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GUERRA CIVIL EN PRATS DE LLUÇANÈS (1936-39) © COOLTUR

LA SEGUNDA REPÚBLICA

El 14 de abril de 1931 se proclamaba, en España, la Segunda República,

después de que el monarca Alfonso XIII abandonase el país para emigrar a

Italia. Con la proclamación de la nuevo régimen democrático, se redactó una

nueva Constitución, el 9 de diciembre de 1931, que marcaba una separación,

hasta entonces inexistente, entre la Iglesia y el Estado, y, además, aceptaba

las autonomías regionales (con la aprobación de los Estatutos de Autonomía

de Cataluña, el 9 de septiembre 1932, Euskadi, octubre de 1936, y Galicia, 1

de febrero de 1938).

Podemos dividir la Segunda República en tres fases muy claras:

• 1931-1933 como Bienio Reformista, donde el nuevo gobierno de la

República aplicó un gran número de reformas, como mejoras en los derechos

laborales, una reforma del ejército, la creación de una ley para el divorcio, la

secularización de los cementerios (hacer los cementerios lugares públicos y no

eclesiásticos), la disolución de la Compañía de Jesús, la construcción de

nuevas escuelas (con un cambio de la ley de educación, dejando de segregar

las clases por cuestión de sexo), etc. Todas estas reformas fueron fuertemente

criticadas por partidos de ideología de derechas, así como por la iglesia y el

ejército, sin recibir gran apoyo de las clases obreras. Este Gobierno, además,

tuvo que hacer frente a algún intento de levantamiento militar.

• 1933-1936 como Bienio Negro, donde el nuevo Gobierno de la República

estaba formado por formaciones políticas de derechas. Durante este bienio, el

nuevo Gobierno paralizó todas las reformas hechas durante el primer bienio.

Además, este gobierno tuvo que hacer frente al levantamiento de los mineros

asturianos, así como la revuelta, conocida como Hechos de Octubre, ocurrida

en Cataluña (en la que el Estatuto de Autonomía fue suspendido, y los

representantes del Gobierno de la Generalitat fueron encarcelados después de

que Lluís Companys proclamara el Estado Catalán dentro de una República

Federal Española).

• 1936-1939 como Gobierno del Frente Popular, donde los partidos de

izquierdas recuperan el Gobierno, y reinician las reformas comenzadas en

1931. Este es el Gobierno que tuvo que gestionar toda la Guerra Civil tras el

intento, medio frustrado, de Golpe de Estado por parte de sectores

conservadores del ejército.

INICIO DE LA GUERRA

El 19 de Julio de 1936, dos días después de que se levantaran las tropas de

Marruecos, se produjo el levantamiento militar en Cataluña. Esta revuelta fue

parada gracias a las fuerzas de orden público y a grupos de las diferentes


milicias populares (formadas por militantes de diferentes partidos políticos y

sindicatos, así como voluntarios).

A pesar de que en Cataluña, como en otras regiones españolas, el

levantamiento pudo ser detenido, este triunfó en otras partes del territorio, y de

esta manera, comenzó la Guerra Civil Española.

El Gobierno de la República, viendo el alzamiento militar, firmó unos decretos

disolviendo todas las unidades del Ejército que tomaron parte en el Golpe de

Estado, y licenció a todas las tropas cuyos comandos se hubieran puesto en

contra de la legalidad republicana. Esta decisión del Gobierno dejó, al estado,

prácticamente sin efectivos del ejército. Además, la mayoría de jefes del

ejército que se habían sublevado fueron ejecutados por las milicias populares.

La desaparición del ejército, junto con un aumento de la población civil armada,

provocaron un colapso total de la administración pública, que fue sustituida,

durante, un breve periodo de confusión, por comités de barrio, locales y

comarcales, formados por gente civil fuertemente armada.

Durante estos días, las prisiones de Cataluña fueron abiertas, dejando en

libertad a los presos que había (la mayoría eran delincuentes comunes) para

llenarlas de personas de derechas, religiosos, militares, gente de misa, etc (la

totalidad eran detenidos por sus ideas y creencias). Esta represión se hizo

utilizando los métodos legales que existían. Sin embargo, unas 8500 personas

fueron asesinadas por los "incontrolados" que actuaban por su cuenta. La

Generalitat intentó evitar estas matanzas así como la destrucción de edificios

religiosos, archivos, bibliotecas y de tesoros religiosos dando pasaportes y

protegiendo la salida de miles de personas, y protegiendo los edificios

religiosos para evitar su destrucción. En ciertos pueblos y ciudades, además,

los comités locales también lograron salvar algunos edificios, como la catedral

de Girona, la Seu de Urgell, la de Tarragona, etc. Sin embargo, la práctica

religiosa se vio reducida a la clandestinidad, haciendo que la opinión católica

catalana se acercara al franquismo.

Para intentar reconducir esta situación de gran desorden, el 20 de julio de 1936

el presidente Companys se reunió con los dirigentes sindicales para intentar

llegar a un acuerdo. Primero los admitió el mérito de la victoria frente al ejército

sublevado, y se disculpó por las represiones que estas organizaciones

hubieran podido sufrir en el pasado. Además, también les ofreció el poder

(sabiendo que no podían aceptar) y les propuso crear un Comité Central de

Milicias Antifascistas, organismo que fue aceptado por la CNT-FAI. El 27 de

Noviembre del 1936, cuando la CNT-FAI decidió entrar a formar parte del

Gobierno, se disolvió el Comité Central de Milicias Antifascistas instaurando, de

nuevo, el poder del Gobierno de la Generalitat. En este acuerdo, la Generalitat

pasó a estar formada por tres representantes de la CNT , dos de la FAI, tres de

Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), tres de UGT y uno por Acció

Catalana Republicana, Unión de Rabassaires, PSUC y POUM.


Además, desde un primer momento de la Guerra Civil, diferentes grupos de

milicias (voluntarios), fueron a luchar en Aragón, con la idea de recuperar

Zaragoza. Todas estas columnas estaban formadas por voluntarios que

querían luchar contra el fascismo, y otros ansiosos por utilizar las armas

tomadas. Estos grupos, sin formación militar, estaban asesoradas por algún

jefe militar, y consiguieron las primeras victorias en el campo de batalla.

Una vez la Generalitat tomó otra vez el control de la situación, intentó

regularizar todas las colectivizaciones de empresas que los comités habían

hecho, así como intentar investigar y perseguir judicialmente, todos aquellos

crímenes que los revolucionarios habían perpetrado sin un juicio legal.

Durante la Guerra, las grandes divergencias ideológicas de todas las fuerzas

políticas que actuaban en Cataluña (anarquistas, comunistas y socialistas),

estallaron el 3 de mayo de 1937, dando paso a los conocidos "Hechos de

Mayo", creando una Guerra dentro de la Guerra, donde grupos comunistas se

enfrentaron a la Generalitat, al tiempo que la CNT se enfrentó con el POUM.

Estos hechos tuvieron cabida en Barcelona y duraron una semana, dejando

cerca de 280 muertos.

Una vez los hechos de Mayo se controlaron, se formó un nuevo Consejo de la

Generalitat, que duró hasta el fin de la Guerra, donde la CNT dejaba de tener

representación.

PRATS DE LLUÇANÈS

Des de la creación de la Segunda República, en Prats hubo un total de 6

alcaldes diferentes. Durante el Segunda República, y los años de la Guerra

Civil, los distintos Gobiernos proyectaron la creación de una nueva escuela, el

arrendamiento y creación de un nuevo campo de fútbol y de recreos para los

más pequeños, la proyección y creación de la red de alcantarillado, etc.

Durante los años de la Guerra Prats vivió un gran trastorno. Vio como muchos

de sus jóvenes se marchaban del pueblo porque habían sido movilizados por el

ejército. Otros se negaron a luchar con el ejército republicano, y se marcharon

a la España Franquista para luchar con las tropas golpistas, o para emigrar e

intentar huir del conflicto bélico. Mientras estos jóvenes se marchaban del

pueblo, un gran número de refugiados llegaron al pueblo. La escasez era

grande, donde los productos empezaban a escasear, y ya en 1937 se crearon

las primeras cartillas de racionamiento.

Cuando las tropas Franquistas, comandadas por el General Franco, ocuparon

Prats, estos se encontraron con una gran resistencia del ejército republicano,

convirtiendo la captura del pueblo en una batalla de dos días que dejó un gran

número de muertos en el campo de batalla. El 3 de febrero de 1939, las tropas

franquistas ocuparon el pueblo.


Desde COOLTUR os queremos proponer un recorrido por Prats de

Lluçanès para descubrir los años de la Guerra, así como la toma de Prats

por las tropas golpistas comandadas por el General Franco, iniciándose,

de este modo, la dictadura Franquista en este pueblo .

Comenzaremos esta ruta en la Plaza de la Iglesia de Prats de Lluçanès Plaza de la Iglesia

Iglesia de Sant Vicenç

Comenzaremos esta ruta en la Plaza de la

iglesia, ya que en este punto fue donde

comenzó la Guerra Civil en Prats de

Lluçanès.

Con el fracaso del levantamiento militar de

Barcelona, junto con el armamento de la

población civil, el colapso del sistema legal republicano y de poder estatal hizo

que durante los primeros meses de la Guerra Civil comenzara una revolución

popular donde los comités locales, formados por representantes del

movimiento obrero, de partidos políticos y de sindicatos, sustituyeran a los

ayuntamientos elegido hasta el momento (aunque estos no desaparecieran),

creando una dualidad de poder.

Durante estos primeros meses, la revolución fue

acompañada de una escalada de violencia

anticlerical y antiburguesa, pues la iglesia, que

históricamente siempre había ido en contra del

movimiento obrero, había bendecido el

levantamiento Militar considerándolo como una

cruzada contra la república siendo, la Guerra Civil,

según la iglesia católica, una Guerra de Liberación.

Esta violencia anticlerical la podemos reducir a la

quema de Iglesias, quema de imágenes religiosas y

detenciones y asesinatos de clérigos y personas

religiosas, como gente de ideología de derechas

(Cabe decir que no sólo el bando republicano

persiguió y mató a personas de la iglesia católica,

sino que el ejército Franquista también torturó y mató a un gran número de

clérigos).

Prats no se escapó de esta violencia anticlerical, y el 23 de Julio de 1936

llegaron, al pueblo, unos camiones llenos de milicianos de otros pueblos. Estos,

junto con personas del pueblo, algunos de voluntarios pero otros de voluntarios

forzosos, sacaron todas las imágenes, libros y el gran retablo Barroco que

1 Imagen de Milicianos delante de

la Capilla de Lourdes después de quemarla (Autor: Isidre Borralleras Salvans)


había en la iglesia, lo llevaron a la

Bassa dels Bous (barrio que hay yendo

a Sant Feliu Sasserra) y lo quemaron

todo. (Hay que decir, por eso, que

algún vecino consiguió esconder alguna

imagen y algún objeto de la iglesia todo

enterrándolo en el huerto de la

rectoría). Ese día también se quemaron

las iglesias de Sant Sebastià, Sant Pere

del Grau, Santa Eulàlia de Pardines,

Sant Nazari, Santa Llúcia, Santa María

de la Tria y La Bona Sort (lo quemaron

durante la noche del 23 al 24 de julio).

Evidentemente, todos los curas y

las monjas que había en Prats, así

como gente de derechas, se

escondieron. Muchos se quedaron

en casas del pueblo, aunque

algunos optaron por ir a casas de

otros pueblos, pues les podría ser

más fácil poder pasar

desapercibidos. Del mismo modo

que algunos se fueron, otros

vinieron a Prats. Aunque la mayoría

de gente del pueblo sabía de su

presencia, estos no fueron

delatados.

La única persona que murió asesinada fue el cura Isidro Castells, conocido

también como cura pistola, de Prats de Lluçanès. Este cura fundó, en 1931, la

fundación "Vanguardistas", también llamada "Fejocista", que impartía una

enseñanza privada marcadamente religiosa. Mucha gente del pueblo malpensó

de si esta fundación era una agrupación Fascista. Cuando estalló la Guerra

Civil, él, junto con otros religiosos, se escondieron por miedo a ser asesinados.

Estos fueron a la Serra dels Degollats, donde los dueños les dieron de comer,

pero por miedo, les pidieron que no se estuvieran por allí. Este cura deambuló

por los bosques del Lluçanès hasta que, cansado por la fatiga y el hambre,

decidió entregarse. Se decidió entregar en Sant Feliu Sasserra. En este punto,

la historia de su asesinato es confusa. Según algunos, el comité de Sant Feliu

avisó al comité de Prats, pero también el de Avinyó, pues sabían que el comité

de Prats había garantizado la vida a Isidro Castells. Al parecer, los de Prats,

confundidos, decidieron ir hacia Sant Feliu para buscar al cura arrestado,

mientras que los de Sant Feliu decidieron subir a Prats. Los dos comités

2 Imagen de Milicianos sacando las imagenes de la

Iglesia de Sant Vicenç (Autor: Isidre Borralleras Salvans)

3 Imagen de un Miliciano en la quema de las imagenes religiosas en la Bassa dels Bous. En el fondo, el pueblo de Prats i la Capilla de Lourdes (Autor: Isidre Borralleras Salvans)


(desconocemos si también había miembros del comité de Avinyó), se

encontraron a medio camino. No sabemos qué pasó en este punto, pero al día

siguiente se encontró el cuerpo de Isidro Castells en la cuneta de la carretera,

con claros signos de tortura. Años más tarde de su muerte, en 1938, el

Ayuntamiento dictó la apropiación de una finca en la Calle Sant Pere que

pertenecía a Isidro Castells Casadesus y anunció que si tenía alguna otra en

propiedad también debía ser expropiada.

En la Plaza de la iglesia Cal Duran

Este edificio fue ocupado, en enero de

1939, por el Estado Mayor de las

fuerzas Republicanas para intentar

organizar la defensa del pueblo en

contra del ejército Franquista. De hecho,

cuando las tropas Franquistas ya

estaban muy cerca del pueblo, el Estado

Mayor convocó a todos los hombres que

aún había en Prats, comprendidos entre

los 16 y 50 años, para ir a hacer fortificaciones (trincheras).

Se dice que en la parte más alta de la torre de este edificio se instaló una

metralleta para contrarrestar posibles ataques de la aviación Franquista. Al

parecer, por ello, Prats no fue bombardeado, ya que algunos de los jefes del

ejército Franquista tenían toda la familia escondida en el pueblo y un ataque de

la aviación no les permitía salvaguardar la vida de sus familiares.

Tomamos la calle que hay a la izquierda de la fachada de la iglesia de Sant Vicenç y continuamos por allí 35m Continuamos recto hasta llegar a la escuela Presentación de la Mare de Déu - FEDAC Prats 61m

Presentación de la Mare de Déu -

FEDAC Prats

Como hemos dicho, durante los

primeros meses de la Guerra Civil

Española se crearon una serie de

comités locales, los cuales, de forma

efectiva, se posicionaron por encima de

los ayuntamientos. Estos comités tenían

más poder que los propios


ayuntamientos, que no desparecieron nunca.

El comité de Prats de Lluçanès se estableció en este edificio, y según

testimonios escritos, éste sólo duró dos meses. Después de estos dos meses,

se configuró un ayuntamiento de continencia, en el que había representantes

de todos los partidos y sindicatos que formaban parte del Frente Popular. El

ayuntamiento estaba localizado en la Plaza Nova, donde actualmente se

encuentra la Casa de la Vila.

No sabemos exactamente quien formó parte del comité de Prats de Lluçanès.

Podemos decir, por ello, que este comité fue poco sanguinario, en comparación

con los comités de otras zonas, pues la única persona asesinada, que se tenga

constancia, fue el cura Isidro Castells. Además, aunque el comité sabía de la

presencia, en el pueblo, de personas escondidas (formadas por gente de

derechas o gente de la iglesia), éstos no fueron delatados ni perseguidos.

Debido al levantamiento militar, la vida quedó paralizada debido a la gran

inestabilidad política y social que había. Toda la economía quedó paralizada

durante unos días. Sin embargo, el comité, con gran celeridad, pudo gestionar

diferentes aspectos de la vida municipal.

Los primeros días de la revuelta franquista en contra de la república, la

incertidumbre hizo que las fábricas y las tiendas quedaran cerradas. Es por

este motivo que el comité, pocos días después del levantamiento militar

comandado por el General Francisco Franco, emitió diferentes edictos para

anunciar a la población la reapertura de las fábricas (donde los trabajadores,

para poder trabajar, debían estar sindicatos) y la reapertura de tiendas de

comestibles (donde el comité se comprometía a abastecer a todo el mundo).

Además, emitieron diferentes edictos en los que todo el mundo que tuviera

armas o munición las había de entregar al comité, pues éstas serían enviadas

al frente. Cualquiera que tuviera armas y no las entregara tendría sanción

judicial.

Cuando se constituyó, de nuevo, los ayuntamientos, el comité se disolvió.

Es muy posible que con la disolución de los comités, este edificio pasara a ser

usado para albergar a la mayoría de refugiados que llegaron, durante toda la

guerra, en Prats.

Continuamos, dirección oeste, por la Calle de las Escoles 43m Giramos a la izquierda y bajamos por la Calle de la Font 87m Giramos a la izquierda y llegamos a la Plaza U de Octubre (antigua Plaza Can Claus) 52m


Cal Sargento

Desde que se inició la Guerra

comenzaron a llegar a Prats, al igual

que en el resto de poblaciones de

zonas no ocupadas por el ejército

Franquista, los Refugiados de Guerra.

Estos provenían de zonas ocupadas

por el ejército Franquista o de zonas

cercanas al campo de batalla. El

volumen de refugiados estaba formado por familias enteras, madres con hijos

pequeños, o personas de edad avanzada, así como jóvenes que intentaban

evitar tener que empuñar las armas.

Se cuenta que en Prats llegó a acoger alrededor de 400 personas refugiadas.

Estos se alojaban en casas particulares (donde los propietarios percibían del

ayuntamiento 1.5 pesetas por persona y día) o en el colegio Presentació de la

Mare de Déu - FEDAC Prats, que se convirtió en un centro de acogida.

Gracias a testimonios orales, muchos de estos llegaban a Prats a través de

autobuses, los cuales les dejaba delante este edificio donde eran distribuidos

para poder vivir.

El ayuntamiento, para sufragar los gastos de manutención de estos recién

llegados, comenzó a crear ciertos impuestos municipales. Tenemos constancia

de que algunos vecinos del pueblo no lo querían pagar, y es por este motivo

que el ayuntamiento amenazaba a los que no lo querían pagar los nuevos

impuestos a ser obligados a acoger refugiados en su casa teniendo que asumir

de su bolsillo la manutención de estos.

Además, para poder alimentar a toda esta población se empezó, ya desde un

primer momento, a dar cartillas de racionamiento, intentando garantizar, de

esta forma, que todo el mundo pudiera acceder a los productos para poder

sobrevivir. En 1938, por ello, hubo una pequeña revuelta, pues la escasez

alimentaria que existía en todo el territorio se hacía notar, y la gente se quejaba

de que no obtenía la suficiente cantidad de comida para sobrevivir.

Como hemos de suponer, muchos de estos refugiados de Guerra comenzaron

a trabajar en las empresas del pueblo.

Como es lógico y normal, estos refugiados intentaban estar en contacto con

sus familiares a través del único medio que existía en aquellos momentos, el

correo postal.

Los refugiados no tenían una dirección estable, y cada día por la noche

(alrededor de las 7 de la tarde) se reunían en esta plaza donde era entregado


el correo. Para ello, la persona responsable de la correspondencia iba gritando

el nombre y apellidos del destinatario, y una vez éste era localizado, le pasaban

la carta en una cadena humana, pues hay que decir que esta plaza quedaba

abarrotada.

La gente del pueblo, como que sí tenía una dirección estable, recibía la

correspondencia al día siguiente en sus respectivas casas.

Continuamos dirección sur hasta llegar a la Plaza Nova 42m Plaza Nova

El 23 de Julio de 1936, pocos días

después del alzamiento militar en

contra de la II República vinieron a

Prats, tal y como hemos explicado

antes, personas de otros pueblos

para quemar las iglesias de este

municipio. Aquellas personas,

aparte de quemar varios edificios

religiosos, también crearon un

"fuego menor" en medio de esta

Plaza. En este fuego se quemaron las imágenes, cuadros y libros que la gente

tenía en casa. Todo el pueblo estuvo obligado a llevar todos los objetos

relacionados con la iglesia, y si se sospechaba que se habían escondido

algunos objetos, las milicias registrarían las casas. A pesar de la amenaza,

mucha gente pudo salvar algún elemento religioso a través de los escondrijos

que tenían en las respectivas casas.

Como hemos visto anteriormente,

tras el alzamiento militar, el

ayuntamiento paso a un segundo

plano con la creación de los comités

locales. Cuando, en septiembre de

1936 se reconstituyeron los

ayuntamientos, este volvió a ocupar

su sede, donde actualmente se

encuentra la CASA DE LA VILA,

edificio que en la actualidad alberga

algunas dependencias municipales.

Durante este año, el ayuntamiento y

la escuela (que se había trasladado)

compartían el mismo edificio.

4 Milicianos delante de la Casa de la Vila (Autor: Isidre Borralleras Salvans)


Los nuevos ayuntamientos debían tener representación (en caso de que estas

organizaciones tuvieran militantes en el municipio) de la CNT (Confederación

Nacional del Trabajo), ERC (Esquerra Republicana de Cataluña), URC (Unión

de Rabasaires de Cataluña), PSU (Partido Socialista unificado) y PAC (Partido

de Acción Catalana). En Prats no había ningún representante del PAC.

La gestión del municipio durante la Guerra fue complicada, pues eran muchos

los problemas que el Ayuntamiento tenía que hacer frente. Además, cada poco

tiempo había cambios en los representantes municipales, ya que se tenían que

ir sustituyendo las vacantes de los representantes que eran llamados a filas. En

tres años, Prats tuvo 4 alcaldes distintos.

Durante estos años (1936-1939), el Ayuntamiento tuvo que hacer frente a la

gestión de los Refugiados de Guerra (que fueron aumentando a medida que la

guerra se alargaba), gestionar la llamada de las diferentes levas y / o los

desertores, emitir cartas de buena conducta y / o pasos (para no tener

problemas, el Ayuntamiento emitió todo tipo de permisos de viaje a diferentes

vecinos que por motivos personales o laborales, debían desplazarse). Además,

también tuvo que gestionar las armas (En este aspecto, el ayuntamiento solicitó

permiso para que el sereno del pueblo, así como algunas personas más,

pudieran tener una arma pues por la peligrosidad de su trabajo, esta era

necesaria). Durante este tiempo, además, el ayuntamiento arrendó el Camp

Grand, propiedad de los que eran dueños de Cal Dama, para poder hacer un

nuevo campo de fútbol y de recreo para los niños. También en esta época se

creó la red de alcantarillado del pueblo.

Sin embargo, lo que más difícil fue gestionar fue el avituallamiento de los

productos de primera necesidad. Además, la inestabilidad política hizo que la

economía quedara medio paralizada. Es por este motivo que en 1937, al igual

que muchos otros municipios, el Ayuntamiento de Prats emitió moneda propia

que tenía una validez en todo el término municipal. Este consistorio imprimió un

total de 10000 pesetas en billetes de 1 peseta, 12:50 céntimos y, más adelante,

de 0.25 céntimos.

Desde un inicio, a pesar de no estar cerca del frente, se implantó una

economía de guerra. Ya no era tan fácil poder comprar los productos, que se

necesitaban, a otros pueblos, y muchos de estos productos comenzaron a

escasear. Para intentar garantizar que todo el mundo tuviera acceso a los

productos de primera necesidad, el ayuntamiento comenzó a emitir cartillas de

racionamiento, ya que de este modo podía garantizar que todo el mundo

tuviera acceso a estos productos, y que, al mismo tiempo, la gente adinerada

no pudiera especular con estos productos (para poder garantizar este acceso a

los productos, el ayuntamiento contaba con un almacén donde actualmente se

encuentra el Centro de Día, justo detrás de este edificio). Hay constancia,


además, que para obtener algún producto específico, el ayuntamiento hacía

canje, con excedente local, con otros ayuntamientos.

Durante esta época, también se reguló el número de matanzas que se

practicaban en el matadero municipal, y se persiguió y juzgó a personas por

tener mataderos no regulados en sus casas.

La escasez de productos hizo, además, que algunos productores intentaran

especular con los precios de los productos (se debe tener en cuenta que los

precios estaban regulados por la administración pública). De hecho, en Prats

hay constancia de que el ayuntamiento prohibió, a un productor local, sacar

cualquier cantidad de su producto guardado en el almacén del ayuntamiento

sin que éste tuviera un permiso explícito del consistorio, ya que este productor

había sido acusado por los vecinos del pueblo de negarse a vender nada a

estos, y de hacerlo a gente de fuera (gente de Osona) a precios inflados. De

hecho, desde el ayuntamiento de Vic se pidió que se investigara este hecho.

Continuamos, dirección oeste, por la Calle del Pont 78m Continuamos recta por la Calle Resclosa 80 m Continuamos Recto 15m

Torre Batriu

Durante la Guerra Civil, esta casa era

conocida como "Cal Xunet", una torre

que pertenecía a una familia adinerada.

Durante la II República, hubo una

revuelta popular en contra de esta casa,

ya que durante una fuerte sequía, el río

Bassi, que pasa justo al lado de esta

casa, y que, al mismo tiempo, provee de

agua las Tres Fonts, quedó seco. La gente del pueblo acusó a los de la casa,

pues estos, aun con la escasez de agua, continuaban regando su jardín. Es por

este motivo que un día, la juventud del pueblo asaltó la casa y destrozó,

completamente, el jardín.

Durante la Guerra Civil, esta torre estuvo requisada por la UGT (Unión General

del Trabajo) para tener un taller textil donde confeccionaban ropa y uniformes

para los combatientes que estaban en el frente.

El taller funcionaba gracias a los militantes de UGT y a voluntarios y voluntarias

que iban a coser y a confeccionar aquellas ropas. Sin embargo, la maquinaria

la consiguieron a través de requisar, de forma temporal, las máquinas de coser


que había en el pueblo. Todas las mujeres requeridas debían ceder, durante

unas horas, sus respectivas máquinas de coser. Estas máquinas serían

devueltas con las mismas condiciones en las que habían sido entregadas, al

cabo de unas horas.

Cruzamos la Carretera, damos media vuelta y subimos por la Calle Resclosa 70m Continuamos por la calle que nos queda más a la izquierda 10m Giramos a la izquierda por un camino de carro que nos llevará a la Calle Roca d’Ambraç 151m Giramos a la izquierda hasta encontrar otro camino de carro 41m Continuamos por el camino de carro hasta llegar a Sant Sebastià 859m Giramos a la izquierda para llegar a Sant Sebastià 255m (Si queremos ver las trincheras continuamos recta hasta llegar al fin de la cresta, a la izquierda del camino de carro 186m)

Sant Sebastià

Aquí explicaremos la ocupación de

las tropas Franquistas de Prats de

Lluçanès.

Barcelona cae en manos del

ejército franquista el 26 de enero

de 1939, causando un fuerte golpe

moral y de malestar a las tropas

republicanas, pues el 23 de enero

Negrín dio la orden de abandonar

Barcelona sin presentar gran

resistencia.

El ejército franquista avanzaba de forma rápida, mientras el ejército republicano

se intentaba reorganizar tant rápido como podía.

El ejército franquista estaba cada vez más cerca de Prats, y la tensión iba

aumentando.

El 29 de enero de 1939, el ejército Republicano llegó a Prats de Lluçanès, tras

la emisión de la orden 36 del XI cuerpo del ejército Republicano. Ese día

llegaron la Brigada Mixta 141 junto con el 7º escuadrón de caballería, la 3ª

compañía de blindados y la 2ª compañía de tanques, todos pertenecientes a la

32ª División del XI Cuerpo del ejército. El día 30, la Brigada Mixta 142 debía


situarse al oeste de Prats para garantizar una vía de comunicación entre

Gironella y Prats.

5 Imagenes de las Trincheras de Sant Sebastià

La 32ª División tenía que organizar la defensa del pueblo, por este motivo, el

mismo 29 de enero convocó a todos los hombres de entre 16 y 50 años a una

reunión para notificarles que habían sido reclutados para construir

fortificaciones, es decir, para construir las trincheras defensivas. Algunas de

estas trincheras todavía se pueden ver, hoy en día, en la zona sur de la Carena

de Sant Sebastià.

El frente iba avanzando, y el día 1 de febrero cayeron Gironella y Sant Feliu

Sasserra. Es muy posible que los defensores de Sant Feliu Sasserra, que

pertenecían a la División 60 del XVIII cuerpo del ejército Republicano se

retiraran a Prats por la proximidad de los dos pueblos.

El día 2 de febrero, el ejército Franquista continuó avanzando, aunque se

encontró con una fuerte resistencia. Ese día consiguieron crear una línea entre

Sant Martí de Merlès y la Torre de Oristà, habiendo ocupado, también, la

iglesia de Santa Eulàlia de Pardines y la casa de la Pedragosa, que se

encuentran a unos 3 kilómetros al sur de Prats.

El día 3 de febrero continuó el ataque. Parte de las tropas Franquistas

avanzaron por el sur, dirección a Prats, llegando, poco a poco, al sur de la

iglesia de Lourdes. Mientras se llevaba a cabo este ataque, otra parte del

ejército Franquista subía por Santa Maria de Merlès, repeliendo, como podían,

los ataques de las fuerzas Republicanas. Hacia el mediodía, estas tropas

Franquistas habían conseguido llegar a Sant Sebastià, rompiendo la línea


defensiva Republicana y produciendo un gran número de prisioneros y

muertos. Desde Sant Sebastià fueron hacia el Grau, desde donde enviaron al

Batallón 283 de tiradores de Ifni dentro del pueblo para ocupar de forma

efectiva esta población. Cuando el ejército Franquista entró a ocupar el pueblo,

se encontró con 6 tanques y 2 carros blindados Republicanos, causando un

gran número de muertos. Sin embargo, los Franquistas lograron hacer

retroceder a los Republicanos hacia la iglesia de Lourdes, donde estos se

retiraron dirección Perafita.

Por la noche del día 3 de febrero, las fuerzas Franquistas del General

Moscardó, bajo las órdenes del General Marzo, que comandaba la 54 División

del ejército Franquista, ocuparon el pueblo de Prats de Lluçanès, que había

sido defendido por el XI y XVIII cuerpo del ejército Republicano.

Según testimonios orales, el ejército Franquista no bombardeó Prats por que

un alto mando Franquista, el hombre de Escrigues, tenía a su familia en Prats.

El balance de muertos de los días 2 y 3 de febrero fue de 8 muertos y 57

heridos de las tropas Franquistas, y de 320 muertos y 189 prisioneros de las

tropas Republicanas. Cabe decir, por ello, que el hecho de que sólo tengamos

las referencias del ejército Franquista de las bajas republicanas nos puede

indicar que este número podría ser mayor. Además, el ejército franquista

recuperó, un total de 260 fusiles rusos, 2 fusiles ametralladora, 5

ametralladoras y un mortero.

El día 4, el ejército Franquista continuó su marcha dirección Santa Creu,

intercambiando un gran número de proyectiles de artillería con el ejército

Republicano. Al parecer, algunos de los proyectiles republicanos impactaron en

Prats, causando una baja civil y varias bajas de las tropas Franquistas, a parte

de algún desperfecto en los tejados de algunas casas del paseo.

Durante los primeros días de la ocupación franquista, Prats fue un caos. La

gente todavía recuerda con miedo a los tiradores del Ifni, también llamados

"moros", pues muchos aldeanos fueron asesinados sin motivo, muchas casas

fueron robadas y saqueadas, y muchas mujeres fueron violadas por miembros

del ejército franquista.

Días después de esta batalla, se empezaron a enterrar los cuerpos de los

soldados republicanos y de los civiles, que estaban tirados por el campo de

batalla, en fosas comunes. Se crearon varias fosas a lo largo de la cresta de

Sant Sebastià. La primera fosa conocida fue la que se exhumó en 2004, en un

intento de la Generalitat de Cataluña de establecer un protocolo en la

exhumación de las fosas comunes de la Guerra Civil, en la masía de

Puigvistós, donde se recuperaron 7 cuerpos. Debemos tener presente, por ello,

que aún hay muchas otras fosas comunes en los alrededores de Prats.


Desde la ermita de Sant Sebastià, giramos a la derecha por el primer camino de carro que encontramos, bordeando la ermita. Vamos siempre por el camino más ancho, y pasaremos por el lado de la Caseta (una casa en ruinas) 699m Giramos a la izquierda dirección el pueblo (Atención que tendremos que hacer un tramo de carretera, y la tendremos que cruzarla) 263m Continuamos recto por la calle que nos queda de cara. Calle de Josep Cirera. En esta calle lo subimos hasta el final, que nos llevará a la Plaza Vella. Ignoramos todos los desvíos 238m

Plaza Vella

En esta plaza explicaremos dos cosas, una referente a los años de la guerra y

otra cuando Prats ya estuvo bajo la España Franquista.

La casa conocida como Cal Giró, durante

los años de la Guerra era conocida como

Cal Quel. En esta casa, en 1937, se

instaló la "Cooperativa Obrera", una

cooperativa con tienda de comestibles,

donde la gente podía ir a proveerse de

artículos de primera necesidad. La gente

que era socia tenía descuentos en los

precios de los productos.

Una vez Prats estuvo bajo dominio

Franquista, en la actual Cal Casals,

que tenía instalada la fábrica de

alpargatas "La Mariposa", se

celebraron las primeras misas

oficiales. Durante la Guerra se

celebraron muchas misas en casas

particulares, de forma secreta, pues

las oficiaban sacerdotes que estaban

escondidos en casas del pueblo.

Se celebraron en este edificio las primeras misas, pues la iglesia había sido

quemada en 1936, y el edificio había quedado dañado durante la ocupación

Franquista del pueblo, pues había recibido el impacto de proyectiles de

artillería.

Giramos a la izquierda y subimos por la Calle Major (hacia el centro del pueblo) hasta llegar a los 4 esquinas 100m Giramos a la derecha y llegamos hasta el final de la Calle Orient 125m


En nuestro frente podemos ver el Café Orient Café Orient

Centro cultural y social de Prats de

Lluçanès, en este edificio se reunía la

gente del pueblo para hablar de lo que

estaba sucediendo en el conflicto bélico.

Además, en la parte de atrás de la actual

bar, se hacían diferentes

representaciones teatrales en la sala de

teatro que todavía hay. Hay que decir

que, durante la guerra, este fue el único

punto donde se podían representar obras de teatro, pues el teatro Mundial, que

se encontraba a un centenar de metros de este bar, había cesado su actividad

en 1932 para convertirse en un garaje.

Junto a este café estaba la sede de Esquerra Republicana de Cataluña.

Una vez acabada la guerra, en este centro se continuaron representando obras

teatrales representadas por Arte y Juventud.

Giramos a la derecha hasta llegar ante la Farinera 50m Farinera

En este edificio había instalada la fábrica

de harinas "La Montañesa". El

17/12/1936, como los propietarios

habían desaparecido, el Sindicato

Agrícola "La Falç del Lluçanès" decidió

requisar-la para que la producción no

parara.

En la ofensiva del ejército Franquista

contra Prats, las tropas Republicanas, ya en retirada, decidieron quemar la

fábrica, con todo el grano y las harinas que había en su interior, el 3 de febrero

del 1939, con el fin de intentar frenar la marcha del ejército Franquista

impidiendo que este ejército pudiera hacer uso del alimento que allí había

almacenado.

Hacemos media vuelta y subimos hacia el Café Orient 50m Giramos a la izquierda por la Calle Orient 60m A nuestra izquierda está la Torre Malla


Torre Malla (BBVA)

El 5 de febrero de 1939, justo dos días

después de que el ejército Franquista

hubiera ocupado el pueblo de Prats de

Lluçanès, la Auditoría de Guerra del

Ejército de Ocupación redactó el Acto

de Constitución Provisional de la

Comisión Gestora de Prats de Lluçanès,

es decir, se formó el nuevo

Ayuntamiento Provisional. En esta acta,

el alcalde fue Jaume Rovira Campos, dueño de la fábrica de cal Nin.

En este momento, comenzaba la dictadura Franquista.

El nuevo ayuntamiento ocupó, provisionalmente, la Torre Malla antes de

trasladarse al edificio de la Casa de la Vila, en la Plaza Nova. En esta torre se

realizó la gestión municipal los primeros meses de ocupación Franquista del

pueblo, y entre otros:

• Se redactaron todo tipo de cartas de "conducta" de los ciudadanos del

pueblo durante la Guerra, para saber su actuación durante la Guerra.

• Se realizó el cambio de moneda, para canjear la moneda republicana

por la nueva moneda creada por el bando Franquista. En este caso,

muchas familias del pueblo, sobre todo las consideradas de izquierdas,

se les dijo que su moneda no era buena y por lo tanto, estas familias

pasaron a no tener nada. (Estas riquezas fueron apropiadas por las

familias más afines al nuevo régimen).

Durante los primeros años de la dictadura Franquista, el ayuntamiento tuvo que

responder a miles de cartas de familias que pedían información sobre sus

familiares desaparecidos en la Guerra y que la última noticia que tenían de

ellos era que habían luchado en Prats de Lluçanès. El ayuntamiento, en su

respuesta, siempre exponía que los únicos que aparecían en el registro de

defunciones eran los que luchaban en el bando franquista, y que, por tanto, no

podían dar información sobre sus familiares.

Cruzamos la calle y subimos por el Paseo, dirección Norte 74m Cuando llegamos al lado del Ayuntamiento Cal Bach, giramos a la derecha 43m


Fuente Doctor Grau (Antiguo Centro Casal Castells)

Una vez acabada la Guerra, comenzó la

Dictadura Franquista, donde el General

Franco se convirtió en jefe de Estado.

La represión fue muy grande, y el

Franquismo intentó aniquilar las

realidades plurinacionales que tenía

España para intentar crear una única

conciencia nacional, es por este motivo

que la enseñanza se empezó a impartir

exclusivamente en castellano, siendo, las otras lenguas que había en el

territorio, perseguidas.

Además, una vez acabada la Guerra los propietarios de Cal Dama recuperaron

aquel campo que habían cedido de forma perpetua al ayuntamiento

republicano, alegando que éstos les habían obligado a ceder aquel campo. Así

pues, Prats quedó sin campo de fútbol. El nuevo ayuntamiento intentó buscar

otro campo donde instalar las nuevas dependencias municipales. Finalmente,

en 1941, en un campo del propietario del Cal Dama, construyeron, con trabajos

forzados (se obligó a gente del pueblo, sobre todo aquellos que eran de

familias de izquierdas a trabajar de forma obligada), el nuevo campo de fútbol,

el cual ha perdurado hasta nuestros días.

En 1943, además, se construyó el Centro Casal Castells, una sala de teatro de

titularidad parroquial. El nombre de esta sala se puso en honor al padre Isidro

Castells, cura pistola, que como hemos visto al principio, fue encontrado

muerto durante los primeros meses de la Guerra Civil. Esta nueva sala también

se construyó a través de trabajos forzados, donde los arrieros fueron obligados

a ir a buscar tierra, para hacer el cemento, con sus carruajes, los carpinteros

fueron obligados a dar la madera para la construcción de esta sala, y algunos

hombres fueron obligados a trabajar en la construcción, etc. Esta sala fue

derribada en 1997 por orden municipal. Una vez derribada esta sala, que había

representado la vida cultural en Prats de Lluçanès hasta la fecha, se construyó

la segunda fuente dedicada al Doctor Grau.

Todavía hoy queda alguna reminiscencia de la dictadura franquista, pues en la

calle de Vic hay una placa en la casa donde nació el padre Isidro Castells,

placa que lo considera mártir de la Guerra Civil.

Aquellos asesinados por los "rojos" fueron homenajeados una vez acabada la

guerra, pero, desgraciadamente, aquellos ejecutados / asesinados por el

franquismo han quedado en el olvido hasta que en los últimos años se han

empezado a hacer acciones para rendirles homenaje. Sin embargo, debemos

tener presente que tres hombres de Prats ejecutados / asesinados en el

Campo de la Bota, de Barcelona, y fueron enterradas en el Fossar de la


Pedrera, una fosa común del cementerio de Montjuic, tras ser detenidos por las

fuerzas franquistas, y juzgados sin tener garantizados los derechos

fundamentales. Estas tres personas fueron Salvador Tornafoch Nolla (+

07/30/39), Joan Calveras Coromina (+ 09/11/39) y Clemente Vall-Lamora Puig-

Ferret (+9/7/40).

Si quieres ir a ver las trincheras de Santa Llúcia desde el Ayuntamiento Cal Bach Diríjase, dirección sur, por el paseo Lluçanès 50m Gira a la derecha por la Calle Orient 65m Continuamos recto y cruzad la Plaza Nova (vaya siempre por su izquierda) 67m Continúe recto por la Calle del Pont 58m Siga recto por la Calle Resclosa. En este caso, ignorar los desvíos que tendrá a su izquierda y vaya continuando por el lado de la carretera B-431 dirección Sant Feliu Sasserra 903m Cruce la carretera y tome el camino de carro que tiene en frente suyo 205m Cuando llegue a un cobertizo, gire a la izquierda y tome el camino de tierra que hay, dirección sur 178m Continuamos por el camino de la izquierda 228m Continuamos, dirección sur, por el camino de en medio 180m A su izquierda hay un sendero. Cógelo y vaya continuando por el sendero. Verá las trincheras a su derecha 60m (Si desea volver al pueblo, deshacer el camino hecho hasta aquí)

Camino de Santa Llúcia a Santa Eulàalia de Pardines

Junto al lado de este camino,

justo por encima de la carretera

que va de Prats en Sant Feliu

Sasserra, aún se pueden

observar algunas de las

trincheras de la línea de

fortificación que se construyó en

Prats a finales de enero de 1939.

Estas trincheras son excavadas

directamente en el suelo, y tienen

forma de zigzag, para minimizar los ángulos muertos y poder ofrecer una


mayor visión para su defensa. Este fue, según los diarios de operaciones del

ejército Franquista, uno de los puntos en que los republicanos lograron frenar al

ejército Franquista en su conquista de Prats de Lluçanès.

Desde COOLTUR deseamos que hayáis disfrutado de esta ruta turística, y

que tengáis muy buen día.

LA SEGUNDA REPÚBLICA - cooltur.org · LA SEGUNDA REPÚBLICA El 14 de abril de 1931 se proclamaba,...

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