semejanza, por José Antonio Soffí.a....................... 122 Saludo al Hombre, por Alfonsina Storni.. . • . . . . . . . . . . . . . . . 122

La Mujer:

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;::;oneto, por Lope de Vega ...........•.•..........•...... Redondillas, por Sor Juana J. de la Cruz .•................. La mujer, por Juan M. Gutiérréz .•...•.......... , ....... . Cabeza y corazón, por Ramón de Campoamor . ......•....... Mujer, por Tirso Loren~o . .............................. .

Belleza Física : La belleza es flor de un dia, por Garcilaso . ...........•...... La belleza es flor de un día, por F. de Quel'edo ..•........... La belleza es flor de un día, por F. de Rioja. . . . . . . . . . . . . . .

La Boca y Los Labios : La boca de Lisaura, por Brerón de los JI erreros . ............ . Cancioncilla, por Enrique Banchs ........................ . Se tornaron rosas, por Gustapo A. Ruiz ..•..... ....•...... Dueña de la negra toca, por Zorrilla ..........•.. ......... Soneto a unos labios rojos, por Méndez Calzada ........... .

El Corazón : Caso, por Rubén Daría •••••..•...........•..•........... Ofertor.io romántico, por Eduardo O. Zapiola..... • ...... . Enigma, por Tirso Lorenzo ..•.•••.•..•......•........... Corazón de mujer, por Luis Echáparri .•. , ... ............ .

124 124 127 127 128

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. 130

131 131 132 133 133

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··¡ \ .,.· " . --· '. l.r i JI· INDICE GENERAL 285

Encanto~, Femeninos : Serra\1illa, por el Marqués de Santillana ...........••...•• , 137 SonetQ, por Francisco de la Torre........................ 138 Ni es c\elo ni es azul, por L. Argensola..................... 138 Los hoy'uelos de Lesbia, por Juan Nicasio Gallego . .'......... 139 Rimas, por GustaPo Adolfo Bécquer....................... 140 Los enca1#os de Cloris, por J. de Casasús . . . . . . . . . . . . . . . . . 140 Ánfora, pdr Salpador Rueda ••..•.••• ,.,.................. 141

Los Ojos : Sepultura en tus ojos, por F. de Herrera ...••.•.•.• ,........ 142 Madrigal, por Gutiérre de Cetina .. ,., ••. , ........•••• , , • . . . 144 El elogio de los ojos, por Salpador Rueda.............. . • . . 144 Los ojos negros, por José de,Maturana..................... 145 Tus ojos, por Pedro J. Na6n •. ,...... . . . . . . . . • . • . • . . • . . . 146 El hada verde, por Gutiérrez Nájera . •..•......•.•.•.... , • 146 Esfinge, por Julio Herrera y Reissig ...•••••..•.••.. , • . . . 147 Azul como tus ojos, por José Santos Chocano................ 148 Ojos verdes, por SalPador Día:: Mirón., ••••..•.•••••• , •• ,. 148

TERCERA PARTE. - ESTADOS DEL ALMA

ta Alegria y la Risa : La fuente de la alegría, por Rosa Garcla Costa., ......... , .. Dos veces no pasa, por Antonio Machado .••..•............ La risa, por Srilpador Rueda ..... •.••. , •.•. , , ........... . Las risas, por Enrique Banchs • •••.••••. , •................ A una risa de mujer, por e; Fernánde:o Shaw . ............. .

·El Amor: Dominio del amor, por Arcipreste de Hita .... , ............ . Habla el amor, por Juan del Encina ..•...... ., .......... . Lenio pinta el amor, por Miguel de CerPantes .............. . El amor mariposa, por Meléndez Valdés .................. . Un eslabón y otro, por Luis de Góngora ..... ............. . Sáficos, por Esteban Manuel de Villegas .............. . • .. . Las burlas del amor, por Martínez de la Rosa ....... .' ...... . Amor, por Gutiérrez Nájera .•••.•..••.................... El eterno poema, por Tirso Lorenzo .•.............•....... Amor, por Joaquín Dicenta (hijo), ...•.••................• Canción de amor, por Mario BraPo., .................... .

El Dolor y el llanto : Al silencio de sus quejas, por Hurtado de Mendoz.a., ...•....• Al' dolor, por G. Núñez de Arce .....••••.......• , ... , .•.• , A solas, por Martín García Merou ........................ . Reto al dolor, por Raquél .9áen~ .. ....................... .

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286 ÍNDICE GENERAL

El llanto, por Domingo Arteaga Alemparte . ...•.••••••.• ; •• Lágrimas, por Juan de Dios Peza ••••••••• , ••••••••• ¡ ..• De color de llanto, por Juan Ramón Jiménez........ . ••.

La Envidia: En la cárcel, por Fray Luis de León.............. .. .... La envidia, por Alberto Lista. . . . . . . • . . . . . . . • • . . . . •...•• El envidioso, por Emilio Bobadilla ...•..• , .•.•.• ·,'· ......•

La Esperanza : A la esperanza, por Leonardo de Argensola .• ,., . •.. , ..•.•.•. A la esperanza, por Gabriel Real de Azúa .•..•......••••..• Espera, por Bartolomé Galíndez ...•........•.......•......

La Fe y la Duda : La fe, por Bernardo López García .•..•.........•....•.• . , • La rosa de la fe, por F. Félix de Amador ..••.•.••...• , ••••• Mi oración a la fe, por Raquél Sáenz ......... .•.••.••.•..•• De la ilusión a la duda, por T. Allende lragorri .........• •• La canción de la duda, por Raquél Sáenz .•.••..•••• ,., .• •• No es culpa mía, por Amado NerPo •...••.• .....•••••• , ..•

La Felicidad : La Felicidad, por José Selgas ....•. •••..•.....•••.••••.• El arte de ser feliz, por R. de Campoamor .•••..••••••••••.• ·canción de la posible felicidad, por A. Capde1Jila..... . • •••••• Casos comunes, por Joaquín M. Bartrina .••.....• ••••..•.•

La Ilusión y el Ensueño : Humo y ceniza, por Pedro A. de Alarcón .•..••.••..•...•••• La ilusión, por M. de Zoqueira y Arango.. . .•.•.•.••.••• , • Tragedia, por Amado Nerpo ............................. . Ilusión, por Miguel de los Santos AlParez .••.•••.•••••••••. Un vaso más de ensueño ... , por B. Galíndez .••.••••••••••• Donde vive ella, por José Cabrera... . .................. . A veces, por M. Abella Caprile •..............•.•••••..•.• Soña_r, por Luis EcháParri._.. • • . .......••••...•.•••...•.•

El Recuerdo y el Olvido : El recuerdo, por Enrique Banchs . .....••......•.••.•..... Canción del recuerdo, por Leopoldo Marechal ..••••.•••••...• El olvido, por Roberto Ledesma ..•.•..••.•..•.••••••....•

La Tristeza y la Melancolía : Soy tu tierra natural, por Juan Boscán •.•••.•••..•••..•.•• La tristeza es así, por Guillermo Valencia ••..•••. •...•.••.. Oración, por Francisco Villaespesa . ••.••.•..••.••••...••• Melancolía, por Manuel Machado ........................ . La muchacha que siempre anda triste, por E. Carriego ........ .

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Dios:

ÍNDICE GENERAL

CUARTA PARTE - MOTIVOS METAFÍSICOS Y MOTIVOS SOCIALES

MOTIVOS METAFÍSICOS

A Dios, por José P. Velarde ............................. . Tú, por Amado Nerro ... ..••.•........•.................. Loa a la Divinidad, por M. L. Carnelli...... . ............ .

La Muerte :

A la muerte, por L. Leonardo de Argensola ................ . La muerte, nuestra señora, por Amado Nervo .............. . A la muerte, por Federico Balart ........................ . Una ganancia es morir, por Julio MatMelle ................ . Problemas, por Nicolás Coronado .......... ............ . Recuerdo del muerto, por Enrique R. Morera ... ,. ..........•

El Tiempo y laa horas : Coplas, por Jorge Manrique ............................. : Sobre el poder del tiempo, por José Cadalso ................• Sri majestad el tiempo, por J. Herrera y Reissig . ........... . El reloj de la alcoba, por Luis Toro Cabañas . .............. . Cómo se va la vida, por Rosario Sansores .•........•....... Las Horas, por Franaisco A. de !caza ..................... .

La Vida: La vida es sueño, por Calder6n de la Barca ................• Sin moverse, vuela, por Francisco de Quevedo . ............. . En una noche para amar creada, por Pedro Mata ........... . Uno viene, otro va, por José Selgas ...................... . Bien haya la vida, por Amado N erro . .............•....... Conformidad, por C. Nalé Roxlo ......................... . ¿La vida? por Aquileo J. EchePerría . .................... . La vida, por Antonio Palomero •..•......................

MOTIVOS SOCIALES

La Guerra y la paz : Van"a la guerra los soldados, por L. Echávarri .... , ......•• La fiera eterna, por Belisario Roldán . ..................•• Paz, por Manuel Machado ..............................• Canción_ de .)a paz, por Mario Braro . ................•..••

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214 214 215 216 218 218

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288 ÍNDICE GENERAL

La Patria: La Patria, por Eduardo Marquina ...••.••........•. .!. • • • 238 De caballeros, por Tirso Loren::o.... . . • • • • . .......• ,'..... 239 La Patria, por Ole gario V. Andrade . ....••••...•.... ; . . . . . 240 La Patria, por Ricardo Gutiérrez ••••..••••.•.•..•• /...... 241 Patria, por Calizto Oyuela ....••••....••.••.•.•.• ,....... 242 Dios, Patria y Libertad, por César Borja .•••••...• . 1•••••••• 24~

El Trabajo: Dice el trabajo, por Enrique Ménde:i Cal:iada........ • . • • . • 244 Trabaja, por Elías Calixto Pompa........................ 245 Trabajar es orar, por L. R. Peña................ . . • . . . . . . 246

-1 QUINTA PARTE. - EL A.Ro

Año nuevo, por Eduardo Marquina.......... . • • . . . . • . . • . • • . . . . 251 Año Nuevo, por Rubén Daría............................ 252 La canción de año nuevo, por Tirso Lorenzo,.......... . . . . 253

1

Reyes Magos, por .Margarita Abella Caprile............... . . • . . 255 Los tres Reyes Magos, por Rubén Darto................... 256 A Noel, por Gabriela Mistral............................ 256 Dla de Reyes, por Eduardo O. Zapiola ..••... ...•........ · 257

El Carnaval : El Carnaval, por José Santos Chocano..................... 258 Canción de Carnaval, por Rubtn JJarío..................... 258 Nocturno de Carnaval, por Raquél Sácn:;;...... . . . • . . . . . . . . . 261 Canción de. la serpentina, por Ismael E. Dozo..... . . . . . . . . . . 262

Sema.na Santa : Viernes Santo, por Margarita Abella Caprile................ 264 El Santo Sepukro, por José Santos Chocano................. 264 A Jesús, muerto, por Alberto Lista........................ 266 No me mueve mi Dios para quererte, Anónimo.............. 268 Jesús, por Belisario Roldán. • . . • • . • . . . . . . . . . . . . . • • • . . . . . 268 Rosas de Pasión, por Carlos Miranda ........ ,............ 269 Pascua de Resurrección, por Antonio Machado.............. 271

Nochebuena : El portal de Belén, por Lope de Vega...................... 272 Nochebuena, por Juan de Dios Peza....................... 274 La balada de Nochebuena, por Francisco Villaespesa........ 278 Árbol de Navidad, por Margarita Abella Caprile........... 278 ;Nochebuena, por Conrado Nalé Roxlo...................... 279

/ .....

ÍNDICE DE AUTORES

ABELLA CAPl\ILE MAl\GA111TA (Argentina). Contemporánea : Pdginas

A veces ............•...........•......•.•...•..•...•.• , Reyes Magos ...............................••..•....... Viernes Santo ............•................•.•••....••.• Árliol de Navidad .••.....•.•............•.......•....•..

AcuÑA MANUEL (Mejicano) [1849-1873] : A una flor ••....•••••..•••...... , ....••.•... , ..•••.••..•

ALARCÓN PEDl\0 ANTONIO (Espafüil [1833-1891] : La aurora ............................................. . Humo y ceniza .............•.......••.••......•...•.•••

ALVAl\EZ MIGUEL DE LOS SANTOS (Español) : Ilusión ••••...••.•.••.. , ...••.....•....•.... , •..........

ALVAl\EZ HENAO ENllIQUE (Colombiano) : La abeja .•.••••.•.••..••..........•..........•....••...

ALLENDE lRAG011111 ToMAs (Argentino). Contemporáneo : De la ilusión a la duda .... , ..•.........•.•...........•.•

AMADO!\ FEl\NÁN FÉLIX DE (Argentino). Contemporáneo : El cántaro y el alfarero .................................. . La rosa de la fe ...•...•.••...•.......•.......•.......••.

ANDl\ADE ÜLEGAl\IO VICTO!\ (Argentino) [1841-1882] : El nido de cóndores........................ . . • .....•.•• La Patria............. . •.•.......••... , .•............•

An6nimo : No me mueve, mi Dios, para quererte ....•.....•.•.......•

AaANA GoNzÁLEZ G. (Colombiano) : El gato .••••.•.•.••.•...•....•......................••.

AncrPl\ESTE DE HrTA (Español) Siglo XIV : Dominio del amor ..•.......••.••.•......•.......•......•

,AllGENSOLA LUPERCIO LEONAl\DO (Español) [1563-1613] : Ni es cielo ni es azul. .•.............•.•..••............. A la esperanza ........................................ . A la muerte ........................................... .

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290 ÍNDICE DE AUTORES

AR GUIJO JuAN DE (Español). Siglo XVI : Las estaciones .........•••...•••.••.••..•• ; .•••..•..•...•

ARRIETA RAFAEL ALBERTO (Argentino). Contemporáneo: Cuento de Invierno .••..•••.•.•••.•••..•...•.••••.•.....•

ARTEAGA ALEMPARTE D. (Cubano) : El llanto ........................... •· ................ ..

BALART FEDERICO (Español) [1831-1905] : A la muerte .••......•..•...•...•.•.•••..•....•....•.•••

BANCHS ENRIQUE (Argentino). Contemporáneo : Sombra de árbol. •...•.....•...•..•.•.•....••.•......... Cancioncilla ........................................... . Las risas .............. : ..................•............. El recuerdo .....................•............••...•.....

BARALT RAFAEL MARÍA (Venezolano) [1810-1860} : Al mar .................•....•..........................

BARR·EDA ERNESTO MARIO (Argentino). Contemporáneo : Invierno ........................................ •• •... ·• La danza de las moscas., .....•..•••.••...•.....•••.....•

EARTRINA JOAQUÍN MARÍA (Español) [1850-1880] : Casos comunes ..•..•.......•.•...................••.•.••

BÉCQUER GUSTAVO ADOLFO (Español) [1835-1870]: Rimas ................................................ .

BERDIALES GERMÁN (Argentino). Contemporáneo : Tarde de Invierno ............................•.•......•

B.LANCO BELMONTE M. R. (Español). Contemporáneo : Canción estival ..•.•.............................•......

BoBADILLA EMILIO (Cubano). Contemporáneo : El envidioso ...•.•.•..••................•....•..•....•.

BoRJA CÉSAR (Ecuatoriano). Contemporáneo : El fuego .•.......•.•..•..•••••......••......••..•.••. ~. Dios, Patria y Libertad •............•..................•

BoscÁN JuAN (Español) [11>90-1542] : Soy tu tierra natural. .................................. .

ERAVO MARIO (Argentino). Contemporáneo : La canción del hornero ................................. . Canción de la luna aldeana ...........................•...

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Canción de amor .........••..............•.••...•.•..•• Canción de la paz .....•..•.•.........•........•. · ....... .

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ÍNDICE DE AUTORES 291

BRETÓN DE LOS HERREROS (Español) [1796-1873] : La boca de Lisaura .••.••...••....• , .•.•.....•........••.

BuRGHI JuAN (Argentino). Contemporáneo : El perro amigo ..•.••.......... , ..• , ...............•.•.•

CABRERA JosÉ (Dominicano) : ¿Dónde vive ella? ••••.•... , .................•..•..••....

CADALSO JosÉ {Español) [1741-1782]: Sobre el poder del tiempo ..•..........•......... · ...•...•.

CALDERÓN DE LA BARCA {Español) [1600-1681] : A unas rosas ...••••.•......•....••........••...•••••••. La vida es sueño .•.••••....•••.... ; .•........•..•..•••.•

CAMPOAMOR RAMÓN DE (Español) [1817-1901]: La encina y el rosal. . . • ..•.....•••..••...•..••••.•.••• Cabeza y corazón ............•....•.......•.•••..•.•••.• El arte de ser feliz ................................... ..

CAPDEVILA ARTURO (Argentino). Contemporáneo : Canción de la orilla del mar .•........•••.....•.••.••••••• Canción de la posible felicidad .............. ~ .......... .

CARNELLI MARÍA LUISA (Argentina). Contemporánea : Primavera, se agradece ................................ .. Loa a la divinidad .••••.......•.......•...•..•••.....•.•

CARnIEGO EVARISTO (Argentino). Contemporáneo : La muchacha que siempre anda triste .•.••..•..••.••....•••

CASASÚS JOAQUÍN D. (Mejicano) : Los encantos de Cloris ................................. .

CERVANTES MIGUEL DE (Español) [1547-1616) : Lenio pinta el amor... • ..••••••....•...•... : ••....•.•

CETINA GUTJÉRRE DB (Español) [1520-1560) : Madrigal .•.•..•.•...•...........•.•••.•.•.•..•..••....

COELLO CARLOS (Español) : Al mar ............•...........••.....•...•...•...•••...

CóRDOVA ITURBURU C. (Argentino). Contemporáneo : El árbol •..•...................•..•...•..•.••..•••.•.•

CoRONADO MARTÍN (Argentino). Contemporáneo : Las golondrinas ........................ , ............. ..

CORONADO NICOLÁS (Argentino). Contemporáneo : Problemas ......••.............•.••..........••...•.•...

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CRUZ SoR JUANA INÉS DE LA (Mejicana) [1651-1695) : Redondillas.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . 12'•

CHAVARRÍA RosA D.E (Costarricense) : Verano................................................. 68

CHOCANO JosÉ s. : El Santo Sepulcro'...................................... 264

DARío RuBÉN (Nicaragüense) [1867-1916] : Blasón.................................................. 33 Tarde del trópico • . . . . • . . . . • . . . . . • • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • 57 Primavera.............................................. 63 Caso .......................... " ............... '........ 134 Año Nuevo............................................. 252 Los tres Reyes Magos................................... 256 Canción de Carnaval.................. . . • • . . . . . . . . . . . . . . 258

DÁVALOs JuAN CARLOS (Argentino) .. Contemporáneo : Los loros............. • • • . • • • • • • • • • • . . . . • . • • • • • . . . . . . . . . 37 La cigarra. . • • • . • . . . • • • . . • • . . . • • • • • . . . . . . • . • . . . . . . . . . . . . 8 9

DELGADO FITO C. (Español). Contemporáneo : Otoño . . . . . • • . • • . • • • • • • • • • • . . • • • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 70

DíAz MrnóN SALVADOR (Mejicano). Contemporáneo : Ojos verdes •..•...............•••.... , • . . . . . . . . . . . . . . . . 148

DICENTA J oAQUÍN (Hijo) LEspañol]. Confomporáneo : Amor .................................................. 164

Dozo IsMA.EL E. {Argentin(l). Contemporáneo : Canción de la serpentina.... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 262

ECHÁVARRJ Luis {Español) Contemporánet> Corazón de mujer.................... . . . . . . . • . . . . . • . • . . 136 Soñar................................ . . . . . . . . • . . . . . . . . 196 Van a la guerra los soldados.............................. 233

EcHEVERRÍA AQUILEO J. (Costarricense) : ¿La vida?.............................................. 230

ENCINA JUAN DEL {Español) [1468-1534] : Habla el amor •.. :......................... • . . . . • . . . . . . 157

EsPRONCEDA J osií DE {Español) [1808-1842] : A una rosa ................................ ,...... .. • . 79

FERNÁNDEZ MoRENO (Argentino). Contemporáneo : Vacas .... . . ........ ... • • . • .. . . . . . .• .. • • . .. . . . . . . . . . . . . 18

FERNÁNDEZ SHAW GUILLERMO {Español). Contemporáneo: A una rísa de mujer, ......•.. -........................... 155


FRANCO Lms L. (Argentino). Contemporáneo : La siembra............. . • , , •.••..••••.• , ..•••..•.• , • • • 52

FRUGONI EMILIO (Uruguayo). Contemporáneo : Los bueyes........... . . . • • • • • • • . • • • • • . . . • • • . • • . • • . . • . • • 17 El amanecer. . . • . . . . . . . . . . . • . • • . • . • • • • . . . . . • • • . • . . . • • • • 80 Al mar ........................................ ,......... 104

GALINDEZ BARTOLOMÉ (Argentino). Contemporáneo : J Oh silencio de campos! .....•...•..•.••.•..•••••....•.. , 51 Espera •• • • • . . • . • . . • • . . . . . . . • • . . . . . • . • . . . . . • • • • • • . • • • . . 177 Un vaso más de ensueño .... ,....................... . . . . . 194

GALLEGO JUAN N!CASIO (Español) [1777-1856) : Los hoyuelos de Lesbia.................................. 139

G.lLvEz Jost (Argentino). Contemporáneo: Los bueyes..... • . • • • • • . • . . . • • • • . • • • . • . . • • • . . . . . . . . • • . . . 17

GARCÍA CosTA RosA (Argentina). Contemporánea : La fuente de la alegria ............................... .'.. 153

GARCÍA DE DIEGO JEsós (Español). Contemporáneo : . Bouquet............................... ... • • . . . • . . . . . . • . • 82

GARCÍA MÉRou MARTÍN (Argentino). Contemporáneo : El gran 'libro. . . .. • .. .. . . • .. • .. • . . .. .. • • .. .. .. . .. . • . • .. ~ A solas................................................ 168

GARC.LASO DE LA VEGA {Español). Siglo XVI : La belleza es flor de un día. . . . . • . • • . • . . . . . . • . . • . • . . • • • • • 129

GóN,GORA Lurn DE (Español) [1561-1627] :

La aurora.. .. ................... , .. .. .. . .. ., .. .. .. • .. 28 A una golondrina... . . . . . . . . . . . . . • • . . • . . . . . . • . . . . . . . . • . . 38 Vida de rosa .......•............ ".. . • • • • . . . . . • . • • . • • . . . . 78 Un eslabón y otro...................................... 1 GO

GONZÁLEZ CASTRO AUGUSTO (Ecuatoriano) : Otoño ................................................ . 71

GRANADO GuARNizo CARLOS F. (Ecuatoriano). Contemporáneo : El agua................................................ 7

GuTIÉRREz JuAN MARÍA (Argentino) : La.mujer ............. ,', ....................... ,....... 127

GuTIÉRREz NÁJERA (Mejicano) [1860-1895] : Vespertina .. . . . . . . . . • . . . . • . • . . . . . . . . . • . • . . . . • . . . . . . . . . . ;,r, El hada verde . . . . . . • . • . . • • . . . • • . . . ...•••.• , • • . . . . . . . . 11, 1; Amor.................................................. 162

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29/í ÍNDICE DE AUTORES

GUTIÉRREZ R!CARDÓ (Argentino} [1840-18971 : La Patria ........•...•.......•.........................

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HEREDIA JOSÉ MARÍA DE (Cubano) [1803-1839] : A mi caballo .•....•............................•.•..•.•

HERRERA y REISSIG JULIO (Uuruguayoi : El alba .....••....•.........•........•........•......•. Esfinge ............•••..........................•..•... Su majestad el tiempo................ . ............... .

HERRERA FERNANDO DE (Espaüol) [1534-1597] : Al Invierno ......•..•..................•...•.•••••...••• Sepultura en tus ojos •.•.•.•..•..............•.•.. ' •..•••

HERREROS PEDRO (Espaüol). Contemporáneo : El alba ..•••••••.•.•.....•...••...•.....•....•...•...•.

lluRTADO DE MENDOZA (Espaflol) [1501i-1575] : Al silencio de sus quejas ......•.•............•.......•...

!CAZA FRANCISCO A. (Mejicano). Contemporáneo : Las horas .••••..••..••..•..••.........•....•...•.••....

IGLESIAS EUGENIO JULIO (Argentino). Contemporáneo : Canción matinal. •..•......•....••..•....•.•...••...•....

JIMÉNEZ JuAN RAMÓN (Espaüol). Contemporáneo : De color de llanto ..•.•...............•.•.••.....•......

J oRDÁN Luis MARÍA (Argentino). Contemporáneo. Nuestro padre el Sol... . .....•........................

J OVELLANOS GASPAR ME!.CHOR DE (Español) [17M-1811] : A la mañana ........•.................•.....•..•......

LANCHARES REY J. (Argentino). Contemporáneo : Las hormigas •..•........................•....•.........

LEDESMA ROBERTO (Argentino). Contemporáneo : El olvido •••.•.......•••.....•..............•.......•...

LEóN FRAY Luis DE (Espaüol) [1528-15911 : La vida tranquila ••...•............••......•...•..•..... Noche serena .••...................••..........•....•.•• En la cárcel donde estuvo preso ............•.............

LISTA ALBERTO (Espaüol) [1775-1848] : La envidia .•..••.••••......•...•...•.............••.. A Jesús, muerto . .' • • . . • • • • . • . . . . . . . . • ................. .

LóPEZ GARCÍA BERNARDO (Espaüol) [1840-1870]: La fe .•.•..••.•......•....•.•...•.•.....•.••....•..•.•

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• LoRENZO Trnso (Espaflol). Contemporáneo : La luna de miel. ••................•...••••....•••....... Mujer .....................•.......•...........•.......• Enigma •......................••.....•............ •• ... El eterno poema ............•..••.....•....•...••.....•• De caballeros ...•....•......•.•.................•....... La canción de afio nuevo ............................... .

LuGONES LEoPOLDO (Argentino). Contemporáneo : León cautivo ...........• · ......................•........

· Las cigarras .........................•••.....•.••....... El chingolo. . . . ........••.••..•...•........•..•..... · · · Día claro .........••....•..•••.........................

Lu1s1 Lu1sA (Uruguaya). Contemporánea : Y o misma soy el sol. . . . . . . . . . . • .••.........•.

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16 90 43 54

115

MACHADO ANTONIO (Espaf10l). Contemporáneo : Sol de invierno ...••..... :.............................. 72 Dos veces no pasa....................................... 153 Pascua de Resurrección............................... . . 271

MAcl!ADO MANUEL (Español). Contemporáneo : Melancolía. . . . . . . . • . . • . • • . . • . • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • 205 Paz .. • . . . . . . • . . . . . • • . • . . . . • . . . . . . . . . • . . . . . . . . . . • . • 235

MANRIQUE JORGE (Espaflol) [1440-1473] : Coplas .. . . . • . . . . . • • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . • • . • . . . . . . . . 220

MARECHAL LEOPOLDO (Argentino). Contemporáneo : Las rosas . . • • . • • • . . . • • . . . . . . . . . . . . . • . • . • • • • . • . • • • . • • • • 80 Canción del recuerdo.................................... 197

MARQUINA EDUARDO (Espaflol). Contemporáneo : La patria • . • . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . . • . • . • • . . • • • • • • • • • . • • . • 238 Ailo nuevo . . . . . . . . . • . . . . . . • • • . . • . • . . . • . • . . . • . • . . . . . . . • 251

MARTÍNEZ DE LA RosA (Espaf10!) [1787-1862] : Las burlas del amor........... • • . .. • . . .. • • • • • • . . .. . • 162

MATA PEDRO (Español) : En una noche para amar creada.......................... 227

MATOVELLE JULIO (Ecuatoriano) : Una ganancia es morir... . . . • . .. . . . . . .. • • • • . . . . .. . . . .. • 21G

MATURANA JosÉ DE (Argentino) : Los ojos negros......................................... 1'•"

MELÉNDEZ VALDÉS JqAN (Español) [1754-1817]: El águila ..•..• : ••.•••.•.....•••...••....••••..••.•.•• , :12 La mariposa........................................... HG El amor mariposa; ....•••.........••.•..•.•..•.•••.•.•.• 1t1\I

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296 ÍNDICE DE _AUTORES

MiíNDEZ CALZADA ENRIQUE (Argentino). Contemporáneo : Soneto a unos labios rojos. . . . . • • . . . . . . . . . . . . • • • • . . . . . • . . 133 Dice el trabajo. . . . . • . • . . • . • • . • • . . . . . . . . . . . . . • • • . . . . . . . • 2V•

MESA ENRIQUE DE (Español). Contemporáneo : Voz del agua .•.•.••••.......•....•.....•.....•..•....

MIRANDA CARLOS (Español). Contemporáneo : Rosas de pasión ...•••.......••.•............•..•.......

MISTRAL GABRIELA (Chilena). Contemporánea : Himno al árbol. •...•.••..•..••......•...•........••.•.• Plantando el árbol. •••................•••......•...•••.• Doña Primavera ....••.•........•.................•..••. Verano ..•..•..•.•.•••.............•...............•..• Promesa a las estrellas .•...........................•.... A Noel. •••••....•••••••••....•..•...••.••.•..••...•

MORERA ENRIQUE : Recuerdo del muerto. . •.••..•..•....••...........•..•••

MoNTAGNE EDMUNI:io (Argentino). Contemporáneo : El zorzal ••.•••.•.•.•••..•....•...... · ...•..•.••••.•..•.

NALÉ RoxLo CoNRADO (Argentino). Contemporáneo : EI grillo ....•...•.•••.......•...•.......•...•.•.•..•.•• Conformidad ••. Nochebuena ........................................... .

NAÓN PEDRO J. (Argentino). Contemporáneo : Paisaje de Otoño. . " • . .....•.•........ , •........•...•• Tus ojos· ..•••••••...•..•...•.•..•.•....•......•...•....

NERVO AMADO (Mejicano) [1870-1919] : Al viento y al mar ..•••••....•..•..•..••.. , .••...••.... Tragedia .............................................. . No es culpa mía .•..••.•..••....•..•.•.••.....•.•.•••.... Tú ••••••••••••••••••••••.••••.•.•.••••••••••••••.••••• La muerte, nuestra señora ..•...•......•...•.......•....• Bien haya la vida ••••.••••••...•.•...••...........•..••

NúÑEZ DE ARcE GASPAR (Español) [1832-1903] : Al dolor ••.•.•••.•.••.••..•.••...•.•..••.........•....•

ÜYUELA CALIXTO (Argentino). Contemporáneo : Patria •••..•.••.•••. , ••••.••••••....•..•..•...•..•...

PADILl'>A DÁVILA MANUEL (Portorriqueño) : El ruiseñoi: ••.•.•••..•.•••.•••••.•..•..•. 'í ............ .

PALMA RICARDO (PAruano). Contemporáneo : Origen de las pulgas ................................... .

8

269

24 26 54: 66

113 256

218

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69 14.6

101 192 183 211 214 229

167

242

39

97

iNDICE DE AUTORl!ll 2~?

PALOMERO ANTONIO (Español) Primavera . . . . . . . . . • . . • • • . • . . . . • . . • . • . • • . • . • • • • • • • • • . • • M La vida ••••...••••.••.•.••.....•••....•..•. '. ••.•..• , . , ~IJO

PEÑA L. R. (Centroamericano) : Trabajar es orar ••••..••••...•...•••...••.••..•••••• ,,,,

PÉllEz VALIENTE ANTONIO (Español). Contemporáneo : Oración a la Luna ....... ., ............................ ..

PxzA JUAN DE Dios (Mejicano) [1852-1910] :

Lágrimas ............................. : .....•........•• , Nochebuena ••.•••••••••••••.•.............•.•...•.•. , . ,

P1c6N FEBRll GoNzuo (Venezolano) : Mariposas ......................................... , .•..

PoMPA ELíAs CALJXTO (Venezolano) : Trabaja ..... ~ ••.•••••..••.••....................••.••..

QUEVEDO FRANCISCO DE (Español) [1560-1645] : Letrilla lírica ..•••• · •...•••......•..•.••..•..•..• ·. , •.••. , La belleza es flor de un día .•..•.....••.•....••••..• ,1,.,, , •

Sin moverse, vuela .••..•...•.............•.••...• , , . , , , ,

REAL DE Azú A GABRIEL (Argentino) : A la esperanza .•.•••••..••.......•.•......•.•..•.•. ,.

RIOJA FRANCISCO DE (Espailol) [1600-1659) ; A la rosa ............. ............................ , , . , , L.a belleza es flor de un día .........••....••.• , .••• , , • , , ,

RoDRÍGUEZ VELÁZQUE)': Luis (Chileno) .: Noche de luna .••••...........•....•..•..•.•..•. , , , , , , , ,

RoEBER CHRISTIÁN (Español) : Entre porros ••••••••..•...•......••.••.

RoLDÁN BELISARIO (Argentino). Contemporáneo : Caballito criollo .•.• .- •.•.•.••...•••••........ , .•. , ; • , , , , , La fiera eterna .••••....•••......••.••....••.•••••• , , , , , Jesús; ............................................... ,.

Ros DE ÜLANO ANTON1"0 (Español) [1808-1886] : La Naturaleza ••••••.•.•.••••........••..••. , ••.••. ,,,,,

Ru-EDA SALVAD.OR (Español). Contemporáneo : Las ovejas............................... • .•..•••.. , , , , El cóndor .••.•.• , •••••. , ••.....• , •.•..•.••.•.•. , ••• , , , Claveles .••...•.•.•.•..•.•.•....••..•••.•. · •••• ,., •• ,, La mariposa ......................................... , .• Las arañas y los gusanos de seda ... _ ..................... , , ,

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RUEDA SALVADOR (Español). Contemporáneo [Suite] : -.Ánfora ......................................... ,.... . . 141

El elogio de los ojos........................ .. .. . .. 144 La risa................................................. 15li

Rurz GusTAvo A. (Salvadoreño) : Se tornaron rosas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13 2

SÁENZ RAQUÉL (Uruguaya). Contemporánea : La canción del bello atardecer... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59 Reto al dolor .......................................... ·.. 169 Mi oración a la fe....................................... t80 La canción de la duda..... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 182 Nocturno de carnaval. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 261

Su.AS FRANCISCO GREGORIO DE (Español) : Primavera .......................................... '... 62

SANTILUNA MARQUÉS DE (Español) [1398-1458] : Serranilla .. . .. .. . .. .. .. .. .. .. . .. .. .. . . .. .. .. .. .. . .. .. . 1a7

SANTOS CHOCAN O JOSÉ (Peruano). Contemporáneo : El sapo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19 Las aves...................... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32 El arado............................................... 51 Noche de mar.......................................... 101 Azul como tus ojos..................................... 1li8 El Carnaval..... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 258 El Santo Sepulcro ...................................... : 26t,

SANSORES RosARIO (Cubana) : Cómo se va la vida..................................... 223

SELGAS JOSÉ (Español) [1822-1882] : Voz del agua...... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8 La felicidad ................. ·. . . . . . . . • . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18 6 Uno viene, otro va .. ,.................................. 227

SILVA JosÉ ASUNCIÓN (Colombiano) : Mariposa .............................................. · Las estrellas ........................................... .

87 112

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SoFFÍA JosÉ ANTONIO (Chileno) [18113-1884] : Semejanza .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 122 ,,.

Sotís D10N1s10 (Español) [1774-1834] : Al Sol.................................................. 115

STORNI ALFONSINA (Argentina) Contemporánea : Saludo al Hombre.... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 122

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Antología de Motivos Poéticos (1928)

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Transcript of Antología de Motivos Poéticos (1928)