Psiconeuroinmunologia y Medicina Holistica

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    PSICONEUROINMUNOLOGIA Y MEDICINA HOLISTICA :

    CUANDO LA ASPIRINA, EL DIAZEPAN, EL PARACETAMOL

    Y EL TRAMADOLODOL YA NO BASTAN.

    INDICEVan Dyck, Frank Desmedt : Introduccin a la Psico-Neuro-Inmunologa (PNI) pginas 2 - 12 : definicin,2; los sistemas mdicos dualsticos, 2; retroalimentacin bidireccional, 3; caractersticas del PNI, 4; interaccindel neuroendocrino con el sistema inmunolgico, 4; respondiendo a nuestro ambiente, 5; respondiendo anuestro ambiente interior, 7; cmo se relaciona el estrs con el funcionamiento del PNI, 7 ; qu es el estrs, 7;el modelo de adaptacin general de Selye, 8; la cascada del estrs, 8; hormonas del estrs, 9; las hormonascorticales suprarrenales, 9; el trabajo de los Simonton, 10; tres descubrimientos importantes, 10; porqu esto estan importante, 11; nota de Arturo, 12.

    Solomon, George F. : Psiconeuroinmunologa : sinopsis de su historia, evidencia y consecuencias, pginas

    12 - 27 : definicin, 12; historia, 13; hacia los nuevos modelos de salud y enfermedad, 24; bibliografa, 24

    Van Dysck, Frank Desmedt : Psico-Neuroinmunologa : Informacin bsica, pginas 28 - 34

    Lawerence, Allen : Conceptos holsticos de la medicina (1996), pginas 34 - 44 : el sacrificio, 42; resumen,44

    Giglio Gallardo, Carla : Emociones y enfermedad, pginas 44 - 55 : resumen, 44; introduccin, 45; saludy enfermedad, 46; emociones, 46; relacin entre emociones y salud, 47; emociones negativas, 49; influencia dela ira en la salud, 49; influencia de la ansiedad en la salud, 50; influencia del estrs en la salud, 52; beneficio delas emociones positivas en la salud, 53; conclusin, 54; Bibliografa 55

    Neruda, Pablo : Tu eres el resultado de ti mismo, 56

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    Introduccin a la Psico-Neuro-Inmunologa (P.N.I.)(Traduccin libre de Frank Desmedt Van Dyck; arreglo impresin : Arturo Luengo Medina).

    Definicin de PNI

    Psiconeuroinmunologa, a menudo llamado PNI, es el estudio de las interacciones que ocurren entre supercepcin del mundo, su conducta, su cerebro y su sistema inmunolgico (SI).

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    El campo del PNI estudia la comprobable interaccin que ocurre entre los procesos psicolgicos y fisiolgicosdel ser humano.La porcin psicolgica es el aspecto Psico, el sistema nervioso central es el aspecto Neuro y el sistemaendocrino, junto con la defensa que el cuerpo presenta contra la infeccin externa y la aberrante divisin de lasclulas (cncer), es el aspectoInmunologa.

    Los Sistemas Mdicos Dualsticos

    Hoy da, el SI ya no se considera como algo autnomo y separado de la mente y de los eventos externos alindividuo.Con la aparicin del PNI empezamos a ver el surgimiento de un nuevo modelo de prctica mdica.Este nuevo modelo por primera vez integra los previamente dualsticos conceptos de mente y cuerpo,introduciendo un nuevo concepto donde el cuerpo y la mente interactan como uno slo, cada uno afectando alotro.

    Hasta la fecha, se ha reunido una gran cantidad de informacin que viene a poner en evidencia la interaccinque existe entre la mente, el cuerpo y el SI.Esa informacin comprueba la interaccin que ocurre entre las fibras nerviosas presentes en los tejidoslinfticos y los sistemas simptico y parasimptico del cerebro. Tambin comprueba la interaccin que hay

    entre neurotransmisores, hormonas e inmunotransmisores.Los datos recopilados estn siendo usados en la investigacin y en el tratamiento del SIDA, cncer y ciertosprocesos infecciosos bacterianos y virales, as como en diversas alergias crnicas.Otros investigadores estn estudiando sus efectos sobre el aprendizaje clsico, los condicionamientos y elimpacto del estrs sobre el SI, as como los efectos que tienen los procesos inmunolgicos sobre la

    personalidad, el estilo de vida y los procesos psicodinmicos de cada cual.

    Es probable que en el futuro la investigacin se extienda hacia muchas nuevas reas, incluyendo lapsicoterapia, el embarazo, la prevencin de enfermedades y la sanacin, por nombrar slo algunas.El PNI va ms all de la presente estrecha perspectiva biolgica que se tiene de una enfermedad, paraentonces considerar los componentes del comportamiento como una parte integral de la salud y de la

    enfermedad. La conceptualizacin del papel que juega la conducta humana y cmo sta interacta con elsistema nervioso central y con el SI es el quid de la cuestin.La investigacin es a menudo impulsada por el esfuerzo que se necesita para definir la compleja relacin quehay entre el comportamiento y las dimensiones biolgicas del SI. Los investigadores de hoy da funcionan bajorestricciones disciplinarias, institucionales y econmicas que tienden a estaren contra de la investigacin PNI.Esas limitaciones tienden a mantener el status quo, as como a frenar el desarrollo de modelos rivales dentro dela propia Psiconeuroinmunologa. Esto reduce la velocidad de las investigaciones y mantiene al PNI fuera de lacorriente principal de la medicina.El PNI es un nuevo campo que comenz a finales de los aos sesenta. Durante los ltimos 30 aos, el volumende conocimientos ha aumentado, y es slo durante los ltimos 10 aos que ha florecido. El PNI todava est ensu infancia, pero su efectividad es ahora innegable.

    Retroalimentacin didireccional

    Disciplinas tan diversas y diferentes como la anatoma y la psicologa han demostrado que el SI es el receptorde seales provenientes del cerebro y del sistema endocrino. Tambin sugieren que existe unaretroalimentacin bidireccional entre el cerebro, el cuerpo, sus tejidos, el mecanismo de estrs y el SI

    propiamente dicho. Esto significa que nuestras experiencias pasadas, nuestra conducta presente, lo quepensamos y creemos tienen un impacto sobre el cuerpo y sobre su sistema inmunolgico.

    La existencia de la comunicacin bidireccional entre el cerebro, el cuerpo y el SI es llevado a cabo por laactividad de las neuronas, los neuroqumicos, las hormonas y varias otras molculas, tales como losneuropeptidos, endorfinas, enquefalinas y citokinas. Ellos llevan mensajes qumicos del cerebro al SI y de

    ste de vuelta al cerebro.

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    Caractersticas del PNI

    La premisa general es que ciertos procesos psquicos pueden alterar las funciones inmunolgicas, a la vez quedeterminados procedimientos de nuestro SI pueden modificar nuestra conducta. Ahora se est recogiendo yevaluando evidencia de que la accin ocurre en ambas direcciones. La modulacin psicolgica de la inmunidadgeneralmente se enfoca en base al clsico condicionamiento y al estrs; en cambio, la modificacin de la

    conducta debido al SI es producido por substancias liberadas por este sistema. Esto ltimo implica que estamosfrente a un cambio mayor en la manera en la que se viene practicando la medicina y las artes curativas.

    Es mi intencin presentar una apreciacin global de este nuevo campo para el generalista, ya sea mdico,psiclogo o socilogo. El PNI ya est afectando su campo o lo har en un futuro muy cercano.

    Interaccin del Neuroendocrino con el Sistema Inmunolgico

    Una de las principales reas de estudio es la relacin que hay entre el estrs y las funciones inmunolgicas: ladefensa, la reparacin y los sistemas curativos del cuerpo.Cuando nos enojamos, nuestro cuerpo entero reacciona. Instantneamente se pone tenso y se prepara paraluchar o huir. En cambio, cuando estamos contentos, nuestro cuerpo entero se pone feliz.

    En el viejo esquema corporal, se crea que tales reacciones empezaban como impulsos elctricos enviados porel cerebro a varias partes del cuerpo. Es decir, que se enviaban instrucciones en forma de impulsos elctricos

    por medio del sistema nervioso que se integraba a los diversos tejidos del cuerpo. Se pensaba que lasterminaciones nerviosas, las sinapsis, tenan un rol principal en este proceso al soltar los qumicos quefinalmente iban a producir todos los dems cambios anatmicos y fisiolgicos.

    Si bien este concepto no ha cambiado, el PNI lo ha completado. Ahora sabemos que el proceso es muchoms complejo.Adems del estmulo elctrico, tambin hay una descarga de neuroqumicos que viajan a lo largo de lostejidos del nervio, que otros neuroqumicos son liberados en el torrente sanguneo, que nuestro sistemahormonal tambin representa un papel muy significante y que aparecen otras sustancias qumicas anindeterminados, pero que parecen tener la especfica tarea de llevar mensajes a cada parte del cuerpo.

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    Para simplificar las cosas, ya que no tengo tiempo para repasar todas las maneras en que el cuerpo puedecomunicarse consigo mismo, me referir a todos esos mecanismos como senderos de comunicacin ymensajeros, sin tomar en cuenta lo que estos procesos o sendas en realidad son.Esos mensajeros y sus especficos senderos nos dan a entender que algo importante est ocurriendo.Sabemos que no se trata de acciones neutras. Es decir, que estos mensajeros no son simples

    mandaderos que traen estmulos qumicos o elctricos generales. Ellos son muy especficos. Haymensajeros que transmiten felicidad, alegra y sentimientos positivos, y hay otros que transmiten miedo,angustia, que activan el mecanismo de estrs o generan la depresin. En el viejo modelo anatmico,donde un qumico u otro es la causa de un efecto determinado, ha de ser reemplazado por un nuevo

    patrn cuyas interacciones son mucho ms complejas: las que se llevan a cabo entre varios mensajerosque activan y otros que inhabilitan.

    De cierto modo el cuerpo, la mente y la psicologa que los interrelaciona, son el resultado de una granorquesta y no el producto de un pequeo conjunto de tres o cuatro instrumentos. Esto ya era sabido porlos sanadores de antao, quienes hablaban de ello en forma de espritus, y de varios grados del bieny del mal.

    Lo mismo puede verse en el sistema de los humores corporales, el cual estuvo en vigencia durantecientos de aos. El hombre se vea como el producto de la interaccin de varios humores (lquidos).Con ello se explicaban los cambios emocionales, tales como la ira, la rabia, el amor, el cario, lamelancola y la depresin, as como el buen humor y la enfermedad. Para la medicina de aquel entonces,casi cualquier cosa poda pasar cuando los humores estaban desequilibrados. Mientras que taleshumores no revelaban todo lo que se necesitaba saber, ellos fueron el producto de la necesidad deentender cmo y por qu actuamos como lo hacemos. De cierto modo, no estaban del todo equivocados,

    porque s somos la mezcla de la interaccin de muchos procesos qumicos, elctricos y dems, los cualeshacen de nosotros lo que finalmente somos.Hemos avanzado mucho desde la teora de la curacin humoral, sin embargo, como las cosas a menudotienden a avanzar de manera cclica, una vez ms vemos que no funcionamos de manera lineal sino que

    somos una estructura integrada, u Holstica, como lo llaman ahora.

    Respondiendo a nuestro ambiente

    Para entender esto mejor, vemoslo a un nivel macro. Podemos escoger casi cualquier sistema orgnicocomo ejemplo, pero pienso que la mayora asocia al PNI con la interaccin de la mente, cerebro,cuerpo y el mecanismo del estrs.

    Veamos un ejemplo: Usted est de compras en un centro comercial, donde se supone que debeencontrarse con un amigo. Usted est esperando en el sitio convenido, cuando ve una sombra que se leva acercando. Usted simultneamente puede sentirse alegre de que su amigo est llegando y a la veztener miedo de que pudiera ser algn extrao que le quiere daar. En este caso, se estarn liberando losmensajeros de la alegra y tambin los mensajeros del miedo. El mecanismo del estrs tambinse estar activando. Todo esas sensaciones psicosomticas pueden estar ocurriendo paralelamente en suorganismo. Usted experimenta oleadas positivas y negativas, as como sensaciones de ansiedad yregocijo.

    En este ejemplo, estoy mezclando lo positivo, lo negativo y lo neutro simplemente para poderpresentar al mismo tiempo todos esos conceptos.En la vida real, la mayora de nuestras experiencias son una combinacin de esos tres

    tipos de emociones.

    Cuando ocurre un evento externo, los recuerdos del pasado, las decisiones anteriores y las creencias quehemos tenido, producen una idea preconcebida de cmo esperamos que resulten las cosas. Cuando loseventos externos, o bien apoyan o combaten esta creencia, se liberan mensajeros positivos o negativos

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    era o no era el amigo esperado. Cuando se pens que era el amigo, se liberaron mensajeros positivos ystos circularon por todo el cuerpo, baando a todas sus clulas. Pero cuando se pens que poda ser unaamenaza, se liberaron mensajeros negativos y por ello, se activ el mecanismo del estrs.En todo caso, el cuerpo entero fue informado sobre lo que estaba sucediendo y estaba pendiente, comolo estabmos usted y yo, de averiguar quin realmente era la figura.

    Respondiendo a nuestro ambiente interior

    Le respondemos de acuerdo a nuestros condicionamientos, creencias y recuerdos. Cuando el evento sepercibe como una amenaza (sea sta real o no), experimentamos miedo, aprehensin y puede que seactive el mecanismo del estrs. En cambio, si el evento se percibe como positivo, se activa en el cuerpoun conjunto de sentimientos, emociones y reacciones totalmente diferentes. Lo importante es recordarque elsistema inmunolgico tambin se afecta.Este se activa o se inhibe dependiendo de las variablesantes expuestas. Cuando los mensajes son mixtos, la respuesta del sistema inmunolgico es confusa,

    pudiendo verse afectada su habilidad de actuar en pro del cuerpo que ha de defender.

    Cmo se relaciona el estrs con el funcionamiento del PNI?

    Uno de los principales puntos de esta nueva rama de la ciencia es su habilidad para vincular alestrs (estrs nervioso) con las enfermedades. Ahora sabemos cmo identificar los cambios que ocurrenen el flujo hormonal, as como los diversas senderos por los que circulan los diferentes mensajerosqumicos dentro del cuerpo y con relacin a las clulas del sistema inmunolgico. Tambin podemosasociar esos fenmenos con reacciones relacionadas a la causa o la sanacin de muchas enfermedades.Tngase muy en cuenta que las hormonas del estrs pueden cambiar la conducta de las clulasinmunolgicasy la actividad detodo el sistema inmunolgico. Las clulas del SI tienen receptores que,como Margaret Kemeny, Profesora de Psiquiatra de UCLA, dijo, llas captan las seales qumicas y

    permiten que los sistemas nerviosos, endocrinos e inmunolgicos hablen entre s, y con el resto denuestro cuerpo.

    Qu es el estrs?El estrs es un mecanismo biolgico innato que existe en todas las criaturas vivientes. Su

    propsito es proteger al organismo y asegurarlasupervivencia, as como la continuidad delas especies.

    El mecanismo del estrs, tambin conocido como el instinto desupervivencia, opera a travs de lo quea menudo se conoce como luchar o huir.Cuando un individuo se siente amenazado, puede tener poco o ningn tiempo para pensar o planificarsus actos. Es por ello que la naturaleza le dio la habilidad de luchar contra la amenaza o huir de ella.En nuestra sociedad moderna, encontramos amenazas por doquier; sin embargo, rara vez

    podemos atacar o correr.Por ello, a menudo respondemos creando lo que conocemos como estrs, y ahora sabemos que el estrs

    puede afectar a nuestro sistema inmunolgico de manera positiva o negativa.

    El modelo de adaptacin general de SelyeEl trmino estrs se acu en respuesta al trabajo de Hans Selye y su Modelo de la AdaptacinGeneral. Selye not que cuando el ser humano se estresaba durante prolongados periodos de tiempo,

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    imaginaria a nuestro bienestar interior o exterior. El evento puede en verdad amenazar nuestra vida oslo parecer que lo hace. Es decir, quese interpreta como una amenaza a nuestro modo de vida. Porejemplo, un montn de facturas sin pagar puede parecer una amenaza al presente o futuro modus vivendide un individuo.

    Segundo, hay una compleja serie de cambios qumicos, neurolgicos y hormonales internos que son

    automticamente puestos en movimiento; esto es a lo que me refiero como la Cascadadel Estrs. Estoseventos ocurren fuera de nuestro control y producen alteraciones tanto fsicas, como emocionales ymentales dirigidas a preparar al individuo para su auto-defensa.Una vez comenzado el proceso, slo puede ser detenido porla eliminacin de la amenaza (sea sta realo imaginaria). Slo entonces se desactivar el Mecanismo del Estrs. Este tambin puede aplacarsecuando el individuo logra reconocer que los eventos en cuestin ya no son, o nunca fueron, una amenazareal.Ya que la meta primordial del Mecanismo del Estrs es asegurar nuestra supervivencia, cuando cualquierevento que parezca una amenaza (sea real o no) ocurre en nuestro espacio vital, la primera cosa quenuestra mente/cuerpo hace es revisar todas nuestras experiencias pasadas, tanto las incluidas en nuestroscdigos genticos (los recuerdos inconscientes y colectivos de nuestra especie), como las personalmentevividas durante los aos de nuestra formacin, para determinar si lo que est ocurriendo es una amenazareal. Si se llega a la conclusin de que s representa un peligro, el Mecanismo del Estrs se activa. Si no,

    puede que ni nos enteremos del evento. Puede que sto sea donde comienzan y eventualmente terminantodos los fenmenos de PNI.

    Los aspectos neuro/elctrico/hormonal/bioqumicos del mecanismo del estrs son los mismos usadospor la reaccin PNI. Se podra decir que son el mismo mecanismo.

    Hormonas del estrsDmosle un vistazo a los rganos del estrs y sus hormonas. Una vez ms, note las similitudes con elmecanismo del PNI.Los rganos del estrs son el Hipotlamo y la glndula Pituitaria, las Glndulas Suprarrenales, Tiroides,Timo y las glndulas de la Reproduccin. Ellos se comunican a travs de sistemas de retroalimentacinhormonal, as como por el sistema nervioso simptico y parasimptico.

    Las hormonas corticales suprarrenalesEspecficamente, las Hormonas del Estrs, la Adrenalina (epinefrina) y el Cortisol. Ellas preparan alindividuo para la Lucha o la Huida. Ellas estn a cargo de la Respuesta Primaria al Estrs.La adrenalina activa al Sistema Inflamatorio, a los Sistemas Defensivos y a los Sistemas Inmunolgicosdel cuerpo, preparndolo para cualquier posible invasin de antgenos o lesin externa. El mecanismo

    inflamatorio es el primer paso para reparar cualquier lesin que pueda ocurrir durante la Lucha o laHuida.El Cortisol, por otra parte, estimula al mecanismo Anti-inflamatorio para que el mecanismo Inflamatoriosea desactivado, una vez que la sanacin y la reparacin estn en marcha. Esas dos hormonas tambinafectan el metabolismo del azcar y la coagulacin de la sangre.

    Tambin tienen un efecto sobre los mecanismos de la presin sangunea, la elaboracin de colesterol, lasfunciones renales y el flujo de sangre a los sistemas digestivos y musculares, as como muchas funcionesde ndole cardiovascular.

    El trabajo de los SimontonMientras que ahora hay literalmente miles de estudios e historias de casos relacionados al PNI, ningunofue tan dramtico como el trabajo del Dr. O. Carl Simonton y de su esposa, la Dra. Stephanie Matthews-Simonton.Mientras ellos trabajaban con pacientes enfermos de cncer, todos considerados como incurables y

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    tejidos. Usando este modelo, muchos tuvieron xito al superar sus cnceres y otros problemas de salud,supuestamente incurables.

    Tres descubrimientos importantesPacientes que fueron desahuciados, al usar el programa de los Simonton, pudieron estimular susrespectivos sistemas inmunolgicos para que lucharan con ms ahnco contra su cncer y en muchoscasos, los eliminaron por completo!

    Ahora se conoce mejor el efecto de las creencias, los pensamientos y las emociones sobre los

    procesos curativos del organismo humano. En especial, se sabe cmo afectan los pensamientos

    negativos, el resentimiento, el enojo y la rabia a la hora de generar el cncer. Tambin secomprende mejor cmo resolver un conflicto emocional, cambindolo a positivo, puede promoverla inversin de la enfermedad y as provocar su total sanacin.

    Se ha comprobado que los mecanismos de defensa del cuerpo pueden activarse por medio deemociones y pensamientos positivos, y que las clulas blancas de la sangre, los linfocitos, las clulasnatural killer (NK) y los factores mensajeros asociados a la sanacin, pueden estimularse para

    que acten con mayor vigor contra el cncer y contra otras enfermedades .

    Por qu es esto tan importante?Est claro que lo que conocemos del PNI es apenas la proverbial punta del iceberg. Su investigacin

    y la manera en la cual est cambiando la medicina moderna es muy importante para todos nosotros. Elreputado Fritjov Capra, en su libroEl Punto de Giro (The Turning Point), sugiri que ahora estamos enel proceso de cambiar el modelo bsico hoy aceptado por la Medicina Occidental Moderna. El nuevo

    paradigma que est surgiendo, an sin nombre propio, se est alejando de los conceptos relacionados conla [obsoleta] base Cartesiana-Newtoniana que subyace al presente pensamiento mdico. El nuevomodelo est basado en una comprensin ms completa del universo, aquella sustentada por los

    principios de Albert Einstein, Werner Heisenberg, Nils Bohr, David Bohm y muchos otrosinvestigadores modernos.Se basa en la teora de que todos los Sistemas se interconectan, y en que hay una interrelacin y unainterdependencia de todos los fenmenos. Mientras que el modelo Cartesiano-Newtoniano sugiere que

    para entender algo haba que estudiar los componentes por separado, el nuevo paradigma nos dice que el

    cuerpo humano, como un todo integrado, no puede reducirse a unidades ms pequeas, so pena deperder de vista la interaccin de sus componentes. Si bien podemos examinar cada componente porseparado, su funcionamiento no puede calibrarse sin tomar en cuenta todos los dems. Ellos soninterdependientes y su interrelacin es bsica para que puedan funcionar apropiadamente.En estos momentos estamos viendo un gran cambio en la direccin de cmo piensa el pblico y de cmose sienten con respecto al viejo paradigma mdico.Hoy da hay un creciente inters por los conceptos holsticos, as como un notable aumento de laatencin prestada a la medicina alternativa (homeopata) y un movimiento que se aleja de las medicinasalopticas y de la ciruga. Hay un resurgimiento en las prcticas curativas orientales y en las antiguas,tales como el shamanismo, la curacin indgena, el Huna (medicina hawaiana) y en casi todo lo que nose relaciona con la medicina tradicional.

    Muchos mdicos ahora estn integrando conceptos de acupuntura, retroalimentacin biolgica,nutricin, trabajo de la oracin, religin, espiritualidad y magnetismo en sus prcticas.

    Desdichadamente, no siempre lo hacen porque crean en ello sino porque las presiones econmicas les

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    (Autor : George F. Solomon; traduccin del Dr. Mario E. Martnez; arreglo presentacin : ArturoLuengo Medina) [Segundo Congreso Virtual de Psiquiatra, Interpsiquis 2001. Mesa Redonda:Psicosomtica, 1 Febrero 7 Marzo, 2001]

    Definicin

    La psiconeuroinmunologa es el campo cientfico transdisciplinario que investiga las interacciones entreel cerebro (mente/conducta) y el sistema inmune y sus consecuencias clnicas (1). Es comnmenteconocida por el nombre de psiconeuroinmunologa PNI.El Psiclogo Robert Ader invent el trmino a fines de la dcada del 70, tambin es conocida con lostrminos de neuroinmunomodulacin y menos conocida como neuroinmunoendocrinologa o,inmunologa conductual.Sus aspectos clnicos se relacionan con el entendimiento de los mecanismos biolgicos subordinados porla influencia de factores psicosociales sobre el comienzo y curso de las resistencias inmunolgicas y elentendimiento de la inmunologa, generada en sntomas psiquitricos.

    Estos son bsicamente los aspectos cientficos que involucra el entendimiento de la compleja interaccin

    de la neuroendocrinologa y la inmunologa, generadora de redes para el mantenimiento de la salud yla defensa de las enfermedades.

    La Psiconeuroinmunologa debe proveer bsicamente el conocimiento de la dinmica biolgica dela medicina humana y de alternativas o tcnicas mdicas complementarias, y ofrece desarrollar

    nuevos modelos no lineales de salud y enfermedad.Por su singularidad, la psiconeuroinmunologa, es un puente para disciplinas tradicionales como la

    psiquiatra, la psicologa, la neurologa, la endocrinologa, la inmunologa, las neurociencias, la medicinainterna, incluyendo tambin la ciruga (cicatrizacin de heridas). La colaboracin interdisciplinaria esgeneralmente esencial e intrnseca para su investigacin.El campo crece rpidamente; como evidencia de esto, en 1981 eran 14 los captulos de la primeraedicin del principal libro, que pas a tener 46 captulos en 1991 con la segunda edicin (2) ylleg a los 80 captulos en tres volmenes en 1999, para la tercera edicin.

    Historia

    Tanto la sabidura antigua como la premoderna reflejaron el conocimiento de la unidad cuerpo-mentecomo en interaccin bidireccional.Aristteles dijo, Psique (alma) y cuerpo reaccionan complementariamente una con otro, segn mientender. Un cambio en el estado de la psique produce un cambio en la estructura del cuerpo, y a lainversa, un cambio en la estructura del cuerpo produce un cambio en la estructura de la psique.Sir Francis Bacon sugiri algo similar, Nos preguntamos cmo el humor puede afectar el cuerpo y

    alterar el trabajo de la mente, o igualmente, cmo las pasiones o temores de la mente pueden alterar eltrabajo de nuestro cuerpo.Los mdicos sabios han conocido el rol de las emociones en el comienzo y en el curso de las resistenciasinmunolgicas y en las enfermedades. Segn expres Sir William Osler, es importante conocer tanto loque est pasando por la cabeza del hombre como en su pecho, para pronosticar el resultado de unatuberculosis pulmonar.

    El clebre fisilogo britnico George Day manifest que el problema de adaptacin es

    creciente en los 18 a 24 meses anteriores a la enfermedad y dijo, Estos factores psicolgicospueden tener influencia en el curso de la tuberculosis y, una vez que est establecida, laenfermedad puede ser minimizada si el paciente tuvo la oportunidad de ser escuchado poralguien durante un razonablemente largo perodo(3).En el curso de los aos desde 1940, algunas observaciones psicosomticas fueron hechas con respecto

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    Contrariamente, una enfermedad auto-inmune, el lupus eritematoso sistmico (LES) puede producirsntomas psiquitricos, as como un rasgo clnico inicial (6).La literatura relativamente voluminosa y de calidad muy variada sobre los factores psicolgicosque predisponen al cncer y factores psicolgicos que pronostican el resultado del curso de laenfermedad son difciles de interpretar psiconeuroinmunolgicamente; solamente algunos cnceres

    (como el melanoma maligno, el linfoma no Hodgkin, y algunos cnceres de mama) claramente soninmunolgicamente resistidos; aunque hay casos en que la resistencia inmunolgica en la diseminacinmetastsica (la va natural de muerte celular por citotoxicidad) es impresionante (7-8).La Fundacin Cientfica de la Psiconeuroinmunologa es el resultado de una recopilacin de trabajoshistricos, de lo cuales unos pocos sern citados (9).A fines de 1950 y principios de 1960, experimentos con animales implicaron que el estrs podra afectarambas inmunidades, la humoral y la celular.Rasmussen, Marsh y Brill encontraron que ratones expuestos a estrs fueron ms susceptibles a contraerinfeccin por el virus del Herpes Simple.Wistar y Haldemann encontraron que la misma tensin prolong la retencin de autoinjertos. La primeraevidencia experimental directa de los efectos de tensin o estrs en la inmunidad fue que a una reduccin

    de anticuerpo responde un antgeno como resultado de la tensin, en roedores, por Vessey y por Solomon(1960).Aproximadamente por el mismo tiempo, Solomon, Levine, y Kraft demostraron que las experiencias enlos primeros aos de vida (capacidad infantil) podran afectar la respuesta mediada por anticuerpos en

    la vida adulta. El rea ms extensa de anormalidades inmunolgicas que ocurren junto con lasenfermedades mentales empez con el trabajo de Solomon y Fessel sobre los niveles anormales deinmunoglobulinas y los anticuerpos reaccin-cerebro en algunos pacientes con esquizofrenia.La investigacin reciente ms definitiva en psiconeuroinmunologa, pasada por alto en el occidente,fue la de Korneva y Khai, que trabajan en Leningrado. En 1963, ellos informaron que lesioneselectrolticas destructivas en el hipotlamo dorsal de conejos, llevaban a la supresin del desarrollode la fijacin el complemento anticuerpo y la retencin prolongada de antgenos en la sangre.As, ellos haban demostrado que el cerebro estaba envuelto en inmunoregulacin, un tema sobre el quese especulaba en el trabajo de Solomon y Moos de 1964, Emociones, Inmunidad, y Enfermedades (3),que ha sido a veces considerado como fundante en los inicios de este campo. Se publicaron variostrabajos en los aos 1960 y 1970 por el inmunlogo yugoslavo B. D. Jankovic. l seal, por ejemplo,las similitudes del antgeno entre cerebro y protenas inmunolgicas.

    El trabajo ms crtico para establecer la credibilidad e importancia de la comunicacincerebro-inmunidad, sin embargo, fue el de Robert Ader y Nicholas Cohen en 1975 sobre el saboraversivo que condicion la inmunosupresin. Si un estmulo condicionado (la sacarina) poda producir lainmunosupresin de un estmulo no condicionado (la droga ciclofosfamida), entonces cerebro y

    aprendizaje deban relacionar las respuestas inmunolgicas. Como consecuencia, Ader y Cohendescubrieron pertinentemente ambos detalles clnicamente y con respecto a la naturaleza de la respuestadel placebo, la habilidad de utilizar este tipo de condiciones para prolongar la vida de ratones con unaenfermedad autoinmune, el lupus, por el tratamiento con sacarina principalmente (10).

    Notablemente, esto fue despus de una aceptacin general del fenmeno de las condiciones deinmunidad (habiendo sido demostradas las regulaciones ascendentes y descendentes), ya que en 1926 elfenmeno se haba demostrado considerando la inflamacin peritoneal por Metalnikov y Chorine en untrabajo realizado en el Instituto Pasteur, una ciencia verdaderamente anticipada a sutiempo.El eslabn crtico entre el sistema inmunolgico y el cerebro en el eje neuroendcrino-inmune sedemostr convincentemente por Besedov y Sorkin a fines de 1970. Ellos mostraron que la activacin

    inmune (estimulacin antgena) desencadena el eje hipotlamo-hipfiso-suprarrenal en un rol deinmunologa.El prximo hito sera el hallazgo entonces polmico por Edwin Blalock, de que hay clulasinmunolgicamente competentes, los linfocitos, que pueden sintetizar las hormonas (ACTH) yneuropptidos (la b-endorfinas); se pensaba anteriormente que esto era slo producido por clulas

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    componentes como indemnes o peligrosos, ambas funciones sirven de defensa y adaptacin, ambosposeen memoria y aprenden por la experiencia, ambos contribuyen a la homeostasis, los errores en ladefensa pueden producir enfermedad, por ejemplo auto-inmunidad o alergias por un lado y fobias o

    pnico por el otro.Blalock se ha referido al sistema inmunolgico como un sexto sentido, remitiendo informacin sobre

    el ambiente al cerebro acerca de los aspectos celulares y ambientales accesibles por los cinco sentidos(11).Los tipos de evidencia para la interaccin del SNC, algunos de los cuales se han mencionado incluyen:evidencia directa (lesiones) de la regin del cerebro que controla la inmunidad y de inervacin derganos inmunes; psicolgica (rasgo y estado) por factores en el inicio y curso de enfermedades deresistencia inmunolgica (infecciosas y neoplsicas) y enfermedades mediadas (alergias y autoinmunes);las influencias de las hormonas de estrs en la inmunidad; los efectos de los neurotransmisores y

    neuropptidos en la inmunidad; los efectos experimentados del estrs en la inmunidad en los animales;los efectos de estrs y ejercicios en la vida naturalista y experimental en la inmunidad en los humanos ylas modificaciones conductuales de efectos de estrs en la inmunidad en

    los animales y humanos; los efectos de drogas psicoactivas en la inmunidad; la correlacin dediferencias psicolgicas individuales con la inmunidad en los animales y el hombre; la ocurrencia deanormalidades inmunolgicas junto con las enfermedades mentales (la depresin y esquizofrenia); lainfluencia de productos del sistema inmunolgico sobre el SNC, incluyendo las conductasinmunolgicamente inducidas y la alteracin por la intervencin psicolgica y el ejercicio de lainmunidad y el curso de las enfermedades relacionadas inmunolgicamente.Con respecto a la evidencia directa de la modulacin neural de inmunidad (12), el primer trabajo sobre elhipotlamo fue mencionado. Las neuronas del hipotlamo disparan espacialmente y de manerasecuencial despus de la administracin del antgeno, y el eje HPA se activa por el antgeno y porcitokinas pro-inflamatorias en un estado semejante al stress.

    Los rganos inmunes, incluso el timo, el bazo y la mdula del hueso, reciben la inervacin simpticacon sinapsis de las uniones entre las terminales nerviosas y los inmunocitos. La inmunidad es reguladacerebrocortical y lateralmente de forma especfica en la corteza cerebral izquierda, con la influencia de lamaduracin y funcin de clulas T.

    Los factores emocionales en el inicio y curso de la enfermedades autoinmunes incluyen las demandasde rasgo/adaptacin y estado, que predisponen factores como tensin e inseguridad, timidez,

    dificultad para expresar sentimientos, personalidades tipo mrtir y de caractersticasmasoquistas, y sensibilidad para enojarse con otros. Los factores del estado psicolgico incluyenprdidas/duelos y depresin y factores circunstanciales como la prdida de modos previamenteexitosos de adaptacin (13). La negatividad afectiva, el fracaso, la inhabilidad, la incapacidad yla pobre respuesta al tratamiento mdico, particularmente en la artritis reumatoidea. Conrespecto a las alergias, un rea menos estudiada que el estrs, la ansiedad y la depresin, estnrelacionadas con un descenso de las clulas T y de inmediato las clulas B, con hipersensibilidades,dermatitis y asma (14,15 y 16).

    Hay bibliografa algo polmica que sugiere que la hipnosis puede alterar de inmediato y puede retrasar lahipersensibilidad (17).

    La psiconeuroinmunologa del cncer es un rea de creciente estudio (18). La antigenicidad de losneoplasmas vara y, as, la habilidad del sistema inmunolgico de resistirse a los cnceres especficos.Las inmunoterapias estn ganando atencin, particularmente para el tratamiento de melanomas, linfomasy cncer de mamas. Las toxinas de Cooley que tenan poca eficacia antes del advenimiento de laquimioterapia, son ahora conocidas como poderosos estimulantes inmunes.

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    El estrs aumenta la extensin de metstasis en carcinoma mamario en ratas por va de la supresin de lacitotoxicidad de las clulas NK (18).

    LaPsicooncologa, es un tema que ser tratado en un apartado en este trabajo que se preocupa por lacalidad as como la duracin de vida de los pacientes con cncer. La psiconeuroinmunologa sugiere que

    estos dos se unen. A la fecha, solo un estudio de intervencin psicoteraputica incluy la inmunologacomo variables en los resultados clnicos, de Fawsy y colegas (19). Cuando compar los controles, lospacientes con melanoma maligno bajo la estructura de un grupo psiquitrico durante seis mesesmostraron menos dolor y mayor estimulacin de clulas NK. Los pacientes intervenidos mostraronmenos recurrencia y una supervivencia o sobrevida mayor a seis aos.La psiconeuroinmunologa, el estrs y la infeccin, que son temas viejos de observacin y de trabajosexperimentales, son ahora el enfoque de investigacin rigurosa (20). Hay una gran variedad de virusintranasales que desarrollaron evidencia de anticuerpo e infeccin como una forma de dosis-respuesta alos aumentos en el grado de tensin psicolgica recibida (21). Hay mucha confirmacin en trabajosiniciales sobre los efectos de estrs en las infecciones viral, y bacterial (incluso micobacterial) enexperimentos con animales.

    Las hormonas que responden al estrs, incluyendo pero no limitado a la adrenalina, a corticoesteroides ya catecolaminas, tienen una mirada de efectos de varios aspectos de la respuesta inmune en ambossentidos de regulacin (22).Frecuentemente estas hormonas afectan la inmunidad en un solo sentido (una U invertida) de formasupresiva, en valores anormales altos o bajos. El eje HPA, como fue mencionado, se activainmunolgicamente as como por eventos psicolgicos, es inmuno-regulador , y suelta ambos factores,corticotrofina (CRF) y la hormona adrenocorticotrofa (ACTH) y tiene efectos directos en lainmunidad adems de aquellas vas de induccin de descarga de cortisol.La hormona de crecimiento aumenta las funciones de las clulas T y NK en animales viejos. La

    prolactina se opone a la supresin inmune por induccin de glucocorticoides. Las hormonas gonadalesafectan la inmunidad. La actividad de la clula NK es ms alta en la fase luteal del ciclo menstrual (datoque debe tenerse en cuenta en la programacin de cirugas de cncer en mujeres pre-menopasicas). Lainmunidad celular est deprimida durante el embarazo. Las hormonas tiroideas pueden estimular la

    actividad de NK, afectan el desarrollo celular T, y modulan los efectos de las citoquinas en las clulasinmunes (23).Los neuropptidos, que responden sensiblemente al estrs (24), tienen mltiples efectos inmunolgicos(25), e incluso se les ha llamado conductores de la orquesta inmunolgica.Las beta-endorfinas son un estimulante de la actividad de clulas NK. La sustancia P, co-versin con lanorepinefrina en las terminaciones nerviosas simpticas puede ser particularmente importante en lainmunidad local (y sobre las influencias psicolgicas). Pptidos vasoactivos intestinales (PVI)modulan la produccin de inmunoglobulinas.

    Los neurotransmisores simpticos (tambin una hormona) la norepinefrina moviliza las clulas NK enla circulacin y probablemente es responsable de su aumento durante una situacin de estrs. Lascatecolaminas cerebrales y las endolaminas (por ejemplo serotonina) se liberan por la activacininmune y las citoquinas en procesos inflamatorios como la interleukina-1 (IL-1), que, a su vez,

    probablemente es un neuroinmunomodulador de influencia (23).El estrs experimental y la inmunidad en animales, ya mencionados en los primeros estudios, sonahora el tema de investigacin en una muy extensa bibliografa (27).Tipo, duracin, intensidad, tiempo cronometrado (respecto de la administracin del antgeno) y loscontroles, son todos temas relevantes del impacto inmunolgico. En los primates, el apoyo social es unmodificador de los efectos de estrs (28). La respuesta ante el agente agresor, por ejemplo una postura de

    derrota, puede ser crtica al resultado inmunolgico.El estrs experimental agudo en humanos (semejante a las reacciones de lucha/huda), as como laaritmtica mental, generalmente resulta en un incremento de la primera lnea de defensa inmunitaria,como el nmero de clulas NK y su actividad, y tales efectos tienen correlacin psicofisiolgica (29).El estrs en la vida humana y naturalmente en casos exhaustivos de evaluacin y cuidados crnicos,

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    El ejercicio puede afectar la inmunidad positivamente o negativamente (32). El ejercicio aerbicointenso aumenta temporalmente la cantidad de clulas NK y su actividad. Concluido el entrenamientosin adecuados perodos de descanso y recuperacin, pueden disminuir las funciones de clulas NK y Ty aumentar la incidencia de enfermedades infecciosas.

    Varios estudios han demostrado una asociacin entre la inactividad fsica y el riesgo de cncer de colon,experimentos en animales con tumores tienden a demostrar que hacer ejercicio reduce la carga deltumor. Incluso el ejercicio moderado en personas mayores muy frgiles puede reducir las funciones deambas clulas NK y T; contrariamente, los efectos de ejercicios moderados, incrementan la resistenciaa enfermedades infecciosas, en normales. El ejercicio y la alimentacin controlada aumenta laesperanza de vida, segn lo demostrado en estudios con ratas. La combinacin de ejercicio y larestriccin de comidas severa encontrada en pacientes con anorexia nerviosa lleva (como en losanimales experimentales) a la inmunosupresin.Las drogas de abuso, particularmente el alcohol, tienen efectos adversos sobre varios aspectos de lainmunidad y la susceptibilidad a las enfermedades infecciosas (33 y 34). La exposicin fetal al alcohol

    puede afectar permanentemente las respuestas endcrinas y las respuestas inmunes. El alcohol inhibe la

    produccin de las citoquinas, reduce la actividad de la clula NK y suprime clulas de inmunidad tipo By T. Los alcohlicos son propensos a contraer infecciones. Aunque los seronegativos VIH, adictos a laherona generalmente demuestran reduccin de las funciones inmunes, personas tratadas con metadonaen un estado de tolerancia firme tienen inmunidad normal. La marihuana suprime la produccin deinterfern alfa y beta y la actividad citoltica de los macrfagos.Otras drogas psicoactivas tienen frecuentemente efectos inmunes. Las benzodiazopinas antagonizanla supresin inducida por la CRF de la actividad de clulas NK, as como tambin modifican losefectos del estrs sobre la inmunidad (35).Diferencias individuales en el comportamiento, estilos de afrontamiento, rasgos psicolgicos puedenacompaar las diferentes caractersticas inmunolgicas.Ratones hembras con comportamiento de lucha espontneo mostraron resistencia inmunolgica mayor ala induccin de virus tumorales (36).Un estilo de explicacin pesimista correlacion con bajas medidas/recuento de clulas mediadoras deinmunidad (37).El tema de anormalidades inmunolgicas que ocurren junto con las enfermedades mentales necesita serdividido entre aquellas asociadas con la depresin (desrdenes afectivos) y con la esquizofrenia, unrea mas embrollada para investigar. Dado que el sistema nervioso central y el sistema inmunolgicoestn ntimamente ligados, como est siendo completamente elucidado por la psiconeuroinmunologa,esto podra demostrar que una perturbacin en un sistema podra ser reflejada en el otro. Ambos

    podran tener implicaciones para la salud fsica, implicando en conjunto la salud mental y la salud fsica.Sin embargo, la contribucin de procesos inmunolgicos a las enfermedades de etiologa mental es

    altamente problemtica, diferente a algunos desrdenes neurolgicos, particularmente la esclerosismltiple, una enfermedad autoinmune.

    Se han documentado bien, decrementos importantes en las funciones inmunolgicas en la depresin,particularmente en el desorden depresivo mayor (38).

    En casos de estados depresivos mayores, las funciones de la clulas T declinan de una formaedad-dependiente. As, personas jvenes (20 a 30 aos de edad) con un puntaje elevadosignificativamente en pruebas psicolgicas de depresin no tuvieron dficit en el funcionamiento de

    clulas T. Considerando que sera probable que una persona mayor con el mismo puntaje de depresinpodra sufrir clnicamente un declive significante. La intensidad y duracin de los sntomas depresivosson relevantes.En contraste, la depresin-asociada a la disminucin en la citotoxicidad de clulas NK esedad-independiente. La activacin de virus latentes ocurre en la depresin. Es notable que la depresin

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    esquizofrenia llevaba consigo, de que podra ser una enfermedad autoinmunolgica (39). Han existidovarios argumentos, principalmente basados en evidencias epidemiolgicas, sobre que la esquizofrenia esviral o post-viral en su etiologa (40).Una variedad de anormalidades de diferentes niveles de tipos de inmunoglobulinas en suero y enlquido cefalorraqudeo, se ha informado incoherentemente en relacin con la esquizofrenia. Aparece

    que en los controles normales a familiares de pacientes, hay una incidencia ms alta de anticuerpos,incluso del factor reumatoide (anti- IgG) y factor antinuclear, en la esquizofrenia.Mucho ms polmico ha sido el concepto de esquizofrenia como un concepto de auto-inmunidad basadaen numerosos y considerables informes de anticuerpos anti-cerebrales (normalmente heterologados)de la serologa de pacientes con esquizofrenia; estos estudios fueron iniciados por Fessel y

    particularmente promocionados por Heath, cuya propuesta de replicar sntomas de esquizofrenia por laadministracin de inyecciones de inmunoglobulinas de pacientes en los monos y humanos, nunca fuereproducida.Una teora autoinmune de la esquizofrenia residual atrajo inters a causa de evidencias en otrasenfermedades autoinmunes que tienen predisposicin gentica y psicolgica como factores exacerbados.El trabajo ms reciente ha sugerido la inmunopatologa de receptores de neurotransmisores, ambos

    serotonrgicos y dopaminrgicos. (Anticuerpos pueden actuar como bloqueantes o estimulantes dereceptores de neurotransmisores, como en los casos de miastenia gravis y la enfermedad de Graverespectivamente. Se ha postulado que un anticuerpo podra actuar como un agonista de la dopamina enla esquizofrenia). Se han encontrado anormalidades en la produccin de citoquinas, particularmente enlas IL-2. Una temprana observacin de Hirata-Hibi de anormalidades morfolgicas en linfocitos demuchos pacientes con esquizofrenia (particularmente aquellos con sntomas negativos) y algunos delos miembros de su familia, se sustenta en reiterados estudios. La clula probablemente es una clula Tactivada. Muchos, variados y generalmente incoherentes resultados, posiblemente reflejo de subtiposde esquizofrenia, son de casi imposible interpretacin. La hiptesis de una perturbacin neurofisiolgica

    inmunolgica unidas muestra ser la ms conservadora.

    El sistema inmunolgico afecta al cerebro y la conducta, especialmente la va de la inmunidad mediadapor citoquinas sobre el sistema nervioso central (SNC) (41).Aunque las citoquinas son molculas relativamente grandes, algunas, particularmente la irterleukina- 1,

    pueden cruzar la barrera hematoenceflica va transporte activo. La IL-1 tambin es producida en elcerebro, no slo por la microgla que son los macrfagos SNC-residentes sino tambin por los

    astrositos.La IL-1 perifrica puede afectar al cerebro, incluyendo su produccin de citoquinas, va el estimulo defibras aferentes del nervio vago. Hay receptores de citoquinas en el cerebro, incluyendo para IL-1, IL-8e interfern, ambos en las clulas gliales y neuronas. Las citoquinas juegan un papel en el desarrollo

    y regeneracin de los oligodendrocitos en la produccin de mielina. Las citoquinas del cerebrojuegan un rol efector en los mecanismos inmunes, regulados por el cerebro, e incluso un papel en lainfeccin e inflamacin del cerebro. Las citoquinas son pertinentes a la progresin de esclerosismltiple, gliomas y demencias asociadas al HIV, lesiones en el cerebro, y probablemente en laenfermedad de Alzheimer. La citoquina pro-inflamatoria, particularmente la IL -1, y el factor denecrosis tumoral (TNF) son responsables de inducir fiebre, sueo, anorexia y fatiga durante laenfermedad. El comportamiento de la enfermedad es adaptativo. Los microbios crecen menos a altastemperaturas en el cuerpo, debido tambin a la inmunoestimulacin. La produccin de IL-1 es facilitada

    por el reposo.

    El bajo contenido de glucosa en sangre mata de hambre a las bacterias. La fatiga permite conservar

    energa como modo de combartir a la infeccin. No escuchar al cuerpo e ignorar los mensajessensorios que son inducidos inmunolgicamente y no modificar el comportamiento apropiadamentepara la enfermedad, puede afectar adversamente el curso de una infeccin. Hay alguna evidencia deque el sndrome de fatiga crnica (SFC), que puede ocurrir mientras se est cursando una infeccinviral, agotamiento fsico, o estrs psicolgico y que puede acompaarse por depresin, est relacionado

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    citoquinas, particularmente interfern, puede producir sntomas psiquitricos; psicopatas y estados denimo afectivos o ansiosos.

    Los eslabones entre el cerebro y la conducta y entre la psiquiatra y la medicina estn biendemostrados por la investigacin sustancial en la influencia de factores psicosociales en elcurso de la infeccin por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y SIDA, sndrome de

    inmunodeficiencia adquirida (43). El sostener el estado de nimo depresivo, las esperanzas negativas,especialmente cuando es complicado por el desamparo, es asociado al declive ms rpido de CD4,ms clulas T helper y un aumento en otros marcadores de progresin (como la activacin delmarcador b-2 microglobulina), as como la imposibilidad de reconocimiento de la orientacin sexual.El hacer frente pasivamente, incluso denegando, como esconder en el armario o barrer bajo laalfombra, es inversamente relacionado a largo plazo al conteo celular de CD4.Los sobrevivientes con SIDA clnicamente detectados y aquellos que permanecen asintomticos por

    perodos prolongados de tiempo, en el anlisis de CD4 aparecen con bajos valores de CD4, muestranque tienen ms capacidad para hacer frente a la enfermedad, encontrar nuevos significados comoresultado de la enfermedad, relativamente no se apenan y son emocionalmente expresivos y asertivos.Como se ha dicho, la demencia asociada al HIV que es reversible en las fases tempranas, parece estar

    relacionada estrechamente con la accin de las citoquinas en procesos inflamatorios, particularmenteTNF, en las neuronas.

    Los sntomas psiquitricos, adems de los defectos cognitivos, probablemente tambin la induccin decitoquinas, ocurran junto con la infeccin de HIV (principalmente de microglia) del cerebro incluyendola apata, el alejamiento, la psicosis y el comportamiento regresivo.

    Hacia los nuevos modelos de salud y enfermedadLa salud puede ser vista como la capacidad del organismo de regular su propio comportamiento yfisiologa y producir la respuesta coordina ante el desafo de los cambios. Los dos sistemas interactancon el ambiente, el sistema nervioso central y el sistema inmunolgico comunicados entre si y, como seha expresado, pueden ser pensados como un solo sistema integrado para la adaptacin y defensa.La Psiconeuroinmunologa est disolviendo los dualismos mente-cuerpo, cuerpo-ambiente eindividuo-poblacin. Teniendo en cuenta que el estado del cuerpo para la medicina est correlacionadocon los pensamientos experimentados individualmente en el cuerpo, el filsofo David Levin y este autorcoinciden en que los pacientes experimentan en su cuerpo, ellos mismos, nuevas formas de expresin,nuevos caminos (44).El conocimiento somtico es semejante a la visin psicolgica, y cada uno tiene un rol en elmantenimiento de la salud fsica y mental. Los pacientes pueden comprender que el cuerpo que l o ella

    presentan para el tratamiento, es un cuerpo integrado mental/somtico, de experiencia significativa, y es

    influenciado por su propia sensibilidad.La psiconeuroinmunologa (PNI) no slo debe ayudar a entender la patofisiologa y la psicofisiologade la enfermedad en el sentido de ms de un sistema de orientacin terica, sino que debe valorartambin la relacin mdico paciente y el propio rol del paciente en la superacin de la enfermedad ymantenimiento de la salud.

    As, la psiconeuroinmunologa provee una base cientfica para la prctica de la medicinahumanstica.

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    NOTA : Los Doctores George F. Solomon y Mario E. Martnez le agradecen a Claudia Simonettisu competente colaboracin en la traduccin de este trabajo al espaol.

    Psico-Neuro-Inmunologa: informacin bsica.Traducido por Frank Desmedt Van Dyck. (Este escrito fue obtenido enhttp://consolani.tripod.com/pni.html y es un servicio gratuito; presentacin escrita de Arturo LuengoMedina)

    Desde que se descubrieron los vnculos entre el cerebro y el Sistema Inmunolgico (SI), la medicinaholstica se ha convertido en algo ms respetable. El trmino holstico se deriva de la filosofa quesostiene que el todo es mayor que la suma de sus partes. En medicina holstica, un doctor o terapeuta

    toma en cuenta todos los aspectos de la vida de sus pacientes: lo fsico, lo emocional y lo racionaltanto en su diagnstico como en su tratamiento.Pero, cmo puede la menteesa abstracta facultad humana cuya naturaleza ha sido debatida desde losdas de los filsofos griegosoperar la intrincada bioqumica que determina el curso de unaenfermedad? Slo despus de comprobar que los pensamientos y las imgenes mentales podan activarmecanismos qumicos y anatmicos que llevan mensajes desde el cerebro a las diversas clulas delorganismo, pudieron los seguidores de las terapias holsticas lograr una reputacin medica slida. Losmdicos partidarios de tales terapias ahora portan el acrnimo de PNI (psico-neuro-inmunologa).Mientras los terapeutas holsticos hablan de la mente que cura al cuerpo, los investigadores PNIaveriguan cmo es que el cerebro afecta a las clulas inmunolgicas de dicho cuerpo.Basndose en las ms sofisticadas tcnicas de psicologa, neuro-biologa e inmunologa, esos

    investigadores han podido demostrar cmo el cerebro puede enviar seales a lo largo de ciertos nerviospara estimular mecanismos de defensa contra las infecciones, y para activar la produccin de qumicosque hacen que el organismo luche ms agresivamente contra las enfermedades. Y debido a que talesfunciones pueden ser encendidas y apagadas por los pensamientos y las emociones, no es de

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    De hecho, se ha demostrado que el cerebro y los componentes del SI (Sistema Inmunolgico) trabajan enun circuito cerrado. No slo puede la qumica manejada por el cerebro regular las defensasinmunolgicas sino que la comunicacin tambin funciona en sentido contrario, es decir, desde el SIhacia el cerebro. De cierto modo, el SI acta como una especie de vasto rgano sensorial, enviandomensajes qumicos que reportan la presencia de bacterias, virus y tumores en cualquier parte del cuerpo.

    Los investigadores piensan que durante una infeccin, las clulas inmunolgicas no slo combaten losorganismos invasores sino que influyen sobre funciones controladas por el cerebro, tales como el ritmocardaco, el sueo y la temperatura corporal. El hecho de que las seales provenientes del SI llegenhasta los centros emocionales y racionales del cerebro, explica por qu los enfermos se tornan irritablesy por qu su capacidad mental a veces se deteriora conforme progresa una enfermedad.A pesar de que el PNI est en sus comienzos, sus recientes hallazgos estn obligando a la medicinatradicional a reconsiderar su opinin y su habitual desdn por los tratamientos que pretenden emplear lamente del paciente en contra de la enfermedad que padecen. Hoy da, casi toda conferencia deimportancia relacionada a la inmunologa o a la neurociencia, incluye un simposio sobre la interaccinque hay entre el cerebro y el SI. Varias escuelas de medicina, incluyendo la de UCLA (Universidad

    Central de Los Angeles, California), estn incorporando al PNI en su pensum de estudio y en susprogramas de investigacin. El gobierno federal de U.S.A. ha concedido un nmero importante desubvenciones a favor del PNI y de sus implicaciones en los casos de cncer, SIDA y de otrasenfermedades graves.La idea de que el SI y el cerebro estn conectados no es nada nuevo. Fue apenas al principio de estesiglo cuando los anatomistas descubrieron que el timo, la mdula sea y los nodos linfticosque ahorase sabe que son importantes rganos inmunolgicosestaban entrelazados por fibras nerviosas. Luego,en aos posteriores, los investigadores mostraron que el estmulo elctrico o la remocin quirrgica deciertas partes del cerebro de un animal, podan deteriorar o mejorar la habilidad de combatir lasinfecciones.Debido a que tales exploraciones fueron realizadas con tcnicas un tanto primitivas, en una poca que

    poco se saba del SI, no fueron tomadas muy en serio por la conservadora comunidad mdica. Durante ladcada de los 60, cuando la inmunologa apenas estaba en su infancia, los investigadores de aquelentonces estaban tan enfrascados con las complejidades de la anatoma del SI, que no les quedabatiempo ni ganas de examinar cmo otras reas del cuerpo pudieran ser reguladas por ese sistema. Dehecho, mientras ms aprendan sobre las independientes clulas del SI, menos importancia parecatener el cerebro y los rganos afines. Despus de todo, si la mayor parte de las respuestas inmunolgicasse llevaban a cabo espontneamente, e.g., cuando los glbulos blancos de la sangre y las bacterias se

    juntaban en un tubo de ensayo, para qu involucrar al sistema nervioso del paciente?.No obstante, un SI autnomo violaba el sentido comn cientfico. Debido a que todo subsistema de unorganismo vivo es administrado por alguna funcin del cerebro, no haba razn para pensar que la

    naturaleza hara una excepcin con un mecanismo tan importante para la supervivencia.An as, no fue sino a principios de la dcada de los 80 cuando la ciencia tuvo que atender la avasallanteevidencia que comprobaba la existencia de vnculos qumicos y anatmicos entre el cerebro y el SI.Primero descubrieron que los neurotransmisores(i.e., los qumicos liberados por las clulas nerviosasde acuerdo a los distintos estados emocionales) podan adherirse a las clulas del SI y de esa maneraalterar tanto su capacidad de multiplicarse, como la de atacar y eliminar invasores.Luego aparecieron informes que indicaban que las hormonas (cuya secrecin es regulada por el cerebro)tambin podan afectar la habilidad de tales clulas para combatir enfermedades. Y finalmente, aparecila evidencia de conexiones qumicas entre los rganos inmunolgicos y los linfocitos (las pequeasclulas blancas de la sangre que se ponen al frente de la batalla que libera el cuerpo contra las

    infecciones, los tumores y el cncer).Todo esto llev a pensar que el cerebro tendra algo muy importante que comunicar a lo largo de talesvnculos. En efecto, segn lo sostienen los investigadores PNI, el cerebro estaba comunicando susestados emocionales. Los nervios y las hormonas que llevaban el mensaje eran activados en losmomentos de estrs o de depresin. Ahora bien, si esos mismos nervios y hormonas activaban y

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    Ella, mientras fue estudiante de postgrado en John Hopkins, en 1973, fue una de las primeras personasen demostrar que las drogas opiceas, tales como la morfina y la herona, podan adherirse a las clulasdel cerebro. Este descubrimientojunto con otro, unos dos aos despus, en el que demostr que elcuerpo poda elaborar su propio compuesto llamado endorfinassac del oscurantismo al abuso y laadiccin a las opiceas. Ms importante an, debido a que las endorfinas tienen la misma capacidad de

    alterar el nimo que tienen las drogas opiceas, se abri un nuevo universo al respecto de cmo elcerebro controla las emociones.Pert se ha dedicado al estudio de los neuropptidos, i.e., pequeas estructuras qumicas del tipo

    protenico (que incluyen a las endorfinas) producidas por las clulas del cerebro.Los neuropptidos tienen dos atributos importantes: su actividad puede producir efectos como los delValium y la herona; y que existen en cantidades importantes en el sistema lmbico, i.e., una parte

    primitiva del cerebro considerada como el rea que controla las emociones y la motivacin.

    Segn Pert, esto slo poda significar una cosa: que losneuropptidos constituyen la base bioqumicade las emociones; cada una contribuyendo en su particular manera al estado anmico o al tono emocionalde una persona. La combinacin de un momento dado producira un coctel que se reconocera por la

    emocin mostrada por la persona.Despus de diez aos de estudios en el rea cerebral decidi ampliar sus investigaciones, y en 1983encontr, casi por accidente, el PNI. Acababa de emplear los servicios de un inmunlogo para que leayudase con su investigacin sobre la esquizofrenia (lo cual ella crea ser producido por un SIhiperactivo que atacaba al cerebro del propio individuo), cuando ste le mostr un artculo que afirmabaque las endorfinas podan estimular o entorpecer la actividad de las clulas inmunolgicas.Junto con otro inmunlogo, Michael Ruff, Pert comenz a estudiar lo que ella llama la ms fascinanteclula del Sistema Inmunolgicoel macrfago. Los macrfagos son estructuras grandes, muysimilares a una ameba, las cuales se infiltran por los alrededores de toda infeccin, ayudando en lareconstruccin de tejidos daados y devorando bacterias, virus y casi cualquier otra cosa extraa que lasmolestehasta limaduras de hierro!Casi todo neuropptido estudiado por Pert y Rufflos opiceos (qumicos similares al Valium), y losmensajeros del dolor, tal como la sustancia Ppodan adherirse al macrfago y cambiar (para bieno para mal) la velocidad y el sentido de su movimiento . Por lo tanto, si diferentes estados de nimo

    producan diferentes neuropptidos (y viceversa), razon Pert, y si cada neuropptido tena un efectodiferente sobre el proceder de los macrfagos, entonces dichos estados de nimo podan influir sobre elmodo en cual los macrfagos combatan una enfermedad.Pert y Ruff han venido estudiando esta idea, midiendo la actividad de los macrfagos tomados de

    personas sometidas a diferentes experiencias emocionales. En cierta prueba, confirmaron que cuando aun sujeto se le hace sentir desamparado, desanimado o impotente, susmacrfagos se movan ms lenta

    y pesadamente, probablemente debido a la accin de los neuropptidos que se les haban adherido. Ella

    enfatiza que hay unos cincuenta tipos de neuropptidos, y que cada uno por separado, as como cadacombinacin formada entre llos, afecta de manera un poco diferente la actividad del SistemaInmunolgico.Tan importantes como las emociones son los tipos de ideas opensamientos racionales de un individuo.Segn Grard Renoux, de la Universidad de Tours, en Francia, la corteza cerebral representa un papeltan importante en la regulacin del SI, como el de las zonas lmbicas del mismo (i.e., la zona que manejalas emociones). Renoux se convirti en inmunlogo en 1960, cuando slo haba un puado de ellos en elmundo.Luego de descubrir que muchas reas del cerebro podan enviar seales al SI, Renoux decidi comenzara estudiarlas desde arriba: desde la corteza cerebral. Se dio cuenta que al destruir una parte de la cortezacerebral de un ratn (lo cual no afectaba mucho el comportamiento del animal), cambiaba la estructura

    y la actividad de sus clulas inmunolgicas. Pero, el efecto producido dependa del lbulo cerebral quese afectara. Si se daaba el lado izquierdo del cerebro del ratn, el nmero de glbulos blancos bajabaconsiderablemente, y los que quedaban eran muy ineficientes para atacar tumores o agentes de unainfeccin. En cambio, si se lesionaba el lbulo derecho, el nmero de clulas no se reduca; pero, s sehacan ms activas. Con ello comprob que la accin del lado izquierdo de la corteza cerebral

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    Las teoras de Renoux explican cmo las emociones afectan la lucha contra el cncer. Ya que lavisualizacinparece ser controlada predominantemente porel lado derechodel cerebro, es posible quelos pacientes que ejerciten este hemisferio, de algn modo lo distraigan para que deje funcionarapropiadamente al SI. Algunos investigadores sugieren, como teora alterna, que el lado izquierdo delcerebro se especializa en procesar emociones positivas, como el buen nimo, el optimismo y la alegra, y

    que la accin del lado derecho se ocupa de las negativas, como la apata y el desespero. En estostrminos, la esperanza y la sensacin de estar en control que las terapias holsticas ayudan a estableceren el paciente, pudieran estimular el lbulo izquierdo para que su accin ayude a fortificar al SI, paraque ste combata mejor a los tumores y a otros intrusos corporales. Ahora que se sabe que el cerebro

    puede comunicarse con las clulas del Sistema Inmunolgico, est claro que el estado mental de unpaciente puede, de manera concreta y determinante,afectar el estado de sus defensas inmunolgicas, ypor lo tanto, ayudar o limitar su lucha contra las enfermedades.Otros investigadores, tales como Hugo Besedovsky, del Swiss Research Institute, en Davos-Platz,Suiza, han encontrado que el SI tambin se comunica con el cerebro. Hace unos 25 aos, elinmunlogo Ernst Sorkin y la bioqumica Adriana del Rey comenzaron a estudiar este tipo defeedback(retroalimentacin). En un experimento, implantaron electrodos en el cerebro de una rata y luego le

    inyectaron clulas extraas para as estimular al SI. Mientras esto suceda, la actividad elctrica delcerebro de la rata se increment y los niveles de ciertos qumicos cerebrales bajaron.

    A partir de aquel experimento, se descubri que el cerebro no slo monitoreaba la actividadinmunolgica del organismo sino queguardaba esa informacin para ayudar a mantener la efectividaddel SI. Cuando los linfocitos y los macrfagos se topan con bacterias o virus, aparte de atacarlos, envanseales qumicas por la sangre hacia el cerebro. Estas seales le indican que debe activar la produccinde ciertas hormonas, las cuales a su vez incrementan o aminoran la actividad de las otras clulas delSistema Inmunolgico.El envo de seales desde el SI al cerebro, y la remisin de respuestas de ste hacia el SI, segnBesedovsky, forman un circuito cerrado que acta de forma mancomunada para coordinar elcomportamiento orgnico del individuo, y as poder aumentar sus probabilidades de sobrevivencia.En un experimento llevado a cabo en 1979 por Ed Blalock, un inmunlogo de la Universidad deAlabama, se demostr que las clulas del SI pueden hablar con el cerebro de la misma manera que elcerebro y las glndulas hablan entre sen el lenguaje de las hormonas. l estudi los interferones,i.e., qumicos relacionados con las clulas blancas de la sangre, los leucocitos, que tambin ayudan alcuerpo a librarse de virus y de tumores. En su clebre experimento, not que los interferones podanmimetizar (copiar) la accin de ciertas hormonas. Mas an, cuando coloc algunas clulas blancas en untubo de ensayo y estimul la produccin de interferones, en el cultivo aparecieron hormonas, endorfinasy ACTH. Esto, luego de exhaustivas pruebas, fue concluyente: las clulas inmunolgicas, por sucuenta, haban producido interferones y hormonas. No slo las hicieron producir endorfinas y ACTH

    sino que, con el estmulo apropiado, hicieron que dichas clulas produjeran la hormona del crecimiento,as como la que estimula la tiroides y la que se encarga de la funcin reproductora de las otras clulas.Ello, de cierto modo, comprobaba que el SI, en lugar de ser un rgano localizado, es un mecanismodisperso por todo elorganismo. Esto a su vez significa que el SI poda hablar con todos los rganosdel cuerpo. Por ejemplo, durante una infeccin, las endorfinas producidas pos las clulas inmunolgicasde cierta rea del cuerpo, pueden ayudar a mitigar un dolor localizado en esa rea. Tambin pueden,entre todas, colaborar con la subida de nimo del paciente.Segn Blalock, las clulas inmunolgicas responden de modo diferente ante estmulos distintos: un virus

    puede causar la produccin de endorfinas, mientras que una clula extraa al organismo puede estimularla produccin de alguna hormona que incremente la efectividad defensora de las clulas del SI. Esto,especficamente, lo ha llevado a proponer que el SI puede actuar como un rgano sensorialque le

    indica al cerebro qu tipos de microbios/cuerpos extraos estn invadiendo al organismo.

    Un estudio piloto hecho por los psiclogos Barry Gruber y Stephen Hersh, delMedical Illness Center, enChevy Chase, Maryland, demostr que la relajacin y la visualizacin mental positiva hace que loslinfocitos de pacientes afectados por cncerse multipliquen mejor y luchen con ms efectividad contra

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    Conceptos holsticos de la Medicina (1996)(Autor: Allen Lawerence; Traduccin libre por Frank Desmedt Van Dyck.; arreglo impresin : ArturoLuengo Medina)Este escrito fue obtenido en http://consolani.tripod.com/pni.html y es un servicio gratuito.

    Durante los ltimos 100 aos, la principal norma de la medicina occidental ha sido: separar a lamente del cuerpo, y a stos del espritu.

    Debido a que el entrenamiento para convertirse en parte del sistema mdico ha sido por muchasgeneraciones lo que es en la actualidad, es fcil para la mayora de los mdicos alopticos aceptar

    al cuerpo, muchos incluso aceptan la presencia de la mente, pero a la mayora les cuestaadmitir que ambos no slo estn interconectados sino que son inseparables.

    No importa cuan difcil sea admitirlo, el reconocer que hay algo que nos anima, algo que nos da la vida,y que eso no es slo la personalidad ni la voluntad, es duro para la mayora de los mdicos. En

    muchos casos es difcil hasta para mdicos que en el fondo son personas religiosas.

    Histricamente, en el siglo 15, lo que hoy da vemos como la medicina moderna se separ de la iglesia.

    Hasta ese entonces, los sanadores reconocidos eran parte de sta. En aquella poca, Sir Isaac Newton yRene Descartes proclamaron una serie de conceptos cientficos y filosficos, que en el futuro habran deconvertirse en la base de la ciencia y de la medicina occidental moderna.Esos principios, junto con unprogresivo alejamiento de la iglesia, tuvieron el efecto de establecera nivel del diagnstico

    mdicouna separacin entre el cuerpo fsico, la mente y el aspecto espiritual del ser humano. Desde ese entonces, la medicina comenz a basarse por completo en la ciencia racionalista.

    Haba que investigar y los resultados no slo tenan que ser duplicables sino matemtica ointelectualmente comprobables. Nada era aceptado si no poda verse o palparse fsicamente. Para lasalud corporal, las emociones eran irrelevantes y el hombre fue separado de su naturaleza

    espiritual, por lo menos en lo referente a la medicina.

    Fue un movimiento que nos alej de la fe, empujndonos hacia los fros hechos de la ciencia, porque loespiritual era una fuerza intangible. Nadie tomaba en cuenta, es esa poca, la existencia de la mente.El resultado fue que todo tena que ser cientficamente demostrado o que simplemente no exista.Durante varios cientos aos ese concepto pareci funcionar. Entonces cientficos modernos como

    Alberto Einstein, Werner Heisenberg, Nils Bohr y David Bohm, comenzaron a decirnos que siexista algo ms all de lo que poda ser visto, saboreado, olido o tocado.

    Einstein escribi que la ciencia moderna definitivamente prueba la existencia de Dios. Bohm, undiscpulo de Einstein, y una ms reciente influencia en la fsica moderna, incluso va ms all al decir,"Dios es matemticamente comprobable."

    Heisenbergcomo parte de su Teora de la Incertidumbredijo que los experimentos cientficosno prueban nada, porque sus resultados son altamente influenciados por la manera de ser de quien

    los lleva a cabo: Por sus creencias, por lo que espera encontrar, por lo que su tica profesional lepermite ver, etc., t odo lo cual condiciona el resultado final. Por consiguiente, la experimentacincientfica siempre est parcializada.Hoy da, hay un grupo de cientficos de varias disciplinas que se estn reuniendo bajo un mismoestandarte llamado, Psico-Neuro-Inmunologa (PNI).

    Ellos han podido trascender ese pesado pensamiento lineal al que se apega la medicina alopticaoccidental. Estn agregndole nuevas y muy necesarias dimensiones a la usual prctica de lamedicina; estn re-integrando la mente y el cuerpo, y en muchos casos: la mente, el cuerpo yel espritu.

    Fritjov Capra, en sus librosEl Tao de la Fsica yEl Punto de Retorno, se refiere a este movimiento

    como el nacimiento de un nuevo paradigma. l sugiere que ello est influenciando a toda la sociedadoccidental. En esto, Capra no slo se refiere a la fsica y la medicina, sino a la psicologa, la economa,la poltica y a la concepcin de la realidad misma.

    El estudio de los vnculos que unen al cuerpo, la mente y el espritu, est demostrando que hay una

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    Ahora podemos observar los efectos fisiolgicos inducidos por la oracin y por la visualizacin positiva,sobre el curso que ha de llevar una enfermedad. Ahora sabemos que hay muchos factores internosinvolucrados en el surgimiento de una enfermedad, en su curacin y en el mantenimiento de la salud.La enfermedad ya no es una mera extensin de la Teora de los Grmenes la cual dice que las

    infecciones son el resultado de una exposicin a determinados grmenes sino que se ha

    extendido para incluir la habilidad del cuerpo y de su sistema inmune para resistir y destruir aorganismos invasores, al mecanismo del estrs, a nuestro entorno, a la nutricin y a todos los

    factores involucrados en la defensa y proteccin de nuestro ser.

    De cierto modo, es un retorno a conceptos ms elementales, incluso ms primitivos a la

    comprensin de que nada opera en un vaco. Que la salud, enfermedad, sanacin y hasta la

    muerte, son un producto de la compleja interrelacin entre quines somos, nuestros

    pensamientos, el mecanismo del estrs y la interaccin llevada a cabo entre nuestra mente, nuestro

    cuerpo y nuestro espritu.

    Durante siglos curanderos y shamanes han entendido esto. Desdeados por hechiceros, farsantes yfraudes, continuaron su trabajo, a menudo bajo cuerda, para tratar a la persona entera. En muchos

    casos, pacientes que no pudieron recibir la ayuda que necesitaban de la profesin mdica convencional,la encontraron gracias a los sanadores tradicionales que les ayudaron a recobrar la salud.

    Muchos mdicos se niegan a aceptar esas curaciones. Ellos ven a los individuos sin preparacinmdica como si fueran unos embaucadores. Y sin miramiento, los condenan a todos por igualdemasiadas veces, ellos, como dijo Kepler, botan al beb junto con el agua de su bao.

    Muchos de estos mdicos se sienten amenazados, muchos sienten que si lo que se ha hecho nopuede comprobarse cientficamente, no puede aceptarse. Algunos sugieren que ese otro tipo decuracin se debe a la suerte. Otros se defienden diciendo que el diagnstico inicial tiene que haberestado errado; que lo que pas fue gracias a un efecto placebo. Otros desdean lo hecho por lossanadores no-mdicos como trucos, superchera y en ocasiones, como milagros espontneos.

    Sin embargo, a menudo dicen que lo sucedido no era cientfico y que no puede aceptado sin pruebas ysin un minucioso escrutinio.

    Muchas veces empequeecen la evidencia conseguida y la descartan como algn tipo deaberracin, o simplemente se niegan a aceptarla y prefieren ignorar todo el asunto, como si nuncahubiese sucedido. Prefieren no aprender de ello. Prefieren no hacer preguntas, ni observarlo demanera cientfica. A menudo prefieren no ser molestados por tales hechos, rechazndolos porcompleto.Hay mdicos que preguntan, Cmo pudo un individuo que estaba enfermo de repente curarse?

    Qu fue lo que realmente sucedi? Qu fundamento subyace lo que pas? Qu factores

    estaban involucrados? Ellos preguntan e investigan, aunque al hacerlo, arriesgan su reputacin,

    su carrera profesional y su medio de sustento. De estas personas y de las muchas preguntas que

    hacen, es que se ha llegado a concluir que algo debe haber ms all de los estrechos parmetrospermitidos por la medicina moderna.El paciente puede verlo como magia o como un milagro. l puede darle el crdito a Dios o puedecreer que alguna fuerza misteriosa hizo el trabajo, pero a fin de cuentas, los resultados no puedenignorarse fcilmente.

    A pesar de que la psico-neuro-inmunologa es una parte nueva de las ciencias mdicas, ya ha contribuidocon importantes explicaciones y resultados. Ahora tenemos evidencia contundente de que el

    pensamiento puede cambiar la qumica del cuerpo. Sabemos que cuando tenemos pensamientos buenos(positivos), creamos mensajeros neuroqumicos positivos que no slo estn presentes en los tejidos delcerebrosino en todo el cuerpo.

    Tambin hemos aprendido que nuestros pensamientos no slo pueden crear o cambiar nuestrohumor, sino que tambin pueden cambiar la qumica de nuestro cuerpo, nuestra fisiologa,mejorando o empeorndola. Ahora sabemos que los pensamientos afectan la manera en la cual nosvemos a nosotros mismos y al mundo que nos rodea. El pensar en que su mano se enfra, puede en

    verdad bajar su temperatura. Si piensa que la mano derecha est fra y que la izquierda est

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    Durante muchos aos, los curanderos indgenas, los shamanes y hechiceros, han estado dicindonos queno slo hay un componente mental y emocional implicado en cada enfermedad fsica, mental yemocional, sino que tambin siempre hay un componente espiritual.Si bien hay trabajos prometedores al respecto, an no hay pruebas cientficas de que un componenteespiritual exista.

    Esto, por supuesto, es un viejo dilema.Podremos algn da comprobar cientficamente la existencia del espritu?Podremos demostrar cientficamente que Dios existe?

    Por ahora, ese es el lindero donde cesa la ciencia y comienza la religin, la metafsica o laespiritualidad. A menudo, esta es la parte que al mdico le cuesta aceptar: el tener que engavetarsus textos mdicos para comenzar a aceptar de buena fe, que el aspecto espiritual del ser humano

    en verdad existe.Este salto de fe, sin embargo, no debera ser tan difcil, puesto que durante aos la mayora de los

    mdicos han aprendido a tener fe en lo que dicen sus libros, creyendo en su prctica de medicina,

    as como en sus propias habilidades y conocimientos.

    Heisenberg pudiera haber preguntado, Cmo se puede demostrar que algo existe, si las personasque realizan el experimento no dan por posible que exista lo que buscan? Esto es especialmentedifcil cuando aqullos que s creen que el aspecto espiritual existe, son tildados de charlatanes o denecios por la comunidad cientfica a la que pertenecen. Para descubrir la eventual interrelacin entre elaspecto fsico, emocional y mental, es necesario, por lo menos, aceptar la posibilidad de que semejanterelacin pudiera existir.Lo cmico es que la mayora de los cientficos que son escpticos al respecto de la relacin que hayentre el cuerpo, la mente y el espritu, todos los das trabajan con la fe de que sus habilidades ymedicinas funcionan bien. Ellos aceptan que estn vivos y que sus pacientes estn vivos, aunque nopuedan demostrar que la vida misma existe. Ese hecho se acepta basado en la fe, simplemente

    porque llos as lo creen.

    Un doctor con el que habl recientemente me dijo que eso era algo sin sentido. Me dijo que l

    poda ver la vida, sentirla y saber cuando existe o no. Yo le ped que me lo demostrara

    cientficamente: no pudo.

    La estructura mdica actual que involucra el diagnstico y el tratamiento de enfermedades siempre sernecesaria. An cuando pudiramos prevenir la mayora de stas, todava quedan las lesiones y eldesgaste normal del cuerpo. Por lo tanto, en lugar de reemplazar el presente sistema mdico, lo ms

    probable es que se le agreguen nuevas reas. Estas nuevas adiciones simplemente agregaran msdimensiones a la prctica mdica, ampliando la manera en la cual hoy da vemos el proceso de la vida.Esto aumentara nuestro arsenal, hacindonos ms valiosos y ms confiables como sanadores.Uno de los primeros beneficios de expandir la toma en cuenta de los factores emocionales y mentales, es

    que escucharamos de un modo diferente a nuestros pacientes. Pondramos ms atencin a lo que nosdicen sobre sus sntomas, de manera ms amplia y ms inclusiva. Empezaramos por aceptar que lossntomas de una enfermedad son mensajes inteligentes de parte del cuerpo, de la mente, del yoemocional y del espritu del individuo, que tratan de decirnos que hay un conflicto que se debe atender.Hasta cierto punto, eso es algo que ya hacemos.Expandir el diagnstico para incluir las reas emocionales, mentales y espirituales no es muy

    diferente a escuchar cmo y cuando empezaron los sntomas de una enfermedad: qu estaba

    ocurriendo en la vida del paciente antes de empezar a manifestarse la enfermedad. Con esa

    informacin, algo de sentido comn, un poco de intuicin y de conocimiento profesional, pronto

    podremos determinar lo que puede haber originado dicha enfermedad.

    Hoy da, hay un creciente grupo de osados mdicos que reconocen que la medicina estndar no le

    est funcionando a muchos de sus pacientes. En muchos casos, simplemente tratar lasenfermedades con drogas y/o ciruga, no ayuda en nada y hasta puede empeorar las cosas. Muchos

    mdicos estn reconociendo que a menudo ese tipo de medicina deja a las personas mutiladas,

    dependientes de frmacos, con los mismos sntomas y con poca o ninguna restauracin. Sinencontrar la causa de la enfermedad, no se puedeesperar sanarla. Si la causa est en la interaccin

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    Se estn haciendo grandes esfuerzos, tanto de parte de los mdicos como de los pacientes por igual,para encontrar soluciones.Bernie Siegel y Leo Bassiglia instruyen sobre el amor;Kenneth Pellitier escribe sobre la Mente Sanadora/Mente Asesina;Arnold Fox escribe y diserta sobre la relacin que hay entre el sistema inmune y la salud.

    Ahora tenemos:homeopata,acupuntura,retroalimentacin biolgica (biofeedback),sanacin por la fe,bioenergtica,energa de pirmides,macrobitica,radinica,meditacin transcendental,

    somatografa,aromaterapia,

    psicologa biodinmica, por nombrar slo algunas de las nuevas tcnicas que estn compitiendo y enmuchos casos, ganndole a la prctica mdica estndar.Hoy da, en muchos casos, la gente visita al mdico por problemas que requieren de medicinas y ciruga;

    pero, para problemas que involucran al cuerpo, alma y espritu, van donde otro tipo de sanadores:aqullos que les ayuden a encontrarla raz del problema.La mayora de los mdicos se negaran a cooperar con practicantes no-mdicos o con mdicos no-

    tradicionales. Si el paciente ya est vindose con un sanador, frecuentemente lo mantendr en

    secreto, sin notificrselo a su doctor.

    A la profesin mdica convencional le gusta pensar que estn por encima de rituales, amuletos yhierbas sanadoras, pero la verdad es que no lo estn.Simplemente han disfrazado el proceso y le han dado un nuevo tratamiento de Relaciones

    Pblicas.

    Casi todo lo concerniente a la visita al mdico es un r