Generalidades Del Flúor
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Universidad de San Carlos de Guatemala
Facultad de Odontología
Química
Lic. Miriam Rivera de Barillas
Sección D
FLÚOR
Grupo No. 1
Clave Apellidos Nombres Nota Escrito Nota Presentación Total
230 Cruz Espina María Alejandra
234 Corado Sarceño Ana Lucía
236 Florian Samayoa Javier Edgardo
238 Cotom Alonzo Edgar Anibal
240 Monroy Gonzales Carlos Guillermo
242 Jiménez Torres Jefferson Josué
252 Salguero Lemus Otto Alejandro
INTRODUCCIÓN
El flúor es un elemento de la tabla periódica, el doceavo más común en la corteza
terrestre. Tiene una gran cantidad de usos, desde armas atómicas usando el
hexafluoruro de uranio, hasta preventivo de caries en el esmalte dentario. El flúor
tiene una gran importancia en el área odontológica, ya que aumenta la resistencia
del esmalte dental al ataque bacteriano reforzando su estructura por medio de la
fluoropatita, lo cual evita la descalcificación. Además tiene un efecto destructivo
contra la placa bacteriana, reduciendo en parte la producción de ácidos de las
bacterias. Sin embargo, las cantidades del flúor pueden ser escasas o muy
excesivas en el organismo, produciendo enfermedades en las personas como la
fluorosis; para evitar tales afecciones existen varios métodos por los cuales el flúor
se administra en el organismo.
GENERALIDADES DEL FLÚOR
La palabra flúor proviene del latín fluere que significa fluir. El flúor es un elemento
químico perteneciente al grupo VII de la tabla periódica y está constituido por
halógenos, cuya característica es ser no metales en extremo activos. En estado
puro, aislado en el laboratorio, es un gas de color amarillo claro, bastante tóxico y
de olor irritante. Su número atómico es 9 y su peso atómico 19.
Los no metales pueden ganar o ceder electrones, pero el flúor sólo los acepta y
nunca los cede. En su nivel energético exterior consta de siete electrones. Su
energía de ionización (eV) es la siguiente:
1. Primer electrón: 17.42.
2. Segundo electrón: 34.98.
3. Tercer electrón: 62.646.
4. Cuarto electrón: 87.23.
5. Quinto electrón: 114.214.
La fórmula molecular del flúor es ; su configuración electrónica es
El flúor tiene una electronegatividad de 4.0. Es un elemento demasiado activo
como aceptor de electrones y casi no existe como elemento libre (es el más
electronegativo) porque reacciona con todos los elementos, excepto con los
metales nobles (platino y oro) y algunos gases nobles. En la naturaleza representa
alrededor de 0.0227% de los elementos que constituyen la corteza terrestre y por
lo general se encuentra en forma de fluorita, fluoruro de calcio o espatoflúor. En la
atmósfera existe en pequeñas cantidades; sin embargo, abunda en algunas
industrias, como en la fundición de aluminio, la fabricación de ladrillos y en la
explotación minera de rocas de fosfato. Su concentración en el agua es variable,
dependiendo de las diversas regiones geográficas.
El fluoruro puede entrar en la atmósfera por acción volcánica o como resultado de
procesos industriales. Retorna a la tierra al depositarse como polvo, lluvia, nieve,
etc. Ingresa en la hidrósfera por filtración desde los suelos y minerales hacia el
agua subterránea. A partir del suelo, el agua o el aire, se incorpora a la vegetación
y desde ahí puede entrar en la cadena alimentaria.
Por regla general, las aguas superficiales contienen bajos porcentajes de
fluoruros; en cambio, el agua subterránea puede adquirir concentraciones más
altas.
PRESENCIA Y DISTRIBUCIÓN DEL FLÚOR EN EL DIENTE
El esmalte está constituido por dos tipos de tejidos: Orgánico e inorgánico.
El componente orgánico del esmalte en desarrollo y esmalte maduro es proteína
casi en su totalidad y la composición inorgánica contiene fosfato de calcio en
forma de apatita, existiendo variaciones en la composición que tienen los dientes
de una boca a otra y también dentro de un mismo diente.
El contenido de minerales disminuye desde la superficie hasta la unión
amelodentinaria, sin embargo hay evidencias de una capa superficial
hipermineralizada. En la fracción orgánica se encuentra una distribución inversa,
excepto que posee un contenido orgánico un poco aumentado en la zona de
superficie inmediata.
El patrón de distribución de flúor en el esmalte se establece antes del brote de los
dientes en la boca, después del brote, existe una captación más lenta de flúor
superficial, en particular en regiones porosas y de caries. Otro factor que influye en
la distribución de flúor es la pérdida de esmalte superficial por desgaste; como
resultado de este desgaste puede haber una reducción en el flúor superficial
comparado con el nivel de las superficies adyacentes no desgastadas.
A partir de estos patrones de distribución del flúor, puede decirse que la
incorporación se lleva en tres etapas:
Primera etapa
Durante el desarrollo del esmalte, el máximo de concentración de flúor ocurre en
la etapa temprana cuando el contenido proteico es también alto, aquí el flúor
parece asociarse con proteínas. Durante la maduración, a medida que disminuye
el contenido de proteínas, también se reduce la concentración de flúor y parece
que menos cantidad del flúor se concentra y deposita nuevamente en el mineral
de la superficie del esmalte.
Segunda etapa
Después de la calcificación, los dientes pueden permanecer sin brotar durante
años. A pesar de que el líquido intersticial que baña al diente sigue teniendo una
concentración baja de flúor, hay un periodo considerable para qué se acumulen
cantidades sustanciales de flúor; sin embargo, el líquido intersticial tiene un
acceso más fácil a la superficie del esmalte y por esto incorpora más flúor.
Tercera etapa
Después del brote y a través de la vida del diente, puede acumularse más flúor de
manera lenta en el esmalte superficial a partir del medio bucal.
El esmalte es un tejido altamente poroso, constituido por cristales minerales del
tipo apatita, rodeados por agua y compuestos orgánicos. Los componentes
primarios de los cristales son calcio, fosfato, y oxidrilos, aunque también presentan
carbonatos y otras impurezas que le otorgan mayor solubilidad ante ácidos,
comparado con la hidroxiapatita o fluorapatita, aunque el esmalte contiene
también una gran cantidad de oligoelementos, el más importante es el fluoruro.
Cuando el diente erupciona en la cavidad bucal, se encuentra en completo estado
de mineralización; sin embargo, esa superficie adamantina es altamente porosa
debido a la presencia de periquematias, espacios interprismáticos, fisuras y fosas.
Estos espacios son ocupados por proteínas, lípidos y agua; la superficie
adamantina se encuentra en constante modificación por el contacto con el medio
bucal.
Inmediatamente después de la erupción, la superficie adamantina es cubierta por
depósitos microbianos, cuyos productos metabólicos ocasionarán fenómenos de
desmineralización, seguidos por periodos de reposición mineral, cuando el pH de
la interface entre microorganismos y diente retorna a la neutralidad. Por lo tanto, la
superficie del esmalte debe considerarse como una estructura dinámica.
La incorporación del fluoruro dentro del esmalte se realiza de dos formas:
sistémica y tópicamente. por muchos años se sostuvo que la incorporación del
fluoruro dentro del cristal de apatita durante su desarrollo constituía el mecanismo
de acción cariostática más importante y que esta incorporación aumentaba la
resistencia ante ataque ácido, luego de la erupción del diente; actualmente se
comprobó que los mecanismos cariostáticos principales son: la inhibición de la
pérdida mineral en las superficies cristalinas y el aumento de la reconstrucción de
los cristales de calcio y fosfato, es decir, una modulación de los procesos de
desmineralización-remineralización.
El fluoruro puede presentarse en distintas ubicaciones en el espesor del esmalte,
dentro o sobre el cristal absorbido fuerte o débilmente sobre la superficie cristalina,
o como un precipitado en la superficie adamantina. La retención del fluoruro se
debe casi por completo a la capacidad de la apatita para unirse e incorporar
fluoruro como parte integral de su estructura cristalina.
Las concentraciones de fluoruro en los tejidos mineralizados varían notablemente
y dependen de una amplia gama de factores, como el nivel de ingesta de fluoruro,
la duración de la exposición, el estadio de desarrollo del tejido, su tasa de
crecimiento, vascularidad, área superficial del tejido y el mecanismo de
incorporación exacto aún no se conoce por completo. Sin embargo, se comprobó
que la incorporación del fluoruro a la estructura adamantina ocurre durante el
periodo de mineralización, el preeruptivo y el periodo poseruptivo.
MECANISMOS DE ACCIÓN DEL FLÚOR PARA PREVENIR CARIES
En los dientes
La adición de flúor a los líquidos que rodean el esmalte aumenta la concentración
de ese ion y produce la precipitación de sales de CaF2 o crecimiento de cristales
de fluorapatita (FAP). En ambos procesos se consumen iones calcio y fosfato, con
lo cual disminuye la concentración de iones del medio y se produce disolución de
la hidroxiapatita.
El flúor desplaza al ion hidroxilo de la molécula de apatita y ocupa su lugar. Como
resultado, hay mayor riqueza del esmalte en cristales fluorados, ya que se han
disuelto cristales de hidroxiapatita y se han formado cristales de fluorapatita.
También se forma fluorhidroxiapatita (FHAP).
El flúor actúa contra la desmineralización del esmalte a través de dos procesos: el
esmalte con proporción alta de fluorapatita o fluorhidroxiapatita es menos soluble
en ácido que cuando contiene sólo hidroxiapatita; la concentración alta de flúor en
los fluidos orales hace más difícil la disolución de las apatitas del esmalte. Pero, si
a pesar de todo se produce desmineralización del esmalte por caída del pH en
presencia de flúor, los iones que se difunden a partir de la disolución de
hidroxiapatita se combinan con el flúor y forman una capa superficial mineralizada
de fluorapatita o de fluorhidroxiapatita, con lo cual ocurre la remineralización.
Además, se origina precipitación de sales de CaF2 y, cuando el pH retorna a la
normalidad, esas sales se disuelven y liberan calcio y flúor, los cuales a su vez
forman más fluorapatita y fluorhidroxiapatita ; de ese modo continúa la
remineralización.
La aplicación directa del flúor en el esmalte produce efectos diferentes según la
dosificación, la cual puede ser alta (aplicación profesional) o baja y continua (flúor
en el agua de bebida, colutorios o enjuagatorios y dentífricos).
Las dosis altas de flúor ocasionan gran absorción de ese elemento en las zonas
desmineralizadas por la gran afinidad de estas con el flúor, y la consiguiente
precipitación acelerada capta gran cantidad de iones calcio y fosfato libres del
interior, con lo cual se hace lenta remineralización.
El flúor administrado en cantidades menores pero continuas se vuelve disponible,
lo mismo que los iones calcio y fosfato; así, puede difundirse hacia el interior y
precipita en forma de fluorapatita y fluorhidroxiapatita. En concentración baja
reacciona con el esmalte y reemplaza iones OH- de la hidroxiapatita.
En grandes cantidades el flúor se capta de manera temporal:
Según la última reacción, en la superficie del esmalte se forma un depósito de
fluoruro de calcio (CaF2), el cual aumenta conforme se incrementa el F-. El
fluoruro de calcio se disuelve con lentitud y así libera flúor a la saliva, por lo cual
actúa en lesiones incipientes de caries al reducir la disolución del esmalte y
propiciar su remineralización; también reacciona con la hidroxiapatita del esmalte
formando HAP y fluorhidroxiapatita.
Al microscopio electrónico, el fluoruro de calcio formado se observa como glóbulos
esféricos en la superficie del esmalte, de preferencia en las depresiones de los
prismas, los agujeros focales o las terminaciones de las periquematías.
Se cree que la superficie del fluoruro del calcio absorbe con rapidez los iones
fosfato y las proteínas salivales (albúminas y glucoproteínas), y así estos forman
una cubierta que inhibe su disolución y hace en extremo lenta la liberación de
fluoruros en la interfase placa/ esmalte (reservorio lábil de Mühlemann).
La solubilidad del fluoruro de calcio aumenta cuando el pH desciende a cinco. En
concentraciones de 30 ppm de F-, impide la adherencia de la película salival al
depositarse en las superficies dentales y modificar la carga electrostática de la
capa externa del esmalte.
En la placa dentobacteriana
Según estudios in vitro y en condiciones ácidas, parte del flúor de la placa se
libera en forma ionizada ( ) y se combina con los iones del medio formando
FH, el cual penetra a través de la membrana celular de las bacterias. Al estar en el
citoplasma, el FH se disocia en y y de ese modo acidifica el medio
intracelular, con la consiguiente interferencia de las funciones de la célula, como la
entrada de iones K y , el transporte de glucosa y el metabolismo
energético. El resultado final es la disminución de la actividad celular, la alteración
del metabolismo de los hidratos de carbono, el descenso de la producción de
ácido y, por tanto, la disminución de la actividad cariogénica.
No obstante lo anterior, in vivo no se observa lo mismo porque los Úsacarosa con
más lentitud.
Por otro lado, el flúor disminuye la acidificación durante la fermentación de los
azúcares y con ello, el desarrollo de microorganismos acidúricos.
En las caries de dentina y cemento
El flúor se encuentra en altas concentraciones en la dentina; por tanto, si se aplica
de manera tópica en ese sitio, se difunde a través de los túbulos dentinarios. En la
raíz dental expuesta ayuda a formar una capa de mineral de alta densidad.
PRINCIPALES FUENTES DE FLÚOR
Estas son las siguientes:
1. Agua de ríos o pozos. La concentración de fluoruro varía de 0.01 hasta 10 o más ppm.
2. Agua entubada fluorurada. Contiene de 0.8 a 1.4 ppm. 3. Atmósfera: el fluoruro se obtiene principalmente de procesos industriales
como la fundición de aluminio (se utiliza criolita), la fabricación de ladrillos y la explotación minera de rocas de fosfato (en forma importante de fluorapatita).
4. Alimentos. El pescado contiene de 0.1 a 20 ppm de fluoruro, principalmente en los huesos.
5. Bebidas. El té verde contiene de 100 a 300 ppm de fluoruro por hoja seca. 6. Profiláctica:
A. Tabletas de fluoruro de sodio (0.25 a 1 mg). B. Sal de mesa con fluoruro de sodio.
C. Dentífricos con fluoruro de estaño ( ). D. Dentífricos con fluorofosfato ( ). E. Enjuagues bucales con fluoruro de sodio. F. Solución de NaF de 1 a 2 %.
G. Solución de . H. Solución de monofluorofosfato de sodio.
7. Terapéuticas: Tabletas de fluoruro de sodio.
TIPOS DE FLUORUROS DE USO MÁS FRECUENTE
Fluoruro de sodio (NaF). Los primeros estudios del flúor tópico se realizaron con el
fluoruro de sodio. Este contiene 54% de sodio y 45% de ion flúor. Es soluble en
agua y reacciona con cualquier impureza, por lo cual resulta necesario disolverlo
en un recipiente de plástico y con agua bidestilada.
Fluoruro de estaño ( ). Contiene de 75% de estaño y 25% de ion flúor. Se
usa una solución al 8%, la cual se prepara con 0.8 g de polvo en 10 ml de agua
bidestilada. Como es muy inestable, es necesario prepararla en un recipiente de
vidrio o plástico, agitarla con un instrumento de madera o cristal y usarla de
inmediato porque se inactiva a los 25 o 30 minutos.
La solución se aplica en la superficie dental por medio de un hisopo sin metal, y
sólo una vez al año. Tiene la desventaja de ocasional problemas estéticos cuando
tiene contacto con el esmalte careado porque se forman fosfatos de estaño de
color pardo. De igual manera, altera el color de las restauraciones de silicato, deja
un sabor metálico desagradable y puede irritar los tejidos gingivales. Por ello, el
paciente y sus padres deben estar conscientes de sus efectos.
Fluoruro acidulado (APF). El fluoruro de sodio acidificado con ácido fosfórico
permite la adición de aromatizantes, no irrita, no tiene mal sabor y se conserva
bien. Es posible administrarlo en solución o en gel y proporciona muy buenos
resultados. Se aplica cada seis meses en una sola ocasión, ya sea en solución o
en gel.
Diaminofluoruro de plata. Es un compuesto de fluoruro de alta concentración
que empezó a usarse en 1976 para tratar lesiones activas de caries de esmalte.
Se encuentra en diferentes concentraciones (del 10 a 38%). Ayuda a formar una
película de fluoruro de calcio y fosfato de calcio en la superficie del esmalte para
hacerlo insoluble y resistente al ataque ácido.
El ion de plata le proporciona acción bactericida. Al mismo tiempo, disminuye la
adherencia de la placa bacteriana a la superficie del diente, ya que inhibe la
aglutinación de dextranos. Se aplica con una torunda humedecida. Tiene la
desventaja de pigmentar de negro las partes mineralizadas. Y, como es cáustico,
requiere de mucho cuidado en su aplicación.
Barnices fluorurados. El primer barniz fluorurado salió al mercado en 1964 y
contenía fluoruro de sodio a 5 o 2.26 % del ion fluoruro, en una base neutra de
colofonio. Los barnices permiten mayor tiempo de contacto entre el esmalte y el
fluoruro e inhiben la desmineralización. Se les utiliza con éxito para favorecer la
maduración después de la erupción dental. Pueden aplicarse sin profilaxia previa,
ya que no se inactivan por la presencia de placa bacteriana.
El paciente no debe ingerir alimentos ni enjuagarse durante 30 minutos después
de la aplicación, y tampoco debe cepillarse los dientes durante 12 horas para
aumentar al máximo el tiempo de contacto del barniz con el esmalte.
VÍAS DE ADMINISTRACIÓN DE FLÚOR
Estas son la tópica y la sistémica.
Administración Sistémica
La fluorización sistémica se relaciona directamente con el flúor que llega a la
estructura dental en formación (antes de la erupción) a través del sistema
digestivo y el plasma, una vez es ingerido.
Las ventajas de la administración sistémica del flúor son las siguientes:
1. No requiere participación activa del paciente.
2. Toda la comunidad se beneficia, sin importar el estrato socioeconómico y
educacional, la motivación individual ni la presencia o ausencia del
especialista.
3. Mientras se consuma el agua, mejora la salud bucal al disminuir la frecuencia
de caries dental.
4. Los tratamientos dentales (por caries) son más sencillos.
5. Disminuye la osteoporosis en mujeres maduras.
Adición del Flúor al Agua
Durante el proceso de formación y maduración del diente, parte del flúor de los
líquidos tisulares se incorpora en la estructura cristalina del esmalte y da lugar a la
formación de fluorapatita y fluorhidroxiapatita en pequeñas cantidades. Esto
sucede cuando las personas beben agua con flúor. Por esta razón, la fluoruración
del agua se considera la medida más eficaz y económica para prevenir la caries.
La concentración óptima de fluoruro varía según la temperatura. En zonas con
altas temperaturas se bebe más agua y, por consiguiente, el agua debe tener
menor cantidad que en regiones con temperaturas más bajas.
Por lo general, se utilizan el fluoruro de sodio y el silicofluoruro de sodio, que se
agregan en las plantas potabilizadoras que abastecen de agua a las poblaciones y
para ellos se usan equipos automáticos que logran una concentración de 1 mg/L
de agua, es decir, 1 ppm.
La OMS considera ‘’un método altamente eficaz económicamente el controlar la
caries dental dentro de comunidades, cuyas municipalidades han instalado
abastecimientos de agua y medios apropiados para su mantenimiento’’ (OMS,
1987).
Las ventajas de la administración sistémica de flúor a través del agua son
las siguientes:
1. El porcentaje en la reducción de las caries dentales, a través del consumo de
agua fluorada desde el nacimiento, es del 50-60 %. (Newbrun, 1979).
2. Los adultos que han nacido y se han criado en comunidades fluoradas, han
mostrado mejor salud dental que los adultos que han vivido en lugar sin flúor
(Murray, 1971).
3. El flúor en el agua, reduce la frecuencia y la gravedad de las caries en la
infancia y ofrece protección a los adultos para toda la vida. El flúor es sobre
todo eficaz en las superficies lisas de los dientes.
4. La OMS considera ‘’un método altamente eficaz económicamente el controlar
la caries dental dentro de comunidades, cuyas municipalidades han instalado
abastecimientos de agua y medios apropiados para su mantenimiento’’ (OMS,
1987).
5. El coste de la fluoración de agua comunitaria, se considera el método menos
caro y más efectivo de abastecer flúor a grandes grupos, según la OMS.
Al igual que la aplicación tópica, la administración sistémica de flúor también tiene
desventajas, pues no toda el agua de consumo es fluorurada; sin embargo existen
otras alternativas:
Adición de flúor a la sal.
La fluorización de la sal debe considerarse cuando la fluorización del agua no es
factible por razones técnicas, económicas o socioculturales. En relación con su
efecto en la reducción de caries se han realizado unos pocos estudios en
Colombia, Hungría y Suiza. Los resultados sugieren que la efectividad de la
fluorización de la sal en la reducción de caries es semejante a la del agua fluorada
cuando se utiliza con la concentración apropiada. Su utilización puede convertirse
en una desventaja cuando hay múltiples fuentes naturales de agua con
concentraciones óptimas de flúor o mayores.
Los países que recomiendan fluorización de la sal no deben tener fluorización del
agua y concentraciones muy bajas de flúor natural en el agua.
El fluoruro de potasio es el más utilizado para fluorurar la sal, sin embargo el
fluoruro de sodio también se puede utilizar; la concentración recomendada en
estos países es de 250 mg KF/kg de sal y 225 mg NaF/kg de sal.
Para recomendar la fluorización de la sal se basan en un consumo de sal por
persona de 1g/día que provee 0.25 mg de flúor.
Las ventajas y desventajas son muy similares a las del agua con flúor.
Adición de flúor a la leche, aunque no todos los niños la consumen.
Para los países en desarrollo se ha propuesto la leche como un vehículo para el
flúor que tiene la ventaja de combinar el beneficio nutricional y dental para el niño
en crecimiento. Aunque el flúor en la leche puede estar indicado especialmente en
países en vía de desarrollo, puede igualmente utilizarse en grupos específicos de
alto riesgo. La unión del flúor al calcio o proteínas de la leche no se considera un
problema, sin embargo el efecto tópico del flúor en la boca podría ser menor que
el del flúor en el agua. Los estudios clínicos han reportado una reducción de caries
en dientes deciduos del 15% al 60%.
Fluorización del agua de consumo en las escuelas.
Resulta una alternativa al anterior método, cuando en la comunidad no existe un
sistema de cañerías adecuado, utilizándose una concentración de flúor más
elevada, ya que los niños sólo beben un pequeño porcentaje de consumo diario de
agua en la escuela.
El nivel recomendado para la fluoración del agua en las escuelas, sigue siendo de
4.5 veces el usado en la fluoración de los abastecimientos públicos. En diferentes
estudios se ha encontrado un descenso de las caries entre el 35-40 % después de
ocho años.
Entre los inconvenientes que se le achacan a este método están: la necesidad de
supervisión, el alto coste, la utilización de recursos técnicos y el alto grado de
abandono del tratamiento.
La fluoración del agua de las escuelas, no es preferente a la fluoración del agua
comunitaria y no debe instaurarse cuando la segunda es viable. Cuando se toman
las cantidades recomendadas, la acción de las pastillas de flúor es igual que la del
agua y la sal fluorada, pero para conseguir este efecto, se deben usar a diario,
desde los primeros meses hasta los 13-15 años.
En general no ha tenido mucho éxito el método, debido a que el número de padres
que logran administrar las pastillas por tanto tiempo, es bajo. Así, el índice de
familias que siguen un régimen consistente de suplementos de flúor es escaso
(Newbrun, 1979).
Aplicación tópica (local)
Consiste en la aplicación directa del flúor sobre la superficie dental; por tanto, el
beneficio se considera posteruptivo.
La aplicación tópica del flúor tiene por fundamento intervenir en el proceso de
desmineralización y remineralización, así como propiciar la maduración del
esmalte después de la erupción dental. Cuando el diente hace erupción, el
esmalte capta flúor de la saliva, el agua y los alimentos, con lo cual continúa su
proceso de maduración y se vuelve más resistente a la caries; por esta razón, en
los primeros años de edad se indica la aplicación tópica de fluoruros en
concentraciones más altas. Por otra parte, cuando hay lesión de caries inicial o
mancha blanca, el esmalte se vuelve poroso y acumula más flúor que el esmalte
sano.
El flúor acidificado y adicionado con fosfatos tiene mejores resultados porque
inhibe la pérdida de los mismos y la reacción se dirige hacia la formación de
hidroxiapatita y fluorapatita. Asimismo, la administración constante de fluoruros en
bajas concentraciones inhibe la producción de ácido por los microorganismos de la
placa dentobacteriana y promueve la remineralización de las manchas blancas;
por tanto, se recomienda su uso rutinario en dentífricos y colutorios.
Dentífricos fluorurados
Constituyen el vehículo de administración e fluoruros de mayor uso en el mundo.
Su eficacia se debe a: facilidad en su uso, bajo costo y promoción de sus ventajas
por los fabricantes a través de los medios de comunicación.
Las fórmulas más utilizadas para dentífricos contienen fluoruro de sodio o
monofluorofostato o ambos. El fluoruro de sodio es altamente ionizable y por ello
se vuelve activa tan pronto como se introduce en la boca; en cambio, el fluoruro
del monofluorofosfato se libera por hidrólisis enzimática de la molécula durante el
cepillado, al actuar las fosfatasas presentes en la placa bacteriana y la saliva.
El monofluorofosfato es más útil para disminuir la desmineralización durante
periodos prolongados de exposición a pH bajo. El fluoruro de sodio es más eficaz
en la remineralización de las lesiones.
Las lesiones tratadas con monofluorofostato son superficiales, planas y más
mineralizadas, mientras que las tratadas con fluoruro de sodio son más profundas
y presentan una gruesa capa superficial de mayor mineralización.
El xilitol tiene efecto anticaries por los siguientes mecanismos: inhibe la producción
de ácidos por los microorganismos; inhibe el crecimiento de Streptococcus mutans
y Streptococcus sobrinus, y estimula la secreción salival, con lo cual promueve la
remineralización.
La cantidad de dentífrico a utilizar por los niños debe ser muy pequeña (igual al
tamaño de la uña del dedo meñique), ya que los sujetos de dos a cuatro años
ingieren más o menos 35% del dentífrico y los de cinco a siete años el 14%.
Si después del cepillado se hacen enjuagues bucales abundantes o con mucha
agua, se disminuye la eficacia del fluoruro, por lo cual debe disminuirse al mínimo
el enjuague.
Enjuagatorios fluorurados
Hay enjuagatorios con fluoruro de sodio a 0.05% (225 ppm para su uso diario.
Después del cepillado nocturno se hace un enjuague bucal con 10 ml del
enjuagatorio (6 a 7 ml para niños) durante 30 a 60 segundos y luego se escupe.
No deben deglutirse; por esta razón no se recomiendan en niños menores de seis
años. De los 6 a 12 años de edad, los adultos deben supervisar su uso.
Hilo dental fluorurado
En los últimos años se ha promovido el uso de hilo dental impregnado con
fluoruro, por su eficacia para disminuir Streptococcus mutans.
Los pacientes con alto riesgo de caries pueden aplicar geles con fluoruro por
medio de cepillo o cubetas.
FLUOROSIS
La fluorosis dental es el primer signo de sobredosis de flúor, debido a la ingestión
crónica del mismo durante la etapa de formación del diente y se manifiesta en sus
fases iniciales como un problema estético que se caracteriza por la presencia
de manchas blancas pequeñas en su forma más leve y, en su forma moderada o
severa, manchas oscuras y pérdida de esmalte o pequeños hoyuelos. La fluorosis
ocurre cuando el flúor interactúa con los tejidos durante la mineralización,
alterando el proceso de mineralización, se trata de una hipomineralización de la
superficie y particularmente en la subsuperficie del esmalte, con un incremento en
la porosidad y una apariencia opaca, extendiéndose hasta la dentina en los casos
más severos.
La fluorosis dental también recibe el nombre de diente veteado o moteado, es una
anomalía de la cavidad oral, en especial de las piezas dentales, es una hipoplasia
o hipomaduración del esmalte o dentina producida por la ingestión crónica o
excesiva de agua con alto contenido de flúor durante el período de formación del
diente.
Estudios realizados señalan tres posibles vías de acceso para la incorporación del
flúor en los dientes:
Vía endógena: Esta incorporación se hace en forma centrífuga, desde la pulpa
hacia la cual el ion es transportado por la sangre.
Vía exógena: Incorporación del flúor a la superficie del esmalte de los dientes ya
erupcionados.
Vía mixta: El flúor puede abordar la superficie del esmalte antes y después de su
erupción. Es la que se consigue mediante la fluorización; puede incorporarse a
la totalidad del diente desde las etapas de crecimiento y calcificación.
La etapa más sensible a la exposición al flúor durante la formación del esmalte,
parece ser la fase de maduración temprana. El desarrollo de la fluorosis depende
en gran parte de la dosis, duración y tiempo de exposición al flúor. El riesgo de
fluorosis es menor cuando la exposición se da sólo durante la fase secretoria, pero
mayor cuando la exposición ocurre durante ambas fases, secretoria y maduración.
Patogenia
Esta hipoplasia se debe a la alteración que sufren los ameloblastos durante la
etapa formativa del desarrollo dental, que afecta a la formación de la matriz del
esmalte, así como a su calcificación. La naturaleza exacta de la lesión se
desconoce, pero hay manifestación histológica de daño celular; es probable que el
producto celular, la matriz del esmalte, esté defectuoso o deficiente; también se ha
mostrado que mayores niveles de fluoruro obstruyen el proceso de calcificación de
la matriz.
Apariencia clínica de la fluorosis
Dependiendo del nivel de fluoruro en el agua, el aspecto de los dientes moteados,
puede variar:
1. Cambios caracterizados por manchas de color blanco en el
esmalte.
2. Cambios moderados manifestados por áreas opacas blancas
que afectan más el área de la superficie dental.
3. Cambios moderados e intensos que muestran formación de
fosetas y coloración parda de la superficie.
4. Apariencia corroída.
Los dientes afectados moderada o intensamente pueden mostrar tendencia a
desgastar, e incluso fracturar, el esmalte. Algunos estudios demuestran que estos
dientes presentan dificultades para sostener las restauraciones dentales.
La fluorosis afecta tanto dientes permanentes como deciduos. Como
es una alteración sistémica hay cierta simetría en el grado de afección de los
dientes homólogos de cada lado de la boca.
Diagnóstico de la fluorosis dental
El diagnóstico de fluorosis al igual que cualquier examen del esmalte dental debe
comenzar con una vista completa del diente en cuestión. Es necesario limpiar el
diente y luego secar con aire.
Factores que afectan la prevalencia y la severidad de la fluorosis
La prevalencia y la severidad de la fluorosis depende de:
1. La cantidad, concentración y duración de la exposición al fluoruro.
2. La etapa del desarrollo del diente.
3. Diferente susceptibilidad relacionada con variaciones biológicas individuales.
4. ciertas variables del medio ambiente.
5. Factores importantes que intervienen en el metabolismo del flúor como la
ingestión
Período de riesgo para desarrollar fluorosis
Como se ha mencionado previamente la fluorosis ocurre como resultado de
la exposición continua a dosis de flúor relativamente pequeñas durante el período
en que se forman los dientes. Este período comprende desde el nacimiento hasta
los 6 u 8 años de edad dependiendo de la formación de los terceros molares. Se
ha encontrado que el período de mayor riesgo para fluorosis en dientes deciduos
es la mitad del primer año de vida entre los 6 y los 9 meses, época en que se
producen cambios en la alimentación del bebé. Sin embargo la fluorosis en dientes
deciduos puede resultar tanto de la exposición prenatal como la posnatal. Los
factores de riesgo según la etapa de formación del diente pueden resumirse así:
Bajo riesgo cuando la exposición al flúor es sólo durante la fase secretoria
(menores de 15 meses de edad).
Alto riesgo cuando la exposición al flúor ocurre durante ambas fases secretoria y
maduración. El riesgo aumenta con el incremento de la dosis de flúor en las
diferentes fuentes. La severidad de la fluorosis depende de la cantidad de ingesta
de flúor durante la formación del diente.
Tratamiento
La odontología sólo ofrece como tratamiento efectivo y duradero la colocación de
carillas de porcelana. En las formas más leves de fluorosis se han utilizado
algunos métodos de blanqueamiento con y sin técnicas abrasivas pero no son
muy efectivas por su corta duración o en algunos casos inclusive, requieren de la
colocación de resinas.
CONCLUSIONES
1. El flúor es un elemento que se puede conjugar con casi todos los demás
elementos y por eso es que se encuentra en una gran cantidad de productos
industriales.
2. Los tipos de fluoruros más utilizados son el fluoruro de sodio (NaF), el fluoruro
de estaño ( ), el fluoruro acidulado (APF).y el diaminofluoruro de plata.
3. El patrón de distribución de flúor en el esmalte se establece antes del brote de
los dientes en la boca; después del brote, existe una absorción más lenta de
flúor superficial, en particular en regiones porosas y de caries.
4. El flúor ejerce su acción preventiva frente a las caries a través de dos vías:
Actuando sobre la susceptibilidad del hospedador o pieza dental y actuando
sobre la actividad de los microorganismos.
5. El flúor puede administrarse de dos formas: Sistémica y tópica. La fluoración
de las aguas de consumo público constituye uno de los métodos sistémicos
más eficaces y económicos. El uso de dentífricos fluorados constituye la
aplicación de flúor tópico más extendida en la población.
6. El flúor ingerido se convierte en el principal factor de riesgo para desarrollar
fluorosis dental. La ingesta de flúor durante el desarrollo del diente es un factor
etiológico común para dientes deciduos y permanentes. Existen diversas
fuentes a través de las cuales puede ingerirse el flúor de manera intencional
como el agua fluorada, sal fluorada, comidas, bebidas y tabletas.
BIBLIOGRAFÍA
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eliminación de los fármacos. 11ª ed. México: The McGraw-Hill. pp. 7
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268.
Fluorosis Dental
Cárdenas Jaramillo, D. (2003). Odontología Pediátrica. 3ra. ed. Colombia: Fondo
Editorial CIB. Pp. 173- 183.
ANEXOS
Asistencia reuniones de trabajo
Clave Apellidos Nombres 7/05/14 9/05/14
230 Cruz Espina María Alejandra
234 Corado Sarceño Ana Lucía
236 Florián Samayoa Javier Edgardo
238 Cotom Alonzo Edgar Anibal
240 Monroy Gonzáles Carlos Guillermo
242 Jiménez Torres Jefferson Josué
252 Salguero Lemus Otto Alejandro
Evaluación
Clave Apellidos Nombres Nota
Investigación
230 Cruz Espina María Alejandra
234 Corado Sarceño Ana Lucía
236 Florian Samayoa Javier Edgardo
238 Cotom Alonzo Edgar Anibal
240 Monroy Gonzáles Carlos Guillermo
242 Jiménez Torres Jefferson Josué
252 Salguero Lemus Otto Alejandro